Cómo crear un espacio de estimulación sensorial en tu aula

Por: Haydee Mesa

Estimular los sentidos de tus alumnos no sólo es divertido, sino una apuesta por su desarrollo cognitivo y emocional. No olvides que los sentidos son la puerta de acceso a las funciones cognitivas básicas y superiores. Capacidades como la lógica, la concentración, la coordinación, la capacidad de sentir y de aprendizaje en su totalidad se verán beneficiadas si te decides a crear tu propio rincón de estimulación.

Se trata de integrar dentro de tu aula un espacio multisensorial que proporcione abundantes y diversos estímulos sensoriales: visuales, auditivos, táctiles, olfativos y gustativos...

Crea un rincón para cada sentido:

1. EL RINCÓN DE LA VISTA. Llénalo de:

OBJETOS DE DIFERENTES COLORES: columnas de burbujas, fichas de contrastes de blanco y negro con figuras geométricas, fibras luminosas, bolas de discoteca.

-LUCES DE DIFERENTES TONALIDADES: linternas con y sin filtros de colores, lámparas de lava, lámparas con sensores que se activan con el tacto o el movimiento. Puedes usarlas también para iluminar los objetos brillantes y conseguir un efecto intenso.

PROYECTOR: de imágenes y colores sobre una pared o… sobre espejos (puedes jugar con los reflejos de luz realizando juegos de luces) o cortinas (hacer contrastes entre oscuridad y claridad, cerrando y abriendo las cortinas o encendiendo y apagando la luz).

2. EL RINCÓN DEL OLFATO. Decóralo con:

-Aceites esenciales

-Difusores de aromas

-Ambientadores de tela

3. EL RINCÓN DEL TACTO

Hazte con objetos de diferentes texturas, volumen, peso, temperatura… y decora tu rincón con:

-pelotas de diferentes tamaños y peso

-cepillos

-esponjas

-plumas

-muestrario de telas (pana, raso, seda, felpa, o incluso lija)

-globos rellenos de arroz, garbanzos o lentejas

-cuerdas

4. EL RINCÓN DEL OÍDO: Busca objetos y aparatos que proporcionen música y sonidos:

-una radio

-una caja de música

-instrumentos musicales, maracas, panderetas, congas, martillos sonoros, cascabeles, campanillas, flautas, armónicas,  etc.

5. EL RINCÓN DEL GUSTO:

-un pañuelo para vendarse los ojos: así conseguirás trabajar gusto y olfato a la vez.

-una cesta de fruta

-una cesta de verdura

-cesta con trocitos de queso, frutos secos

-cesta con tarritos de especias

Fuente: http://www.educaciontrespuntocero.com/recursos/educacion-emocional/crear-espacio-estimulacion-sensorial-aula/44640.html

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La educación preescolar en Cuba propicia el desarrollo integral de los niños

Centro América/Cuba/8 de octubre de 2016/Fuente: radiohc

La capacitación de las jóvenes para educadoras de círculos infantiles no cesa en Cuba. A lo anterior contribuyen las escuelas pedagógicas municipales entre las que figura la nombrada Camilo Cienfuegos, ubicada en el capitalino reparto de Alamar, La Habana del Este.

Allí se forman actualmente más de medio centenar de auxiliares pedagógicas y asistentes para el trabajo educativo, que laborarán en círculos infantiles y escuelas primarias de ese territorio; esto favorecerá la cobertura docente que atiende esas edades priorizadas.

Una de las profesoras de la institución ubicada a pocos metros de la costa rocosa de esa localidad, la licenciada Nancy Salazar Batista, destacó a Radio Rebelde que se imparten asignaturas relacionadas con las diferentes áreas del desarrollo.

Puso de ejemplo el mundo circundante y el lenguaje coherente, ya que se debe de enseñar a los niños a expresarse bien y con fluidez; además, se tiene el interés común de prepararlos para el ingreso a la escuela. Imparte a sus alumnas las asignaturas de lengua española, educación física, musical y danzaría.

Le reconforta ver cómo las muchachas se transforman a medida que transcurren los cursos; modifican para bien su apariencia, mejoran el lenguaje, la ortografía, y lo más importante es que incrementan el interés por conocer cada día más sobre la enseñanza preescolar.

“Consideramos un logro que ellas se reincorporen a la sociedad, ya que se trata de muchachas desvinculadas del estudio y el trabajo; representan una inyección de juventud a la enseñanza, traen con ellas iniciativas, deseos de hacer, y sobre todo, mucho interés por los niños y el afán de educarlos. Tienen el denominador común de que aman a los infantes”.

La experimentada educadora, quien lleva en el sector treinta y seis años, afirma que en todos estos años de Revolución la educación preescolar en Cuba propició un desarrollo integral del niño, no obstante las necesidades materiales en el país. “Lo cierto es que el personal docente que los educa se caracteriza por la necesidad que sienten de formarlos en valores”.

Las universidades pedagógicas y las pedagógicas de pocos años de creación también aportan docentes para la enseñanza preescolar; constituyen una vía de continuidad de estudios para las muchachas que se deciden por el magisterio en la enseñanza preescolar.

Salazar Batista expresó también la dicha que la embarga por trabajar en esa escuela ya que los años anteriores tuvo la responsabilidad de dirigir: “Realmente yo quería palpar y ver cómo formar a esas estudiantes que luego de recibir esa preparación irían a trabajar a los Círculos con esos niños que amo tanto, y que son el amor de mi vida”.

(RRebelde)

Fuente: http://www.radiohc.cu/interesantes/caleidoscopio/107915-la-educacion-preescolar-en-cuba-propicia-el-desarrollo-integral-de-los-ninos

Imagen: www.radiohc.cu/uploads/images/articulos/451-cuba-prescolar.jpg

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El cerebro como órgano plástico

Por Maribi Pereira

Hace unos años se creía que nuestro cerebro era estático e inalterable, que nacíamos con un número determinado de neuronas que iban perdiéndose con el paso del tiempo y que nuestros genes heredados condicionaban nuestra inteligencia. Hoy en día, y gracias a los avances de la neurociencia, sabemos que existe la neuroplasticidad, una propiedad del sistema nervioso que le permite adaptarse continuamente a las experiencias vitales. Nuestro cerebro es excepcionalmente plástico, pudiéndose adaptar su actividad y cambiar su estructura de forma significativa a lo largo de la vida.

La experiencia modifica nuestro cerebro continuamente, fortaleciendo o debilitando las sinapsis que conectan las neuronas, por lo que estamos en continuo aprendizaje. Este hecho permite que independientemente del declive natural que conlleva la vejez, el aprendizaje se puede producir a cualquier edad, generando nuevas neuronas, razón por la cual nuestra inteligencia no es fija ni inmutable (Guillén, 2012).

Desde la perspectiva educativa, el concepto de plasticidad cerebral constituye una puerta abierta a la esperanza porque implica que todos los alumnos pueden mejorar. Aunque existan condicionamientos genéticos, sabemos que el talento se construye con esfuerzo y una práctica continua. Y nuestra responsabilidad como docentes radica en guiar y acompañar a los alumnos en este proceso de aprendizaje y crecimiento continuo, no solo para la escuela sino también y, sobre todo, para la vida (Guillén, 2012). Bajo esta premisa se ha diseñado el Máster en Neuroeduacación de ISEP.

Hay estudios emblemáticos en este campo. Uno de ellos es el de Eleanor Maguire con los taxistas de Londres, donde comprobó que estos aumentaban su hipocampo al tener que memorizar un complejo callejero (Maguire, E. A. et al., 2000); o el de Thomas Elbert con los violinistas, donde encontró que los sujetos incrementaban la región de la corteza cerebral que controla los dedos de la mano izquierda (Elbert, T. et al., 1995).

Recientemente, los estudios del español Álvaro Pascual-Leone han sido considerados originales y significativos. En el primero se enseñó a la mitad de un grupo de voluntarios a tocar una pieza de piano con cinco dedos. Se observó que el entrenamiento continuo conllevó un aumento en la región correspondiente a la corteza motora que era responsable de mover esos dedos. Aunque ese resultado constituía una muestra clara de neuroplasticidad, no era novedoso porque otros experimentos habían llegado a conclusiones similares. Lo realmente interesante resultó al analizar las imágenes cerebrales de la otra mitad de voluntarios a los que se puso a imaginar que tocaban la pieza. Se observó que la simulación mental de los movimientos activaba las regiones de la corteza motora que se requerían para la ejecución de los movimientos reales. Curiosamente, la práctica mental era suficiente para promover la neuroplasticidad (Pascual-Leone, A.; Amedi, A.; Fregni, F.; Merabet, M.L., 2005).

El segundo estudio de Pascual-Leone es el llamado “experimento de la venda”. Durante cinco días, a un grupo de voluntarios sanos se les vendó los ojos. Durante ese período de tiempo se les mantuvo ocupados leyendo Braille (el sistema de lectura y escritura táctil pensado para personas ciegas en el que hay que desplazar los dedos sobre puntos impresos) y realizando tareas auditivas que consistían en diferenciar pares de tonos que escuchaban con unos auriculares. El análisis de los escáneres cerebrales mediante resonancia magnética funcional reveló que la corteza visual de los participantes, tras cinco días, modificó su función y pasó a procesar las señales auditivas y táctiles aumentando así su actividad. Después de retirar las vendas de los ojos, solo debían transcurrir unas horas para que la actividad se redujera (Pascual-Leone, A.; Amedi, A.; Fregni, F.; Merabet, M.L., 2005). Desde el punto de vista educativo, resulta valiosa la demostración de que el mero pensamiento provoca la neuroplasticidad.

En cuanto a procesos de aprendizaje, la atención constituye uno de los factores críticos. Resulta un mecanismo imprescindible porque la capacidad de nuestro cerebro para procesar la información sensorial entrante es limitada. La atención sobre lo que se debe aprender requiere esfuerzo continuo, motivación para ser receptivo y contar con las emociones adecuadas (Davidson, Richard, Begley, Sharon, 2012). En ese orden, la dedicación constante requiere autocontrol, lo novedoso y lo relevante facilita nuestra motivación y en un estado relajado nuestra atención (también la memoria) se encuentra en una situación más beneficiosa para facilitar el aprendizaje. Por tanto, la plasticidad cerebral permite, a través de un entrenamiento mental adecuado, que nuestro perfil emocional pueda cambiar y afectar de forma positiva a nuestra vida (Spitzer, 2005).

La dopamina es un neurotransmisor con importantes implicaciones educativas porque interviene en procesos de gratificación y motivación que son fundamentales en el aprendizaje. Se ha demostrado que el pensamiento positivo está asociado al córtex prefrontal del hemisferio izquierdo y que, en esta situación, se libera dopamina que activa los circuitos de recompensa. En un estudio realizado con ratas, se demostró que la estimulación directa del área tegmental ventral, constituida por vías de dopamina, cambió las representaciones corticales de los sonidos escuchados. Si las ratas solo escuchaban los sonidos sin ninguna estimulación eléctrica no se producía ninguna variación. La importancia de este experimento radica en el hecho de que la neuroplasticidad se daba en el córtex auditivo al estimular el circuito de gratificación de la dopamina, es decir, el aprendizaje de la tarea sonora estaba ligado a la activación de un circuito en el que interviene un neurotransmisor que sabemos cómo afecta al aprendizaje (Bao, S.; Chan, V.T.; Merzenich M.M., 2001)

En la práctica educativa, hay que saber estimular esa gratificación de la dopamina con gestos, miradas o conductas agradables. Nuestro lenguaje no verbal desempeña un papel importante en la transmisión de componentes emocionales.

Finalmente, somos la única especie que utiliza la plasticidad para perfeccionar y evolucionar el cerebro, lo que nos hace diferentes y singulares. Pero, además, cada individuo de nuestra especie es único e imprevisible y participa de su propia evolución debido a la influencia de las experiencias vividas.

La investigación en neurociencias nos hace conocer mejor nuestro cerebro y esto nos ayuda a optimizar nuestras capacidades. La formación en neuroeducación ayuda a los profesionales de la psicología y la educación a entender los distintos mapas neurocognitivos presentes en la actualidad en las aulas de nuestro país y mejorar los procesos de aprendizaje.

Fuente: http://www.isep.es/actualidad-neurociencias/el-cerebro-como-organo-plastico/

Imagen: www.isep.es/wp-content/uploads/2016/10/master-neuroeducacion-cerebro.png

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