Por: Gloria Hurtado
Al revisar la historia se ve que la gran mayoría de los cambios de la humanidad, sus avances para el desarrollo, los grandes descubrimientos que permiten mejores condiciones de vida, los han realizado hombres y mujeres que se atreven. Personas que logran trascender lo cotidiano, lo concreto, lo que está allí y parece obvio pero con la convicción de que “hay mas” revisan, investigan, analizan y… logran el avance. Descubren que todo no es en blanco y negro, que existen los matices, que las diferencias se dan no para agredirnos sino para aceptarnos. No es fácil porque son quienes “ponen el pecho” y se ganan condenas, diatribas, vergüenzas, hasta la muerte. El escarnio público está a la vuelta de la esquina pero de la mano de la ciencia estos hombres y mujeres siempre se han atrevido. Son los pioneros. Y por el bien de todos logran su propósito. Sí, hay quienes “usan” esos avances en beneficio propio o para lograr objetivos no claros, pero vale la pena correr el riesgo. ¿Se gana o se pierde con el “atrevimiento” científico?
¿Qué le habría pasado a la Humanidad si las creencias religiosas hubieran “mandado la parada”? ¿Dónde estaríamos? ¿Si la Ciencia, en especial, la relacionada con la salud, hubiera optado por seguir amarrada a la Religión, que hubiera pasado con el mundo moderno? Para bien y para mal. No, no voy a hacer un panegírico de la modernidad como si fuera una panacea perfecta. Pero estamos donde estamos y estamos mejor gracias a que el mundo evoluciona. Panika lo dice en sus trabajos. Ni siquiera los niveles de violencia son medio parecidos a los anteriores en la historia del mundo. Hemos avanzado gracias a los pioneros que se atrevieron. La quietud, lo estático es muerte.
Entiendo que la ignorancia produce miedo. Y cuando el miedo invade, no hay razonamiento que valga. Visceralmente el miedo obnubila, cierra, encarcela. La ignorancia sobre el tema sexual es abismal. Mezclado con religión es un coctel molotov que produce desastres. Y muertes. Todavía en pleno siglo XXI mentalidades asustadas siguen creyendo que la homosexualidad es una enfermedad. Y lo que es peor que “la curan” como si fuera un ”mal” que se suprime. Sorprende que sean las Iglesias las que mas lastiman la conducta humana con su mirada excluyente y enjuiciadora. ¿Creen que Dios “perseguiría” homosexuales? ¿Qué clase de Dios es aquel en que creen?
Una clínica incluyente donde se analiza interdisciplinariamente situaciones de identidad de género, es un avance científico y coloca a la ciudad en el terreno de la inclusión como ninguna otra en Colombia. Desde una posición tolerante, incluyente y científica, felicitaciones a la Fundación Valle del Lili por su audacia y responsabilidad al asumir como pioneros un tema tan delicado y necesario. La ideología de género no existe (otra vez la ignorancia haciendo de las suyas) y trabajar el tema de las dificultades en el campo de la identidad de género, desde una posición interdisciplinaria, es absolutamente reparador. Es tenderle la mano a hombres, mujeres y sus familias, para aprender a vivir de manera menos angustiante, desgarradora y dolorosa. El rechazo social impacta y posiciones conservadoras agravan el problema. ¿Quiénes les han dado la potestad de juzgar a quienes son diferentes? ¿”Su” Dios los autoriza?
Fuente: http://www.revolturas.com/en/articulos