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Uruguay: «Los niños que saben gestionar sus emociones trabajan mejor y son más felices»

América del Sur/Uruguay/05 Marzo 2017/Fuente: elperiodico/Autor: PARETS DEL VALLÈS

La Escola Nostra Senyora de Montserrat de Parets es pionera en la población en el trabajo de la educación emocional con sus alumnos. Tanto es así que ahora el proyecto pasará a formar parte de la formación académica de 30 directores que estas haciendo un postgrado de directores de excelencia en la Universidad de Montevideo.

El pasado sábado, vía Skype, tuvo lugar la primera de las videoconferencias con una representación de estos treinta directores de escuelas de Uruguay, seleccionados por la directora del postgrado, la Dra. Lidia Barboza Norbit, representante de la Universidad de Montevideo.

El centro inició su plan para trabajar la educación emocional hace cinco años y después de dos años trabajando para formar al profesorado, se puso manos a la obra.

“Tenemos destinado dentro del currículum de los alumnos una sesión mensual que los niños ya saben cuando es. Allí trabajamos de forma muy lúdica y dinámica” cuenta Virginia Espejo, psicóloga del centro.

Espejo pero, remarca la importancia de que esta competencia sea tratada de forma transversal: “No nos podemos limitar a trabajar en la hora mensual que le dedicamos, tenemos que transferirlo a otras áreas. A lo mejor es oportuno hacerlo en el patio o en el aula de matemáticas”.

La psicóloga emarca que la formación del profesorado es lo que les permite “redirigir las sesiones para trabajar distintos aspectos”.

INVESTIGACIÓN EN CURSO

Ahora, Carmen Albana Sanz, profesora del centro escolar de Parets, está realizando un trabajo de investigación para un máster en educación e investiga la importancia que tiene la Educación Emocional dentro del currículo escolar.

A pesar de no haber terminado su tesis y viendo la importancia que tiene esta investigación, la directora del posgrado le ha solicitado poder capacitar a los directores en la implementación de las competencias emocionales.

“Tenemos datos de otras investigaciones que afirman que los niños que saben gestionar sus emociones trabajan mejor y son más felices”, cuenta Espejo

Por ello se pidió la ayuda de la psicóloga del colegio y experta en Educación Emocional, Virginia Espejo, para poder participar de esta tarea y dar soporte teórico y práctico a los directores.

CINCO COMPETENCIAS ESPECÍFICAS

En el caso del centro, se trabaja a partir de la inclusión en el currículum de cino competencias específicas. “Trabajamos la conciencia emocional, la regulación emocional, la autonomía, la inteligencia interpersonal y las habilidades para la vida y el bienestar” relata Espejo.

Fuente de la noticia: http://www.elperiodico.com/es/noticias/parets/los-ninos-que-saben-gestionar-sus-emociones-trabajan-mejor-son-mas-felices-5874796

Fuente de la imagen:

http://www.fundacioncadah.org/j289eghfd7511986_uploads/TDAH%20DIFICULTAD%20EXPRESION%20EMOCIONAL.jpg

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Las emociones influyen en el aprendizaje de las matemáticas

12 Febrero 2017/Fuente: larazon/Autor: S.C.  Madrid

Las investigaciones han demostrado que el aprendizaje y el rendimiento cognitivo de los estudiantes pueden verse influenciados por reacciones emocionales al aprendizaje, como el goce, la ansiedad y el aburrimiento, pero la mayoría de los análisis sobre este tema se han realizado en laboratorios. Un nuevo análisis centrado en los alumnos revela que las emociones influyen en su rendimiento matemático, informa Europa Press.

Ahora, un nuevo estudio longitudinal ha investigado cómo las emociones de los estudiantes en el contexto escolar se relacionan con su éxito. El análisis se centró en el éxito en matemáticas, que no sólo es importante para la educación y la productividad económica, sino que también es conocido por impulsar fuertes reacciones emocionales en los alumnos.

El estudio, que se publica en la revista «Child Development» fue realizado por investigadores de las universidades alemanas de Munich y Konstanz; la Universidad Católica de Australia; las universidades británicas de Oxford y de Reading, y la Universidad de Thurgau, en Suiza. «Encontramos que las emociones influyeron en el rendimiento matemático de los estudiantes a lo largo de los años», explica el director de la investigación, Reinhard Pekrun, profesor de Psicología de la Universidad de Munich y la Universidad Católica de Australia. «Los estudiantes con inteligencia superior tenían mejores calificaciones y resultados de exámenes, pero aquellos que también disfrutaban y se enorgullecían de las matemáticas tenían un rendimiento aún mejor», subraya. Los alumnos que experimentaron cólera, ansiedad, vergüenza, aburrimiento o desesperanza tuvieron peores resultados.

La investigación se realizó como parte del Proyecto de Análisis de Aprendizaje y Logros en Matemáticas (PALMA, por sus siglas en inglés) e incluyó evaluaciones anuales de las emociones y el éxito en matemáticas de 3.425 estudiantes alemanes entre los grados escolares de quinto a noveno. Los estudiantes eran representativos de la población estudiantil de Baviera, que incluye principalmente a jóvenes de familias blancas no inmigrantes, pero representa una amplia mezcla de antecedentes socioeconómicos y urbanos y zonas rurales. Las emociones de las que informaron los participantes se midieron mediante cuestionarios y se evaluó su éxito por las calificaciones a final del curso y las calificaciones en una prueba de matemáticas.

El estudio también encontró que el éxito afectó a las emociones de los estudiantes a lo largo del tiempo. «El éxito en matemáticas aumentó las emociones positivas de los estudiantes y disminuyó sus emociones negativas a lo largo de los años -según la coautora Stephanie Lichtenfeld, profesora de la Universidad de Munich–. En contraste, los alumnos con calificaciones malas y resultados bajos en los exámenes presentaban menos emociones positivas y un aumento de las emociones negativas, como ansiedad matemática y aburrimiento matemático. Así, estos estudiantes se ven atrapados en una espiral descendente de emoción negativa y malos resultados».

La conclusión del estudio de que las emociones influyen en el logro se mantuvo constante incluso después de tener en cuenta los efectos de otras variables, como la inteligencia y el género de los estudiantes y el estatus socioeconómico de las familias. Los resultados son consistentes con trabajos previos que muestran que las emociones y el rendimiento académico están correlacionados, pero van más allá al desentrañar los efectos direccionales subyacentes a este vínculo. Específicamente, la investigación sugiere que las emociones influyen en el rendimiento de los adolescentes por encima de los efectos de la capacidad cognitiva general y los éxitos anteriores, señalan los autores, quienes recomiendan a educadores, administradores y padres que trabajen para fortalecer las emociones positivas de los alumnos y minimizar las emociones negativas vinculadas con las materias, por ejemplo, ayudando a los estudiantes a obtener un mayor sentido de control sobre su éxito. Los investigadores también sugieren que proporcionar a los alumnos oportunidades de experimentar el éxito puede ayudar a reducir los sentimientos negativos y facilitar el bienestar emocional, lo cual puede promover su éxito educativo. Pero consideran que hacen falta más investigaciones sobre este tema para explorar si el patrón encontrado en este análisis también es aplicable a otros grupos de edad y temas académicos.

Fuente de la noticia: http://www.larazon.es/sociedad/ciencia/las-emociones-influyen-en-el-aprendizaje-de-las-matematicas-LG14470685

Fuente de la imagen:

http://www.larazon.es/documents/10165/0/498×373/0c0/0d0/none/10810/LTAV/image_content_6064983_20170207182314.jpg

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Argentina tiene los niveles más bajos de bienestar emocional juvenil

Argentina/Febrero de 2017/Fuente: Clarín

Los jóvenes argentinos tienen uno de los niveles más bajos de bienestar emocional entre los 20 países que participaron del estudio Generación Z: Encuesta de ciudadanía mundial, desarrollado por la Fundación Varkey, organización sin fines de lucro de la cadena GEMS de escuelas privadas, creadora del Foro Mundial de Educación y Habilidades. Sólo el 18% de los jóvenes argentinos encuestados indicó que no piensa demasiado en problemas o que no se siente actualmente ansioso, acosado, no amado o solo, los índices considerados para hablar de bienestar emocional.

Considerando todos los países, menos de un tercio de los jóvenes (30%) tiene un buen nivel de bienestar emocional general. Indonesia (40%), China (36%), Alemania (36%), Israel (38%) y Nigeria (34%) obtuvieron la calificación más alta en la escala de bienestar emocional. Los jóvenes de Argentina (18%) y Brasil (16%), la más baja.

Indonesia 40%
Israel 38%
Alemania 36%
China 36%
Nigeria 34%
Rusia 33%
Australia 32%
Reino Unido 31%
Italia 31%
India 31%
Estados Unidos 30%
Japón 30%
Sudáfrica 30%
Francia 29%
Nueva Zelanda 28%
Canadá 27%
Turquía 25%
Corea del Sur 24%
Argentina 18%
Brasil 16%

El dinero y las presiones escolares son las dos principales fuentes de ansiedad de los encuestados argentinos (48% cada una), seguidas de la familia (38%), la salud (30%) y los amigos y pares (25%). Además, sólo el 16% de los jóvenes de nuestro país cuenta con bienestar físico, definido por la posibilidad de dormir bien, hacer ejercicio y dedicar tiempo suficiente al descanso y la reflexión.

La encuesta abarcó a 20.088 jóvenes de entre 15 y 21 años e incluyó preguntas sobre su bienestar, esperanzas y ambiciones, además de un cuestionario sobre valores personales, comunitarios y religiosos. Participaron 1.038 argentinos.

Futuro

Al contrario que los jóvenes de otros países, un porcentaje relativamente bajo de los encuestados en la Argentina cree que el país es un buen lugar para vivir: 39%. El 52% lo consideró como “ni bueno, ni malo” y el 9% como un lugar malo para vivir. Los resultados generales, en cambio, muestran que más de la mitad de los jóvenes (60%) piensa que su país es un buen lugar para vivir y el porcentaje más alto se lo llevan Canadá y Nigeria (87%).

Por otra parte, los argentinos fueron pesimistas respecto del mundo: sólo un 9% sostuvo que el mundo estaba mejorando, en comparación con el 47% que piensa que está empeorando. Para otro 42% ni mejorará, ni empeorará. En este punto, las respuestas coincidieron con las de la mayoría de los jóvenes del resto de los países encuestados: la mayoría cree que el mundo se está convirtiendo en un lugar cada vez peor.

“Se hacen muchas suposiciones acerca de esta primera generación de ‘nativos digitales’ y la encuesta nos permite desafiarlas con evidencia sólida”, señala Vilkas Pota, director general de la Fundación Varkey. “Los jóvenes creen en el derecho a vivir la vida que uno elige sin prejuicios de ninguna clase, pero son una generación muy pesimista respecto del futuro del mundo”.

Preguntados sobre los factores que con más frecuencia generan temor en los jóvenes respecto del futuro, los argentinos destacaron el conflicto y la guerra (80%) y la falta continua de acceso a la educación para algunos niños (80%), proporciones similares al del resto de los encuestados. A estos factores les siguieron el extremismo y el aumento del terrorismo global (79%), la creciente brecha entre ricos y pobres (69%), el cambio climático (68%), el riesgo de una pandemia mundial (55%) y, por último, la velocidad del cambio tecnológico (24%).

Fuente: http://www.clarin.com/sociedad/argentina-niveles-bajos-bienestar-emocional-juvenil_0_ByCxUltOe.html

Imagen de archivo

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Entrevista a Begoña Ibarrola: “Un mal profesor puede arruinarte la vida”

29 Enero 2017/Fuente: El pais/Autor: 

Para la especialista en educación emocional, Begoña Ibarrola, los conocimientos no transforman a nadie. “Lo que es transformador es la experiencia y las emociones. Sin experiencia solo aumenta la información, no hay capacidad de transformación y de hacer mejores personas»

Un alumno puede ser brillante, pero si no sabe controlar sus nervios se queda en blanco», explica Ibarrola

En los temas de agresividad hay que tener en cuenta que la formación en valores es como una herramienta básica que los padres deben dar a los hijos desde que son pequeños»

sicóloga, musicoterapeuta, investigadora…..Begoña Ibarrola lleva impartiendo cursos de formación en inteligencia y educación emocional desde hace casi 30 años al profesorado y las familias. En esta entrevista con eldiarionorte.es, Ibarrola presenta su visión sobre la educación emocional, un área que «si el ser humano no desarrolla no está completo”. Este tipo de inteligencia influye en todas las áreas del currículum educativo ya que «es una dimensión susceptible de mejora y potenciación mediante acciones educativas». Según Ibarrola, en un futuro muy cercano el profesor ya no va a impartir conocimientos, va a ser una especie de entrenador del alumno que le ayude a desarrollar sus potenciales y dar lo mejor de si para mejorar el mundo. “Las competencias más importantes serán las interpersonales e intrapersonales.

Educación emocional. Un concepto que parece nuevo, pero que no lo es tanto. ¿Qué es realmente?

El concepto es antiguo, pero ya Platón decía que la disposición emocional del alumno determinaba su capacidad para aprender. Hay muchas definiciones, pero a mí me gusta mucho la de Rafael Bisquerra, que dice que es un proceso continuo y permanente, que lo que pretende es desarrollar la dimensión emocional en armonía con la dimensión cognitiva. No se trata de sustituir una cosa por otra, si no que la educación tenga en cuenta la educación de las emociones. Venimos con unas emociones al nacer, pero hay que educar en su expresión, en su regulación…..La finalidad de la educación emocional es brindar a los alumnos unas herramientas que les ayuden a hacer frente a los retos que la vida les depare. Para las cosas buenas no nos tenemos que preparar, pero para los retos y las dificultades sí. A través de la educación emocional se desarrollan una serie de competencias- emociones que son las que les van a servir al alumno durante toda su vida.

Sobre todo la autoestima

Básica, básica.

¿Es fundamental para que pueda ese alumno sacar lo mejor de si mismo y en relación con su entorno?

Es la tierra con nutrientes donde cualquier cosa que siembres va a prosperar. Si no hay autoestima  ya empezamos con problemas.

Si ese tema no se trabaja desde pequeños en la adoelscencia es más complicado de tratar.

Yo he sido terapeuta infantil 15 años. He trabajado con niños y adolescentes y casi todos sufrían de falta de autoestima. Si eres adolescente se puede reconstruir, pero es cierto que a medida que vamos creciendo es más difícil. Por otro lado, lo que sí que es importante entender es que de los cero a seis años la autoestima no es tal, ya que el niño va creciendo y desarrollando una idea de si mismo en función de lo que le reflejan los adultos. Como tal, la autoestima comienza a los seis-siete años, una vez que el niño ha recogido todo lo que han volcado los adultos sobre él. Y  empieza ya a comparar con lo que le dicen los amigos, con lo que él siente de si mismo. Si los padres y los alumnos que le rodean tienen una buena base y le reflejan cosas positivas de él, no limitando las cosas que se le dan mal , pero ofreciendo una imagen realista está más preparado para no hundirse ante una dificultad. Sabe que no se le da bien todo y que no es maravilloso en todo y que no puede triunfar en todo…..

Eso es por parte de los padres, pero ¿cómo pueden fomentar los profesores esa autoestima?

Hay profesores que sí saben hacerlo y otros que no. Unos profesores dicen ‘yo  voy a dar mi clase, mis contenidos y el alumno como persona no me importa’, pero afortunadamente cada vez son más los profesores a los que sí les importan los alumnos como personas, no como depositarios de conceptos, ideas y contenidos. Hoy en día, con la teoría de inteligencia múltiples cualquier profesor que utiliza esta metodología sabe que todos los alumnos son inteligentes, pero que tienen distintos tipos de inteligencia. Ese método ayuda al docente a garantizar de alguna manera la autoestima de los alumnos porque no les comparan unos con otros, saben que cada uno tiene talento y es un ser maravilloso y único. Ese profesor es como un geólogo que va buscando debajo de la tierra a ver qué tesores hay, van buscando lo que ese niño tiene. El uso de esa metodología garantiza la autoestima.

“Ser profesor no es una profesión sin más”

Existen profesores mucho más sensibles a estos temas que otros ¿no?

Yo me he encontrado con profesores que en el fondo son personas que ejercen una profesión nada más. Si esa persona tiene dañada su propia autoestima quiere imponer por el respeto, por el miedo, por la autoridad, por ‘esto lo hacéis’ porque lo mando yo. Afortunadamente cada vez hay menos, pero realmente para entrar en la función docente se necesita una oposición, no un examen de personalidades. Si tú eres una persona equilibrada, afectiva, empática, con autoestima buena pues imagínate…En cambio, si esa persona que hace la carrera de Magisterio tiene una baja autoestima ya a terminar por reflejar sobre los alumnos sus  problemas. Un mal profesor sin educación emocional puede arruinarte la vida y, en cambio, un buen profesor con sensibilidad te la puede cambiar.

Estamos hablando de problemas, pero los profesores se enfrentan al sistema. Ell sistema les exige los conocimientos y hasta ahora la clave del éxito escolar radica no en sacar niños felices,  sino con conocimientos.

Hay tantos sistemas educativos….La ley es el marco legal, pero ese cuadro tiene un marco. Y en ese marco tú puedes enmarcar todo tipo de cuadros. La ley dice que no te puedes salir,  pero puedes pintar lo que te dé la gana. Por eso, con distintas leyes he visto proyectos maravillosos, aulas maravillosas, niños super felices. Y he visto profesores superdesgraciados, y aulas desgraciadas con la misma ley. Puede que haya una ley buenísima para abordar la enseñanza de de valores, actitudes….pero como la variable  es el profesor si no asume eso porque no está maduro pues no lo trabaja. Hay docentes que me dicen ‘trabajar en valores, que tontería que la ley nos diga a nosotros ahora eso. Es cosa de la familia. A mí no me han preparado para eso’. Ah vale, entonces vamos a la raíz. Si a ellos no les preparan en su formación ni para abordar la educación en valores ni para abordar la educación emocional ¿cómo la van a implantar? Algunos docentes muy concienciados y responsables se preparan por su cuenta.

Ahora mismo,  ¿las escuelas de magisterio oficiales preparan en educación emocional?

No.

Es decir, que cuando termina su formación ¿dejan al docente frente al aula sin una mínima preparación en este terreno?

Sí y ahí que se las apañe. Puede que en la facultad les enseñen mucha metodología y didáctica, pero nadie prepara todavía en ninguna facultad sobre educación emocional. Exceptuando, por ejemplo, algunas comunidades autónomas como la canaria que ya han incorporado en el curriculum de primaria la educación emocinal como asignatura. Entonces sí preparan a los profesores para que impartan esa asignatura como les preparan para otras. En Castilla La Mancha también se evalúa  la competencia emocional.

“Las emociones son el factor que más influye en el aprendizaje”

El error es comparar a los alumnos y meterlos todos en el mismo saco.

A todos no les puedes evaluar de la misma manera; tendrás que exigirles unos conocimientos mínimos, unas bases, pero luego la forma de plantearles la evaluación o la forma de pedirles lo que saben tiene que ser diferente. Si el profesor está preparado ya tenemos un plus.

Desde el mundo oficial no se está preparando a los docentes en educación emocional, pero los colegios son conscientes de eso.

Llevo muchos años dando formación en educación emocional. Precisamente pedí la excedencia en la comunidad de Madrid como psicóloga para dedicarme a la formación porque veía la laguna que había y la demanda que había. Si no llega a haber demanda yo me vuelvo al puesto de psicóloga. Pero no he vuelto ni voy a volver porque hay muchísima demanda y afortunadamente se han creado masters de educación emocional. Las investigaciones de la neurociencia están diciendo a los docentes que las emociones son el factor que más influye en el aprendizaje. Las investigaciones dicen cómo afecta la ansiedad al bloqueo del pensamiento. Un alumno puede ser brillante, pero si no sabe controlar sus nervios se queda en blanco. El desarrollo de las competencias emocionales es un factor de prevención de las adicciones, mejora la salud mental, como no hay acoso escolar…..Es una cuestión personal, aunque los equipos directivos de los centros es básico porque marca unas pautas en el colegio.

¿La educación emocional sirve para atajar los casos de acoso escolar?

En los temas de agresividad hay que tener en cuenta una cosa: la formación en valores es como una herramienta básica que los padres deben dar a los hijos desde que son pequeños. Hay una evidencia: los niños tienen a ser crueles con los niños más débiles. Un profesor que ve eso debe trabajar con los dos grupos: al que sufre deben enseñarle a defenderse y a los agresores cortar su comportamiento. No solo se trata de castigar a los violentos. Al que va de débil y sumiso hay que decir que de eso nada, que se defienda y lo comunique a un adulto. Y con los ‘observadores’ también hay que trabajar, con los que ven el acoso y callan.

¿Pero si ese niño víctima del acoso carece de esa educación emocional?

Por eso hay que reforzar  a la parte sumisa para que los actos contra él no se repitan.

¿Y cómo se pueden escapar los casos de acoso escolar a los docentes?

En una formación de educación emocional se dan estrategias a los profesores  para que no miren hacia otro lado. Le voy a poner un ejemplo: Un alumno se suicidó porque no soportaba los malos tratos. Poco tiempo después fue su tutor quien  se quitó la vida porque no soportaba la sensación de culpabilidad. Él había sido testigo del acoso y no había hecho nada para impedirlo. A veces ni siquiera saben cómo enfrentarse a los padres del agresor. No es mala voluntad, ni mala fe, sino que el docente no sabe cómo afrontar la situación. Ahora se están dando protocolos de actuación. Casi todos los centros tienen uno, pero es algo que se tenía que hacer hecho hace 20 años.

Fuente de la entrevista: http://www.eldiario.es/norte/euskadi/profesor-educacion-emocional-puede-arruinarte_0_592491071.html

Fuente de la imagen: http://images.eldiario.es/fotos/piscologa-Begona-Ibarrola_EDIIMA20161219_0261_19.jpg

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No existe la educación no emocional. Reflexiones para la prevención de los problemas de conducta en el aula

03 de enero de 2017/Fuente: www.viu.es

Vamos a comenzar con un juego de palabras, un silogismo de los que le gustaba a Aristóteles:

Si el ser humano es emocional por naturaleza y la educación es llevada a cabo por seres humanos, toda educación es emocional.

De lo que se deduce otro pensamiento interesante:

Si no existe la educación no emocional porque no se puede educar sin emociones,

TODA EDUCACIÓN ES EMOCIONAL.

Y no sólo es imposible educar sin emociones, es imposible convivir, trabajar, cuidar, crecer, aprender, enseñar… cualquier verbo que esté relacionado con el ser humano ya que, si el Homo Sapiens Sapiens se caracterizaba porque sabía que sabía, algunos antropólogos empiezan a hablar del Homo Sapiens Amantis, el “hombre” que sabe que ama.

Con ello, sólo conozco una excepción y es en aquellas personas que sufren un trastorno neurológico conocido como Alexitimia[1] que, según la Sociedad Española de Neurología, es un padecimiento que imposibilita a las personas para sentir y expresar verbalmente las emociones o sentimientos, entre otras dificultades.

Por tanto, usando aquel dicho de “la excepción confirma la regla” y partiendo de la idea de que toda educación es emocional, ¿en qué se fundamenta esta “nueva” forma de hacer o entender la educación si siempre ha existido? ¿Por qué está tan de moda ahora?

Ken Robinson lo retrató a la perfección en su conferencia TED en 2010 cuando la tituló “Cambiando los paradigmas de la educación”[2], versando los diez minutos de monólogo en torno a la obsolescencia de un sistema educativo postindustrial y la inadecuación actual del sistema educativo con respecto a los nuevos perfiles de niños y niñas del siglo XXI.

Y es aquí donde reside la clave de la confusión en torno a la propia definición de Educación Emocional. De hecho, debería llamarse la “Nueva Educación Emocional” para que la entendiéramos mejor ya que se trata, al fin y al cabo, de una nueva propuesta en la forma de relacionarse, acompañar y facilitar el aprendizaje de nuestros alumnos y alumnas.

¿En qué estriba la diferencia de la antigua y la nueva educación emocional? En que antes (y por desgracia, todavía en la mayoría de entornos educativos) la relación educando-educador así como la forma en la que se aprendía era a través del miedo, la presión, la disciplina negativa y la unidireccionalidad en la asimilación de los contenidos. Mientras que la nueva educación emocional gira en torno al respeto al ritmo de aprendizaje, a la conversión de enseñantes a acompañantes, a la disciplina positiva y al fomento de la responsabilidad y la autogestión.

Nos encontramos, por tanto, ante un nuevo paradigma educativo que busca dar respuesta a las necesidades con la que se encuentra toda una comunidad educativa (familias, alumnado y docentes) con respeto a la forma de relacionarse y aprender juntos. Incluso me atrevería a defender que nos encontramos ante la necesidad de una Pedagogía del Amor que elimine el estrés con el que se vive en las aulas y fomente otro tipo de relación. Y cuando hablo de pedagogía del amor, no me refiero a un amor romántico exclusivamente, sino a esa definición de amor que recoge a la perfección el psicólogo Carlos Odriozola[3] cuando considera que “amar es desear y favorecer el desarrollo integral de la otra persona”.

¿Realmente desea y favorece el sistema educativo actual el desarrollo integral de los alumnos y docentes? Pues no, porque si fuera así, no tendríamos las aulas llenas de profesores y profesoras buscando ayuda, cursos, orientación, formación y cualquier recurso que surja para atender y entender mejor a sus alumnos. Y no nos encontraríamos con un alumnado frustrado, desmotivado con sus estudios y con todo el abanico de dificultades en el desarrollo emocional, de aprendizaje y de relaciones sociales como en el que nos encontramos actualmente.

Es curioso como hace unos días leía un artículo en un diario que argumentaba que el 90% de las dificultades en los adultos se centraban en las relaciones sociales, mientras que sólo el 10% lo hacía en cuestiones técnicas relacionadas con sus carreras profesionales. ¿Cuánto vamos a tardar en darnos cuenta de que hay que cambiar el enfoque, en que el barco se nos está hundiendo y tenemos que ver por dónde pierde agua para repararlo y seguir navegando?

¿Qué nos puede aportar la Educación Emocional en la prevención de los problemas de conductas en el aula desde este nuevo enfoque?

Intentaré justificároslo de forma breve ya que podríamos extendernos en varios fascículos virtuales para comprender la complejidad del tema.

  1. La educación emocional tiene como objetivo que toda la comunidad educativa, sobre todo el alumnado y el profesorado, desarrollen los dos componentes más importantes de la Inteligencia emocional: la inteligencia inter e intrapersonal. Cuando conozco mi mundo interior y soy capaz de relacionarme de una forma empática, asertiva, responsable y respetuosa con mis compañeros, identifico la escuela como un espacio seguro donde se me respeta por lo que soy y no sólo por lo que hago.
  1. Otra de las bases sobre la que se fundamenta la educación emocional es en la psicología del apego. Si concibo a mi maestro o maestra como una figura de apego seguro que me respeta, entiende mis necesidades y me acompaña, entiendo el “estar en clase” como “estar en casa” y así, mi cuerpo y mi mente se relajan y aprendo mucho mejor. Incluso para aquellos alumnos que en casa tienen dificultades, los maestros y maestras pueden convertirse en esa figura reparadora que no tienen de forma natural.
  1. Y si a todo esto le unimos el enfoque de la pedagogía sistémica y la imperiosa necesidad de que familia y escuela hablen el mismo idioma, acertamos de pleno. Si las dos personas más importantes en la vida de un niño son sus padres y sus maestros y éstos se llevan mal, entramos en un conflicto de lealtades que sólo puede derivar en dificultades de aprendizaje o conducta. Mientras si siento que hay armonía entre mis referentes, llego al colegio seguro de que mis padres legitiman lo que hace mi profesor y eso me aporta seguridad.

Por tanto, basándonos en el desarrollo de las cinco competencias básicas[4] de la inteligencia emocional a nivel individual y relacional: conciencia emocional, regulación emocional, autonomía emocional, habilidades socioemocionales y habilidades de vida y bienestar; se ha demostrado que el índice de conflictos en el aula se reduce a mínimos anecdóticos y necesarios para seguir aprendiendo

Cada vez son más los estudios basados en Neuroeducación[5] que argumentan la imperiosa necesidad de incluir estos factores para frenar el angustioso índice de sintomatología que manifiesta nuestro alumnado e incluso profesorado, víctimas del estrés por no saber responder a las necesidades de los primeros y agotados por la carga de responsabilidad que asumen los segundos en todo este tema.

A partir de aquí, a partir de estas ideas básicas, se deriva toda la tecnología emocional que internet y las librerías sean capaces de recoger cada vez que buscamos o introducimos “actividades de educación emocional”. Podemos realizar un sinfín de programas y talleres de educación emocional pero si mis padres y mis profesores no coinciden, me cuesta encontrar en mi clase tranquilidad y tengo problemas para relacionarme, por mucho que dediquemos rincones de emociones y veamos documentales o juguemos a expresarnos… no funcionará.

Por tanto, la Educación Emocional es un verbo, una acción, un SABER ESTAR en el aula. De ahí que muchos docentes lleven haciendo este tipo de educación desde hace muchísimos años sin saber que lo que hacían era “emocional”, sino que simplemente trataban a sus alumnos desde una relación amorosa y sabiendo poner límites que contienen y no asfixian.

Ahora os preguntaréis ¿por dónde empiezo con toda la información que hay?

Y aquí mi respuesta es tajante: por vosotros mismos. Si queréis introducir la Educación Emocional en vuestras aulas, centros o actividades, empezad a desarrollar vuestra inteligencia intra e interpersonal. Porque de lo que no hay, no sale nada, y por mucha tecnología emocional que encontréis en la red o en materiales que busquéis, si no manejáis las emociones en estos dos niveles, al final será un sobreesfuerzo. Mientras que si os cuidáis, también lo hacéis con los demás.

A modo de introducción, es lo que os puedo empezar a contar cuando os hablo de que no existe la educación no emocional porque educar sin emociones, es imposible. Os invito a que comencéis por preguntaros si lo que queréis que inunde vuestra forma de enseñar sea el miedo o el aprender a amar.

Fuente: http://www.viu.es/no-existe-la-educacion-no-emocional-reflexiones-la-prevencion-los-problemas-conducta-aula/

 

 

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