Generaciones vencidas

Por: Ilka Oliva Corado

América Latina, con sus multicolores, su fecundidad, sus Pueblos Originarios y sus mártires, es una tierra de contradicciones, entre éstas las generaciones vencidas; acomodadas en la sombra del descaro, el oportunismo y la indolencia. Generaciones que se niegan a una identidad propia y que pisotean todo rastro de memoria y dignidad.
Generaciones ineptas, adormecidas, incapaces de valerse por sí mismas. Incapaces de atreverse a crear, a cuestionar, a formular un análisis propio, que se acostumbraron a copiar y pegar; a esconderse atrás de las palabras y acciones de otras personas porque hacerlo no exige responsabilidad alguna por los actos propios. Son pues, las marionetas con las que se burla un sistema de dominación, que cada vez se cimienta más sobre la raíz inerte de los que olvidan con facilidad, porque viven flotando en una burbuja de indolencia e individualismo.

Incapaces de evidenciar y transformar políticamente el tiempo en el que les ha tocado vivir, estas generaciones se convierten en los escalones sólidos por donde trepan las clicas criminales que nos gobiernan.

Para no tomar compromiso se hamaquean en frases que repiten con fervor profundo de mojigatos en procesión de Semana Santa y, recitan pretextos con la seriedad de los cobardes. Generaciones que hacen de la poesía el peor de los ultrajes. Porque fácil es pretender no entender, carecer de conocimiento, jugar a ignorar; porque fácil es vivir de las explotación de otros.

Porque pensar por sí mismo es toda una revolución, porque expresar el pensamiento propio es una afrenta al sistema, porque analizar no es lo mismo que copiar y pegar; porque cuestionar lo que es injusto requiere sangre en las venas, porque actuar contra el abuso no es cosa de pusilánimes. Porque se pone en juego la comodidad, los favores, los contactos y los beneficios obtenidos del silencio y el encubrimiento. De la deslealtad.

Una América Latina fragmentada y mancillada por generaciones de apocados que se dejaron marcar el camino, que fueron incapaces de explorar, que se dejaron enclaustrar en un mundo de apariencias, corrupción, sobornos, abuso, asalto y consumismo. Generaciones que se negaron a sí mismas la oportunidad de diferir y la responsabilidad de objetar. Que se dejan arrastrar por una corriente de aguas negras que las deja pestilentes a sumisión.
Tan vencidas que son incapaces de reconocer y por el contrario mancillan la memoria de tantos que a lo largo de la historia les arrancaron la vida como pago por el sueño de una tierra libre y fecunda. Tan vencidas que prefieren aparentar no ver, porque observar obliga a cuestionar, a denunciar y a exigir. Tan vencidas que han tenido la capacidad de agachar la mirada o voltear a otro lado: cuando el abusador golpea, asesina y desaparece a quienes con agallas y amor han levantado la voz por los oprimidos.

Generaciones que jamás hicieron un intento por recuperar su identidad, su dignidad y su libertad. Que están tan vencidas que seguirán recibiendo migajas y creyendo todo lo que les digan quienes fabrican el sistema de dominio actual, es la verdad absoluta y la aprenderán como un hábito y un patrón que seguirán pasando a las siguientes generaciones. Haciendo de América Latina la tierra perfecta para la mancilla y la desmemoria. Mientras son cómplices y responsables de la opresión a sus pueblos, estas generaciones ignoran o pretenden ignorar que ellas también fueron mutiladas y que han perdido mucho más, porque sin dignidad la vida es un bagazo.

¿Son recuperables estas generaciones? Sí. Pero, es apostarle al delirio y se necesitan agallas de locos soñadores para recuperar la semilla y que germine.

En la locura no cabe la idea de que una golondrina no hace verano. En la resistencia habita el verde esperanza.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=229624&titular=generaciones-vencidas-

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Entrevista a Nicolás González Varela sobre Heidegger. Nazismo y política del Ser

Entrevista a Nicolás González Varela sobre Heidegger. Nazismo y política del Ser
“Entre Heidegger y Arendt se establece una relación de dominio unilateral, asimétrica, de autoridad de su persona y su filosofía sobre ella”
Salvador López Arnal

Nicolás González Varela es ensayista, editor, traductor y periodista cultural. Ha estudiado Filosofía y Psicología y enseñado Ciencias Políticas en la Universidad de Buenos Aires, así como traducido a Heidegger, Graves, Negri, Marx y Pessoa, entre otros. Es autor de diversos artículos y estudios sobre Arendt, Blanchot, Céline, Heidegger, Engels, Graves, Gramsci, Lenin, Stalin, Marx, Pound, Spinoza y colabora en distintos medios gráficos y digitales de actualidad y cultura. Sus últimas obras publicadas son: Nietzsche contra la Democracia (Montesinos, Barcelona, 2010), Los Archivos de Nación Apache (Libros del Sur, Buenos Aires, 2011) y ha sido traductor y cuidador de la edición del Cuaderno Spinoza, de Karl Marx (Montesinos, Barcelona, 2012), así como de la edición de Sobre el suicidio, también de Marx (El Viejo Topo 2012). En 2013 publicó una edición crítica de textos de Fernando Pessoa: Política y profecía. Escritos políticos 1919- 1935.

Esta conversación, una parte de la cual se publicó en El Viejo Topo del mes de mayo, se centra en su último libro Heidegger. Nazismo y política del Ser, publicado recientemente por la editorial Montesinos.

SLA: Nos habíamos quedado en este punto. ¿Qué versos fueron los que recitó su hijo Hermann el día de su entierro? ¿Nos los traduces? ¿Por qué Hölderlin?

NGV: Heidegger fallece el 26 de mayo en Freiburg, Zähringen; es enterrado en su pueblo natal, Messkirch, el 28 de mayo y sobre su tumba su hijo Hermann recita, según sus deseos, los siguiente versos de Hölderlin: Brod und Wein (cuarta estrofa), An die Deutschen (primera y segunda estrofa), Versöhnender, der du nimmergeglaubt, Der Titanen y Brod und Wein (tercera estrofa). Es muy sintomático, pero incluso en el momento de su despedida del mundo de los vivos, Heidegger quiso reafirmar su versión oficial de su compromiso con el Nacionalsocialismo. ¿Heidegger cometió una “travesura” porque se sintió mayor para intervenir en la Política? ¿el filósofo debe ser siempre por definición un indigente en su praxis y un opulento en la teoría? Como en una suerte de (falso) epitafio de su vida filosófica Heidegger pidió expresamente que recitara su hijo y albacea literario Hermann la verdad encerrada en especial en la primera y segunda estrofa del poema: “A los Alemanes” de Hölderlin, que dice así:

“Nunca se burlen del niño, cuando sólo comete travesuras

creyéndose mayor y atareado sobre su caballo de madera

¡Oh, nuestra bondad! También nosotros somos

pobres en actos y ricos en pensamientos 

Pero: ¿viene, tal como el rayo surge de las nubes,

de un pensamiento acabado una acción espiritual y madura?

¿Surge la acción, como el fruto de las sombrías

hojas del follaje, del escrito apacible?” 

En cuanto a Hölderlin debemos señalar que en una etapa de su pensamiento “meta) político Heidegger recurre al poeta en su etapa madura, más reaccionaria, ya no es el joven Hölderlin, amigo de Hegel, que plantaba árboles revolucionarios en honor de la Gran Revolución francesa, no es el romántico republicano idealista de su juventud, sino el tardío reaccionario, el de la disposición apocalíptica heroica y contra-ilustrada…

SLA: ¿Cómo consiguió recuperar Heidegger la venia docenti que le fue retirada previamente? ¿Fue decisiva la intervención de Hannah Arendt?

NGV: En el proceso de des-nazificación que las fuerzas aliadas, en este caso la zona de Freiburg quedaba bajo jurisdicción francesa, la épuration, Heidegger fue investigado, calificado de “nazi típico” y por poco no le fueron confiscados todos su bienes personales, incluida su biblioteca tan querida. Como consecuencia se le retira por tiempo indeterminado la llamada venia docenti (que había obtenido en 1916 con un trabajo sobre Duns Scoto). Después de tener una gran crisis nerviosa, Heidegger se resguarda en su cabaña de Todnauberg, se siente perseguido, incomprendido y proscripto se mantiene en silencio. En 1949 cumple 60 años, una edad que en la academia alemana es una milenaria tradición festejar al catedrático de turno con homenajes, escritos hagiográficos y libros conmemorativos, es la época en que se está por constituir la República Federal de Alemania (RFA), se entendía que la desnazificación y la justicia aliada ya habían terminado su tarea. Parecía el momento para “liberar” al castigado Heidegger de su situación de limbo jurídico. La Facultad de Filosofía de Freiburg, con mayoría conservadora, propone dados los nuevos tiempos y el enorme interés “de todo el Mundo” por su pensamiento, re-integrar a Heidegger su nómina y todos sus derechos como funcionario, discusión que se traslada al Senado académico. Éste termina aprobando por una exigua mayoría la medida. El artífice de esta “reparación” no fue Hannah Arendt sino Max Müller, titular de la cátedra de Filosofía cristiana y discípulo de Heidegger, quién logró reunir informes de expertos del extranjero, por ejemplo Romano Guardini, para impresionar al Senado acerca de la estatura universal de la Filosofía heideggeriana. También ayudó el inicio de la Guerra Fría, cuando la contradicción Liberalismo-Nazismo había dejado de ser la principal. La Facultad finalmente le otorga una pensión extraordinaria (a pesar que Heidegger no había cumplido legalmente los 62 años) y el levantamiento de la prohibición de enseñar. Otra parte del papel principal en esta rehabilitación recayó además sobre el rector de la época, Tellenbach y un grupo mayoritario de profesores conservadores de la Universidad.

SLA: Por cierto, relacionado con lo anterior, ¿hay alguna vinculación filosófica entre el pensamiento de Arendt y el de Heidegger?

NGV: Entre Heidegger y Arendt se establece una relación de dominio unilateral, asimétrica, de autoridad de su persona y Filosofía sobre ella. Tenemos que retrotraernos al año 1924, la ciudad es Marburg. Una estudiante de familia judía de dieciocho años desembarca en la estación del ferrocarril ansiosa por estudiar con un tal Martin Heidegger. Arendt procedía de una familia de una ciudad que ya no existe (Königsberg, la patria chica de Kant); su daemon filosófico despertó después de leer «Kritik der reinen Vernunft».

La Crítica de la razón pura de Kant.

Exacto. Dominaba el griego y el latín. Su primer viaje fue a Berlín, buscando la sabiduría del teólogo-ensayista veronés, Romano Guardini (el mismo que con su informe ayudará a re-establecer la ‘venia docendi’ a Heidegger en 1949), cuando oyó rumores sobre un «fenómeno» en la enseñanza de la filosofía: «El nombre recorrió toda Alemania como el rumor sobre un rey secreto…” recordaba Hannah en 1969. Preguntas con razón: ¿Tuvo este amor profundo pero clandestino, la suficiente fortaleza como para crear una convicción en la perspectiva filosófica? Heidegger había confesado que Hannah había sido sin duda la musa de su gran obra incompleta («sin ella no habría podido escribir nada»). Recordemos que desde 1922 Heidegger estaba construyendo (aunque no lo sabía) los borradores de su opera magna: Ser y Tiempo. Lo cierto es que el voltaje del romance aumenta y aparecen en la estructura primitiva del Dasein nuevos continentes teoréticos abiertos por la propia experiencia. La primera figura relacionada con el amor es el «ser-con-otros», categoría inexistente hasta 1925, el «Mit-Sein/Mit-Dasein», introducida subrepticiamente para articular el encuentro con el Otro, pero lo otros que comparten la autenticidad conmigo: otros que «son aquí con» (mit da sein) mí» y yo soy «con (sein mit) el Otro». El otro no es todos los demás, sino más bien aquellos entre los cuales uno «es». La propia pasión en Hannah es la que le permite superar las aporías de la comprensión de la subjetividad de su maestro y mentor Husserl. Heidegger descubre un camino que va desde su propia praxis hacia la aprehensión de una fenomenología crítica. Muchos especialistas deducen esta aufheben heideggeriana en su hermenéutica obsesiva sobre Aristóteles, pero eso es insuficiente para explicar esta nueva constitución del Dasein, del «ser-ahí» como praxis humana unitaria. La relación con Hannah, finalmente, es la que le permite abandonar la teoría tradicional de la autoconciencia (entendida como un repliegue del alma sobre sí misma) y entender el Dasein como obligado a «tener-que-ser» (Zu-sein). Es la propia concepción de Heidegger, para quién la teoría es una forma de praxis. Y esta auto referencia de tipo eminentemente práctico no se desarrolla sólo por medio de los actos intelectivos superiores sino que pasa por los actos más inferiores: pasiones, estados de ánimo, afectos, las Stimmungen: es decir a través de los componentes sensibles, pasivos, carnales de la vida humana. Otro concepto clave que aparece en la época del romance es el de «Befindlichkeit» (disposición), que eleva a potencia ontológica las determinaciones del sujeto que tradicionalmente se trataban en la teoría de las pasiones: pasividad, receptividad, finitud, angustia, miedo, corporeidad, erotismo. Heidegger quiere indicar que el Dasein está constituido originariamente por momentos turbios, opacos, contradictorios, por el caos de afectos y pasiones.

¡Quién lo diría! Ni lo sospechaba.

En las cartas encontramos el lado explotador del Meister: órdenes, códigos cifrados, excusas sobre la doble vida, cursilerías de un hombre casado, temores; del lado de Hannah una perversa y total entrega. Finalmente, por presiones de Heidegger, Hannah «se obliga» (como el primer soldado del Tercer Reich, Albert Leo Schlageter) a marcharse a otra Universidad, recomendada por Heidegger a otro mandarín del existencialismo: Karl Jaspers. Se las arreglará para seguir con encuentros furtivos y cada vez más fugaces. Como el funcionario Klamm, en «El Castillo» de Kafka, dispone a voluntad de Frieda. Con Jaspers desarrollará, ¡como no!, su tesis doctoral sobre el concepto de libertad y amor en San Agustín: «Augustinus und das paulinische Problem der Freiheit». Aprovechará para criticar el sesgo utilitarista y manipulador del «Ser-en-el-mundo»: el objetivo de su trabajo es desarrollar una visión del mundo que Heidegger ha olvidado, «el mundo concebido como lo ven los amantes del mundo». La reconciliación vendrá después de la guerra y la caída del nacionalsocialismo, en 1950. Arendt, que lo siguió amando, le perdonará todo: la adhesión al nazismo, su admiración por Hitler, su silencio cómplice de posguerra (duramente censurado por Marcuse o Celan), se transformará en su agente literario, revisará traducciones y contratos, se cree de cabo a rabo la leyenda propagada por el mismo Heidegger de que fue un «resistente espiritual» desde su cátedra, exonerará de todo fascismo a su sistema filosófico (mientras Adorno afirmaba que la filosofía de Heidegger es fascista «en su núcleo más íntimo»), le dedicará explícita (su libro póstumo, «The Life of the Mind» lleva una cita completa de Heidegger) o implícitamente (dixit Hannah: mi obra «Vita Activa», le escribe en otra carta, «te debe casi todo en todos los aspectos») todas sus obras de madurez. Curiosamente su «heideggerianismo de izquierdas» nunca la abandonó, llegando a defender liquidar el sufragio universal, el elitismo natural de los grandes hombres, y las oligarquías aristocráticas en política: «el modo de vida político nunca será el de la multitud». Arendt además ayudo a la expansión planetaria de Heidegger e incluso a permitirle tener una cierta “aura” de respeto académico. Arendt parece mantener las posiciones sobre la Historia del Ser, incluso el antimodernismo y antibolchevismo, de Heidegger! Actualmente existe un polémico estudio de Emmanuel Faye sobre las raíces diríamos “racial-populares” de la teoría de Arendt, una “contaminación totalitaria” que se mantiene en segundo plano, que nunca dejó de ser una conservadora alemana modélica [1] La pregunta es: ¿cómo una autora puede al mismo tiempo conciliar una defensa hiperbólica de Heidegger in toto y realizar una crítica eficaz al Totalitarismo nacionalsocialista o al caso Eichmann?

SLA: ¿Y es posible, en tu opinión, esa tarea? ¿Tu pregunta es retórica?

NGV: Creo que es imposible para Arendt hacerlo de manera eficaz y hasta la última consecuencia. Y este déficit se nota a lo largo de su obra sobre el Totalitarismo. Su raro juicio sobre Eichmann, la peligrosa idea de la “Banalidad del Mal” de los verdugos voluntarios y fanáticos es una suerte de confirmación ex post, posterior de su condonación a Heidegger…

SLA. Antes de que me olvide, has hablado de Celan. ¿Su poesía, su poesía a veces digamos oscura, es una poesía heideggeriana?

NGV: Soy un gran admirador, lector y re-lector de la obra de Celan (Celan es anagrama de Ancel, su apellido judío en rumano), que lamentablemente no es muy extensa. La situación aquí es a la inversa: Heidegger es el que podría denominarse “celaniano”, fue a iniciativa de Heidegger que se produjo el famoso (des)encuentro en la cabaña de Todtnauberg en 1967, luego de recitar sus poemas en Freiburg con gran éxito. Heidegger veía en la poesía de Celan un vigor filosófico y una búsqueda de nuevas relaciones entre la palabra y la cosa (neologismos, cripticismo, rodeos verbales). Celan en un primer momento rechazó la petición de Otto Pöggeler de hacerle una dedicatoria a Heidegger en su libro Rejas de lenguaje ya que consideraba inapropiado que su nombre se viese vinculado al de Heidegger. Celan había sufrido primero la invasión de la URSS de Bukovina en 1940, con deportaciones de familiares y amigos a Siberia; después la invasión alemana de 1941 a la URSS y el horror de la solución judía de Hitler, su familia internada en un ghetto, sus padres aniquilados, él se salvo de ser eliminado en un campo de la muerte en Moldavia por el avance del Ejército Rojo. Celan en su visita esperaba de su admirador-lector Heidegger al menos un “beu geste” de arrepentimiento explícito sobre su relación con el Nazismo, cosa que Heidegger no hizo, ni haría en el futuro. Hoy sabemos que Celan fue un fino y crítico lector de Heidegger a partir de 1951, pero nunca fue un heideggeriano. De ese tenso encuentro, Celan incluso se negó a fotografiarse con Heidegger, surgió el poema «Todtnauberg», donde convierte el senderismo con el filósofo por la Selva Negra en un descenso a los infiernos del Nacionalsocialismo. En el libro de visitas de la cabaña, Celan escribió: “Al libro de la cabaña, con la mirada a la estrella de la fuente, con la esperanza de una palabra venidera del corazón». La rara mención a una “estrella de la fuente” tiene su explicación: era un surtidor de agua en el exterior de la cabaña que durante los años 1933-1945 lucía una bonita swastika, que se transformó mágicamente en una estrella después de la derrota del IIIº Reich…

SLA. En cuanto a Marcuse, ¿siguió estando marcado por Heidegger a lo largo de su evolución filosófica? Resulta un poco chocante que un filósofo que inspiró a una parte sustantiva de la izquierda estudiantil del 68 en muchos países del mundo fuera un heideggeriano.

NGV: Creo que la seducción de Marcuse con Heidegger duró muy poco tiempo, la inmunización vino de que ya era lukácsiano y marxista antes de recibir el influjo del Dasein. Marcuse reconoce que leyó Sein und Zeit en 1927 y que esa lectura fue lo que le decidió a ir a estudiar a Freiburg. Estuvo allí entre 1928 y diciembre de 1932, tomando la Analítica de la Existencia heideggeriana con mucho cuidado y cautela crítica. Creyó ver en Heidegger lo que le había fascinado también en el último Husserl: la posibilidad de un nuevo inicio de la Filosofía como tal, concreta y fundamentada en la existencia del Hombre, basado en la praxis radical, y no en principios académicos-abstractos. Heidegger podía ser un punto de partida, dentro del marco general esbozado por Marx, para superar tanto al Neokantismo como al Positivismo, es decir, a la Kathederphilosophie. Pero el intento fue de corto alcance: Marcuse reconoce que en 1932 cuando conoció gracias al trabajo de Riazanov, los Manuscritos de Marx de 1844 “el problema de Heidegger versus Marx dejó de ser un problema”. Fue el primer discípulo en criticarlo abiertamente y muy temprano, en 1934, y además fue el primero en 1947 en exigirle que pidiera disculpas públicamente de su compromiso político con el SS-Staat y de su responsabilidad como filósofo por apoyar a un régimen que produjo el Holocausto. Heidegger ni siquiera se dignó a leer su Habilitationschrift: además bloqueó sus posibilidades de habilitación aparentemente por su tendencia de izquierda y su hegeliano-marxismo. Analizando a posteriori su obra Sein und Zeit Marcuse afirmará que términos técnicos como Da-sein, das Man, Sein, Seiendes, Existenz serían “malas abstracciones”, abstractos defectuosos, en el sentido de que no son vehículos conceptuales adecuados para comprender la concreción real de lo aparente. Heidegger habría construido un nuevo Idealismo trascendental, más extremo, más alejado aún de la existencia que el del mismo Husserl…

SLA: Vuelvo ahora a la biografía de Heidegger. Te pregunto por el “campo de trabajo científico” que organizó siendo rector de Friburgo.

NGV: Buen tema, buena pregunta.

 

Nota:

1) Emmanuel Faye: Arendt et Heidegger, Albin, Paris, 2016.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=227636

Imagen: http://thegreatthinkers.org/heidegger/

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Debate directo y sencillo de los cuatro candidatos del Estado de México con Loret de Mola

América del Norte/México/Abril del 2017/Pedro Echeverría V./http://www.rebelion.org/
Autor:Pedro Echeverría

 

1. Sin más reglas que el respeto del reloj, sin formalidades y demás acartonamientos, pude ver en video un debate sencillo entre los candidatos a la gubernatura del Estado de México: Alfredo del Mazo por el PRI, Josefina Vázquez por el PAN, Delfina Gómez por el partido Morena y Juan Zepeda por el PRD. Aunque no fue un debate donde se demostraran las posiciones político/ideológicas de los partidos postulantes y sus candidatos, a mí me bastó esa hora de confrontación arbitrada por el periodista Carlos Loret de Mola, para conocer, imaginar y pensar a cada uno de los candidatos para tener una primera idea. Además se me de memoria las posiciones de cada partido.

2. El candidato del PRI pertenece al grupo Atlacomulco del Estado de México. Es un grupo que lleva dominando esa importante entidad por lo menos desde los años cuarenta, hace unos 70 años. El candidato del Alfredo del Mazo no es sólo hijo legítimo de los políticos de aquel lugar, sino hijo y nieto de gobernadores, así como primo y sobrino de quienes hoy están en la Presidencia de la República. Es un joven poderoso, pero según pude observar el video, por su juventud e inexperiencia, encontré en él, menor capacidad política que los otros tres que lo acompañaron. Él, sin duda, perdió el debate porque los tres se unieron en su contra.

3. Luego estuvo Josefina Vázquez, la candidata del PAN quien –contrario a Del Mazo- posee un enorme experiencia como secretaria de Estado, legisladora y candidata presidencial en 2012. Sin embargo no parece haber asimilado bien esas experiencias porque no las supo usar frente a las acusaciones que sufrió frente a los tres por los mil millones de pesos que recibió de Peña Nieto para una gestión de gobierno, dinero que nunca aclaró. Hizo esfuerzos para defenderse pero no pudo convencer ni demostrar su superioridad en experiencia. La realidad es que por su comportamiento da la impresión de que ocupará el tercero o cuarto lugar en la elección.

4. Delfina Gómez -candidata del partido Morena-, a pesar de que se le acusa de ser “marioneta” de López Obrador por ser un poco tímida, por carecer de grandes experiencias políticas por su origen muy humilde y sólo ser profesora de primaria y secundaria, fue para mí una sorpresa observar su comportamiento muy positivo en el debate respondiendo todas las críticas que se le hizo, particularmente por la panista Josefina. Pienso que si obtiene la gubernatura no le faltará una fuerte asesoría que la ayude a gobernar. El Estado de México, con sus 16 millones de habitantes y sus millonarios, va a requerir un gobierno fuerte.

5. El mejor para mí fue Juan Zepeda por su enorme firmeza y las críticas claras a sus oponentes del PRI y PAN. Fue, al parecer presidente municipal de Netzahualcóyotl por el PRD y no se sabe cuál sea su posición respecto a “los Chuchos”, pero muy bien haría uniendo sus fuerzas a Morena para sacar de la jugada al candidato de Atlacomulco que a pesar de tener todo el poder, está muy, pero muy, verde. Juan Zepeda sabe que no puede ganar porque el PRD está en un proceso de derrumbe; por el contrario Morena va hacia arriba. Seguramente los nueve senadores encabezados por Barbosa y Morón podrían ayudar mucho para esa unidad.

6. Como escuché en algún comentario: “Si Morena pierde en el Estado de México no pasa nada porque López Obrador tiene una enorme fuerza para disputar la Presidencia, y la puede ganar. Pero si Delfina de Morena gana el Estado de México podría asegurarse que AMLO ya tendrá la Presidencia en la bolsa”, sobre todo por el ánimo que despertará. Obvio, si los dos le salen bien a Morena entonces, puta, la gran bronca. ¿Cómo mantener la Presidencia ante grandes empresarios que no están dispuestos a ceder? Yo pienso y creo en la gran broca, los enfrentamientos, en la experiencia venezolana, pero, ¿qué tal si estoy equivocado y todo resulta tranquilo?

Fuente:

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=225120

Fuente Imagen:

https://lh3.googleusercontent.com/bZN8R4trUMX0E_CGcnmtDaEsdtkc2iSxteb1eIj6-r35YumPN9Mhou2tunqQhZLGsSNU_6Y=s85

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