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Las tendencias de microaprendizaje transforman el panorama de la formación continua y personalizada

Por: Nacho Meneses

Las plataformas de aprendizaje, la educación a distancia y los contenidos gratuitos o de bajo coste multiplican las posibilidades de formación a lo largo de la vida laboral

Las consecuencias económicas, laborales y sociales provocadas por la pandemia se han dejado sentir con fuerza en los meses de confinamiento, pero el desempleo, que creció en 5.107 personas en junio, se ha ralentizado por segundo mes consecutivo e invita a un moderado optimismo: la Seguridad Social ganó una media de casi 70.000 afiliados, aunque los datos interanuales muestran casi 900.000 afiliados menos que hace 12 meses. La incertidumbre por el futuro es la nota predominante en un mercado laboral en el que, si sumamos a los 3,8 millones de parados inscritos en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) los 1,8 millones de trabajadores acogidos a un ERTE, comprobamos que uno de cada cuatro trabajadores españoles están inactivos o en pausa.

El estado de alarma supuso una acentuada ralentización de la actividad económica, pero por otro lado estimuló la transformación digital de la sociedad: toda una “alfabetización” a marchas forzadas incluso para aquellos que eran reacios a las nuevas tecnologías. Las empresas buscan perfiles tecnológicos para digitalizarse y las instituciones educativas aprovechar la inercia de esta metamorfosis para dar respuesta a las necesidades futuras: “La crisis sociosanitaria ha acelerado lo que iba a pasar en el mundo de la educación en los próximos cinco o seis años, que va a pasar a suceder en apenas año y medio”, afirma Sergio Calvo, vicerrector de Estudiantes de la Universidad Europea. “Los formatos más tradicionales van a beber de otros más parecidos a la formación continua, que a su vez va a adquirir un valor mayor. Ese lifelong learning, ese aprendizaje a lo largo de toda la vida, será una realidad aún más palpable”.

Es en este contexto en el que las tendencias de formación apuntan a un modelo mucho más flexible, accesible y personalizado, “un continuo proceso de aprendizaje para ser relevantes, redefinir los roles y / o adaptarse a funciones y trabajos que ni siquiera existen todavía”, apunta Gema Requena, directora de la consultora Nethunting, que acaba de publicar junto a EAE Business School el estudio Microtrends 2020: Educación y Trabajo. Un informe del que se desprende que el líder del futuro será un “educador empresarial” con la función de integrar empleados, conocimientos, proveedores y retos empresariales y sociales (como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Agenda 2030) en su cadena de valor, y con un amplio dominio de habilidades como la resiliencia, el pensamiento crítico, redes globales, inteligencia cultural y geopolítica, analítica de datos o sostenibilidad: porque no se trata ya tanto de vender más, sino mejor. El negocio no solo se mide ya en términos económicos, sino sociales y medioambientales.

Plataformas de aprendizaje

Más que nunca, la educación ha de ser un traje digital accesible y a medida, y las nuevas tecnologías ofrecen multitud de modelos de gran utilidad a lo largo de nuestra carrera profesional. Herramientas educativas como las de Goodhabitz u Odilo permiten a las empresas crear sus propias plataformas personalizadas de cursos en habilidades profesionales o de crecimiento personal, entre millones de opciones disponibles. Un concepto parecido al de Netflix, pero de formación continua, y que han abrazado otras instituciones educativas como IEBS, a través de Akademus, un canal de microaprendizaje disponible para cualquier usuario (24,90 € de suscripción mensual) con cursos que van desde el marketing digital y los negocios hasta los recursos humanos, la tecnología, la programación y el diseño de fotografía y vídeo.

La transformación, indica Calvo, acabará por extenderse entre las universidades. “El esquema que tenemos ahora, en el que te dices que tienes que estudiar primero, y luego segundo, tercero, cuarto… está condenado a desaparecer”, asegura. “Todo va a ser mucho más modular, y el estudiante va a poder ir conformando su propio currículo en función de lo que quiera realmente”; un modelo híbrido que mezcle la educación presencial (normalmente más práctica) y la online, que combine lo mejor de ambos mundos y se adapte al momento vital y profesional de cada estudiante.

Becas y ayudas a la formación

El aumento del teletrabajo provocado por la pandemia ha facilitado también las posibilidades de formación online, normalmente a un precio mucho más asequible que el de la educación presencial. Así, por ejemplo, el buscador de cursos Emagister puso el pasado mes de mayo a disposición de sus usuarios una iniciativa de becas de formación por valor de un millón de euros, de los que se han consumido ya más de 600.000, en programas que van desde los MBA del Instituto Superior Europeo de Barcelona (ISEB), a los másteres en logopedia de la Escuela de Postgrado de Medicina y Sanidad o la formación en ciberseguridad de Select Business School, entre muchos otros.

Herramientas como el aprendizaje automático, la inteligencia artificial o el Big Data han facilitado además que Emagister, junto con Majorel y GSS Grupo Covisian, puedan ofrecer al usuario formaciones que se adapten mejor a sus necesidades tanto de conocimientos como económicas, gracias a un equipo de especialistas académicos que asesorarán a partir a los estudiantes en todo el proceso, desde la elección del curso y centro hasta las posibles opciones de financiación.

Ironhack, por su parte, ha dispuesto becas por valor de 300.000 € para los profesionales que quieran hacer la transición a carreras tecnológicas con alta demanda en la actualidad. Las ayudas cubrirán, total o parcialmente, los bootcamps de Ironhack en Madrid, Barcelona y Lisboa, así como los programas de Ironhack Remoto. Y si lo que te interesa es el mundo de las ventas, otra opción es la Sales School de IEBS y Grupo Edutech, para formar comerciales en dos meses y ayudarles después a encontrar trabajo. Además, para facilitar la inserción laboral de los desempleados, estos no tendrán que abonar nada por su formación hasta estar trabajando.

La formación gratuita también existe

Los MOOCS, un acrónimo en inglés que designa a los cursos online, abiertos y masivos de muy diversas disciplinas, constituyen una ingente fuente de conocimiento en muchas ocasiones gratuito, generalmente en formato de vídeo y disponible en inglés (EdX, Coursera, Udemy) o español (Miríadax). Se trata de cursos en muchas ocasiones elaborados por profesores universitarios, investigadores o especialistas en cada campo, lo que los convierte con frecuencia en formaciones de alta calidad y reputación. “Por ejemplo, en el área de la ciencia de datos o la inteligencia artificial, es poco probable encontrar a alguien que no haya realizado los cursos de Andrew NG (cofundador de Coursera) sobre Deep Learning, es casi un requisito”, explica José Pedro Manzano, graduado de la Universidad Complutense y doctorando en Neurociencia Computacional en el Reino Unido.

Con frecuencia, los MOOCs abordan contenidos para los que no existen grados o másteres especializados, algo muy útil cuando las universidades carecen en muchas ocasiones de la flexibilidad o la rapidez necesarias para adaptarse a las últimas demandas del mercado laboral. Sin embargo, el avance de la formación virtual ha empujado a muchas de ellas a pasar a formato digital gran parte de sus programas, como en el caso de los cursos abiertos del Massachusetts Institute of Technology (MIT): “Al igual que con los MOOCs, son una gozada, porque en ocasiones es el mismo descubridor de algo el que te está explicando cómo funciona o cuál ha sido el recorrido hasta llegar allí”, cuenta Manzano. Aparte de los vídeos, sueles tener acceso a apuntes, tareas y materiales, si bien tiene la pega de que, “aunque hagas toda la carrera, no obtienes el título de graduado, aunque en ocasiones (previo pago) emiten certificados”.

YouTube es también fuente de numerosos recursos educativos. Una búsqueda en la popular plataforma de vídeo te puede llevar a Missing Semester, un canal del MIT creado a raíz de la covid-19, a Oxford Mathematics (donde está el mismo Stephen Hawking dando clase), o a tutoriales, charlas y conferencias. Kaggle es una plataforma de competiciones de ciencia de datos; y SpainAI te abre las puertas al aprendizaje colaborativo. Y hay muchas más; tan solo hay que buscarlas.

En el mundo de la tecnología, por ejemplo, está muy extendida la cultura del Open Science, la ciencia abierta: compartir tu propio código para que repliques un algoritmo, documentar y generar contenido explicando tus avances… En Github hay miles de repositorios con tutoriales y código que puedes reutilizar, Google te deja ejecutar código de forma gratuita en sus servidores y empresas como Amazon AWS y Azure tienen servidores a muy bajo precio.

Fuente: https://elpais.com/economia/2020/07/23/actualidad/1595495304_025886.html

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SUDÁFRICA El Banco patrocina dispositivos y datos para el aprendizaje remoto

Africa/Sudafrica/Universityworldnews

El grupo bancario Absa ha patrocinado dispositivos de aprendizaje y datos móviles valorados en ZAR5 millones (US $ 297,000) para las universidades de Sudáfrica (USAf), escribe Natasha Odendaal para Creamer Media .

USAf y Absa planean distribuir los dispositivos a seis universidades identificadas para permitir el aprendizaje en línea o remoto para los estudiantes. Las instituciones han identificado a los estudiantes y el grado de necesidad y diseñarán sus propias estrategias de distribución. La iniciativa tiene como objetivo apuntar al ‘centro perdido’ ya que el Ministerio de Educación, Ciencia e Innovación se enfoca en las necesidades de computadoras portátiles de los estudiantes financiados por el Plan Nacional de Ayuda Financiera para Estudiantes en todas las instituciones.

“La contribución de Absa sin duda elimina un gran desafío para al menos 1,000 estudiantes vulnerables en nuestras universidades. Si queremos tener éxito en nuestra determinación de permitir que cada estudiante complete el año académico 2020, entonces proporcionarles estos dispositivos y datos es inevitable ”, dijo el profesor CEO de USAf, Ahmed Bawa.
Fuente: Informe completo en el sitio de noticias de ingeniería

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La brecha digital en la educación ante el COVID-19

Por : Pluma Invitada

Ante la denominada pandemia generada por el virus COVID-19, la suspensión de clases presenciales en todos los niveles educativos es una realidad, las actividades académicas a distancia son una variante y se convierten en una alternativa en diferentes sistemas educativos; en México no es la excepción, el trabajo a distancia es la única opción y las posibilidades de dar cumplimiento a los planes y programas de estudio ahora son parte de una acción compartida entre la escuela y los padres de familia, ante dicha estrategia el proceso de enseñanza y aprendizaje ahora es divergente ante un mismo objetivo una educación social, con equidad, promoviendo la calidad o excelencia de la educación.

El uso de la tecnología como una alternativa educativa ante el problema de sanidad a nivel mundial permite evaluar el cumplimiento de ciertas políticas educativas; de acuerdo al documento Metas 2021 (OEI), generado en la cumbre de 2008 en la ciudad de San Salvador y publicado en el 2010, los distintos ministros de educación en su momento, consideraron la necesidad de cerrar la brecha digital en Iberoamérica dando cumplimiento a diferentes metas entre los que se resalta; fomentar la igualdad de oportunidades y compensar las desigualdades sociales, ampliando la dotación de computadoras en las escuelas y la alfabetización tecnológica del alumnado; favorecer el aprendizaje de los alumnos mediante la incorporación de las TIC en el proceso de enseñanza y aprendizaje; lograr que los docentes incorporen su apropiación tecnológica al proceso de enseñanza y aprendizaje, lo que posibilita un uso pedagógico de las TIC y garantizar la existencia de recursos y contenidos digitales adaptados y de calidad, necesarios para la integración y el uso de las tecnologías en el ámbito educativo.

El cumplimiento de las políticas internacionales genera un compromiso mayúsculo y necesario destacar, de acuerdo al extinto INEE en el ciclo escolar 2007-2008 la mitad de las primarias contaba con una computadora para uso educativo; para el 2013-2014 este porcentaje se redujo a 39.6%, y para el ciclo 2015.2016 llegó a 40.4%. En la educación secundaria, en el ciclo escolar 2007-2008, 71.5% del total de estas escuelas tenía una computadora para uso educativo; en el 2013-2014 el porcentaje bajó a 68.4% y se recuperó  en el 2015-2016, al llegar a 70.1%. De acuerdo a los datos las condiciones en las escuelas no son las viables y ahora generar propuestas educativas haciendo uso de las TIC es todo un enigma que tendrán que resolver maestros, alumnos y padres de familia.

De acuerdo con el INEGI (2019) 18.3 millones de viviendas (52.7% del total en México) cuentan con acceso a internet. La mayoría de viviendas que no cuentan con acceso (16.4 millones) corresponde a la sociedad con menores recursos, ubicada en los estados de Chiapas, Estado de México, Guanajuato, Jalisco, Oaxaca, Puebla y Veracruz.

El impacto de la tecnología en las escuelas depende del manejo que se haga de ellas; la brecha digital no se cierra dotando a las escuelas de computadoras, ni capacitando a los docentes con propuestas innovadoras haciendo uso de la tecnología. Un ambiente digital se construye con procesos integrales en los que demande una práctica educativa acorde a las condiciones digitales del contexto de los alumnos.

Si bien el cumplimiento de la política educativa es una condicionante que permite atender la brecha digital en los procesos de enseñanza y aprendizaje; el financiamiento, monitoreo, capacitación, conectividad y renovación de los equipos destinados a las escuelas, es una muestra de las condiciones que se tienen para enfrentar los desafíos de problema de sanidad a nivel mundial.

Anunciado el confinamiento por el COVID-19, el trabajo escolar en casa ha generado una serie de comentarios entre la sociedad, los cuales reflejan la inestabilidad en las acciones que realiza la escuela y el compromiso social que tiene la familia con la educación. Será necesario reflexionar sobre cuál es el papel de la escuela en tiempos de contingencia, y valorar la importancia de una educación integral buscando diversas formas de enseñar para optimizar el aprendizaje. Necesitamos buscar alternativas para atender y aprender de las condiciones sociales, ni tenemos la infraestructura, ni utilizamos los recursos, ni buscamos áreas de oportunidad; sin embargo, cuestionamos todo lo que se platean y no valoramos lo que tenemos, opinamos sobre lo bueno y lo malo, pero no proponemos una solución, evaluamos evidenciando los errores y no argumentando nuestros saberes.

Referencias

INEE. (23 de Marzo de 2020). Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación. Obtenido de Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación: https://www.inee.edu.mx/

INEGI. (29 de Diciembre de 2019). Instituto Nacional de Estadistica y Geografía . Obtenido de Instituto Nacional de Estadistica y Geografía : https://www.inegi.org.mx/temas/educacion/

OEI. (2010). Metas 2021. Madrid, España: OEI.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/la-brecha-digital-en-la-educacion-ante-el-covid-19/

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Paraguay: Educación virtual es inviable a nivel nacional, sostienen

La Nación /13-04-2020

Mientras se desata la crisis por la llegada del coronavirus a Paraguay, desde el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) impulsan una improvisada educación virtual, cuyo enfoque está en el aprendizaje desde casa, con ayuda de un tutor. Esta idea puede ser plasmada en un contexto con recursos óptimos, pero bajemos a la realidad social paraguaya, donde muchos estudiantes ni siquiera tienen acceso a un teléfono móvil.

Desde que cerraron las instituciones educativas, padres y maestros viven la peor de las zozobras porque no está claro lo que quiere implementar el MEC. La plataforma busca ayudar a 1.200.000 estudiantes de instituciones públicas, pero ¿se tuvo en cuenta la conexión a internet, el nivel del servicio y la realidad que viven los niños y niñas del país, sobre todo del interior?

Para Luis Fernando Ramírez, director del Centro para el Desarrollo de la Inteligencia (CDI), no existe norte en la educación paraguaya. “Primero tenemos que entender la educación paraguaya completa, que tiene la educación pública y privada. Para la educación digital se requieren de tres factores: tecnología, maestros y alumnos. Lo tecnológico es lo más simple y lo más fácil. Lo más difícil es el maestro y el alumno, y eso no se consigue en 15 días. Difícil creer que porque se tiene una plataforma, por muy completa que sea se va a dar la educación digital, eso no va a ocurrir”, dijo a La Nación.

Agregó que las mismas autoridades del MEC no comprenden la complejidad de este modelo educativo. “Hay gente que confunde que porque usa medios tecnológicos, está haciendo una capacitación digital. Eso no tiene nada que ver. La educación digital es autodidacta, una educación donde el usuario recibe una serie de insumos y va trabajando desde otra perspectiva, la del descubrimiento”, detalló.

Refirió que los colegios privados “de alto nivel” no son más de 10 en el país y existen 1.000 colegios privados y otros 6.990 colegios que tienen otro ritmo, otra realidad. “Colegios de Ñemby, Luque, Lambaré, Limpio, que son privados, pero son los más afectados porque la gente trabajadora consigue todos los meses pagar esa cuotita. Pero hace un mes no trabaja. No son ofertas hechas desde el punto de vista de la realidad educativa del Paraguay”, aseveró.

A su criterio, el modelo de educación virtual es viable en territorios reducidos e inviable a nivel nacional. “Te parece que un niño de San Juan Nepomuceno de 8 años, en YouTube, va a hacer la educación a distancia, te parece que va a tener wifi en su casa”, sostuvo y afirmó que se necesita una previa capacitación para la implementación del modelo virtual.

“Las salidas son gestionar modelos regionales, que cada departamento establezca una estrategia acorde a la realidad. Eso se construye con la gente y hay que poner en marcha otro tipo de trabajo”, evaluó.

Futuro de la educación

Ramírez resaltó la necesidad de un liderazgo pedagógico, que permita tener en cuenta la realidad de cada institución. “No podemos seguir pensando en un Paraguay único que termina en Calle Última. El Paraguay es diverso así como la realidad de las escuelas”, manifestó.

Señaló que esto solo va a generar caos social y económico, y advirtió que varios colegios y escuelas privadas cerrarán debido a que las familias ya no tendrán los recursos para continuar pagando las cuotas.

“Es una realidad que las familias no van a pagar el colegio, porque se quedaron sin trabajo, porque son vendedores, de pequeñas y medianas empresas. Y es una realidad que los colegios no van a poder recaudar. Por lo tanto, es una realidad que las escuelas van a cerrar y los maestros se van a quedar en la calle. Eso ya está ocurriendo. Esta semana, varios colegios se van a cerrar. Acá a dos meses vamos a tener una crisis social, económica y de salud”, puntualizó.

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Pongámonos serios ¿Educación virtual en casa?

La pandemia

La actual crisis del capitalismo estaba en curso antes de aparecer la pandemia del COVID-19. La voracidad del capital ha profundizado a niveles extremos las desigualdades. El más reciente Informe de Oxfam titulado “Tiempo para el cuidado” (2020) se precisa que los 2153 milmillonarios existentes en el planeta concentran más riqueza que el 60% de la población, es decir, 4.600 millones de seres humanos. En nuestra región, América Latina y el Caribe, el 20% de la población concentra el 83% de la riqueza, pasando de 27 a 104 milmillonarios, muchos de ellos producto de la corrupción política, pero otro tanto de la sobre explotación laboral y la especulación, tanto financiera como en el consumo cotidiano.

En el 2019, antes de la aparición del COVID-19 66 millones de personas vivían en el borde inferior de la pobreza extrema, mientras más de 1.300 millones de personas no tenían acceso a la electricidad. Por otra parte, 12.500 millones de horas de trabajo no remuneradas de las mujeres evidenciaban que el patriarcado es la ideología del capitalismo en las relaciones personales y familiares.

En otros informes Oxfam venía precisando que el 1% de los más milmillonarios del planeta poseían el doble de las riquezas que 6.900 millones de personas, mientras la mitad de la población vive con menos de 5,50 dólares al día. En materia educativa las cifras son escalofriantes, 258 millones de niños y niñas no van a la escuela, siendo las niñas las más afectadas. Los más viejos y viejas, quienes habían entregado sus vidas al mundo del trabajo comienzan a ser acusados por el FMI de ser una carga insoportable para los presupuestos públicos.  En Venezuela producto del criminal bloqueo norteamericano y de errores estratégicos en el manejo de la economía rentista, se ha pulverizado el salario, siendo menos de 20 dólares mensuales el sueldo de un docente; los programas sociales ayudan a mitigar la dramática crisis en el plano alimentario, pero los efectos de la destrucción del poder adquisitivo del salario son multifactoriales.

En ese contexto de crisis financiera y sobreexplotación, de marginalidad y desigualdades brutales, el capitalismo trasnacional comienza a diseñar una reelaboración del modo de producción con la incorporación de los productos de la aceleración de la innovación científico tecnológica; China, Rusia y Estados Unidos encabezan las iniciativas del capital global en esta materia.

Desde su anuncio en 2011 en Hannover, Alemania, se inicia la transición a la cuarta revolución industrial. El desarrollo del modelo de fábricas 4.0. procura sustituir buena parte de la mano de obra industrial, desaparecer a una parte importante del proletariado fabril, disminuir a su mínima expresión los compromisos de empleo remunerado, generando un modelo de auto agenciamiento del empleo, en buena parte relocalizado en maquilas y en la casa, forzando la constitución de un nuevo tipo de trabajadores.

Se habla de que, así como hoy, en una sociedad mundial que ronda los 8 mil millones personas, el capitalismo funciona con 3.300 millones de empleos, de los cuales solo 1.300 de millones son empleos estables, podrían pasarse a un modelo de producción capitalista con menos de la mitad de empleos formales existentes actualmente.  Desde esta lógica criminal pareciera sostenerse la ecuación que permite seguir siendo más ricos a los ricos, más pobres a los trabajadores y produciendo una concentración creciente de las riquezas, con tan solo la mitad de la población actualmente activa.

Esto está dando pie al emerger de un neo maltusianismo que se muestra a través del complejo industrial cultural, pero también en la forma como se presentan los efectos de la cuarentena preventiva del Coronavirus. La última producción de la saga de los Avengeres (2019), nos mostró a un Thanus, que planteaba que la solución al caos ecológico no era la destrucción del sistema capitalista, sino la desaparición rápida de la mitad de la población mundial; ello construye ideología, imaginarios y narrativas en los niños y jóvenes, mientras la izquierda pedagógica lo desestima como simple entretenimiento. Algo similar está ocurriendo con la pandemia y la cuarentena; ahora se comienza a decir que el encierro en casa está disminuyendo las emisiones de CO2, bajando los niveles de contaminación global, que los indicadores de violencia están cayendo, pareciera entonces que los problemas son el manejo de la “sobrepoblación”, la culpa es de la gente, por lo tanto, debe recluirse en sus casas o peor aún desparecer.

Los más afectados por la pandemia son los pobres sin agua, luz, accesos a trabajos estables y posibilidades de comprar alimentos, los marginados del acceso a los servicios de salud, los campesinos que ahora tienen que vender más barata su producción porque se redoblan las dificultades para sacar las cargas, los y las trabajadores informales, los obreros que son despedidos por la baja de producción o el cierre de las fábricas.  El Coronavirus ha mostrado las desigualdades existentes, una de ellas de acceso al internet, computadoras, teléfonos inteligentes, contenidos educativos y sobre todo a las capacidades para trabajar con el mundo digital en el aula.

El COVID-19 es el estado de sitio planetario que construye las condiciones de posibilidad para una reingeniería social sin precedentes, que abra paso a la cuarta revolución industrial y que constituye el régimen de gobernabilidad que requiere el capital en la actualidad, autoritario, destructor de la sociabilidad, con la intención de disminuir costos sociales y conjurar los riesgos de revueltas.  Una de las operaciones que se está llevando a escala planetaria es la redefinición del papel de los sistemas escolares, la profesión docente y los centros de formación de educadores; algo que ya se había iniciado en los ochenta del siglo XX.

 

El neoliberalismo y la sociedad educadora

Desde el desembarco del neoliberalismo, la destrucción de lo público ha sido una de sus metas. Para lograr sus fines, al interior de los sistemas escolares se instauró la cultura evaluativa (pruebas estandarizadas, institucionalizar los institutos nacionales de evaluación muchos de ellos vinculados al LLECE-UNESCO), presionó para definir calidad  y pertinencia como indicadores deseados de éxito y logro escolar, los cuales destruían la autonomía de los centros educativos, despedagogizaban el ejercicio profesional y abrían paso a la noción de crisis educativa permanente, necesaria para destruir la educación pública.

La cobertura escolar dejó de ser para que los pueblos aprendieran lo nuevo, para democratizar el conocimiento, y poco a poco se fue imponiendo la visión de las instituciones educativas como espacios de contención social[1], estrechamente asociada al mundo del trabajo. Las escuelas, liceos y universidades se fueron transformando en guarderías para los hijos de los trabajadores, en las cuales el aprendizaje era secundario; ello se correspondía al modelo fabril, de empleo y gobernanza de la primera y segunda revolución industrial. La tercera revolución industrial generó una onda telúrica constante de transformación, que sentó las bases para el giro radical de 180 grados que requiere la cuarta revolución industrial, impactando incluso la relocalización del antiguo modelo de contención.

El paradigma neoliberal desembarcó con narrativas que parecían trabalenguas, que eran fragmentos del espejo roto del ideal educativo liberal. Las sucesivas reformas educativas, una detrás de la otra, iniciadas sin haber culminado las “operaciones” de políticas públicas formuladas en las anteriores, servían para fortalecer la idea de crisis educativa permanente y de los sistemas escolares.

Esto no era una agenda exclusiva de la derecha política, incluso buena parte de las políticas educativas impulsadas por el “progresismo” en América latina tuvieron estas características. La carencia de un auténtico debate político pedagógico de fondo sobre la orientación de la educación pública en el marco de la tercera revolución industrial, convirtió a la inclusión, a la ampliación de la cobertura, en una política remedial a la crisis social del capitalismo del siglo XXI, en un significante vacío, qué si bien disminuía el impacto de la miseria, no construía posibilidades reales para un proyecto colectivo liberador, para un cambio radical en los albores de la cuarta revolución industrial. Se pensó en una transformación en clave de primera y segunda revolución industrial, sin percatarse que el mundo estaba ya en la tercera revolución industrial.

A nivel de la opinión pública el neoliberalismo propagó la idea de la sociedad educadora, que no era otra cosa que la intención de transferir progresivamente las responsabilidades de los Estados con la educación pública, a las familias, a los ciudadanos. Para ello convirtieron en funcionales conceptos como co-responsabilidad, participación ciudadana, democracia social, entre otros.

La idea de sociedad educadora se presentaba con el “atractivo” de colocar en manos de las familias el desarrollo curricular, la elección de los directivos, la vigilancia y administración del presupuesto educativo de las escuelas y universidades. Muchos de los llamados proyectos educativos de plantel derivaron en una progresiva transferencia de la carga económica de la escuela sobre los hombros de la familia; la compra de materiales de limpieza, la cuotas de inscripción en escuelas públicas y las ayudas mensuales para el sostenimiento de infraestructura, los comedores escolares terciarizados y las madres elaboradoras de alimentos sub pagados y sin protección social, las tareas en casa que comportaban la compra de materiales para realizar las actividades que no se podían hacer en la escuela por falta de dotación, todo ello formaba parte del paquete de la sociedad educadora.

Claro está, todo ello eso se orientaba a construir las bases mínimas para la transición a un modelo de autogestión social, que transfería las competencias y responsabilidades públicas del Estado al sector privado, con la careta de transferencia a las familias. Eso se hacía con un lenguaje de derechas, pero también de “izquierdas”.

En la medida que se producía desinversión en la educación pública se transferían muchas de las anteriores responsabilidades de los Estados a los ciudadanos. La desinversión se hizo notoria, primero, en la dotación de equipos y materiales; cada vez eran menos las áreas en las cuales los gobiernos proveían a las escuelas y universidades, y cada vez mayores aquellas que le correspondían a las familias y los propios estudiantes.

Se luchó y resistió, en algunos lugares con mejores resultados que en otros. Cuando nos “acostumbramos” y pensamos que nada podría ser peor, vino la desinversión en planta física, que generaba un deterioro permanente de las instalaciones, a la par que se desaceleraba de manera dramática la construcción de nuevas edificaciones escolares. En muchos lugares las familias asumieron el cuido y mantenimiento de instalaciones educativas, en otras el deterioro de lo público se publicitaba en contraste con lo que ocurría en algunas escuelas y universidades privadas.

Obtener una titulación ya no era algo que se buscaba en lo público, sino para un número cada vez más creciente era una mercancía, los títulos había que pagarlos. La desinversión tenía un correlato en la precarización de los salarios docentes. La escuela se fue convirtiendo en una especie de museo, que mostraba “lo viejo” y donde lo nuevo no tenía acogida.

La mayoría de escuelas no cuentan con conexión internet, ni computadoras, los contenidos educativos digitales le son ajenos. En muchos países la dotación de computadoras se hizo a los estudiantes, no a las escuelas ni a los docentes, lo cual mostraba como el paradigma de la sociedad educadora se abría paso; en algunos casos los estudiantes tenían computadora para poder desarrollar el modelo de educación virtual en casa, mientras lo público, la escuela, se convertía en un espacio ajeno a lo tecnológico.

El paradigma neoliberal de la sociedad educadora adquirió nuevos derroteros, nuevas expresiones impensadas. La escuela enseñaba a sembrar como en el siglo XIX, en un modo ajeno al desarrollo científico tecnológico, lo ancestral se convirtió en opuesto a lo nuevo, como si la tradición y la innovación no pudieran conseguir espacios de encuentro. Mientras esto ocurría, en la casa la sociedad de la información les permitía a los jóvenes una aproximación a lo nuevo, a lo actual, sin intermediaciones ni posibilidades de conectar la memoria histórica con el presente.

El paradigma neoliberal de la sociedad educadora se encargó de mostrar a la escuela como un lugar en plena obsolescencia. Por ello, las reformas educativas y especialmente las curriculares eran un ejercicio de “Sísifo”. La escuela enseñaba la física y la química de la primera y segunda revolución industrial, pero era incapaz de explicar el funcionamiento del control remoto, los video juegos, el microondas o el funcionamiento de la casi totalidad de artefactos que tenemos hoy en casa. La biología de Mendel no terminaba de abrirse a los desarrollos y conocimientos del genoma humano. La democracia en la escuela resultaba ser simple representación, no ejercicio cotidiano en las dinámicas pedagógicas y de la comunidad. En el mejor de los casos la democracia se convertía en participativa para lo pequeño, lo comunitario, no para la conducción de la política nacional y eso se evidenciaba en el plano escolar.

En ese contexto, en los últimos veinte años son numerosas las fundaciones y grupos vinculados a la lógica del mercado que promovieron y promueven la educación en casa: el sueño dorado del neoliberalismo educativo, del paradigma de la sociedad educadora. Estas corporaciones y fundaciones “filantrópicas” mundiales insisten en el hecho que las familias asuman por cuenta propia la responsabilidad de la educación y que los contenidos y evaluaciones de aprendizaje sean adquiridas a proveedores privados.

La educación en casa resume en políticas públicas la propuesta neoliberal de finales de la tercera revolución industrial. Eso está asociado a nuevas necesidades de formación profesional, contenidos y orientación que he analizado en otros artículos.

Por ello, hablar de educación en casa, cada familia una escuela, se convierte en la concreción discursiva del sueño dorado del neoliberalismo en su fase del siglo XXI. No se trata de una consigna transitoria, sino de una contribución a la construcción de hegemonía mundial sobre las limitaciones de la educación presencial. A los que luchamos por la educación pública nos está negado el derecho a la ignorancia supina. Si el neoliberalismo logra después de la pandemia construir hegemonía mundial sobre el ocaso de la educación presencial, el derecho a la educación estará en riesgo severo.

 

El derecho a la educación

El derecho a la educación no es solo una frase bonita, implica un conjunto de acciones que deben cumplir los Estados nacionales, se concreta en metas y temporalidad, se puede comparar regional y mundialmente mediante indicadores de logro.

Para que un país cumpla con las condiciones mínimas para garantizar el derecho a la educación deberá contar con un presupuesto nacional, regional y local permanentemente asignado para el sostenimiento de su sistema escolar, destinar e invertir por lo menos el 6% de su PIB en educación, poseer un ministerio o autoridad nacional que oriente y supervise lo educativo, contar con legislación educativa y un marco regulatorio al respecto, contar con instituciones de formación docente que estén actualizadas y se correspondan a los principios educativos nacionales, gozar de una red de escuelas y universidades en todo los territorios y en todos los lugares donde exista población, garantizar que las escuelas, liceos y universidades  estén debidamente equipados.

Pero una de las mayores exigencias para garantizar el derecho a la educación radica en garantizar que la educación que se imparte en escuelas, liceos y universidades se corresponda al conocimiento científico, humanista, artístico de actualidad y pueda enseñarlo en clave de utilidad social. Sueldos y salarios docentes dignos y justos son un requisito indispensable para fortalecer el desarrollo profesional de los y las docentes, como garantía de la mejor educación posible. Garantizar el derecho a la educación pasa por garantizar el equipamiento adecuado de las instituciones educativas, tanto en infraestructura tecnológica y contenidos para aprender a aprender.

Implica también una dimensión cualitativa asociada a la utilidad de lo educativo para construir pensamiento crítico, para aprender a aprender, para desarrollar autonomía en la toma de decisiones, elementos imprescindibles en la construcción democrática del siglo XXI. Solo con pensamiento crítico lo ético adquiere una dimensión consciente y se separa del plano moral o meramente ideológico. La solidaridad, el compromiso social y su relación con los proyectos personales/colectivos cuentan con la escuela cómo el lugar privilegiado para desarrollarse a plenitud.

Entonces el derecho a la educación es mucho más que el acceso a lo escolar en condiciones de dignidad, implica la posibilidad de que se constituya en el soporte del encuentro social, del dialogo, la tolerancia, el respeto por la diversidad, la aspiración a igualdad.  Por ello, el modelo de educación en casa, de universidad en la familia, aunque se alegue que es transicional, comporta una ruptura con el enfoque revolucionario del derecho a la educación. Cada casa una escuela constituye un enfoque del derecho a la educación limitado a la transmisión de conocimiento, abriendo paso a que lo transicional se convierta en permanente, abrirle las puertas desde las palabras al cenit del paradigma de la sociedad educadora.

La tentación que está surgiendo en muchos gobiernos es convertir buena parte de lo que hoy es eventual en cotidiano. Lo comienzan a presentar de buenas maneras como posibilidad de “no dejar a ningún estudiante atrás”, pero en realidad lo que se está operacionalizando es el Apagón Pedagógico Global, del cual tanto les he comentado en otros artículos.

 

Las condiciones materiales de la población en América Latina

El “Informe de UNESCO sobre la ciencia: hacia 2030” (2015) mostraba que en el 2008 el 23.13% de la población mundial tenía acceso a internet, mientras en el 2014 alcanzaba el 37,97%. Este crecimiento en la accesibilidad variaba según la región. En América Latina se había pasado del 27.09% al 47,59, es decir, casi uno de cada dos habitantes tenía acceso. Sin embargo, cuando observamos quiénes acceden se develan las enormes inequidades existentes en las sociedades. En su mayoría el acceso es urbano contra un casi nulo acceso en el campo, pero en las ciudades es la clase media y los profesionales quienes tienen mayor conectividad. La ciudad tiene periferias, barrios que reflejan toda la exclusión del sistema capitalista, incluido el acceso a la internet.  A eso se le suma el tipo de conexión a la que se accede y sus posibilidades de uso.

Un informe de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), conocido a mediados de 2018, indicó que en el caso de América Latina y el Caribe la penetración de la banda ancha en conexión fija ronda en el 10% y el de acceso móvil en 4G en 27%. La banda ancha es indispensable para mucha de la actividad audiovisual actual.  Un año después Global Digital (2019) señalaba que el 57% de la población mundial tenía acceso a internet en sus distintas modalidades; el 43% de rezago es el dato más relevante, nuevamente la exclusión centrada en el campo y las zonas populares de las ciudades.

El estudio de Global Digital muestran la importancia que le dan los usuarios al uso del internet. Respondiendo en el estudio citado a varias alternativas, los consultados nos muestran que se usa internet en un 92% para ver videos, 58% para la televisión en streaming, 30% para juegos en línea, 23% para ver jugar a otros y un 16% para ver partidos o eSports. Es decir, no existe una cultura del uso educativo de la internet.

Las redes sociales constituyen el otro componente importante del uso del internet. El documento 2020 de “We are Social y Hotsuite” titulado “Informe de Internet y redes Sociales” señaló un crecimiento exponencial en el uso de las redes sociales; 3.800 millones de personas usan las distintas redes sociales alrededor del mundo. Facebook lidera las preferencias con 1.950 millones de usuarios, seguida por YouTube, WhatsApp, Messenger e Instagram. Los dos datos nuevos son el crecimiento sostenido de Tik Tok (800.000) a nivel mundial y de WeChat en China.

El promedio mundial de tiempo diario destinado a las redes sociales es de dos horas y veinticuatro minutos. Esto último se refiere a la fracción del tiempo que se está conectado en las redes sociales que se le dedica a colocar información Vs el que usa para consumir información. Los datos de este estudio no diferencian entre consumo y producción de contenidos, pero la evidencia empírica muestra que se usa más para consumir y reproducir información que para crearla.

Muchos docentes solo son usuarios de Facebook, WhatsApp y en menor medida de Instagram, pero en su mayoría son consumidores de contenidos más que generadores.  Es decir, ven lo que otros postean, comparten contenidos generados por otres, pero no colocan contenidos propios en las redes sociales.

Recientemente hemos venido trabajando en un equipo de “alfabetización digital” a solicitud de varios gremios docentes de la región, y nos sorprende el enorme número de educadores que no solo no cuentan con ninguna red social, sino que tienen una resistencia y desprecio por ello. Esto tiene especial significación, porque contrasta con el significativo número de estudiantes que tienen acceso a las redes sociales y las usan de manera cotidiana. Esto genera problemas de diálogo generacional y de comunicación docente-alumnos, pues muestra en el aula narrativas e imaginarios diferenciados.

Muy pocos ministerios de educación y gremios tienen un inventario actualizado del número de docentes que tienen computadora en sus casas y conexión a internet. El gremio ASOPROF está iniciando una consulta a sus afiliados al respecto, mientras que la Federación de Maestros de Puerto Rico señala que solo un 65% de los docentes tienen condiciones para ir a un modelo de educación virtual, de educación en casa. Este porcentaje se incrementa en los estudiantes, con el añadido que cuando hay computadora en casa con conexión es una sola y allí varios son estudiantes, docentes o quienes están siendo empujados al teletrabajo, lo cual crea una disputa sobre el uso de los equipos, priorizando el tema de los ingresos familiares.

Los datos publicados por Domingo Chambers[2] (2020) señalan que en ciudades y países con alto perfil tecnológico como Hong Kong solo 40 de cada 100 habitantes cuentan con una computadora personal, mientras que en Canadá la cifra llega a 42, en Luxemburgo a 46, Australia 47, Singapur 48, Bermuda 48, Noruega 49, Dinamarca 51, Suecia 51, Estados Unidos 57, Suiza 65. Este estudio no precisa si se descartan las casas que tienen más de una computadora y si es así el porcentaje bajaría. ¿Es que estamos pensando que los números son mejores en América Latina? ¿Con esos números pareciera viable un modelo de educación en casa que garantice el derecho a la educación para todos y todas?

Por otra parte, los docentes casi nunca han recibido formación para trabajar con modelos de educación virtual. La poca formación que en algunos casos han recibido es para trabajar con Word, power point, Excel, entre otras. Es decir, cuando se decide dar el giro drástico para el modelo de educación en casa, la autogestión del aprendizaje del docente, ello muestra la hegemonía del paradigma de sociedad educadora del capitalismo neoliberal, pero no necesariamente que sea posible lograrlo en el corto plazo.  A ello se le adiciona el drama de los contenidos digitales, la escasez de los mismos y la localización de los mismos fundamentalmente en plataformas privadas, que tienen una lógica mercantil de acceso; muchas de estas plataformas se han abierto de manera gratuita en la contingencia de la pandemia, pero ello procura copar el mercado educativo en casa y potenciar la construcción de hegemonía sobre este modelo educativo.

Ante este panorama, lanzar una propuesta de educación en casa, es una forma de neo privatizar la educación. En la práctica la mayoría de estudiantes quedaran fuera de esta dinámica, mientras muchos docentes estarán rezagados. Esto tendrá un efecto terrible, que no puede ser encubierto por propaganda con frases “incluyentes”.

Entonces ¿tú quieres que me coma el tigre?, como decimos en Venezuela. Por supuesto que tenemos que establecer estrategias para evitar el rezago y la perdida de continuidad educativa.  Pero las estrategias tienen que corresponderse a lo que tenemos y no a lo ideal, a nuestras posibilidades reales y no a nuestros deseos, a los intereses de la educación pública presencial científica, popular y no a los intereses del mercado.  En las alternativas expondremos algunas ideas al respecto.  Los gobiernos tendrán que aceptar que se les caiga la careta y quedar en evidencia ante los pueblos por su falta de capacidad y preocupación por la actualización tecnológica de los sistemas escolares.

 

¿Qué está ocurriendo en las casas como escuelas en este periodo de cuarentena por la pandemia del COVID-19?

Las familias, constituidas en su mayoría por trabajadores y trabajadoras están siendo los más afectados(as) por la cuarentena.  Más del 60% de la población mundial vive del trabajo informal, 34% de en situación de trabajo informal muy precario e inestable. De la noche a la mañana sus fuentes de ingreso se ven afectados y deben estar confinados en casa, con sus hijos y familiares dependientes.

La noción de educación que se impuso para muchas familias era que los aprendizajes constituían responsabilidad de la escuela y que las instituciones tenían un rol de contención, mientras ellos trabajaban. De “golpe y porrazo” se les dice que deben convertirse en las acompañantes del trabajo escolar en casa, se les entregan módulos o se les envían tareas por el correo. En muchas casas, además de la comida escasea el internet y, no se tiene idea de cómo acceder a contenidos educativos de calidad, en una red que tiene abundante información basura.

La inexperiencia en un modelo de educación en casa, está haciendo que se envíen tareas a los estudiantes cuyo cumplimiento abarca siete y ocho horas de trabajo escolar diario, jornada imposible de acompañar por unos padres que en su mayoría están en modo de sobrevivencia.  Los maestros enviamos tareas, pero nos cuesta enviar videos explicando las clases porque no tenemos experiencia, ni habilidad para grabar y porque el miedo escénico en esta nueva modalidad paraliza.

Se está generando el caos necesario para el pleno emerger del paradigma de la sociedad educadora. Si la escuela no provee ni prevé lo necesario para la coyuntura y esto se presenta como extensible en el corto y mediano plazo, muchas familias clase media e incluso de trabajadores comienzan a ver la posibilidad de acceder a plataformas pagas, que puedan facilitar las dinámicas, que les liberen de la carga escolar, para poder dedicarse a sobrevivir o a su teletrabajo. Los que por razones de precariedad laboral y de ingresos no pueden ni siquiera plantearse esta posibilidad, asumen una actitud de “cómo vaya viniendo, vamos viendo”, con terribles perspectivas de efecto en el derecho a la educación.

Los gobiernos pretenden ocultar esta realidad, pero estamos en una etapa oscura del derecho a la educación. Hoy más que nunca se requiere hablar con la verdad, para buscar soluciones viables. Los cuentos bonitos de políticos, chocan de manera lapidaria con la realidad social de la mayoría de la población.

 

Alternativas

Todo lo mencionado anteriormente nos lleva a señalar la precariedad de la infraestructura tecnológica, conectividad, contenidos digitales y experiencia docente existente para poder concretar el modelo de educación virtual en casa. Esto ni siquiera para la lógica del mercado se va a poder resolver en meses, ni en un par de años. Un ensayo de esta magnitud podría expulsar a millones de niños, niñas y jóvenes de la educación pública. A las izquierdas pedagógicas no da un margen de tiempo para construir lo nuevo, lo alternativo.

Por ello, planteo una estrategia a distintos niveles que contenga:

  1. Una campaña de los gremios y sindicatos docentes, que sensibilice a los docentes sobre la acción coyuntural y alerte a la sociedad sobre el riesgo de neo privatización educativa en marcha. No permitir que los gobiernos suscriban acuerdos de mediano y largo plazo con las grandes corporaciones educativas digitales como Pearson educación, google, Microsoft, Discovery education, entre otras;
  2. Una repolitización política del magisterio a través de los gremios y sindicatos, universidades y pedagogos críticos, respecto a las características de la neo privatización educativa en el tránsito de la tercera a la cuarta revolución industrial;
  3. Exigir a los gobiernos que eliminen la frase “educación en casa”, “universidad en casa” porque ello expresa el paradigma neoliberal de la sociedad educadora. Explorar frases transicionales como “en tiempo de Coronavirus la escuela visita tu casa, mientras nos volvemos a encontrar en las aulas”;
  4. Hacer una campaña internacional vía redes sociales y usando distintos webinar donde sensibilicemos sobre el precario estado de la infraestructura tecnológica en la región, así como las disparidades de las remuneraciones docentes en un contexto de precarización de los sueldos y salarios;
  5. Urgente un plan masivo de formación en línea para docentes, sobre modelos de construcción de conocimiento en el mundo digital; todo ello como complemento a la actividad presencial. Sin esta formación es por decir lo menos irresponsable pasar a un modelo de educación virtual;
  6. Las actividades virtuales deben ser presentadas como coyunturales, enfatizando en la necesidad del encuentro, la presencialidad para aprender a aprender, para aprender a vivir juntos, para construir una sociedad de iguales. Lo virtual debe entenderse como complemento de la actividad pedagógica presencial, una vez que se vuelva a clases presenciales.;
  7. Muchos de nuestros países cuentan con una red e infraestructura de televisión pública y radio estatal que debe ser usada para la generación de contenidos y llegar a casa.  Tiene más posibilidades reales esto que la tonta apelación a una conectividad universal a internet absolutamente inexistente.  Ello implicaría la convocatoria a los gremios y sindicatos docentes para que contribuyan a la construcción con docentes de carne y hueso, a la generación de los contenidos de coyuntura. En esta etapa, es muy importante decirles a los estudiantes que esto es coyuntural y que las aulas de la escuela les esperan;
  8. Se debe hacer un esfuerzo para no caer en la educación virtual bancaria o mecánica a distancia;
  9. Debemos atrevernos a repensar toda la formación docente (inicial y continua), a colocarla patas arriba para poder empalmar con los desafíos epocales de la educación pública y el derecho a la educación en la transición de la tercera a la cuarta revolución industrial;
  10. “Invadir” las redes sociales y las plataformas con ejercicios de educación crítica usando los medios tecnológicos. Tenemos que aprender haciendo, a construir formas de educación liberadora que estén en armonía con el desarrollo de la tecnología;
  11. Construir espacios de encuentro y reflexión pedagógica internacional, para conocer y aprender juntos;
  12. Hoy más que nunca el pensamiento crítico es una herramienta para seguir trabajando en otra educación y otro mundo posible;
  13. Es urgente mostrar con datos y evidencias pedagógicas que es incorrecta la premisa neoliberal que el equipamiento tecnológico y la disminución de nómina docente “abaratan los costes Educativos”.

 

 

Estos son solo ideas iniciales para abrir un debate.  Es una convocatoria al genio colectivo que somos los y las docentes cuando nos juntamos y decidimos transformar

 

 

[1] En otro artículo ampliaré sobre la contención como paradigma escolar

[2] https://es.ripleybelieves.com/countries-with-most-personal-computers-per-capita-3657

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Webinar: Coronavirus, educación virtual y derecho a la educación

GCI / 4 de abril de 2020

El pasado 3 de abril de 2020 el recién constituido Grupo de Contacto Industrial (GCI) realizó un webinar sobre educación en tiempos de COVID-19. El panel coordinado por el Dr. Luis Bonilla-Molina, Director del Observatorio Internacional de Reformas educativas y Políticas Docentes (OIREPOD), estuvo conformado por Mauro Jarquín (México). José Cambra (Panamá), Mercedes Martínez (Puerto Rico),  Julia McRae (Canadá) y Silvana Saez (chile). A continuación el video de este webinar

 

 

https://www.facebook.com/federaciondemaestrosdepuertorico/videos/694155098060367/?t=2351

 

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Honduras: Gobierno entrega 110 kits tecnológicos y material de apoyo a Consejos Municipales de Desarrollo Educativo

Centroamérica/Honduras/27 Febrero 2020/http://tnh.gob.hn/

– El aporte consta de computadoras de escritorio y material de apoyo didáctico.

– “Debemos ofrecer calidad educativa para nuestras nuevas generaciones”, expresa el presidente Hernández.

El presidente Juan Orlando Hernández, a través de la Secretaria de Educación, entregó hoy 110 kits tecnológicos y material de apoyo para igual número de municipios y Consejos Municipales de Desarrollo Educativo (Comde).

La entrega, que se realizó en Casa Presidencial, se enmarca en la estrategia de reactivación de las Instancias de Participación Comunitaria y Escolar, y la meta primaria de ofrecer una calidad educativa a las nuevas generaciones.

Los kits consisten en una computadora de escritorio con sus respectivos programas, además de material de apoyo educativo, que permita a los docentes y estudiantes sacar un mayor provecho a las horas clase.

Los Comde son instancias de participación comunitaria integral e interactiva, que aglutinan a los diferentes actores a nivel de los municipios y de los centros educativos, para contribuir a la mejora de los indicadores de calidad educativa, conforme a los lineamientos de planificación nacional y local.

Los beneficiados con la ayuda entregada hoy suman alrededor de 900 personas y 9.592 centros que forman parte de los 110 Comde a nivel nacional.

La ayuda causará impacto positivo en los 298 Comde a nivel nacional y servirá de motivación para mejores prácticas educativas y buen funcionamiento de los 110 municipios beneficiados.

Ayuda para mejor educación

“Esta entrega a los Comde nos ayudará a ofrecer una educación de calidad en nuestro país y le agradecemos, señor presidente, por su labor; tenemos mucho por ofrecer como estudiantes y esta ayuda nos servirá de mucho”, manifestó Rodrigo Aguilar, representante del Gobierno Estudiantil 2020 y estudiante de una comunidad de Ojojona (Francisco Morazán).

“Necesitamos el apoyo de los Comde para hacer mejor labor en los gobiernos estudiantiles; prueba de ello es que cuando pude formar parte del Congreso de Diputados y al ser parte del Gobierno estudiantil pudimos gestionar dos becas para niños que habían sufrido la pérdida de su madre a causa de la leucemia progresiva; de esto y más somos capaces por medio de los Comde”, enfatizó el joven estudiante.

Karla Henderson, representante de padres de familia, indicó que “todos somos veedores en el sector educativo y vemos con agrado el compromiso ciudadano para que Honduras llegue a donde debe estar, es muy grande de parte de las autoridades de nuestro país. Lo felicito, señor presidente, porque está marcando la diferencia”.

Henderson dijo que “hay que cubrir todos los espacios en el sector educativo y es importante estar pendientes de nuestros hijos, de sus procesos de enseñanza y de los organismos que nos pueden ayudar a mejorar; los Comde son parte de ese interés que debemos tener por mejorar la educación de nuestros niños”.

Educación de calidad

El presidente Hernández expresó que para él “es un sueño lo que estamos viviendo y es momento de aprovechar este buen momento de la educación en Honduras y del trabajo en favor de la niñez”.

El mandatario aceptó que “al escuchar a Rodrigo pude confirmar que hay miles de niños como él y otros, y que necesitan recibir educación de calidad para mejorar sus condiciones de vida. Es una obligación que mejoremos la educación porque ese es el futuro de los niños”.

Refirió que “hoy debemos entender que los padres de familia y la sociedad son factores fundamentales en la educación de Honduras, y por eso debemos ofrecer calidad educativa para nuestras nuevas generaciones”.

Sobre la amenaza del coronavirus, el presidente Hernández dijo que en Honduras debe ser visto como un tema cultural que debe ser atacado o combatido por medio de la educación.

“Antes fue el dengue, zika, chikungunya, y ahora que viene el coronavirus podemos creer que los países más educados tendrán mayor facilidad para combatir este problema porque es un tema cultural o de educación, y es un deber nuestro formar mejorar a nuestros jóvenes y niños, por ejemplo, para combatir este tipo de enfermedades”, subrayó.

Para los hijos, la mejor educación

Hernández señaló que uno de los objetivos primordiales en las familias de Honduras debe ser ofrecer las mejores oportunidades de educación a sus hijos.

“Soy hijo de alguien que solo llegó hasta segundo grado, mi madre pasó de la primaria, pero ellos siempre se preocuparon porque nosotros recibiéramos la mejor educación y eso ha sido fundamental en nuestras vidas. Y eso debe ser el objetivo de cada padre: que cada hijo que reciba la mejor educación”, manifestó.

“Igual puede aprender el hijo de un rico que el de un pobre, lo único es que hay que crear las oportunidades para todos”, insistió el mandatario.

Recordó que “a mí me decían que no me metiera en problemas de seguridad, y hemos bajado las muertes en más del 50 %, los secuestros en un 90 %, y aspiramos a tener las mejores carreteras, puertos y aeropuertos, y a todos los que me decían que no se podía, hoy les remarco: ¿verdad que sí se podía?”.

También recordó, sobre cómo contactó a esa multinacional estadounidense de prendas deportivas en una cumbre textil mundial, que en ese entonces dijeron “que yo me había ido a un desfile de modas en Copenhague, y hoy que veo que están construyendo la planta más grande de Nike aquí en Honduras; en cierta forma de reclamo, pero con alegría, puedo decirles: ¿verdad que sí se podía?”.

Mejores centros educativos

Hernández expuso la necesidad de contar con centros educativos mejor equipados y una Secretaría de Educación con un Sistema Integral de Recursos.

“Necesitamos dar el salto en el proceso educativo, necesitamos tener mejores centros educativos que permitan a nuestros alumnos estar conectados con el mundo a edades muy tempranas. No podemos quedarnos en el pasado, debemos estar preparados y en eso estamos trabajando”, dijo el mandatario.

“Debemos manejar en la Secretaría de Educación el Sistema Integrado de Recursos para saber cómo utilizar mejor los recursos y eso permitirá hacer una labor más eficaz en el tema de educación; debe ser parte del sistema saber con qué contamos y utilizarlo de manera eficiente”, afirmó.

Señaló la importancia del avance tecnológico y el emprendimiento, dos recursos que deben ser tomados en cuenta en el menor tiempo posible para evitar los retrasos en el sistema educativo nacional.

“En las escuelas y colegios debemos enseñar ya el emprendimiento y debe ser una nueva norma en el mundo globalizado que tenemos, para que nuestros hijos deban contar con mejores opciones”, indicó el titular del Ejecutivo.

También aseveró que “un ejemplo de lo que se viene en el mundo lo tenemos en Teupasenti (El Paraíso), donde se va a sacar 10 veces más provecho a su centro productor del café. Van a aprovechar cada recurso que tiene disponible el café y eso va de la mano con un centro de última generación (inaugurado el 19 de febrero) y que requiere de muy buena educación, todo va ligado a eso”.

“A los padres de familia les recuerdo que lo mejor que podemos hacer es brindarles la mejor educación a nuestros hijos, porque deben estar preparados para el futuro y todo tiene que ver con educación de calidad. Debe ser una de nuestras principales prioridades en la vida”, aseveró Hernández.

El buen trabajo de los Comde

El programa está vinculado al Plan Estratégico del Sector Educativo, que establece el Programa de Fortalecimiento de los Comde y el Plan Estratégico Institucional (PEI 2018-2022) para alcanzar e impulsar mejoras en la gobernanza e indicadores educativos, convivencia escolar, participación productiva en los centros educativos.

El ministro de Educación, Arnaldo Bueso, dijo que “este espacio es creado para apoyar los procesos de educación por medio de los Comde, y esto servirá para dar seguimiento a los procesos educativos de nuestros municipios por medio de los Comde. Han sido vitales en los procesos de matrícula y debemos seguir trabajando en otros aspectos”.

El alcalde de Jesús de Otoro (Intibucá), Roger Cantarero, en representación de la Asociación de Municipios de Honduras, incitó “a trabajar con una articulación de esfuerzos que nos permita que la inversión en educación sea más efectiva”.

“Hay que buscar la mejora de la infraestructura educativa y este es un buen paso en ese sentido”, dijo Cantarero.

Fuente e imagen tomadas de: http://tnh.gob.hn/2020/02/26/gobierno-entrega-110-kits-tecnologicos-y-material-de-apoyo-a-consejos-municipales-de-desarrollo-educativo/

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