Depresión afecta 21 por ciento de niños en Panamá.

América Central/Panamá/Prensa Latina

El psicólogo y docente panameño Generoso Nicolás aseguró que la depresión afecta hoy a un 21 por ciento de los menores de edad en el país, lo cual impacta en su desempeño escolar.
Aunque «la enfermedad del siglo XXI» es propia de las personas entre los 15 y 29 años, en los niños su presencia es más frecuente de lo que se cree, precisó el especialista.

«Las personas creen que porque son niños siempre deben estar felices y realmente no es así. Ellos son quienes más absorben los problemas que hay en su entorno y muchas veces por temor no hablan y es allí cuando comienza el deterioro en la salud mental de los menores», afirmó el sociólogo Carlos Martínez.

Recordó que la depresión llega a ser peligrosa cuando los primeros síntomas como el aislamiento, alejamiento, desgano, irritabilidad y llanto son ignorados y confundidos por los adultos con berrinches, pero en realidad tratan de «buscar una opción para aliviar un poco la tristeza que sienten».

No obstante, Martínez aclaró que no siempre los padres son los culpables, pues también existen detonantes externos escolares, presiones de grupo, falta de identidad y confianza que inciden en ese estado de ánimo, que en el caso de los jóvenes tiene sus primeras señales con el distanciamiento entre los hijos, mamá y papá.

Ante esta realidad en ascenso, es imperante que los niños en edad escolar sean guiados, aseguró el sociólogo, el cual demanda al igual que otros colegas que la psicología sea integrada al currículo escolar, pues solo así podrían tratarse problemas familiares, sociales y de bullying (acoso), entre otros, de forma más natural.

La depresión es uno de los elementos desencadenantes del suicidio, la segunda causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años, razón por la cual el Ministerio de Educación prevé activar una línea de ayuda en su página web para evitar que el cúmulo de sentimientos negativos llegue a ser incontrolable y termine con la muerte.

Según la Organización Mundial de la Salud, actualmente unas 350 millones de individuos en el mundo padecen de depresión, estado de salud que incide en el 14 por ciento de los problemas de conducta y trastornos emocionales de una persona.

Fuente e imagen: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=305597&SEO=depresion-afecta-21-por-ciento-de-ninos-en-panama
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Pilar García de Leániz: “Existe un vínculo entre creatividad y emociones”

Pilar García de Leániz es artista y acabar de publicar el libro ‘Calmalandia’, una guía para entender las emociones y conseguir la calma interior a través de las ilustraciones. En esta entrevista nos explica cómo aprovechar esta práctica en el aula.

Pilar García de Leániz es ilustradora y actualmente trabaja como profesora de clases de ilustración y bienestar en la Universidad de Edimburgo, donde ganó una residencia como artista después de cursar un Máster en Ilustración. Además, es colaboradora de diferentes instituciones y organizaciones de Reino Unido y España en la búsqueda de la felicidad a través de la creatividad.

En su libro ‘Calmalandia’ explica el camino para hacerlo de una forma muy creativa: dejando libertad al lector para que ‘pinte’ sus propias emociones a la vez que educa en feminismo.

Hemos hablado con ella para que nos dé algunos secretos que los docentes puedan aplicar al aula y conseguir, así, que los estudiantes también busquen la felicidad interior a través del dibujo y lo relacionen con la igualdad entre hombres y mujeres.

¿Qué relación guardan la creatividad y la gestión de las emociones?

Cuando alguien me dice que no sabe dibujar, yo pregunto: ¿has intentado dibujar desde el corazón alguna vez?

Existe un estrecho vínculo entre creatividad y emociones porque la primera es un medio de expresión de las emociones y sensaciones.

La creatividad puede ser manifestada de diferentes maneras, como por ejemplo con la escritura o el dibujo, los métodos que uso en mi libro ‘Calmalandia’. Con ellos pretendo que el lector los use para transmitir sus emociones con el objetivo de encontrar una respuesta que le permita alcanzar su felicidad y paz interior.

Cuando descubrimos cómo nos sentimos, podemos encontrar más fácilmente las herramientas que nos permitirán alcanzar un estado óptimo de bienestar.

En mis clases de dibujo en la Universidad de Edimburgo (Edinburgh College of Art), explico a mis estudiantes que no tienen que pensar cómo trazar una línea, sino sentirla. A esto lo llamo libertad de expresión creativa, crear con libertad y sin miedo de cometer errores. Es así cuando surgen cosas maravillosas.

Pilar García de Leániz

¿Qué pueden aprender los estudiantes sobre feminismo dibujando el cuerpo de una mujer?

¿Cuál es la diferencia entre el cuerpo de una mujer y un hombre? ¿Qué los difiere? Cuando me preguntan por feminismo no puedo dejar de sorprenderme sobre cómo podemos seguir viviendo en un mundo tan separado por sexos. Todos somos la misma materia, todos procedemos del mismo sitio. Estudiantes, tanto hombres como mujeres, deben de ver el cuerpo femenino de la misma manera que ven al masculino. Los dos tienen una belleza especial, transmiten sensaciones distintas, pero no dejan de ser dos extraordinarias masas de carne parecidas en tamaño, color y textura. Cuando los alumnos entiendan eso a través de la observación del cuerpo de la mujer y vean la belleza que existe en el cuerpo humano, entenderán el significado de igualdad entre hombres y mujeres.

En mi libro ilustro mujeres porque, como mujer, me siento más identificada. A través de mis ilustraciones he expresado mis emociones.

¿Pueden servir el dibujo y las ilustraciones para educar en igualdad?

El dibujo es un medio de comunicación más, una forma de transmitir pensamientos y emociones. La igualdad ha sido ilustrada por muchos artistas españoles e internacionales a lo largo de los siglos. La artista española Paula Bonet, por ejemplo, usa su arte como voz para expresar este valor entre hombres y mujeres.

La igualdad es un valor que se origina a partir del amor entre los seres humanos. Como ilustrador, para poder educar en igualdad a través del dibujo tienes que sentir ese amor. Yo he aprendido a quererme como soy, con mis defectos y mis virtudes, y quiero a las demás mujeres tal y como son, no juzgo el tamaño de sus curvas o el color de su pelo. En mi libro he ilustrado para educar a las mujeres a ser independientes y quererse. Además, no es sólo un libro para mujeres, también está dirigido a esos hombres que quieran entender cómo somos y qué necesitamos para ser felices.

En tu libro defines ‘statements’ como las recetas prácticas de estados de actitud. ¿Podrías darnos algunos para aplicar en el aula?

Los ‘statements’ los defino como una receta práctica de estados de actitud en calma y felicidad. Una de las recetas que daría para el aula, donde el estudiante se encuentre en un estado de armonía y bienestar sería que disfrute de la atención plena. Disfruta del momento presente y visualiza lo que estás aprendiendo como algo positivo durante el proceso de aprendizaje.

Pilar García de Leániz

También hablas del ‘registro de emociones’: un espacio para pintar y escribir cómo te sientes. ¿Cómo beneficiaría hacer esta práctica en clase?

El registro de emociones es una actividad individual para entender nuestros sentimientos, que juegan un papel muy importante de lo que somos y cómo nos mostramos ante los demás.

Practicar esto en clase sería muy beneficioso para el alumno. Los 5 primeros minutos de clase estarían dedicados a hacer una reflexión personal (escrita o dibujada) de cómo se siente, relacionado o no con la tarea que va a realizar a continuación. Pasada la clase, emplearía los últimos 5 minutos con la misma reflexión pero más relacionada con lo que ha experimentado en clase. Esta actividad podría ayudarle a entender qué le ha llevado hasta ese momento presente, mejora de la atención y una mayor implicación en el aula.

Como buscadora de la tranquilidad, ¿cuál es la ‘receta’ secreta para encontrar paz interior?

La positividad y la meditación. Es importante tener una actitud positiva ante la vida. La positividad y la motivación son fundamentales para encontrar un estado de tranquilidad. Si eres positivo, cualquier actividad será realizada con amor y entusiasmo. No importa cómo de habilidoso seas con la materia, la actitud positiva te traerá esa tranquilidad y confianza. Junto con la meditación, encontrarás ese momento de claridad mental, felicidad y paz interior.

¿Cómo puede ayudar un docente de Plástica en la correcta gestión de las emociones de los estudiantes?

El arte es una forma de expresión, una puerta abierta a las emociones. Un buen docente de Plástica debe comunicar de manera creativa y enseñar con pasión.

Cuando estudié mi Máster de Ilustración, fue eso mismo lo que aprendí de mis tutores: lo bonito de ilustrar, a mi manera, poniendo pasión y entusiasmo. Además de alcanzar los objetivos requeridos para superar con éxito el Máster, entendí mi rol como artista, y aprendí a incorporarlo en mi día a día como un estilo de vida.

Así educo yo ahora: a través del corazón. Enseño como deben de poner en orden sus sentimientos aplicando ciertas técnicas de meditación y respiraciones en clase y les inspiro para que se sientan más seguros y felices cuando dibujan.

Pilar García de Leániz

Para acabar, un pequeño test. ¿Qué te sugieren las siguientes palabras?

  • Creatividad: libertad
  • Feminismo: actitud humana positiva
  • Igualdad: peras y manzanas
  • Dibujos: interpretación
  • Educación: valores y conocimiento

Fuente: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/pilar-garcia-de-leaniz/101832.html

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Educación emocional en la infancia

Por: Raquel Aldana

Una adecuada gestión de las emociones permite al niño conocer por qué se siente así y reconocer que una situación concreta necesita atenciónLa infancia es el momento ideal para aprender a manejar los sentimientos y a saber cómo ponerlos en palabras.

La vida no solo nos duele a los adultos. Los niños también se estresan, se irritan y experimentan dolor. Ellos también se sienten desbordados por sus emociones y por sus pensamientos, ellos también tienen dificultades para permanecer en la estela de consecuencias emocionales de sus decisiones.

Por lo tanto, manejar las emociones no es una tarea exclusiva de los adultos, sino que es más bien la infancia el momento ideal para aprender a hacerlo. Por ello, podemos decir que la responsabilidad característica de los adultos es dar a los niños la opción de comprender y de abordar sus emociones de una manera adecuada.

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El desarrollo del lenguaje desempeña, sin duda, un importante papel en la regulación del comportamiento y de los pensamientos. Por ello, conversar y facilitar la expresión de sentimientos les ayudará a buscar y a poner las palabras adecuadas a sus experiencias emocionales. Es esencial que cada día les preguntemos cómo se han sentido, que les ayudemos a conducir sus pensamientos y a reflexionar sobre sus vivencias.
Convertir las emociones y los sentimientos en temas de conversación cotidianos.
El desarrollo del lenguaje desempeña, sin duda, un importante papel en la regulación del comportamiento y de los pensamientos. Por ello, conversar y facilitar la expresión de sentimientos les ayudará a buscar y a poner las palabras adecuadas a sus experiencias emocionales. Es esencial que cada día les preguntemos cómo se han sentido, que les ayudemos a conducir sus pensamientos y a reflexionar sobre sus vivencias.
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y que les permitan recapacitar sobre ellas. Esto potencia el proceso de maduración y hace que las estrategias de comprensión y regulación proporcionadas sean útiles, lúdicas y divertidas. El aprendizaje es mucho más significativo cuando se pone en práctica mediante el juego.
Hacer uso de libros, cuentos, juegos y vídeos que hablen de emociones
y que les permitan recapacitar sobre ellas. Esto potencia el proceso de maduración y hace que las estrategias de comprensión y regulación proporcionadas sean útiles, lúdicas y divertidas. El aprendizaje es mucho más significativo cuando se pone en práctica mediante el juego.
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ocurridos y de los sentimientos que nos embargan en estas situaciones. Los celos o la envidia son sentimientos de los que debemos hablar con los niños. El objetivo será mostrarles que no los convierten en «malos» y que, lejos de lo que pueda parecer, es habitual que niños y adultos los sintamos, por lo que lo importante es que aprendan a gestionarlos de manera adecuada y no dañina.
Es esencial que el entorno más cercano del niño promueva la costumbre de hablar de los conflictos
ocurridos y de los sentimientos que nos embargan en estas situaciones. Los celos o la envidia son sentimientos de los que debemos hablar con los niños. El objetivo será mostrarles que no los convierten en «malos» y que, lejos de lo que pueda parecer, es habitual que niños y adultos los sintamos, por lo que lo importante es que aprendan a gestionarlos de manera adecuada y no dañina.
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El enfado o la tristeza son emociones que tienen una función y negarlas o castigarlas no solo es perjudicial, sino también antinatural. ¿Cuántas veces le hemos dicho a un niño «no llores» o «no estés triste» cuando algo le apena? ¿Cuántas veces les decimos a los niños que no se enfaden cuando lo que ellos están percibiendo es una injusticia como, por ejemplo, que le han quitado un juguete? Reprimir o castigar una emoción no es la vía para ayudar a canalizarla; en esos momentos de tensión, lo que tenemos que hacer es proporcionarles un modelo adecuado de comprensión y control emocional.
Las emociones negativas no son demonios que tengamos que erradicar.
El enfado o la tristeza son emociones que tienen una función y negarlas o castigarlas no solo es perjudicial, sino también antinatural. ¿Cuántas veces le hemos dicho a un niño «no llores» o «no estés triste» cuando algo le apena? ¿Cuántas veces les decimos a los niños que no se enfaden cuando lo que ellos están percibiendo es una injusticia como, por ejemplo, que le han quitado un juguete? Reprimir o castigar una emoción no es la vía para ayudar a canalizarla; en esos momentos de tensión, lo que tenemos que hacer es proporcionarles un modelo adecuado de comprensión y control emocional.
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. Para conseguirlo, debemos saber que la conciencia sobre las emociones propias y las ajenas evoluciona a lo largo del desarrollo infantil de una manera particular en cada caso. En términos generales, podemos hablar de que a la edad de 2 a 5 años, los niños deben aprender a diferenciar y comunicar emociones básicas como la alegría, la tristeza, el enfado o el miedo. Sin embargo, en este período aún pueden fracasar a la hora de identificar la sorpresa. Será entre los 6 y los 12 años cuando los niños aprendan a analizar sus propias emociones y a ser más conscientes de las sensaciones corporales que las acompañan, lo cual contribuye a que convivan con la realidad de una manera mucho más rica y ajustada.
Ajustarnos a la edad del niño es clave para favorecer la compresión y expresión de las emociones
. Para conseguirlo, debemos saber que la conciencia sobre las emociones propias y las ajenas evoluciona a lo largo del desarrollo infantil de una manera particular en cada caso. En términos generales, podemos hablar de que a la edad de 2 a 5 años, los niños deben aprender a diferenciar y comunicar emociones básicas como la alegría, la tristeza, el enfado o el miedo. Sin embargo, en este período aún pueden fracasar a la hora de identificar la sorpresa. Será entre los 6 y los 12 años cuando los niños aprendan a analizar sus propias emociones y a ser más conscientes de las sensaciones corporales que las acompañan, lo cual contribuye a que convivan con la realidad de una manera mucho más rica y ajustada.

¿Por qué? La respuesta es sencilla. Es más fácil educar niños fuertes que ayudarles a curar las heridas de una incorrecta gestión emocional cuando son adultos. Por eso, enseñarles a utilizar herramientas para que aprendan a gestionar sus emociones debe ser una prioridad. Pensemos que la consecuencia de que esto no sea así dibuja un horizonte de niños y adultos desbordados por emociones que no se saben manejar con la habilidad y la delicadeza necesarias para un desarrollo adecuado.

El enfado y la tristeza son emociones con una función y negarlas es perjudicial y antinatural

La conciencia emocional.

Claves para desarrollar la conciencia emocional en los niños

Potenciar la conciencia emocional en edades tempranas favorece el desarrollo de la capacidad de considerar y comprender al otro, pero también de conocerse, autorregularse y formar vínculos.

Los primeros pasos

No basta con lograr que un niño sea consciente y comprenda sus emociones, sino que también está en nuestras manos propiciar que aprendan a regular y a controlar sus reacciones, tanto de manera individual como en conjunción con los demás.

Este proceso de regulación emocional es una tarea pendiente en muchos casos. Para enseñar a los niños a controlar su enfado o a hablar de la tristeza, no hay nada tan eficaz como ofrecerles un buen ejemplo. Esto tiene múltiples implicaciones y nos obliga a hacer un examen crítico de nuestros comportamientos. ¿Realmente somos un buen modelo de gestión de las emociones? ¿Creemos que lo que les decimos que hagan cuando están enfadados es lo mismo que hacemos nosotros cuando algo nos molesta? Este tipo de preguntas son una invitación a la reflexión.

Una de las asignaturas pendientes que tenemos como sociedad es enseñar a los pequeños que las emociones desagradables, como la tristeza o el enfado, no deben ser ignoradas u ocultadas. En nuestro entorno algunas veces incluso se promueve la vergüenza hacia ellas («eres un llorica»). El desarrollo de una adecuada comprensión permite al niño conocer la razón que le lleva a sentirse como lo hace y, por lo tanto, notará que la situación es trascendental y que requiere atención.

Es importante que padres, familiares cercanos y educadores sepamos cómo manejar las distintas etapas del desarrollo emocional que atraviesa cada niño. El resultado de este esfuerzo merece la pena, pues así logramos niños más tranquilos y emocionalmente equilibrados. Pensemos que construir niños felices y con más habilidades emocionales se asocia de manera significativa a la plenitud y al éxito en la vida. Esto es algo que no podemos permitirnos olvidar tanto por nosotros como por ellos.

Fuente: http://www.larioja.com/culturas/educacion-emocional-infancia-20171010005942-ntvo.html

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La salud mental de los docentes: un agente clave en la educación de las emociones

Colombia / 1 de octubre de 2017 / Autor: Camila Londoño / Fuente: Elige Educar

En su libro “Educar las emociones, educar para la vida”, la psiquiatra Amanda Céspedes habla del papel esencial del profesor en la educación emocional de niños y adolescentes.

Amanda Céspedes es médica psiquiatra de la Universidad de Chile. Se especializó en psiquiatría infantil y juvenil. Además realizó un posgrado en neuropsicología y neuropsiquiatría infantil en la Universidad degli Studi en Italia, ha dictado clases de psicología y es miembro directivo de la Fundación Mírame, entidad que busca innovar en el sistema de integración escolar de niños con trastornos del desarrollo. A través de diversos libros como el Déficit Atencional en niños y adolescentes, Niños con pataletas, adolescentes desafiantes y Educar las emociones, educar para la vida, la experta se ha centrado en dar herramientas claves para que educadores, padres (y otras personas que se relacionan de forma permanente con niños), puedan guiar a los niños en su formación emocional, desarrollando así sus potencialidades y talentos.

En su libro Educar las emociones, educar para la vida, la autora dedica un capítulo a hablar del profesor como agente clave en la educación de las emociones.

Amanda parte de la premisa de que evidentemente, los niños pasan muchas horas de su día en la escuela, un espacio donde profesores, compañeros y otros adultos, influencian su vida. Luego de la escuela, los niños salen para intentar conquistar el mundo pero, ¿están realmente preparados para hacerlo desde todos los puntos de vista? Inspirada en la visión de Maria Mon tessori, quien decía que la educación debía hacer énfasis en la formación integral del niño (más allá del intelecto) y en el desarrollo de la personalidad saludable como medio para construir sociedades mejores, Amanda asegura que el maestro tiene que orientar su esfuerzo hacia ese objetivo y debe trabajar desde dos planos en particular: el sólido desarrollo del intelecto y el emocional.

Pero, desde su punto de vista, ¿cuáles son los requisitos para que un profesor pueda llevar a cabo un educación emocional efectiva?

  • Tener un conocimiento intuitivo e informado acerca de la edad infantil y adolescente, particularmente de sus características psicológicas.
  • Conocer la importancia y las características de los ambientes emocionalmente seguros en el desarrollo de la afectividad infantil.
  • Poseer un razonable equilibrio psicológicos y ausencia de psicopatología.
  • Conocer técnicas efectivas de afrontamiento de conflictos.
  • Emplear estilos efectivos de administración de la autoridad y el poder.
  • Comunicación afectiva y efectiva.
  • Verdadera vocación por la misión del maestro.
  • Un permanente y sincero trabajo de autoconocimiento.
  • Una reflexión crítica constante acerca de los sistemas de creencias y de su misión como educador.

De la mano con esto, Amanda sugiere que el profesor debe ser consciente de un proceso de crecimiento que surge paralelo al de sus estudiantes y debe ser consciente de su papel protagónico en la gestión de un clima en el aula que puede ser favorable o desfavorable para el aprendizaje propio y el de sus alumnos. En ese sentido, el impacto de la salud mental del profesor sobre su calidad como educador de las emociones y su capacidad para crear climas en el aula de crecimiento emocional y cognitivo es también un aspecto fundamental.

La salud mental de los profesores

La salud mental laboral es un concepto de la salud preventiva que alude a un estado de bienestar integral del trabajador. Lamentablemente, ese bienestar en los profesores, a menudo se deteriora y resulta preocupante, dice Amanda, que aquellos docentes que sufren de ansiedad o estrés por múltiples razones, deban enfrentarse a la educación emocional. ¿Por qué? Porque el cerebro de los niño leen las emociones negativas de una persona que sufre de estrés crónico y hace una comprensión implícita de éstas. En otras palabras, las emociones son contagiosas y un profesor que sufre del llamado síndrome burn out (desgaste), puede llegar a perder la sensibilidad para atender las emociones de sus alumnos. Por lo mismo, proteger la salud mental de los profesores debería ser una tarea urgente e ineludible; hacerlo no sólo es proteger sus emociones, sino también las de los estudiantes.

Esta tarea, dice la experta, debe abordarse de forma integral. ¿Cómo? No ofreciendo medidas temporales (como una licencia médica), sino más bien otorgando herramientas que perduren en el tiempo, como medidas multidisciplinarias centradas en el trabajo individual, técnicas grupales de efectividad en el tratamiento de conflictos y estrategias organizacionales dentro de las escuelas. Esto, acompañado de un mejoramiento sustancial de las condiciones laborales, especialmente lo relativo al clima laboral, las remuneraciones, la extensión de jornadas laborales, entre otras.

“El profesor que busca efectividad real debe empezar por creer en sí mismo para poder creer desde el corazón que, como maestro, tiene un papel de trascendencia en el destino de sus alumnos”.

Fuentes: Educar las emociones, educar para la vida, Amanda Céspedes. Vergara Grupo Z, 2008
Fuente del Artículo:
http://www.eligeeducar.cl/la-salud-mental-los-docentes-agente-clave-la-educacion-las-emociones
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