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Caída demográfica, bajada de ratios y co-docencia: ¿qué hacer?

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  • El debate sobre la bajada de ratios merece un análisis exhaustivo y poliédrico que tenga en cuenta, al menos, tres factores: a) el nuevo contexto de descenso demográfico, b) la problemática real de las altas ratios en ciertos territorios y centros y c) la superación del modelo 1×1 (docente x aula) a través de la codocencia que propone la Lomloe.

La decisión de bajar ratios pasa por integrar y triangular los tres factores a la vez en una secuencia multi-nivel (macro-meso-micro) desde criterios de eficiencia y equidad. Es un tema complejo que no admite las simplificaciones habituales y requiere una mirada larga y estratégica para hacer gobernable la próxima década.

1. Cae la natalidad y habrá bajada natural de ratios en unas CCAA más que en otras

La caída de la natalidad entre 2008 y 2020 ha sido del 34,8% en España, situándose como el segundo país de la UE donde más ha caído. Entre las causas estructurales, destaca la Gran Recesión de 2008 y su resaca posterior de recortes y austeridad desde gobiernos de derechas sin políticas natalistas y de verdadero apoyo a las familias jóvenes.

El modelo español de natalidad está muy condicionado por la tardía emancipación de los jóvenes en un mercado laboral muy precario, la tardanza en formar nuevas familias por el coste de la vivienda y los altos costes de crianza infantil por las discretas bonificaciones por hijo/a y la falta de servicios públicos gratuitos y universales en la etapa 0-3. Es un fiel reflejo del modelo mediterráneo de bienestar con universalismo incompleto y nivel medio de impuestos que hace recaer el peso de los cuidados en las mujeres. Por tanto, injusto.

Acotada en el período más reciente, entre 2015-2020, la caída de nacimientos en España ha sido del 19,2% como promedio. En términos de flujos escolares, esa caída implica que el alumnado que cursará educación primaria entre los cursos 2021-22 y 2026-27 se reducirá un 19,2% de media, así como el alumnado que cursará ESO entre 2027-2032.

Fuente: INE

Sin embargo, el promedio no refleja la gran variación territorial de la caída de la natalidad que va desde el máximo de Asturias (25,8%) y resto de la cornisa cantábrica hasta la menor en Baleares (11,7%). Por tanto, todas las CCAA están experimentando una bajada “vegetativa” de la población a escolarizar, pero algunas con el doble de intensidad que otras. Razón fuerte para que sea el nivel autonómico de gobernanza educativa el que intervenga.

Recordemos que el Estado fija las ratios máximas a través del Ministerio y que las sucesivas legislaciones han ido manteniendo y siguen siendo un máximo de 25 alumnos por aula en el 2º ciclo de Infantil y Primaria, 30 alumnos en la ESO y 35 en Bachillerato. En formación profesional, cada decreto curricular de los títulos ha ido fijando una ratio máxima de 30 alumnos. Suponen un techo común para todo el Estado, pero bajo el marco federal de co-gobernanza que tiene España, las CCAA pueden reducir las ratios máximas estatales a su realidad concreta ejerciendo sus competencias de autogobierno.

El mosaico resultante de las diferentes ratios máximas que han decidido las CCAA se expresa en la tabla 2, agrupándolas por la intensidad de su caída demográfica reciente. Podemos diferenciar un primer grupo de CCAA con la mayor caída demográfica entre 2015-2020 (aunque arranca desde 2008) que destaca con más casillas de color naranja, es decir, han decidido ratios máximas más bajas que las estatales. Hasta ahora en ESO y Bachillerato, pero ya son varias las que han anunciado reducciones en infantil y primaria por coherencia demográfica.

Fuente: Elaboración propia
En naranja: ratios autonómicas más bajas que las estatales. En azul: las mismas ratios

En el segundo grupo de CCAA con una caída demográfica intermedia lo que predominan son las casillas azules, es decir, mantienen intocables las ratios máximas estatales. Las excepciones las encontramos en Infantil 3-6 (Canarias y Extremadura) y en Bachillerato (Cataluña). Por último, en el tercer grupo con mayor natalidad y menor caída demográfica, vuelven a predominar las casillas azules como cabría esperar. Solo se reducen las ratios máximas estatales en la Infantil 3-6 de Baleares y La Rioja y el curioso caso de Navarra que ha reducido la ratio máxima en Bachillerato y, sobre todo, en los CFGM de formación profesional a 20 alumnos siendo el más bajo en la FP del que tengamos registro.

Por tanto, se produce la paradoja de que las CCAA con un contexto de baja natalidad son las que hasta ahora más han bajado sus ratios máximas, pero no tanto en infantil-primaria sino en secundaria. En este grupo, Aragón es la más coherente al haber bajado ya las ratios máximas en todas las etapas. En el resto de CCAA, observamos comportamientos dispares, pero siempre manteniendo las ratios máximas en primaria y ESO hasta ahora.

En todo caso, el desigual cambio demográfico a la baja en todas las CCAA les va a permitir desarrollar nuevas medidas de política educativa y de ratios para el período 2022-2030, crucial porque coincide con una reforma sistémica como es la Lomloe:

a) La primera medida factible es universalizar la escolarización del primer ciclo de educación infantil (0-3) con más plazas públicas financiadas por los fondos europeos, retirada del co-pago a las familias y bajadas vegetativas de ratios en esa etapa y en 3-6.

b) La segunda, la planificación de un ajuste progresivo de las ratios alumnos/grupo con dos dianas que conviene diferenciar. De un lado, un ajuste secuencial en los primeros cursos de primaria hasta llegar al resto de etapas por pura bajada vegetativa como ya hemos mostrado. En especial, las CCAA con mayor descenso demográfico lo tienen mejor que el resto para aprobar nuevas ratios máximas más bajas en infantil y primaria.

c) La segunda diana, y más urgente, es la reducción de las sobre-ratios disparadas por los recortes del RDL 14/2012 del ministro Wert que siguen sin revertirse a pesar de la Ley 4/2019 aprobada por el actual Gobierno de coalición. Ciertas CCAA ya lo han revertido, otras lo han hecho a medias y algunas siguen con el modelo Wert. Es una asimetría que va contra la cohesión territorial del sistema.

2. La problemática real de las sobre-ratios en ciertos territorios y centros

Dada la complejidad de este apartado, vamos a ordenarlo por puntos a fin de mostrar la realidad caleidoscópica de la problemática de las sobre-ratios. Para empezar, vamos a concretar qué es, en realidad, el indicador estadístico de ratio alumnos/grupo.

2.1. La ratio alumnos/grupo es un promedio estadístico que requiere ser calibrado de forma más fina, teniendo siempre presente que es muy dependiente de las políticas educativas, mapa de matrícula y gestión de los recursos que hace cada CCAA. Se trata de un promedio calculado por las CCAA, pero sin publicar su índice de dispersión, es decir, no nos informa de sus máximos y mínimos reales en un territorio.

Por otro lado, en el cálculo de las ratios de la red pública se agregan en mayor proporción los entornos rurales y el alumnado con más necesidad de apoyo que hacen bajar su promedio de ratio. Pero a costa de camuflar y dejar invisibilizados a otros centros públicos con ratios más altas que el promedio. En especial, si ciertas CCAA optan por cerrar grupos en la red pública y no construir nuevas plazas, saturando así determinados centros públicos que trabajan con ratios desmesuradas y sobrecapacidad de sus instalaciones. El promedio estadístico oficial los camufla, pero son la razón del malestar docente en aquellos casos más afectados.

Por tanto, hace falta un mapa caliente y desagregado de las zonas urbanas y municipios de la red pública con mayor sobre-ratio y de aquellos centros saturados que superan su capacidad programada. En suma, hay que hacer más cualitativo y desagregado lo que hoy es un indicador estadístico promedio con excesiva dispersión que no puede ser tomado como única medida para adoptar decisiones salomónicas y universales.

2.2. Durante la última década, tanto en ESO como en bachillerato, el profesorado ha trabajado con un pico demográfico de cohortes muy numerosas nacidas entre 1998-2008 en plena época de crecimiento y optimismo económico. Llegaron luego la Gran Recesión, los recortes y el RDL 14/2012 del ministro Wert que hicieron aumentar las ratios y la carga lectiva. En cambio, la llegada de la pandemia y la contratación extra de 33.000 nuevos docentes en el curso 2020-21 y de 21.800 en el curso 2021-22 han ayudado a aliviar la situación por razones epidemiológicas excepcionales gracias a la inversión extraordinaria de 2.000 millones desde el Ministerio de Isabel Celáa.

Ese contraste entre una coyuntura de máximos a la que sigue otra de mínimos por motivos de salud pública es algo irrepetible que ha despertado la expectativa sindical y docente de una bajada de ratios generalizada. No obstante, esa ducha escocesa, única en la historia reciente, no debería condicionar una bajada generalizada de ratios sin la debida reflexión, perspectiva de futuro y previsión de su coste/beneficio.

2.3. En tercer lugar, una bajada generalizada de ratios beneficiaría a la privada concertada por tener ratios más altas que la red pública, extendiendo potencialmente los conciertos a más grupos. Para el curso 2020-21, la ratio de la privada en ESO es más alta (25,1) que en la red pública (22,6), tal y como ocurre en todas las etapas educativas. Son 2,5 alumnos más por grupo, pero en Canarias son 6,1 alumnos más y en la provincia de Segovia son 8,8 alumnos más respecto a la pública. Son ratios elevadas que sirven como fuente de ingresos para la concertada (uniformes, comedores, extra-escolares…) y dado su coste, sirven como barrera excluyente y de cierre social para seleccionar su clientela. Eso sí, sin asumir la escolarización del alumnado vulnerable que le correspondería según el concierto y su zona. Bajar las ratios por decreto, con un coste descomunal aún por calcular, supondría una suculenta inyección de dinero público para la red concertada y un incentivo perverso para la reproducción de la segregación. Recordemos que pronto deberá aprobar el Ministerio (una vez oídas las CCAA) un nuevo decreto sobre los conciertos y que el sector ya ha dramatizado la caída demográfica como argumento de posición.

La bajada de ratios en la red concertada será un proceso natural por puro descenso demográfico y el aumento del alumnado que pierdan vendrá dado por el equilibrio de matrícula y el cumplimiento de la Lomloe contra la segregación escolar que impide zonas únicas e incluye el reparto del alumnado de matrícula viva. La caída demográfica y la nueva legislación anti-segregación fuerzan al sector concertado a construir un significante nuevo que no todos sus centros tienen interiorizado: su alumnado no ha de pagar por la escolarización dado que presta un servicio público.

En caso contrario, está haciendo competencia desleal al sector privado que no reclama concierto ni los compromisos en fines sociales que comporta. Por tanto, el propio mapa mental y corporativo de la concertada deberá cambiar a la hora de exigir fondos públicos. En este dilema, es esperable que aparezca en el debate, y con voz propia, una concertada inclusiva con verdadero interés público por el inter-clasismo y la diversidad que se diferencie de la concertada pro-mercado. La gran incógnita será ponderar el coste de la plaza, pero ése es otro debate y da para otro artículo.

2.4. En cuarto lugar, ciertas CCAA siguen aplicando muchos aspectos del RDL 14/2012 de Wert y no han invertido suficientes recursos para reducir ratios, en especial, en la secundaria. Por ejemplo, la política propia seguida en Cataluña sigue atada al decreto de Wert y la convierte en líder de las ratios más altas en la ESO de la red pública (28,2) casi al mismo nivel que su red privada (28,8) para el curso 2020-21.

Fuente: MEFP-Estadísticas de la Educación

Igual pasa en bachillerato en Andalucía con las ratios más altas de la red pública (29,4). La provincia de Málaga llega al máximo (30,4) junto con las provincias de Girona (29,3), Barcelona (28,9) y la Comunidad de Madrid (28,7). Recordemos que son promedios estadísticos y, por tanto, habrá ciertos centros en esos territorios (y otros) con sobre-ratios disparadas que pueden llegar a superar las ratios máximas estatales o autonómicas. Es el mapa de zonas calientes que las propias CCAA deberían priorizar y resolver. Por tanto, el nivel de gobernanza que ha de intervenir es el autonómico (meso) y no el central (macro) por pura eficiencia.

2.5. Por último, y lo más grave, en España si eres un alumno pobre soportarás ratios más altas, toda una anomalía en el contexto de la OCDE. Mientras en el promedio OCDE, los centros con más alumnado vulnerable tienen un 12 % de menor ratio respecto a los centros con más alumnado acomodado, en España es al revés y los más vulnerables tienen un 3 % de mayor ratio. Con datos PISA para la ESO, el promedio de ratio en España en las escuelas desfavorecidas que concentran el alumnado del 25 % de menor renta familiar es de 28,6 alumnos mientras que en escuelas favorecidas (con el 25 % de mayor renta familiar) es más baja, de 27,8 alumnos/grupo. Una anomalía que es inaceptable.

Fuente: OCDE (2018)

Esta evidencia muestra la necesidad de una política que priorice la bajada de ratios en entornos socio-económicos vulnerables donde el alumnado presenta mayor necesidad socio-educativa. En cambio, si se opta por una bajada generalizada y uniforme de ratios se estaría exacerbando y reproduciendo la desigualdad social ya existente. Una vez más, la uniformidad y el café para todos no implica igualdad cohesiva sino todo lo contrario, discriminación, asimetrías injustas y privilegios para unos pocos.

Aunque España es el tercer país europeo con mayor pobreza infantil (31,3 %), la política de ratios de las CC.AA deja mucho que desear, en especial, en la detección de alumnado NEAE por desventaja y vulnerabilidad socio-educativa: sólo se detecta un 2,6 % del total de alumnado en primaria y ESO cuando la tasa de exclusión social severa de los menores en España es del 22 % según Cáritas-FOESSAEs una infradetección de casi 10 a 1 que impide una adecuada y justa bajada de ratios en las escuelas y entornos con una educabilidad más desafiante. Al contrario, esos centros suelen soportar las máximas ratios en la ESO que hacen desbordar al profesorado ante una mayor resistencia anti-escolar y disruptiva del alumnado más necesitado de apoyo.

Sin embargo, llama la atención que la infradetección del alumnado NEAE por desventaja y vulnerabilidad socio-educativa no sea denunciada ni por el profesorado ni por sus sindicatos dado que sería automática la bajada de ratios como grupos de diversificación curricular y de atención preferente, según establecen la mayoría de las normativas autonómicas. Ahí tienen un frente de batalla y exigencia planteándose esta pregunta: ¿qué datos sociológicos y de registros oficiales (Hacienda, padrón, servicios sociales…) se usan en esa defectuosa detección y quién la hace? El sistema educativo español sigue funcionando a pedales en cuanto a la inter-operabilidad estadística y ya va siendo hora que se modernice y digitalice con big data para identificar mejor el índice de necesidad educativa (NEE y NEAE) de cada centro. El sistema dice ser equitativo, pero sigue sin conocer la desigualdad y desventaja de origen que la sociedad le transfiere sin que tampoco le ayude con los recursos adecuados.

De hecho, buena parte de los datos de equidad de que dispone el sistema español provienen de fuentes internacionales ante la inexistencia, tanto a nivel estatal como autonómico, de un Observatorio de la Equidad del Sistema Educativo. La mayoría de los países avanzados ya lo tienen y les permite evaluar la equidad desde infantil a estudios universitarios y sus primeros años de vida activa. Ayudaría mucho a la toma de decisiones y a ilustrar a la ciudadanía sobre el peso real de las desigualdades de origen en los resultados y trayectorias, sobre a contribución equitativa de las becas o sobre el funcionamiento real del ascensor social y de la meritocracia en España. Hoy en día son temas distorsionados por fakes, falacias y subjetividades dogmáticas.

Casi cuatro años después de que fuese anunciado por la ministra Isabel Celáa, tanto el Ministerio de Educación como el de Universidades siguen sin contar con este potente observatorio de equidad analítica que, si las CCAA lo nutren del número de identificación del alumno (NIA) aprobado en la Lomloe, daría lugar a un big data pormenorizado que ayudaría a una mejor gobernanza de la equidad, de las necesidades educativas y de la prevención del abandono temprano. Además, ayudaría a centrar el debate y anular los pánicos morales y mentiras de la derecha reaccionaria que vive de mitificar y normalizar el “esfuerzo individual” a costa de ocultar los problemas estructurales de equidad e inclusión educativa que explican buena parte de los resultados del sistema.

Fuente: Panorámica de la educación, OCDE (2021)

Por otra parte, dado el volumen demográfico que representa intervenir en los entornos vulnerables, en la detección adecuada de la vulnerabilidad socio-educativa y en el mapa caliente de centros con sobre-ratios, con bastante probabilidad el promedio de la ratio en ESO bajaría en España de los actuales 25 hasta los 23 alumnos del promedio OCDE y en ciertas CCAA aún menos. Por tanto, nadie es más aliada de la bajada de ratios que la equidad y el profesorado debería darse cuenta y pasar a ser sus máximos defensores.

3. La superación del modelo 1×1 (profesor x aula) a través de la co-docencia

Por último, el debate de las ratios sigue anclado en la premisa del modelo 1×1 que adjudica un docente a una materia, un grupo y un aula como forma canónica de organizar el conocimiento y adjudicar la docencia. Es una herencia cultural y escolástica que se remonta a la jesuítica Ratio Studiorum de 1599. Trasplantada a la moderna escuela de masas, es un modelo que instaura una clasificación “fuerte” y parcelada del conocimiento (“pedagogías visibles” para Basil Bernstein) y una rocosa identidad de asignatura que reproduce una cultura individualista docente poco dada a colaborar.

Recordemos que en los informes TALIS, el 48% del profesorado español de la ESO nunca ha colaborado en actividades conjuntas con otras asignaturas, el 87% nunca ha observado el aula de otros profesores (el doble de la media OCDE) y el 76% no participa en ninguna red de profesores. Son datos anómalos en el contexto internacional donde la formación continua en el centro y la cultura colegiada y colaborativa entre docentes están mucho más asentadas. Por si fuera poco, España presenta cifras muy bajas de lectura experta sobre educación y pedagogía por parte de los docentes (47%) frente a la media OCDE (72%) y solo un 28% de los directores de secundaria cree que los equipos docentes deben ser formados en metodologías colaborativas.

La docencia compartida o co-docencia es una metodología de formato flexible con diferentes modalidades de llevarla a cabo que implica todo un cambio de paradigma. En especial, destaca por sus efectos positivos en la atención de la diversidad del alumnado, la mejora del clima del aula, la reducción del estrés docente y el aprendizaje mutuo y la confianza entre docentes [1]. Ciertas CCAA con gobiernos socialistas en Educación han aprovechado los fondos covid para impulsar pilotos de co-docencia: Navarra (110 centros), Comunidad Valenciana (80), Castilla-La Mancha, Aragón y Baleares.

La LOMLOE promueve la co-docencia y la evaluación colegiada, instando a las CCAA a que desarrollen formaciones y experimentaciones-piloto que implicarían reducir la actual carga lectiva docente en favor de más horas de coordinación, co-planificación, co-tutoría y coevaluación. Se rompería así la premisa 1×1 que hace atascar el debate de las ratios y lo desenfoca de su dimensión real: redefinir hoy la relación del alumnado con el conocimiento a través de metodologías más activas y rigurosas en lo académico, pero más personalizadas, en base a reorganizar aulas, horarios, docentes y materias en forma de ámbitos, co-docencia e hiper-aulas. Un curriculum competencial ha de derribar tabiques físicos y paredes mentales.

El objetivo en pleno siglo XXI es lograr una nueva relación de enseñanza-aprendizaje más enriquecida y personalizada y menos encorsetada en la organización rígida del aula derivada de la Ratio Studiorum de 1599. Menos aulas con puertas cerradas y más ecosistemas de aprendizaje conectado, en red e inter-disciplinares. Los institutos públicos no han de ser universidades elitistas en pequeño balcanizadas en cátedras y departamentos sino campus abiertos y estimulantes de aprendizaje, progreso y descubrimiento de todos los talentos entre 12-18 años. La LOMLOE lo posibilita.

Para ello y para empezar, es imprescindible que el profesorado reduzca su carga docente en las 10 CCAA que siguen con 25 horas en primaria y en las 4 CCAA que siguen con las 20 horas en secundaria. Ahora mismo, solo 4 CCAA fijan una carga lectiva de 23 horas en primaria y otras 8 CCAA establecen 18 horas para secundaria. La reversión del RDL 14/2012 de Wert debe ser completa, incluso en las CCAA donde gobierna el PP, por la imposibilidad de liberar el suficiente tiempo docente de coordinación y co-planificación que implica desarrollar los ámbitos inter-disciplinares o la docencia compartida.

Fuente: Secretaría de Política Educativa de CCOO
(*) En Castilla y León serán 19h en secundaria y 2h en primaria a partir del curso 2022-23
(**) En La Rioja serán 23h en primaria a partir del curso 2022-23

El profesorado en España pasa demasiadas horas en el aula, sin contar ni con los recursos de apoyo necesarios ni con las ratios corregidas por índices de equidad, a costa de disponer de pocas horas y espacios de coordinación. Son espacios y tiempos del todo indispensables para que germine una I+D+i liderada por los propios docentes en tanto que intelectuales transformadores (Giroux): en tareas como la coordinación organizativa del centro, la formación permanente, el diseño y desarrollo de proyectos, la acogida e inducción de profesorado novel, la puesta en marcha de innovaciones y cambios metodológicos, la investigación y discusión de las evidencias de lo que funciona o el trabajo colaborativo y en red con otros centros y equipos docentes. Todos ellos son ingredientes de la profesionalidad reflexiva docente (Schön) y de los significados que implica la docencia compartida. Son reclamados por los propios docentes y son del todo imprescindibles para construir sólidos liderazgos pedagógicos para una escuela pública de alta calidad, rigurosa y moderna. La pregunta es qué CCAA apuestan o no por desarrollar esos tiempos y espacios de I+D+i escolar y cómo la estimulan como parte de una política de innovación pública.

Conclusión: por una política más equitativa y global de ratios

Como hemos visto, el debate de las ratios no puede ser reduccionista y unidimensional, es bastante más complejo y laberíntico que las retóricas simplistas habituales. Una bajada lineal y uniforme de ratios entrañaría altos costes fijos de entre 4.000 o 6.000 millones anuales en función del tamaño al que se quieran bajar las ratios (a 21 o 20). Puede representar entre el doble y el triple de toda la inversión anual que hace el Ministerio en becas que, para 2022-23, será de 2.134 millones de euros. Es un coste desorbitado que la literatura internacional desaconseja al no demostrar que tenga impacto significativo en la mejora de los resultados de aprendizaje y si se da, es bajo ciertas circunstancias excepcionales.

La red internacional de expertos, voluntaria y sin ánimo de lucro Campbell Collaboration realizó en 2018 un metas-análisis de 148 estudios realizados sobre el tema ratios en 41 países y concluye que reducir el tamaño de las clases tiene un efecto nulo o muy leve tanto en la competencia lectora como en la matemática. Sin embargo, la evidencia acumulada sí nos dice que la bajada de ratios tiene un coste-beneficio positivo si se aplica en centros y entornos socialmente vulnerables. Ésta debería ser la primera medida a aplicar por todas las CCAA en base a índices de necesidad o complejidad educativa y extendida a los 1.000 barrios más vulnerables que existen en España.

Como hemos dicho, debería mejorarse mucho la detección del alumnado en situación de exclusión social severa y vulnerabilidad socio-educativa para extender esta política con impacto y nivelar su derecho a la educación. Al diagnóstico médico o psico-pedagógico que sirve para determinadas categorías NEE o NEAE hay que añadir el diagnóstico sociológico de las condiciones de vida del alumnado más penalizado por la pobreza y privación familiar. En esta labor, la coordinación entre municipios y CCAA es imprescindible y urgente (con la debida protección de datos) para tener una política más robusta de igualdad de oportunidades que compense las desigualdades de partida y de proceso para que los resultados sean el máximo de independientes de los orígenes.

En suma, las CCAA encaran la próxima década 2022-2032 como la más desafiante y transformadora, aprovechando la caída demográfica y el esfuerzo en financiación que está haciendo el gobierno de coalición para dar un gran salto de calidad hacia la excelencia del sistema. En todo caso, la solución no pasa por una bajada generalizada de ratios por su sobre-coste inviable y su claro efecto reproductor de la desigualdad incubada ya en el sistema. En cambio, la opción eficiente y justa es bajar ratios para neutralizar la inequidad e introducir la co-docencia ante cohortes de alumnado que serán más reducidas. La caída demográfica también es una gran oportunidad de contexto para reducir la actual carga lectiva y consolidar un espacio de I+D+i de desarrollo profesional docente en los propios centros. El debate de las ratios debe abrir todas esas carpetas y sincronizarlas en un círculo virtuoso que, bajo el paraguas de la LOMLOE, sea duradero y muy focalizado en la práctica y necesidades de los centros a fin de mejorar la calidad y los resultados de un sistema más inclusivo, riguroso y personalizado. Apliquemos la inteligencia colectiva y hagámoslo posible.


[1]  Huguet, T. (2006). Aprender juntos en el aula. Graó editorial; McDuffie, K. (2012) Co-teaching: Necessary Components to Make it Workhttps://louisville.edu/education/abri/files/Co-teaching%20Webinar.pdf; Friend i Cook (2004). Co-Teaching: Principles, Practices, and Pragmaticshttps://files.eric.ed.gov/fulltext/ED486454.pdf;

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2022/04/25/caida-demografica-bajada-de-ratios-y-co-docencia-que-hacer/

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Chile: Magisterio presentó «plan nacional de educación no sexista»

América del Sur/Chile/22-04-2022/Autor(a) y Fuente: www.colegiodeprofesores.cl

Una Jornada no es suficiente para abordar el sexismo presente en los establecimientos educacionales. El Colegio de Profesoras y Profesores de Chile presentó la propuesta: «PLAN NACIONAL DE EDUCACIÓN NO SEXISTA», proyecto elaborado de manera conjunta con la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación y la Municipalidad de Villa Alemana, administración que ha sido precursora en implementar este tipo de educación en sus establecimientos educacionales.

Para Magdalena Reyes, dirigenta nacional del gremio docente y encargada del Departamento de Mujer y Género, la presentación de la propuesta responde a la inacción del Ministerio de Educación, que si bien en un primer momento accedió a la solicitud del Magisterio de realizar una Jornada Nacional de Educación No Sexista, aún la Cartera no ha planteado un plan mayor que se extienda a largo plazo y que pueda tener una real incidencia no tan sólo en las comunidades educativas sino que en la sociedad en general. A continuación el Plan propuesto y la intervención de Magdalena Reyes en su presentación:

Puedes Ver y Descargar este Archivo AQUÍ

Fuente e Imagen: https://www.colegiodeprofesores.cl/2022/04/20/magisterio-presento-propuesta-plan-nacional-de-educacion-no-sexista/

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Paloma Cabral: ¿Juguete o cuento? El dilema de los niños

Por: Laura Peraita

En 2019, McDonald´s España lanzó el programa Happy Meal Readers por el que a los niños menores de 15 años les ofrecían con su consumición la posibilidad de elegir entre un juguete o un libro. En tres años, han entregado más de 6 millones de ejemplares en nuestro país.

Según apunta a ABC Paloma Cabral, directora de Comunicación y Relaciones Institucionales de esta compañía, el programa está pensado para fomentar los hábitos de lectura en la población infantil y para logarlo, han querido ayudar a las familias a que la lectura sea un momento de diversión para todos. «Además, para que estos hábitos de lectura sean accesibles para todos los niños hemos hecho versión audiolibros y signada».

¿Cuál es la reacción de los niños cuando reciben el ofrecimiento de coger un juguete o un libro? ¿Son los padres los que les incitan a inclinarse por el cuento? Al niño se le ofrece

Cada vez son más los niños que eligen el libro atraidos por las aventuras que plasman, por lo que podríamos decir que la tendencia comienza a igualarse.

Los cuentos incluyen una pequeña guía inicial para que los padres les motiven a la lectura. ¿No fomentan lo suficientemente las familias la lectura?

Fomentar los hábitos de lectura entre el público infantil debe ser un objetivo de todos, y creo que aquí la iniciativa privada juega un papel importante para acompañar a las familias en la adquisición de este hábito. Por eso, nuestra guía de consejos para leer con niños pretende, sobre todo, acompañar a los padres en este momento tan especial para ayudarles a crear un momento de diversión y entretenimiento en familia.

¿Es vuestro objetivo final que lean juntos padres e hijos?

Queremos que los niños lean y, si además se convierte en un momento de diversión en familia, pues aún mejor. Es un tiempo de calidad para compartir con nuestros hijos. Uno de los objetivos como marca es el de ofrecer a las familias un tiempo de ocio en el que puedan estar unidas y disfrutar.

¿Qué es lo que ha permitido que se hayan repartido 6 millones de cuentos desde 2019?

Hemos repartido ya algo más de seis millones de libros en España desde que se puso en marcha este proyecto en 2019. Los libros están disponibles para los clientes que nos visitan en nuestros restaurantes, McAuto, Take Away o a través de McDelivery. Creo que una de las claves del éxito es la calidad de las historias creadas por la escritora Cressida Cowell, en la que además de contar aventuras muy divertidas, lo hace siempre desde la diversidad y la inclusión que caracterizan a los protagonistas de las historias. Ya estamos trabajando en la tercera colección que estará disponible en los próximos meses, y esperamos que sea como hasta ahora, todo un éxito.

¿Qué nuevas iniciativas tienen pensadas en esta línea?

Con motivo del Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil que se celebra este sábado 2 de abril, vamos a regalar un libro a los clientes que vengan a nuestros restaurantes para que independientemente del pedido que realicen, puedan contar con uno de los libros que tenemos actualmente disponibles.

Además, desde el año pasado, pusimos en marcha una iniciativa para acercar la lectura a niños con discapacidad auditiva, visual y a aquellos que aún no han aprendido a leer o prefieren escuchar los cuentos y adaptamos las historias de Los Mini Detectives a formato audible, narrado por Sara Carbonero. También realizamos una versión signada, en la que participaron empleados de la compañía. Estos están disponibles en la App MyMcDonald´s y en la web mcdonalds.es, así como en la plataforma Storytel.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-juguete-o-cuento-dilema-ninos-202204020245_noticia.html

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España: Los alumnos españoles dedican 18,2 horas semanales a hacer deberes y estudiar

Europa/España/22-04-2022/Autor(a) y Fuente: www.elcomercio.es

Desde 2015 el Informe PISA contabiliza tanto los deberes mandados por los profesores como el estudio personal y las clases particulares.

El tiempo total que declaran dedicar los estudiantes españoles semanalmente a hacer deberes es de 18,2 horas, mientras que el promedio de países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) es de 17,1 horas.

En una respuesta escrita a Vox, el Gobierno señala que el análisis del tiempo dedicado a los deberes por el alumnado es un «trabajo complejo, limitado principalmente por la dificultad de concretar qué se entiende por deberes escolares». No obstante, las evaluaciones del programa PISA lo han tenido en cuenta desde el año 2003 hasta 2018, con modificaciones en el concepto.

Según se recoge de la contestación, a la que ha tenido acceso Europa Press, entre 2003 y 2012 el tiempo dedicado a «deberes escolares» está referido al tiempo dedicado en casa. En este año, la estimación del número de horas semanales que los estudiantes declaraban hacer deberes en casa fue, en España, de 7,4 horas, y el promedio de países OCDE de 5,9 horas.

Nueve años después, en 2012, el tiempo que los estudiantes dicen que dedicaron a los deberes se redujo significativamente, tanto en el promedio de países OCDE, con 4,9 horas, como en España, con 6,5 horas.

El Ejecutivo precisa que, tal vez motivado por la dificultad de concretar qué se entiende por «deberes escolares» en las diferentes culturas y la diversidad de «tareas» que pueden llegar a incluir, desde las estrictamente «prácticas» a aquellas otras que pudieran incluir apoyo de la familia o de profesor particular o, incluso, horas dedicadas al estudio para la preparación de exámenes o pruebas o, sencillamente, por interés personal, a partir del año 2015 se modifican las cuestiones que se referían a los deberes escolares.

Así, a partir de 2015 el Informe PISA incluye, además de los deberes (tareas encargadas específicamente por los profesores), el estudio personal y las clases particulares.

De este modo, los resultados a partir de dicho año no son comparables con los de las ediciones anteriores, ya que incluían otros aspectos. Por tanto, con estas modificaciones, el Gobierno recuerda que el tiempo total que declaran dedicar los estudiantes, en España, es de 18,2 horas, mientras que el promedio de países OCDE es de 17,1 horas, según el Informe PISA.

Fuente e Imagen: https://www.elcomercio.es/sociedad/educacion/alumnos-espanoles-dedican-20220417105253-ntrc.html

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Síndrome de la cara vacía o el miedo a quitarse la mascarilla en público

Por: Laura Román

Poder quitarse la mascarilla en interiores puede significar para la mayoría un alivio, pero también es un motivo de ansiedad para los jóvenes ya que mostrar de nuevo su rostro puede afectar a su autoestima. La psicóloga Rocío Rivero nos ofrece las claves para ayudarles a superar este síndrome.

“Yo no me pienso quitar la mascarilla en el instituto”, afirma María, estudiante de 1º de ESO, a sus padres cuando hablan durante la cena de que las mascarillas ya no serán obligatorias en interiores a partir del 20 de abril. “Tengo la cara llena de granos y estoy horrorosa. No quiero que mis amigos me vean así”.

El caso de María no es el único. Aunque para muchos quitarse la mascarilla y destapar el rostro supone una liberación, para otros, como es el caso de muchos jóvenes, no lo es tanto. Se han acostumbrado a ir con el rostro cubierto durante más de dos años y esa dependencia de la mascarilla se denomina síndrome de la cara vacía, o lo que es lo mismo, una sensación de desprotección que surge cuando nos la quitamos en público, que puede afectar a la salud mental de los adolescentes.

Mascarillas adolescentes

El síndrome de la cara vacía: qué es y a quién afecta

La psicóloga Rocío Rivero define este fenómeno, que afecta de forma especial a niños y adolescentes, como “un tipo de sintomatología ansiosa generada ante el hecho de enfrentarse al entorno sin mascarilla exponiéndose al contagio por coronavirus”.

Pero el miedo al contagio no es la única razón por la que muchos jóvenes quieren seguir llevándola. Tal y como comenta la experta, la mascarilla es un complemento que tapa una gran parte del rostro, además de gestos y facciones: “Para las personas que tenían cierto descontento con algún detalle de su cara, ha sido su ‘tabla de salvación’, en el sentido de que llevar la mascarilla puesta les hace estar totalmente seguros de que el resto de personas no se está fijando en esa parte de su rostro con la que no se sienten bien”.

Síndrome de la cara vacía

En la adolescencia, esa sensación puede aparecer de forma amplificada ya que es la etapa vital en la que existe una mayor necesidad de aceptación y pertenencia a un grupo. “Es el momento en el que se puede dar con más facilidad una brusca bajada de autoestima”, subraya Rivero. Esa es la principal razón por la que los jóvenes deciden no quitarse la mascarilla, sobre todo en el colegio, ya que les resulta muy extraño exponerse a las miradas de los compañeros o ver a los docentes a cara descubierta: en algunos casos, los estudiantes no les conocen ni han interactuado con ellos sin mascarillas.

Cómo actuar con adolescentes ante el síndrome de la cara vacía

Ante esta situación, ¿qué pueden hacer las familias o docentes si sus hijos o estudiantes no quieren quitarse la mascarilla en situaciones en las que no existe un peligro real de contagio? Para Rivero es muy importante, en primer lugar, conocer y analizar los pensamientos que tiene el niño o adolescente sobre quitarse la mascarilla, “ya que con ello podremos saber qué es lo que le acompleja exactamente y cuáles son los miedos que tiene”.

Sindrome de la cara vacía mascarillas

Si se trata de un complejo por alguna parte del rostro, la experta señala que “cuando se oculta esa parte con la que no nos sentimos cómodos lo que estamos haciendo es agrandar el disgusto porque nos acostumbramos a no verla y cuando la vemos nos gusta menos”. Para ello, ofrece los siguientes consejos para que los jóvenes se acostumbren a enseñar su cara, de nuevo, ante los demás:

  • Observar con detenimiento lo que no nos gusta. El objetivo es normalizar que esa zona del rostro forma parte del cuerpo y que realiza una función muy importante, por ejemplo, la nariz. Un ejercicio interesante es observar durante unos minutos la nariz (o la parte del cuerpo que no agrada al adolescente) en un espejo, pero no solo hay que centrarse en ella, sino en todo el conjunto de la cara, en su armonía, es decir, analizar pausadamente cómo es su rostro.
  • Valorar lo que nos agrada. Tras ese primer ejercicio, el adolescente seguirá fijando la atención en su rostro, pero ahora pondrá su atención en lo que sí le gusta. Una vez que lo reflexione, tiene que decirse, en voz alta, una serie de mensajes positivos con los que se sienta bien consigo mismo: “Me gusta mi pelo” u “Hoy estoy guapo”, por ejemplo.
  • Exposición progresiva a la situación. Es recomendable exponer poco a poco al adolescente ante esta nueva situación. El objetivo es que sea capaz de controlar la ansiedad que le pueda surgir. Es esencial que ‘visualice’ que los pensamientos que le puedan asaltar mientras no lleva la mascarilla puesta no son reales. Para ello, se le pueden recordar las siguientes afirmaciones: “No nos mira todo el mundo por la calle, y si lo hacen, no es porque no le guste esa parte del cuerpo ya que puede haber muchas más razones: porque les ha gustado la ropa que llevo puesta o, sencillamente, crees que te están mirando, pero no es así”.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/sindrome-cara-vacia/

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Argentina: Todo un curso de escuela secundaria todavía no puede comenzar las clases

América del Sur/Argentina/22-04-2022/Autor(a) y Fuente: www.diariodecuyo.com.ar

Es en Divisadero y ahora buscan adaptar un salón de eventos como aula.

Cuando a principios de marzo las clases habían comenzado en toda la provincia y los estudiantes se acomodaban a la rutina tras las vacaciones, en un rincón de Sarmiento había un grupo que sólo podía esperar. Y que de hecho sigue esperando, incluso en el tramo final de abril. En la escuela de Nivel Medio de Divisadero hay todo un curso, el 5to 2da de la orientación Artística, que todavía no ha podido comenzar con el ciclo lectivo 2022 puesto que por un lado no tienen docentes y por el otro tampoco cuentan con un aula. Los padres, cansados, hicieron un reclamo y ayer en el Ministerio de Educación les prometieron que el lunes finalmente tendrán clases y que para ello harán nombramientos exprés de profesoras, mientras que en paralelo adaptarán un salón de eventos como aula provisoria para 25 alumnos.

Fue una mañana agitada en la comunidad educativa de esa escuela de Divisadero. Los padres inicialmente habían anunciado que cortarían la ruta como protesta, ya que la falta de infraestructura y de docentes ha generado que a esta altura del año el 5to 2da de orientación Artística aún no pueda empezar las clases; a la vez dijeron que faltan bancos en otros cursos.

«Han aceptado a demasiados alumnos y la escuela quedó chica. Faltan bancos y aulas». PAOLA GÓMEZ – Mamá

El piquete no se concretó, puesto que las autoridades del Ministerio de Educación se trasladaron al establecimiento y mantuvieron una reunión con los padres.

«Los chicos de 5to año ya perdieron un mes y medio. Además, hay muchos alumnos para tan poco espacio, faltan bancos y por eso hay niños que llegan muy temprano para asegurarse estar sentados», indicó Paola Gómez, una mamá.

La directora de la escuela, María Cristina Bravo, y la responsable de Secundaria del Ministerio de Educación, María Buttazzoni, hicieron una propuesta que, según los padres, aceptaron aunque no están del todo conformes.

«Hubo un desfase administrativo, pero hay 250 alumnos y la matrícula es la normal». CRISTINA BRAVO – Directora

Sucede que ante la falta de espacio (quieren construir aulas pero no saben cuándo será eso) adaptarán un salón de fiestas y eventos que está ubicado frente a la escuela, cruzando la ruta. Allí llevarán el mobiliario que, según informó Bravo, ayer mismo habían comenzado a descargar. Como hay un solo baño, será para las chicas y los varones deberán utilizar el del establecimiento escolar; a la vez que un docente supervisará y ayudará a los estudiantes a cruzar la ruta.

En tanto, de acuerdo a las autoridades, entre hoy y mañana esperan que salga el nombramiento de docentes, por lo tanto aseguran que el lunes podrá comenzar el dictado. ¿Por qué llegaron a esta situación? Según dijeron fue porque en 2021 hubo un desdoblamiento y creación de orientación y que a la vez hubo un retraso administrativo tanto por el cambio de ministro (Cecilia Trincado reemplazó a Felipe De los Ríos) como por movimientos en áreas internas, que hizo que a fines de abril aún haya alumnos en San Juan que siguen sin clases.

Fuente e Imagen: https://www.diariodecuyo.com.ar/sanjuan/Todo-un-curso-de-escuela-secundaria-todavia-no-puede-comenzar-las-clases–20220419-0094.html

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Formación del pensamiento crítico en los estudiantes

Por: Dinorah García Romero 

Hay que revolucionar las formas de educar para propiciar un pensamiento crítico formado con solidez desde los primeros años, desde los primeros grados.

La sociedad dominicana tiene décadas con una gran preocupación, el déficit de calidad de los aprendizajes de los estudiantes y los problemas de deserción en el ámbito preuniversitario y en la educación superior. De igual manera, le preocupa que los estudiantes de Educación Primaria y Educación Secundaria continúen llegando a los estudios universitarios sin saber leer ni escribir; y con dificultades para razonar lo que hacen. No estamos hablando de estudiantes incapaces. Estos estudiantes están insertos en un sistema educativo que se degrada progresivamente. Además, forman parte de una sociedad que, estructuralmente, es asimétrica. Y los factores de exclusión y de inequidad tienen más fuerza en la determinación del presente y del futuro de los estudiantes.

Como miembros de la sociedad dominicana, tenemos que contribuir a la transformación de las situaciones que establecen rupturas con la equidad y con la inclusión. A la realidad que estamos presentando, hemos de integrar la necesidad de que los estudiantes tengan un pensamiento crítico bien formado y con las estrategias necesarias para ponerlo en ejecución. Los procesos que se priorizan para la formación desde esta perspectiva ponen énfasis en la información a tiempo real, completa y pertinente. Asimismo, le otorgan relevancia a la participación en procesos y en proyectos con otros, para que tengan la oportunidad de debatir las propias ideas y de conocer lo que piensan las personas con las que interactúan.

La formación del pensamiento crítico le permite al estudiante aprender de sus pares, fortalecer su capacidad de trabajo en equipo y construir conocimientos desde contextos plurales. De igual modo, los estudiantes potencian la capacidad de análisis e interpretación de los hechos y de asumir propuestas comprometidas con los más vulnerables. Pensar críticamente va más allá de una descripción de hechos y factores causales; implica una acción razonada y decisiones informadas. Esta forma de pensar libera, en gran parte, la mentalidad de los estudiantes y de los docentes de condicionamientos personales y culturales, al tiempo que eleva su capacidad de resiliencia.  Si los estudiantes son formados en esta dirección, las instituciones que los forman, los docentes, el personal administrativo y técnico se ven urgidos a cambios significativos en su formar de educar. Además, de tener que mostrar un desempeño consistente, tienen que abrirse a nuevas iniciativas e interpelaciones. En este sentido, también han de abrirse a propuestas que pueden introducir cambios en el aula, en el centro educativo y en las relaciones entre docentes y estudiantes. Los estudiantes que ponen en acción su pensamiento crítico, les aportan una visión y prácticas culturales diferentes al aula y al centro educativo.

Los estudiantes dominicanos requieren una formación  del pensamiento crítico  sistemática. Este tipo de formación es necesaria para su desarrollo integral y para que los docentes, los gestores y las organizaciones sindicales reconozcan y respeten los derechos de los estudiantes. Esta formación es una urgencia para que los mismos estudiantes aprendan a tomar posición ante hechos que, además de afectar sus intereses, impactan el desarrollo de la sociedad, la calidad de los centros educativos y el desarrollo de las comunidades en las que están insertos los centros.

Los estudiantes tienen que pasar de simples víctimas y espectadores de actos y decisiones que violentan sus derechos a sujetos que dejan oír su voz, que presentan propuestas y toman posturas razonables y de elevada corresponsabilidad. Ha llegado el momento de que los estudiantes despierten y trabajen para el fortalecimiento de la calidad de sus aprendizajes. Para ello tienen que activar su forma de pensar; tienen que movilizar y fundamentar su pensamiento. De igual modo, hay que revolucionar las formas de educar para propiciar un pensamiento crítico formado con solidez desde los primeros años, desde los primeros grados. Hemos de pasar del estudiante con un pensamiento sumiso y dormido a un estudiante que razona, participa y aporta en dirección transformadora.

Fuente: https://acento.com.do/opinion/formacion-del-pensamiento-critico-en-los-estudiantes-9049514.html

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