Por: Ernesto Hernández Doblas.07-09-2016
El investigador dio una entrevista al finalizar su participación en el IX Congreso Internacional de Pedagogía Crítica Investigación
La evaluación punitiva está causando un grave y perverso daño a la educación, fueron parte de las palabras que el investigador de El Colegio de México, Alberto Arnaut Salgado, dijo a Cambio de Michoacán en una entrevista desarrollada después de su participación como conferencista en el IX Congreso Internacional de Pedagogía Crítica Investigación y TICS en Educación, llevado a cabo en esta ciudad.
“La evaluación punitiva no sólo causa un grave daño a la educación por la pérdida de derechos que provoca en el magisterio, sino además perjudica la supuesta calidad educativa que tanto dice interesarle al gobierno”, abundó. Para el investigador, es evidente que se vive un cambio radical en la gestión administrativa y laboral de la profesión docente. Sobre tal asunto y otros relacionados con la Reforma Educativa giraron buena parte de las participaciones en este congreso, tanto de alumnos como de profesores, investigadores y ciudadanos interesados en el tema educativo.
“Este tema por supuesto está en el ambiente. Fue muy interesante reflexionar sobre el carácter de la reforma que se está viviendo en México; de la manera como se pretende avanzar en una reforma que ya no va a ocurrir en este sexenio, sino en el próximo, a partir de la discusión del Modelo Educativo 2016, que en realidad es un modelo que se parece mucho al de 2011”. Haciendo uso de la metáfora, Alberto Arnaut dibujó esta situación desfasada, como si se adquiriera un auto (el modelo educativo) de 2016, cuyo modelo se parece mucho al de 2011 y que se va a poder usar hasta 2018. Eso no deja de ser absurdo, remató. “¿Qué dicen los maestros ante esta situación? Pues mejor nos quedamos con el auto viejito y comenzamos a construir ese modelo para decidir si se usa o no a partir de 2018, con el arranque de una nueva administración realmente comprometida con la transformación educativa”.
El investigador de El Colegio de México señaló que el tema educativo tiene un cariz sobre todo laboral y administrativo. Muchos la llaman “la reforma que no es reforma, y mucho menos educativa”, dijo al ironizar sobre su falta de profundidad y considerar que es uno de los puntos nodales a revisar, ya que “introdujo un panorama inestable para la situación laboral de los maestros, arrasando con los derechos que al respecto había obtenido el magisterio. No solamente para los de nuevo ingreso, sino para los que ya estaban en el servicio desde antes de la reforma. Para rematar, arrasó también con el derecho del magisterio a la defensa laboral y judicial”.
Informes dados a conocer este pasado viernes en un comunicado por parte de la Secretaría de Educación Pública, anunciaban el despido de 80 maestros y trabajadores, así como la aplicación de descuentos a mil 662 trabajadores por faltar a sus labores. Esta situación es absurda, enfatizó Alberto Arnau, y abundó diciendo que la evaluación como medida de conocimiento es muy importante para mejorar prácticas y resultados, “pero también sabemos que la evaluación por sí misma no mejora la calidad. Sabemos también la evaluación excesiva puede empeorar la calidad y que la evaluación con consecuencias extremas como una reclasificación del magisterio, o el despido como en este caso, puede provocar efectos aún más perversos en la calidad de la educación”.
Triunfos del magisterio Como triunfos del magisterio disidente y movilizado (tanto de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación como de otras expresiones del magisterio democrático, incluso algunas de las cuales se encuentran dando clases actualmente pero apoyan a éstas) el entrevistado enumeró: “La eliminación de algunas de las consecuencias de la evaluación punitiva del desempeño, cuando quedaron sin efecto algunos de los despidos que se habían iniciado de los maestros que se negaron a someterse a una situación absurda e indignante.
La rectificación del gobierno ante algunas de las decisiones que tomó para intentar someter la movilización de los maestros. La liberación de algunos de los dirigentes magisteriales que habían sido encarcelados de manera arbitraria e injusta. Los reajustes anunciados por parte del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE); este hecho de que hayan decido aplazar para redefinir aún más la evaluación de las escuelas multigrado y de la educación indígena”.
A pesar de estos triunfos, Arnau lamenta que hayan sido cesados de su trabajo decenas de miles de maestros “aterrorizados, amenazados o hastiados del terrorismo verbal con que se acompañó la Reforma Educativa. Eso es irreparable, es un daño al sistema, porque entre los que se salieron o fueron arrojados de éste estaban algunos de los mejores cuadros del magisterio, que son muy importantes sobre todo para la formación de los nuevos cuadros del mismo”.
Son piruetas más o menos desesperadas las que está haciendo el INEE, afirmó el investigador, para “no tocar ni con el pétalo de una rosa el marco jurídico de la reforma”. Puntualizó que a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación se le califica como intransigente por pedir la derogación de la reforma y ante esto se pregunta: “¿Cómo llamar a quienes no aceptan revisar y modificar uno de los componentes más aberrantes de una reforma que no es reforma ni educativa, como lo es la evaluación punitiva del desempeño? Pues no hay otro nombre que el de la intransigencia”.
Respecto a ciertas críticas que ha recibido la CNTE respecto a su petición “maximalista” de abrogar la reforma, Alberto Arnau concluye ironizando: “Yo como investigador propongo, casi en el piso de mi minimalismo, que se hagan dos cambios –por lo pronto. Eliminar el carácter obligatorio de la evaluación del desempeño, así como las consecuencias laborales extremas. Con esas dos pequeñas reformas sin abrogar todas las reformas constitucionales y legislativas iríamos de gane”.
Este texto ha sido publicado en el sitio Cambio de Michoacán, en la dirección http://www.cambiodemichoacan.com.mx/nota.php?id=9813&tipo=n