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Puerto Rico: Estudiantes en cabildeo contra la reducción en el salario mínimo federal

Fuente: .noticel.com / 6 de Mayo de 2016

En momentos en que en el Comité de Recursos Naturales de la Cámara Federal se han presentado dos borradores para establecer una Junta de Control Fiscal en la isla y reducir el salario mínimo federal a menores de 25 años, miembros del Consejo General de Estudiantes (CGE) de la Universidad de Puerto Rico (UPR) comenzaron un proceso de visita a los legisladores puertorriqueños para que se expresen sobre la medida.

“Iniciamos la primera ronda de reuniones con representantes y senadores para que se expresen contra la reducción en el salario mínimo federal a menores de 25 años, visitando las oficinas de 10 miembros del Senado de Puerto Rico y 6 representantes. Uno de nuestros objetivos es que tanto la Cámara de Representantes como el Senado de Puerto Rico hagan una expresión clara de que rechazan una reducción en el salario mínimo a menores de 25 años”, indicó Guillermo Guasp Pérez, presidente del CGE del Recinto de Río Piedras en un comunicado.

Detalló que esta primera ronda de visitas comenzará con reuniones con los senadores populares Ramón Luis Nieves, José Nadal Power, Antonio Fas Alzamora, Cirilo Tirado, Jorge Suárez y Ángel Rodríguez; así como con los penepés Itzamar Peña, Ángel “Chayanne” Martínez Santiago y Larry Seilhamer. También se reunirán con la senadora independentista María de Lourdes Santiago Negrón. Por otra parte, en la Cámara de Representantes tendrán reuniones con los miembros de la delegación popular, José Báez,  Ángel Matos, Rafael “Tatito” Hernández, Luis “Narmito” Ortiz, Roberto Ruiz de Porras y Manuel Natal Albelo.

“La pasada semana le solicitamos reunión a los 51 representantes y 27 senadores y agradecemos a quienes nos confirmaron para este jueves. Tenemos programadas una serie de visitas durante la próxima semana, de manera que se logre gestar una posición unánime en contra de esta medida que abonaría a continuar el éxodo de jóvenes del país que anunció esta semana el Instituto de Estadísticas”, puntualizó Guasp Pérez, también estudiante de economía.

Por su parte, el representante alterno ante la Junta Administrativa del Recinto de Río Piedras, Aníbal Y. López Correa, señaló que el éxodo de jóvenes debe alertar a toda la población debido a que el 50 por ciento de las personas que se están yendo del país tienen 29 años o menos. El estudiante de maestría destacó que el efecto que puede tener este éxodo afectaría significativamente al país.

De igual forma, indicaron que el grupo de estudiantes abogará por la aprobación del Proyecto de la Cámara 2883 que propone que cuando el Gobierno requiera contratar servicios, se le otorgue prioridad a la UPR a la hora brindar el servicio. Esta medida radicada por petición del Consejo General de Estudiantes pondría los conocimientos que tiene el profesorado y los estudiantes de la UPR al servicio del país.

“Tenemos una gran cantidad de profesores y estudiantes en las áreas de economía, ingeniería industrial, administración de empresas, psicología industrial que pudieran ayudar en brindar los servicios que le cuestan al país mil millones de dólares anuales. Promovemos el Proyecto de la Cámara 2883 porque entendemos que la UPR, especialmente en estos momentos de crisis económica, pudiera colaborar con el Gobierno y convertirse en el principal asesor de las agencias y municipios”, explicó López Correa.

Finalmente, señalaron que el grupo espera que las expresiones en contra de la reducción en el salario mínimo federal, como el Proyecto de la Cámara 2883 se apruebe en esta última sesión ordinaria con el consenso unánime de los miembros de las tres delegaciones del Senado y las dos delegaciones de la Cámara de Representantes.

El enlace original: http://www.noticel.com/noticia/189898/estudiantes-en-cabildeo-contra-la-reduccion-en-el-salario-minimo-federal.html

 

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España: Educación convoca los Campamentos de Verano 2016

Los estudiantes podrán participar gratuitamente en la actividad, que se desarrollará en las residencias escolares del Archipiélago entre el 26 de junio al 22 de julio.

Canarias/RTVC.ES/05/05/2016/Por: Redacción web RTVC

La Consejería de Educación y Universidades del Gobierno de Canarias ha convocado los Campamentos de Verano 2016, actividad que se desarrollará entre los días 26 de junio y 22 de julio en las residencias escolares del Archipiélago y que se centrará en el aprendizaje de la lengua inglesa, según informa en un comunicado.

Los centros podrán presentar a la Consejería de Educación y Universidades su relación de alumnado seleccionado para los Campamentos de Verano 2016 hasta el día 13 de mayo, publicándose el 16 de junio el listado definitivo de alumnado participante tras evaluación de la Consejería.

Los campamentos acogerán a un total de 1.955 estudiantes de todo el Archipiélago y tendrán lugar en las residencias de cada isla: Pedro García Cabrera y San Andrés, en Tenerife, San José, en La Palma, San Sebastián, en La Gomera, Haría, en Lanzarote, Puerto del Rosario, en Fuerteventura, y Santa María, Arinaga y Manuel Sosa en Gran Canaria serán los centros anfitriones de esta convocatoria. Por su parte, el alumnado de El Hierro se hospedará en la residencia Pedro García Cabrera, en Tenerife, costeando la Consejería el desplazamiento.

Destinados a estudiantes de 6º de Primaria y 1º y 2º de Educación Secundaria Obligatoria (ESO), los Campamentos de Verano 2016 se centrarán en estimular al alumnado en el aprendizaje de la lengua inglesa, a través de diversos talleres y actividades culturales, lúdicas y deportivas impartidas por profesionales nativos o con alto nivel en la competencia lingüística.

La distribución de plazas se realizará entre todos los centros públicos del Archipiélago que impartan los niveles a los que se dirige la convocatoria; así, cada centro seleccionará a 2 estudiantes de cada nivel educativo para participar en el campamento, y propondrá, además, 3 alumnos o alumnas de reserva.

De este modo, serán los centros educativos los que efectuarán la elección del alumnado, a través del Consejo Escolar, siguiendo como criterios de selección tener una nota media superior a 8’00 en la materia inglés y haber obtenido una nota media global igual o superior a 7’00 durante el presente curso académico.

Fuente: http://www.rtvc.es/noticias/educacion-convoca-los-campamentos-de-verano-2016-150504.aspx#.VywW8tLhDIU

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Argentina /La Plata: La facultad de Ciencias Exactas continúa con las clases públicas

Fuente: http://diariohoy.net// 6 de Mayo de 2016

Durante todo el día de hoy continuaban las clases públicas en la facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), como medida de protesta previa a la marcha de mañana viernes, en que se exigirá provincialmente en nuestra ciudad la implementación inmediata del Boleto Educativo Gratuito.

Los alumnos de esa unidad académica seguían hoy con la modalidad de dictar las clases en la vía pública, en este caso en calle 47 entre 1 y 115 y también sobre calle 1 de 47 a 50, en los alrededores de la facultad. Por tal motivo estaba cortado el tránsito, y colectivos y automóviles se vieron obligados a desviarse por calles alternativas.

Los reclamos por la mejora en la educación pública continúan multiplicándose a lo largo y ancho del país, y mañana se espera una movilización multitudinaria, con miles de estudiantes de todo el conurbano bonaerense y del interior provincial. La concentración está convocada en Plaza Moreno a las 15 horas para marchar posteriormente a la Gobernación, en plaza San Martín.

Esta nueva movilización tendrá lugar en medio de las recientes declaraciones del gobierno de María Eugenia Vidal, que sostuvo que el Boleto Educativo –que ya fue aprobado en julio del año pasado- no es una prioridad, argumentando falta de presupuesto para llevarlo adelante.

Enlace original: http://diariohoy.net/interes-general/la-facultad-de-ciencias-exactas-continua-con-las-clases-publicas-69027

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Importancia de la metodología de la investigación en la educación universitaria

Introducción

 

El método es un procedimiento cuyo origen se remonta a la antigüedad. Los grandes filósofos de la antigua Grecia ya utilizaban diversos métodos. A Sócrates se le atribuye el método deductivo y el método que lleva su nombre (Método Socrático). Pero ¿por qué se emplea un método? Simplemente porque permite hacer las cosas de manera racional y eficiente, es decir, ayuda a lograr las metas y objetivos con menos esfuerzo,  empleando la menor cantidad de tiempo y recursos.

La aplicación de un método ordena y orienta la ejecución de cualquier actividad. Así mismo, implica una planificación que impide obrar de manera azarosa e improvisada. En consecuencia, los métodos se aplican en diversas esferas de la vida humana: existen métodos de trabajo, de enseñanza, métodos terapéuticos y los métodos de investigación, en los cuales se enfoca el presente este artículo. En tal sentido, el método es entendido como un camino o serie de pasos que conducen a un fin: en este caso, la búsqueda de la verdad y la producción de nuevos conocimientos.

Con el avance de la ciencia se han diseñado métodos sistemáticos dirigidos a la obtención y verificación de conocimientos, conformando una disciplina denominada Metodología de la Investigación, necesaria y de gran importancia para la formación de futuros profesionales quienes tienen la necesidad de obtener y aplicar conocimientos relacionados con su especialidad. Reflexionar sobre la importancia de la Metodología es el objetivo del presente ensayo.

 

La Metodología de la Investigación como asignatura

El vocablo Metodología posee varias acepciones. En primer lugar, es una palabra compuesta por método (vía o camino para llegar a una meta) y por logos que significa estudio o tratado. Por consiguiente, en primer término, la Metodología es el estudio de los métodos empleados para alcanzar un fin.

Según Asti Vera (1968), el término Metodología posee dos acepciones, “una referida al campo de la pedagogía, concretamente relacionada con el estudio de los métodos de enseñanza, y la otra relativa al estudio analítico y crítico de los métodos de investigación y de prueba” (p. 16). Por supuesto, en este artículo se consideró la segunda acepción, es decir, la correspondiente al estudio y análisis de los diferentes métodos de investigación.

Para García Avilés (1996), la Metodología de la Investigación consiste en “…la reflexión crítica encargada de estudiar el surgimiento, desarrollo y validez de los métodos empleados en la ciencia…” (p. 65). Resulta claro, que para este autor la Metodología “opera a nivel teórico”, a diferencia de los cursos de Técnicas de Investigación que operan a nivel práctico.

Sabino (2000) considera que la Metodología consiste en “…el análisis de los diversos procedimientos concretos que se emplean en las investigaciones…” y coincide con García Avilés en que se deben reservar los términos técnicas y procedimientos para referirse “…a los aspectos más específicos y concretos del método que se usan en cada investigación” (p. 35).

No obstante, la realidad demuestra que los cursos de Metodología de la Investigación impartidos a nivel superior, están centrados más en las técnicas y procedimientos que en la discusión sobre los métodos, entendidos como el modo de obtener un conocimiento científico.

De hecho, otros autores como Hernández Sampieri, Fernández y Baptista (2010), así como Arias (2011), se inclinan hacia el enfoque operativo de la Metodología. Este último autor expresa que “la Metodología de la Investigación se ocupa del estudio de los métodos, técnicas e instrumentos que se emplean en el proceso de investigación.” También, esta disciplina analiza los diferentes métodos, técnicas y procedimientos e indica su pertinencia y limitaciones a la hora de ponerlas en práctica. En este orden de ideas, se asume la Metodología en el mismo sentido adoptado en los cursos impartidos en las Instituciones venezolanas de Educación Universitaria. Es decir, se entiende como una asignatura que abarca, no sólo la discusión teórica sobre el método, sino también el aspecto operativo referido a las técnicas, procedimientos e instrumentos que se emplean en una investigación.

Es importante aclarar que igualmente válida es la acepción del término Metodología como el conjunto de métodos que se emplean en una investigación científica (RAE, 2016).

 

Importancia de la enseñanza de la Metodología en la Universidad

La transición de la Educación Media al nivel universitario implica que el estudiante deja de ser un receptor de conocimientos, para iniciar una formación que le permitirá el análisis crítico y la posterior generación de conocimientos. Precisamente, la producción de conocimientos o investigación es una función inherente a la universidad. Más aún, la mayoría de las normativas internacionales coinciden en señalar la investigación como una función de tanta importancia como la asignada a la docencia. No existe docencia de calidad sin investigación.

Actualmente, el ejercicio de las funciones universitarias es el resultado de numerosas experiencias y de ensayos, cuya intención no es otra que la de hacer más eficientes las labores de docencia e investigación para obtener un mayor rendimiento en cuanto al aprendizaje se refiere y una mayor productividad en las actividades de investigación. En esta dirección, se han elaborado tratados sobre cómo enseñar y cómo investigar. Particularmente, para la investigación se han formulado métodos sistemáticos dirigidos a la obtención y verificación de conocimientos.

De allí la importancia de la Metodología de la Investigación para la formación de los futuros profesionales, quienes en sus respectivas carreras, se encuentran en la necesidad de obtener y generar conocimientos relacionados con su especialidad. Por ejemplo, el abogado investigará en el campo jurídico, el médico aplicará técnicas de investigación en el campo de la salud y el educador empleará la Metodología de la Investigación en el aula de clases. En síntesis la Metodología, como conjunto de procedimientos y técnicas concretas de indagación, puede aplicarse en cualquier disciplina o área del conocimiento científico.

Según Trujillo, Zambrano y Vargas (2004), la importancia de la Metodología de la Investigación reside en que:

  • Permite el análisis reflexivo y crítico de los conceptos teóricos a desarrollar en una investigación.
  • Implica la utilización de pasos y procedimientos para resolver problemas cuyas soluciones se hallan por la aplicación del método científico.
  • Desarrolla la capacidad de crítica y argumentación a la hora de tomar decisiones frente a los procesos a seguir.
  • Es una herramienta fundamental para el desarrollo de las actividades académicas y científicas.
  • Establece el rumbo correcto de una investigación asegurando un trabajo eficaz y eficiente frente a logro de resultados.

Además, la Metodología de la Investigación:

  • Presenta y explica las diferentes técnicas para recolectar datos.
  • Indica cómo elaborar los instrumentos.
  • Señala el porqué de los procedimientos y advierte sobre las consecuencias de obviarlos.
  • Suministra información útil para la toma de decisiones.
  • Permite la verificación o refutación de juicios emitidos por otras personas.
  • Proporciona una base de conocimientos o marco de referencia necesario para fijar posiciones en la vida.

                   Relación de la Metodología de la Investigación con otras asignaturas básicas

 

La Metodología de la Investigación, en la práctica, se vincula con todas las áreas de conocimiento de la vida universitaria. Cada materia constituye un objeto o tema de investigación. De esta manera, el estudiante, al cursar cualquier asignatura y al profundizar en un tópico específico, puede plantearse interrogantes o problemas que lo conducirán a la obtención de nuevos conocimientos. Tanto la investigación de campo como la investigación experimental, requieren para su divulgación, la elaboración y presentación de informes escritos. Concretamente, el alumno, al emprender una indagación, se ejercita en actividades intelectuales básicas como la lectura y la escritura.

Arturo Uslar Pietri, reconocido intelectual y escritor venezolano, en su obra “Educar para Venezuela” (1981), expresó que la escuela venezolana era “muda”, debido a que no enseñaba a leer ni a escribir. Sin embargo, en la universidad constantemente se exigen monografías e informes. La evaluación del alumno gira, fundamentalmente, en torno a la comunicación escrita. Es evidente la estrecha relación entre  las asignaturas Metodología de la Investigación y Lenguaje y Comunicación.

Por otra parte, cuando en una investigación se aplica la técnica de la encuesta, los datos obtenidos son analizados mediante la estadística. He aquí otra relación: Metodología y Estadística. En este sentido, para poder lograr la generalización de los resultados obtenidos en una investigación, se utiliza la inferencia estadística, es decir, técnicas cuantitativas que permiten extrapolar los resultados arrojados en un pequeño grupo de individuos o “muestra”, a una población mucho más grande de la cual se extrajo dicha muestra (Salama, 2002).

En síntesis, cuando el estudiante aplica la Metodología de la Investigación, simultáneamente pone en práctica otras asignaturas o áreas básicas del conocimiento, por cuanto éstas no se manifiestan de forma aislada, sino que se relacionan, se integran y complementan.

 

A modo de conclusión

            La asignatura Metodología de la Investigación es esencial en cualquier programa de formación universitaria, incluso a nivel de postgrado. Esta materia teórica-práctica, proporciona las herramientas para la planificación, ejecución y divulgación de cualquier investigación o proceso dirigido a la obtención de nuevos conocimientos.

  • Así mismo, la Metodología contribuye a que el estudiante desarrolle una actitud crítica ante el “bombardeo” de información, típico de nuestros días. De esta manera, podrá analizar, discernir, evaluar y juzgar juicios emitidos, para luego construir una verdad con la mayor objetividad posible, con fundamento en el conocimiento acumulado y con base en los pasos del método científico.
  • Desde el punto de vista práctico, la Metodología orienta al estudiante para la realización de estudios-diagnósticos, identificación de prioridades y análisis para la toma de decisiones, que coadyuven en la solución de problemas comunitarios, educativos y gerenciales.

Recomendaciones

La Metodología de la Investigación debe ser una asignatura, unidad curricular o área académica obligatoria en todas las carreras o programas de formación universitaria y no debe limitarse únicamente a conformar un eje transversal del currículum.

  • Además de impartirse en los primeros semestres, la Metodología debe insertarse como un contenido fundamental en los programas de todas las materias que integran los planes de estudio, de tal modo que el estudiante investigue sobre temas de cualquier asignatura y que se no considere la Metodología sólo como una herramienta necesaria para elaborar el Trabajo Especial de Grado al final de la carrera.
  • La Metodología de la Investigación debe enseñarse vinculando la teoría con la práctica. Parafraseando a Carlos Sabino, el estudiante, sólo aprenderá a investigar investigando. Es por eso que los aspectos metodológicos deben relacionarse con todas las áreas y aplicarse en el estudio y análisis de diversos temas. Por ejemplo, si se imparte Metodología a estudiantes de Administración, el profesor deberá enfocar la aplicación de las técnicas de investigación en el abordaje de problemas específicos del campo administrativo.
  • Para cumplir con la recomendación anterior, el profesor de Metodología de la Investigación, requiere un perfil multidisciplinario, pero principalmente, debe poseer una formación en un área afín con la carrera en la que imparte clases (Arias, 2008). Por ejemplo, un profesor que dicte dicha asignatura en la carrera de Informática o Computación, debería poseer los conocimientos básicos de estas disciplinas, así como una formación general en el área tecnológica.
  • Por último, las instituciones universitarias deben poner especial atención en la formación, capacitación y actualización de los profesores de Metodología de la Investigación, por cuanto éstos son los responsables directos en la transmisión los conocimientos, habilidades y destrezas que le permitan al estudiante y futuro profesional, la solución de problemas en su campo de acción mediante la aplicación del método científico y la generación de nuevos conocimientos.

 

Referencias

Arias, F. (2008). Perfil del profesor de Metodología de la Investigación en educación superior. Disponible en: http://www.eumed.net/libros-gratis/2011c/982/

 

Arias, F. (2011). Metodología de la investigación en las ciencias aplicadas al deporte: un enfoque cuantitativo. Disponible en: http://www.efdeportes.com/efd157/investigacion-en-deporte-enfoque-cuantitativo.htm

 

Asti Vera, A. (1982). Metodología de la  investigación. Caracas: Kapelusz.

 

García Avilés,  A. (1996). Introducción a la metodología de la investigación científica. México: Plaza y Valdés.

 

Hernández Sampieri, R., Fernández, C. y Baptista, P. (2010). Metodología de la investigación 5ª ed. México: McGraw-Hill.

 

Real Academia Española (2016). Diccionario de la lengua española. Disponible en: http://dle.rae.es/

 

Sabino, C. (2000). El proceso de investigación. Caracas: Panapo.

 

Salama, D. (2002). Estadística. Metodología y Aplicaciones. Caracas: Ediciones de la Biblioteca de la Universidad Central de Venezuela.

 

Trujillo, G.;  Zambrano, D. y Vargas, A. (2004). Importancia de una metodología de investigación y su relación con el diseño y elaboración de un proyecto investigativo de carácter social. Disponible en: www.manizales.unal.edu.co/modules/unrev_ creando/documentos/Metodologia.pdf

 

Uslar Pietri, A. (1981). Educar para Venezuela. Caracas: Autor.

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Honduras: Misión Comercial de Educación 2016 de EEUU imparte información sobre programas de educación

La Misión conformada por 22 instituciones académicas es organizada por el Departamento de Comercio de los Estados Unidos de América, con el apoyo de EDUCATION USA; y forma parte de una gira por Centro América que incluye también visitas a Panamá y Guatemala.

Una Misión Comercial de Educación está en Honduras, ofrece este miércoles información sobre programas de licenciaturas, maestrías, cursos de verano, programas de inglés, posgrados e información sobre becas, que ofrecen veinte y dos (22) instituciones educativas de los Estados Unidos de América.

Estas instituciones educativas no estarán ofreciendo estudios gratuitos, su objetivo es dar a conocer la oferta de estudios que tienen en sus diferentes instituciones educativas.

La Misión conformada por 22 instituciones académicas es organizada por el Departamento de Comercio de los Estados Unidos de América, con el apoyo de EDUCATION USA; y forma parte de una gira por Centro América que incluye también visitas a Panamá y Guatemala.

Durante la Feria de Educación, los representantes de las universidades sostendrán reuniones con los consejeros y/o administradores de colegios, universidades, padres de familia y estudiantes. Además, se ofrecerán charlas sobre el debido proceso de solicitud para visa de estudiante, y sobre los pasos a seguir para ingresar a una institución de educación superior en los Estados Unidos.

La Misión Comercial de Educación es un compromiso del Gobierno de los Estados Unidos para apoyar la educación en el país, fomentar las alianzas, intercambios y programas de acreditación conjunta entre las instituciones de Educación Superior de Honduras y los Estados Unidos. Desde el año 2006, los Estados Unidos ha visto un incremento de estudiantes Centroamericanos en sus campus. A la fecha, existen 5,961 estudiantes de Centro América en los Estados Unidos, de los cuales 1,760 son hondureños.

Estudiar en los Estados Unidos representa una ventana de oportunidades para jóvenes hondureños ya que les permite fortalecer y desarrollar sus habilidades, tener experiencias multiculturales y aprender el idioma inglés; optando así a mejores empleos en el futuro.

Las 22 instituciones que estarán en la Feria de Educación son: Augsburg College; California State University, Monterey Bay; Central New Mexico Community College; Central Washington University, Coastal Carolina University, Duquesne University, English Language Institute, University of Utah; Florida Keys Community College; Florida State University; Full Sail University; Lane Community College; Mohawk Valley Community College; St. Cloud State University; Saint Martin’s University; Schiller International University; Stony Brook University; Tallahassee Community College; Truman State University; University of Delaware; University of North Carolina, Wilmington; Virginia Tech Language and Culture Institute; y Weber State University.

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México: Estudiantes del IPN convocan a diálogo con SEP el 12 de mayo; “faltaron a su palabra”: Nuño

AristeguiNoticias/05 de mayo de 2016/ Por: Redacción AN
Los estudiantes decidieron, esta madrugada, posponer la reunión con el secretario, para que se realice en instalaciones politécnicas y no en las de la SEP; el funcionario criticó y lamentó que los estudiantes no hayan acudido al diálogo.

El diálogo entre la secretaría de Educación federal y líderes estudiantiles del IPN, se mantiene estancado, luego de que los estudiantes decidieron no asistir a la reunión con el titular de la SEP, que él mismo había agendado para este jueves en las instalaciones de su dependencia.

Según Proceso, los jóvenes que mantienen el paro de labores en 15 escuelas vocacionales del Instituto Politécnico Nacional (IPN) rechazaron la audiencia con el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Aurelio Nuño Mayer, en los términos que éste había señalado.

Desde la madrugada de este jueves, señalaron mediante un comunicado, que aunque la comunidad politécnica aceptaba el diálogo con el  funcionario, no se asistiría, como en las condiciones que él mismo había propuesto.

“La comunidad politécnica solicita una mesa de diálogo pública en las instalaciones del Instituto Politécnico Nacional, no una negociación privada en las oficinas de la Secretaría de Educación Pública, por lo que proponemos que esta mesa de diálogo pública se realice el día jueves 12 de mayo en el Auditorio Alejo Peralta del Centro Cultural Jaime Torres Bodet, a las 14 horas”, se lee en el comunicado dirigido la comunidad politécnica, a la opinión pública y a Aurelio Nuño, en ese orden.

La SEP

Por su parte, el secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer, lamentó la decisión de representantes estudiantiles del IPN, de no acudir a la audiencia que ellos mismos solicitaron.

“Los estudiantes interesados no arribaron a la mencionada audiencia, sin dar razón alguna que sustentara el rechazo a su propia solicitud”, señaló el funcionario.

No obstante, Nuño Mayer refrendó su interés de establecer un diálogo responsable con representantes de toda la comunidad politécnica, cuando se normalicen las actividades académicas y administrativas en los planteles que se encuentran en paro.

“El diálogo sincero y de buena voluntad no se puede construir faltando a la propia palabra”, expuso el titular de la SEP.

En ese sentido, hizo un llamado para que, en beneficio de la comunidad estudiantil, y al no haber motivos ni circunstancias para mantener suspendidas las actividades escolares, los estudiantes atiendan el llamado del director general del IPN y regresen a clases a más tardar el próximo 9 de mayo, para evitar perder irremediablemente el semestre académico.

Fuente: http://aristeguinoticias.com/0505/mexico/estudiantes-del-ipn-convocan-a-dialogo-con-sep-el-12-de-mayo-faltaron-a-su-palabra-nuno/

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EEUU: The Armed Campus in the Anxiety Age

Fuente: http://www.theatlantic.com/ 5 de Mayo de 2016

Campus-carry laws add unnecessary worry to communities already overwhelmed by unease.

ATLANTA, Ga.—A while back, a student at Georgia Tech, where I teach, showed me a series of anonymized “threats” that students in a notoriously difficult class of mine had posted in an online discussion forum. I’d just returned grades, and nobody was happy. “Does he have kids?” one asked. “I’m going to steal them and blackmail him,” answered another.” “Had kids,” added a third.

They’re the kind of comments you wouldn’t think twice about—just typical college students communing over a tough professor. Unless, that is, you also knew that those students might be permitted to carry concealed firearms on campus. Then their words might take on a different tenor, even if just hypothetically.

Eight states already allow gun possession on college campuses. Texas was the latest to adopt a campus-carry law, which will take effect August 1. Andlegislation allowing licensed gun holders over 21 to carry concealed handguns on college campuses set to reach the Georgia Senate floor as early as this week might make my state the ninth. (Of the remaining states, 19 currently ban concealed carry on campuses, and 23 leave the decision up to individual campuses.)

Texas’s law has incited a spate of recent distress among educators. Fritz Steiner, UT Austin’s dean of architecture, cited the law as a catalyst for seeking another position—he is leaving UT to become the dean of the University of Pennsylvania School of Design. The University of Virginia media studies professor Siva Vaidhyanathan, who is a UT Austin alumnus, withdrew his candidacy as a finalist for dean of that school’s Moody College of Communication due to his concerns about the new gun law. And faculty everywhere spurned a University of Houston Faculty Senate presentation on teaching after the law’s enactment. The tips it offers to faculty in the campus-carry era include “Drop certain topics from your curriculum” and “limit student access off-hours.”

University administrators don’t particularly like such policies either. Among those testifying against campus carry before the Georgia Senate Judiciary Committee last week was the University System of Georgia chancellor Hank Huckaby. His office, along with the presidents and campus police chiefs of all 29 University System of Georgia institutions, including the University of Georgia and the Georgia Institute of Technology, all oppose concealed carry on campus. And it’s not just the administrators and faculty who are concerned. A survey conducted by Georgia Tech’s Student Government Association two weeks ago revealed that a majority of students oppose concealed handguns on campus.

College students’ whole lives have been lived bathed in vague and constant threat.
Like elsewhere, critics of campus carry in Georgia make appeals to the safety of students and faculty. Concessions in the current bill would still prohibit guns in dormitories, fraternities and sororities, and athletic facilities—an exclusion justified by the possible presence of alcohol in these areas. Last weekend, the gun control advocacy nonprofit Everytown for Gun Safety aired a television ad opposing campus carry, which also cites alcohol’s impact on gun safety as a primary concern.
Meanwhile, Governor Nathan Deal, who had been swayed to oppose campus carry in a bill two years ago that expanded Georgia gun laws, has indicated his support for the measure this time around—partly because the “Wild West scenario” predicted after 2014’s so-called “Guns Everywhere” bill has not come to pass.

Apart from the discharge of firearms themselves, another case against guns on campus appeals to the chilling effects it might have on free speech. Writing last week for The Atlantic, Firmin DeBrabander cited the University of Houston presentation as evidence that campus carry could censor college classrooms. If faculty and students cannot discuss contentious issues in the open without “fear of inciting angry students to draw their guns,” Debrander reasons, then democracy itself could be undermined.


But both the appeals to safety and to free speech only superficially address the problem with guns on campus, and they do so by taking positions that many gun-rights proponents don’t share anyway. Safety cuts both ways, and appeals to security have long justified support for expanded gun rights in America. If college campuses are among the few venues where guns are prohibited, argue gun advocates, then they will become targets for attacks. And when it comes to free speech, supporters of expanded gun rights will happily pit their Second Amendment against their opponents’ First. These arguments lead nowhere—particularly in states like Texas and Georgia with strong and proud cultures of firearms ownership.

A better case against guns on campus appeals to anxiety rather than safety or speech. Deep and pervasive unease already pervades college campuses, and safety and speech worries are just instances of a more general and more universal anxiety.

Today’s college students are beset by unease. And it’s no wonder why—their whole lives have been lived bathed in vague and constant threat. Today’s 21-year-old students were born in 1995. They were kindergarteners on 9/11, and their whole childhoods were backgrounded by forever war. Their primary and secondary schooling took place under the supposed reforms of No Child Left Behind, which meant an education designed around lots of high-stakes testing and the preparation necessary to conduct it.
They entered high school just after the 2008 global financial crisis, after which declines in the tax base led to billions of dollars of funding cuts to primary, secondary, and postsecondary public education. Here in Georgia, the lottery-funded HOPE Scholarship, which had paid full college tuition for students who kept a 3.0 average, increased its achievement requirements for full tuition and eliminated support for books and fees. Meanwhile, tuition rose precipitously—35 percent over the last five years at Georgia Tech—as funding declined. And as state funding has waned, flagships like UGA and Georgia Tech have increasingly pursued more lucrative out-of-state enrollments, while increasingly relying on gifts, endowments, grants, and contracts as state funding has become a minority contributor to institutional budgets.

Getting into college also became harder. In the arms race to raise test scores and thereby rankings, admissions have pushed average SAT scores at Georgia Tech up from 1420 in 2013 to 1449 in 2015, only adding to the anxiety of admission. Twenty-five points doesn’t sound like much, but because of the way the SAT is scored, it might amount to a difference of as few as one or two incorrect answers on the exam. A couple answers might measure a differential in academic performance and potential, but it might also represent the accident of a cold testing facility or a stressful commute into the exam. Every aspect of these kids’ lives are drawn taut. One badly timed sneeze can spell disaster.

Once enrolled, college campuses are brimming with new anxieties, and newly trenchant versions of old ones. The issues of preparation, access, and affordability to create an environment in which mere survival overwhelms learning—let alone indulgences like free speech. Then someone like me comes along and teaches the same class I would have taught five or 10 or 15 years ago, only to find that students are falling apart from the stress rather than from the materials. No wonder they fantasize about kidnapping my family.

A concealed-carry campus becomes a campus in which everyone carries a potential gun.
Even the successful students still must contend with a much worse economic lot than their cohorts did in the past. At Georgia Tech, even students who pursue “practical” degrees in areas of supposed economic growth, like computing, still face massive competition and pressure for jobs. I have students who have filed hundreds of applications and endured five or 10 separate interviews for a single entry-level job, including time-consuming cross-country trips to all-day interviews, before finally receiving an offer. The only greater motivator than fear is debt.


Guns arrive on campus today in this context of massive, wholesale collegiate anxiety. DeBrabander is right to worry that they might have a chilling effect on speech, but the chill goes so much deeper, straight to the bone. A concealed-carry campus becomes a campus in which everyone carries a potential gun. And the potential gun is far more powerful than the real gun, because it both issues and revokes a threat all at once. Made habitual and spread atop an already apprehensive base, that sort of mental anguish is nothing short of terrorism.

Think back to those online comments from my students. Even if they were merely playful—which really is all that they were—they suddenly seem threatening once firearms are in the picture. You don’t even need a gun to make it happen. The idea of a gun is sufficient. And that’s just me! I’m the one with the tenured professorship! Now imagine the students, all trying to make it through my class and everything else with all those ideas of guns in the room and on the quad.

An unspoken secret about firearms is that both proponents and opponents of gun laws share a common position: that guns ascribe a feeling of power and control to their bearers. Gun detractors are foolish not to acknowledge this truth of firearms, and they are reckless for sneering at gun owners who seek (legal) refuge in this feature of the weapons. Yes, we pay a dear price, measured in mortal lives, for that feeling of control and power when firearms are used improperly. And yes, as a nation, we seem to have decided that this price is acceptable. But not just from insanity or evil. When violence does erupt, it finds its source in fear and anger and hopelessness more than it does in mental instability. Absent other comforts and certainties, is it any wonder that firearms become such a tempting salve?

Yet in giving in to that temptation, we pay another price, too. It’s harder to see but even more pervasive. It is the quiet, constant apprehension of the idea of the gun in the room, the truly silenced barrel of the firearm that probably doesn’t exist but might, and whose possible existence alters the way we think and behave.

That guns on campus are having their moment right now is no accident. The entire college experience, along with the supposedly prosperous young adulthood into which college spills out, is imploding under the weight of unprecedented apprehension. And worst of all: That apprehension isn’t even neurotic and overzealous. It’s entirely reasonable for young people to fear a future that has never been more tenuous.

There are reasons to fear on college campuses. But those fears are misdirected at hypothetical bad guys with guns against whom good guys with guns would prevail. We’d better spend our worry—and our legislative effort—de-escalating the massive anxiety among college students today. We can do that by providing the resources to teach them well as kids, to give them affordable opportunities to pursue higher education, and to help them secure productive places in society matched to their talents and capacities. The great tragedy and sorrow of the push to extend gun rights to every nook and cranny of American life is not that firearms make people feel greater power and greater control in those contexts. It’s that they are so stripped of that power and control that they should need to seek solace in guns in the first place.

IAN BOGOST is a writer, game designer, and contributing editor atThe Atlantic. He is the Ivan Allen College Distinguished Chair in media studies and a professor of interactive computing at the Georgia Institute of Technology.

El link original: http://www.theatlantic.com/education/archive/2016/03/campus-carry-anxiety-age/472920/

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