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España: El desafío educativo de la televisión

España/Jose  Manuel Pérez/  2016/ Fuente: El Nacional

El sentido de la televisión ni es unívoco ni tiene que convertirse en un mensaje imperativo. El telespectador puede recuperarlo siempre para sus propios intereses: es un logro de libertad que tiene que inscribirse en la capacidad de reinterpretación y de recreación de las propuestas que nos llegan desde las pantallas.

(Pérez Tornero)

José Manuel Pérez Tornero es catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona y de la Unesco. Director del Estudio de Doctorado del  Departamento de Periodismo y Ciencias de la Comunicación (UAB). Sus temas de interés son: la educación y la comunicación, los géneros informativos, culturales y educativos, la enseñanza mediática y el discurso periodístico. En su producción académica sobresalen: El desafío educativo de la televisión (Paidós, 1994), Perspectivas 2014: Tecnología y pedagogía en las aulas.(Planeta, 2015), Escribir para la Red (UOC, 2014).

Su método de enseñanza de la televisión contempla tres dimensiones: tecnológica, lingüística y discursiva. La televisión es un dispositivotécnico de captación, transmisión y de registro audiovisual. Construye imágenes de la realidad, de los estímulos del mundo exterior. Difunde mensajes vía satélite, globalizándose con Internet. Acopia y almacena imágenes y sonidos a favor de la memoria histórica audiovisual. La televisión es un lenguaje sincrético. Combina lenguajes en función de criterios argumentales y semánticos, tales como: imágenes, diálogos, sonidos, música y edición. La televisión también es un discurso, constituido por tópicos de sentido, incorporado en un contexto sociocultural. El discurso audiovisual “es percibido por sus receptores como una entidad con peso específico ante la que desarrollan hábitos y costumbres adecuados y conformes, e, incluso, se admiten ciertas normas de procedimiento. Es así como la televisión adquiere su auténtica dimensión social”.

La lectura crítica, la mirada inteligente

La lectura crítica de la televisión se sumerge en los contenidos implícitos de los mensajes para evaluar valores y contravalores y sentidos aparentemente unívocos. Este tipo de lectura busca detectar la pretendida transparencia de los mensajes, con el fin de refutarlos, cuestionarlos y problematizarlos en el marco de la cotidianidad. La televisión nos suministra, por sí misma, un mundo posible, pero nosotros no lo aceptamos obedientemente, sino que entramos en ese mundo y nos enseñoreamos de sus supuestos para, justamente, aportar nuestra subjetividad y nuestra creatividad.”

La lectura inteligente de la televisión, toma en cuenta estos aspectos:

–Descubrir la finalidad pragmática del mensaje televisivo. Se reconoce el objetivo del mensaje, qué propone, qué tipo de intencionalidad manifiesta o no hay en él. “Ante un programa de televisión, debería ser posible intentar poner de manifiesto, su finalidad: ¿provocar una idea, una adhesión a alguien, potenciar consumir, mostrar la vida privada de alguien, seguir el curso de la actualidad.” La lectura será más advertida, atenta y constructiva si somos capaces de identificar la propuesta ideológica del emisor, los mitos de los programas televisivos y la influencia de los mensajes sobre la esfera pública y privada. Es imprescindible crear un ambiente de confianza en el aula de clases. De esta manera el educando podrá expresar libremente sus ideas.

Reconocer los niveles temáticos y narrativos de los géneros televisivos. Este aspecto consiste en hacer consciente la estructura narrativa del relato, los temas, el punto de vista de los personajes en la trama. “Un programa de televisión puede permitir bucear en documentación e informaciones sobre el tema o las propuestas del mismo. El medio se convierte, entonces, no en la fuente única de información, sino en la oportunidad para usar otras fuentes distintas”.

Identificar el nivel formal de la historia. Se examina la forma de expresión del mensaje, los movimientos de cámara, las escalas de plano, la edición, la iluminación, la iconografía. Estos elementos enriquecen el sentido general de la historia. “Cualquier programa de televisión introduce una estética y un estilo. Puede, por tanto, estimular la reflexión y el trabajo creativo y formal: sobre colores, armonías, ritmos, equilibrios o contrastes, rupturas y continuidades”.

– Describir las relaciones contextuales y cotextuales. Los programas televisivos adquieren múltiples significados cuando se relaciona con un contexto histórico y sociocultural. En cambio, el “co-texto” remite a otros textos televisivos y fílmicos. Algunos anuncios publicitarios refieren a una secuencia de una película muy conocida para atraer el interés del consumidor.

Elaborar proposiciones alternativas y comparar historias. Consiste en imaginar otras historias y otros  finales. “La realidad y el valor de un programa sólo pueden captarse comparándolo con otros, encontrando semejanzas y diferencias en definitiva, captando el sistema en el que puede inscribirse, hallando el paradigma del que proceden”.

–Desmitificar la tecnología. Una formación pedagógica sobre la tecnología de la televisión considera el origen de dicha tecnología, su historia y su impacto en la humanidad. Considera, además, el funcionamiento de los aparatos, los televisores, el uso responsable del control remoto, los reproductores de videos y otras tecnologías domésticas. “Una tecnología no es nunca una determinación a priori que deba ser considerada como un supuesto. Tras su desarrollo y configuración ha habido infinidad de decisiones políticas, culturales o económicas que la han ido construyendo paulatinamente. Por eso, cuando se instala en una sociedad, encuentra fácil acomodo y evidentes correspondencias con otras circunstancias de su entorno”.

Es imprescindible motivar la lectura inteligente de la televisión en la escuela. Un uso consciente y creativo de este medio es aprender aspectos básicos sobre su dimensión lingüística, tecnológica y discursiva. “Saber usar la televisión requiere, en primer lugar, un acto consciente, no automático ni reflejo, un acto de voluntad intencional dirigido por un propósito, demanda conocer el funcionamiento del medio y las posibilidades pragmáticas que ofrece. Y todo ello de una manera práctica y global.” Si no se incentiva este tipo de competencia audiovisual estaremos ante un uso instrumental y rutinario del medio. El desafío educativo de la televisión, radica en fortalecer la democracia en el ámbito global. Muy amenazada por barbaries, fundamentalismos y corrupción desbordada.

Pensar con Pérez Tornero

Convivir con la televisión

“Un profesor que interroga a sus alumno a propósito de un programa; un grupo de amigos que debate sobre un contenido televisivo, todas éstas son situaciones comunicativas en que las palabras y el lenguaje sirven para producir un extrañamiento, para distanciarse del lenguaje propio de la televisión”.

La alfabetización mediática es responsabilidad de todos

“La alfabetización mediática exigida por las nuevas circunstancias sólo puede ser fruto de la convergencia de esfuerzos realizada por las instituciones familiares y educativas, los gobiernos y las autoridades que tienen relación con los medios, las asociaciones cívicas, la industria y los profesionales, así como los medios de comunicación y en general, todas las instituciones cívicas que dependan de la participación y de la actividad ciudadana”.

Competencia televisiva

“La necesidad educativa  de potenciar esta competencia televisiva está clara: a nadie que pretendiera enseñar cualquier materia se le ocurriría utilizar un libro sin antes asegurarse de que se conoce su uso. No es posible ni educar con la televisión ni educar para utilizarla críticamente si antes no se dispone de una cierta competencia en el medio”.

Fuente: http://www.el-nacional.com/papel_literario/desafio-educativo-television_0_838716332.html

Imagen: http://www.el-nacional.com/papel_literario/Gustavo-Hernandez-Diaz-Archivo-Nacional_NACIMA20160115_0064_6.jpg

 

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Para leer el “Chavo del Ocho”

Laberinto en el valle de lágrimas televisivo

Para leer el “Chavo del Ocho”

Fernando Buen Abad Domínguez

Todo va mal con el “Chavo del Ocho”. Sobre su cabeza, literalmente, con un embudo de impunidad histórica, se descarga un baño de violencia, injusticia, abandono, atraso, miseria y alienación. Uno mira al “Chavo”, sin familia, sin casa, sin contención social… golpeado por una Historia, familiar, económica, política… de clase, que nadie parece conocer, y donde se llora, como corolario del destino, en el laberinto de las hipocresías. “Don Ramón” es un desempleado verdugo. Todo mal.

México tiene, aproximadamente, 30 millones de niños[1], según datos oficiales no poco contradictorios. Hay en el D.F. 500 mil viviendo en las calles[2] de un mundo con 6,372,240,030[3] de habitantes y donde existen 650 millones de niños en pobreza, 150 millones en situación de calle, 250 millones realizan trabajo infantil, 120 millones no van a la escuela[4]. El “Chavo” es uno, pero multi-televisado.

Roberto Gómez Bolaños, autor y actor de las “aventuras del Chavo de ocho” no es, por supuesto culpable del drama que viven los niños en y de la calle y tampoco es uno de ellos. Pero su personaje, que ocupa tantos espacios en las pantallas televisivas latinoamericanas y en los imaginarios de niños y adultos, ocupa un lugar problemático que permite ver los trasfondos ideológicos de ciertas concepciones mercantiles en los monopolios mass media. Bolaños produce, apoyado por uno de los monopolios mediáticos más cuestionables, (y viceversa) un producto de consumo comunicacional armado con estrategias escénicas, tecnológicas y publicitarias en un mercado mediocre que se regodea impunemente frente a sociedades colonizadas y devastadas por la miseria[5]. Hace aproximadamente 30 años el “Chavo” va y viene, con homenajes y todo, paseándose por toda América Latina[6]. No pocos sueñan con canonizarlo.

Eso de hacer negocio con el dolor de los desvalidos tiene tradiciones de tipos muy diversos. El recurso del “golpe bajo” tan apreciado por las estrategias publicitarias, basado en abonar el terreno de la ternura para sembrar las moralejas de la resignación, no nació con el “Chavo del ocho”. Se trata de un Caballo de Troya. Es común encontrarse con audiencias enternecidas por un niño desvalido que vive, milagrosamente, de la caridad posible en una vecindad de barrio. Ternura medida con la vara de una herencia cultural melodramática y naturalista que deja descubrir en la miseria y los miserables ciertos rasgos de hermosura humana, a pesar de los pesares.

Todos los personajes, que comparten con el “Chavo” sus aventuras en el reino de las desigualdades, son personajes en crisis. Trasminan inconscientemente todo lo que niegan de su realidad política para afirmarse una realidad de raiting. Son fantasía, incluso de sí mismos, iluminada con destellos de otra realidad más cruda que bien filtrada y purificada no mancha, con sus dramas de clase, la perfección de un micro mundo encerrado en sus trampas. Especie de esquizofrenia producida para salvaguardar la inocencia de los personajes y su público. Moral de patriarca.

Se trata de un mensaje de clase. En los micro-mundos felices de la miseria mediática, donde habitan muchos Chavos y compinches, el rol de los pobres es trabajar y contribuir con su resignación para una convivencia pacífica con los patrones y las autoridades. Resignación funcional que abarca a las buenas costumbres, los honores a la bandera, el culto al buen burgués, la puntualidad en la fábrica y especialmente la docilidad entre sonrisas, buen humor, voluntad inquebrantable para el trabajo y distancia… mucha distancia con el paisaje burgués. Mucha ternura pero que no se afee el panorama.

Semejante estética de la ternura da como resultado un principio de complicidad a-crítica que termina levantando silencios para esconder culpas. El chantaje hecho diversión. Cuestionar al “Chavo” no es ofender gratuitamente a las personas que lo miran. Es interrogar aquello que individual y socialmente se promueve con el espectáculo de la miseria que lleva tantos niños a vivir de y en la calle. Cuestionar al “Chavo” implica interpelar los mecanismos, (cualesquiera que fuesen) para conquistar feligreses y fans. Cuestionar al “Chavo” no implica traicionar a quienes lo disfrutan, incluidos nuestros hijos, pero implica interrogar e interrogarnos el por qué ese entretenimiento televisivo basado en la violencia contra un niño callejero, tierno y todo, divierte; por qué tanta fama, éxito y regalías, por qué tanta repetición y tanto homenaje. Qué retrata de nosotros, qué nos impone, qué no sabemos y deberíamos saber. Cuál es el negocio y cuánto nos cuesta, en todos sentidos.

Es preciso desmontar la actitud permisiva con se produce y consume la ideología estética de esa violencia gratuita e inmisericorde descargada diariamente sobre las conciencias infantiles. Discurso publicitado bajo todos los medios y modos posibles que fractura estructuras psicológicas y estados de ánimo. Discurso para el amedrentamiento rentable que se siembra para inmovilizar expresiones de desacuerdo con las calamidades colectivas o privadas. Nunca es tarde. Aunque parezca inocente.

Con el “Chavo” se crea un marco perfecto para la agresión protagonista que es aplaudida incluso por las risotadas grabadas al remate de cada chiste. Agresiones que se pagan en millones de dólares y conciencias. Marco perfecto para que parezca normal que los niños asalten, incendien casas y automóviles, golpeen maestros y compañeros, acudan armados a las escuelas. Marco perfecto dentro del marco ampliado de sociedades en crisis, desarticuladas emocionalmente, caotizadas por la anarquía económica, la corrupción impune, el saqueo de materias primas y trabajo como principios fundamentales para defender el quietismo, para que nada cambie, que el sistema no se caiga. Bonita historia.

Pero la inyección ideológica mayor tras la estética de la ternura en el “Chavo” es la violencia cultural que los niños maman frente a la tele. Tiene como objetivo principal desbordar todos los ámbitos puramente formales para entrar en planos más profundos, convertida en placer por un discurso que tiene ejes muy precisos: convencerlos de que nada es posible en contra de hegemonías, poderes y propiedades dominantes; que lo propio vale poco; que todo lo que se intente para el cambio está condenado al fracaso o a la represión; que tarde o temprano poder es sinónimo de fuerza ajena; que uno se equivoca cuando pretende cambios y que el que tiene la fuerza tiene la razón. No es poca cosa.

Esa violencia que el “Chavo” protagoniza y padece, no sólo por los golpes, los insultos y los pastelazos… tiene contactos y complicidades con otras violencias que viven decontroladas por todos los rumbos de la conciencia individual y social[7]. Hay violencia en mujeres y niños golpeados permanente e impunemente. Hay violencia en niños callejeros sometidos a la prostitución, el robo y crimen consuetudinarios, en el desempleo, explotación e indolencia ante el dolor social y falta de futuro. Hay violencia en el endeudamiento usurero, en los noticieros, en la invasión imperialista a Irak, en la corrupción electoral, en la corrupción empresarial… Para el “Chavo” la violencia del entorno, latente o patente, es condición de vida. Aunque la distribución social de la violencia en cada capitulo del “Chavo” tenga desequilibrios propios de verticalismo autoritario, aunque algunas veces el “Chavo” tenga arrebatos violentos contra otros personajes, es ineludible el retorno de una violencia mayor capaz de regresar al “Chavo” al lugar justo que la tragedia televisiva le deparó en el reino de la resignación. El “Chavo” aguanta todo porque para eso está. Es su misión doctrinaria y catalizadora.

[1] Disminuye en México población infantil y juvenil: Consejo Nacional de Población. Domingo 04, Enero, de 2004

En el 2003 el número de niños y adolescentes en edades escolares (de 6 a 14 años) comenzó a disminuir en México, después de alcanzar un máximo histórico de poco más de 20 millones en 2002, informó el Consejo Nacional de Población (Conapo). En un análisis sobre la población infantil y juvenil en México, Conapo precisó que, de igual manera, la población en edad de asistir a la educación secundaria también comenzará a reducirse en los próximos años.

La dependencia de la Secretaría de Gobernación (Segob) detalló que de aquí al 2010 se reducirá en 10 por ciento la matrícula escolar de la escuela primaria, mientras que con tan sólo un incremento de alrededor de 20 por ciento en la matrícula se alcanzará la cobertura universal en la secundaria.

En cuanto a la población de entre 15 y 24 años, Conapo dijo que entre 1970 y 2003 se registró un aumento de 9.2 a 20.8 millones, y se prevé que su volumen alcanzará un máximo histórico de 21.5 millones en 2011, y a partir de entonces comenzará a disminuir gradualmente.

http://noticias.vanguardia.com.mx/showdetail.cfm/338834/Disminuye-en-M%C3%A9xico-poblaci%C3%B3n-infantil-y-juvenil:-Conapo/FUENTE: INEGI. XII Censo General de Población y Vivienda 2000. Fecha de actualización: Lunes, 16 de Junio de 2003 http://www.e-mexico.gob.mx/wb2/eMex/eMex_Poblacion_total_y_su_distribucion_porcentual_

[2] 500 mil niños y niñas viven en las calles. martes 23 de septiembre de 2003 Son tantos que ya no se ven…

Román González cimac | México, DF “Unos 250 mil niños y niñas de la calle, según cifras oficiales y 500 mil de acuerdo con Organizaciones No Gubernamentales (ONG), son víctimas de pornografía infantil, drogadicción, abuso sexual, maltrato y discriminación, lo que les origina problemas mentales, físicos y emocionales…”

[3] El 17-Feb-04 02:41:12 p.m. según: http://www.osearth.com/resources/worldometers/

[4] Según UNICEF publicado en http://www.universia.net.mx/contenidos/social/noticias/1115.jsp.

[5] Hambre: 840 millones castigados por hambre; 25 mil víctimas diarias; en las naciones donde la situación es más trágica, un pequeño tiene una expectativa de vida sana de apenas 38 años; uno de cada siete niños nacidos en los países pobres morirá antes de completar su primer lustro de existencia; más de 2 mil millones de personas sufren falta de micro nutrientes, con los infantes y las mujeres como los grupos más vulnerables. ONU y (FAO) alrededor de 30 países hacen frente en la actualidad a situaciones de emergencia alimentaria, 67 millones de personas necesitan ayuda urgente. El dato es conservador, según la propia fuente. África presenta el cuadro más crítico -las cifras más recientes revelan que aproximadamente 200 millones de personas (el 28 por ciento de la población africana) están crónicamente hambrientas. Pero, hasta dentro de los propios países industrializados, se contabilizan 11 millones de personas con déficit nutricional. …será preciso reducir cada mes 2 millones de hambrientos de las cifras mundiales, un ritmo insospechado a partir de las estrategias actuales, que necesariamente deben rebasar el principio de las ayudas internacionales.

[6] (http://www.chavodel8.com/index.html)

[7] “CONTRASTE ENTRE CREACION Y GUERRA I N T E R N A C I O N A L. 12 de noviembre del 2003 El Insituto de Investigaciones de Paz (SIPRI) revela el aumento del gasto militar mundial solidaridad.net El año pasado aumentó en un 6% en términos reales, hasta los actuales 794.000 millones de dólares. Los países que más gastan -Estados Unidos, Japón, Reino Unido, Francia y China- suman el 62% del gasto total mundial. Casi tres cuartos del incremento del 2002 vinieron de Estados Unidos, que aumentó el gasto militar en un 10% en respuesta a los atentados del 11 de septiembre del 2001. Los Estados Unidos contabilizan ahora el 43% del gasto militar mundial. En agosto, el Instituto de Investigaciones Internacionales de Paz de Estocolmo (SIPRI), publicaba su libro anual sobre armamento y seguridad internacional. El estudio revelaba que el gasto militar mundial, ya en aumento desde 1998, se aceleró de manera pronunciada en el 2002. El año pasado aumentó en un 6% en términos reales, hasta los actuales 794.000 millones de dólares. Esta cantidad equivale al 2,5% del producto interior bruto mundial. Los actuales niveles de gastos militares en el mundo están ahora un 14% en términos reales por encima de la cifra más baja de 1998 tras la guerra fría. Pero todavía están un 16% por debajo del techo alcanzado en 1988. Casi tres cuartos del incremento del 2002 vinieron de Estados Unidos, que aumentó el gasto militar en un 10% en respuesta a los atentados del 11 de septiembre del 2001. Los Estados Unidos contabilizan ahora el 43% del gasto militar mundial. Otro país que ha aumentado notablemente su gasto ha sido China. Aumento el gasto militar en un 18% en el 2002. Rusia también intensificó sus gastos, con un 12% de aumento. Los cinco países que más gastan -Estados Unidos, Japón, Reino Unido, Francia y China- suman el 62% del gasto total mundial. Los 15 que más gastan el 82%. Detrás de las cifras totales de gasto militar existen notables disparidades regionales. En el 2001, el año más reciente del que se tienen datos disponibles, el gasto militar de Oriente Medio se estimaba en un 6,3% de su producto interior bruto, mientras que América Latina gastó sólo el 1,3%. Algunos datos del informe del SIPRI vierten un jarro de agua fría sobre la afirmación de que la guerra contra el terror ha agravado la proliferación de armas y los conflictos. En el 2002, hay 21 conflictos armados importantes en 19 lugares del mundo. Tanto el número de conflictos como el de localizaciones fue menor que en el 2001, cuando había 24 conflictos armados importantes en 22 lugares. De hecho, el número de conflictos armados importantes en el 2002 ha sido el más bajo desde 1998. Además, a pesar de que se han elevado los gastos militares, las grandes transferencias para armas convencionales en el periodo 1998-2002 permanecieron en las cifras bajas de la etapa posterior a la guerra fría, informaba el SIPRI. A pesar del aumento en el periodo 2000-2002, la media móvil de cinco años hasta el 2002 ha sido la más baja hasta ahora. Estados Unidos ha sido el mayor suministrador de armas en 1998-2002, con el 41% de las entregas totales. Rusia, en segundo lugar, sumó el 22% de las transferencias totales de armas. Por segundo año consecutivo, Rusia ha sido en el 2002 el mayor suministrador, con el 36% de las entregas totales. El SIPRI observaba que entre los mayores receptores de armas estaban países implicados en la guerra contra el terrorismo. Con todo, indicaba que los datos «no apoyan la hipótesis de que los niveles de más importantes transferencias de armas serían más altos a causa de las entregas por el antiterrorismo en el 2002». De hecho, el SIPRI observaba que muchas de las transferencias de armas convencionales durante el 2002 fueron resultado de decisiones tomadas antes de septiembre de 2001. Según el informe, es demasiado pronto para decir en qué medida las importantes actividades antiterroristas incidirán en la futura tendencia de transferencias de armas. El informe ponía de relieve los problemas de controlar las ventas de armas, especialmente al implementarse los embargos de armas de Naciones Unidas. Precisaba la necesidad de un mayor desarrollo de instrumentos de control del comercio de armas, tanto cerrando los agujeros como coordinando el control de transferencias de armas desde el punto de salida hasta el de llegada al destino final autorizado. http://www.rebelion.org/internacional/031112sipri.htm

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