Costa Rica / 25 de enero de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: El Mundo
En Costa Rica se promueve la educación alimentaria y nutricional en 58 escuelas y 10 Centros de Atención de la Dirección Nacional de Centros de Educación y Nutrición y de Centros Infantiles de Atención Integral (CEN-CINAI), beneficiando a 10. 800 estudiantes en la Zona Central y la Región Brunca, mediante el Proyecto Fortalecimiento de los Programas de Alimentación Escolar impulsado por la Cooperación Internacional entre el Gobierno de Costa Rica, el Gobierno de Brasil y la FAO.
“La principal oportunidad para Costa Rica con esta cooperación brasileña, consistió en poder trabajar una estrategia de educación alimentaria nutricional con los niños de los centros educativos y CEN-CINAI, y fomentar las compras de alimentos para la alimentación escolar de los agricultores familiares vecinos a estos centros educativos como una oportunidad para dinamizar las economías locales en nuestro país”, señaló Karla Pérez, Coordinadora del Proyecto de la FAO en Costa Rica.
El proyecto fomenta la reducción de la pobreza, mediante la articulación interinstitucional e intersectorial, impulsa la participación social, la educación alimentaria y nutricional a través de huertas escolares pedagógicas. También, incluye el aspecto del mejoramiento de la infraestructura y el equipamiento de 58 comedores escolares para garantizar mejores condiciones en la alimentación infantil.
Según Octavio Ramírez, Coordinador Residente de la FAO en el país, gracias al proyecto se fomenta el establecimiento de compras directas a la agricultura familiar para la alimentación preescolar y escolar, mediante asistencia técnica y capacitación de los agricultores que les permita mejorar la comercialización de sus productos.
Desde el 2013 el proyecto ha trabajado en conjunto con el Ministerio de Educación Pública (MEP), el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), el Ministerio de Salud, el Consejo Nacional de Producción (CNP), el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), el Instituto de Desarrollo Rural (INDER) y el CEN-CINAI.
“El éxito del proyecto se debe a la implementación de un ejercicio práctico denominado Escuelas y CEN-CINAI Sostenibles, que demostró que se podían desarrollar una serie de acciones que inciden directamente en la mejora y el fortalecimiento de los programas de alimentación infantil, sin que esto implique una inversión adicional de los recursos públicos. Esto favorece la toma de decisiones asertivas y fortalece la articulación interinstitucional en torno a este tema tan relevante”, comentó Pérez.
Además, se ha capacitado a 638 docentes y 2700 madres y padres de familia sobre la importancia de promover estilos de vida saludables en las escuelas y en los hogares.
El año pasado, mediante una alianza entre el MEP y la Universidad de Costa Rica, se trabajó en la actualización de los menús escolares de acuerdo a la cultura alimentaria local y a los gustos del estudiantado, incorporando propuestas innovadoras para garantizar una alimentación adecuada y apetecible para la población estudiantil.
Empoderamiento de organizaciones sociales y de la agricultura familiar
El proyecto logró fortalecer 126 organizaciones sociales que trabajan directamente en los centros educativos y CEN-CINAI y 8 organizaciones de la agricultura familiar local, a través de talleres y mejoras de los sistemas productivos y comerciales de 240 productores nacionales.
“Mi expectativa de venderle al centro agrícola es la producción verde e integrar a las personas a un nuevo mundo, donde podamos producir comida limpia para las nuevas generaciones e integrar a los agricultores y volver a la tierra, volver a nuestras raíces de la mano del ambiente”, dijo Anthony Navarro, agricultor familiar de Frailes.
Huertas estudiantiles como herramientas de aprendizaje
Las huertas permiten que el estudiantado adquiera conocimientos y habilidades prácticas de la producción de alimentos y se motiven a consumir vegetales y frutas frescas.
“Las huertas escolares en las escuelas costarricenses, son espacios que van más allá de la agricultura en sí, ya que pretendemos unificar la parte del conocimiento teórico con la parte práctica, incentivando al estudiantado a trabajar en un espacio donde están relajados, en libertad, compartiendo, aprendiendo y siendo felices”, afirmó Tania Ureña, educadora de la Escuela Cecilio Piedra Gutiérrez, Frailes.
Por otra parte, el proyecto implementó capacitaciones en línea para los docentes del Ministerio de Educación Pública, con el objetivo de promover el uso de la huerta como una herramienta pedagógica en todo el territorio nacional.
Braiton Aguilar, estudiante de la Escuela Cecilio Piedra Gutiérrez, aseguró que en las huertas de la escuela y en la casa aprenden a sembrar plantas comestibles que les permite acostumbrarse a comer más vegetales y frutas.
Los programas de alimentación preescolar y escolar son una herramienta de intervención estratégica de protección social y de aplicación del derecho humano a la alimentación adecuada, que está en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), para lograr la seguridad alimentaria, acabar con la malnutrición y mejorar el déficit alimentario de la población.
“Yo antes sí comía mucha cochinada, así como paquetillos, pero ahora que estoy en la huerta me he acostumbrado a comer más vegetales y frutas”, comentó Aguilar.
En la actualidad, se pretende que el proyecto sea un ejemplo que se pueda replicar en todo el país, puesto que constituye uno de los elementos de mayor incidencia política, gracias a los resultados alcanzados y al potencial de expansión que representa para contribuir con el fortalecimiento y la sostenibilidad de estos programas sociales tan importantes en el desarrollo integral de Costa Rica.
Fuente de la Noticia:
https://www.elmundo.cr/10-800-escolares-familias-mejoran-habitos-alimentarios-costa-rica/