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Frente al odio, convivencia

Es necesario ponerse manos a la obra, comprometernos en la construcción de la convivencia positiva y hacer de ella una de las tareas educativas prioritarias en nuestra labor docente.

Pedro Uruñuela

15/1/2019

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Todavía resuenan en nuestros oídos los buenos deseos que hemos compartido con las personas próximas de cara a este nuevo año 2019. La mayoría de ellos sugerían un año de consecución de los objetivos y deseos particulares, así como vivir en una sociedad de paz y concordia, con la desaparición de la violencia, los enfrentamientos y las guerras. Sin embargo, la realidad es tozuda y, pasados estos días de celebración, nos vuelve a situar ante los problemas que siguen presentes y, en muchos casos, agravados respecto del año que hemos dejado.

Todavía conmocionados por el asesinato, por el hecho de ser mujer, de la profesora Laura Luelmo, hemos visto cómo iniciábamos el año con un nuevo asesinato y con dos nuevos episodios de violación de mujeres tras la celebración del año nuevo. A la vez, estamos viendo cómo, desde Andalucía y de cara a la formación del nuevo gobierno, se planteaban por parte de la ultraderecha exigencias inaceptables para cualquier demócrata en relación con la violencia de género, la inmigración y la defensa de los valores “tradicionales” de una patria que excluye y deja fuera a un número importante de personas. Exigencias que, de modo incomprensible, han encontrado eco en otras formaciones políticas, de cara a la formación del gobierno andaluz. Y, abriendo la mirada al exterior, comprobamos la frialdad y desprecio del ministro italiano negando abrir los puertos de su país a los barcos que han recogido personas en el mar, la política migratoria de “tolerancia cero” de Donald Trump o la toma de posesión del nuevo presidente de Brasil que, como primeras medidas, anuncia la limpieza entre el funcionariado de aquellas personas con ideas comunistas, la expropiación “legal” y en la práctica del territorio de tribus indígenas o la creación de un Ministerio de la Familia desde el que se impulsan medidas homófobas y en contra de los derechos de las mujeres.

Desde el punto de vista de la convivencia preocupa, y mucho, la puesta en cuestión de la violencia de género, disimulada y descafeinada a través de la “violencia doméstica”, pidiendo la derogación de la ley o la limitación en cuanto a recursos y medios para que la lucha contra ella sea eficaz. Preocupa igualmente la indiferencia ante las muertes de personas migrantes, más de setecientas en nuestros mares, más de tres mil en el conjunto del Mediterráneo durante el año 2018. Preocupan, asimismo, las actitudes racistas, el rechazo al que es diferente por su origen, su color de piel, sus opciones de vida o sus ideas religiosas. Y preocupan, también, los prejuicios y estereotipos sobre determinados colectivos, desde los ancestrales prejuicios hacia el pueblo gitano hasta los estereotipos ante los nuevos inmigrantes, juzgando y condenando a todo un colectivo sin ningún tipo de razones basadas en la realidad.

Pero preocupa, sobre todo, cómo desde instituciones que deberían velar por lo contrario se refuerzan y alientan todas estas situaciones. A nivel mundial y a nivel local. Aprovechando situaciones derivadas de la crisis económica, de la precariedad laboral y social, se estimula la deformación de la realidad, no dudando en acudir a datos falsos para argumentar los planteamientos propios, defendiendo de esta forma actitudes racistas y xenófobas, un machismo indisimulado, la aporofobia y el rechazo al diferente la exhibición de un militarismo sin complejos y la apelación a la violencia. Todo vale, en una nueva reedición del viejo principio de que “el fin justifica los medios”.

Frente a estas situaciones hay quien, lejos de oponerse frontalmente a las mismas, se acomoda a ellas, acepta parcialmente sus postulados, las enmascara bajo simplificaciones de ideas asumibles y, sobre todo, se aprovecha de los beneficios que pudieran reportarle. Se aceptan, de esta forma, planteamientos racistas, xenófobos, machistas, que terminan formando parte de ideas que empiezan a ser aceptadas socialmente. Faltas de apoyos racionales, ocultando los datos que muestren su falsedad, se dirigen directamente a las emociones, despertando sentimientos como el miedo y la ansiedad hacia lo que es presentado como una amenaza a nuestra situación, a nuestro estatus social, a nuestra posición social. La reacción conductual es clara: hay que rechazar, hay que combatir, hay que frenar todo esto, ya que están en juego nuestro bienestar individual y nuestra civilización.

Poco a poco se van creando y desarrollando, de esta forma, actitudes de odio, de rechazo a todo el que es diferente, de desprecio al que es pobre, etc. Actitudes opuestas al ideal de convivencia que defendemos y buscamos para nuestra sociedad, basadas en la aceptación de las diferencias y de la diversidad, en la inclusión, en la creencia de que todas las personas nacemos iguales en dignidad y que tenemos los mismos derechos básicos. De ahí que trabajar la convivencia en positivo, crear las condiciones para que ésta sea posible es una de las tareas imprescindibles para este año que acabamos de iniciar. No bastan ni son suficientes los buenos deseos. Es necesario ponerse manos a la obra, comprometernos en la construcción de la convivencia positiva y hacer de ella una de las tareas educativas prioritarias en nuestra labor docente.

Resulta difícil resumir y concretar cómo se puede llevar a cabo esta tarea, al menos en la extensión y características de este artículo. A título meramente enunciativo, y sin ningún ánimo de ser exhaustivo, se proponen una serie de actuaciones que pueden ser necesarias para el desarrollo de la convivencia positiva en nuestros centros y en la sociedad en general:

  • Trabajar una actitud claramente opuesta a toda forma de violencia y, en particular, contra las que son expresión directa del odio hacia las personas diferentes. No caben actitudes tibias ante la violencia.
  • Trabajar e identificar con los alumnos y alumnas todas las formas de violencia que están presentes en la sociedad. Más allá de las formas visibles y claramente detectables, como puede ser la violencia física, es preciso iniciar al alumnado en el descubrimiento de la violencia estructural presente en la sociedad, en sus leyes, en su estructura económica y social. Es esta violencia estructural la que sostiene y apoya actitudes de odio, la que subyace a muchos de los conflictos actuales.
  • Igualmente, hay que enseñar a identificar la violencia cultural no visible y escondida en las situaciones expresión del odio. Desde la percepción, imagen y emociones que se tienen respecto de las mujeres hasta los estereotipos y prejuicios que se tienen sobre las mismas. Igualmente, sobre todos los colectivos diferentes, sobre los que volcamos nuestro desprecio y odio.
  • La lucha contra la violencia de género debe estar presente en todos los planes de convivencia. Es en estas edades escolares donde se consolidan y se forman las actitudes machistas, los prejuicios y estereotipos que subyacen a la violencia de género, y es ahí donde debe plantearse su erradicación.
  • Es necesario trabajar la convivencia positiva a través de las habilidades y valores que la hacen posible. Así, frente a la deformación de la realidad, trabajar los tipos de pensamiento y el sentido crítico ante la realidad. Frente al discurso puramente emocional, enseñar qué son las emociones, cómo identificarlas y cómo regularlas. Trabajar las habilidades sociales, desde la gestión pacífica de los conflictos a la capacidad de llegar a acuerdos, pasando por una buena comunicación y escucha. Igualmente, desarrollar la apropiación de los valores que hacen posible la convivencia, desde el respeto y la dignidad de todas las personas a la solidaridad con quien más lo necesita, junto con otros valores como el diálogo o el rechazo de la violencia.
  • Por último, y recordando lo planteado en el último artículo, trabajar los derechos humanos en el centro, educar sobre, para y en los derechos humanos, creando un ambiente y organización en torno a los mismos.

Sin duda hay muchos puntos que han quedado fuera y que son importantes. Baste, de momento, tomar conciencia del tiempo que estamos viviendo, de las nuevas dificultades para la convivencia y de la necesidad de adoptar una actitud clara y contundente hacia la convivencia positiva. Y no olvidemos que “quién tiene claro el por qué, encuentra fácilmente el cómo”.

Pedro Mª Uruñuela Nájera. – Asociación CONVIVES

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/convivenciayeducacionenvalores/2019/01/15/frente-al-odio-convivencia/

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Ministro de Educación Universitaria, Hugbel Roa: Propuestas del sector universitario buscan fortalecer la paz y blindar el sistema de educación pública en Venezuela

Venezuela/21 septiembre 2917/Fuente: Correo del Orinoco

El ministro del Poder Popular para la Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología, Hugbel Roa, expresó este martes que las propuestas entregadas ante la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) están orientadas al fortalecimiento de la paz y a blindar el sistema de educación pública del país.

“Más de 1.130 comités constituyentes recogieron propuestas para seguir fortaleciendo la paz en Venezuela y por otro lado blindar el sistema de educación pública y gratuita en Venezuela”, dijo el titular para Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología al término de la sesión de la ANC en el Palacio Federal Legislativo.

En declaraciones para Venezolana de Televisión, Roa detalló que los estudiantes universitarios expresaron la necesidad de instrumentar una ley que rige a ese sector adaptada a la profundización de la democracia protagónica y participativa venezolana.

Destacó que en el debate de este martes científicos venezolanos expresaron la necesidad de hacer la ciencia de lo cotidiano y manifestó que se aspira que tal propuesta se pueda instrumentar mediante una gran discusión nacional.

“No podemos olvidar que Venezuela a pesar de todo este esquema de guerra de cuarta generación, a pesar de la asfixia del bloqueo internacional Venezuela no ha dejado de seguir apostando a la masificación de la ciencia y de colocar a la ciencia al servicio del pueblo”, señaló.

Durante la jornada, la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) aprobó el decreto de instalación de la Constituyente Educativa en todo el territorio nacional con el cual se fortalece el debate nacional que sobre la materia educativa arrojará planteamientos que serán discutidos por los 545 constituyentes,para luego ser incluidos en la constitución nacional que será aprobada en referéndum.

Fuente: http://www.correodelorinoco.gob.ve/hugbel-roa-propuestas-del-sector-universitario-buscan-fortalecer-la-paz-y-blindar-el-sistema-de-educacion-publica/

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UNESCO conversa sobre la educación como pilar fundamental para la consolidación de la paz, en Bogotá, Colombia

05 junio 2017/Fuente: Unesco

El periódico “El Espectador” de Colombia, en el marco de su campaña Colombia 2020, en cooperación con la Unión Europea, y con el apoyo de la “Conversación más grande del mundo”, PNUD, ACNUR e ISAGEN, organizaron el Encuentro Nacional Colombia 2020 “La inclusión y la educación como pilares para la consolidación de la paz”, realizado el 26 de mayo de 2017, en la ciudad de Bogotá, Colombia.

El objetivo central del Encuentro Nacional Colombia 2020 apuntó a generar aportes para la discusión en torno a los retos de Colombia a los fines de concretar los contenidos del Acuerdo de Paz firmado entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en hechos reales con impactos en el bienestar de la población; enfatizando la plena y efectiva reintegración de las mujeres y los hombres que dejarán las armas, la importancia de implementar una política pública de educación para la paz, así como la definición de una agenda de prioridades a través de un proceso amplio y participativo.

Saadia Sánchez Vegas, Directora de la Oficina de la UNESCO en Quito y Representación para Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela, fue invitada a participar en el conversatorio “La educación, pilar fundamental para la construcción de la paz”, en la compañía de Natalia Ruiz Rodgers, Viceministra de Educación Superior; Zulia Mena García, Viceministra de Cultura; Jesús Martín Barbero, Investigador de fenómenos sociales, culturales y mediáticos y Camilo Borrero García, Investigador Universal Nacional – CAPAZ.

Durante su intervención, la Directora y Representante de la Oficina de la UNESCO en Quito destacó que la paz no es meramente la ausencia de guerra, ya que la paz sostenible apunta a su construcción como un valor y una práctica en la “mente de las mujeres y los hombres”, como señala el preámbulo de la constitución de la UNESCO, refiriendo, además, que la paz es una construcción desde la primera infancia y a lo largo de la vida sustentada en un proceso educativo integral que no sólo se ocupa del componente cognitivo, sino de las aptitudes y comportamientos a partir de la apropiación del enfoque de Derechos Humanos y del ejercicio de la ciudadanía para la democracia y el desarrollo sostenible.

También señaló que la paz sostenible responde a una visión común, holística y objetiva que supone la revisión de los factores estructurales del conflicto, la definición de los medios y las herramientas para la reconciliación, la didáctica de la memoria para evitar la recurrencia de la guerra, así como la pedagogía para la resolución pacífica de los conflictos desde la temprana edad como un recurso para sensibilizar y crear capacidades con el propósito de evitar la intensificación de los mismos.


Saadia Sánchez Vegas, Directora de la Oficina de la UNESCO en Quito, durante su intervención en Colombia 2020.

Sánchez Vegas advirtió la relevancia de idear y proyectar la respuesta a la pregunta acerca de la especificidad de la Educación para la Paz por construir, considerando que esa especificidad es una expresión de la territorialidad: educación para las realidades locales. Por otra parte, expresó que es central la idea de una educación en la diversidad y el reconocimiento de las diferencias, a partir de la solidaridad como un paradigma fundamental en la dinámica de las relaciones humanas y el lenguaje dialógico en la aceptación y plena integración del disenso en la comunicación.

Asimismo, destacó que la Educación para la Ciudadanía Mundial es una metodología de la UNESCO, entre una variedad de recursos técnicos, disponible para sus Estados Miembros que tiene especial relevancia para la construcción de la Educación para la Paz. La Directora Sánchez Vegas explicó que la Educación para la Ciudadanía Mundial está basada en los tres ámbitos del aprendizaje: el cognitivo, el socioemocional y el conductual, y que tales ámbitos corresponden a los cuatro pilares de la educación: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser. La metodología apunta a la integración de estos tres ámbitos para un proceso educativo sistémico y armónico que implica el desarrollo de las capacidades de adquisición de conocimientos y reflexión para la comprensión del mundo y sus complejidades; de los valores, actitudes y competencias sociales para el crecimiento afectivo, psicosocial y físico; así como de la conducta, el desempeño, la aplicación práctica y el compromiso.

Fuente: http://www.unesco.org/new/es/media-services/single-view/news/unesco_quito_conversa_sobre_la_educacion_como_pilar_fundame/

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La directora de la UNESCO visitará Colombia

Colombia / www.cinu.mx / 1 de Febrero de 2017

La directora general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) realizará una visita oficial a Colombia del 1 al 3 de febrero.

Durante su viaje, Irina Bokova se entrevistará con el presidente Juan Manuel Santos y varios altos cargos del Gobierno, en un encuentro que servirá para evaluar el respaldo de la UNESCO al proceso de paz en ese país.

Bokova también asistirá a la 16ª Cumbre Mundial de Premios Nobel de Paz, que se celebrará en Bogotá, donde participará a un panel sobre «Paz y Educación».

Al evento también acudirán el director ejecutivo de UNICEF, Anthony Lake y el director general de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ), Ahmed Uzumcu.

La Cumbre, fundada por Mikhail Gorbachev, aborda los problemas mundiales con el objetivo de apoyar la paz a nivel global. Este año premiará al empresario inglés Sir Richard Branson.

Durante su estancia en Colombia, Bokova también impartirá una conferencia sobre equidad de género en la Universidad del Rosario y visitará un centro de formación profesional dependiente del Servicio Nacional de Aprendizaje.

Fuente:http://www.cinu.mx/noticias/la/la-directora-de-la-unesco-visi/

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Conciencia colectiva para la convivencia mediante una cultura de paz en el ámbito educativo Latinoaméricano

José Gilberto Ugas (*)

En el mundo han existido innumerables conflictos entre los hombres. En Latinoamérica los problemas sociales, como la delincuencia, pobreza extrema, desnutrición, entre otros, crean un clima desfavorable, que trae como consecuencia mayor caos, y la generación de conflictos sociales.
Julien Freund (1995) señala:

El conflicto consiste en un enfrentamiento por choque intencionado, entre dos seres o grupos de las misma especie que manifiestan, los unos respecto de los otros, una intención hostil, en general a propósito de un derecho y que para mantener, afirmar o restablecer tal derecho, tratan de romper la resistencia del otro eventualmente a través del recurso de la violencia, la que puede, llegado el caso, tender al aniquilamiento físico del otro. (p. 58)

Por lo tanto, cuando no se llega a acuerdos entre las personas, generalmente, la violencia aparece, y el conflicto se traduce en vulnerar el derecho del otro.

De acuerdo con Barrionuevo (2005), para Locke “el derecho natural de cada hombre está limitado por el derecho igual de los demás hombres y, por lo mismo, descubre en el estado mismo de naturaleza la posibilidad de una ordenada y pacífica convivencia” (p-4). Entonces, si los conflictos son propiciados por el hombre, también la convivencia es responsabilidad de éste; en tal sentido, para que exista armonía en una sociedad se debe concienciar a la población en término de los valores para la convivencia.

El Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) define convivencia como “acción de convivir” y convivir “es vivir en compañía de otro u otros”. En el orden de las ideas anteriores Ugas (2015) manifiesta que “La convivencia es la manera por excelencia de cohabitar dos o más personas con el fin de obtener beneficios positivos para un bien colectivo y sin discriminación alguna” (p. 64).

En ese mismo orden, Fierro (2011) manifiesta:

La convivencia es un componente indispensable de la calidad educativa porque alude al tejido humano que construye y posibilita el aprendizaje. Esto supone la capacidad de trabajar con otros, de resolver las diferencias y conflictos que se presentan en clase, de reconocer y apoyar situaciones que puedan demandar del apoyo y solidaridad de los compañeros, la capacidad de escucha activa y de diálogo así como la empatía, es decir, la capacidad de ponerse en el lugar de la otra persona. (p.10).

Por lo tanto se concibe la coexistencia pacífica y armoniosa de grupos humanos en un mismo espacio, como aquella donde las interacciones diarias les permitan a las personas cooperar, compartir, establecer metas comunes y particulares; de modo que la convivencia se desarrolla en todos los ambientes, particularmente en áreas de trabajo, en las que la comunicación es altamente pertinente. Sin embargo, este hecho no es únicamente del espacio laboral, pues también son establecidas a lo largo de la vida como las que se dan en la casa, con padres, hijos, hermanos, además en la escuela con compañeros de estudio o de trabajo; a través de ellas, intercambian formas de sentir, de ver la vida donde comparten necesidades, intereses y afectos.

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela establece la convivencia en su preámbulo como uno de los fines supremos, asimismo, esta presente en la Ley Orgánica de Educación, LOE (2009) en su artículo 3, la considera armónica, como uno de los valores fundamentales, en el marco de la solidaridad, la corresponsabilidad, la cooperación, la tolerancia y la valoración del bien común, la valoración social y ética del trabajo, el respeto a la diversidad propia de grupos humanos (p.4); igualmente, esta Ley en su artículo 6 numeral 4 literal a, en atención a las competencias del Estado Docente, refiere que éste:

Promueve, integra y facilita la participación social, a través de una práctica social efectiva de relaciones de cooperación, solidaridad y convivencia entre las familias, la escuela, la comunidad y la sociedad, que facilite las condiciones para la participación organizada en la formación, ejecución y control de la gestión educativa.

Asimismo la LOE en su artículo 15, numeral 4, señala que se debe: “Fomentar el respeto a la dignidad de las personas y la formación transversalizada por valores éticos de tolerancia, justicia, solidaridad, paz, respeto a los derechos humanos y la no discriminación”.

En referencia a lo expuesto, la escuela no solo es para enseñar sino también para reforzar los valores aprendidos en el hogar, en tal sentido, la LOE en el artículo 17 considera:

Las familias tienen el deber, el derecho y la responsabilidad en la orientación y formación en principios, valores, creencias, actitudes y hábitos en los niños, niñas, adolescentes, jóvenes, adultos y adultas, para cultivar respeto, amor, honestidad, tolerancia, reflexión, participación, independencia y aceptación. Las familias, la escuela, la sociedad y el Estado son corresponsables en el proceso de educación ciudadana y desarrollo integral de sus integrantes.

En este orden de ideas, el docente debe ser una persona diáfana, abierto a los cambios de paradigmas, con equilibrio emocional y mental, además con una sólida formación en valores. Por otra parte, fuera de nuestras fronteras, el 15 de marzo de 2013 el Congreso colombiano promulga la ley 1620 mediante la que se crea el sistema nacional de convivencia escolar y formación para el ejercicio de los derechos humanos, la educación para la sexualidad y la prevención y mitigación de la violencia escolar, su justificación expresa:

La educación para la paz y para la convivencia en el ámbito de la educación formal, es decir, en el contexto de la escuela, constituye una prioridad para el Ministerio de Educación Nacional habida cuenta de las circunstancias que afectan al país, pero también porque la escuela tiene una responsabilidad ineludible en la formación de ciudadanos capaces de ejercer la democracia, respetar los derechos humanos y relacionarse entre sí de manera constructiva.

Adicionalmente, en el artículo 5, numeral 2, la Ley General de Educación colombiana, respecto a los fines de la educación, asume “La formación en el respeto a la vida y a los demás derechos humanos, a la paz, a los principios democráticos, de convivencia, pluralismo, justicia, solidaridad y equidad, así como en el ejercicio de la tolerancia y de la libertad”.

Igualmente, Chile establece como Política Nacional la Convivencia escolar en el marco de la reforma educativa actual hacia la educación inclusiva. Surge de la Ley N° 20536 sobre la violencia escolar promulgada en el año 2011, cuyo objeto es abordar la convivencia en los planteles de todo el país.
La Ley General de Educación de Chile establece en su artículo 5:

Corresponderá al Estado, asimismo, fomentar la probidad, el desarrollo de la educación en todos los niveles y modalidades y promover el estudio y conocimiento de los derechos esenciales que emanan de la naturaleza humana; fomentar una cultura de la paz y de la no discriminación arbitraria; estimular la investigación científica, tecnológica y la innovación, la creación artística, la práctica del deporte, la protección y conservación del patrimonio cultural y medio ambiental, y la diversidad cultural de la Nación.

En otro orden de ideas, una de las misiones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a través de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), es crear una cultura de paz en todo el planeta para que de una vez por todas los minimice.

Lo señalado en el denominado informe Delors (1996), expresa:

Fundamentalmente la UNESCO contribuirá a la paz y al entendimiento mutuo entre los seres humanos al valorizar la educación como espíritu de concordia, signo de una voluntad de cohabitar, como militantes de nuestra aldea planetaria, que debemos concebir y organizar en beneficio de las generaciones futuras. En ese sentido, la Organización contribuirá a una cultura de paz (p. 30).

Asimismo, soporta a la educación sobre cuatro pilares fundamentales: aprender a hacer, aprender a ser, aprender a conocer y aprender a convivir, y es precisamente este último, el que constituye un bastión necesario para consolidar y/o construir una cultura de paz en el mundo; igualmente propone: “Aprender a vivir juntos desarrollando la comprensión del otro y la percepción de las formas de interdependencia -realizar proyectos comunes y prepararse para tratar los conflictos- respetando los valores de pluralismo, comprensión mutua y paz” (p. 34).

El pilar convivir es primordial para hacer de los seres humanos individuos capaces de cohabitar en paz, sin violencia y esto se logra a través de la educación, con acciones donde se le inculque al niño la necesidad de aprender a convivir con los demás a pesar de tener posiciones distintas en el jugar, estudiar, hábitos alimentarios, entre otros; sin embargo, el trabajo debe ser compartido entre todos lo que hacen vida en las instituciones educativas (personal docente, administrativo y obrero) además de la familia y la comunidad. En ese sentido el manifiesto 2000 establece la campaña internacional para la cultura de paz y no violencia con seis puntos establecidos para lograrlo; respetar todas las vidas, rechazar la violencia, liberar mi generosidad, escuchar para comprenderse, preservar el planeta y reinventar la solidaridad, para que los ciudadanos asuman la responsabilidad de fomentar la no violencia desde su comunidad, ciudad, país, a fin de convertir los valores en realidad.

Finalmente, el convivir debe ser la actitud permanente de cada persona, ya que el hombre es parte de una conciencia colectiva, que desde la visión de Durkheim (1987), constituye “…El conjunto de creencias y sentimientos comunes al término medio de los miembros de una misma sociedad, que constituye un sistema determinado que tiene vida propia” (p. 89); así mismo, Marx (1980), plantea que “no es la conciencia de los hombres lo que determina su ser, sino, por el contrario, es su existencia social lo que determina su conciencia” (p. 5); es decir, el hombre debe convivir con los demás para crear su conciencia.

De modo que el propósito es entender la importancia de la convivencia en el ámbito educativo, tanto nacional como latinoamericano a través de acciones que conlleven a una mejor comprensión entre sus actores desde la educación primaria hasta la universitaria o superior para facilitar la evolución de los grupos de trabajo en equipos, lo cual se logra cuando se ayudan entre sí para alcanzar las metas de la institución, es decir, logran ideas innovadoras las alcanzan y se adaptan al cambio y sus miembros están altamente comprometidos. A la vez establecer parámetros de significación como por ejemplo despertar las potencialidades humanas (amor, honestidad, comprensión, lealtad, entre otras) en las actitudes del accionar diario.

La convivencia armónica entre los pueblos es realizable solo cuando exista la buena voluntad entre sus habitantes y la disposición de sus gobiernos de hacer políticas de estado para el bien de la ciudadanía, a fin de convertir la convivencia, definitivamente, en requisito insoslayable en el sistema educativo de la región.

REFERENCIAS
Asamblea Nacional Constituyente. (1999). Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Gaceta Oficial Extraordinario Nº 5.496 (extraordinario) octubre 2000.

Asamblea Nacional de Venezuela. (2009). Ley Orgánica de Educación. Gaceta Oficial Nº 5.929 (extraordinario).

Barrionuevo, M. E. John Locke (1632-1704). Su vida, su obra y pensamiento. [En línea]. Consulta: [2016 septiembre 19] Revista Iberoamericana de Educación (ISSN:16815653).

Congreso de la República de Colombia (1994). Ley General de Educación. Disponible en http://www.oei.es/quipu/colombia/Ley_115_1994.pdf. Consulta [2016, julio 7].

Congreso Nacional de Chile (2011). Ley número. 20.536 sobre violencia escolar.

Delors, J. (1996.). Los cuatro pilares de la educación en La educación encierra un tesoro. Informe a la UNESCO de la Comisión internacional sobre la educación para el siglo XXI, Madrid, España: Santillana/UNESCO. pp. 91-103.

Durkheim, E. (1987). La división del trabajo social (Vol. 39). Ediciones Akal.

Fierro, M.(2011). Convivencia democrática e inclusiva. Una perspectiva para gestionar a seguridad escolar. Conferencia presentada en el Congreso Nacional de Gestión de la Seguridad Escolar. Identificación y transferencia de Buenas Prácticas. Cd. De México, 5 de diciembre 2011 HYPERLINK «http://basica.sep.gob.mx/escuelasegura/pdf/congresoBuenasPrac/» \hhttp://basica.sep.gob.mx/escuelasegura/pdf/congresoBuenasPrac/convivencia.pdf Fecha de consulta 23/09/2016

Fierro, M. C. (2011). Los indicadores de convivencia y cultura de Paz UNESCO. Un ejercicio de análisis para el diseño de investigaciones en convivencia. En IV Jornadas de Cooperación Educativa con Iberoamérica Educación y Cultura de Paz, la convivencia democrática y los derechos humanos. Santiago de Chile: OREALC.

Freund, Julien (1995). Sociología del conflicto. Editorial del Ministerio de Defensa, Madrid.

Marx, K. (1980). Contribución a la crítica de la economía política. SigloXXI. Buenos Aires.

Oficina Regional de Educación de la UNESCO para América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO. Santiago. 2011)

Ugas, J. (2015) Las Relaciones Interpersonales, desde La Percepción del Personal en la Escuela Bolivariana Los Chaimas. Una Visión Fenomenológica. Universidad Nacional Abierta. Caracas.

UNESCO (1999) Manifiesto 2000 para una cultura de paz y no violencia. Fecha de consulta 20 de septiembre 2016 http://www3.unesco.org/manifesto2000/pdf/espagnol.pdf

UNESCO (2015). La violencia homofóbica y transfóbica en el ámbito escolar: hacia centros educativos inclusivos y seguros en América Latina. Chile.

(*) José Gilberto Ugas

contacto: gilbertougas@gmail.com

El autor forma parte del Doctorado Latinoaméricano en Educación: Políticas Públicas y Profesión Docente

Este articulo fue publicado con el consentimiento del autor

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Perú: Niños chalacos dejaron juguetes bélicos para canjearlos por productos educativos

Perú/15 de Octubre de 2016/Andina

Más de 500 niños se manifestaron contra la violencia

Más de 500 niños chalacos, de entre 5 y 8 años de edad, expresaron su rechazo a la violencia participaron en un acto de destrucción de juguetes que promueven la violencia, como pistolas y espadas, los cuales fueron canjeados por otros educativos y artículos didácticos que incentivan la imaginación y creatividad.

A través de esta campaña se busca incentivar en la niñez del Primer Puerto del Callao, una cultura de paz, el arte y la  vida armónica en sus escuelas y hogares.
Esta campaña fue organizada por el Gobierno Regional del Callao y la empresa DP World Callao.
Eduardo Chappuis, director de Proyectos y Sostenibilidad de DP World Callao, señaló que como empresa que opera en la comunidad chalaca, es muy importante contribuir con la formación de una cultura de paz.
“Agradecemos la confianza que las autoridades del Callao han depositado en nosotros para unir esfuerzos y mostrar el peligro que representan las armas en la sociedad”, manifestó.
La campaña contó con la presencia del vicegobernador regional del Callao, Walter Mori, quien saludó esta iniciativa llevada a cabo en la Villa Deportiva Regional del Callao.
Fuente: http://www.andina.com.pe/agencia/noticia-ninos-chalacos-dejaron-juguetes-belicos-para-canjearlos-productos-educativos-633421.aspx
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Entrevista a Ilse Schimpf-Herken y Kathy Bickmore:¿Es posible construir la paz desde las aulas?

02 Octubre 2016/Fuente y Autor: Semana Educación

Semana Educación entrevistó a dos expertas sobre la memoria en tiempos de guerra para la reconciliación y los currículos para la paz.

El próximo domingo 2 de octubre los colombianos decidirán si apoyan lo acordado en La Habana o no. Este domingo termina una campaña electoral cargada de insultos y marcada por la polarización que vive el país. Lo cierto es que Colombia necesita más que nunca un proceso de reconciliación, independientemente de las posturas políticas. Es necesario entonces seguir trabajando y reflexionando sobre cómo construir un país en paz.

En ese contexto, la Fundación Compartir y Espiral Asociados organizaron “La construcción de paz: retos de la educación”, un foro en el que convocaron del 22 al 24 de septiembre a expertos nacionales e internacionales, para hablar sobre cómo desde las aulas es posible pensar en un país diferente. Semana Educación entrevistó a Ilse Schimpf-Herken, directora del Instituto Paulo Freire de Berlín y a Kathy Bickmore, profesora de estudios curriculares y desarrollo docente internacional y comparado de la Universidad de Toronto.

Semana Educación (S.E.): ¿Cómo es posible hacer memoria durante la guerra sin que los recuerdos se conviertan en una carga que impida la reconciliación?
Ilse Schimpf-Herken (I.S.H.): Para nosotros, memoria no es contar los hechos, sino darles sentido. Sabemos que hay muchas percepciones desde cada experiencia. La memoria no es fija, la memoria es el vínculo que conecta a la narración con lo que pasó, para transformar la experiencia vivida en algo que tenga sentido, con el objetivo de no sufrir en el futuro. La memoria no es nada triste, es recordar para el futuro en común. Por eso es necesario hacer memoria en medio de la guerra, porque una guerra destruye el tejido social, hace que las víctimas se sientan impotentes e incapaces. Nuestro trabajo entonces es crear un espacio para que las víctimas puedan narrar, para entenderse y relacionarse con el otro. La víctima no necesita venganza, la víctima necesita narración.

S.E.: ¿Qué tanto contacto tiene con el Centro de Memoria Histórica? ¿Cuál es su opinión sobre su trabajo de memoria?
I.S.H.: Varios de mis estudiantes trabajan allá. Estamos muy felices de trabajar desde la educación popular, desde lo vivido y la biografía; así podemos trabajar en la reconciliación. Estamos convencidos que no hay una forma de enseñar la paz y es que no se puede otorgar la paz. La paz ya está, tenemos que hacer un ejercicio para que las personas en este proceso de posguerra se reubiquen y entiendan por qué durante la guerra actuaron como actuaron; o que simplemente por qué no actuaron y dejaron a las víctimas solas. Entonces, es importante superar la vergüenza, causada por la falta de diálogo entre las víctimas y la sociedad, para crear una cultura de paz.

S.E.: ¿Cómo hacer para que no se construyan memorias hegemónicas, marcadas por la tendencia política de quien hace memoria? Por ejemplo, hay numerosas investigaciones sobre las víctimas del paramilitarismo, pero no tantas sobre ganaderos asesinados y secuestrados.
I.S.H.: Pienso que lo que en este momentos sentimos es que en Colombia hay un gran silencio, porque hay desconfianza entre las personas. Pero en este momento tienen que posicionarse, sin embargo, les cuesta mucho encontrar una u otra posición. Por eso, la memoria puede ayudar a crear una aceptación de diferentes memorias paralelas del mismo acontecimiento. Por esta razón, en la Alemania de la posguerra empezamos con memoria histórica local, preguntamos en todas las calles qué había pasado y quién podía contar. Tratamos de organizar talleres locales para recrear la vivencia a partir de los recuerdos de las personas.

S.E.: ¿Qué hacer con estas situaciones en las que la sociedad no quiere recordar?
I.S.H.: Hay que tener paciencia, porque la vergüenza es algo que te hace callar y tú no puedes exigirle que hable. Entonces, tú tienes que crear primero muchos tejidos para que la persona ya no se sienta tan avergonzada. No es raro que no quiera contar lo que ha vivido. Por ejemplo, nuestros padres no querían hablar con nosotros, pero los abuelos ahora quieren hablar con los nietos, para no morir sin haber contado lo que les pasó. En todo nuestro trabajo tenemos que saber que a unos les hace más falta que a otros. Pero cada uno tiene la responsabilidad de sacar a la víctima del olvido.

S.E.: ¿Cuál es el papel de las instituciones gubernamentales en este proceso?
I.S.H.: En Alemania sin el gobierno no hubiéramos logrado nunca lo que alcanzamos. Cuando tú como sociedad civil estás tratando de entender lo que pasó, siempre hay una opinión pública que dice ‘ustedes siempre son los mismos; tienen una posición política y no quieren entender‘. Pero cuando el gobierno en 1975 hizo la reforma educativa, el tema de la memoria histórica hacía parte del currículo. No era el profesor que era un politiquero, sino un maestro que trataba de transmitirles a los estudiantes las diferentes memorias y el concepto que trae desde el libro de historia, para trabajar la memoria reciente o las memorias recientes.

S.E.: ¿Cómo incluir la paz dentro del currículo?
Kathy Bickmore (K.B.): Hay un currículo explícito y unas lecciones oficiales en cada asignatura. En cada materia existen unos conflictos centrales, entonces, durante las clases se puede practicar con estos problemas, con su resolución y transformación. Por ejemplo, en Ciencia se pueden abordar las discusiones científicas, las investigaciones están llenas de desacuerdos; también, es posible discutir cómo se aplican las ciencias a la vida con tecnología, políticas de salud, ambientales, ofrecer respuestas y miradas. Entonces, se puede aprender mucho de los conflictos para capacitarse y entrenarse en su resolución.  Por otra parte, también hay un currículo implícito, en el que ocurren los modelos y las prácticas diarias. Ahí es importante cómo los maestros se relacionan con los alumnos, cómo los alumnos se relacionan entre ellos. Es importante reflexionar en cómo se tratan los conflictos, no sólo la violencia sino los desacuerdos. Hay varios momentos en la escuela, en los que se puede practicar la ciudadanía democrática para la paz, para participar en las soluciones, y también para criticar. Hay muchas oportunidades para cambiar el currículo explícito, pero también para que la cotidianidad sirva como un ejercicio de civilidad.

S.E.: ¿En Colombia no hay un currículo único, pero ahora que se habla de enseñar la reconciliación en el colegio, pero deberíamos ponernos de acuerdo en un currículo para la paz?
K.B.: Los conflictos son oportunidades para aprender. Si hay desacuerdos sobre el currículos, sobre el significado de las palabras como currículo, paz, justicia, podemos usarlos como modelos de diálogo. Pero necesitamos apoyar a los docentes y tenemos que reflexionar juntos, dialogar, no para tener consenso, sino para tener un tipo de relación. Podemos tener menos desacuerdo si tenemos diálogo. Eso es lo más importante. No debe ocurrir, por ejemplo, que haya en Colombia leyes de convivencia basados en el control, e inclusive, en el castigo. Porque su enfoque no es incorporar, escuchar sus preocupaciones, sino silenciar. Y eso no funciona. Necesitamos generar relaciones. Necesitamos el diálogo para que sea posible crear una paz democrática y duradera. No solamente una paz de control, porque el control con jóvenes funciona solo temporalmente.

S.E.: Muchas veces en los colegios se habla de paz, pero se queda en el discurso. Los estudiantes saben qué responder una prueba de ciudadanía y democracia. ¿Realmente es posible hacer un currículo que cree una cultura de paz?
K.B.: No creo que la escuela pueda hacerlo todo. Pero la escuela que frecuentemente contribuye a la competición y a la violencia, que enseña que la explotación de género, y de las personas diferentes, no contribuye a la paz. Y si no contribuye tenemos un gran problema, porque la escuela toca a cada familia en el país. Entonces las escuelas tienen una responsabilidad de transformar. Tenemos que usar las oportunidades dentro de nuestras materias, para interrumpir patrones de violencia, sólo así podremos contribuir a una escuela de paz. Pero es una cuestión de democratización y no de imposición. Tenemos que crear relaciones y oportunidades de participación, porque la paz no es un momento, sino un proceso para enfrentar y solucionar problemas día tras día.

Fuente del articulo: http://www.semana.com/educacion/articulo/educacion-para-la-paz/495962

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