Exámenes en línea en los procesos de admisión y promoción docente

Por: Abelardo Carro Nava

Más de dos años han pasado desde que el gobierno de la cuarta transformación tomó las riendas de este país y, en materia educativa, el barco navega a la deriva y sin posibilidades reales de que haya un giro en el timón que le permita llegar a puerto seguro. De hecho, lo que tanto se criticó en el pasado, sigue tan presente que a más de uno nos ha hecho pensar y afirmar que poco a ha cambiado para que todo siga igual, o peor. Me explico.

Como bien sabemos, con la llegada del lopezobradorismo a la Presidencia de la República, y la consecuente aprobación de la reforma a la reforma educativa de 2013, se constituyó la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAMM), instancia que sustituyó a la Coordinación Nacional del Servicio Profesional Docente (CNSPD) que, en términos concretos, tenía como objetivo asegurar con base en la evaluación, la idoinedad de los conocimientos y capacidades del personal docente, directivo y de supervisión, así como asegurar un nivel suficiente de desempeño en quienes realizan funciones de docencia, de dirección y supervisión; objetivo que sigue tan presente en estos días salvo porque en las disposiciones reglamentarias emanadas de las leyes secundarias se modificaron algunas palabras, pero, sin duda, la esencia sigue siendo la misma: evaluar a los maestros, ya sea para el ingreso o para la promoción. Claro, hasta el momento no se puede hablar de una evaluación del desempeño docente puesto que, justo en el momento en que escribo estas líneas, me enteró que la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (MEJOREDU), ha lanzado una consulta sobre la evaluación docente, ya no punitiva, sino diagnóstica (Profelandia.com, 2021).

Y bueno, dicho lo anterior, en días pasados a través de las redes sociales, conocimos el oficio número DGR/045/2021 y DGA/124/2021 emitido por la SEP y la USICAMM, dirigido a autoridades de educación media superior y titulares de los organismos descentralizados mediante el cual, se informa, la determinación de la modalidad de aplicación de los instrumentos de valoración que conforman los sistemas de apreciación de conocimientos y aptitudes de los diferentes procesos de selección conforme a lo siguiente: la aplicación de instrumentos de valoración de los procesos de selección para la admisión y la promoción vertical, así como la conclusión de la admisión del ciclo escolar 2020-2021, en educación media superior, se llevará a cabo en la modalidad a distancia y a través de un software de aplicación en línea”. No obstante, lo anterior, en dicho documento también se señala que en caso de que alguna autoridad educativa local decidiera aplicar el instrumento de valoración en alguna sede podría hacerlo, pero tendría que comunicarlo de manera oficial a la USICAMM.

Ahora bien, en ese mismo documento se especificaron una serie de características del sistema informático que se diseñará para la aplicación de los instrumentos como: compatibilidad entre distintas computadoras independientemente de su software de sistema, inmediatez de acceso controlada a través de usuario y contraseña, optimización de recursos ya que el software deberá operar con especificaciones técnicas, entre otras. Y por lo que respecta a las especificaciones técnicas, ya sea para la aplicación de manera presencial o en línea del instrumento, “los quipos de cómputo que se utilicen en las sedes de aplicación como en las computadoras o dispositivos personales de los participantes, deberán contener:

Equipo de cómputo:
    • Procesador Intel Pentium 4 1,4GHz-1,5GHz o superior.
  • 64 MB de RAM (Linux y Windows, 128 MB de RAM para Mac) o superior.
  • 50 MB de espacio libre en disco (Linux y Windows, 70 MB de espacio libre en disco para MAC).
  • Sistema operativo Microsoft 98 o superior.
Cámara web:
  • Resolución 640 por 480 pixeles, colocada al frente. En caso que el equipo de cómputo no cuente con cámara web, se deberá instalar una externa, la cual deberá cumplir con la misma resolución.
Red:
  • 2MB de bajada y 1MB de subida, como mínimo.

Visto lo anterior, es fácil deducir que la USICAMM, en lo que va de dos años, no ha podido con el paquete que la CNSPD le dejó en las manos; tal vez, se deba, a una falta de creatividad, conocimiento, capacidad, o también, de recursos que son necesarios para poner en marcha un proyecto de tal envergadura. Reina el desastre y, desafortunadamente, nadie le ha puesto un alto y eso que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), según se dijo, pediría la renuncia del titular de este organismo.

Y es que es obvio, existe un proceso de admisión inconcluso dada la contingencia sanitaria que provocó el COVID-19, pero ha pasado un año de tal suceso y apenas se toma una determinación con relación a este asunto. ¿No podría haberse discutido, analizado y dialogado para que, en el transcurso de ese año se tomara una decisión con relación a este tema? La respuesta es evidente porque, quiero pensar, que en la USICAMM se tiene presente la ley y ésta debe cumplirse, ¿y los criterios excepcionales que ésta misma emitió hace unos meses?, ¿no podrían tomarse otro tipo de criterios para este proceso de admisión inconclusa? En fin. Ya tienen en sus manos un nuevo proceso de admisión y, curiosamente, uno que no han concluido. Vaya paradoja.

Por lo que respecta a los procesos de promoción, prácticamente pasaron dos años para que dieran a conocer los programas de incentivos para el magisterio, y bueno, como sabemos, la USICAMM ha sido un desastre administrativo y, para variar, con esta idea sobre la aplicación de un examen en línea se acentúa tal hecho.

¿Qué va a pasar si, durante la aplicación del instrumento de valoración, el internet del participante deja de operar porque, como sabemos, no hay un servicio que brinde la calidad requerida al cien por ciento?, ¿y si se va a la luz? Peor aún, ¿el maestro o maestra tendría que comprar un equipo de cómputo y cámara que cumplan con las especificaciones técnicas requeridas? Mucho peor aún, ¿el incumplimiento de estas especificaciones o el que se vaya la luz o internet mientras el profesor responde el instrumento de valoración será responsabilidad, única y exclusiva de éste y, por tanto, será su entera responsabilidad quedar fuera del proceso aun cuando sea un extraordinario docente?, ¿no es una forma de lavarse las manos por parte del USICAMM?, ¿no es eludir una responsabilidad?

Cierto, habrá quien me diga que estas especificaciones son para los procesos de admisión y promoción en educación media superior, y es correcto; sin embargo, para como están las cosas, no dudemos que se aplicará tal esquema en educación básica.

Con negritas:

Hace unos meses escribí un artículo denominado “La promoción horizontal de la USICAMM: malas noticias para los maestros” y del que recibí varios comentarios, lo cuales agradezco infinitamente, porque me permitieron reflexionar sobre mi pensar y decir, no obstante, mi postura fundada en los eventos como el que ahora les comparto sigue siendo la misma: son malas noticias para los maestros, ¿revalorización del magisterio?

Referencias:

Fuente:  educacionfutura

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Aprendizaje y realidad virtual

Por: Sofía García-Bullé

La realidad extendida puede traer cambios positivos permanentes más allá de representar una herramienta más de la educación a distancia.

El próximo martes 23 de febrero transmitiremos un nuevo webinar con el tema “Diseño de experiencias de Aprendizaje con realidad virtual”. En esta sesión contaremos con la participación de Ana Gabriela Rodríguez, líder en Innovación Educativa en el Tecnológico de Monterrey.

Rodríguez nos hablará sobre tecnologías de realidad extendida y cómo impartir clases haciendo uso de este recurso. Para comprender mejor el tema de esta sesión es necesario tener en claro lo que son las tecnologías de realidad extendida, así como su rol en los tiempos en que la crisis de salud por la pandemia no permite la reanudación de las clases presenciales.

Tres nuevas realidades

La oferta educativa ha tenido que adaptarse a un entorno 100 % en línea debido a las condiciones impuestas para prevenir la propagación de contagios de COVID-19. Ante este panorama, los educadores se han tornado al desarrollo y uso de tecnologías de realidad extendida.

Definidas en forma simple, estas tecnologías son el ensamble de tres realidades artificiales:  Virtual, aumentada y mixta. La primera de estas realidades, la virtual, sumerge a los usuarios en un entorno digital totalmente artificial a través del uso de wearables, como cascos de realidad virtual. Su objetivo es crear un entorno simulado e inmersivo que el usuario perciba como cercano a la realidad.

La realidad aumentada, parte de la percepción del mundo real pero añade capas de información digital proporcionada por dispositivos. Estas capas pueden ser imágenes videos sonidos datos o modelos 3D que se superponen a nuestra realidad en tiempo real.

Elementos de la realidad virtual y realidad aumentada constituyen la realidad mixta, que se define como una combinación de ambas. Usualmente cuando una experiencia no corresponde en su totalidad a una instancia de realidad virtual, aumentada o entorno real podemos hablar de un ejemplo de realidad mixta.

Estos recursos tecnológicos han sido usados en diversos rubros como los videojuegos, el entretenimiento, la publicidad y la educación. ¿De qué forma han contribuido las tecnologías de realidad extendida a mejorar la experiencia educativa?

Una nueva educación a distancia

En un contexto educativo, la realidad extendida puede traer cambios positivos permanentes más allá de representar una herramienta más de la educación a distancia. La tecnología permite a los estudiantes aprender de maneras que no se habían visto antes, habilita nuevos caminos como enseñar a niños de primaria los estados de su país al tiempo que ven un mapa virtual con la forma de las entidades y los principales datos de las mismas, o pudiera ser una clase de anatomía para alumnos de secundaria con diagramas que muestren modelos tridimensionales de los órganos del cuerpo.

Las posibilidades de un aprendizaje efectivo y memorable aumentan significativamente cuando se cuenta con recursos no solamente audiovisuales sino interactivos. Si quieres saber cómo aplicar tecnologías  de realidad extendida a tus clases, no te pierdas nuestro próximo webinar este martes 23 de febrero a las 4 de la tarde hora Centro de México.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/tecnologias-extendidas

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El lado oscuro de las pruebas en línea

Por: Sofía García-Bullé

Los problemas de violación a la privacidad de los estudiantes, así como los sesgos sobre la raza, género y accesibilidad son tan severos, que varias universidades dejarán de usar servicios de supervisión para pruebas en línea.

En artículos anteriores hablamos del dilema ético que implicaba relajar los estándares de privacidad de los estudiantes con el propósito de asegurar la calidad de los exámenes y combatir la deshonestidad académica, pero este no es el único problema que enfrentan las pruebas en línea para ofrecer una experiencia justa y equitativa. Se habla también de sesgos sociales que afectan al alumnado perteneciente a minorías raciales, sociales, de género y capacidades diferentes.

Los exámenes a distancia tienen dos formas principales de autentificar la identidad y proceder ético de los estudiantes, a través de reconocimiento facial o de algoritmos. En papel se leería como un procedimiento lógico e inocuo, pero la manera en que se diseñan estos métodos es exclusoria; puede generar instancias de discriminación y violación de su privacidad.

Estas problemáticas han generado una protesta generalizada en las comunidades estudiantiles y de docentes, al punto que varias universidades han tomado la decisión de retirar los servicios de monitoreo de sus evaluaciones.

Sin algoritmos de diversidad social

Los parámetros de identificación racial han sido duramente criticados por sus limitaciones al momento de detectar y reconocer caras de etnicidad diferente a la caucásica. Shea Swauger, bibliotecario académico de la Universidad de Colorado en Denver, explica para MIT Review, el proceso por el cual un servicio de monitoreo para pruebas escolares confirma tu identidad.

“Cuando empiezas, ese software comienza a grabar desde la cámara y micrófono de tu computadora, registra los sitios que visitas, mide tu cuerpo y te vigila mientras presentas el examen, sigue tus movimientos para identificar conductas deshonestas”. Swauger agrega que si el software considera que incurres en un comportamiento sospechoso, el sistema alertará a un profesor para que vea la grabación y este asignará un valor (expresado en color) para designar la probabilidad de una conducta deshonesta.

Independientemente del potencial de violación a la privacidad que esta metodología pudiera representar, la conversación se complica cuando no cuenta con las herramientas correctas para ofrecer un trato neutro y justo a todos los estudiantes.

The @ExamSoft software can’t \»recognize\» me due to \»poor lighting\» even though I’m sitting in a well lit room. Starting to think it has nothing to do with lighting. Pretty sure we all predicted their facial recognition software wouldn’t work for people of color. @DiplomaPriv4All

\u2014 Alivardi Khan (@uhreeb) September 8, 2020\n«,»url»:»https://twitter.com/uhreeb/status/1303139738065481728?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1303139738065481728%7Ctwgr%5E%7Ctwcon%5Es1_c10&ref_url=https%3A%2F%2Fwww.theverge.com%2F2021%2F1%2F5%2F22215727%2Fexamsoft-online-exams-testing-facial-recognition-report»,»resolvedBy»:»twitter»,»floatDir»:»right»,»authorName»:»Alivardi Khan»,»version»:»1.0″,»resolved»:true,»type»:»rich»,»providerName»:»Twitter»,»providerUrl»:»https://twitter.com»}» data-block-type=»22″>

Diversas investigaciones han encontrado que los parámetros de identificación facial no tienen están calibrado para detectar correctamente caras con piel oscura. Tal fue la experiencia numerosos estudiantes de color, que tuvieron problemas para presentar sus exámenes porque el sistema sostenía que no tenían suficiente iluminación sobre sus caras.

De la misma forma, estudiantes transgénero e indocumentados son innecesariamente vulnerados por la forma en que se aplican estas políticas de autenticación. En Estados Unidos, por ejemplo, no todos los estados cuentan con documentación oficial que les permitan asumir su identidad como personas no heteronormadas, y las personas indocumentadas no cuentan con los documentos que les brinden protecciones legales en caso de detección y persecución por parte de autoridades migratorias.

Si solo la acción de identificar a un estudiante se vuelve tan complicada porque los algoritmos juegan en su contra, el monitoreo pone a los alumnos en una situación precaria y contraproducente, completamente ajena a los elementos que forman una experiencia educativa de calidad.

Mucho control, poco criterio

Las instancias de discriminación se tornan más severas cuando se habla del tema de vigilancia. Estas impactan desproporcionadamente a grupos como personas neurodiversas, padres y madres de familia, mujeres o tutores a cargo de menores de edad. Ara Austin, profesora asistente clínica y directora de programas en línea para la Escuela de Ciencias Moleculares en Arizona, pone de manifiesto que, más que la vigilancia, son los criterios de lo que se considera conducta potencialmente deshonesta en un examen lo que genera el problema. “Son demasiado estrictos al señalar a mis estudiantes. Es molesto, porque muchos de mis alumnos tienen niños pequeños. Muy frecuentemente, algún niño de tres años puede verse en pantalla mientras su mamá o su papá presentan el examen, es solo lo que hace un niño de tres años”.

La dureza y falta de criterio al desarrollar los protocolos de vigilancia ha generado casos más severos, como el de Brianna Hill, una estudiante de leyes que se vio obligada a continuar su examen con contracciones, porque sabía lo difícil que sería presentar una apelación después de que se moviera de su silla para recibir la atención médica necesaria.

La estudiante musulmana Shaima Dallali fue obligada a abandonar su examen por negarse a remover su hijab, ante la sospecha de que estuviera escondiendo herramientas para hacer trampa dentro de este. Varios alumnos reportaron tener que orinar en botellas, tinas o pañales por miedo a que el levantarse de sus asientos o registrar movimientos sospechosos les valiera una descalificación de su examen.

La preocupación por mantener un alto estándar de ética y calidad en las pruebas escolares es entendible, responde a una necesidad básica para la validación de una educación efectiva. Pero los criterios para este control de calidad deben ser amplios y abarcar más perfiles sociales que reflejen la diversidad del estudiantado a nivel mundial que se tienen actualmente.

Millones de alumnos son de etnicidades y color de tez diferentes, son neurodiversos, son transgénero, son padres y madres de familia, tienen diferentes niveles socioeconómicos, entre otras cosas. Si la experiencia de enseñanza no es la misma para tantos grupos, ¿por qué asumimos que de presentar un examen si? ¿Por qué diseñamos los exámenes en línea y los protocolos de ética o seguridad con ese sesgo? ¿Qué opinión tienes al respecto de cómo se delinean los límites para autentificar la identidad de los estudiantes y asegurar la honestidad académica? Cuéntanos en los comentarios.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/monitoreo-pruebas-online

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¿Cómo se evita fraude en los exámenes universitarios en línea?

Por: Semana Educación

Existen herramientas que permiten evitar la trampa o la suplantación, así que estas pruebas pueden ser tan seguras como una presencial. ¿Cómo funcionan?

Con la llegada del nuevo coronavirus, cientos de miles de escuelas y universidades en el mundo debieron cerrar sus puertas y adoptar, casi que de un día para otro, la virtualidad. Esto les ha acarreado grandes retos, como ajustar sus programas presenciales a este método, sin que se perdiera la calidad, y lograr hacer evaluaciones íntegras de los alumnos.

En el caso de las universidades, en esta época muchas están culminando semestre y eso solo significa una cosa para muchos alumnos: exámenes. No obstante, con el nuevo panorama y con la incertidumbre de cuándo se podrá volver a las aulas, la integridad académica se pone en duda. ¿Cómo evitar suplantación de identidad? ¿Cómo evitar fraude durante exámenes en línea?

En algunas páginas de anuncios es fácil encontrar publicaciones en la que personas ofrecen sus servicios para hacer exámenes virtuales. «Resolvemos tus exámenes de cualquier carrera por WhatsApp. Somos una academia profesional con distintos profesores universitarios de todas las especialidades. Todos los cursos y grupos de cualquier universidad», dice una de ellas.

Muchos docentes universitarios, que en esta pandemia han tenido que adoptar nuevas tecnologías para seguir con sus clases, han visto en esta situación todo un problema. Mientras algunos han evitado hacer exámenes por las dificultades de la virtualidad, otros son muy recursivos para evitar la trampa.

Algunos docentes explicaron que hacen los exámenes a través de Microsoft Teams o Zoom, con el video y el micrófono abiertos, y unas reglas estrictas: la cámara tiene que enfocar la cara del estudiante y el papel que debe estar recién impreso lo rellenan a mano y luego lo escanean o fotografían. «Es fácil monitorear a los grupos pequeños», dice un docente de comunicación de la Universidad Santo Tomás.

Por su parte, estudiantes reconocen que la flexibilidad de la virtualidad les ha ayudado con algunas evaluaciones como inglés. «Me hacía falta terminar dos niveles para tener los requisitos completos, soy muy floja en idiomas y pedí ayuda a un amigo que me hizo el ‘writting‘ y el ‘grammar‘; el ‘speaking‘ era por videollamada y me fue mal, pero alcancé a pasar», dice una estudiante de derecho de una universidad privada en Bogotá.

Por eso, algunas universidades han tomado medidas más estrictas para evitar cualquier tipo de fraude en los exámenes que se realizan para estas fechas. Hace una semana, la Universidad Nacional Abierta y a Distancia de Colombia (Udca) realizó 50 mil exámenes virtuales utilizando el programa Smowl, una herramienta de ‘proctoring‘ que utiliza reconocimiento facial e inteligencia artificial para verificar la identidad del alumno y monitorizar su actividad durante un examen.

Según explicó Ricardo Vea, CEO de SmowlTech, lo que busca con su programa es que se añada valor a las certificaciones online: «En estos días la gente estudia desde, donde y cuando quiere. Y por lo tanto se trata, en definitiva, de ofrecer una serie de garantías que estén a la altura de la calidad de los programas formativos y, por descontado, la reputación de los centros y universidades que los ofrecen», dice.

Vea señaló que anteriormente lo habitual era que las instituciones utilizaran herramientas antiplagio para garantizar la autoría en las respuestas de sus alumnos, pero que con la llegada del coronavirus necesitan mayores garantías, razón por las que asegura que las solicitudes de sus servicios se han disparado.


Así es el reconocimiento que hacen en las oficinas de Smowl en España.

¿Cómo funciona?

Vea explicó que, antes del examen, es probable que el alumno ya esté identificado por parte de la universidad o inicie sesión con un usuario y contraseña asignados. Así que lo primero que se hace es usar la biometría para cotejar esas imágenes y asegurarse de que es el estudiante quien está tomando la prueba. «Solventado este primer paso, lo que hacemos es hacerle una prueba individual para comprobar si todo marcha normal y, después, el alumno ya puede instalar nuestra aplicación, que estará en la web del centro o universidad de turno».

Sobre cómo evitar que hagan trampa y abran internet, Vea explica que todo depende de las necesidades que tenga cada universidad. Algunas permiten que naveguen, pero para monitorear cada caso Smowl está presente en el escritorio de los alumnos y toma evidencia de la actividad. «Lo que hacemos es crear evidencias para que más tarde el profesor sepa si el alumno ha abierto, por ejemplo, una hoja Excel, la Wikipedia u otra serie de elementos que, según el protocolo de la universidad, no estaban permitidos».

La compañía aclara que “el alumno es consciente en todo momento de que está siendo monitorizado” y que la herramienta no tiene acceso a ningún archivo almacenado en el ordenador. “Solo lo monitorizamos durante el transcurso del examen. Cuando acaba, cierra y deja de monitorizar».

Aunque Vea dice que por confidencialidad no puede decir con qué universidades está trabajando, dice que este tipo de herramientas seguirán siendo cada vez más requeridas por las universidades, academias y entidades de evaluación.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/coronavirus-como-se-evita-fraude-en-los-examenes-universitarios-en-linea/678006

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