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Educación de Calidad o Barbarie.

 

Luis Bueno Rodríguez.

La superación de la fragmentación[1]

Educación de Calidad para las Mayorías Nacionales

La educación (como aquí se entiende)es el vehículo y proceso de preservación, sistematización, transmisión y creación de las culturas materiales e inmateriales, que expresadas en conocimientos son producto, patrimonio y propiedad de la humanidad y de las sociedades, naciones, etnias y grupos sociales diversos que la integran. La docencia, la investigación, la preservación, (re)creación y difusión de la cultura y el servicio expresan las funciones sustantivas que las diversas instituciones educativas y culturales que, en todos los niveles, tienen el imperativo del cumplimiento de esta función social. Las entidades educativas y de la cultura son la organización institucionalizada de esas labores que las sociedades sostienen y les encomiendan con el propósito de recibir a cambio conocimientos, culturas y servicios preservados, sistematizados, renovados y enriquecidos permanentemente.

A partir de esta concepción, el acceso al binomio conocimiento-cultura deviene en un derecho humano universal, alcanzable sólo con una educación pública, gratuita y científica, alejada de la comercialización y el lucro que la prostituyen y deterioran. La combinación de su carácter público, gratuito y científico, junto con la coexistencia de alumnos y profesionales de la educación en condiciones laborales, de vida y estudio satisfactorios, además de las condiciones materiales y técnicas apropiadas de las instituciones, propician, en un ambiente de pluralidad y democracia, la generación de conocimientos y procesos de enseñanza-aprendizaje de calidad.

La educación también produce a los individuos que participan en su proceso, a la vez que transforma incesantemente los contenidos y orientación del propio conocimiento y la naturaleza exterior con la que se relaciona a través de las habilidades, destrezas, actitudes, costumbres, máquinas, herramientas conceptuales y simbólicas, sociales y técnicas creadas y aprendidas. Bien vista, este tipo de relación es en el fondo el propósito último de la educación y la cultura, única esperanza para hacer realidad “la plena unidad del hombre con la naturaleza, la verdadera resurrección de la naturaleza, el naturalismo realizado del hombre y el realizado humanismo de la naturaleza.” (Marx).

El carácter científico del conocimiento no significa otra cosa más que la búsqueda de la(s) verdad(es) histórica y socialmente construidas, a la vez siempre cuestionadas y puestas en duda. Su tarea es ubicar los prejuicios, fanatismos y los conocimientos chatarra en el cesto de la basura. En consecuencia, se tiene en el centro y como meta la formación de sujetos críticos y activos en el propio proceso educativo, en la relación entre los profesores y los alumnos, pero también entre todos ellos y sus instituciones con la sociedad y los poderes públicos. En este sentido, la calidad en la educación no puede ser más que la expresión de la cercanía del conocimiento con las verdades y culturas descubiertas y construidas en el pasado, en el presente y para el futuro por las distintas disciplinas, en la búsqueda constante de la reconstrucción de la unicidad entre hombre y naturaleza.

El conocimiento es la materia de trabajo para los trabajadores de la educación y la cultura sin importar el nivel ni la institución de que se trate ni del puesto de trabajo que se desempeñe. La centralidad del trabajo del conocimiento expresada en las funciones sustantivas de las instituciones educativas y de la cultura –docencia, investigación, difusión de la cultura y el servicio-  debe reconocer la participación de todo tipo de trabajadores, desde el más renombrado científico e intelectual de las más altas categorías académicas hasta el trabajador de limpieza, pasando por bibliotecarios, oficinistas, vigilantes, secretarias, etc., como partícipes y autores directos e indirectos, pero todos concurrentes, en la creación y difusión del conocimiento y la cultura.

Sin embargo, en una sociedad de clases, el conocimiento padece distintas fragmentaciones a objeto de facilitar su uso para fines lucrativos, a través del deterioro de sus fines formativos para ubicarla en simple adiestramiento y la adopción de valores acordes a la ética del capital. Este hecho convive en permanente tensión con su carácter liberador e incluso subversivo cuando lo que se construye, imparte y difunde es el conocimiento científico como posibilidad para conocer y, sobre todo, transformar la realidad social, humana y la naturaleza toda. Esta es la importancia de la lucha por una educación científica, pública y gratuita para todas y todos y la oposición a su mercantilización y privatización.

El Trabajo y los Trabajadores del Conocimiento. La doble fragmentación

Consecuencia de la división entre el trabajo manual y el intelectual, el trabajo del conocimiento sufre la misma lógica de la fragmentación del trabajo manual aterrizando en las así conocidas como disciplinas, cada vez más especializadas y cada vez más relatadas a más temprana edad y en niveles escolares inferiores. La división entre las ciencias ¨duras¨, las sociales y las humanidades son una primera expresión de esta fragmentación pero que ya da cuenta de su posterior profundización rumbo a la configuración de una oferta educativa atenta a las necesidades del mercado laboral. La separación entre teoría y práctica, entre ciencia y tecnología, entre ciencias básicas y ciencias aplicadas son otras manifestaciones del mismo fenómeno. La misma separación entre las funciones de docencia, investigación y difusión de la cultura expresa otra modalidad de la fragmentación. Las diversas combinaciones de las distintas divisiones del trabajo del conocimiento se expresan de manera organizada en las múltiples instituciones relacionadas con el ámbito educativo y de la cultura en sus diversos niveles con resultados en diversas especializaciones enajenantes. La última y quizá más grave pretensión de continuar por este camino se anuncia con la iniciativa de creación de la Secretaría de Cultura que da continuidad a la mal llamada “Reforma Educativa”.

Es desde esta parcelización como podríamos entender la desconexión de los distintos niveles educativos e instituciones. A lo que se suma la antinatural  división entre instituciones de carácter público y privado, además de la diversa ubicación arbitraria de sus estatus jurídico entre instituciones autónomas, federales, estatales, federales-estatales, descentralizadas, públicas descentralizadas, etcétera, que da cuenta de la aplicación absurda de distintas normatividades laborales: Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado (Apartado “B”), Ley Federal del Trabajo (Apartado «A”), Capítulo Especial para las Universidades e Instituciones Públicas Autónomas por Ley de la Ley Federal del Trabajo, leyes laborales estatales, leyes reglamentarias diversas y combinaciones varias.[2]

Por otra parte, la existencia en México del gigantesco Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), no oculta una segunda y trágica fragmentación: la de las organizaciones sindicales de este sector de trabajadores de la educación y la cultura, que imita el caos organizativo del “sistema”[3] educativo mexicano ya señalado, para no hablar de la gran cantidad de trabajadores, particularmente del sector privado, que no cuenta con sindicato.[4] Es obvio advertir que esta circunstancia de debilidad sindical, a la que se suma el entreguismo de la dirección charra del SNTE y la pasividad de una buena parte del sindicalismo universitario, es la que ha permitido que en el pasado y en el presente avancen una serie de medidas mercantilizadoras y privatizadoras de la educación y la cultura.

En cuanto al sindicalismo universitario, los continuos esfuerzos de una de sus expresiones no han sido suficientes para remontar las derrotas y distintas medidas legales regresivas[5]. Las cuales, por ejemplo le otorgaron exclusividad a las instituciones para la definición de los términos de ingreso, promoción y permanencia del personal académico, sustrayéndo estas temáticas laborales de la negociación y pacto bilaterales.

Es esta doble fragmentación lo que explica la grosera precariedad de los trabajadores de la educación, particularmente de los niveles medio superior y superior, expresada en casi el 70% de docentes contratados por horas como promedio (más del 85% en las instituciones privadas), circunstancia que hace inviable cualquier propósito de mejoramiento de la calidad. (Ver Gráfica 1) Es así que el principal reto de los trabajadores de la educación y la cultura es justamente superar su dispersión y fragmentación organizativa si se quiere realmente defender sus derechos laborales y sindicales,  y como condición para construir su proyecto alternativo de educación y cultura nacionales si se pretende que tenga alguna viabilidad.

La precariedad laboral en las universidades

La palabra precariedad, como lo son pobreza, progreso, desarrollo, bienestar u otras, ha sido comúnmente usada a diestra y siniestra; adquiriendo significados y significantes diversos ad hoc para quien la utiliza según el caso. Es decir que, para poder encuadrar la condición de precariedad para un sector particular de los trabajadores, en este caso, las y los trabajadores de la educación superior y la cultura, un primer paso es entender en sí mismo el concepto mismo de precariedad.

De manera resumida, se parte de diferenciar entre la precariedad del trabajo por un lado; y la precarización del trabajo por el otro. Para después visualizar algunas de las expresiones de ambos conceptos en el sector educativo y cultural.

La precariedad del trabajo, hace referencia a una condición permanente, una tendencia siempre presente en las economías capitalistas, basadas en la ‘libre’ compra y venta de fuerza de trabajo y en la generalización del intercambio mercantil, así como del trabajo asalariado en sí mismo. Es una condición inherente al capitalismo [Sotelo : 2016]. Es decir, al ser las y los trabajadores, sujetos de una institución social ajena (el mercado de trabajo y su dinámica), la incertidumbre externa (fuera de las capacidades laborales, de la productividad misma o del desenvolvimiento de las distintas actividades laborales en sí mismas); léase precariedad, existen permanentemente.

Sin embargo, poco nos dice esta somera definición; de ahí la importancia de pensar, al mismo tiempo la precarización del trabajo, entendiendo a ésta última, no como una condición permanente, inherente; sino como una dinámica, un proceso, momentos históricos particulares, que se cristalizan en leyes, reglamentos, existencia (o no) de sindicatos, de contratación colectiva, entre otros factores. Es decir, la precarización del trabajo, vendría a ser una forma de analizar qué tan extendida está la permanente condición de precariedad laboral en un momento dado. Inversamente, es un botón de muestra del nivel de resistencia sindical y social a las medidas de  precarización misma del trabajo; de ser la primera mínima, la segunda resultaría maximizada.

Para nuestra época, la del neoliberalismo, marcada por derrotas generalizadas del movimiento obrero y de sus organizaciones, de la extensión de distintas reglamentaciones contrarias a los intereses de la clase trabajadora, podríamos decir, en general, que la precarización del trabajo no sólo ha avanzado, sino que se ha desprendido del abandono, por parte del estado, de importantes funciones de reproducción social (salud, educación, transporte público, cuidados, entre otros). Finalmente, huelga decir que es la condición de incertidumbre, el canal conector entre los dos conceptos referidos. Incertidumbre en el empleo que, a diferencia de otras condiciones (informalidad, subempleo, etc.), al hablar de precariedad se puede presentar de múltiples formas: contratos, facilidad de despido, entre otras. Todo lo cual, de alguna manera, podría pensarse que la precarización del trabajo sería una especie de antónimo conceptual al concepto más conocido y difundido en el mundo del trabajo, como lo es el de trabajo decente.

Por lo tanto, es en el sector de la educación y la cultura, donde pueden encontrarse algunas de las expresiones más nítidas de lo anteriormente referido. Máxime en el nivel superior si, como ya se mencionó, el avance de la iniciativa privada por sobre la escuela pública es más extendido que en los niveles básico o medio. Es así que se puede explicar que la descapitalización de la educación pública, venga acompañada de medidas de precarización del trabajo en las universidades: la extensión de contratos por horas, un mayor peso de estímulos y bonos de productividad como proporción del ingreso, por sobre el sueldo base.

 

Educación de Calidad o Barbarie

Las medidas de privatización/mercantilización en la educación iniciaron con la instalación de las políticas neoliberales de los gobiernos priístas y panistas, bajo indicaciones de organismos multilaterales como la OCDE o el Banco Mundial. Buscan utilizar al sistema educativo como un aparato de control social así como para la formación de los cuadros técnicos enfocados a un mercado laboral precario.

Desde esferas gubernamentales e institucionales, se instrumentan fuertes dispositivos, tales como los estímulos, los miles de convenios universidades-empresas, y el modelo de educación dual del nivel medio superior, para el control de las comunidades y colectivos académicos, incluidos sus organizaciones sindicales, para fomentar el individualismo y la competencia, así como la reorientación de su trabajo de investigación y docencia hacia las problemáticas empresariales.

Es en los niveles medio superior y superior dónde más claramente se puede notar el avance de la privatización educativa, al día de hoy. Es decir, conforme se avanza de nivel educativo, la presencia de instituciones públicas se debilita en favor de las privadas. (Ver Gráfica 2)

Perspectivas y Tareas

De ninguna manera es aceptable, bajo el pretexto de la devaluación del peso o la caída de los precios del petróleo, el aumento de la deuda pública y las bajas previsiones de crecimiento se atente contra la educación pública, gratuita, científica y de calidad, contra las condiciones laborales y la estabilidad en el empleo de los trabajadores administrativos, docentes, investigadores y de la  cultura de estos sectores. Por el contrario, la Ley de Egresos de la Federación debe  contemplar una mejoría real a los presupuestos de nuestras instituciones, que les permita cumplir cabalmente con su función social ya expuesta.

La Reforma Educativa carece de legitimidad, no tiene un contenido pedagógico, no contiene un planteamiento preciso e integral de la educación y del sistema educativo nacional y de los fundamentos filosóficos y pedagógicos.Es regresiva y lesiva, contiene un retroceso en los derechos laborales y sindicales de los trabajadores de la educación y en los derechos  de los estudiantes de recibir una educación pública y gratuita. En lo cultural, se reemplazan valores históricos y nacionales por valores que provienen de la globalidad mercantil trasmitidas a través del adoctrinamiento a las nuevas generaciones con patrones culturales de la clase dominante.

Es un retroceso que rompe el pacto social y político de la Revolución Mexicana y que dieron estabilidad a la nación, dada la importancia que ha tenido la escuela pública mexicana como parte de la identidad nacional y cultural, como factor de movilidad social y desarrollo económico.

Es por esto que es urgente convocar y construir un movimiento nacional basado en la unidad de todas las organizaciones democráticas de trabajadores de todos los niveles de la educación; que pueda desembocar en un Paro Nacional Educativo(en lo inmediato, una primera convocatoria, ya en curso y preparación, es el 16 de mayo próximo) que exprese el rechazo nacional al intento de privatizar la educación y despojar a sus trabajadores del derecho a un trabajo permanente.

GRÁFICOS

Gráfica 1: Precarización del Trabajo Académico en los niveles Medio Superior y Superior

grafico 1

 

Gráfica 2 Privatización de la Educación Media Superior y Superior

grafico 2

[1]El presente documento es una versión ampliada de una primera versión aprobada por la Nueva Central de Trabajadores (NCT) y presentada en la Segunda Convención Nacional de los Trabajadores de la Educación organizada por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE). Esta nueva versión todavía se encuentra en proceso de revisión y aprobación por la NCT.

[2]El caso de la Universidad Autónoma Metropolitana ejemplifica una suerte de hibridez en la norma aplicable: Capítulo especial de la LFT (Apartado “A”) más Apartado “B” (ISSSTE, FOVISSSTE, PENSIONISSSTE) en materia de seguridad social.

[3]El caos es de tal magnitud que difícilmente se puede hablar de la existencia de un sistema educativo en México. Todo parece indicar que, en todo caso, se trata de todo un sistema de control de los trabajadores del conocimiento, basado en la fragmentación.

[4]Para mayor detalle sobre la dispersión sindical, ver la presentación en Power Point “Educación y Sindicalismo democrático educativo”.

[5]La reforma al artículo 3° Constitucional de 1980 o, dentro del Capítulo de Trabajos Especiales de la LFT, del Capítulo XVII “Trabajo en las Universidades e Instituciones de Educación Superior Autónomas por ley

*Fuente de la imagen destacada: http://redlatinasinfronteras.bligoo.com/mexico-educacion-de-calidad-o-barbarie

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Argentina. Habrá paro docente la semana próxima, en medio de un conflicto que ya afecta a un millón y medio de universitarios

Los seis sindicatos de docentes universitarios, que alcanza también a los docentes de los colegios preuniversitarios, rechazaron ayer la nueva propuesta salarial del gobierno

Argentina/05 mayo 2016/Autora: Luciana Vázquez/ Fuente: La Nación

rata de la tormenta perfecta y no está protagonizada por George Clooney sino por el ministro de Educación nacional Esteban Bullrich que enfrenta un oleaje mayúsculo del sistema universitario público, que representa el 80 por ciento del alumnado universitario total, sumando privados y estatales. El otro 20 por ciento de alumnos asiste a universidades privadas.

El epicentro pasa por el reclamo de los gremios docentes, que exigen una actualización salarial urgente y significativa, y por las movidas estratégicas de los hombres fuertes del sistema, los rectores de las universidades nacionales, que demandan fondos para paliar el aumento de tarifas que los deja al borde la luz cortada por falta de pago y observan con actitud vigilante la marcha de las paritarias docentes universitarias mientras ejercen su poder con astuta discreción y juegan sus fichas en el tablero de la política nacional.

Ayer fracasó la sexta negociación paritaria entre el gobierno y los docentes universitarios y lo más grave: en plena negociación y avanzando mayo, el mes en que vence el acuerdo salaria de 2015, ni siquiera se fijó fecha para una nueva mesa paritaria.

Conadu Histórica convocó al paro desde el lunes próximo por cinco días. Conadu, para el jueves 12 y viernes 13. Y habrá marcha nacional de docentes universitarios el jueves 12.

«El plazo para nueva reunión es el viernes 13: si no se acuerda algo para esa fecha, el aumento no podrá arrancar en junio, cuando debería estar en vigencia la nueva paritaria», dice contundente la secretaria adjunta de Conadu, Verónica Bethencourt. El tiempo apremia.

En la reunión fallida estuvieron, por el gobierno, el responsable de la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU), el abogado Albor Nikki Cantard, y la subsecretaria Danya Tavela, y por los docentes, los seis gremios de docentes universitarios que participan de las paritarias de ese nivel educativo -Conadu, Conadu Histórica, CETERA, Federación de Docentes de las Universidades (FEDUN), FAGDUT (la Asociación Gremial Docente de la UTN) y la Unión de Docentes Argentinos (UDA)- en un sexto intento para llegar a un acuerdo salarial que disipe al menos uno de los frentes de tormenta del mundo universitario.

Sin embargo, una vez más quedó astillada la mesa de negociación y el tiempo para el diálogo que supone la paritaria, roto. La responsabilidad es compartida: con los niveles de inflación presentes luego de los tarifazos, el gobierno tiene pocos argumentos para retacear puntos porcentuales y postergar la segunda cuota de aumentos hasta diciembre.

Por el lado de los sindicatos más combativos, siguen convencidos de que la presión del paro durante días en plena negociación paritaria les da más fuerza. Lo cierto es que no: obtienen lo mismo, poco, que los sindicatos que menos paros hacen.

En el medio, los más afectados con distintas intensidades según el acatamiento en cada caso: los estudiantes universitarios, 1.480.000 alumnos que asiste a las universidades públicas, según cifras provistas por el ministerio de Educación nacional, y especialmente los más de 37.000 mil alumnos de los 63 colegios secundarios dependientes de las universidades, según cifras de la Dirección Nacional de Información y Evaluación de la Calidad Educativa (DINIECE), que en algunos casos también cuentan con nivel inicial y primario.

Son decenas de miles de adolescentes, chicos de primaria y jardín de infantes, perjudicados por un conflicto salarial que se prolonga por más de un mes y que los deja boyando día a día, desconcertados en un tiempo sin forma escolar. La escolaridad obligatoria exigida por la Ley de Educación Nacional vigente, incumplida una vez más. Un delito por el que nadie nunca paga ningún costo. La naturalización del paro docente se ha vuelto una costumbre argentina.

¿Qué quieren los gremios?

Entre el 40 y el 45 por ciento de aumento para alcanzar el nivel de inflación acumulada desde octubre de 2015. Esos son los techos aspiracionales de los gremios de más peso entre los profesores universitarios: la Conadu, de perfil más negociador, más prudente en el llamado al paro, demasiado cercana al kirchnerismo en los años anteriores y más opositora ahora con el macrismo según sus críticos, y la Conadu Histórica, más combativa pero demasiado intransigente, dicen gremialistas que cuestionan su dureza con los paros que afectan a chicos.

La diferencia de perfil se nota en la cantidad de paros docentes convocados desde marzo: 4 paros Conadu contra 14 de Conadu Histórica sin prurito alguno ante la negociación en marcha, con algunos llamados comunes a la huelga. Otro dato: Conadu Histórica no firmó la paritaria cerrada en 2015.

La realidad es que los dirigentes gremiales saben que los techos que buscan son una utopía: no los van a obtener. Son realistas, se conforman con menos pero en ciertas condiciones.

El secretario general de Conadu Histórica, Luis Tiscornia, explica: «Una negociación razonable estaría en un punto intermedio entre el piso del 34 o 35 por ciento de la negociación de los otros niveles educativos (primarias y secundarias provinciales), para poner los pies en la tierra, y el 45 por ciento que estamos pidiendo». Y agrega: «Vidal arregló en provincia 34 por ciento de aumento desdoblado pero la segunda cuota es en agosto. Bullrich propone diciembre para cobrar en enero de 2017. Una locura».

Bethancourt, de Conadu, también parte de las paritarias de primaria y secundaria. «Ellos lograron más de 30 por ciento según la provincia, la primera cuota fue en marzo retroactivo a febrero y la segunda en agosto, que se cobra en septiembre. Pero a nosotros nos quieren dar el 15 a partir de mayo. es decir los primeros meses nada y el otro 15, a diciembre».

La retroactividad del aumento es una condición innegociable para los gremios. Para Conadu Histórica, desde marzo; Conadu no especifica plazos.

En la mesa paritaria de ayer, la oferta del gobierno no fue muy distinta a la reunión fracasada del lunes: suba del 15 por ciento para mayo más un porcentaje según el cargo docente, que en el caso del profesor titular es un aumento del 1 por ciento, todo a percibir en junio; 2 por ciento por título de posgrado a cobrar en julio, 5 por ciento en octubre a cobrar en noviembre y 11 por ciento diciembre para diciembre, a cobrar en enero. Treinta y cuatro por ciento en total. Nada de retroactividad. Y que la paritaria dure hasta el 31 de marzo de 2017. Los gremios rechazaron la oferta de plano.

El porcentaje del aumento acerca a las partes pero el factor innegociable es la retroactividad y el plazo de la segunda cuota: diciembre, jamás. A lo sumo, agosto, como los docentes provinciales.

Bullrich tiene otro análisis y el lo hizo público: que el aumento representa en realidad el 51,86 por ciento interanual, según explicó en Radio Continental.

¿Cómo llega a ese número? Desde el ministerio de Educación nacional responden: suman los aumentos obtenidos cobrados desde junio del año pasado y en todo 2015, pues la paritaria cerrada el 31 de mayo de 2015 todavía está vigente, a los aumentos que ofrecen ahora, antes del nuevo cierre de paritaria en este mes. «Es un análisis falaz», dice Bethencourt.

Gobierno y algunos gremios como Conadu Histórica, coinciden en que las paritarias universitarias deberían volver a hacerse antes del inicio del ciclo escolar. Fue en 2015, a instancias del ministro de Educación Alberto Sileoni, que empezaron a fijarse de junio a junio con el apoyo de Conadu entre otros gremios.

¿Quiénes son los más afectados?

«Es un problema que la paritaria universitaria se discuta a nivel de los docentes de las facultades. Las escuelas preuniversitarias quedan como los últimos vagones del tren». Así lo explica el rector del Colegio Nacional de Buenos Aires (CNBA), Gustavo Zorzoli.

En el Nacional Buenos Aires, por ejemplo, ya llevan perdidos 14 días de clase por paros, que llegaron a tener 85 por ciento de adhesión, desde que comenzó el ciclo lectivo a mediados de marzo. Las autoridades del colegio buscan organizarse pese a todo. Pero es difícil.

El Buenos Aires implementó una grilla que cuelga en su página web por la noche, cada víspera de paro docente, para que los profesores que no adhieren a la huelga anuncien si dan clases o no: casillero verde es clase; casillero vacío, paro.

Los 2100 adolescentes del Buenos Aires y sus padres viven en la incertidumbre total desde el 14 de marzo cuando arrancó su año escolar. Nunca saben si habrá o no habrá clases, cuántas horas, qué profesor adhiere.

«Ni loco voy por una hora», le dice un alumno de primer año a su madre. Hay paro y el chico vio la grilla: tendrá una sola hora de clase al día siguiente y si no va, ausente. El valor percibido de la hora de clase cae en picada entre los adolescentes en este contexto, que viven en unas vacaciones continuas «interrumpidas» por las pocas horas efectivas de clase.

De los 38 días hábiles de clases, el Buenos Aires sólo tuvo 22. Perdió 16, 14 por el paro, 1 por el operativo de seguridad de Obama en el microcentro, el barrio del colegio, y otro por limpieza luego de medidas de fuerza de los no docentes.

«Más allá de la cuenta de los días, para mi hijo y mi familia las clases en verdad no empezaron. Ir a la escuela es otra cosa. La dispersión de los chicos con este conflicto es enorme y es un problema para la continuidad de cualquier proceso de aprendizaje», dice el doctor en Historia, docente universitario e investigador del CONICET Luciano de Privitellio, que tiene un hijo en el Buenos Aires.

Las autoridades del colegio ya anunciaron que deberán acortar contenidos y cambiar los plazos de cierre de notas.

Ante el conflicto, la reacción de las familias de los colegios universitarios es variada. En el CNBA, un grupo nutrido de padres tomó una actitud activa, dialogó con AGD Conadu Histórica, el gremio más fuerte en el colegio, enloqueció a Bullrich por su famoso whatsapp, redactó un comunicado , juntó firmas de padres y logró una reunión de 50 minutos con Cantard y Tavela el lunes último.

«Miles de niños y adolescentes del país están en sus casas cuando deberían estar en la escuela sin que las autoridades nacionales hayan dado hasta el momento algún signo de preocupación al respecto», decía el comunicado.

En San Juan un grupo de padres de alumnos de colegios preuniversitarios analizaban una acción judicial directamente: un pedido de amparo ante la justicia federal para que garantice el derecho a la educación de sus hijos. Lo mismo habían hecho en 2014.

Otros padres prefieren mayor distancia respecto de los sindicatos y esquivan que la posición de padres dentro de la comunidad educativa equivalga a una adhesión partidaria o sindical. No quieren «ser usados» y reducir el rol de los padres a intereses políticos que les resultan ajenos.

Los profesores de los colegios preuniversitarios votan entre hoy y mañana sobre la adhesión al paro de la semana próxima.

Fuente de la Noticia:

http://www.lanacion.com.ar/1895818-el-paro-docente-ya-afecta-a-un-millon-y-medio-de-universitarios

Información de la Foto:  Soledad Aznárez

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El rector de la UNCuyo presiona a los docentes para que no adhieran al paro

Indicó que se hará un relevamiento de los docentes en huelga, “sin dar nombres”.

Argentina/07 mayo 2016/Autor: Corresponsal LID/Mendoza/ Fuente: La Izquierda Diario

Daniel Pizzi, rector de la UNCuyo, se reunió con un grupo de padres de los colegios universitarios. En relación al paro nacional convocado para la próxima semana, pidió a los docentes que concurran “al menos dos días”. También indicó que se hará un relevamiento de los docentes en huelga, “sin dar nombres”.

El rector de la UNCuyo, Daniel Pizzi, recibió este jueves a un pequeño grupo de padres de estudiantes secundarios. Los mismos le entregaron una carta donde manifestaban su preocupación por “el derecho a la educación”. Como respuesta, el rector le planteó a los padres y a los medios que “la idea es poder avanzar para la próxima semana con el objetivo de abrir dos o tres días los colegios de la universidad, con un mínimo de participación de profesores y directivos”.

Cobarde frente a Macri, valiente contra los docentes

Pese a no tener arte ni parte en el asunto, Pizzi se propone desactivar la huelga docente en la UNCuyo y los colegios universitarios. Aunque exprese “preocupación” por la educación, Pizzi nada dijo del recorte de presupuesto que están sufriendo las universidades, donde corren peligro de cierre carreras enteras como en el Comahue, o en universidades como la UBA o la Universidad de la Matanza el presupuesto no alcanza para pagar la luz. Al contrario, celebró los 15 millones de pesos que recibirá la UNCuyo luego de la reunión de Macri con los rectores. Estos 15 millones representan menos del 1% de aumento sobre el presupuesto anual. El rector está “molesto” (sic) por los paros docentes y no por el ajuste.

Convocada por FADIUNC, la medida de fuerza se tomó luego del fracaso de la reunión paritaria del miércoles. En la misma, el gobierno macrista sostuvo su “oferta” del 15% de aumento en mayo, 5% en octubre y 10% en diciembre. Además, sostienen que la próxima semana cerrarán el conflicto por decreto si no hay acuerdo.

Crece el apoyo al paro docente

Aunque siga la campaña de desprestigio contra los docentes universitarios, fogoneada por los medios, lo cierto es que el paro crece en apoyo y adhesión. La próxima semana, los estudiantes de la UNCuyo convocan a la jornada de clase pública en Plaza Independencia. Allí realizarán una asamblea conjunta y decidirán cómo participar de la jornada nacional en defensa de la educación pública, prevista para el jueves. Numerosos cursos se pronunciaron a favor del paro en asambleas, como también las carreras de Trabajo Social, Música, Sociología y Artes Visuales. Estas asambleas fueron impulsadas por la agrupación La Izquierda al Frente, rama universitaria del FIT, que presentó un proyectoapoyando a los docentes en la Cámara de Diputados de la provincia.

Fuente de la Noticia:

http://www.laizquierdadiario.com/El-rector-de-la-UNCuyo-presiona-a-los-docentes-para-que-no-adhieran-al-paro

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En Venezuela: surge el nuevo modelo productivo en la Unesur

La Universidad Nacional Experimental del Sur del Lago (Unesur) trabaja en procesos productivos de avanzada y calidad en el marco de la Agenda Económica que adelanta el Gobierno Revolucionario.

“Estos son procesos productivos en marcha en la @Unesur_oficial. Surge el nuevo modelo: la Universidad Productiva”, afirmó el Ministro del Poder Popular para la Educación Universitaria Ciencia y Tecnología, Jorge Arreaza desde su cuenta Twitter @jaarreaza.

La Universidad Nacional Experimental del Sur del Lago (Unesur) mediante sus propuestas se apuntala como una institución productiva en materia agroalimentaria.

Esta Universidad trabaja en procesos productivos de avanzada y calidad en el marco de la Agenda Económica que adelanta el Gobierno Revolucionario.

Los proyectos adelantados se ajustan a las necesidades del país, así como el trabajo que vienen realizando en materia Socio productiva que incluyen propuestas autosustentables, de allí que la Unesur se consolida como una Universidad Productiva.

Fuente: http://www.mppeuct.gob.ve/actualidad/noticias/surge-el-nuevo-modelo-productivo-en-la-unesur

Fuente de la imagen: http://2.bp.blogspot.com/_j0cuYZXb4fk/TNMycpri_YI/AAAAAAAAAAM/Om94xGr50vw/s1600/Lechuga3.jpg

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Papua Nueva Guinea: University Senate rejects students’ protest request

Papua Nueva Guinea/ mayo de 2016/ Papua Nueva Guinea education news

Resumen: El Senado Académico de la Universidad de Papua Nueva Guinea ha rechazado la solicitud de los estudiantes a boicotear las clases, la decisión del Senado fue en relación a dos puntos, el primero referente a el libre flujo de las actividades académicas y la segunda de los derechos de cada estudiante a asista a clases con poca perturbación o intimidación. El senado académico es la autoridad suprema que preside los asuntos académicos de la universidad.

THE University of Papua New Guinea academic senate has rejected the students’ request to boycott classes.
Vice-chancellor Prof Albert Mellam told a press conference yesterday afternoon that the senate’s decision was in relation to two issues – free flow of academic activities and the rights of every student to attend classes with little disruption or intimidation.

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The academic senate is the supreme authority that presides over the academic affairs of the university.
“After lengthy discussions and careful considerations of those two issues, the senate resolved to reject the petition by the students to cancel classes yesterday and to suspend academic activities of this university for an indefinite period,” Mellam said.
Executive dean of the School of Law Prof Mange Matui said the senate was also concerned it was three weeks away from first semester exams and it wanted to see the academic programmes delivered as scheduled.
“The university administration through the SRC has communicated that we are on the 11th week.
“We only have about three to four weeks before the semester ends and we cannot disrupt the academic activities of the university,” Matui said.
Mellam and Matui urged students to return to classes.
“There are academic consequences. Senate will obviously meet, we are monitoring the situation on a daily basis, and there are disruptions to the academic activities.
“When senate meets, it will take its decision on the next course of action based on the faculty boards that make up the different faculties,” Mellam said.
It is understood he gave approval for a forum last Wednesday for students to discuss and debate issues of interest to the student population.
However, the students sought endorsement to have a forum on matters that were outside of the university and on Monday demanded that classes be suspended indefinitely. Students were understood to have waited at the forum square yesterday morning for an address by the vice-chancellor.
By 4pm, they deserted the forum square as Mellam tried to address them following the senate’s decision.
Mellam said the senate would assess the situation over the next few days and possibly meet on Friday for further deliberation.
Meanwhile, SRC president Kenneth Rapa told the media that he had conveyed the senate’s decision, but it was the students’ decision to continue the boycott.
The National


Fuente:
http://edu.pngfacts.com/education-news/university-senate-rejects-students-protest-request

foto:
http://edu.pngfacts.com/uploads/1/1/3/2/11320972/8997123.jpg?304

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En el Reino Unido: Cuando la cantidad de investigaciones publicadas es el nombre del juego, las mujeres se quedan en el banquillo

Mientras que los hombres pueden ganar puntos para producir montañas de investigaciones publicadas, las mujeres jamás tendrá una oportunidad justa de promoción académica

Sarah Green /

Hay un desajuste fundamental entre los objetivos declarados de las universidades como empleadores y las prácticas de recursos humanos que se implementan. El mensaje oficial es que las cifras tienen que cambiar, que el equilibrio debe ser reparado, y que la cultura tiene que cambiar. En la práctica, ese mensaje está distorsionado por los procedimientos de contratación, retención y promoción que afianzan el status quo de la academia.

Gran parte del sector aún no ha abordado la cuestión crucial de la cantidad frente a la calidad cuando se trata de investigar. En la actualidad, los que toman el permiso parental (casi siempre mujeres) están en desventaja por un sistema que coloca el valor del número de publicaciones sobre un CV. Mientras la cantidad sigue siendo la piedra de toque de los logros de muchas instituciones, nunca habrá igualdad de oportunidades.

Eso no es para sugerir que las mujeres deben tener un viaje más fácil para su carrera académica y como investigadoras; pero si una oportunidad mas justa. Hasta el año pasado, todos menos un par de semanas de permiso parental se podría conceder a las madres, pero no a los padres, lo que significa que las mujeres, hasta la fecha, han pasado más tiempo en el cuidado de los niños y menos en investigación que sus homólogos masculinos, en ese sentido los criterios profesionales contra los que son juzgados tanto siguen siendo los mismas.

Es necesario el ajuste de criterios de nombramientos y ascensos para tener en cuenta el hecho de que un menor número de investigaciones publicadas requeridas se pueden producir en un período corto de tiempo, lo que no implica bajar los estándares. Imagine una competición deportiva en la que se permite que un equipo de 35 créditos y el otro equipo tiene derecho a 50 créditos, pero en el que el objeto es permanecer más tiempo compitiendo en la misma carrera. Esta razón sería considerado como simplemente no grillo.

Uno de los principales logros del siglo 20 fue dar a las mujeres opciones, pero uno de los principales retos del siglo 21 será indemnizarlas contra los costos de esas opciones, dado que los hombres desproporcionadamente ocupan posiciones de poder y toma de decisiones, sin embargo, es difícil ver cómo esto va a suceder. Si la capacidad de tener todo esto es su derecho de nacimiento, este problema es poco probable que se atienda en el escenario futuro.

Este es un problema cultural y uno que se extiende mucho más allá de la torre de marfil. Un factor agravante en el mundo académico, sin embargo, es el término de «licencia parental». Los académicos anhelan «permiso» como espacio para pensar y escribir, sin restricciones mediante la ejecución de los departamentos, el asesoramiento sobre políticas, estudiando minuciosamente las cuentas, la organización de conferencias, la solicitud de financiación, marcando , escribiendo conferencias, dirección de tesis y así sucesivamente. Es algo que debe ser disfrutado cuando lo tienes, y envidiado cuando otros lo hacen.

Hay una sensación entre algunos, sin embargo, que las cantidades de permiso parental deberia ser lo mismo: un período de descanso, productivo y agradable de tiempo fuera de la enseñanza y la administración.

De hecho, el permiso parental es, en este sentido, anti-licencia. Desde un punto de vista físico, no es en absoluto reparador, desde un punto de vista profesional, no es en absoluto productiva (no, no es posible encajar en la investigación de mérito durante la hora de la siesta). En cuanto a lo agradable,  depende de la persona; algunos lo aman, algunos lo odian. En este último caso, se trata por lo general debido a que faltan al trabajo o el miedo, con razón, que están siendo dejados atrás por sus compañeros en la oficina.

Sea lo que sea, hay poca posibilidad real de elección en la materia; biología y las limitaciones legales dictan que las mujeres tienen que dar un paso atrás desde el día de trabajo para nutrir los seres humanos en miniatura, que son tan potente y prometedor, ya que son dependientes e indefensa.

No es, quizá, la luz al final del túnel de siglos: el proyecto de compartir el permiso parental introducido en abril del año 2015 permite que ambos padres compartan 50 semanas de licencia y 37 semanas de pago entre ellos en el primer año de vida de su hijo. Si esto significa que el impacto de las interrupciones de la carrera comienza a ser sentida por los hombres, es probable que la demanda de las mujeres en este sentido, sea tomada tambien muy en serio.

Fuente de la noticia: http://www.theguardian.com/higher-education-network/2016/may/03/while-quantity-of-research-is-the-name-of-the-game-women-are-left-on-the-sidelines

Fotografía: Alamy

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El libre acceso al Conocimiento, más allá del capital

Santiago José Roca P.

  1. El tema del acceso al conocimiento se vincula con la preocupación por los términos en los cuales el resultado del trabajo intelectual, considerado como un bien intangible, puede ser aprehendido, utilizado, modificado y compartido una vez que el autor declara la voluntad de liberarlo de las normas de propiedad capitalista. En ocasiones, puede que el problema se vea reducido al tema de las normas jurídicas y los usos comerciales de los bienes de producción intelectual, como por ejemplo en el caso de la oposición entre las licencias copyleft y copyright. Las licencias copyleft, precisamente, suponen una respuesta a las formas de licenciamiento del conocimiento basadas en la concepción de la propiedad privada capitalista, y permiten que las personas que no son titulares de los derechos morales y patrimoniales (de acuerdo con las pautas del copyright) puedan tener acceso al conocimiento en el marco de determinadas condiciones.

En los tiempos actuales, cuando presenciamos la ampliación de los regímenes jurídicos que favorecen la apropiación privada del conocimiento, las licencias copyleft, como la General Public License (GPL) y Creative Commons (CC) prestan un servicio inestimable a la necesidad de mantener la posibilidad de compartir el conocimiento, toda vez que proporcionan herramientas que facilitan la ampliación de los derechos intelectuales a terceras personas, de forma tal que los “derechos morales” permanecen inalterados en cuanto a la autoría original pero se establecen un conjunto de concesiones para el manejo de los contenidos. Estas facilidades han permitido la expansión de una comunidad de usuarios de las licencias copyleft nada despreciable, soportada fundamentalmente por la creación de software libre y por la generación de contenidos documentales y audiovisuales que, dependiendo de los términos escogidos, permiten que cualquier persona pueda acceder a ellos sin mayores restricciones jurídicas ni económicas.

Ahora bien, resulta necesario entender que las licencias copyleft se encuentran basadas en los términos clásicos de la propiedad intelectual. En el contexto del copyright, se supone que el conocimiento generado es “propiedad” del “autor” original de acuerdo con los convenios internacionales sobre propiedad intelectual, y lo que se define son los términos de exclusividad para la explotación material de dicho conocimiento. La legislación que emerge de estas normas, que define los términos de exclusividad para la explotación mercantil del conocimiento, se encuentra dirigida a garantizar el derecho de explotación al titular y, por lo tanto, apoya la creación de escasez artificial que contribuye con la definición de precios en el mercado. Las licencias copyleft tienen el mismo punto de partida inicial, aunque su aporte está en que rompen con los límites de las licencias basadas en la propiedad intelectual convencional. De este modo, se permite la explotación comercial de un conocimiento siempre y cuando, por ejemplo, las obras derivadas se compartan con la misma licencia, y así sucesivamente.

Pero entonces, ¿en qué consiste la relación del copyleft con el copyright? Veamos dos ejemplos. El Movimiento del Software Libre (MSL) promueve el desarrollo de software sobre la base de tres principios: antimonopolio, solidaridad y libertad. Pero el MSL no necesariamente es anti-capitalista, sino más bien anarco-capitalista. La licencia GPL está orientada a defender la libertad de acceder y hacer uso de un conocimiento, pero se basa en el copyright. Según Richard Stallman, el copyleft, “utiliza la ley de copyright, pero dándole la vuelta para servir a un propósito opuesto al habitual: en lugar de privatizar el software, ayuda a preservarlo como software libre” (2004, 24). Por otra parte, la organización Creative Commons también afirma que las licencias que propone permiten “cambiar los términos de copyright de ‘todos los derechos reservados’ a ‘algunos derechos reservados’” y que “no son una alternativa al copyright, sino que trabajan en conjunto con el copyright y te capacitan para modificar los términos de copyright para ajustarse mejor a tus necesidades” (http://creativecommons.org/about).

Pero ahí donde reside el aporte del copyleft se encuentra quizá su mayor limitación. La propiedad intelectual emerge en el contexto de la necesidad de proteger los bienes intelectuales en cuanto que “propiedad privada”. Por ejemplo, dividir los derechos de utilización de un conocimiento con la denominación dual de “derechos morales” y “patrimoniales” establece una diferenciación que, incluso en términos capitalistas, resulta perniciosa para los autores y para la creación en sí. Lo limitado de tal clasificación queda en evidencia cuando nos encontramos con la variedad de permisos a terceros que se establecen en licencias como Creative Commons.

La diferencia fundamental se encuentra en que la lógica del copyright se centra en la exclusividad de los derechos de explotación mercantil, con sentido monopólico, mientras que las licencias copyleft aspiran a la creación de redes de colaboración que permitan la creación de bancos de intangibles. En otras palabras, quienes utilizan una licencia copyleft declaran tácitamente que reconocen que han tomado conocimientos de un fondo común y los entregan nuevamente para que el saber siga circulando por los canales de creación y de generación de valor social. Así, si para el copyright lo importante es la “competencia”, para el copyleft lo significativo es la “reciprocidad”. De este modo, la protección de las obras de conocimiento supone la conformación de lógicas sociales diametralmente opuestas, las cuales rivalizan en el día a día de la cultura y la producción.

No obstante, a pesar de que las licencias copyleft desagregan y visibilizan los términos de la propiedad privada sobre los bienes intangibles, una vez que las nociones iniciales se dan por sentadas (fundamentalmente, una vez que se acepta la hegemonía de la propiedad privada sobre el conocimiento), la reflexión sobre los modelos de sociedad que subyacen a cada modo de licenciamiento queda opacada por la implementación de la licencia, de forma tal que la eficacia política de las licencias copyleft puede encontrarse reducida a un modo de adaptación a la distribución de bienes en el mercado capitalista. Que no se suponga que estamos restándole importancia a las licencias copyleft, puesto que cualquier forma de resistencia al dominio del derecho corporativo sobre los bienes intangibles representa un aporte valioso al rompimiento de los modos de apropiación privada del saber. Lo que nos preocupa es que generalmente puede utilizarse una licencia copyleft o copyright sin afectar necesariamente la matriz de producción, distribución y consumo de bienes culturales y materiales; que es donde se originan los problemas que los activistas de las licencias copyleft se proponen enfrentar.

  1. La utilización de licencias copyleft debe tener más que sentido antimonopólico, debe tener sentido anticapitalista, porque en la política del capital se encuentran las causas de los monopolios que critican los activistas del conocimiento libre. De lo contrario, el copyleft no es más que una herramienta de los productores minoritarios para tener una porción de acceso al mercado. Si no se vincula el copyleft con la crítica a las condiciones profundas del mercado – en el sentido que han abierto las propuestas de las economías colaborativas – puede que no vaya a ser más que un accesorio en el repertorio de opciones para la apropiación privada de los bienes comunes.

Un problema interesante se nos presenta con los términos de uso del conocimiento con fines comerciales. De acuerdo con Creative Commons, una licencia que no permita la utilización comercial – absolutamente sin restricciones – de una forma de conocimientos, no es una “licencia libre”. Pero desde este punto de vista, quienes utilicen estas licencias deben permitir que sus creaciones sean utilizadas por cualquiera y con cualquier fin (con las condiciones que establezca el titular del copyright). No obstante, como demuestra la historia de las últimas décadas, la desregulación política y la libertad entendida en términos mercantiles, son terrenos propicios para la expansión de las políticas neoliberales. Ciertamente, con las licencias CC se cierran algunas condiciones para la apropiación privada del conocimiento y se abre la posibilidad de compartir en términos de reciprocidad. Pero como mencionamos anteriormente, no hay obstáculos para que el conocimiento licenciado con una licencia de uso comercial no sea utilizado a la vez por una red de consumidores solidarios o por una empresa que explote a los trabajadores.

Una alternativa la proporcionan quienes formulan propuestas de licencias copyfarleft. Resulta interesante revisarlas, no porque pensemos que han resuelto el problema, sino porque permiten mantener abierta la discusión en torno a los fundamentos de las licencias copyright y copyleft. La propuesta de las licencias copyfarleft permite el uso comercial del conocimiento en los casos en que se trate de una organización que reparte los excedentes de la producción equitativamente entre sus trabajadores. Un ejemplo de este enfoque es la Licencia de Producción de Pares (Peer Production License), la cual se basa en la licencia “Atribución-NoComercial-CompartirIgual” de Creative Commons, pero agrega condiciones para aprobar el uso comercial. En particular, permite la utilización de la obra con fines comerciales solamente si se trata de una empresa o de un colectivo que es propiedad de los trabajadores; y si toda la ganancia y los beneficios generados por dicha empresa o colectivo se distribuyen entre los trabajadores (1).

Desde este enfoque, es claro que no se piensa en el conocimiento – y el licenciamiento – como algo abstracto, sino como expresión del conjunto de relaciones sociales y culturales en los cuales toma forma la influencia del capital, así como los modos alternativos de construir los procesos sociales. Parte de la fundamentación del copyfarleft podemos encontrarla en un ensayo de Dmytri Kleyner (2010), uno de sus proponentes, del cual transcribimos algunos fragmentos:

– “Para que el copyleft tenga algún potencial revolucionario debe ser Copyfarleft. Debe insistir en que los trabajadores sean dueños de los medios de producción”.
– “Una licencia copyfarleft debe hacer posible que los productores compartan libremente y que conserven el valor del producto de su trabajo. En otras palabras, los trabajadores deben poder hacer dinero al aplicar su propio trabajo a la propiedad mutual, pero debe ser imposible que los dueños de propiedad privada hagan dinero al utilizar trabajo asalariado”.
– “Una licencia copyfarleft debe permitir el uso comercial basado en commons y debe impedir la posibilidad de extraer ganancia explotando trabajo asalariado”.
– “Sólo una licencia que impida de modo efectivo que la propiedad alienada y el trabajo asalariado sean utilizados en la reproducción de lo que en otro caso sería un commons informacional libre, puede modificar la distribución de la riqueza”.

El escenario de que los bienes intelectuales sean utilizados para favorecer relaciones de reciprocidad cultural y material, en contraste con la posibilidad de que sean determinados como bienes mercantiles, marca una diferencia importante desde el punto de vista del sentido político originario de las licencias que buscan responder al derecho del monopolio capitalista. No se trata solamente de crear formas de abrir el mercado para que nuevos productores puedan introducir bienes y así hacer frente al predominio de las grandes empresas. Aunque la intención de democratizar (desmonopolizar) el acceso al mercado parezca loable, resulta limitada de cara al carácter hegemónico de las alternativas en disputa. Y aún más, es probable que las propuestas de copyleft puedan ser asimiladas por la dinámica capitalista de forma tal que los modos de distribución de bienes culturales no se altere fundamentalmente. Esto puede suceder si no caemos en cuenta en que el problema no es sólo de acceso, sino de las condiciones sociales que rodean la generación de conocimientos. Se trata menos del régimen de propiedad intelectual (que es expresión de un modo de sociedad) que de la hegemonía del capital sobre los modos de producción y de consumo en las sociedades contemporáneas. De ahí que una forma de protección del conocimiento que no sea al mismo tiempo un modo de reforzar relaciones de reciprocidad y cooperación en torno a los bienes comunes, tiene un alcance muy limitado.

Sobre esto queremos hacer una última acotación. No se trata de criticar a mansalva las licencias de uso comercial del conocimiento. De ahí que traigamos a colación las licencias copyfarleft. Aunque nos opongamos a que las grandes empresas pretendan utilizar el procomún para la generación de capital, no podemos oponernos a que, por ejemplo, las cooperativas culturales puedan soportar sus actividades con la obtención de ingresos provenientes de la divulgación del conocimiento. No es un problema de escala, sino de las diferencias de propósito y funcionamiento entre las organizaciones capitalistas y las organizaciones de la “economía social”. Y eso es particularmente importante cuando la alternativa a la fórmula de conformidad que impulsa el neoliberalismo (monoproducción, monoconsumo y monocultura) es la creación de redes de productores libres y asociados o, para colocarlo de otra manera, la producción y el consumo distribuido y colaborativo. Por lo tanto, la alternativa a la lógica del copyright no hay que buscarla en las alteraciones o modificaciones al derecho corporativo, sino sobre todo en el conjunto de relaciones que se suponen dominantes en el seno de las economías sociales, por lo que otra forma de protección del conocimiento debe surgir a partir del modelado de las relaciones deseadas en el marco de una economía social y sustentable.

  1. En resumen, existen temas que la utilización de variantes de la fórmula del copyright proscriben de la discusión y, por lo tanto, excluyen de la apropiación política de las licencias de copyleft. Entre los temas que pensamos que se escapan por el uso de licencias como CC y GPL tenemos dos: la “propiedad” y la “comunidad”; conceptos que forman a su vez la raíz para la formulación de formas de generación de saberes más allá del capital. Es posible que existan muchos temas, pero nuestro interés es indagar de qué manera la generalización del sentido anticapitalista del conocimiento libre puede contribuir con la creación de formas comunales de fomentar la apropiación del conocimiento como bien común.

– Propiedad: El asunto del licenciamiento es fundamentalmente un problema de propiedad, y en particular, de la hegemonía de la propiedad privada sobre el conocimiento. No ayuda mucho reconocerlo si no aprovechamos la oportunidad para introducir otras formas de apropiación social del saber. El copyright y, por extensión, el copyleft, se encuentran fundamentados en la creencia de que la propiedad privada es la forma de propiedad por excelencia, y por ello no se llega a reflexionar sobre la posibilidad de otras formas de propiedad. Las licencias copyfarleft muestran mayor consciencia de este tema porque traen al frente formas organizacionales que contrastan con la figura de la empresa privada como agente central de la producción y distribución de bienes. Pero en el mundo actual, las cooperativas siguen moviéndose en un entorno de mercado, por lo que habría que ahondar en la organización de formas distribuidas e interdependientes de producción. Además, sería interesante desarrollar conceptos como “propiedad comunal” o “propiedad social” en relación con la concepción del conocimiento como bien común.

Una licencia copyleft que conserve un sentido anticapitalista debe trascender el lugar común de la propiedad privada para favorecer otras formas de gestión colectiva de lo “público”, lo “privado” y lo “común”. Pero no como si el cambio consistiera simplemente en la modificación de una fórmula jurídica, sino como forma de socavar el sistema de relaciones que sostiene al capitalismo. La formación de redes colaborativas de producción y consumo, la cooperación y la reciprocidad como valores, la importancia del valor de uso frente al valor de cambio, la sustentabilidad ambiental, la importancia de la satisfacción de las necesidades sociales, la construcción de economías de escala humana, son temas que deben entrar en la discusión sobre la protección del saber como bien social.

– Comunidad: Las licencias copyleft parecen dejar de lado el lugar del sujeto político como agente para la generación y circulación de saberes. Aquí se cuela cierta concepción del conocimiento como algo abstracto, ajeno a los sujetos que participan en su elaboración, además de que se mantiene su consideración como bien mercantil. Pero cómo se comparte un conocimiento tiene menos que ver con el régimen jurídico que con las dinámicas sociales que intervienen en ese proceso, y esto supone la existencia de sujetos históricos que participan de forma concreta en dichas dinámicas.

Entre los activistas del conocimiento libre parece existir cierta aversión al concepto de “público” como espacio de confluencia de la voluntad social, en parte como consecuencia de un sentimiento anti-burocrático y anti-corporativo engendrado en la reacción al capitalismo, pero también, paradójicamente, como expresión de la supuesta decadencia de referentes conceptuales como el Estado nacional. La defensa de los activistas del conocimiento libre sobre los bienes intangibles tiene una versión “blanda”, que concibe los commons como un espacio que carece de cualquier clase de regulación, y una versión “dura”, en la cual los commons son tales porque, además de ser compartidos e imposibles de ser susceptibles de apropiación privada o pública, se encuentran protegidos por determinadas regulaciones. Quienes ejercen estas regulaciones pueden ser o bien instituciones civiles creadas para ello, o bien comunidades organizadas en el sentido de los movimientos sociales. Las amenazas de burocratismo y el corporativismo no desaparecen del todo en el primer caso, tomando en cuenta fenómenos como el lobby. Por lo tanto nos parece más interesante explorar la segunda opción, si bien no de forma que excluya a la primera.

En este caso, la comunidad que ejerce la protección sobre un bien común – como el conocimiento – no debe ser una comunidad política en abstracto, sino un colectivo con identidad política. No desde el punto de vista de una identidad homogénea sino plural; ni tampoco como una identidad excluyente que impida a otras culturas el acceso a los bienes comunes. Se trata quizá de una comunidad en sentido cívico, construida como parte del reconocimiento de las diferencias y la voluntad de convivencia, e incluso puede tratarse de una comunidad diversa que comparta un ideal republicano. Para nosotros, la clave está en reforzar el surgimiento de colectivos que puedan forjar una identidad comunal, formada en movimientos de bases, con contenido anti-burocrático y radicalmente democrático. Es en este sentido, el propio de la democracia directa o participativa, en que el conocimiento puede considerarse como un “bien público”.

En resumen, las propuestas de licencia para garantizar el acceso al conocimiento deben tener sentido anti-capitalista, deben partir de una crítica a la propiedad privada en favor de la propiedad social, y deben estar encaminadas al respeto de las identidades políticas concretas. La construcción del conocimiento es un proceso marcado por la funcionalización de los roles grupales en la sociedad moderna, y tal proceso está mediado por las formas de distribución de bienes tangibles e intangibles en cada sociedad. La razón de ser de las licencias copyleft y copyfarleft está en facilitar el camino a modos profundamente democráticos y justos de realizar tal distribución. Los términos en los que finalmente se definan las licencias responderán por tanto al momento de desarrollo de la conciencia social sobre las contradicciones que genera la hegemonía del capital.

Pie de página

(1) Textualmente la licencia dice lo siguiente: “c. You may exercise the rights granted in Section 3 for commercial purposes only if: i. You are a workerowned business or workerowned collective; and ii. all financial gain, surplus, profits and benefits produced by the business or collective are distributed among the workerowners” (http://p2pfoundation.net/Peer_Production_License).

Referencias

Stallman, R. (2004). Software libre para una sociedad libre. España: Traficantes de Sueños.

Creative Commons. “About Creative Commons”. Disponible en: http://creativecommons.org/about

P2P Foundation. “Peer Production License”. Disponible en: http://p2pfoundation.net/Peer_Production_License

Kleyner, D. (2010). “CopyFarLeft y CopyJustRight”. Disponible en: http://blog.redpanal.org/2010/04/22/licencias-libres-y-copyfarleft/

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