“Estos ejercicios, estas prácticas que comento en el libro no son exclusivas del filósofo”
Catedrático de secundaria, ha trabajado como profesor asociado en el Institut de Ciències de l’Educació de la UB y en el Departamento de Filosofía de la Facultad de Filosofía y Letras de la UAB. Colabora habitualmente en las revistas El Viejo Topo y Paidea. Es autor de Redes y obstáculos, Ed. Club Universitario, 2010.
Nos habíamos quedado aquí. El capítulo II habla de Hadot y de la «filosofía como forma de vida». El III de Foucault y de la filosofía como cuidado de sí. ¿Es uno y lo mismo? ¿Están hablando de lo mismo con diferentes lenguajes? Te he preguntado antes pero vuelvo a insistir.
Sí y no. Sí, porque los dos se están refiriendo básicamente a las prácticas que plantean las escuelas filosóficas alejandrinas romanas. No, porque lo entienden de diferente manera. Hadot como referido a su ideal de sabio y Foucault a una propuesta concreta de las escuelas alejandrino romanas, en especial el estoicismo.
Has hablado antes de él. ¿Hasta qué punto fue importante la influencia de un filósofo de la ciencia como Canguilhem en la obra de Foucault en tu opinión? ¿En qué se nota, si es el caso, esa influencia?
Georges Canguilhem es un filósofo muy interesante y poco conocido en nuestro país. Precisamente Francisco Vázquez García, autor del prólogo del libro, está haciendo un trabajo impresionante para analizar y difundir su obra. Ha sido él el que me ha enseñando esta importante influencia. Ahora mismo estoy leyendo un libro de Pierre Macherey que apunta esta influencia que se llama «De Canguilhem a Foucault: la fuerza de las normas.»
Se tradujeron cosas suyas en los años setenta. Yo mismo leí algunos de sus libros. Por cierto, cuando hablas de filosofía como conversión (en el apartado de Hadot), ¿a qué te estás refiriendo exactamente?
En realidad es Pierre Hadot y no Michel Foucault el que habla de conversión al señalar esta transformación interna global, casi podríamos decir iluminación, que proporciona la filosofía. Personalmente yo no creo, como tampoco lo creía Foucault, en la filosofía como conversión en sentido fuerte.
En esa línea. ¿No esperamos, a veces, demasiado del filosofar? Aprender a vivir, aprender a dialogar, aprende a leer, etc. ¿Todo eso podemos conseguir con el filosofar, con la filosofía?¿No es mucho, no es soñar, no es utópico?
Efectivamente, es esperar demasiado. Es lo que le ocurre a Pierre Hadot. Espera que el filósofo sea un sabio. Yo discrepo.
¿En qué?
Creo que la sabiduría es un aprendizaje vital que tiene que ver con muchas cosas, alguna de las cuales puede ser la filosofía. Estos ejercicios, estas prácticas que comento en el libro no son exclusivos del filósofo, por supuesto. Pero pienso también, con Foucault, que la filosofía debería ser una caja de herramientas para la transformación, tanto ética como política.
En el capítulo dedicado a Foucault, nos haces una recomendación. Te cito si te parece: «Foucault citará algo que Hadot omite, que es la importancia de los ejercicios corporales. Ejercicios que no son los gimnásticos para fortalecer la musculatura o para embellecer el cuerpo. Son ejercicios respiratorios, suaves, para agilizar y dar fluidez al cuerpo y a través de él al alma. Personalmente este tipo de ejercicios no los asocio con la gimnasia sueca, muy moderna, sino con algo tan milenario como el qigong (chikung). Se trata de unos ejercicios milenarios chinos, muy completos, que buscan justamente la armonía corporal-mental». ¿Nos explicas algo más de ellos? ¿Los practicas?
Por supuesto, Salva. En China se practican desde épocas milenarias un conjunto de ejercicios muy amplio a los que se les da el nombre general de qigong (según la transcripción fonética actual del chino mandarín, peor pronunciado chikung). Qigong (chi kung) quiere decir trabajo de la energía interna. Son ejercicios que implican atención, relajación muscular y mental, movimientos ligados a la respiración. Se utilizan para la salud, artes marciales… llevo muchos años practicándolos, sobre todo una modalidad que es el taijiquan (tai chi).
También mi hermana los practica y enseña a practicarlos.
En la nota 54 de la página 102, señalas que en una entrevista Hadot usa a Foucault como contraejemplo de lo que él entiende por ética, al desmascarlo de la estética. La ética de Foucautl, según Hadot, es en realidad una estética porque no se centra en el bien sino en la belleza. La admiración de Foucault por Baudelaire, habla Hadot, sería una corroboración de lo que señala. Tres preguntas sobre eso: ¿no es evidente que Hadot tiene razón? ¿Cómo puede equipararse ética y estética?
Por supuesto que una estética sin ética no es presentable. Pero Hadot se equivoca cuando atribuye a Foucault este planteamiento. La idea de Foucault es de una ética que incluye la estética, entendida como un estilo singular de existencia. Bien y Belleza son universales que utiliza Hadot pero no Foucault. Foucault no es un esteta, aunque a veces pueda parecerlo (su fascinación, por ejemplo, por Baudelaire). Hadot tampoco fue a los dos últimos cursos de Foucault ni los conoció. En estos últimos se centra mucho en la parrhêsia o coraje de decir la verdad, que tiene una dimensión más política.
Me ha venido en mente cuando leía este paso la afirmación de José Mª Valverde sobre ética y estética tras la expulsión de Aranguren y otros profesores universitarios. Han pasado más de cincuenta años. ¿La suscribirías?
Sí, por supuesto. Sin ética no hay estética. Pero creo que Foucault también lo haría. Recordemos, justamente, el viaje que hizo con otros intelectuales franceses a Madrid, en pleno franquismo, para protestar por las condenas a pena de muerte de varios presos antifranquistas.
Creo que fue en 1975, antes de los últimos fusilamientos fascistas, el 27 de septiembre de ese año.
También la lucha en defensa de los disidentes de países del Este entre tantas otras. Siempre luchó por dar la voz a muchos colectivos excluidos. No solo homosexuales, sino también enfermos, presos comunes.
Un tema del que también hablas, las relaciones entre ética y política. ¿No parece que alguien tan preocupado por temas éticos, existenciales, como Hadot, apenas apunte reflexiones políticas?
Sí, es cierto. Pero en todo caso para Pierre Hadot la política también era importante. La tolerancia del clero francés con los colaboracionistas de Petain le indignó mucho de joven,y le separó de la Iglesia. También se sindicó y fue delegado del la CFDT y parece que era una persona políticamente de izquierdas. Moderado, claro, como no podía ser de otra forma en alguien de su talante.
La última, que son varias: ¿qué es para ti la ética? ¿Qué para ti la moral? Cuando hablamos de metaética, ¿de qué estamos hablando propiamente? ¿La filosofía moral es equivalente a la ética, a la metaética? ¿Cuál es, desde tu punto de vista, la forma adecuada de ver las relaciones entre ética y política?
Entender la ética como reflexión sobre la moral me parece poco fecundo. Me lo parece porque creo que es productivo diferenciar ética de moral. Como hacen algunos filósofos del siglo XX como Paul Ricoeur o Marcel Conche. O Deleuze (sobre el que no me pronuncio como filósofo porque no le conozco suficiente) cuando habla de esta distinción entre ética y moral en su libro Filosofía práctica, dedicado al estudio de Spinoza. Entiendo que la ética se refiere al proyecto que cada cual traza de su vida. Proyecto que incluye una parte estética (estilo, en el sentido que apuntaba Foucault), una moral y una política. Moral en el sentido kantiano, de unas reglas universales que finalmente pueden reducirse al reconocimiento y respeto del otro.
También, por supuesto, una política, en la medida en que una ética debe estar abierto al compromiso con el otro, con los otros. Y esto no solo en la dimensión moral sino también política. Es decir que la ética debe incluir una política. Hay algo de liberalismo en mi planteamiento, porque partimos del individuo, pero creo que es lo mejor del liberalismo lo que recoge, y que debe complementarse con lo mejor del socialismo.
¿Quieres añadir algo más?
Un par de cosas sobre el libro. No quiero ser pretencioso, por supuesto, pero quisiera señalar modestamente la importancia que tiene. Por una parte llena un vacío, incluso académico, sobre las relaciones entre Pierre Hadot y Michel Foucault. Había poco escrito sobre el tema y ningún libro publicado. Por otra me parece un pequeño ensayo que puede interesar a mucha gente, no solo al colectivo de los llamados filósofos o similares, porque he intentado compartir reflexiones éticas en un lenguaje claro.
Estoy de acuerdo con esto último que señalas: no está prohibido, ni mucho menos, para no filósofos. De lo primero no puedo opinar. No lo sé.
Finalmente, muchas gracias por la entrevista, Salva. Es el tipo de entrevistas que hacen pensar y aclararse al entrevistado y que son interesantes para el lector.
Gracias a ti por supuesto. Salut, estimat amic!
Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=236281