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La educación, otro barco que hace agua en Costa Rica

Por: Prensa Latina

Los preocupantes resultados del Séptimo Informe sobre el Estado de la Educación en Costa Rica permiten concluir que esa esfera también hace agua en esta nación centroamericana, otrora exaltada por poseer una de las mejores enseñanzas públicas de la región.
A la ya alarmante situación nacional por el desempleo, el poco crecimiento de la economía, los nuevos impuestos, proyectos de ley antisindicales que tienen enojados a los trabajadores y otras medidas neoliberales, se suma ahora la educación.

Entre los hallazgos del Séptimo Informe del Estado de la Educación destacan que 53 mil niños y adolescentes, entre 12 y 16 años, se encuentran fuera del sistema de enseñanza, el 93 por ciento de las escuelas no tiene el currículo completo y el 60 por ciento de los programas educativos que imparten universidades privadas tiene una década sin actualizarse.

Asimismo, el incremento en 42 mil 383 cupos de la matrícula de secundaria entre 2011 y 2018 no se tradujo en una mayor calidad o mejora de la educación en ese nivel, pues el Informe refleja que solo el 48 por ciento de los alumnos de esa enseñanza entre 15 y 16 años asistía a clases sin rezago, mientras el 23 por ciento estaba fuera del sistema.

El Informe explica lo anterior ‘en gran parte por los problemas del país en cuanto a eficiencia interna y rendimiento desde la educación primaria, lo cual limita el éxito en los ciclos posteriores’ y atribuye el incremento de la matrícula al aporte de las modalidades no tradicionales, dentro de las que sobresalen los Centros Integrados de Educación de Adultos (Cindea), donde la cantidad de estudiantes pasó de 24 mil 485 a 46 mil 404 en esos años.

Sobre este tema, el investigador del Programa del Estado de la Educación Dagoberto Murillo señaló que ‘cuando uno analiza la distribución de la población que debería asistir al tercer ciclo, se da cuenta que un 75 por ciento lo hace en la edad que tiene que hacerlo, pero hay un porcentaje importante de un 16 por ciento que está en primaria, en el segundo ciclo’.

Si vemos de 15 a 16 años, que es la población que debería asistir a la educación diversificada, el problema es aún más grave, porque un 28 por ciento está rezagada en el tercer ciclo (séptimo, octavo y noveno grados) y un 23 por ciento está fuera del sistema, precisó Murillo.

Sobre Cindea, el investigador colocó un asterisco, porque -indicó- son modalidades con problemas para ofrecer una educación de calidad en términos académicos, de recursos humanos, de infraestructura, que limitan las posibilidades en una población a la que más bien deberíamos prestarle mucha atención, porque es la última oportunidad que tienen de incorporarse al sistema educativo y culminar con éxito.

Murillo lo resume en que ‘hay problemas de infraestructura, porque operan en otros centros educativos, no hay suficiente personal docente, ofrecen menos cantidad de lecciones, no hay coordinadores académicos. Aquí hay un tema que debemos de resolver, porque si los vamos a recuperar para romper con ese círculo necesitamos que esa formación sea de calidad’.

El Informe apunta que ‘la calidad de la enseñanza (primaria) en las aulas dista mucho de los parámetros exigidos en las reformas curriculares del MEP (Ministerio de Educación Pública). Ese hecho condiciona los aprendizajes de los alumnos, quienes no consiguen avanzar con bases firmes en los ciclos posteriores de la secundaria y la educación superior’.

En cuanto a la educación universitaria, el Informe no resulta menos pesimista, al sostener que es un motor que lleva una década estancado, esto en términos de la población cubierta y sin actualización alguna en el 60 por ciento de los programas que imparten universidades privadas, que son 53 en total.

La imposibilidad de crecimiento importante del financiamiento público, por la crisis fiscal del país, y las dificultades de la población para pagar universidades privadas, por la reducción en el crecimiento de los ingresos de los hogares, achican las posibilidades de que crezca la cobertura, refiere el Informe.

Por ello, considera que ‘para avanzar es necesario un cambio en la estrategia de regionalización de los servicios de educación superior y en un impulso en la cultura de innovación de la oferta académica. Como el financiamiento no crecerá, se deben identificar las fuentes y establecer una mayor preocupación por la eficiencia económica y la equidad’.

La investigadora Marcela Román, quien tuvo a su cargo la coordinación del capítulo referido a esta enseñanza, resaltó que ‘aún la educación superior es un agente de movilidad social, porque eleva muchísimo la posibilidad de empleo y de mejores ingresos’.

Pero, agrega, la mala noticia de ese dato es que la razón para que sea tan alto es que hay pocos padres de familia profesionales, en referencia a aquellas personas que en la década de los 80 del siglo XX tuvieron que ingresar al mercado laboral y prescindir de ir a la universidad por los efectos de las crisis de inicios de esa época.

‘Ahora, dos o tres décadas después y con un radical entorno tecnológico y laboral, son sus hijos los que se enfrentan a la presión de una oferta académica más amplia e inclusiva, pero al mismo tiempo necesitada de reformas de fondo para mejorar en cobertura y calidad’, subrayó Román.

En la portada del Séptimo Informe del Estado de la Educación en Costa Rica (2018), la coordinadora de dicho programa, Isabel Román, asegura que esa herramienta constituye un recurso valioso para comunicar un mensaje clave y provocar una reflexión de fondo sobre la situación actual y futura de la enseñanza en el país.

Tras recordar que 2018 fue un año atípico cuyas secuelas se siguen experimentando hasta el momento, Román asevera que ‘este ambiente ha facilitando la reemergencia de conflictos no resueltos y actitudes defensivas, reclamos y desconfianza entre dichos actores que, de no atenderse pronto, pueden convertirse en caldo de cultivo para situaciones de enfrentamiento recurrentes y perjudicar, de manera irreversible, el proceso educativo en su esencia’.

Revela que las investigaciones que sustentan el Informe brindan información que, en el contexto actual, pueden contribuir a hacer un llamado a un diálogo sereno y constructivo requerido con urgencia, sobre los problemas de fondo existentes en educación.

‘Pero ¿cómo hacer ese llamado? Lo primero es reconocer en qué situación estamos: si bien en los últimos 15 años hemos tenido logros importantes (alta inversión en educación, cambios en la oferta curricular; reducción de brechas de acceso y exclusión educativa, entre otros), también es cierto que el país mantiene bajos resultados en materia de aprendizaje y logro educativo de los estudiantes’, puntualiza.

Román menciona que el Informe documenta una serie de frenos que impiden al país avanzar en la mejora educativa: tensiones entre cobertura y calidad en preescolar; falta de buenos cimientos en primaria; limitada aplicación de la reforma curricular; problemas en la formación inicial docente; complicada gobernanza del MEP y débiles procesos de innovación y regionalización en educación superior.

Frente a este panorama se desprende una conclusión importante: necesitamos cambiar el status quo, dar golpes de timón, porque defender el estado actual de las cosas es hipotecar el futuro, estima la investigadora.

Sin embargo, ‘lejos de ser pesimista la portada brinda a la vez un mensaje esperanzador, por eso también muestra un pájaro construido a partir de una hoja blanca, que simboliza la educación como forma de avance y desarrollo, esa herramienta que históricamente Costa Rica ha elegido para progresar y echar a volar proyectos y sueños en materia de desarrollo humano’, exalta.

Por eso, estima que ‘el ingrediente más importante es tomar conciencia de que es posible reencontrarnos, dejar atrás las discusiones del encierro, alzar el vuelo. Ojalá esta propuesta de portada invite a los actores del sistema educativo nacional, y a todos los lectores del Informe, a generar esos cambios que hoy necesitamos’.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=301595&SEO=la-educacion-otro-barco-que-hace-agua-en-costa-rica

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Chile: Foro por el Derecho a la Educación reúne firmas para barrar el aparato represivo del Estado en los centros educativos

América del Sur/ Chile/ 26.08.2019/ Fuente: redclade.org.

Ante la represión y criminalización del Estado chileno contra estudiantes, que culminó en la reciente invasión del Instituto Nacional de Chile por fuerzas policiales, para contener manifestaciones estudiantiles, el Foro por el Derecho a la Educación Pública de Chile, miembro de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), publicó una nota y reúne firmas de la sociedad civil, para exigir que la represión cese inmediatamente. El Foro afirma que estos actos del Estado violan los principios básicos de derechos humanos, libertad de expresión y derecho a la educación de las y los estudiantes.

“Exigimos que de inmediato cese la represión contra el Instituto Nacional, que se retiren sin condiciones las fuerzas policiales del recinto y de las calles aledañas. Pedimos que una inspección humanitaria de Naciones Unidas y organismos relacionados con la educación, la niñez y los derechos humanos se haga presente en el establecimiento y se pronuncien sobre el atentado que promueve el gobierno contra los Derechos Humanos de niños y jóvenes; niños que están bajo la responsabilidad del Estado cuando asisten a un establecimiento de la educación pública”, se afirma en la nota pública divulgada por el Foro.

Fuente de la noticia: https://redclade.org/noticias/chile-foro-por-el-derecho-a-la-educacion-reune-firmas-para-barrar-el-aparato-represivo-del-estado-en-los-centros-educativos/

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Estados Unidos: la verdad detrás de las deudas estudiantiles

Redacción: News Week Español

Solicitar préstamos para continuar los estudios es absolutamente innecesario. Aquí te explicamos por qué.

La realidad es evidente: unos 45 millones de estadounidenses tienen una impresionante deuda estudiantil que asciende a 1.6 billones de dólares. Hablamos de uno de cada cuatro adultos, casi el doble de quienes recibieron préstamos universitarios hace 15 años. La cifra de millennials es de uno de cada tres, y muchos adultos jóvenes argumentan que la deuda les impide comprar casa, casarse, procrear una familia o mudarse del sótano de sus padres.

En esos 15 años, la cantidad promedio de un préstamo para pregrado [licenciatura] se ha disparado 60 por ciento, y lo mismo ha sucedido con el impago. Más de la cuarta parte de los estudiantes no puede seguir solventando la deuda 12 meses después de recibir el préstamo mientras que, hace unos pocos años, esa proporción era de apenas 18 por ciento. Es más, se espera que el porcentaje alcance 40 por ciento en 2023. El incumplimiento de deuda se acompaña de muchos problemas: arruina la calificación crediticia; aniquila toda posibilidad de obtener otros préstamos, y rentar o comprar apartamento; y algunos lugares incluso revocan las licencias profesionales.

 

Los préstamos nuevos, sobre todo para estudiantes de licenciatura, han registrado una caída anual en los últimos siete años. Foto: Eduardo Muñoz Álvarez/Getty

 

Por ello, no sorprende que mucha gente hable de “crisis” al describir la deuda estudiantil de estos tiempos. Y tampoco que los préstamos universitarios y el sufrimiento que causan se hayan convertido en temas candentes de la campaña presidencial estadounidense de 2020. Casi todos los candidatos recurren a hipérboles y hacen propuestas para aliviar la deuda, desde mesuradas (Kamala Harris, Beto O’Rourke) hasta drásticas (Bernie Sanders, Elizabeth Warren).

Muchos expertos señalan que, si bien es innegable que algunos deudores estudiantiles enfrentan graves dificultades, es un error afirmar que todo el sistema se ha averiado. Además, esa narrativa catastrófica ensombrece aspectos clave de los empréstitos. Por ejemplo, que son contadas las deudas que exceden 100,000 dólares, y que los estudiantes con las deudas más pequeñas tienden a ser los que más padecen.

“Hablar de crisis falsea la situación”, asegura Sandy Baum, del Centro para Datos y Políticas Educativas en Urban Institute. “No todos los deudores han arruinado sus vidas. La verdad es que el acceso a empréstitos escolares aumenta las oportunidades educativas de muchas personas. Para muchos, es una inversión bien redituada. Y también es cierto que algunos enfrentan problemas graves debido a los préstamos”.

“No es una situación monolítica”, agrega Baum.

Ceremonia de graduación de Stanford, en junio pasado. Foto: Liu Guanguan/China News Service/VCG/Getty

New America, grupo de expertos de Washington, D. C., está por publicar una encuesta que demuestra cuánto se ha generalizado este error de percepción. La abrumadora mayoría de los participantes opinó que los préstamos estudiantiles eran la principal fuente de deuda de los consumidores estadounidenses (de hecho, son las hipotecas, y por mucho) y exageró drásticamente las sumas que reciben los estudiantes, así como el porcentaje de individuos que han incumplido sus empréstitos.

“Temo que los estudiantes estén recibiendo el mensaje de que los préstamos son malos y de que jamás deben pedir un centavo de ayuda para la educación superior”, señala Rachel Fishman, subdirectora de investigaciones en el programa de políticas educativas de New America. “Y dados los costos de la universidad, semejante postura es absurda para buena parte de las familias”.

Hay seis aspectos clave de la deuda estudiantil estadounidense que suelen pasar inadvertidos y que, no obstante, son críticos para informar el debate nacional sobre la reforma del sistema.

AUNQUE NO LO CREA: LOS EMPRÉSTITOS SE HAN REDUCIDO DURANTE SIETE AÑOS CONSECUTIVOS.

La cifra que se cita más comúnmente es 1.6 billones de dólares, y contempla el total de la deuda pendiente para educación superior, la cual ha crecido de manera exponencial desde 2006, cuando sumaba escasos 480,000 millones de dólares. Esto indica que los empréstitos estudiantiles exceden con mucho la deuda crediticia de Estados Unidos y los préstamos para autos, mientras que ocupan el segundo sitio respecto de las hipotecas y las segundas hipotecas sobre la vivienda, que, en conjunto, representan 9.7 billones de dólares: la mayor fuente de deuda del consumidor estadounidense.

Cierto, 1.6 billones de dólares es una cantidad preocupante. Pero esconde una tendencia opuesta igual de importante y que muchas personas desconocen: en los últimos años, los universitarios han pedido menos y no más préstamos. De hecho, los empréstitos nuevos (y lo importante aquí es el adjetivo “nuevos”) han caído anualmente a lo largo de los últimos siete años.

Las cifras cuentan una historia: según la organización College Board, el año pasado los préstamos federales para pregrado cayeron a 4,510 dólares por estudiante, respecto de los 5,830 dólares del ciclo escolar 2010-2011. Y los empréstitos anuales para familias y alumnos de todas las instituciones de educación superior también se desplomaron: de un máximo de 127.7 mil millones de dólares en 2010-2011 a 105.5 mil millones el año pasado.

¿A qué se debe esta caída? Para empezar, menos personas están ingresando en universidades y escuelas de posgrado, por lo que no solicitan préstamos. La educación superior suele aumentar en épocas de recesión —cuando la gente no encuentra empleo— y disminuye cuando la economía se recupera. Baum afirma que este patrón se observó después de la crisis financiera de 2008. Asimismo, cuando mejora el clima económico, los progenitores tienen más capacidad para costear una universidad, y esto contribuye a que los estudiantes dependientes se abstengan de solicitar préstamos. En opinión de Baum, otro factor ha sido que, en los últimos años, se ha registrado una caída en la cantidad de escuelas privadas, las cuales requieren de más empréstitos.

Insignia que porta un estudiante durante una protesta en la Universidad del Sur de Maine. Foto: Shawn Patrick Ouellette/Portland Press Herald/Getty

Por su parte, la recuperación económica ha propiciado que estados y escuelas hagan más esfuerzos para refrenar costos y préstamos. A decir de The Institute for College Access & Success (TICAS), después de la última gran recesión, los gastos estatales en educación superior reflejaron un incremento promedio de 23 por ciento durante el periodo de cuatro años concluido en 2016. Además, TICAS halló que los estudiantes de pregrado de universidades públicas y privadas que cursan carreras de cuatro años tienen mayor probabilidad de obtener becas directamente en las escuelas, cuyos préstamos suelen ofrecer alrededor de 1,000 dólares adicionales.

Lo que no explican estos datos es si la caída de los empréstitos es parte de la respuesta a la creciente negatividad de la narrativa. Fishman ha observado un cambio de actitud en sus grupos de enfoque. “Hace unos años la gente decía: ‘El préstamo es un medio para alcanzar un fin, y lo necesito para ir a la universidad’”, explica. “Ahora la actitud es: ‘Haré todo lo posible para evitar un préstamo’”.

La caída de los préstamos estudiantiles parece contradecir todo lo que pueden haberle contado últimamente, pero no es así, porque se trata de dos medidas diferentes: deuda total vs. empréstitos nuevos. Lo que ha impulsado el crecimiento de la deuda estudiantil total es la acumulación de intereses en los préstamos más añejos, sobre todo porque más deudores están inscribiéndose en programas de repago basados en el ingreso. Esos esquemas, que se han expandido varias veces durante la última década, permiten que el deudor reduzca los montos mensuales prolongando el pago de su deuda a 20 o 25 años, en vez de los 10 años convencionales. No obstante, los intereses se acumulan e incrementan la cantidad adeudada. Casi la mitad de los empréstitos pagados en la actualidad están inscritos en algún programa basado en el ingreso, respecto del 27 por ciento registrado hace apenas cuatro años.

Otro elemento que ha contribuido al aumento de la deuda total es que familias y estudiantes de posgrado están pidiendo montos muy altos. Y aun cuando son muy pocas las personas que hacen esto, el impacto en el saldo de la deuda total es enorme.

MUY POCOS DEBEN 100,000 DÓLARES O MÁS

Si hablamos de cantidades absolutas, son raras las personas que tienen deudas de seis dígitos, a quienes Fishman describe como “unicornios en la tierra de los préstamos”. Si bien solo 6 por ciento de la deuda estudiantil consiste en saldos de 100,000 dólares o más, College Board enfatiza que, en términos de dólares, esas cuentas son enormes y equivalen a un tercio de la deuda total.

El club de los 100,000 dólares está integrado, sobre todo, por estudiantes de posgrado; y la membresía aumenta rápidamente. De los deudores que terminaron sus estudios universitarios y empezaron a pagar sus préstamos en 2014, 20 por ciento tenía deudas de más de 100,000 dólares, más del doble del 8 por ciento registrado en el año 2000, señala Adam Looney, economista del Instituto Brookings. Y según informa College Board, la mitad de los prestatarios con licenciatura (digamos, médicos, abogados, dentistas) deben 100,000 dólares o más, y 20 por ciento adeuda 200,000 dólares o más. Además, esas cantidades no incluyen los préstamos de pregrado.

La orgía de empréstitos inició hace una década, con el programa PLUS para préstamos de posgrado, el cual proporcionaba el costo total de los estudios —sin otra ayuda adicional— mediante una investigación crediticia muy superficial. Por su parte, el gobierno aumentó su préstamo de 18,500 dólares anuales a 20,500 dólares al año para los alumnos de pregrado de Stanford, y facilitó el proceso de préstamo para estudiantes de programas privados y en línea.

Muchos estudiantes que ya habían ingresado en el mercado laboral (el cual recompensa los títulos con salarios más altos) aprovecharon los nuevos programas de financiación para hacer un posgrado. Y esa inversión redituó en muchos casos. En 2014, los deudores con préstamos estudiantiles de 50,000 dólares o más (el empréstito de posgrado promedio) empezaron a ganar casi el doble que quienes habían recibido préstamos más bajos, y sus tasas de impago fueron más bajas.

Pero pronto comenzaron a aparecer las grietas. Cada vez más deudores de posgrado asistían a escuelas privadas, pese a que rara vez conducen a buenos empleos (en 2014, 17 por ciento estudió en instituciones privadas contra apenas 1 por ciento en 1990). Y con miras a reducir los pagos iniciales, una población estudiantil cada vez más numerosa empezó a optar por programas de repago basados en el ingreso (y los intereses siguieron acumulándose). El resultado: por primera vez en años, quienes recibieron grandes montos debían más que cuando se graduaron, a pesar de haber pagado sus préstamos durante varios años.

“Muchos de estos prestatarios están teniendo dificultades”, dice Looney. “No me inquietan tanto los médicos, los abogados ni los administradores de empresas, quienes podrán salir adelante. Lo que me preocupa son las personas que pidieron grandes préstamos para asistir a programas que no tenían valor para el mercado laboral”.

Otra tendencia preocupante: el reciente auge del empréstito familiar. Aun cuando hay menos de un millón de progenitores entre los 45 millones de deudores estudiantiles, las cantidades que solicitan tienden a ser muy elevadas. El año pasado, el empréstito familiar típico era de 16,452 dólares (incremento de 42 por ciento a lo largo de una década) y, encima, muchos padres piden préstamos durante cada año que un hijo o una hija pasa en la universidad; y a veces, para varios hijos. Así, según datos de Urban Institute, los préstamos familiares representan hoy 23 por ciento de los 1.6 billones de dólares en deuda estudiantil, incremento de 14 por ciento respecto de hace cinco años.

Pese a que las familias pudientes y de clase media son las más propensas a solicitar préstamos, una cantidad importante de hogares de bajos ingresos obtienen préstamos PLUS, incluidas 16 por ciento de las familias con ingresos inferiores a 20,000 dólares anuales. Las tasas de impago suelen ser bajas, pero este riesgo es mucho mayor para algunos grupos; en particular, las familias con hijos en escuelas privadas, como la Universidad Strayer, la Escuela Intercontinental Estadounidense o la Universidad Walden.

Y aunque no incumplan, estos préstamos son problemáticos para los progenitores que están por jubilarse, época en que el ingreso mengua y no pueden tener deudas. Urban Institute precisa que la cuarta parte de los padres con préstamos PLUS tienen 60 años o más, y casi la mitad percibe menos de 50,000 dólares anuales.

“Temo por los padres que quieren dar una oportunidad a sus hijos y no encuentran otra manera de hacerlo”, lamenta Baum, coautora del informe.

LA MAYORÍA DE LOS UNIVERSITARIOS DEBE MENOS DE LO QUE SE DICE

Hay una estadística que tiende a citarse casi tanto como la cifra de deuda total: después de cuatro años de universidad, los graduados salen de la escuela con una deuda de 30,000 dólares (exactamente 29,650 dólares, según TICAS). Y aun cuando esa cantidad ha permanecido casi sin cambios durante cinco años, equivale a más del doble del préstamo para licenciatura otorgado en 1996.

Pero hay un detalle: ese “promedio” está muy sesgado debido a los fuertes préstamos de una minoría estudiantil (casi siempre, individuos independientes y de más edad, quienes pueden solicitar préstamos más jugosos), y no refleja las circunstancias del universitario típico. De hecho, tres cuartas partes de los estudiantes de licenciaturas de cuatro años en universidades públicas, y dos tercios de sus homólogos en escuelas privadas, terminan con deudas de menos de 30,000 dólares. Por otra parte, la mitad de los prestatarios han pedido menos de 20,000 dólares y cuatro de cada diez recibieron menos de 10,000 dólares. Por último, tres de cada diez licenciados no tienen deuda alguna.

Es evidente que una deuda universitaria de cualquier tamaño es un lastre para un joven que apenas comienza. Sin embargo, hay otros factores que influyen tanto o más en la decisión de los millennials de abstenerse de cosas como comprar casa o iniciar una familia. Por ejemplo, la vivienda se ha vuelto muy costosa: el salario anual promedio no alcanza para que los residentes de 70 por ciento de los condados estadounidenses compren una vivienda de nivel medio. También consideremos el costo de la atención infantil: una encuesta reciente de Care.com halló que 70 por ciento de las familias paga más de 10 por ciento del ingreso en este rubro, y casi la mitad paga 15 por ciento o más de su ingreso.

Ahora bien, dado que un título universitario mejora las oportunidades de empleo y los salarios más altos, los préstamos para licenciatura son una inversión redituable para muchos, y les permite costear tanto la vivienda como la atención infantil. La licenciatura típica de cuatro años redunda en salarios 70 por ciento más elevados que un simple diploma de bachiller, mientras que los títulos avanzados se traducen en sueldos hasta 120 por ciento o más altos.

LOS DEUDORES PEQUEÑOS TIENEN MÁS PROBLEMAS

¿Qué sucede con los estudiantes que no terminan la universidad, los que piden préstamos y abandonan sus estudios antes de titularse? Esas personas terminan con empréstitos relativamente pequeños, pero sin los beneficios de una licenciatura. Y resulta que, más que el préstamo, esos beneficios son un factor crítico para los resultados.

Veamos esto: casi la mitad de los deudores que incumplen no obtuvieron un título universitario y, de ellos, dos terceras partes adeudan menos de 10,000 dólares, revela un análisis reciente de Ben Miller, vicepresidente de educación postsecundaria en el Centro para el Progreso Estadounidense, y agrega que casi 35 por ciento debe menos de 5,000 dólares. Asimismo, el Banco de la Reserva Federal de Nueva York afirma que quienes han incurrido en una deuda estudiantil superior a 100,000 dólares tienen 50 por ciento más probabilidades de incumplir que quienes obtuvieron un empréstito menor a 5,000 dólares.

“Desconocemos la causa precisa de las dificultades que enfrentan estos prestatarios [de pequeños montos] —escribió Miller—, pero una explicación podría ser que sus ingresos no son suficientes para permitir el pago de la deuda, lo que significa que cargamos con todos los gastos y ninguna de las recompensas de la educación universitaria”.

Evento de contratación para ciberseguridad en Long Beach, California. Foto: Brittany Murray/Medianews Group/Long Beach Press-Telegram/Getty

Hace tiempo que este problema ha pasado inadvertido, previene Judith Scott-Clayton, profesora asociada de economía y educación en Teachers College, Universidad de Columbia. “Se habla mucho de los estudiantes con deudas de más de 100,000 dólares y de la presión que [esos empréstitos] ejercen en su calidad de vida, y en su capacidad para adquirir una casa, tener hijos o hacer todo lo supone la adultez”, agrega. “No pretendo minimizar la dimensión del problema, pero si analizas la situación fríamente, verás que los prestatarios con menos deuda son los que sufren más, los que encaran las consecuencias y las implicaciones financieras más graves, y los que más ayuda necesitan”.

Reconocer esto supone repercusiones políticas muy serias, prosigue Scott-Clayton, quien ha comparecido ante el Senado en tres ocasiones como experta en investigaciones y políticas de ayuda financiera. La profesora añade: “Nuestra respuesta sería distinta si, en vez de pensar que el problema más urgente es la cantidad de estudiantes endeudados, abordamos este asunto desde la perspectiva de que más deudores puedan sobrellevar los pagos”.

Por otro lado, la tasa de impago de los estudiantes que asisten a escuelas privadas es mucho mayor que el promedio: TICA informa que 30 por ciento de los licenciados en instituciones con fines de lucro incumplieron sus préstamos 12 años después de iniciar sus estudios, contra 5 por ciento de los egresados de escuelas públicas o privadas no lucrativas. Otros grupos con un riesgo de incumplimiento superior al promedio incluyen a los estudiantes de hogares de bajos ingresos, los alumnos que son los primeros de su familia en asistir a la universidad, y los afroestadounidenses.

ESTUDIANTES Y FAMILIAS AFROESTADOUNIDENSES TIENEN MÁS DIFICULTADES

Si hay un grupo para el que la palabra “crisis” describe la experiencia de la deuda estudiantil, ese es el segmento de alumnos y familias afroestadounidenses. Los estudiantes negros tienen muchas más probabilidades de pedir préstamos (17 puntos más), obtienen préstamos más grandes (hasta el doble, en promedio), y su tasa de incumplimiento es más alta (38 por ciento incumple a los 12 años de haber iniciado los estudios, vs. 12 por ciento de los universitarios blancos).

Scott-Clayton —cuyas investigaciones recientes se han centrado en los alarmantes patrones de incumplimiento de deuda estudiantil—, comenta: “Lo más perturbador no es que existan estas disparidades, sino su magnitud”.

A diferencia de otros grupos, una licenciatura no evita que los deudores afroestadounidenses tengan dificultades. De hecho, un egresado negro tiene más probabilidades de incumplir su deuda que un blanco que abandonó los estudios.

Y el título tampoco les ayuda a saldar sus préstamos universitarios: a 12 años de iniciar sus estudios, el promedio de los graduados negros debe 114 por ciento de lo que había recibido originalmente —es decir, más que el préstamo original—, comparado con 47 por ciento en el caso de los estudiantes blancos y 79 por ciento para los latinos.

Al buscar una explicación para estas disparidades enormes —no solo entre blancos y negros, sino entre deudores negros y estudiantes de otro color—, Scott-Clayton identificó algunos factores bastante previsibles. No obstante, aun considerando aspectos como ingreso familiar, educación parental, cantidades recibidas, calificaciones, títulos, empleo y salario posuniversitario, encontró que persistía una disparidad de 11 puntos entre las tasas de impago de los deudores negros y blancos.

En una carta dirigida a las senadoras Elizabeth Warren y Kamala Harris (entre otros que pidieron información sobre la mejor manera de atacar las disparidades raciales en la deuda estudiantil), Scott-Clayton compartió sus hallazgos, resaltando la diferencia inexplicable de 11 puntos y señalando que los resultados tal vez no “captaban plenamente las diferencias en las circunstancias económicas posuniversitarias de los estudiantes, el respaldo familiar, ni la información o desigualdad de los servicios que reciben de sus instituciones y otros prestadores para hacer frente al repago”.

Agregó que otro factor es “un legado de sesgo y discriminación persistente y pernicioso, el cual podría explicar por qué los patrones observados en los negros no hispanos son distintivos de las personas de color o los estudiantes de bajos ingresos”.

Fishman concuerda: “Los estadounidenses creemos que la educación resuelve todos los problemas, y la triste verdad es que no es así”, asegura. “Las investigaciones demuestran que la educación superior tiene un impacto muy pequeño en la brecha racial de la riqueza porque intervienen otros factores, como la discriminación del mercado laboral y el racismo institucionalizado en nuestra economía”.

Aun cuando es difícil corregir siglos de racismo sistémico en unos pocos años, Scott-Clayton sugiere medidas prácticas que resultarían útiles mientras tanto. Entre ellas: simplificar y automatizar el programa de repago basado en el ingreso, a fin de que los deudores con más limitaciones financieras puedan aprovecharlo junto con el programa de condonación de deuda, actualmente en estudio y dirigido a quienes deben hasta 6,125 dólares en préstamos para licenciatura. Casi 40 por ciento de los deudores de este grupo, y hasta 70 por ciento de los prestatarios negros, incurren en incumplimientos a los 12 meses. Y Scott-Clayton agrega que esta alternativa es muy buena para esos deudores, ya que los costos serían relativamente reducidos.

LÁSTIMA, PORQUE NO ES FÁCIL CONDONAR PRÉSTAMOS

Casi todos los candidatos presidenciales demócratas han hecho alguna propuesta para reducir la deuda estudiantil, y hasta Donald Trump está a favor de modificar los esquemas de repago para que resulten menos complicados.

No obstante, nada ha despertado más interés público que las drásticas propuestas de los senadores Elizabeth Warren y Bernie Sanders, quienes pretenden borrar todos los montos de todos los deudores universitarios (Sanders) o bien, una porción muy grande de la deuda de todos, excepto los contribuyentes más acaudalados (Warren). Fishman comenta que la condonación de deuda es “una idea nueva y extremadamente atractiva”.

Pero si necesita pruebas de que eliminar la deuda estudiantil estadounidense es mucho más difícil de lo que reconocen los candidatos, basta recordar lo que ocurrió cuando Estados Unidos hizo un esfuerzo más limitado en ese sentido: el programa federal llamado Condonación de Préstamos por Servicio Público. Suscrito por el presidente George W. Bush en 2007, el programa prometía perdonar la deuda estudiantil de quienes prestaran una década de servicio en el gobierno o alguna organización no lucrativa.

El problema es que los primeros deudores fueron elegibles hace apenas 18 meses, y el programa ha rechazado a casi 99 por ciento de los 74,000 aspirantes registrados: una tasa de fracaso espectacular que desató burlas, manifestaciones de ira y una avalancha de demandas legales, incluida la de Federación Estadounidense de Maestros contra la secretaria de Educación, Betsy DeVos, acusándola de una mala gestión pasmosa.

Muchos expertos en educación superior celebran que los candidatos traten de ayudar a los deudores en dificultades, pero también plantean interrogantes sobre los costos, la eficacia y la equidad de sus propuestas.

“Para alguien como yo, que ha trabajado en este campo desde hace mucho, es emocionante y alentador saber que el problema está recibiendo atención”, dice Scott-Clayton. “Pero ahora que hemos sorteado el primer obstáculo importante, me pregunto si estarán dirigiendo toda esa atención de la manera más productiva”.

En vez de acciones amplias y costosas para aliviar a los deudores que pueden costar sus pagos cómodamente, y hacer poco o nada para evitar problemas futuros de deuda estudiantil, muchos observadores abogan por iniciativas más dirigidas. Hacen falta soluciones para los desafíos más graves, como las altas tasas de incumplimiento en las escuelas privadas y los programas de titulación; el hipercomplicado sistema para repago de préstamos; las insignificantes revisiones crediticias; y los altísimos empréstitos otorgados a los estudiantes de posgrado, sus progenitores y cuantos ofrecen cantidades muy superiores a sus medios.

Fuente: https://newsweekespanol.com/2019/08/estados-unidos-la-verdad-detras-deudas-estudiantiles/

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Elecciones argentinas y crisis de la educación pública chilena: la contingencia se debate en Radioanálisis

Redacción: Diario Uchile

La doctora en ciencia política y académica del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, Claudia Heiss; la académica de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, Carla Peñaloza; y el doctor en filosofía y académico de la Universidad de Chile vinculado a Evópoli, Benjamín Ugalde, comentaron los hechos más relevantes que han acontecido en Chile y Latinoamérica.

Fuente: https://radio.uchile.cl/2019/08/19/elecciones-argentinas-y-crisis-de-la-educacion-publica-chilena-la-contingencia-se-debate-en-radioanalisis/

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Puerto Rico: Viven una odisea las asistentes del programa Montessori

Centroamérica/Puerto Rico/22 Agosto 2019/El vocero

Hilda Núñez, asistente de guía de la escuela pública Montessori Inocencio Cintrón Zayas, en Barranquitas, tenía la esperanza de comenzar labores el 5 de agosto con todos los maestros nombrados, pues es madre soltera de cuatro niños y carga sobre sus hombros toda la responsabilidad de su hogar.

Sin embargo, se ha visto sumida en una incertidumbre, al igual que sus compañeros de trabajo, ante la demora en la firma del contrato entre el Departamento de Educación (DE) y el Instituto Nueva Escuela (INE), que daría paso a la contratación de las asistentes de guías en las escuelas Montessori mediante la asignación de $3.5 millones.

“Para mí, mi trabajo lo es todo. Soy madre soltera actualmente y sobre mí recae todo el peso de lo que es mi casa. Me levanto todos los días súper emocionada para ir a mi trabajo porque amo lo que hago, es mi razón de vivir. Tengo cuatro hijos maravillosos y creo fielmente en esta filosofía. Esta es una filosofía de vida”, expresó.

Núñez vive en Aibonito y ha ofrecido su servicio en los pasados días de forma voluntaria, pese a que tiene un gasto de gasolina y cuido porque tiene una infante de apenas tres meses.

“Yo quisiera decirle al secretario de Educación (Eligio Hernández) que todos en Puerto Rico somos una prioridad porque nosotros somos una comunidad y todos pertenecemos a este país. La educación es lo más importante para que nosotros podamos crear un Puerto Rico mejor”, añadió.

Ayer el Comité Montessori para Todos exigió que se firme el contrato para que se puedan reclutar las asistentes de guías en las escuelas públicas Montessori.

Pese a la demora en la firma, Rosa Elena Suárez Sierra, madre de un niño de la escuela pública Montessori Luis Lloréns Torres, en Santurce, destacó que está esperanzada con que la situación se resuelva lo antes posible.

“Además de esta contratación de asistentes, queremos que la Ley 277-2018 —que crea la Secretaría Auxiliar Montessori dentro del DE con autonomía necesaria para proteger nuestro proyecto— que esa ley no sea letra muerta y que se le dé vida”, afirmó Suárez.

En ese aspecto, Daliana Suárez, representante de la escuela pública Montessori Juan Ponce de León, en Guaynabo, mencionó que con la firma del estatuto se tenía la esperanza de que el inicio de clases fuera uno diferente. Sin embargo, al día de hoy faltan cerca de 230 asistentes por nombrar y hay 15,000 estudiantes en el programa.

Mientras, Marilis Hernández, representante de la escuela pública Montessori Sofía Rexach, en Cantera, indicó que llevan año y medio esperando por reparaciones en un nuevo plantel escolar que había sido cerrado tras el huracán María.

“Nos dijeron que no era un cierre, sino una mudanza. Tenemos este plantel cerrado, se lo vamos a arreglar, va a quedar bien bonito, van a poder iniciar allá y extender la escuela más adelante hasta cuarto año. Esto fue en marzo o abril de 2018, pero que iba a estar listo en agosto”, dijo.

Posteriormente, se realizó una mudanza a la escuela Manuel Elzaburu Vizcarrondo en San Juan. Sin embargo, el domingo recibieron una comunicación del DE en la que se les indicaba que iban a comenzar en ‘interlocking’ en la escuela Fray Bartolomé de las Casas, en Santurce, en un horario por las tardes.

Educación da su versión

Sin embargo, el secretario de Educación destacó que ni en la región educativa de San Juan ni a nivel central se autorizó esa mudanza.

Sobre el contrato con el INE, Hernández indicó que se había reunido con el personal del INE y le había notificado los ajustes que se le debía hacer a la propuesta. En primera instancia, mencionó que los datos del informe de logros y el impacto académico debía ser actualizado, al igual que el desglose del presupuesto.

“No había establecido una explicación en términos del desglose del presupuesto. El presupuesto era muy genérico. Por lo tanto, no permitía ver la visibilidad de cómo se van a estar utilizando los fondos y en cumplimiento de otras legislaciones”, explicó.

Sin embargo, luego que se realizaron los cambios y fueron examinados, se notificó a la entidad de que le habían sido otorgados $3.5 millones mediante la asignación del presupuesto del DE. “Le notifico que el DEPR aprobó el desglose presupuestario que le fue requerido”, lee una carta.

“Nosotros iniciamos el proceso, el presupuesto está asignado. Ellos tienen que hacer la contratación a la fecha de efectividad de cuando firmen contrato con el DE. El contrato no se ha firmado”, dijo Hernández, al mencionar que ahora la responsabilidad está en la Secretaría Auxiliar de Educación Montessori.

“Los fondos siempre han estado disponibles. Lo que no estaba claro era cómo ellos pretendían utilizar los fondos. No había un desglose”, abundó.

Asimismo, anunció un nuevo procedimiento que se implementará sobre todo en el proceso de facturación porque “quien recibe el servicio no puede ser la misma persona que certifique la factura”.

“Van a tener un proceso de monitoreo. Eso incluye monitoría en términos de visitas a las escuelas para la prestación de servicios, entregas de informes trimestrales, un informe de logros final”, indicó Hernández.

Fuente e imagen: https://www.elvocero.com/educacion/viven-una-odisea-las-asistentes-del-programa-montessori/article_bf53a1d4-c3bd-11e9-9e6f-33ecb5a386fa.html

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El arte como «lenguaje universal» para combatir el acoso escolar y «construir ciudadanía»

Europa/22 Agosto 2019/Ceutaldia

Dieciocho personas de Rumanía, Bulgaria, Grecia, Lituania y España se han reunido este martes en Ceuta para participar en la cita de auditoría y seguimiento del proyecto SABA (‘Contra el acoso escolar a través de las artes’, según sus siglas en inglés de ‘Stand Against Bullying Through Arts’), una iniciativa enmarcada en los programas Erasmus+ de cooperación para la Innovación, el Cambio y las Buenas Prácticas y de Partenariado estratégico para la educación escolar.

La cumbre ha tenido lugar en la sede del PSOE de Ceuta porque «comparte los ideales» de la propuesta, aunque la parte española es «una empresa privada», ‘Euromedi Engineering’, según ha precisado su socio y administrador único, el también senador socialista Adil Mohamed, que coordina la parte española en un grupo que busca «trabajar desde arte, un lenguaje universal, para construir ciudadanía».

Sus socios son «de Rumanía, una asociación cultural y un instituto; de Grecia, otro instituto, como de Lituania, y de Bulgaria, una asociación de integración cultural para toda Europa». Los asistentes se han reunido para discutir y analizar el seguimiento del programa bianual, que ha llegado a su ecuador, así como «todos los hitos conseguidos y los cambios que se precisen para la subsanación de los puntos que procedan, ya que el proyecto se encuentra supeditado a las directrices de la Unión Europea».

La idea se desarrolla a través de «la implementación de las diferentes técnicas que los coordinadores adquieren en los talleres que se programan en los países integrantes del proyecto». En el caso de España, estas actividades se realizan a través de «la estrecha colaboración que existe con el CEIP Reina Sofía», concretamente a través de su Carnaval callejero.

«El objetivo es utilizar técnicas artísticas para combatir el acoso escolar en las aulas: hemos conocido el teatro de los oprimidos o el uso de la cámara oculta y hemos desarrollado actividades artísticas como murales y pintura que hemos desarrollado en la ciudad autónoma», se ha congratulado Mohamed.

En paralelo se lleva a cabo «un seguimiento y auditoria del proyecto mediante reuniones multilaterales con la visita de los coordinadores» como la celebrada en la ciudad autónoma. El PSOE ha destacado que haber acogido la reunión es «una muestra más de nuestro compromiso con una enseñanza pública y de calidad en la que la lucha contra el bullying y cualquier tipo de discriminación o violencia en las aulas es una de sus principales premisas».

Fuente: http://www.ceutaldia.com/articulo/educacion/arte-combatir-acoso-escolar/20190820182912205742.html
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Puerto Rico: Senado aprueba $123 millones para educación especial

Centroamérica/Puerto Rico/22 Agosto 2019/Univisión

Además, consolidan derechos de maestros y evalúan legislación sobre “rape kits”.

El Senado aprobó el lunes una medida del presidente, Thomas Rivera Schatz, para destinar $123 millones provenientes del Fondo General para atender las necesidades de los niños participantes del Programa de Educación Especial del Departamento de Educación (DE). La asignación de dichos fondos será para el año fiscal 2019-2020.

La votación de la Resolución Conjunta del Senado 399 fue de 27 a favor y dos votos en contra de los senadores Eduardo Bhatia Gautier y Miguel Pereira Castillo

La Resolución establece claramente que dicho dinero es en exceso del presupuesto certificado por la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) por lo que este dinero se destinará exclusivamente para sufragar los costos de terapias y evaluaciones de dicho programa.

Recientemente el Departamento de Hacienda anunció que los ingresos al Fondo General para el año fiscal que terminó en junio pasado alcanzó la suma de $11,855,900.00 sobrepasando por más de $2 mil millones la cantidad presupuestada para dicho año fiscal según el presupuesto certificado.

“Un exceso en recaudos nos permite decirle a la JSF con autoridad moral ‘aquí hay dinero y esa población vulnerable no debe ser objeto de carencia en los recursos que hacen falta para que puedan desarrollarse al máximo de sus capacidades’ …Eso es trabajar por Puerto Rico”, argumentó el presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz.

Por su parte, el senador Juan Dalmau Ramírez , quien consignó para el récord que votaría a favor de la medida, argumentó que la aprobación de la misma “atiende una necesidad que tiene una población vulnerable”. Sin embargo, recalcó que la Cámara Alta debe asegurarse que el dinero llegue directamente al Programa de Educación Especial y que no se quede a nivel central en la agencia porque “estos niños son tan iguales como todos”.

De forma similar se expresó el senador José Vargas Vidot quien definió la Resolución senatorial como una de “justicia social”.

“Este Senado no debe rendirse ante una Junta. La aprobación de este Fondo es una buena noticia, es una excelente noticia”, dijo Vargas Vidot.

Consolidan derechos de maestros

Por otra parte, y en la continuación de temas de educación pública, fue aprobado el Proyecto del Senado 1124 que consolida en un documento todos los derechos de los maestros del sistema público de enseñanza en la ‘Carta de Derechos del Maestro’. Esta medida fue aprobada por unanimidad.

El Presidente del Senado informó que la medida “no discrimina contra nadie por ninguna circunstancia”. “La legislación aprobada aquí cubre a todos los sectores desde lo más liberales hasta los más conservadores”, aclaró.

En su alocución el senador Eduardo Bhatia Gautier sentenció que debe “quedar claro que ningún derecho que existe hoy para un maestro está siendo enmendado con esta ley que no es limitar derechos, es ampliar derechos”.

Mientras, el senador Dalmau Ramírez expresó que la aprobación de esta pieza legislativa, “es un paso en la dirección correcta”.

“Nosotros sabemos que en la ejecución el maestro no solo enseña, sino que en muchos casos es padre, madre, conserje, director, etc y cumple con funciones que le impone el Departamento. Creo que esta Carta de Derechos es una manera de honrar y darle más herramientas a ese funcionario para protegerse contra abusos y contra discrimen”, añadió el senador independentista.

Precisamente sobre estos “abusos” y “discrimen” de los que habló el senador Juan Dalmau, el senador y maestro, Luis Daniel Muñiz Cortés, argumentó que ante las persecuciones que enfrentan los maestros “esta medida se atempera a nuestros tiempos”.

Para el senador José Vargas Vidot, el Proyecto del Senado 1124, esta Carta eleva “lo que se ha luchado a nivel sindical y se expresa ya como ley”.

La aprobación de estas piezas legislativas se da justo el mismo día en que se inauguró una biblioteca tecnológica en la escuela Montessori Luis Llorens Torres adoptada por el Senado desde el 2017. Allí, todos los trabajos de remodelación y reconstrucción en todos los lugares de la escuela, realizados por el Senado y varias agencias asciende a $442 mil. De hecho, Rivera Schatz anunció que también adoptará la escuela pública República del Perú.

Evalúan legislación sobre “rape kits”

Un informe de las Comisiones de Seguridad Pública y de Revitalización Social y Económica sobre la crítica situación que se ha vivido en el Negociado de Ciencias Forenses (NCF) sobre la situación actual de los ‘rape kits’ concluyó que en la Isla no existe legislación para regular un inventario de los mismos en la Isla.

“La legislación al respecto debería regular los tiempos límites para recoger los “rape kits” que tengan el consentimiento de la víctima por parte de la policía en un periodo de 72 horas. Se sugieren quince 15 días para entregarlo al NCF. El tiempo límite para analizar los “rape kits” debe ser un máximo de seis meses o antes de requerirlo el proceso judicial”, se lee en el Informe Final suscrito por los senadores Henry Neumann Zayas y Zoé Laboy Alvarado.

También concluye que el personal de la sección ADN y Serología del NCF es limitado en proporción a las solicitudes de análisis para los casos que se ventilan en los tribunales. “Es necesario el desarrollo de un plan de acción para analizar los casos que no van a verse en los tribunales, bien sea porque la victima desistió, no tiene interés en un mecanismo procesal o porque los “rape kits” no cumplen con los requisitos mínimos para el análisis por haberse recopilado la evidencia luego de haber transcurrido más de 72 horas de la agresión sexual.

Fuente: https://www.univision.com/local/puerto-rico-wlii/senado-aprueba-123-millones-para-educacion-especial

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