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Nigeria: El conflicto en Nigeria deja a más de un millón de niños fuera de la escuela

Comunicado de prensa originalmente publicado en Unicef Centro de Prensa el 22 de diciembre del 2015

Aunque algunos centros educativos están volviendo a abrir sus puertas, la inseguridad sigue siendo un obstáculo para la educación

DAKAR/NUEVA YORK, 22 diciembre 2015 – La violencia y los ataques contra la población civil en el noreste de Nigeria y en los países vecinos han forzado a más de un millón de niños a abandonar la escuela, según UNICEF.

Estos niños que están perdiendo su educación debido al conflicto se unen a los 11 millones que ya estaban fuera de la escuela primaria en Nigeria, Camerún, Chad y Níger antes del comienzo de la crisis.

“Es una cifra abrumadora”, dice Manuel Fontaine, director regional de UNICEF en África Occidental y Central. “El conflicto ha supuesto un duro golpe para la educación en la región, y la violencia ha dejado a muchos niños fuera de las aulas durante más de un año, poniéndoles en riesgo de abandonar completamente la escuela”.

Más de 2.000 escuelas siguen cerradas –algunas llevan así más de un año- en Nigeria, Camerún, Chad y Níger debido al conflicto, y cientos de ellas han sufrido ataques, saqueos o incendios. En el extremo norte de Camerún, solo una de las 135 escuelas cerradas en 2014 ha reabierto este año.

En el noreste de Nigeria UNICEF ha dado apoyo a 170.000 niños que han podido reanudar su educación en las zonas más seguras de los tres estados más afectados por el conflicto, donde la mayoría de escuelas han podido reabrir. Sin embargo muchas aulas están masificadas, ya que algunos centros educativos siguen siendo el hogar de muchas personas desplazadas en busca de refugio. En estas áreas algunos profesores desplazados, que también han huido de la violencia, están comprometidos con la escolarización y a menudo doblan turnos para que más niños puedan volver a clase.

En otras zonas la inseguridad, el miedo a la violencia y los ataques impiden a muchos profesores la reanudación de las clases, y disuaden a los padres de enviar a sus hijos a la escuela. Solo en Nigeria unos 600 profesores han sido asesinados desde el levantamiento de Boko Haram.

“El reto que afrontamos es mantener a los niños seguros sin interrumpir su escolarización”, declara Fontaine. “Las escuelas han sido objetivo de los ataques, y los niños tienen miedo de volver a las aulas. Cuanto más tiempo pasan fuera de la escuela, mayor es el riesgo de que sufran abusos, secuestros o reclutamiento por parte de grupos armados”.

Junto con los gobiernos, ONG y otros aliados, UNICEF ha establecido espacios temporales de aprendizaje y ha renovado y ampliado las escuelas. Esto ha beneficiado a 67.000 niños. Además UNICEF ha formado a profesores en apoyo psicosocial y ha proporcionado material escolar a más de 132.000 niños desarraigados a causa del conflicto, también en escuelas locales que acogen a estudiantes desplazados.

Sin embargo, las restricciones de seguridad y la falta de fondos obstaculizan los servicios de acceso a la educación y la distribución de materiales de aprendizaje de emergencia. Hasta ahora, UNICEF ha recibido el 44% de los fondos necesarios para responder en 2015 a las necesidades humanitarias de los niños en Níger, Nigeria, Camerún y Chad.

En 2016 UNICEF necesitará cerca de 23 millones de dólares para proporcionar acceso a la educación a los niños afectados por los conflictos en los cuatro países, la mayoría de los cuales vive alrededor de la región de Lago Chad.

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Acerca de UNICEF:
En UNICEF promovemos los derechos y el bienestar de todos los niños, niñas y adolescentes en todo lo que hacemos. Junto a nuestros aliados, trabajamos en 190 países y territorios para transformar este compromiso en acciones prácticas que beneficien a todos los niños, centrando especialmente nuestros esfuerzos en llegar a los más vulnerables y excluidos, en todo el mundo.

Para obtener más información sobre UNICEF y su labor visite: www.unicef.org/spanish

Imagen tomada de: http://www.unicef.org/spanish/infobycountry/images/Niger_photo.jpg

Para más información, sírvase dirigirse a:

Georgina Thompson, UNICEF Nueva York, + 1 917 238 1559, gthompson@unicef.org
Laurent Duvillier, Oficina Regional UNICEF en Dakar, +221 77 740 35 77, lduvillier@unicef.org
Doune Porter, UNICEF Nigeria, +234 803 525 0273, dporter@unicef.org
Anne Boher, UNICEF Níger, +227 9696 2159, aboher@unicef.org
Manuel Moreno González, UNICEF Chad, +235 639 00 947, mmgonzalez@unicef.org
Laure Bassek, UNICEF Camerún, +237 222 50 54 39, lbassek@unicef.org

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Colombia: Que los niños piensen el conflicto

SemanaEducación/2016/04/28 12:30

 A las puertas de un posible acuerdo de paz entre el Gobierno y las Farc, se hace necesario involucrar a las nuevas generaciones en el camino hacia la reconciliación.

A Dhaya le acaban de entregar el antifaz de mono aullador. A sus 12 años tiene una timidez tan interiorizada, propia por otro lado de su juventud, que se niegaba a ponérsela. Su interlocutor, en cambio, que le supera en edad y experiencia, no tiene reparo en  usar la de iguana.

Ella juguetea con la suya y, con la misma vergüenza y los ojos fijos en el piso, reflexiona en voz alta sobre una situación hipotética que le proponen tras escuchar  ‘El Camino: la fábula de los monos aulladores y las iguanas en algún lugar de Colombia’. Dice así: ¿qué consejo darías a estos animales para que dejaran atrás sus diferencias y se reconciliaran?

– Les diría que hablen.

– ¿Algo más?, le dicen.

– Que se perdonen.

-¿Y si no quieren?

Dhaya calla. A tan pronta edad, esta niña es consciente que para alcanzar la reconciliación una de las vías es acudir al perdón. Sin embargo, sus argumentos se quiebran cuando entiende que no todo el mundo está dispuesto a converger en esa idea. Ni siquiera los monos aulladores y las iguanas.

Lo que propone esta fábula es acercar a niños entre los 10 y 14 años a las consecuencias que han dejado más de 60 años de conflicto armado en el territorio. Más ahora, ante la firma de un posible acuerdo de paz entre el Gobierno y las Farc-EP que supondrá el inicio del posconflicto. Una etapa inédita en la historia del país en el que ellos, las nuevas generaciones, tendrán un papel determinante.

‘El Camino: la fábula de los monos aulladores y las iguanas en algún lugar de Colombia’ se inspira en la historia de Chengue (Sucre) y Macayepo (Bolívar), dos pueblos en los Montes de María convertidos en una metáfora de la reconciliación. La Corporación Reconciliación Colombia está detrás de este proyecto, de la mano de socios estratégicos como Unicef, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo (USAID), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la agencia pedagógica Click.

A finales de los años 90, el sendero de 10 kilómetros que une estos dos corregimientos se convirtió en el paso de guerrilleros y paramilitares. Lo llamaban el camino de la muerte.

Los asesinatos y las desapariciones remplazaron los ventajosos y pacíficos intercambios comerciales que desde hacía décadas venían practicando los habitantes de Chengue y Macayepo. La violencia les arrebató algo más que la relación comercial: la confianza mutua que forjaron durante años.

Se sucedieron las acusaciones de pertenencia a alguno de los grupos armados ilegales que operaban en la zona. Se abandonaron las tierras, los cultivos y las plantas de aguacate. Durante casi 20 años se dejó crecer la maleza en esta arteria que pasó a ser el reflejo de una amistad malograda por el terror que impusieron terceros.

Todo cambió tras la desmovilización de las AUC y la caída deGustavo Rueda Díaz, alias ‘Martín Caballero’, que propició que la guerrilla se replegara de los Montes de María.

Hoy en día, la vida ha vuelto a este camino, y los comerciantes de ambos pueblos retoman el intercambio de productos. Poco a poco, la normalidad que caracterizó esta trocha durante décadas se adueña del lugar. Muchos de los habitantes desplazados por la violencia retornan a cuenta gotas; pero sin pausa.

En la fábula, los habitantes de Chengue y Macayepo son monos aulladores e iguanas. No hay buenos ni malos en esta historia, pues la idea es brindar herramientas a los niños para que hagan sus propias conjeturas de forma autónoma sobre cómo se genera un conflicto, sus consecuencias y los caminos que pueden transitarse hacia la reconciliación.

“Lo innovador de la cartilla es hacer que piensen, no darles un contenido masticado, porque no hay una fórmula mágica para la reconciliación. Abrir la posibilidad de que esto se vuelva participativo y reflexivo. Erradicar la sensación de que nos imponen una reconciliación”, detalla Diana Ospina, docente y autora de la obra.

Ahora el objetivo es hacer llegar esta cartilla a cuantos más menores mejor. Para ello, Reconciliación Colombia realizará programas pilotos en colegios públicos y privados de Cali, Cauca, Tumaco y Florencia. Adicionalmente, la versión digital del documento estará disponible para el público en la página web de la corporación.

Fuente: http://www.semana.com/educacion/articulo/cartilla-el-camino-la-fabula-de-los-monos-aulladores-y-las-iguanas-en-algun-lugar-de-colombia-de-reconciliacion-colombia/471339

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