Page 1 of 2
1 2

Hambre y pandemia: «Las consecuencias son bastante dramáticas» en América Latina, según FAO

El hambre se había logrado reducir a casi la mitad entre 2000 y 2015 en América Latina y el Caribe, pero la pandemia significó un retroceso histórico en esa lucha. Maya Takagi, líder de Programas Regionales de la FAO, habló con Sputnik sobre cómo afrontar el hambre en una región altamente empobrecida.
El hambre se había logrado reducir a casi la mitad entre 2000 y 2015 en América Latina y el Caribe, pero la pandemia significó un retroceso histórico en esa lucha. Maya Takagi, líder de Programas Regionales de la FAO, habló con Sputnik sobre cómo afrontar el hambre en una región altamente empobrecida.
La pandemia empobreció a millones de latinoamericanos y caribeños, con la pobreza, se agravó el hambre y la malnutrición. Maya Takagi, líder de Programas Regionales de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura —FAO, por sus siglas en inglés—, señaló que a finales de 2020, el 30% de la población de América Latina se encontraba en situación de pobreza.
La pobreza ascendió a 209 millones —22 millones de personas más que en 2019, según datos de la la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de ONU (CEPAL)—, en una población de 670 millones de personas.
Además, del total de personas pobres, 78 millones se encontraron en situación de pobreza extrema, ocho millones más que en 2019. En las áreas rurales, la pobreza rural aumentó en seis millones de personas, casi la mitad de ellas en situación de pobreza extrema.
—Comprobamos que la crisis sanitaria efectivamente aumentó la pobreza y pobreza extrema en la región, y que llevó el hambre a casi los mismos niveles de dos décadas atrás. ¿Cuáles cree han sido las más graves consecuencias sociales y económicas del aumento brusco del hambre, y cuáles prevé en el futuro cercano?
(…) Como el ingreso es la única forma de acceder a la alimentación, hubo un incremento de la inseguridad alimentaria. La incidencia de inseguridad alimentaria moderada o grave alcanzó a un 40,4% de la población en 2020, lo que representa un aumento de 6,5 puntos porcentuales con relación a 2019, según datos 2021 de la CEPAL. Sin las políticas de apoyo a los ingresos y a la alimentación, las tasas serían aún mayores.
Esto se puede explicar por el serio impacto en los niveles de pobreza y empleo que ha tenido la pandemia en la región, y por el alto precio que tienen las dietas. Las condiciones económicas, los desequilibrios estructurales (ingresos, activos y recursos) y la falta de políticas amplias de protección social son las principales causas del hambre y malnutrición en la región, las que interactúan, además, con desastres y crisis que hacen más difícil salir de este círculo vicioso.
Las consecuencias son bastante dramáticas. Además de la ampliación de la pérdida de vidas por cuenta del hambre, hay consecuencias de largo plazo para las familias en la recuperación de sus capacidades de ingreso, hay en el efecto de las deficiencias nutricionales y de salud en padres y niños que afectan sus capacidades laborales y de educación. Es como volver a un ciclo de vulnerabilidad con consecuencias de largo plazo. Es un quiebre en la tendencia de que los hijos tengan mejores condiciones de ingreso que sus padres o abuelos. Y millones de familias ahora están en esta condición. Hace 20 años que no teníamos este número de personas en pobreza extrema. (…)
—En una región en la que antes de la pandemia no faltaba comida, sino dinero para comprarla: ¿Cómo lograr que las personas accedan a una dieta nutritiva con menos dinero aún que antes?
En el informe mundial de FAO del Estado de la Seguridad Alimentaria en el Mundo, el SOFI 2020, se concluyó que las dietas saludables son cinco veces más caras que las dietas suficientes en calorías. Y también que nuestra región es la más cara en el mundo para la alimentación de dietas saludables. Algunas razones que explican esta desigualdad: problemas de disponibilidad, accesibilidad, oportunidad, educación y hábitos alimenticios, inocuidad y variabilidad de precios según estacionalidad.
Entre las medidas a implementar:
-Se deben articular los programas de transferencia de ingreso con educación alimentaria, así como otras medidas que favorezcan a la mayor disponibilidad de alimentos frescos y saludables.

-En el marco de prácticas de comercio regional e internacional, se deben privilegiar alimentos nutritivos, y negociar acuerdos que faciliten el comercio intrarregional.

-Otras medidas, implican promover las compras públicas, comprar directamente de los productores, para así acortar las cadenas y disminuir los costos de logística.

-Estimular la utilización de medios digitales de comercialización de los productos de las pequeñas y medianas empresas (pymes) y de las cooperativas locales.

¿Cuál es el panorama regional para encauzar la recuperación y lucha contra el hambre? ¿Cuáles deberían ser sus pilares?
El nivel prepandemia se alcanzaría en el 2024 si el crecimiento fuera del 1,8% (el promedio de la última década), pero se demorará 10 años si el crecimiento es del 0,3% (promedio de los últimos 6 años).
Son cada vez más las voces que señalan que la crisis sanitaria, económica y social causada por la pandemia es una oportunidad para reflexionar sobre qué tipo de respuestas se requiere para salir de una crisis de esta envergadura. Por ello, se ha señalado que para reconstruir mejor, es necesario transformar el modelo de desarrollo de América Latina y el Caribe.
Las medidas de recuperación inmediata deberían centrarse en:

-Proteger los empleos existentes, crear empleos nuevos.

-Fortalecer la red de protección social, ya sea a través de inversión directa o políticas.

Para el rescate del empleo, es fundamental rescatar las micro y pequeñas empresas, que representan más del 99,5% de las empresas en la región, y generan el 60% del empleo productivo formal (CAF, el Banco de Desarrollo de América Latina) con políticas de fomento y apoyo directo.
-Así también, las medidas de protección sanitaria y social debiesen estar focalizadas en los trabajadores del sector informal, compuesto principalmente por mujeres, jóvenes, pueblos indígenas y migrantes, según datos de la ONU. Como también es fundamental mantener los programas de alimentación para niños y niñas, adultos mayores y otras personas en situación de vulnerabilidad, privilegiando la compra pública de alimentos sanos y perecibles a pequeños productores agrícolas y pescadores artesanales de la región.
(…) Las políticas e inversiones deberían facilitar la igualdad de acceso a las tecnologías, herramientas y plataformas de la información y las comunicaciones (TIC). (…)
-Por último, garantizar que los sistemas alimentarios sigan funcionando, protegiendo desde la producción de alimentos, pasando por la comercialización, el procesamiento, y el mercado local hasta llegar al consumidor, valorando productos frescos para garantizar una dieta saludable y producidos de manera equilibrada con el medio ambiente.
Esto es fundamental para tener una sociedad sana, resiliente y más protegida contra enfermedades de diversas naturalezas. Para aumentar la resiliencia de los sistemas agroalimentarios, la recuperación debería incorporar aspectos transformacionales.
—¿Cómo valora los planes de ayuda que hasta ahora han lanzado los gobiernos de América Latina y el Caribe?
Gracias a una respuesta política sin precedentes, es probable que la recesión de COVID-19 deje cicatrices más pequeñas a nivel mundial que la crisis financiera del 2008. Sin embargo, esta vez los países de bajos ingresos y las economías emergentes sufren más en comparación con las economías avanzadas, más afectadas en la crisis de 2008, según el Fondo Monetario Internacional.
Los Gobiernos de la región implementaron 263 medidas de protección social de emergencia en 2020. Estas alcanzaron a 49,4% de la población, es decir, cerca de 326 millones de personas, con un gasto adicional estimado en 86.000 millones de dólares (CEPAL). Sin esas medidas, la incidencia de la pobreza extrema habría alcanzado 15,8% y la pobreza, 37,2%, equivalentes a 98 millones y 230 millones de personas, respectivamente. (…) Gracias a ese conjunto de medidas, en 2020 unos 20 millones de personas han escapado de caer bajo el umbral de la pobreza en la región.
¿Qué pasa en Centroamérica y el Caribe, donde varios países desde antes de la pandemia ya tenían serias dificultades para alimentar a su población?
Una encuesta del Programa Mundial de Alimentos muestra que a fines de 2020 el consumo insuficiente de alimentos afectaba al 16% de la población de esos países. La principal barrera para acceder a los mercados de alimentos en esos países en el contexto de la pandemia ha sido la falta de dinero, seguida por las restricciones de viaje y la distancia física a los mercados.
Además, en respuesta a las restricciones de la pandemia, cerca del 40% de los hogares han aplicado estrategias de crisis en el consumo alimentario, tales como cambiar la dieta a alimentos menos costosos, limitar el tamaño de la porción, reducir el número de comidas, pedir alimentos prestados, o limitar la alimentación de los adultos en favor de los menores (países Bolivia, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Nicaragua, Perú y República Dominicana).
Al empeoramiento reciente de la inseguridad alimentaria se suma que estos países llevan varios años lidiando con una doble carga de subalimentación, en la que la desnutrición (…) coexiste con el sobrepeso, la obesidad y las enfermedades no transmisibles relacionadas con la dieta. La suma de esos factores estructurales (…) y la agudización de los problemas de acceso a alimentos saludables —sea por restricciones de ingresos o por la interrupción de cadenas de suministro y de los programas públicos de alimentación (escolar, por ejemplo)— tienen un impacto en las dietas regionales y en la salud de la población que va más allá del corto plazo.
(…) En Caribe en especial, el sector turístico, que es un soporte de la economía de los países esencial, fue fuertemente afectado por la pandemia, y afectó a toda la cadena de valor, desde la producción de alimentos, hasta la importación, y los empleos directos, dejando a las familias más vulnerables.
Sin embargo, después de los primeros meses de la pandemia cuando hubo inseguridad, los países de la región han podido confirmar importaciones de alimentos y avanzar en la liberación comercial. Hemos observado también mayor voluntad política para profundizar en el comercio agroalimentario intrarregional, lo que ayudaría a hacer los países importadores más resilientes ya que contarían con varios socios comerciales.
Fuente: https://mundo.sputniknews.com/20210813/hambre-y-pandemia-las-consecuencias-son-bastante-dramaticas-en-america-latina-segun-fao-1115069708.html
Comparte este contenido:

México: Crea UNAM la licenciatura en Ciencias de la Nutrición Humana

América del Norte/México/11-12-2020/Autor: Arturo Sánchez Jiménez/Fuente: www.jornada.com.mx 

La licenciatura en Ciencia de la Nutrición Humana se impartirá en la Facultad de Medicina y formará profesionistas capaces de integrar y aplicar el conocimiento científico, clínico y social, con base en diagnósticos clínico-nutricional y nutricional-comunitario. Foto tomada del sitio https://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2020_1087.html
El Consejo Universitario de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) aprobó este martes la creación de la licenciatura en Ciencia de la Nutrición Humana, con la cual la oferta educativa de esta casa de estudios suma en total 130 carreras.

El objetivo del plan de estudios a impartirse en la Facultad de Medicina es formar profesionistas competentes, capaces de integrar y aplicar el conocimiento científico, clínico y social, con base en los diagnósticos clínico-nutricional y nutricional-comunitario mediante la evaluación del estado de nutrición, vigilancia alimentaria-nutricional, orientación y educación alimentaria.

En su segunda sesión del año a distancia, el Consejo designó como investigadores eméritos a Mauricio Hardie Beuchot Puente, Octavio Manero Brito y Pedro Julio Collado Vides, mientras que a José de Santiago Silva, lo nombró profesor emérito.

Mauricio Hardie Beuchot Puente ha realizado una labor excepcional de investigación, docencia y difusión de la filosofía y la filología; su preocupación por abordar el lenguaje desde la filosofía le permitió crear la teoría denominada Hermenéutica analógica.

Con una trayectoria de 40 años en la Universidad, ha formado a múltiples generaciones y dirigido tesis de licenciatura, maestría y doctorado, algunas elaboradas en España, Argentina, Canadá, Australia, Austria y Rusia.

Por la excepcionalidad de sus investigaciones, su calidad docente y el impacto de sus trabajos, Octavio Manero Brito destaca en las áreas de la reología –estudio de la deformación y el fluir de la materia-, la ingeniería química y el desarrollo de materiales.

Ha enfocado sus esfuerzos al entendimiento, explicación y aplicación de la bioreología, de la mecánica de fluidos No-Newtonianos, de fluidos complejos y polímeros, del diseño de modelos reológicos y matemáticos de flujos de líquidos viscoelásticos, así como en la creación y procesamiento de nanotecnología de materiales híbridos.

Tiene 20 solicitudes de patentes de las cuales le han otorgado siete. Algunos campos de aplicación de éstas son: la potabilización de aguas de desecho, la creación de catéteres y agujas hipodérmicas plásticas; así como la producción de plásticos que pueden sustituir a la madera, o para encapsular medicamentos.

A lo largo de 45 años de labor en la UNAM, José de Santiago Silva ha destacado en la docencia, investigación y difusión de la pintura, así como en su aplicación a la escenografía, las artes escénicas y el discurso museográfico.

Además de crear obras artísticas en los campos de la estampa, dibujo, pintura mural, fotografía, plástica escénica e instalación, exhibidas en muestras nacionales y giras internacionales, ha sido docente en la Facultad de Artes y Diseño, el Instituto Nacional de Bellas Artes, la Escuela Nacional de Artes Cinematográficas, y la Universidad Politécnica de Valencia, España, entre otras.

s promotor y fundador de la Licenciatura de Teatro del Centro Universitario de Teatro de la UNAM, y de la Maestría en Dirección Artística de la Escuela Nacional de Arte Teatral del INBA.

Pedro Julio Collado Vides, investigador de la UNAM desde hace más de tres décadas, es considerado el primero en el país en dedicarse a la bioinformática, además de ser referente latinoamericano en esta área y en la genómica.

Gracias al gran nivel de sus investigaciones y de la formación de un importante grupo de colaboradores, en el año 2000 su laboratorio fue reconocido como el Nodo Nacional de Bioinformática dentro de la Red Europea de Bioinformática EMBnet; junto con otros especialistas publicó el primer genoma completo secuenciado en México, el de la bacteria Rhizobium etli, fijadora de nitrógeno, lo que llevó al país a la colaboración internacional en genómica.

Desarrolló el modelo gramatical de regulación genética a través de la demostración matemática, lo que sentó las bases para generar algoritmos genómicos novedosos, además de elaborar la primera recopilación integrativa de promotores microbianos lo cual consolidó las bases de datos RegulonDB y EcoQc, ambas referencias internacionales en el tema.

Fuente e Imagen: https://www.jornada.com.mx/notas/2020/12/08/sociedad/crea-unam-la-licenciatura-en-ciencias-de-la-nutricion-humana/

Comparte este contenido:

10.800 escolares y sus familias mejoran sus hábitos alimentarios en Costa Rica

Costa Rica / 25 de enero de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: El Mundo

En Costa Rica se promueve la educación alimentaria y nutricional en 58 escuelas y 10 Centros de Atención de la Dirección Nacional de Centros de Educación y Nutrición y de Centros Infantiles de Atención Integral (CEN-CINAI), beneficiando a 10. 800 estudiantes en la Zona Central y la Región Brunca, mediante el Proyecto Fortalecimiento de los Programas de Alimentación Escolar impulsado por la Cooperación Internacional entre el Gobierno de Costa Rica, el Gobierno de Brasil y la FAO.

“La principal oportunidad para Costa Rica con esta cooperación brasileña, consistió en poder trabajar una estrategia de educación alimentaria nutricional con los niños de los centros educativos y CEN-CINAI, y fomentar las compras de alimentos para la alimentación escolar de los agricultores familiares vecinos a estos centros educativos como una oportunidad para dinamizar las economías locales en nuestro país”, señaló Karla Pérez, Coordinadora del Proyecto de la FAO en Costa Rica.

El proyecto fomenta la reducción de la pobreza, mediante la articulación interinstitucional e intersectorial, impulsa la participación social, la educación alimentaria y nutricional a través de huertas escolares pedagógicas. También, incluye el aspecto del mejoramiento de la infraestructura y el equipamiento de 58 comedores escolares para garantizar mejores condiciones en la alimentación infantil.

Según Octavio Ramírez, Coordinador Residente de la FAO en el país, gracias al proyecto se fomenta el establecimiento de compras directas a la agricultura familiar para la alimentación preescolar y escolar, mediante asistencia técnica y capacitación de los agricultores que les permita mejorar la comercialización de sus productos.

Desde el 2013 el proyecto ha trabajado en conjunto con el Ministerio de Educación Pública (MEP), el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), el Ministerio de Salud, el Consejo Nacional de Producción (CNP), el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), el Instituto de Desarrollo Rural (INDER) y el CEN-CINAI.

“El éxito del proyecto se debe a la implementación de un ejercicio práctico denominado Escuelas y CEN-CINAI Sostenibles, que demostró que se podían desarrollar una serie de acciones que inciden directamente en la mejora y el fortalecimiento de los programas de alimentación infantil, sin que esto implique una inversión adicional de los recursos públicos. Esto favorece la toma de decisiones asertivas y fortalece la articulación interinstitucional en torno a este tema tan relevante”, comentó Pérez.

Además, se ha capacitado a 638 docentes y 2700 madres y padres de familia sobre la importancia de promover estilos de vida saludables en las escuelas y en los hogares.

El año pasado, mediante una alianza entre el MEP y la Universidad de Costa Rica, se trabajó en la actualización de los menús escolares de acuerdo a la cultura alimentaria local y a los gustos del estudiantado, incorporando propuestas innovadoras para garantizar una alimentación adecuada y apetecible para la población estudiantil.

Empoderamiento de organizaciones sociales y de la agricultura familiar

El proyecto logró fortalecer 126 organizaciones sociales que trabajan directamente en los centros educativos y CEN-CINAI y 8 organizaciones de la agricultura familiar local, a través de talleres y mejoras de los sistemas productivos y comerciales de 240 productores nacionales.

“Mi expectativa de venderle al centro agrícola es la producción verde e integrar a las personas a un nuevo mundo, donde podamos producir comida limpia para las nuevas generaciones e integrar a los agricultores y volver a la tierra, volver a nuestras raíces de la mano del ambiente”, dijo Anthony Navarro, agricultor familiar de Frailes.

Huertas estudiantiles como herramientas de aprendizaje

Las huertas permiten que el estudiantado adquiera conocimientos y habilidades prácticas de la producción de alimentos y se motiven a consumir vegetales y frutas frescas.

“Las huertas escolares en las escuelas costarricenses, son espacios que van más allá de la agricultura en sí, ya que pretendemos unificar la parte del conocimiento teórico con la parte práctica, incentivando al estudiantado a trabajar en un espacio donde están relajados, en libertad, compartiendo, aprendiendo y siendo felices”, afirmó Tania Ureña, educadora de la Escuela Cecilio Piedra Gutiérrez, Frailes.

Por otra parte, el proyecto implementó capacitaciones en línea para los docentes del Ministerio de Educación Pública, con el objetivo de promover el uso de la huerta como una herramienta pedagógica en todo el territorio nacional.

Braiton Aguilar, estudiante de la Escuela Cecilio Piedra Gutiérrez, aseguró que en las huertas de la escuela y en la casa aprenden a sembrar plantas comestibles que les permite acostumbrarse a comer más vegetales y frutas.

Los programas de alimentación preescolar y escolar son una herramienta de intervención estratégica de protección social y de aplicación del derecho humano a la alimentación adecuada, que está en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), para lograr la seguridad alimentaria, acabar con la malnutrición y mejorar el déficit alimentario de la población.

“Yo antes sí comía mucha cochinada, así como paquetillos, pero ahora que estoy en la huerta me he acostumbrado a comer más vegetales y frutas”, comentó Aguilar.

En la actualidad, se pretende que el proyecto sea un ejemplo que se pueda replicar en todo el país, puesto que constituye uno de los elementos de mayor incidencia política, gracias a los resultados alcanzados y al potencial de expansión que representa para contribuir con el fortalecimiento y la sostenibilidad de estos programas sociales tan importantes en el desarrollo integral de Costa Rica.

Fuente de la Noticia:

10.800 escolares y sus familias mejoran sus hábitos alimentarios en Costa Rica

Comparte este contenido:

El Salvador, un ejemplo en educación alimentaria y nutricional

El Salvador/20 de Noviembre de 2017/Rebeliòn

En el municipio de Atiquizaya, ubicado a 83 kilómetros al norte de la capital de El Salvador, se viene implementado desde el 2013 la iniciativa Escuelas Sostenibles, una referencia de los programas de alimentación escolar sostenibles. 

La iniciativa se lleva a cabo por medio de la articulación entre los diversos sectores relacionados a la alimentación escolar, la participación social, la educación nutricional y alimentaria para la promoción de hábitos saludables por medio de huertos escolares, la adopción de menús adecuados y la compra de productos de la agricultura familiar local para la alimentación escolar.

Todos los días, la alimentación escolar de los estudiantes de 22 centros escolares del municipio se enriquece con los vegetales cosechados en los huertos implementados en las escuelas y con los alimentos producidos por los agricultores familiares de la región.

Esta tecnología social salvadoreña es una de las finalistas del Premio Fundación Banco do Brasil, en la Categoría Internacional.

El Premio busca promover las tecnologías sociales como herramientas de bajo costo y con participación de las comunidades para el desarrollo sostenible. Esta fue la primera edición que contó con la participación de tecnologías internacionales.

Las categorías de la premiación están alineadas a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) propuestos por la Organización de las Naciones Unidas para la Agenda 2030.

Una iniciativa que involucra a todos

En la iniciativa de las Escuelas Sostenibles de El Salvador, las madres preparadoras del refrigerio escolar recibieron capacitación adecuada en temas de inocuidad de alimentos y manipulación apropiada con el fin de promover los hábitos higiénicos dentro de la cocina de cada centro escolar.

Además, se mejoró la infraestructura de cocinas, comedores y bodegas de los establecimientos de enseñanza.

La metodología moviliza a profesores, padres y alumnos, gobierno y sociedad civil para la planificación y la ejecución integradas de las actividades para que la iniciativa alcance su éxito.

El jefe de la Unidad de Seguridad Alimentaria y Nutricional de Atiquizaya, Moisés Moran Murga, señaló que la iniciativa “permitió la unión de varios actores para promover el desarrollo de la economía local, con la compra de productos de la agricultura familiar, para asegurar una alimentación completa a los niños en edad escolar, así como contribuyó al cambio cultural en la alimentación de las familias”.

Huertos escolares

De 2013 a 2017, por medio de las Escuelas Sostenibles, se implantaron huertos escolares en 22 unidades de enseñanza en Atiquizaya, de los cuales el municipio mantiene 17. Diariamente, alrededor de 30.400 alumnos reciben alimentos, incluyendo frutas y verduras, además de educación alimentaria y nutricional.

Participan 147 asociaciones de productores que suministran frutas, verduras y huevos a las escuelas. El proyecto fue replicado en otros dos municipios del país, Izalco y Jiquilisco.

Premio

Realizado cada dos años, el Premio Fundación BB de Tecnología Social 2017 tiene la cooperación de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura (Unesco) y el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), del Banco Mundial, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y del Banco Nacional del Desarrollo Económico y Social (BNDES). La ceremonia de premiación se realizará el 23 de noviembre, en la ciudad de Brasilia, Brasil.

Los finalistas internacionales recibirán trofeos y un video acerca de la iniciativa, además de participar en el Foro Internacional de Tecnología Social, que se llevará a cabo días 21 y 22 de noviembre, en la capital de Brasil.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=234239

Comparte este contenido:

FAO y UNESCO: Sin educación alimentaria será imposible erradicar el hambre y la malnutrición

25 de octubre de 2017 / Fuente: http://www.unesco.org

Ambas agencias de las Naciones Unidas acordaron acompañar a los países latinoamericanos y caribeños en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible vinculados a la erradicación del hambre y al acceso a la educación.

La Oficina Regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO Santiago) han iniciado el 17 de octubre de 2017 el diseño de una estrategia conjunta de trabajo para fortalecer la educación alimentaria y nutricional y promover su integración en las políticas públicas de los países latinoamericanos y caribeños.

De acuerdo al último informe de la FAO Panorama de la seguridad alimentaria y Nutricional en América Latina y el Caribe (2017), la desnutrición crónica infantil en la región se ha reducido de 24,5%, en 1990 a 11% en 2016. Sin embargo, aún 5,9 millones de niñas y niños se encuentran afectados por la malnutrición. Asimismo, el sobrepeso y la obesidad se han transformado en problemas de salud importantes en América Latina y el Caribe, donde el 7% de los menores de 5 años ya presenta índices de sobrepeso.

De esta manera, al firmar el acuerdo de trabajo Seguridad nutricional y alimentaria entre niños, niñas y adolescentes en América Latina y el Caribe, la Oficina Regional de la FAO y la OREALC/UNESCO Santiago se unen para impulsar desde una perspectiva intersectorial el desarrollo de iniciativas, políticas y programas que desde el sector educativo contribuyan a mejorar la educación para la salud y el bienestar para lograr una mejor alimentación y nutrición de niños y niñas en edad escolar.

De acuerdo a la FAO, los programas de alimentación escolar refuerzan la continuidad del ciclo nutricional, fortalecen la cultura alimentaria y la participación social en la creación de hábitos saludables. La educación en salud para una buena nutrición y estilos de vida sana debe acompañar estos programas a lo largo del ciclo escolar, enfatiza la UNESCO.

Es así como desde el año 2009, la FAO, con el acompañamiento de la cooperación brasileña, impulsa el fortalecimiento de los programas de alimentación escolar y de escuelas sostenibles en 13 países de la región.

“Las niñas y niños en etapa escolar son una prioridad para las intervenciones de nutrición y la escuela es el lugar ideal para la enseñanza de conocimientos básicos en alimentación, nutrición y salud” enfatizó Adoniram Sanches, oficial principal de Políticas de la FAO para América Latina y el Caribe.

“En comunidades con altos niveles de inseguridad alimentaria, los programas de alimentación escolar también ayudan a combatir la desnutrición y a mantener a los niños en la escuela, así como a mejorar la economía local a través del acceso a mercados públicos de abastecimiento institucional de alimentos por parte de los agricultores familiares”, agregó Sanches.

Cecilia Barbieri, directora (a.i) de la OREALC/UNESCO Santiago, explicó que “tenemos mucha evidencia de la importancia de una alimentación sana en el aprendizaje efectivo de los estudiantes. Este acuerdo nos permitirá unir fuerzas para mejorar el acceso a alimentos suficientes y saludables para los jóvenes, dentro del contexto del trabajo de implementación de la Hoja de Ruta de la Agenda Educativa 2030 para América Latina y el Caribe y el Objetivo de Desarrollo Sostenible n°4”.

A través de este acuerdo de trabajo, ambos organismos impulsarán el fortalecimiento de la educación alimentaria y su integración en la formulación de políticas, considerando como base la sistematización de las políticas de seguridad alimentaria y nutricional de la región, las Guías Alimentarias basadas en Alimentos, el contenido curricular relacionado con la nutrición, educación física y temas afines y las experiencias en programas de alimentación escolar en la región.

Fuente noticia: http://www.unesco.org/new/es/media-services/single-view/news/fao_y_unesco_sin_educacion_alimentaria_sera_imposible_err/

Comparte este contenido:

Chile: La FAO y la UNESCO crean una alianza para fortalecer la educación alimentaria

Chile / www.wradio.com.co / 25 de Octubre de 2017

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Unesco diseñaron un plan para fortalecer la educación alimentaria y nutricional y promover su integración en las políticas públicas de los países latinoamericanos y caribeños.

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Unesco diseñaron un plan para fortalecer la educación alimentaria y nutricional y promover su integración en las políticas públicas de los países latinoamericanos y caribeños.

El acuerdo «Seguridad nutricional y alimentaria entre niños, niñas y adolescentes en América Latina y el Caribe» fue firmado hoy por la oficina regional de la FAO y la oficina regional de Educación de la Unesco para América Latina y el Caribe (Orealc), en Santiago de Chile, según informaron ambas organizaciones.

El objetivo del acuerdo será impulsar iniciativas, políticas y programas desde el sector educativo que contribuyan a mejorar la educación para la salud, fomentando el bienestar de los niños en edad escolar de la región a través de una mejor alimentación y nutrición.

Según el último Panorama de la seguridad alimentaria y Nutricional en América Latina y el Caribe (2017), de la FAO, aunque la desnutrición crónica infantil en la región cayó del 24,5 % en 1990 al 11 % en 2016, aún hay 5,9 millones de niños afectados por malnutrición.

El organismo destacó además el sobrepeso infantil, que se ha transformado «en un grave problema de salud pública» en la región, ya que actualmente el 7 % de los menores de 5 años tiene sobrepeso.

«Que 3,7 millones de niños y niñas sufran sobrepeso en la región es inaceptable. Estamos poniendo en riesgo el futuro de toda una generación de latinoamericanos y caribeños. El momento de actuar es ahora, por eso hemos construido esta alianza con Unesco», explicó el representante regional de la FAO, Julio Berdegué.

Afirmó que la región debe realizar el mismo esfuerzo que le permitió mejorar los índices de desnutrición infantil crónica y aguda para enfrentar la obesidad y el sobrepeso, y aseguró que la FAO y la Unesco trabajarán para que los gobiernos lo asuman como prioridad.

Según la FAO, una forma de enfrentar la malnutrición son los programas de alimentación escolar, que han tenido efectos «muy positivos» en la juventud de la región, pues refuerzan la continuidad del ciclo nutricional, fortalecen la cultura alimentaria y la participación social en la creación de hábitos saludables.

Para la Unesco, estos programas deben ser acompañados por educación en salud para una buena nutrición y estilos de vida sana a lo largo del ciclo escolar.

Cecilia Barbieri, directora regional de Educación de la Unesco, indicó que hay «muchas evidencias de la importancia de una alimentación sana en el aprendizaje efectivo de los estudiantes».

Por ello, afirmó que este acuerdo permitirá «unir fuerzas» para mejorar el acceso a alimentos suficientes y saludables para los jóvenes.

El acuerdo considerará la orientación de Guías Alimentarias basadas en Alimentos hacia el contenido curricular relacionado con la nutrición en los establecimientos educativos y sus actividades de educación física.

«Las niñas y niños en etapa escolar son una prioridad para las intervenciones de nutrición. La escuela es el lugar ideal para la enseñanza de conocimientos básicos en alimentación, nutrición y salud», expresó Berdegué.

Según la FAO, en comunidades con altos niveles de inseguridad alimentaria los programas de alimentación escolar también ayudan a combatir la desnutrición y a mantener a los niños en la escuela.

Además de ello, dinamizan las economías local cuando se conectan con programas públicos de abastecimiento de alimentos y con las cadenas de distribución de la agricultura familiar. EFE

Fuente: http://www.wradio.com.co/noticias/internacional/la-fao-y-la-unesco-crean-una-alianza-para-fortalecer-la-educacion-alimentaria/20171024/nota/3617494.aspx

Comparte este contenido:

FAO y UNESCO: Sin educación alimentaria será imposible erradicar el hambre y la malnutrición

23 octubre 2017/Fuente: Unesco

Ambas agencias de las Naciones Unidas acordaron acompañar a los países latinoamericanos y caribeños en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible vinculados a la erradicación del hambre y al acceso a la educación.

La Oficina Regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO Santiago) han iniciado el 17 de octubre de 2017 el diseño de una estrategia conjunta de trabajo para fortalecer la educación alimentaria y nutricional y promover su integración en las políticas públicas de los países latinoamericanos y caribeños.

De acuerdo al último informe de la FAO Panorama de la seguridad alimentaria y Nutricional en América Latina y el Caribe (2017), la desnutrición crónica infantil en la región se ha reducido de 24,5%, en 1990 a 11% en 2016. Sin embargo, aún 5,9 millones de niñas y niños se encuentran afectados por la malnutrición. Asimismo, el sobrepeso y la obesidad se han transformado en problemas de salud importantes en América Latina y el Caribe, donde el 7% de los menores de 5 años ya presenta índices de sobrepeso.

De esta manera, al firmar el acuerdo de trabajo Seguridad nutricional y alimentaria entre niños, niñas y adolescentes en América Latina y el Caribe, la Oficina Regional de la FAO y la OREALC/UNESCO Santiago se unen para impulsar desde una perspectiva intersectorial el desarrollo de iniciativas, políticas y programas que desde el sector educativo contribuyan a mejorar la educación para la salud y el bienestar para lograr una mejor alimentación y nutrición de niños y niñas en edad escolar.

De acuerdo a la FAO, los programas de alimentación escolar refuerzan la continuidad del ciclo nutricional, fortalecen la cultura alimentaria y la participación social en la creación de hábitos saludables. La educación en salud para una buena nutrición y estilos de vida sana debe acompañar estos programas a lo largo del ciclo escolar, enfatiza la UNESCO.

Es así como desde el año 2009, la FAO, con el acompañamiento de la cooperación brasileña, impulsa el fortalecimiento de los programas de alimentación escolar y de escuelas sostenibles en 13 países de la región.

“Las niñas y niños en etapa escolar son una prioridad para las intervenciones de nutrición y la escuela es el lugar ideal para la enseñanza de conocimientos básicos en alimentación, nutrición y salud” enfatizó Adoniram Sanches, oficial principal de Políticas de la FAO para América Latina y el Caribe.

“En comunidades con altos niveles de inseguridad alimentaria, los programas de alimentación escolar también ayudan a combatir la desnutrición y a mantener a los niños en la escuela, así como a mejorar la economía local a través del acceso a mercados públicos de abastecimiento institucional de alimentos por parte de los agricultores familiares”, agregó Sanches.

Cecilia Barbieri, directora (a.i) de la OREALC/UNESCO Santiago, explicó que “tenemos mucha evidencia de la importancia de una alimentación sana en el aprendizaje efectivo de los estudiantes. Este acuerdo nos permitirá unir fuerzas para mejorar el acceso a alimentos suficientes y saludables para los jóvenes, dentro del contexto del trabajo de implementación de la Hoja de Ruta de la Agenda Educativa 2030 para América Latina y el Caribe y el Objetivo de Desarrollo Sostenible n°4”.

A través de este acuerdo de trabajo, ambos organismos impulsarán el fortalecimiento de la educación alimentaria y su integración en la formulación de políticas, considerando como base la sistematización de las políticas de seguridad alimentaria y nutricional de la región, las Guías Alimentarias basadas en Alimentos, el contenido curricular relacionado con la nutrición, educación física y temas afines y las experiencias en programas de alimentación escolar en la región.

Fuente: http://www.unesco.org/new/es/media-services/single-view/news/fao_y_unesco_sin_educacion_alimentaria_sera_imposible_err/

Comparte este contenido:
Page 1 of 2
1 2