Redacción: ABC
El cofundador y codirector de la Iniciativa sobre la Economía Digital del MIT Sloan School of Management defiende que la automatización no es el enemigo de la sociedad y anima a fomentar su enseñanza en las escuelas.
Nadie duda de que la automatización cambiará el modelo económico; el debate está en si esta Cuarta Revolución Industrial hará del mundo un lugar mejor. Por lo pronto, el World Economic Forum vaticina que los robots crearán 58 millones de empleos netos para 2022; y PwC augura un aporte a la economía mundial de 15,7 billones de dólares para 2030. Todo ventajas, a priori. Pero… ¿no hay claroscuros en el avance tecnológico? Andrew McAfee, cofundador y codirector de la Iniciativa sobre la Economía Digital y principal científico de investigación del MIT Sloan School of Management, trata de arrojar luz sobre hacia dónde avanzamos, qué retos se plantean y, lo que es más importante, cómo afrontar los problemas derivados de la automatización.
¿Cuál será el futuro de nuestra economía, en relación con la automatización, los robots y la inteligencia artificial?
Mi predicción es que la economía va a crecer y va a ser más productiva a nivel mundial gracias a estas nuevas tendencias tecnológicas. La economía tiene una obsesión con la productividad, y es normal porque esta logra sacar un mayor rendimiento con los mismos recursos, que pueden ser una hora de trabajo, un litro de agua o un kilo de fertilizante. Siempre queremos sacar más rendimiento y la inteligencia artificial y los robots nos van a permitir aprovechar mucho más los recursos de los que disponemos. También podemos decir que su función va a ser la de enriquecernos más con los mismos bienes.
Por lo tanto, ¿no hay que temer a la automatización?
Cuando presenciamos cambios tan profundos, siempre aparecen retos. La automatización incrementa la pérdida de empleos y no podemos evitarlo. De todos modos, ya se han automatizado muchas tareas anteriormente, pero los emprendedores y la innovación están desarrollando nuevas industrias constantemente y esto crea nuevos puestos de trabajo, lo que permite que la gente no sufra por el desempleo. Aunque con estos patrones de cambio tan vertiginosos es cierto que vemos cómo la automatización va destruyendo empleabilidad y creando alteraciones, no creo que sea una preocupación presente, ya que en los próximos cinco o diez años vamos a seguir necesitando de la mano de obra para impulsar el crecimiento económico. Lo que tenemos que hacer es centrarnos en educar a la población para los trabajos del futuro, porque aún no debemos preocuparnos por un desempleo masivo debido a la mecanización.
¿Deberíamos incluir a los robots y la automatización en la enseñanza?
De alguna manera ya lo hacemos enseñando programación. Además, en países como EE.UU. y China hay ligas de secundaria en las que los equipos de diferentes institutos compiten por construir el mejor robot. Estas competiciones me encantan, y no solo porque enseñemos robótica a los más jóvenes, sino porque les enseñamos a pensar, a resolver problemas y a trabajar en equipo. Así que, sí, creo que deberíamos potenciar estas actividades.
Hay expertos que afirman que la automatización va a incrementar la desigualdad. ¿Comparte esta visión?
Sí. Mire, el primer galardonado con el Premio Nobel de Economía dijo: «La desigualdad es una carrera entre la educación y la tecnología». Lo que quiere decir es que cuando encontramos el equilibrio en otros aspectos, la tecnología suele desestabilizar la balanza y llevar a la desigualdad. La educación, por otro lado, tiende a equilibrar la balanza proporcionando a la gente nuevas habilidades que les harán más valiosos. Lo que quiero decir es que la tecnología nos puede hacer ricos y si no nos gusta la distribución de esta riqueza y cómo se comparte, podemos arreglarlo con las herramientas de las que disponemos. Pero, porque no nos guste el reparto, no debemos enemistarnos con la tecnología o cortarle las alas por no saber lidiar con la desigualdad. Por ejemplo, sería como renunciar a ser ricos si tuviésemos la oportunidad de serlo. No es una buena idea, desde mi punto de vista.
¿Los robots acabarán pagando las pensiones de jubilación?
Hay muchas formas de asegurarnos la jubilación. Tenemos el sistema de impuestos, que nos la garantiza, pero yo no estoy a favor de gravar con impuestos la actividad de los robots. Creo que debemos gravar los valores añadidos, y estos valores pueden cambiar. Por ejemplo, me encanta la idea de recaudar impuestos con las emisiones de carbono, porque las reduciría y aplacaría el calentamiento global, por no hablar de que conseguiríamos fondos que podríamos destinar a cualquier cosa, como pagar las jubilaciones. Tenemos diferentes soluciones a nuestra disposición si queremos garantizarnos una buena vejez o cuidar de aquellos que perciben menos ingresos. Lo que quiero decir es que podemos lograr un equilibrio si nos convertimos en una sociedad rica para estar en disposición de pagar por un Estado del Bienestar, y la tecnología es nuestra aliada para enriquecer nuestra sociedad.
Fuente: https://www.abc.es/economia/abci-andrew-mcafee-no-debemos-cortar-alas-tecnologia-no-saber-lidiar-desigualdad-201906020220_noticia.html