Por: Araceli Muñoz Mendez
En el marco de la pandemia causada por el Covid-19 el compromiso de continuar con el aprendizaje de mis alumnos, me llevó analizar de manera optimista las oportunidades que tenía como docente de Educación Preescolar, para evidenciar la importancia de este nivel en la formación de la primera infancia y romper con algunas concepciones erróneas que tienen los padres de familia al respecto. En la actualidad laboro en el municipio de Colón del estado de Querétaro. Atiendo un grupo de 35 niños de tercer grado de preescolar, donde mi función principal es acompañar e impactar, en la medida de mis posibilidades, a los integrantes.
Primero los niños…
Una de las principales oportunidades que 0detecté fue que podía generar espacios para que las voces de los niños se escucharan. Por lo que me di a la tarea de promover actividades que propiciaran el dialogo en la familia para que pudieran hablar de lo que sienten, de lo que ocurre, de sus mayores sueños, pero también de sus miedos que se generan ante la incertidumbre de esta contingencia sanitaria. De la misma manera, se propició que las familias identificaran la necesidad que tienen los niños de sentirse protegidos, cuidados, amados por las personas que los rodean. Esto a través de fomentar la convivencia familiar a través de acciones sencillas como la lectura de cuentos, escribir cartas o tarjetas entre los familiares, remitirse a sus fotografías y objetos especiales que tienen en su hogar.
Empatía hacia sus logros
En muchas ocasiones los padres de familia en este nivel educativo tienden a no prestar importancia a lo que construyen los niños y restan valor a sus producciones. Esto debido a que ignoran el proceso que los llevó a ejecutar su trabajo en el aula. Hoy día, ya transcurridos más de dos meses del confinamiento, los padres de familia han tenido la oportunidad o necesidad de realizar una diversidad de actividades que los han llevado a formar parte del proceso de aprendizaje de sus hijos y, de manera paulatina, a descubrir aquello que desconocían en relación al aprendizaje de sus propios hijos. En este hacer han podido evidenciar la autonomía de los niños. Ejemplo de ello es lo que comenta una madre de familia por medio de un chat:
“Hemos vivido nuevas experiencias con Fer hemos visto que va mejorando poco a poquito hace algunos días estaba hojeando su libreta y me dice: ¿Por qué me dejaste que hiciera unos dibujos tan chiquitos si tengo toda la hoja? … A veces quedamos sorprendidos por que escribe y colorea o cuando dice “quiero escribir como yo pueda, mi maestra sí me entiende”
Hablemos de los padres de familia …
En el contexto en el que se encuentra la institución en la que trabajo, el Preescolar representa la primera experiencia de educación formal que tienen niños y padres de familia. ¿Qué mejor lugar para modelar valores, actitudes y hábitos hacia las tareas educativas? ¡Una oportunidad más! Y fue así como se convirtió en uno de mis principales objetivos que los padres de familia tuvieran un acercamiento incipiente, dentro de sus posibilidades, de lo que los docentes llamamos “ambientes de aprendizaje”. Bajo un modelo muy económico y a partir de las condiciones del trabajo a distancia, los padres de familia, con mi acompañamiento, llevaron a la práctica la construcción de espacios idóneos para el aprendizaje destinando lugares exclusivos para trabajar en casa que les permitieran observar el proceso del aprendizaje y motivar a los niños. Esto se refleja en una situación de arte donde niños y padres de familia reunieron recursos como pinturas, hojas, y ambientaron un espacio de su casa donde montaron su propia galería de arte.
Desde el inicio de este ciclo escolar llevamos a cabo la estrategia #Aprendiendo juntos. Fue denominada de esta manera ya que persigue la intención de construir y generar cohesión entre los padres de familia y la docente en beneficio de los niños, por supuesto. Esta contingencia sanitaria permitió llevarla a otro nivel. El seguimiento individual de cada uno de los alumnos, me permitió capacitar a los padres de familia por medio de un acompañamiento más eficaz en algunos de los campos y áreas de formación. Ya que la comunicación y atención de dudas de manera diaria permitió llevar a cabo reflexiones que dieron paso a trabajos donde los niños continuaban siendo los protagonistas de su aprendizaje.
Ejemplo de ello es la actividad donde los niños tienen que registrar con recursos propios una receta en su libro mi álbum. Los padres de familia les dieron libertad a sus hijos para plasmar sus ideas favoreciendo la autonomía y seguridad en la escritura, haciendo significativo su acercamiento y dotándolo de sentido a través de su función social.
Del aula a los hogares…
Un proceso que es de suma riqueza en el nivel preescolar es la socialización y, en estas circunstancias, buscar momentos para el intercambio fue de suma importancia por dos razones. La primera, por salud emocional de los niños y la segunda por potencializar otras formas de comunicación con ayuda de herramientas digitales. A pesar de que no podemos ignorar los retos que esto conlleva y las condiciones en las que viven algunos de nuestros alumnos, ¡vale la pena intentar!
Algunos de los hallazgos obtenidos en interacciones por medio de video llamadas o reuniones digitales me permitieron conocer más a mis alumnos, valorar sus esfuerzos y ser empática con las necesidades que tienen en esta contingencia. También contribuyó a fortalecer los vínculos afectivos desde diferentes niveles y sobre todo a impulsar iniciativas de cooperación y trabajo colaborativo entre los niños y padres de familia. Ejemplo de ello, es el comentario compartido por una madre de familia con motivo de las sesiones realizadas por medio de la plataforma de zoom:
“Para mi esta experiencia fue muy buena y algo nuevo en mi vida. Primero, porque no sabía que existía esa forma de comunicarnos. Después fue importante, porque pude trabajar con mi hijo de una manera cercana y ese lazo hace que crezca más el cariño con mi hijo; el ver sus gestos, su carita, su inquietud por convivir con sus compañeros es algo muy valioso.”
Sin duda alguna la pandemia abrió una ventana que permitió mirar el trabajo que se desarrolla en este nivel educativo, la importancia de los procesos de socialización, de aprendizaje y una mayor conciencia de lo que realizamos en preescolar y aunque falte mucho para superar la idea de ver el jardín de niños como un espacio de resguardo, hemos tenido durante el periodo de confinamiento la oportunidad de convencer a niños y padres de familia de su importancia para la vida de los infantes y lo maravilloso que puede resultar el aprender.
En conclusión, la pandemia nos enfrentó a muchos retos para los cuales no estábamos preparados, pero también nos dio oportunidades que no podemos dejar pasar.
*Profesora de Preescolar
Fuente: http://www.educacionfutura.org/la-pandemia-una-oportunidad-de-resignificar-la-educacion-preescolar/