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Inclusión en la educación universitaria

Por: Juan Kujawa Haimovici

La inclusión de los estudiantes con discapacidad en el subsistema de educación universitaria (pre y posgrado), está respaldada por diversas normas que han sido desarrolladas en artículos anteriores.

En general, está garantizada su admisión, ingreso, prosecución, desem­peño y egreso, y las universidades deben adaptar sus instalaciones, adoptar recursos tecnológicos, producción de materiales educativos, adecuaciones curriculares, evaluación, programas y cursos a distancia conforme a criterios de accesibilidad, becas y la formación del personal docente, entre muchos otros aspectos.

Uno de los factores a tomar en consideración es el docente, el cual en su desempeño académico, de investigación y extensión en general,  desconoce cómo “abordar” al estudiante con discapacidad, la metodología de enseñanza, la evaluación, recursos de apoyo existentes en su universidad, etc.

El Ministerio para la Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología estructuró el “Sistema Nacional de Formación Permanente del Docente Universitario”, en el cual ofrece un seminario para el abordaje pedagógico de estudiantes universitarios con discapacidad.

Este seminario tiene como objetivo central proporcionar herramientas que favorezcan la equiparación de oportunidades, la igualdad de derechos y la inclusión de personas con discapacidad, a través de estrategias de enseñanza y aprendizaje que respondan y respeten las diferencias que caracterizan a este grupo estudiantil.

En la página Web del referido ministerio se aprecia la realización en el 2016 de dos jornadas:

I Jornada de Formación Docente en materia de Abordaje Pedagógico de Estudiantes con Discapacidad. Sordoceguera.

II Jornada de Formación Docente en materia de Abordaje Pedagógico de Estudiantes con Discapacidad Visual.

         Y la colección de Guías Instruccionales:

  1. Políticas públicas de inclusión e igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad.
  2. Abordaje pedagógico de estudiantes universitarios con discapacidad visual
  3. Abordaje pedagógico de estudiantes universitarios con discapacidad auditiva y sordos.
  4. Abordaje Pedagógico de estudiantes universitarios con Sordoceguera.

Nuestra apreciación de lo ofrecido en cuanto a las Jornadas de Formación y de las Guías Instruccionales, en materia de abordaje pedagógico de los estudiantes universitarios con discapacidad; no abarca mayor número de instituciones universitarias participantes y las guías instruccionales no han sido divulgadas lo suficientemente a toda la comunidad universitaria en el país.

Las jornadas de formación deben ser permanentes, incluso obligatorias para los docentes de nuevo ingreso, y de ascenso como requisito complementario – adicional, para formalizar los mismos. Y dar a conocer las Guías Instruccionales mediante mecanismos de difusión internas de las universidades. La revisión de muchas páginas Web de éstas, no las mencionan ni promueven.

Los docentes tenemos interés en la inclusión de estudiantes en las actividades académicas que desarrollamos. ¿Cómo lograr un aliado en este sentido, si no somos invitados a participar en las Jornadas de Formación? ¿Cómo lograr la difusión de las Guías Instruccionales, su análisis y puesta en práctica si no las conocemos? ¿Cómo evaluar su efectividad o el logro deseado?

politicaspublicasydiscapacidad@gmail.com

Disponible: http://www.eluniversal.com/noticias/opinion/inclusion-educacion-universitaria_633571

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Inclusión y educación Superior

Por: MARÍA THERESA VON FURSTENBERG

Señor Director:

El ambiente que genera la Teletón nos permite volver la mirada a la inclusión y a la rehabilitación, y nos hace reconocer su insuperable labor. Pero, en cuanto a la educación, aún hay tareas pendientes.

El II Estudio Nacional de Discapacidad (2015) muestra que en Chile hay un 20% de personas en situación de discapacidad. De ellos sólo el 9.1% acredita estudios superiores.

Asimismo, desde el año 2010 nos regimos por la Ley 20.422 que establece que “las instituciones de educación superior deberán contar con mecanismos que faciliten el acceso de las PcD, así como adaptar los materiales de estudio y medios de enseñanza para que puedan cursar las diferentes carreras”, a pesar de ello, Chile no pasó el examen en la Convención de Ginebra sobre los derechos de las PcD (ONU 2016).

Entre las muchas observaciones, se recomienda al Estado de Chile “la implementación de un plan para transicionar hacia la educación inclusiva, a todo nivel, hasta el superior….”

Algunas universidades, ya lo hacen, incorporando alumnos con discapacidad en sus aulas regulares, entregándoles los apoyos de accesibilidad al entorno y al conocimiento que requieren.

Entre ellas la Universidad Andrés Bello ha reconocido a la diversidad como un elemento constitutivo de la comunidad universitaria. Fue pionera hace 10 años en la implementación del Programa Diploma en Habilidades Laborales, orientado a la formación socio-laboral de jóvenes con discapacidad cognitiva. A la fecha 233 jóvenes han egresado y otros 135 lo están cursando, formándose en un ambiente inclusivo como es un Campus universitario.

Con una malla curricular diseñada para su ritmo y estilos de aprendizaje, los jóvenes logran desarrollar las habilidades laborales deseadas, potenciando en paralelo su autoestima, autonomía y habilidades sociales.
El año 2015 nace también en la UNAB la Unidad de Educación Inclusiva cuyo objetivo es otorgar condiciones de equidad en el acceso, permanencia, progreso y egreso de los estudiantes en situación de discapacidad que cursen carreras regulares de pregrado.

En inclusión e igualdad de oportunidades falta mucho por hacer, pero siento que como comunidad universitaria estamos respondiendo a nuestra misión.

Fuente: http://www.elmostrador.cl/noticias/opinion/2016/11/13/inclusion-y-educacion-superior/

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Retos de la inclusión educativa en México.

El trabajo titánico en el sistema educativo no está en enseñar a un niño con discapacidad, sino en enseñar a las personas a aceptar la diversidad como algo natural.

Por: Teresa Sánchez Gómez.

Mucho se ha hablado de la inclusión como un objetivo de la reforma educativa nacional en tanto su pretensión de garantizar el derecho a todas las niñas, niños y jóvenes a una educación de calidad en igualdad de oportunidades y con un claro enfoque en la equidad.

El término, mal empleado en el uso cotidiano, se ha enfocado principalmente al acceso y permanencia en la escuela. Esto provoca que las estadísticas gubernamentales arrojen un frío conteo de cuántos alumnos en desventaja asisten a la escuela y lo contrasten con cuántos no desertan, presentando esto como un éxito de la inclusión. Sin embargo, este triunfalismo del gobierno exhibe su ignorancia sobre la importancia de la inclusión y los retos a los que se enfrenta el sistema educativo. Hasta el momento, abrir las puertas de la escuela a una diversidad de alumnos solamente asegura la posibilidad de que estén en el aula.

La inclusión real es aún un sueño, un esperado final feliz para todos esos alumnos que ejercieron su derecho a graduarse, pero no su derecho a participar y a aprender en las escuelas. Son aquellos que ingresaron con una característica que se tomó como desventaja en un sistema construido a partir de jerarquías y distinciones: su género, sus características biológicas o el fenotipo que presentan, su etnia, nivel económico, religión o cultura, todos pueden ser motivos para convertirse en “el otro”.

En este escrito quiero abordar la categoría de “normalidad” contrapuesta a la de “discapacidad”, las cuales cobran vida en un sistema educativo a partir de la división de Educación Regular y Educación Especial.

En la actualidad, la Educación Especial funciona en los Centros de Atención Múltiple (CAM) como servicio escolarizado para alumnos en condición de discapacidad o trastornos graves del desarrollo, y en las Unidades de Apoyo a la Escuela Regular (USAER*). Un USAER es una célula de especialistas que se encuentran dentro de las escuelas trabajando en colaboración con los maestros de grupo. Este grupo concentra su atención en los alumnos en situación educativa de mayor riesgo de exclusión o que enfrentan barreras para el aprendizaje y la participación.

Sin embargo, estas dos modalidades de atención no siempre son suficientes para asegurar que todas las niñas, niños y jóvenes con discapacidad logren su plena inclusión.

A pesar de la operación de estas unidades en las escuelas regulares, la segregación a veces persiste, ya que un niño con discapacidad es visto, la mayoría de los casos, como un problema. Con frecuencia he visto maestros que relegan, sobreprotegen y tienen muy bajas expectativas de ellos, por lo que la atención se descarga en los especialistas, quienes, en algunos casos, insisten que la tarea de educarlos es del profesor de grupo.

En principio, podría pensarse con buenas intenciones que el Centro de Atención Múltiple es la mejor opción educativa para los niños en condición de discapacidad. Sin embargo, aún con especialistas, los alumnos no aprenden más; por un lado, el sistema no brinda muchas veces los espacios, materiales y personal adecuado; por otro, muchas veces se proyectan bajas expectativas sobre los alumnos, generando una condescendencia que se expande o proviene de la familia, y se refuerza en las aulas y en la sociedad misma.

En mi experiencia profesional en CAM, he sido testigo de cómo los niños con discapacidad desde educación inicial o preescolar muestran un mejor desempeño en distintos aspectos en las pocas escuelas regulares donde verdaderamente se valora la diversidad y se genera un ambiente de seguridad y calidez. Esto se refleja en que tienen mayores oportunidades de interacción y participación con sus compañeros, se sienten motivados, desarrollan iniciativa y autonomía; sus pares y maestros los tratan con naturalidad, se sienten integrados. Sus familias realizan sus actividades cotidianas al contar con una escuela cercana al lugar donde viven y les da tranquilidad.

No sucede así con los niños que siempre han cursado su escolaridad en CAM. A ellos les es difícil asistir a escuela regular porque se les mira desde el prejuicio, desde la limitación, desde lo que les falta. Lo mismo sucede con sus padres que se han conformado con esta atención educativa segregada y aunque el CAM les sea lejano (existen pocos CAM en comparación con escuelas regulares) confían en que su hijo es bien atendido, aprende en la medida de ¨sus posibilidades”, en donde sus compañeros o sus padres no los juzgan ni los critican y no digo que este proceder esté mal, sino que ésta es la mejor opción educativa que existe para ellos.

Por ello, escuchamos múltiples historias de padres que acuden de un lugar a otro buscando atención educativa para su hijo, rogando que sean recibidos en escuelas cercanas a su domicilio. Otras tantas de niños con discapacidad que asistían a CAM y que por situaciones familiares se cambian de domicilio a zonas rurales o marginales y tiempo después, incluso años, los padres regresan a reinscribirlo informando que ese tiempo su hijo o hija no asistió a la escuela porque cerca de su casa no había “escuela especial” y que “en las otras” no lo quisieron recibir.

¿Es esto legal? O más allá, ¿es esto justo? ¿Por qué no todo niño independientemente de su condición puede acudir y ser bien recibido en la escuela cercana a su hogar? ¿Por qué permitimos como sociedad esta diferenciación?

Como docentes, como individuos y como grupos sociales, aún nos rehusamos a ser incluyentes. ¿Qué podríamos hacer los maestros para serlo? En principio, habría que desmontar la noción de discapacidad para darnos una oportunidad de aprender y de enseñar a partir de las fortalezas de los alumnos, trabajar sobre la potencialidad y no sobre las carencias. Mirar que las barreras para el aprendizaje y la participación se dan en la interacción y no es el niño el que las presenta, sino son los contextos las que se las imponen.

Para lograrlo, desde el marco institucional, la SEP debe mostrar con hechos que cumple a cabalidad con las acciones que le competen: mejoras en la infraestructura y el personal, un verdadero apoyo y motivación a las y los docentes y la creación de condiciones para la autonomía de las escuelas que les permitan llevar a cabo proyectos inclusivos. Pero quizá, el mayor desafío sea la profesionalización docente y la puesta en marcha de estrategias de atención educativa a la diversidad.

El proceso de cambio debe surgir desde la escuela misma contemplando a cada alumno como un ser único, irrepetible y diferente que tiene derecho a que el Sistema Educativo Nacional le garantice el acceso, la permanencia, la participación y el aprendizaje partiendo desde la equidad. Como profesores, es posible la inclusión en el aula con compromiso, haciendo lo que nos gusta hacer, considerando a cada niño como una historia, una oportunidad para ser mejor.

Los maestros necesitamos tener altas expectativas sobre todos los niños.Necesitamos generar un cambio de enfoque fundamental: entender que la diversidad no obstaculiza el aprendizaje, lo favorece al crear relaciones de interdependencia positiva desde lo que cada ser humano es. De manera que no sólo se tiene la oportunidad de enseñar, sino de aprender de los demás.

Si los profesores dejamos de ser directivos e implementamos un trabajo interactivo como enseñanza recíproca, con tutorías entre pares, trabajo en pequeños grupos, planificamos atendiendo a las particularidades de todos y cada uno de los alumnos del grupo, entonces estaremos avanzando hacia la inclusión.

La reflexión como cuerpo docente -sobre la inclusión- nos permite ver qué tan falaz es nuestra visión de un niño como “aquel que no puede” o que “obstaculiza el trabajo con los demás”. ¿Qué sería de una planeación de clase que estuviera centrada en lo que cada niño no puede hacer? ¿No es cierto que planeamos desde sus conocimientos previos? Es absurdo construir un sistema basado en las incapacidades de sus alumnos, por ello, considero erróneo -hacerlo así- en el caso de aquellos alumnos “con discapacidad”.

La inclusión se logrará cuando el maestro (que existen muchos): comprenda y conozca a cada uno de sus alumnos; tenga una actitud propositiva de verdadera aceptación a la diversidad y aproveche la misma, y desarrolle proyectos áulicos que den cabida a la participación y el aprendizaje de todos y cada uno de sus alumnos.

La verdadera utopía no es la inclusión, sino la lejana naturalización de la diversidad. La mirada sin jerarquías, la abolición de los pretextos para negar el derecho a ser de los demás. El trabajo titánico, entonces, no está en enseñar a un niño con discapacidad, sino en enseñar a las personas a aceptar la diversidad como algo natural, para que ya no sea necesario hablar de inclusión sino de convivencia.

Fuente: http://www.animalpolitico.com/blogueros-aprender-es-mi-derecho/2016/10/03/retos-la-inclusion-educativa-mexico/

Imagen: http://planoinformativo.com/stock12/image/2015/Septiembre/19/nina-down2.jpg

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México: Universidad para todos

América del Norte/México/4 de octubre de 2016/Fuente: elmanana

Instalaciones y programas académicos de la UTT favorecen la integración de personas con capacidades especiales.

La Universidad Tecnológica Tamaulipas Norte es una institución incluyente, es decir que sus instalaciones y sus programas académicos favorecen la integración de personas con capacidades especiales, logrando que actualmente haya 32 estudiantes con alguna discapacidad inscritos en carreras que imparte el plantel.

Lograr que una institución de educación superior pueda ser incluyente no depende únicamente de que se implemente procesos o se adecue la infraestructura, explicó Laura Castro Barrón, directora de Vinculación de la UTT .

“Dentro de las estrategias que tenemos que seguir para ser incluyentes, es el trabajo en la concientización en la sociedad. Cuando arrancamos este proceso se formó un Comité de Universidad Incluyente para lograr que jóvenes con capacidades especiales pudieran llegar a cursar carreras aquí”.

Explicó que el Comité fue integrado por instituciones de educación media superior, con el objetivo de vincularlas con la UTT y desarrollar también aspectos que las hicieron incluyentes permitiendo a jóvenes acceder a la educación media superior, primero y posteriormente a la universidad.

“Se hizo un trabajo muy amplio con las preparatorias, afortunadamente ya hay muchas que son incluyentes, tenemos que seguir trabajando, avanzamos y eso nos permite tener alumnos con discapacidad que lleguen a la universidad”.

Detalló que gracias a esas estrategias, de los 32 alumnos con capacidades diferentes que hay, en el presente semestre están inscritas dos alumnas que tienen discapacidad visual, una estudia Tecnologías de la Información y la otra en Administración y  evaluación de proyectos.

Afirmó que además se busca que las personas con discapacidad, no sólo tengan el acceso a la educación superior, si no también, una vez que concluyan sus estudios puedan integrarse a la vida productiva.

“El modelo de las universidades tecnológicas, lo que nos marca y nos mide es la colocación, nosotros no podemos decir que acabamos el proceso si nuestros egresados no están colocados, entonces hemos trabajado durante 15 años con el sector productivo y tenemos un ´índice d ecolocación de entre el 92 y el 94 pro ciento”.

Reconoció que aún hace falta mucho por hacer para lograr que todas las personas con discapacidad puedan acceder a la educación y posteriormente integrarse a la vida productiva, por lo que continuarán buscando vincular tanto a instituciones educativas como a empresas para alcanzar la meta.

32 Son los estudiantes con algún tipo de discapacidad inscritos en las distintas carreras que ofrece esta universidad.

Fuente: http://www.elmanana.com/universidadparatodos-3419611.html

Imagen:manana.blob.core.windows.net.optimalcdn.com/images/2016/10/02/crop_w0_h0_rey20161002_01_01_universidad.01-focus-0.45-0.06-628-524.jpg

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Según informe de Save the Children el 43% de los niños más pobres abandona de forma prematura los estudios,

  • En un informe, explica que los menores no continúan sus estudios tras la ESO. Denuncia que los recortes han repercutido en los alumnos en peor situación

Europa/España/ EFE

El 43% de los niños más pobres (la quinta parte de la población infantil) abandona de forma prematura los estudios, es decir que una vez que han logrado el título en Educación Secundaria Obligatoria (ESO) no continúan con el Bachillerato o la Formación Profesional, según Save the Children.

En su informe «Necesita mejorar. Por un sistema educativo que no deje a nadie atrás», la ONG denuncia que la educación española no trata a todos los niños de forma equitativa, sino que perpetúa o acentúa las desigualdades sociales.

El estudio revela que la mayoría de los niños con los que el sistema educativo fracasa son varones, de menor renta, y, en muchos casos, pertenecientes a minorías étnicas, de origen extranjero y con discapacidad.

Los recortes han repercutido

La organización de defensa de la infancia pide un Pacto por la Educación que sitúe la lucha contra el fracaso escolar y el abandono escolar prematuro en «el corazón» del acuerdo con el objetivo de generar oportunidades para los niños de entornos desfavorecidos.

El director general de Save the Children, Andrés Conde, ha señalado durante la presentación del informe, que los amplios recortes que ha sufrido el presupuesto de educación, «muy por encima de la media europea», han repercutido especialmente en los estudiantes en peor situación.

La Lomce puede conllevar «un aumento de la segregación educativa», lo que unido a «la rigidez del currículum y la introducción de evaluaciones de fin de ciclo», profundiza en la incapacidad del sistema educativo para corregir y compensar las desigualdades de partida, ha resaltado Conde.

La ONG subraya que «España tiene la tasa de abandono educativo prematuro más alta de Europa», lo que, desde su punto de vista, no solo repercute en el desarrollo e integración de los niños, sino en el conjunto del país. Así, el coste del abandono educativo prematuro en España oscila entre el 5,9% y el 10,7% del Producto Interior Bruto (PIB).

La reducción de la inversión pública en educación ha supuesto un aumento del gasto de las familias, que ha crecido un 28,8% entre 2008 y 2015, lo que ha intensificado el impacto de la capacidad económica de las familias sobre el resultado educativo y las expectativas del niño, destaca la organización.

Un pacto para «no dejar ningún niño atrás»

En este contexto, reivindica un Pacto por la Educación fundamentado en nueve principios para «no dejar a ningún niño atrás».

Save the Children aboga por un aumento progresivo del gasto público en educación hasta situarlo en la media de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y un incremento del gasto público en becas y ayudas al estudio del actual 0,11% al 0,4% del PIB en 2020.

Entre otras demandas, pide un profesorado de calidad y suficiente para trabajar en entornos vulnerables, un aumento de las tasas de escolarización de cero a tres años y una mejora del acceso a actividades extraescolares para la infancia en situación de pobreza.

Otras de sus propuestas están orientadas a evitar segregación escolar, con políticas para favorecer la escolarización equilibrada del alumnado con necesidades educativas específicas, reforzar la atención a la diversidad, mejorar la calidad de Formación Profesional y reconocer como parte del sistema a las escuelas de segunda oportunidad.

Las altas tasas de fracaso escolar y abandono educativo prematuro y, especialmente, su composición social redundan en «una cronificación de la pobreza y «un aumento de la brecha de desigualdad», ha indicado el director general de Save the Children.

«Hay familias y niños que viven en una situación de pobreza insostenible», ha afirmado Conde, quien ha abogado por evitar «latinoamericanizar la sociedad española en el sentido de hacerla más desigual, dejando a una cuarta parte de la población en una situación de pobreza cronificada».

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Entrevista: Diana de Horna y Diego Gutiérrez (Esto no es una escuela): “La escuela tiene que abrirse al mundo”

Entrevista a Diana de Horna y Diego Gutiérrez 

Esto no es una escuela es un proyecto puesto en marcha por Diana de Horna y Diego Gutiérrez que quiere acercar a la comunidad educativa y a las familias las escuelas innovadoras que han tenido oportunidad de visitar en diferentes países del mundo.

Su experiencia se podrá ver en un documental que se financia a través de una campaña de crowdfunding, en la que aún estáis a tiempo de colaborar. Hablamos con ellos sobre esta experiencia y sus impresiones.

Desde Educación 3.0 hemos tenido la oportunidad de contar vuestro proyecto ‘Esto no es una escuela’. ¿Cómo surgió la idea de embarcaros en esta iniciativa y buscar escuelas innovadoras?

Cuando nació nuestra hija hace 4 años empezamos a conectar otra vez con la infancia, volvimos a recordar cómo la habíamos vivido nosotros, pero no tanto desde lo racional sino desde las emociones. Y al recordar la escuela, el instituto o incluso la carrera, nos dimos cuenta de que queríamos otra cosa para nuestra hija, sobre todo porque redescubrir la curiosidad inmensa de una niña y su afán de aprender nos hizo replantearnos para qué y cómo educamos. Fuimos investigando y encontramos autores como John Holt, Alice Miller, María Montessori, Paulo Freire, John Dewey… que nos fascinaron. Así, al tirar del hilo nos topamos con experiencias educativas fantásticas que son muy poco conocidas y quisimos divulgarlas. ¿Qué mejor manera de hacerlo que con un viaje en familia y en bici compartiéndolo en redes sociales? De esta manera nació nuestro blog y también la idea deproducir un documental que reflejara esta experiencia y las iniciativas y personas que hemos conocido, y que forman parte de un cambio profundo en la forma en que educamos a nuestras hij@s.

esto no es una escuela2

¿Qué ha sido lo más llamativo de esta experiencia?, ¿es posible una escuela alejada de los métodos de enseñanza tradicionales?

Lo más llamativo ha sido encontrar espacios de aprendizaje en medio del bosque (lasWaldkindergartens  de Alemania), donde las niñ@s pueden correr y jugar al aire libre todo el día, sin más instalaciones que una simple cabaña, sin juguetes o sillas; o conocer una escuela pública con cerca de 1.500 estudiantes y una larga tradición que apuesta por eliminar los deberes y los exámenes, y aprender haciendo (St. John’s, en Inglaterra). También hemos encontrado una escuela pública donde los alumn@s, a partir de los 5 años, pueden votar en asamblea decisiones sobre el presupuesto, el currículum, las disputas y otras cuestiones que normalmente están reservadas a los adultos (Bealings, Inglaterra). Ver escuelas donde las chicas y chicos aprenden desde hace décadas siguiendo su propia curiosidad, sus intereses, sin asignaturas ni exámenes, y relacionándose en un plano de igualdad con los docentes, es posible como las iniciativas llevadas a cabo en el centroSands de Inglaterra o De Vallei en Holanda.

esto no es una escuelaTambién nos gustaría hablar de la escuela norteamericanaTinkering Scholl: está ubicada en una nave industrial y en ella los estudiantes aprenden a usar casi solos herramientas pesadas como taladros y radiales, recuperando la sensación de control y de confianza en sí mismos En nuestro país hemos tenido la oportunidad de conocer escuelas libres que llevan décadas funcionando como cooperativas, y escuelas públicas que están siendo pioneras en aplicar una metodología “viva y activa” que cambia por completo la experiencia de ir al cole.

Todas estas escuelas se alejan mucho de lo que habitualmente se hace en los colegios e institutos, no sólo por la metodología que emplean, sino por cómo y con qué objetivo están diseñados los espacios, la importancia que se da al juego y la iniciativa de los chic@s, así como el tipo de relaciones humanas que se promueven y que están basadas en la colaboración y la participación. Algunas de ellas llevan muchos años funcionando con éxito, pero no sin dificultades, porque desgraciadamente esta visión de la educación sigue encontrando desconfianza y mucha incomprensión.

¿Cómo son las escuelas innovadoras que os habéis encontrado en vuestro camino?, ¿y sus alumn@s?

Hemos visitado cerca de 30 escuelas en España, Alemania, Holanda, Inglaterra y Estados Unidos. Algunas son centros públicos, otras son iniciativas privadas. Unas tienen ‘profesores’, otras tienen ‘acompañantes’ o ‘facilitadores’. Las hay que están en grandes ciudades, y otras han querido instalarse en plena naturaleza. Lo que todas comparten es un sentimiento de confianza en las capacidades de los chic@s, y donde la responsabilidad no nace de la obediencia sino de la confianza y la participación en la comunidad.

Entre los alumn@s, lo que más nos ha llamado la atención es la madurez de algunos de ellos, su sentido crítico y cómo son capaces de reflexionar acerca de su propia educación. Much@s son personas que han podido recuperar la autoestima y la esperanza gracias a la posibilidad de experimentar otro modelo de escuela más libre y menos basada en la competitividad.

Cada vez se está oyendo hablar más de nuevas metodologías de enseñanza: aprendizaje basado por proyectos, inteligencias múltiples, la clase al revés… ¿Cuáles son vuestras favoritas y por qué?

esto no es una escuelaCreemos que la mayor aportación de estas metodologías reside en poner en cuestión la forma en que la escuela viene funcionando desde sus orígenes, en obligarnos a replantearnos qué es aprender, para qué aprendemos y cómo hacerlo de forma que no anulemos la curiosidad, la motivación y el espíritu crítico de los estudiantes. No sirve de nada aplicar estas metodologías sin un cuestionamiento de la propia escuela, de sus fundamentos y de las relaciones humanas en que se basa, y esto nos obliga a revisar nuestros valores y forma de actuar. Hay que romper con esas ‘tradiciones educativas’ malsanas y con esa pedagogía tóxica que venimos arrastrando y que aún está muy basada en la obediencia, en los premios y los castigos, en los juicios y críticas. Esto no ayuda a aprender ni nos hace mejores personas, sino al contrario.

Es decir, aplicar las inteligencias múltiples es muy interesante siempre y cuando ello no nos lleve a encasillar a los estudiantes, a generar un nuevo corsé que les impide fluir con sus intereses, que pueden ser eclécticos y cambiantes; o ensayar el modelo de la clase al revés. Está bien, pero no debe impedirnos darnos cuenta de que es el alumn@ quien debería poder dirigir su aprendizaje desde lo que le motiva, porque es la única forma de que aprenda de verdad.

Una propuesta que nos parece muy interesante, precisamente por esa puerta que abre a una nueva concepción de la escuela, es la comunidad de aprendizaje. Creemos que la escuela tiene que abandonar las cuatro paredes del aula y abrirse al mundo, a las familias, al barrio, a las iniciativas sociales punteras, a la universidad, a los intercambios y diálogos con centros de otros lugares… al mundo de hoy en definitiva. Un aspecto que debería incorporarse más a la escuela (y a la vida en general) es el juego, el juego espontáneo como base del aprendizaje, como fuente de estímulo, de descubrimiento y de creatividad. El énfasis en la evaluación, en los exámenes y en las clasificaciones, echa por tierra el espíritu de juego que es requisito para querer aprender algo.

Por otro lado, el ser humano es ante todo un ser emocional: las emociones condicionan cómo y qué aprendemos, además de ser la base de la convivencia social y un elemento clave en la felicidad de una persona. La educación no puede seguir descuidando esto, y es necesario que los docentes tengan una formación adecuada en este sentido también, no como formación teórica sino desde la práctica cotidiana de herramientas como la comunicación no violenta. Y algo que echamos muy en falta en la escuela es la mezcla de edades, que los estudiantes no estén separados por cursos ni clases de forma rígida. Las posibilidades que brinda esto al desarrollo social y al aprendizaje (un aprendizaje significativo desde la perspectiva constructivista) son muchísimas y están relacionadas con el aprendizaje entre iguales (hay que recordar que el hecho de que dos estudiantes tengan la misma edad no implica que tengan el mismo nivel de habilidades en un área concreta).

Habéis estado trabajando en un documental donde habláis de las escuelas que habéis visitado, la gente que habéis conocido y entrevistado… La financiación es a través de crowdfunding. ¿Qué les diríais a los docentes y padres para que se animen y con sus aportaciones contribuyan al proyecto?

Les diría que hay muchísimas personas que quieren avanzar hacia una escuela y una educación diferentes. Lo que necesitamos es una base sólida de información contrastada pero también una inyección de moral y de esperanza, algo que nos impulse a conseguir ese cambio. ‘Corriendo por las olas’ es un documental independiente y cofinanciado por ya por más de 300 personas que aúna la razón y la emoción, y que podrá verse de forma gratuita.

Esto no es una escuelaNuestra iniciativa no tiene afán comercial ni ánimo de lucro, pero para poder producir un documental independiente como éste, sin patrocinadores ni subvenciones, necesitamos apoyo, porque los costes de un proyecto así son altos (sobre todo si quieres hacer un trabajo profesional que aspire a tener una difusión importante). Por eso quienes colaboren estarán aportando su granito de arena para que estas iniciativas educativas tengan más visibilidad, que sean mejor entendidas, para que más docentes y familias se impliquen en esta revolución silenciosa.

¡Encima tenemos una sorpresa para quien participe! Además de aparecer en los créditos del documental, a quienes colaboren con la campaña les ofrecemos varios regalos: la edición en castellano del libro ‘Aprender en libertad’ de Peter Gray (un libro imprescindible para entender cómo debería ser la escuela del futuro), y el cuento ilustrado ‘Los náufragos de Tonga’, relato basado en un hecho real que cambiará la forma en que vemos a los niñ@s y que les ayudará a confiar en sí mismos. Os mostramos a continuación el vídeo de dos minutos con el que lanzamos la campaña.

Fuente: http://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/diana-de-horna-y-diego-gutierrez-esto-no-es-una-escuela-la-escuela-tiene-que-abrirse-al-mundo/31683.html

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La Unesco y las preocupantes proyecciones sobre la educación en el mundo al 2030

Unesco/08 septiembre 2016/Fuente: Gesión

“Con las tendencias actuales, en 2020 se registrará un déficit de 40 millones de trabajadores con estudios superiores con respecto a la demanda”, advirtió la institución.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) publicó su nuevo Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo, conocido como Informe GEM, y no trae un panorama nada auspicioso con miras al 2030.

El documento evidencia que para hacer realidad el potencial que tiene la educación para impulsar el progreso y dar respuesta a los problemas que afrontan hoy la humanidad y el planeta, la educación deberá pasar antes por “una profunda transformación”.

Para la Unesco, urge que los sistemas educativos dispensen competencias más sofisticadas, acordes con las necesidades de las economías en crecimiento, cuyos empleos requieren un conjunto de aptitudes que evoluciona con rapidez, pues muchos puestos de trabajo están ahora automatizados.

“Con las tendencias actuales, en 2020 se registrará un déficit de 40 millones de trabajadores con estudios superiores con respecto a la demanda”, advirtió.

El informe demuestra que hay un cambio “vital” y es lograr que para 2030 la universalización del segundo ciclo de enseñanza secundaria en los países de ingresos bajos sacaría de la pobreza a 60 millones de personas para 2050.

“Es imperioso lograr avances más sustanciales en el terreno educativo”, enfatizó la Unesco, que advirtió que de mantenerse las tendencias actuales, en América Latina y el Caribe la universalización de la enseñanza primaria no sería una realidad hasta 2042.

Otras consecuencias serían que la terminación universal del primer ciclo de secundaria lo sería en 2066; y la del segundo ciclo de secundaria quedaría para 2095.

“Todo ello dejaría a la región con un retraso de 65 años con respecto al límite marcado para el cumplimiento de la Objetivos para el Desarrollo Sostenible (ODS), esto es, 2030”, puntualizó.

El informe de la Unesco se titula “La educación al servicio de los pueblos y el planeta”, y justamente deja patente que los sistemas educativos deben prestar mucha más atención a las cuestiones ambientales.

Por ejemplo se revela que en Brasil, Argentina, Uruguay y México, más del 60% de los estudiantes de más de 15 años apenas tienen conocimientos elementales de los temas de medio ambiente.

Mientras que en la mayoría de los países la educación es el mejor indicador del nivel de sensibilidad respecto del problema del cambio climático, en los planes de estudios de la mitad de los países del mundo no hay ninguna mención explícita del cambio climático o de la sostenibilidad ambiental.

En los planes de estudios de Argentina y Haití tampoco aparece término alguno relacionado con el desarrollo sostenible.

“Hay que transformar radicalmente nuestra concepción del papel que incumbe a la educación en el desarrollo mundial, porque tiene un efecto catalítico sobre el bienestar de las personas y el futuro de nuestro planeta,” dijo la Directora General de la Unesco, Irina Bokova.

Si se alcanzara en 2030 la universalización de la enseñanza secundaria para las mujeres en edad de procrear, disminuiría la tasa de mortalidad de los menores de cinco años en el África subsahariana de 68 a 54 fallecimientos por cada 1.000 nacidos vivos en 2030 y de 51 a 38 fallecimientos por cada 1.000 nacidos vivos en 2050.

Fuente: http://gestion.pe/empleo-management/unesco-y-preocupantes-proyecciones-sobre-educacion-mundo-al-2030-216957

 

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