España: Proyectos para concienciar a los estudiantes sobre el uso de la energía

Europa/España/24-09-2019/EDUCACIÓN 3.0/educaciontrespuntocero.com

Energía con conciencia es un proyecto para estudiantes de Secundaria que busca concienciar a las generaciones futuras del uso responsable de los recursos. A través de distintas fases aprenden a ser más eficientes en el consumo de energía, agua o calor.

Fundación Repsol cuenta con un programa educativo, Energía con conciencia, que tiene como objetivo concienciar a las generaciones del futuro sobre los retos de la energía, despertar su espíritu crítico y sensibilizar para construir un mundo más sostenible.

Energía con conciencia es un proyecto educativo sobre energía y eficiencia energética, dirigido a estudiantes de 3º y 4º de Secundaria, que sensibiliza a los estudiantes sobre el uso responsable de los recursos. El curso pasado participaron un total de 36 centros educativos y desde su lanzamiento han participado más de 5.000 alumnos y 340 voluntarios.

El paso a paso del proyecto

Durante el programa, los alumnos desarrollan en el aula una serie de talleres participativos y experimentos, que giran en torno a la simulación de una auditoría energética del centro educativo. De esta forma, los estudiantes se acercan al concepto de eficiencia energética y aprenden cómo reducir el consumo de energía, agua y calor. Con estas actividades se fomentan habilidades de investigación, creatividad y trabajo en equipo.

De este modo, el proyecto se estructura en diferentes fases. Primero, el docente introduce los conceptos clave a los alumnos. Posteriormente, los centros educativos reciben la visita del equipo de voluntarios Repsol, que realizan diferentes talleres y experimentos durante una jornada escolar. Tras esta actividad, los estudiantes comienzan con la auditoría energética, buscando cómo hacer un uso más eficiente de los recursos y compartiendo los resultados con el resto de sus compañeros.

Esta iniciativa va más allá de la observación, experimentación y el propio análisis científico e impulsa a las futuras generaciones a ser ciudadanos responsables y a ser preceptores de los conocimientos aprendidos, involucrando a su entorno próximo.

Con ayuda

Fundación Repsol

Los estudiantes cuentan con la ayuda de voluntarios Repsol, que son empleados o antiguos trabajadores de la compañía, (hoy jubilados) con amplios conocimientos en energía, o estudiantes universitarios o de Formación Profesional que se encuentran cursando materias relacionadas con la eficiencia energética y la sostenibilidad.

Participación y convocatoria

La convocatoria para los centros educativos de la Comunidad de Madrid, Cantabria, Región de Murcia y provincias de A Coruña, Ciudad Real,  Tarragona y Vizcaya que quieran participar en el curso 2019-2020 estará abierta hasta el 14 de octubre. La participación por parte de los centros es gratuita y reciben todos los materiales para desarrollar el proyecto. Así, las bases de participación están disponibles aquí y los interesados pueden inscribirse a través de este formulario.

En la edición 2018-2019 resultaron ganadores los siguientes centros: IES Antonio Calvín (Almagro, Ciudad Real) y el IES Miguel de Cervantes (Murcia) que han recibido 3.000 y 7.000 euros.

Otras actividades

Además, la Fundación también cuenta con otras actividades en el aula, como los Talleres de Aprendenergía, que ayudan a comprender los retos actuales y futuros de la energía, a través de divertidos juegos educativos para 6º de Primaria y 3º de Secundaria. Con este juego, los participantes conocen las diferentes fuentes de energía, comprenden los procesos de transformación y tienen que diseñar un modelo energético para una ciudad o un país.

Por otra parte, la Fundación también desarrolla otras iniciativas educativas, como campañas itinerantes o actividades de ocio educativo con el objetivo de dar a conocer de una forma amena y divertida el mundo de la energía y sus retos de futuro. Asimismo, desde la Fundación se continúa desarrollando iniciativas con nuevos contenidos actualizados y formatos digitales.

Todas estas actividades son gratuitas -previa reserva- y la información de las próximas se encuentra en la agenda de Fundación Repsol.

Fuente e imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/fundacion-repsol-uso-energia/114499.html

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La escuela debe ser un escenario vivo en la formación de una cultura global para la sostenibilidad

Por: Carmelo Marcén

Necesitamos que en todas las aulas se actúe, porque lo que en otro tiempo pudo ser una buena práctica, ahora es una necesidad.

Como todos los años cada 5 de junio toca celebrar el Día Mundial del Medio Ambiente. Parece mentira, pero después de tanto tiempo, la relación entre medio ambiente y escuela es un vademécum de aciertos y carencias. Y eso que desde que la Logse se inventó lo de los Temas Transversales parecía que el asunto iba a transcurrir por otros derroteros. Los aciertos se notan en que en que casi una tercera parte de toda la información sobre cuestiones ambientales la reciben los chicos y chicas en la escuela (lo decía PISA in Focus 15, publicado en 2006). También en que los centros educativos desarrollan bastantes actividades -puntuales o más sistematizadas- sobre consumo, cuidado del medio natural, residuos, papel, energía o agua. Es más, la gestión ambiental escolar sobre estos tres últimos consumos -que produce enseguida réditos económicos- ha mejorado bastante. Tampoco hay que olvidar las redes ambientales activas; nos quedamos con iniciativas como EsenRed y sus conexiones territoriales.

Pero en este cometido pesan bastante las carencias. El mismo informe del PISA nombrado subraya que el futuro de la sostenibilidad del medio es imposible para el 80% de los preguntados. Un reciente ecobarómetro -financiado por Endesa y suponemos que por eso prioriza la cuestión energética- se fija en lo que opinan hoy los jóvenes de 18 a 35 años, aquellos que recibieron sin duda mensajes ambientalistas cuando estudiaban. La mitad de los encuestados considera que el tratamiento de estas temáticas fue insuficiente y hubieran querido saber más sobre afecciones graves al medio ambiente (energías renovables, estilo de vida, cambio climático, etc.) y soluciones. También que en sus clases sobre medio ambiente predominaba la enseñanza tradicional: eran poco o nada habituales los proyectos prácticos en grupo (45,7 %), los realizados entre varias clases (17 %) o el uso de Internet (33,1 0%). Además, muchos jóvenes opinaban que la formación del profesorado era muy mejorable. Apunten un par de razones para estos defectillos, aunque habrá otras muchas: el currículo explícito deja mucho que desear en cuestiones ambientales -orilla la visión crítica sobre nuestra actuación hacia la sostenibilidad y es profundamente descriptivo- y el currículo oculto de los libros de texto es marcadamente antiecológico.

Una anécdota preocupante: un reciente trabajo de una profesora de Fuhem (Fundación Hogar del Empleado) asegura que se puede llegar a terminar la ESO sin conocer realmente lo que supone el cambio climático. ¡Con la que está cayendo!

Si las anteriores afirmaciones fuesen ciertas, cabría decir que la formación de la cultura ecológica global en la escuela no ha generalizado el formato adecuado ni tiene la progresión necesaria; o hace falta mucho más, pues toda buena intención es insuficiente si queremos aproximarnos a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que buscan urgentemente un futuro diferente. Necesitamos que en todas las aulas se actúe. Porque, lo que en otro tiempo pudo ser una buena práctica ahora es una necesidad.

¡Hala, todos a celebrarlo!

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/06/02/la-escuela-debe-ser-un-escenario-vivo-en-la-formacion-de-una-cultura-global-para-la-sostenibilidad/

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