REINO UNIDO El Brexit sin acuerdo «dejará la ciencia del Reino Unido muerta por años»

Europa/Reino Unido/

Los principales científicos, incluidos dos premios Nobel, han acusado al primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, de comportarse «como un payaso» al perseguir un Brexit sin acuerdo que dejaría a la ciencia del Reino Unido «muerta» durante años, según un informe publicado en The Guardian .

Salir sin un acuerdo pondría en riesgo la participación del Reino Unido en el programa de investigación Horizon 2020 de 80 mil millones de euros (88 mil millones de dólares) y su sucesor, el programa de Europa Europa de 94 mil millones de euros (103 mil millones de dólares).

Según Robert-Jan Smits, ex director general de investigación e innovación de la Comisión Europea, quien fue uno de los principales arquitectos de Horizonte 2020, existe una «posibilidad cero» de que el Reino Unido negocie la membresía asociada del programa si sale de Europa. Unión sin un acuerdo de retirada.

Sir Paul Nurse, el genetista ganador del Premio Nobel y director del Instituto Francis Crick en Londres, que es la instalación biomédica más grande de Europa, dijo: “Los colegas en el extranjero piensan que el Reino Unido ha perdido el sentido. El primer ministro se comporta como un payaso y el mundo lo ha notado. Nuestra reputación se ha desplomado «.

The Guardian también informó que Sir Andre Geim, con sede en la Universidad de Manchester, que ganó el Premio Nobel por su trabajo en el grafeno, dijo:» En ciencia, un Brexit sin acuerdo sería como una severa sequía para un huerto . No puede esperar tener una cosecha después de volver a regarla el próximo año. Todos los árboles ya están muertos.

Las advertencias se hacen eco de una declaración de los líderes universitarios, que advirtieron a los parlamentarios en una carta abierta en enero que abandonar la UE sin un acuerdo sería «un revés académico, cultural y científico del que tomaría décadas recuperarse».

Mientras tanto, Adrian Smith, autor de un informe del gobierno que analiza el impacto de un Brexit para la ciencia sin acuerdo, que aún no se ha publicado, dijo esta semana que el Reino Unido tendría que crear un rival global para el Consejo Europeo de Investigación si deja a la UE sin un acuerdo, según Science Business . El riesgo de no

negociar aumentó

El riesgo de no negociar aumentó cuando Boris Johnson asumió el cargo de primer ministro en julio e instaló un gabinete dominado por los partidarios de un Brexit duro.

Se ha comprometido a «morir en una zanja» en lugar de retrasar la salida de la UE el 31 de octubre, a pesar de que los diputados aprobaron una legislación que le ordena que solicite un retraso a la salida del Reino Unido si no se alcanza un acuerdo con la UE antes del 19 de octubre, lo que se considera como la última fecha en la que se podría acordar un acuerdo a tiempo para salir a tiempo.

Hasta el momento, las propuestas que ha presentado para una alternativa al acuerdo de retirada acordado entre la UE y la ex primera ministra Theresa May, que fue rechazada repetidamente y abrumadoramente por los parlamentarios, no han sido consideradas remotamente suficientes por la UE para cerrar un acuerdo en la reunión del Consejo Europeo del 17 al 18 de octubre.

Un punto clave fue las diferencias sobre el tema de cómo evitar crear una frontera dura entre Irlanda e Irlanda del Norte.

Sin embargo, las conversaciones intensivas debían tener lugar este fin de semana luego de los ruidos positivos hechos después de que Johnson se reunió con su homólogo irlandés Leo Varadkar el jueves y este último declaró que todavía era posible llegar a un acuerdo.

Una preocupación clave de los investigadores es que un Brexit sin acuerdo dejaría al Reino Unido excluido del programa de investigación de la UE, Horizon 2020, y su sucesor, Horizon Europe, el programa de 94.100 millones de euros que comienza en 2021.

‘Mayor preocupación’

Pero Smith, quien es director del Instituto Alan Turing en Londres, dijo esta semana que la respuesta «uniforme» que recibió de los investigadores del Reino Unido es que quedar fuera del Consejo Europeo de Investigación (ERC) sin acceso a sus subvenciones para investigación básica sería mayor preocupación

“Supongamos que no hay acceso al ERC después del Brexit, tendremos que inventar el nuestro. Tendrá que ser más grande, más brillante y pagar mejor que el ERC ”, dijo.

Los científicos británicos han recibido alrededor de £ 1 mil millones (US $ 1.2 mil millones) al año de la UE, incluso a través de Horizonte 2020.

En enero de 2018, el ministro de universidades del Reino Unido le dijo al Subcomité de Asuntos Interiores de la Cámara de los Lores de la UE que el gobierno sabía que el acceso al Consejo Europeo de Investigación y a la financiación de las Acciones Marie Sklodowska-Curie se perdería si el Reino Unido se fuera sin un acuerdo de retirada, y que estuvieran considerando opciones para alternativas nacionales a estos programas.

Universities UK ha instado al gobierno a establecer sus planes de contingencia para reemplazar el acceso a fondos de Horizonte 2020 de un solo beneficiario, en gran parte las Acciones ERC y Marie Sklodowska-Curie. Pero esa información no ha sido comunicada.

Universities UK también está preocupado por la falta de planes de contingencia para reemplazar el acceso a Erasmus +, el plan de estudio e intercambio para el personal y los estudiantes.

Universidades muy preocupadas

Como informó University World News el mes pasado, una encuesta de universidades para Universities UK ha demostrado que más del 80% de las universidades están ‘muy’ o ‘extremadamente’ preocupadas por el impacto que un Brexit sin acuerdo tendrá en su institución , incluido el reclutamiento y retención de estudiantes y personal y el acceso a programas de investigación y financiación.

La Liga de Universidades de Investigación Europeas argumenta que el Reino Unido debería poder asociarse plenamente con el Programa Marco de Investigación e Innovación de la UE y que el Reino Unido está listo para pagar para participar en Horizon Europe, pero existe la preocupación de que un Brexit desordenado signifique en cambio un ruptura de los estrechos vínculos del Reino Unido en ciencia con los estados miembros de la UE.

Smith dijo a una audiencia en el Imperial College de Londres el 8 de octubre que las posibilidades de que los científicos del Reino Unido se queden sin acceso a las subvenciones de ERC y otras fuentes importantes de financiación de la UE habían aumentado desde que se embarcó por primera vez en su informe en marzo.

Dijo que enfrentar el desafío requeriría que el gobierno «revierta totalmente nuestras políticas de migración locas» y fondos para «cazar talentos».

‘Se necesitan visas flexibles’

Se necesitaban visas flexibles para hacer del Reino Unido un «imán de investigación», citando como ejemplo el plan de becas internacionales de £ 50 millones del Instituto Alan Turing para investigadores de inteligencia artificial. Dijo que el Reino Unido podría aprender mucho de los esfuerzos de China para repatriar el talento y que necesitaba un «fondo de agilidad» para estar listo para colaborar con países no pertenecientes a la UE, como Singapur e Israel.

Actualmente, el plan de inmigración basado en habilidades para 2021 requerirá que los académicos de la UE que ingresen al Reino Unido después de 2021 paguen una visa, una prueba obligatoria de idioma inglés, un recargo de salud de inmigración de £ 2,000 y una tarifa por registrar información biométrica.

Y para calificar para una visa de trabajo, los académicos de la UE también deberán ganar un mínimo de £ 30,000 al año, lo que impedirá la mayoría de los académicos de nivel junior.

En agosto, el primer ministro Johnson dio instrucciones a los funcionarios para que diseñen un sistema de vía rápida para atraer a los principales científicos a trabajar en el Reino Unido.

Además, en septiembre anunció una nueva visa de trabajo posterior al estudio para estudiantes internacionales que se gradúan en el Reino Unido, lo que les permite trabajar en el Reino Unido durante dos años después de la graduación.

En 2016, el gobierno garantizó miles de millones de libras de fondos del gobierno del Reino Unido después del Brexit para proyectos actualmente financiados por la UE, incluidas las subvenciones científicas. Las universidades y los investigadores tendrían fondos garantizados para las ofertas de investigación a la Comisión Europea, incluido Horizon 2020, pero solo si se realizaron antes de la Declaración Financiera de otoño de 2016.

Fuente: https://www.universityworldnews.com/post.php?story=20191011081349750

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La ciencia europea alerta a la UE que está en peligro el I+D+i si no destina más recursos

Europa/lavanguardia.com

El malestar se impone en universidades y centros de investigación estos días en Europa. El motivo: los presupuestos presentados el pasado mes de junio para el próximo programa marco de investigación e innovación de la Unión Europea, Horizonte Europa . La propuesta, que aún debe ser votada en el Parlamento europeo, supone invertir casi 100.000 millones de euros en R+D+i entre 2021 y 2027, una cifra que la comunidad científica califica de insuficiente y alerta que debe aumentarse hasta los 160.000 millones si no se quiere poner en peligro el sistema de ciencia de excelencia europeo. Asimismo, reclaman más transparencia en la distribución de la financiación y que se apueste por la investigación básica.

La propuesta recientemente presentada supone un ligero aumento respecto al actual programa marco Horizonte 2020: de los 70.000 millones de euros actuales se pasaría a 100.000 millones. No obstante, las asociaciones universitarias y centros de investigación consideran que al menos hacen falta 160.000 millones de euros “para llevar a cabo este ambicioso programa”.

“La actual propuesta de 100.000 millones es un buen esfuerzo tal y como está la situación política actual, con temas sobre la mesa como el Brexit o las preocupaciones en materia de seguridad, pero no es suficiente”, asegura Marta Agostinho, coordinadora de la Alianza de centros de investigación biomédica de excelencia en Europa EU-LIFE.

“Si no hacemos un esfuerzo para aumentar el presupuesto global de Horizonte Europa hasta alcanzar los 160.000 millones, el potencial de investigación e innovación de la Unión Europea estará en riesgo”, alerta.

El presupuesto es la primera gran preocupación de la comunidad científica, pero también su distribución, puesto que consideran que se destinan a la investigación aplicada descuidando la investigación básica.

“Si no hacemos un esfuerzo para aumentar el presupuesto global de Horizonte Europa hasta alcanzar los 160.000 millones, el potencial de investigación e innovación de la Unión Europea estará en riesgo”

“Nos preocupa que, sobre todo, aumentan las partidas destinadas a innovación para ayudar a lanzar proyectos empresariales que hipotéticamente tienen un mayor impacto, y se relega la investigación básica. Además, no están claros los procedimientos, a quién irán destinados esos recursos, porque difícilmente llegarán a universidades o centros de investigación”, lamenta Domènec Espriu, vicerrector de investigación de la Universitat de Barcelona, que reclama que “se reparta el presupuesto de manera clara, sin subvenciones encubiertas a la industria”.

De hecho, la financiación de la ciencia básica es una de las principales preocupaciones de la comunidad científica europea, que considera que el mayor valor a largo plazo procede de la investigación de excelencia que no tiene una aplicación directa.

“Si no hay inversión en ciencia básica, a corto plazo la inversión en ciencia aplicada puede funcionar, pero a largo plazo no. No se pueden financiar solo investigaciones para tratar enfermedades, también hay que entenderlas, porque si no en poco tiempo no habrá nada novedoso que pueda ayudar a curarlas”, afirma Luis Serrano, director del Centre de Regulació Genòmica (CRG) de Barcelona.

El nuevo programa marco, que debe ponerse en marcha en enero de 2021, está centrado en tres pilares: I Ciencia abierta, II Retos globales y competitividad industrial, y III Innovación abierta. Estos tres pilares se sustentarán en un IV pilar de consolidación de los objetivos de la llamada área de investigación europea (ERA).

“Conlleva más tiempo, probablemente también más riesgo, pero proporciona mayores beneficios económicos y sociales en términos de salud, de medio ambiente, de una mejor sociedad en definitiva”, defiende Agostinho, que remacha que “los actuales niveles de inversión son demasiado bajos ya de por sí en Europa para poder aprovechar su investigación de excelencia”.

En este sentido, la comunidad científica pone como ejemplo los dos programas considerados “la joya de la corona” de la Unión Europea, como son el Consejo Europeo de Investigación (ERC, por sus siglas en inglés) y el Marie Curie. Ambos reconocen a investigadores brillantes y financian su investigación de excelencia, pero tienen tasas de éxito muy bajas.

La ciencia básica conlleva más tiempo, probablemente también más riesgo, pero proporciona mayores beneficios económicos y sociales en términos de salud, de medio ambiente, de una mejor sociedad en definitiva.

“Las tasas de éxito de las becas del ERC son tan bajas que muchos proyectos brillantes con un enorme potencial se acaban abandonando por falta de financiación. Y esa situación va a continuar con la actual propuesta”, advierte Agostinho. “La inversión en ciencia de excelencia se tiene que doblar en comparación con el actual Horizonte 2020. Si no, ese talento se irá a otros lados donde sí le permitan seguir con su investigación de excelencia, como a Estados Unidos o a China”, apostilla.

La propuesta de presupuesto aún tiene que pasar por el Parlamento Europeo, donde tendrá que ser aprobada. Y los científicos temen que allí sufra un recorte que “haga que nos quedemos como estamos o incluso peor”, en palabras de Espriu. Algunos, como Serrano, se muestran no obstantes optimistas: “Con el SOMMa [La Alianza de Centros Severo Ochoa y Unidades María de Maeztu] logramos cambiar dos leyes en el Parlamento a base de trabajar con los políticos, que a veces toman decisiones sin discutir con los actores implicados, sin saber el impacto de la investigación, los números”.

Por último, la comunidad científica lanza otro llamamiento a los Estados miembro, a los que reclama compromiso. En teoría, deben invertir el 3% de su producto interior bruto en I+D+i, pero si se revisan las cifras de 2015 solo tres estados estaban cumpliendo ese compromiso de inversión. Muchos están por debajo del 2% e incluso del 1%. “Hay que tomar responsabilidad como estados e invertir a nivel estatal. Horizonte Europa no debe substituir la inversión en los sistemas nacionales de investigación, sino que debe ser complementario”.

“Hay que tomar responsabilidad como estados e invertir a nivel estatal. Horizonte Europa no debe substituir la inversión en los sistemas nacionales de investigación, sino que debe ser complementario”

Fuente: https://www.lavanguardia.com/ciencia/20180711/45820533712/universidades-centros-investigacion-presupuesto-horizonte-europa-insuficiente.html

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A medida que cae el financiamiento, China emerge como socio clave de la investigación

Asia/China/universityworldnews

Con la disminución de los fondos de investigación en Japón y los enormes aumentos anuales en el presupuesto de investigación de China en los últimos años, China está emergiendo rápidamente como un socio para la colaboración de investigación científica japonesa, persiguiendo su interés en aprovechar las fortalezas de Japón en investigación básica.

Con las universidades japonesas que buscan internacionalizarse, el número de acuerdos de asociación en el extranjero que establecen programas de intercambio universitario ha aumentado en general. Según el sitio web del Ministerio de Educación de Japón, China estuvo en la cima con casi 4.500 del total de 24.792 asociaciones oficiales firmadas con universidades japonesas en 2014, las últimas cifras disponibles, con Estados Unidos en segundo lugar con 3.187 acuerdos.

Se están llevando a cabo varios proyectos de colaboración bilaterales de investigación entre las universidades japonesas y chinas, y los científicos japoneses citan los méritos de tales asociaciones en un contexto de disminución de los fondos japoneses para la investigación.

Además de los acuerdos entre universidades individuales, el Programa de Investigación Colaborativa Estratégica Internacional afiliado al gobierno bajo la Agencia de Ciencia y Tecnología de Japón enumera 19 acuerdos de investigación respaldados por los gobiernos de China y Japón, que duran principalmente de 3 a 4 años. Las áreas principales son ciencias biológicas, medio ambiente y energía.

«Hay una clara ventaja en aumentar nuestros proyectos de investigación en colaboración con universidades chinas», dice Takayuki Takarada, profesor de ingeniería ambiental de la Escuela de Graduados de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Gunma, una universidad nacional involucrada en varios estudios conjuntos sobre energía y contaminación ambiental con Universidades chinas.

Takarada participa en una colaboración bilateral de investigación de tres años en el desarrollo de tecnología de reciclaje para productos desechables. La asociación combina la experiencia avanzada de Japón en investigación básica con los chinos que contribuyen a la financiación de la investigación.

El principal beneficio para su investigación y la universidad es «el acceso a más fondos de China». Además, el país es un vasto campo de pruebas en el que la contaminación por basura es un problema grave y continuo «, explicó Takarada.

El proyecto financiado por la mayoría de China finalizará en septiembre con la publicación de un documento conjunto.

Áreas de colaboración

La gran mayoría de la investigación conjunta sino-japonesa se centra en los campos de los recursos energéticos, la contaminación ambiental y oceánica y la agricultura, todos sectores importantes en el crecimiento económico de Asia. Hay otras áreas de colaboración, aunque estas solo crecen lentamente.

Takehiko Kobayashi, profesor del Instituto de Biociencias Cuantitativas de la Universidad de Tokio, explica que la colaboración con China, con su sistema político diferente, sigue siendo una nueva área que necesita una «exploración cuidadosa».

«Hay mucho por resolver en términos de acuerdo, intercambio de patentes y política militar. Llegar a conocerse es el primer paso en la dirección correcta «.

Las relaciones políticas se tensaron

Las relaciones políticas entre Japón y China se han tensado en los últimos años debido a las tensiones sobre reclamos competitivos en el Mar Oriental de China, pero el liderazgo chino por su parte dejó en claro que no se opone a los intercambios de persona a persona, incluidos los científicos. En 2015, incluso cuando las tensiones eran altas, la Universidad de Tokio y la Universidad de Pekín de Japón firmaron un «acuerdo de asociación estratégica» para ir más allá de los acuerdos de intercambio existentes y llevar a cabo más programas conjuntos.

Los expertos señalan que China se ha vuelto más atractiva como socio de colaboración a medida que languidece el financiamiento de investigación japonés y Japón se queda atrás en investigación líder mundial.

Según las estadísticas publicadas el año pasado por el Instituto Nacional de Política Científica y Tecnológica afiliado al gobierno, Japón ahora está a la zaga de los gastos de investigación de Estados Unidos y China, y ha descendido en su cuota de documentos de investigación citados. Japón produjo solo el 3.1% de la investigación internacional en comparación con los EE. UU. Con el 28.5% de los artículos citados internacionalmente, China con el 15.4% y el Reino Unido con el 6.2%.

Tipos de colaboración

Algunas investigaciones colaborativas con China involucran a universidades de ambos países que trabajan independientemente y comparten datos y análisis durante talleres o debates. Pero otros miran problemas comunes a ambos países.

Un programa conjunto de investigación sobre la prevención del cáncer financiado por el gobierno japonés se inició en virtud de un memorando firmado en noviembre de 2008 entre el Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar de Japón y su homólogo chino.

Tanto Japón como China tienen altas tasas de consumo de cigarrillos de tabaco en comparación con el resto del mundo y los documentos del proyecto señalan que ambos países también comparten altas incidencias de hepatitis y cáncer de hígado y prácticas étnicas y de estilo de vida similares.

Bajo el proyecto de investigación conjunta, los científicos japoneses podrán acceder a datos chinos y viceversa, fortaleciendo los resultados.

A pesar de la creciente tendencia de la colaboración en investigación, los expertos señalan que la gran mayoría de los proyectos en curso con China tienden a ser a corto plazo y se centran principalmente en los intercambios de estudiantes entre los dos países.

Por ejemplo, el Sakura Science Plan de la Agencia de Ciencia y Tecnología de Japón lleva a cabo el programa de Actividad de Investigación Colaborativa dirigido a la prestigiosa Academia China de Ciencias, con énfasis en el intercambio bidireccional de experiencia en investigación.

Los investigadores chinos son invitados regularmente a experimentar la tecnología y la cultura de investigación de vanguardia de Japón. El objetivo es establecer vínculos bilaterales más estrechos entre científicos y crear redes de investigación, e incluye simposios conjuntos y premios para doctorandos.

Eiichi Yamaguchi, profesor de la Escuela de Graduados de Estudios Integrados Avanzados en Supervivencia Humana, Universidad de Kioto, sostiene que la colaboración china solo aumentará.

«Seguir adelante con la colaboración internacional, especialmente con China, que está produciendo una investigación de alta calidad y tiene grandes fondos, es el camino a seguir», dijo.

Fuente: http://www.universityworldnews.com/article.php?story=20180425150957877

Imagen tomada de: http://www.scmp.com/news/china/policies-politics/article/2134895/chinas-spending-research-and-development-14pc-2017

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Acerca del Financiamiento de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación en Cuba

Cuba/Octubre de 2017/Autor: Jesús A. Chia Garzón/ Fuente: Cuba Debate

La creación de la Academia de Ciencias de Cuba y de los primeros institutos de investigación creados por la Revolución en sus años iniciales fueron resultado de una decisión gubernamental del emergente Estado revolucionario por desarrollar en el país la ciencia y la técnica, destinando a este objetivo recursos financieros para nada poco trascendentes en aquella época.

Con el paso de los años estos recursos, provenientes casi en su totalidad del Presupuesto del Estado, hicieron posible la multiplicación de instituciones generadoras del conocimiento, como los centros de investigación y las universidades, así como el desarrollo de las actividades científicas y tecnológicas inherentes al quehacer de dichas instituciones.

El registro estadístico del financiamiento invertido por el país en el desarrollo de la ciencia y la tecnología en las primeras tres décadas, si bien no estuvo totalmente ausente, careció de sistematicidad e irregularidad en la calidad y confiabilidad de los datos.

En la mitad de los años 90 se produjo un punto de inflexión en esta situación y se inició la sistematización de la captación estadística de los recursos financieros destinados a la ciencia y la tecnología en el país y la información pública de las particularidades de su ejecución.

En consecuencia con ello, por espacio de 22 años Cuba ha estado informando los gastos del país en ciencia y tecnología, como parte de un conjunto de indicadores sobre esta esfera de actividad a la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) y a organizaciones especializadas internacionales como la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y la Red Iberoamericana de Indicadores de Ciencia y Tecnología (RICYT). Estos indicadores han sido publicados durante más de dos décadas en los anuarios estadísticos oficiales de las instituciones antes mencionadas.

En lo interno la medición de la actividad de ciencia y tecnología por medio de su sistema de indicadores, del cual los recursos financieros forman parte, está organizada por una Red Nacional, de la que forman parte diversos organismos y entidades del país que son expresión del carácter transversal de esta actividad.

En el periodo 1995-2016 el gasto total en ciencia y tecnología (gastos corrientes y gastos de capital) ascendió de un monto de 188,7 millones de pesos en 1995 a 781,8 millones de pesos en el 2016 para un 7,0% de incremento promedio anual. Este crecimiento subraya que, a pesar de las dificultades económicas, el país realizó un esfuerzo por garantizar una tendencia alcista en el financiamiento en ciencia y tecnología a lo largo de los años.

Sin embargo, no pueden ser pasadas por alto algunas particularidades de este crecimiento.

En primer lugar, es necesario destacar que los recursos financieros destinados a gastos de capital han mostrado a lo largo de este periodo una notable diferencia con el comportamiento de los gastos corrientes, constituyendo un elemento restrictivo para el desarrollo de la ciencia y la tecnología en el país, dada la carencia de divisas internacionales que sistemáticamente ha experimentado el país dado el desequilibrio financiero externo de su balanza comercial y de pagos y las dificultades para acceder a flujos financieros internacionales de forma estable en el contexto del férreo bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los EE.UU. a Cuba por más de medio siglo.

En cuanto a la relación del gasto en Actividades Científicas y Tecnológicas (ACT) con el Producto Interno Bruto (PIB), indicador universalmente utilizado en la comparabilidad internacional para medir el esfuerzo de los países para el desarrollo de esta actividad, este indicador se ha mantenido por lo general por debajo del 1% (sólo en los años 2009 y 2010 alcanzó ese valor), pues el PIB se ha incrementado en mayor proporción que el gasto en ACT. Ya en el 2016 este indicador volvió a alcanzar prácticamente el 1,0%, aunque en este resultado hay que tomar en consideración la contracción de la economía nacional expresada en un decrecimiento del PIB del orden del 0,9%.

Es práctica generalizada para la comparabilidad entre países calcular también la relación con el PIB del gasto en Investigación y Desarrollo (I+D) por constituir la más importante de las ACT. En el 2014 este indicador en Cuba fue de un 0,42%, pero superada en ALC sólo por Brasil (1,24%), Argentina (0,64%), Costa Rica (0,56%) y México (0,54%), mientras que la región, como conjunto, alcanzó el 0,75%. Hay que señalar que nuestra región geográfica se encuentra entre las de más bajo nivel de este indicador en el mundo, sólo por encima de Oceanía y África.

En Cuba, un aspecto metodológico no resuelto radica en que los recursos financieros destinados a la actividad de ciencia y tecnología en las universidades no se contabilizan como tales, debido a que la forma de registrar los gastos en estas entidades hace muy complejo discernir los gastos por este concepto de los que son incurridos en las actividades docentes, lo cual es común a todas las universidades del país, pertenecientes o no al sistema del MES.

Las fuentes de financiamiento de la ciencia, la tecnología y la innovación que existen en la actualidad son el Presupuesto del Estado, el financiamiento empresarial a partir de fondos propios con cargo a costos o gastos y las reservas para el desarrollo creadas a partir de las utilidades después de impuestos, los fondos de carácter centralizado con destino a la actividad de ciencia, tecnología e innovación (como es el caso del FONCI), el sistema crediticio bancario y el financiamiento externo por proyectos bilaterales y multilaterales y las donaciones recibidas .

La fuente financiera preponderante en el periodo 1995-2016 ha sido el Presupuesto del Estado, pero a partir del 2013 el financiamiento empresarial comenzó a crecer de forma significativa, lo que contribuirá a que el Presupuesto del Estado se concentre en garantizar los programas de ciencia, tecnología e innovación de interés nacional, la investigación básica en ciencias naturales y exactas y las actividades investigativas en el campo de las ciencias sociales y humanísticas, dejando el financiamiento de las actividades de desarrollo e innovación a cargo de otras fuentes financieras.

En el 2016, aunque el Presupuesto del Estado continuó siendo la fuente más importante de financiamiento de la ciencia y la tecnología en términos absolutos, el financiamiento empresarial, con el 17% de crecimiento, casi triplicó el crecimiento del Presupuesto del Estado que fue del 6% sobre el año anterior.

El gasto total en ciencia, tecnología e innovación tuvo una alta concentración en sólo seis organismos (MINSAP, CITMA, MINAG, MITRANS, BioCubaFarma y MES) que totalizaron 657,0 millones de pesos, para un 84% del volumen total, que como se indicó más arriba fue de 781,8 millones de pesos. Le siguieron con un peso importante pero menor, MINEM, MINDUS y MINAL. Todos los señalados, en conjunto, representaron el 92% de los gastos de esta actividad en el 2016.

Desde el ángulo de los objetivos socioeconómicos, el financiamiento de la ciencia y la tecnología en el 2016 se centró en la salud pública, la biotecnología y la industria farmacéutica, la producción agropecuaria, la meteorología y otras actividades ambientales relacionadas con el cambio climático, así como en la actividad de transporte en todas sus ramas, representados en seis organismos que representaron el 84% del gasto total en ese año.

Es importante tener en cuenta que el financiamiento de la ciencia y la tecnología en la industria manufacturera, las telecomunicaciones, la construcción y los recursos hídricos, entre otros objetivos económicos priorizados, ha estado en el 2016 significativamente por debajo del monto ejecutado por el primer bloque de objetivos.

A modo de conclusión, se puede plantear que la información sobre el financiamiento de la ciencia, la tecnología y la innovación a partir de este momento cumple en general los requisitos de utilidad y confiabilidad para establecer una línea base para los próximos años y su perfeccionamiento continuado y que sus indicadores específicos contribuirán, en un contexto integral y de conjunto con los demás indicadores de la actividad, al análisis cada vez más riguroso del funcionamiento del Sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación en nuestro país.

Fuente: http://www.cubadebate.cu/especiales/2017/10/05/acerca-del-financiamiento-de-la-ciencia-la-tecnologia-y-la-innovacion-en-cuba/#.WdbKbI_Wy00

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Regalías para ciencia y tecnología, un sistema creado para despilfarrar recursos

Por: Ángel Pérez Martínez

La Contraloría General de la República realizó una excelente evaluación del Fondo de Ciencia, Tecnología e Innovación, mediante la cual llama la atención sobre las funciones y responsabilidades de quienes ejecutan los recursos y la escasa importancia que el país otorga a este sector clave para el desarrollo del país

La evaluación de dicho fondo, sin decirlo de manera directa, advierte que hay sectores como educación, salud, ciencia, tecnología e innovación que la sociedad y el gobierno deberían cuidar en extremo en el momento de elaborar y ejecutar políticas y programas públicos, por lo menos concertar con sus actores y con quienes conocen los temas, además de promover un manejo eficiente de sus recursos.

De hecho, Colombia reconoció, según el CONPES 3582, que la política nacional de ciencia, tecnología e innovación (CTI) ha sido identificada por la sociedad colombiana como fuente de desarrollo y de crecimiento económico, sin embargo, el gasto público y privado en CTI es escaso, el manejo y la gestión del sector es errático y con magros resultados.

De acuerdo con los datos de la evaluación de la Contraloría de dicho Fondo, la inversión nacional en ciencia, tecnología e innovación para el año 2015 alcanzó 0,627 del PIB y el gasto en investigación y desarrollo el 0,23% del PIB (45,4% financiado con recursos privados), en los países de la OCDE del 3% (entre el 65% y el 75% invertido por recursos privados).

También la Contraloría sostiene que en el año 2015 el país contaba con 161,5 investigadores de tiempo completo por cada millón de habitantes (undécimo lugar en América Latina). “Países como Argentina (1.255,8), Brasil (710,2), Chile (389,2) y México (386,4), lo superan ampliamente, lo que refleja un rezago significativo. En 2013, el país contaba con 0,4 investigadores por cada 1.000 habitantes, mientras que, por ejemplo, Uruguay tenía un investigador y Argentina tres. El número total de investigadores activos de Colombia (año 2014) es de 11.566. En el año 2014 Colombia registró 112 patentes, Argentina 260, para el mismo año el país presentó 6.708 publicaciones científicas frente a 8.324 de Argentina, 11.510 de México y 38.114 de Brasil.

En el propósito de cambiar esta situación en Colombia se han realizado diversas reformas normativas y de política que van desde de modificar la Ley de CTI (Ley 1286 de 2009), transformar a COLCIENCIAS y expedir el acto legislativo 05 de 2011 que determinó la creación del Fondo de Ciencia, Tecnología e Innovación que recibe el 10% de los ingresos del Sistema General de Regalías (artículo 361 de la Constitución política). El Fondo tiene como uno de sus objetivos incrementar la capacidad científica, tecnológica, de innovación y de competitividad de las regiones, así como contribuir al progreso social, al dinamismo económico, al crecimiento sostenible y una mayor prosperidad para toda la población.

Los investigadores y las universidades celebraron la creación del Fondo, esta decisión garantizaba nuevos recursos para CTI, sin embargo, en la reglamentación estos recursos de regalías para CTI se entregaron a los gobernadores y al Alcalde de Bogotá (Ley 1530 de 2012). Los recursos del Fondo se distribuyen entre los departamentos y Bogotá utilizando indicadores de población, pobreza y desempleo. La norma se expidió a pesar de que quienes investigan y los expertos advirtieron desde el comienzo los riesgos de despilfarro y la posibilidad de escasa gestión con dichos recursos, entre otras cosas porque se subordinaba a Universidades, centros de investigación e investigadores, con entidades territoriales y gobernaciones que en su mayoría no cuentan con capacidad alguna para ejecutar este tipo de proyectos.

Lo anterior explica en parte las conclusiones de la evaluación de la Contraloría, además de los escasos avances en CTI, a diciembre de 2015, $1,1 billones seguían sin aprobar, de un total de $3,3 billones asignados a los 33 fondos (32 departamento, más Bogotá), aunque existe un solo Fondo de Ciencia, Tecnología e Innovación, en la práctica la ejecución se atomizó y se dispersó al dividirse en 33 entidades territoriales; lenta ejecución de los proyectos, de los 271 aprobados, sólo se habían terminado 11 en 2015; La idoneidad de los contratistas y ejecutores no es clara, 201 proyectos son ejecutados por las gobernaciones y 70 por entidades como universidades, Colciencias, Corporación Ruta N y Corpoica; y alta dispersión temática de los proyectos de ciencia, tecnología e innovación, que a decir de la Contraloría de alguna manera señalan “la falta de definición de áreas estratégicas y que los criterios de priorización y aprobación de los proyectos terminan siendo muy laxos para definir que un proyecto sea considerado de ciencia y tecnología”, entre otras.

Lo anterior, permite afirmar algo elemental pero que debería ser el camino: la política pública para promover el desarrollo de la ciencia y la tecnología lo primero que debería reconocer es que institucionalmente quien investiga y produce ciencia, o alcanza los linderos en la cual ésta se encuentra, son las universidades y sus grupos de investigación, además de algunas instituciones especializadas públicas y privadas. Luego quienes conocen y tienen de manera permanente preocupaciones asociadas a la gestión, a los indicadores y a la obtención de recursos para CTI son de los rectores, decanos y directores de dichos centros de investigación, es a estos centros a quienes mediante la calidad de su proyectos y posibles impactos se les deben entregar los recursos para el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la investigación.

Fuente: http://www.dinero.com/opinion/columnistas/articulo/regalias-para-ciencia-y-tecnologia-un-sistema-creado-para-despilfarrar-recursos/243806

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Ciencia y Tecnología: Las promesas incumplidas

Por: Alejandro Canales

La política científica y tecnológica en México no parece figurar como problema a resolver, se semeja más a un misterio insondables. Por alguna razón, casi siempre injustificable, tiene un comienzo prometedor, convincente, racional, persuasivo y cargado de expectativas, para finalizar con resultados completa y absolutamente decepcionantes. También, por razones no del todo comprensibles, la temporalidad para resolver varios de los asuntos del sector, no cuadran con los sexenios, ni con las décadas o los ciclos de desarrollo; una situación que se repite una y otra vez, más o menos, desde la misma creación del Conacyt. Desafortunadamente, la actual administración no ha sido la excepción.

En las páginas de Campus hemos dado seguimiento a algunas de las acciones y errores más destacados que se han verificado en el campo científico y tecnológico, incluyendo este periodo gubernamental. En este último, lo que hasta ahora son omisiones o promesas incumplidas, cada una, por separado, no dejan de contar y ser lamentables. Sin embargo, vistas en conjunto, no solamente nos  anticipan que se producirá la conocida imagen de resultados desencantadores, lo peor es que dan la impresión de que las acciones puestas en marcha pudieron ser de otro modo. Sí, con un mejor desenlace, aunque con mayor esfuerzo y dedicación.

Veamos solamente algunas de las iniciativas más sobresalientes de esta administración que trazan el indeseado e inevitable panorama.

El uno por ciento respecto al PIB para ciencia y tecnología. Esta fue la promesa más importante de la actual administración, la que estuvo en el Pacto por México y quedó plasmada como el compromiso No. 46: “Se dará cumplimiento a la Ley de Ciencia y Tecnología con el objeto de incrementar el financiamiento para la investigación científica y el desarrollo tecnológico, a fin de alcanzar, de manera gradual, una inversión del uno por ciento del PIB. El incremento presupuestal iniciará en el presupuesto 2013. Complementariamente, se incentivará la participación intensa de los sectores productivos en la investigación científica” (pág. 12).

La promesa constituyó el primer objetivo del Programa Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación (Peciti): contribuir a que la inversión nacional (pública y particular) en investigación científica y desarrollo tecnológico crezca anualmente hasta alcanzar el uno por ciento del PIB para el año 2018.

En su momento, parecía que por fin el gobierno de Peña Nieto daría cumplimiento a lo que establece la ley desde el 2002. Así que en el periodo de la actual administración la inversión pasaría de 0.45 respecto al PIB que tenía en 2013 al uno por ciento para el final del sexenio. Las expectativas y el optimismo se desbordaron.

Y sí, el Presupuesto de Egresos de la Federación en los primeros tres años de este sexenio  fue promisorio y creciente. Todo bien, pero hasta ahí llegó. A partir del 2015 llegaron los recortes al presupuesto y para el final de ese año, con la caída de los precios del petróleo, la inestabilidad de los mercados internacionales y el llamado presupuesto base cero, el panorama comenzó a complicarse todavía más. Incluso, el mismo director de Conacyt adelantó que seguramente no se alcanzaría la meta del uno por ciento y que tal vez se llegaría al 0.8 para el término del periodo (La Jornada 11.12.2015).

Ahora se ve que ni siquiera alcanzaremos el 0.8 por ciento al concluir este sexenio. En este año, según la estimación gubernamental, el indicador es de 0.54 por ciento y no es probable que para el año próximo se incremente para cumplir lo que no se hizo paulatinamente en los años anteriores. La culpa no es del organismo rector de las políticas científicas y tecnológicas, se dirá. Ciertamente, el nivel de inversión puede ser cosa de la baja participación de los empresarios, el establecimiento de prioridades presupuestales que no coinciden con las del sector o la inestabilidad del entorno internacional. Sin embargo, no por ello dejará de ser una promesa incumplida. Además, no toda la responsabilidad está del lado de los recursos financieros.

El rediseño institucional del sistema. Aquí se trataba de elevar de rango la política científica y tecnológica a través de un cambio organizacional importante. Por un lado, esto fue alentado por la idea de que el organismo rector podria convertirse verdaderamente en una secretaría más. Una propuesta expesada con cierta insistencia en los tiempos de campaña de Peña Nieto, respaldada por algunos actores, pero cuya recepción general fue controvertida y después reformulada. Por otro lado, por los antecedentes académicos del actual director del Conacyt, Enrique Cabrero, todo parecía indicar que esatría en condiciones de impulsar una reingeniería institucional, la cual convertiría al organismo en una entidad más eficaz y más eficiente, capaz de revolucionar y articular un sistema frágil, disperso y altamente concentrado.

Sí se modificaron ligeramente las direcciones adjuntas y se crearon otras instancias menores, aunque no hubo tal rediseño institucional. Tampoco se advierte que en el plazo restante se pueda llevar a efecto. El cambio más notable en el sector fue la creación de la Coordinación de Ciencia, Tecnología e Innovación en abril de 2013. Una instancia vinculada al ejecutivo federal, puesto que sería dependiente de la oficina de la presidencia de la República y, según la norma correspondiente, le tocaría fundamentalmente apoyar las actividades de Conacyt.

El primer titular de la Coordinación fue Francisco Bolivar, cargo al que renunció en septiembre de 2015 para postularse como candidato a la rectoría de la UNAM. Después, en abril del año pasado, fue designado como segundo coordinador Elías Micha. Este último era director adjunto en el Conacyt y antes de ese cargo fue director del Consejo Mexiquense de Ciencia y Tecnología.

Los contras
Sin embargo, lo cierto es que, con uno o con otro directivo, con poco o mucho dinero, la Coordinación no ha marcado una diferencia en el impulso a las políticas científicas y tecnológicas. La oficina está cerca del ejecutivo federal; las decisiones en la materia siguen quedando lejos, muy lejos. De hecho, la Coordinación estuvo casi un semestre sin titular y públicamente nadie hizo notar su ausencia.

El programa sectorial, la información y las convocatorias. Tal vez es otro ritmo o temporalidad las que rigen las actividades del sector, pero no parece tener demasiada importancia lo que dice la norma sobre fechas o plazos a cumplir. Así como desde el 2002 la ley establece el monto de inversión en el sector y simplemente no se cumple, lo mismo ocurre con otros aspectos.

El caso del Consejo General de Investigación Científica, Desarrollo Tecnológico e Innovación es emblemático. Es el máximo órgano de gobierno y de política del sector, creado hace 15 años, presidido por el ejecutivo federal e integrado por los titulares de las secretarías que tienen más relación con la ciencia y la tecnología. La norma establece que el organismo se debe reunir por lo menos dos veces al año y extraordinarias las veces que sea necesario. Algunas de las decisiones clave, como el programa sectorial y la distribución de los recursos financieros pasan por ese Consejo. Pero no, desde su creación incumple lo que dice la ley. Lo mismo sigue ocurriendo en esta administración.

Igualmente, el documento prográmatico para el sector, el  Peciti, no se publicó en abril de 2014, cuando debió aparecer. En una situación jurídicamente anómala, el documento se conocía parcialmente, algunas de las medidas se estaban implementando, sus indicadores eran punto de referencia, pero el documento simplemente carecía de base legal porque el decreto de ley no se publicó en tiempo y forma. Al final, apareció hasta el mes de julio de 2014 y, una vez más, la anomalía careció de importancia.

También pasa con la creación del Centro de Innovación y Desarrollo Tecnológico para la industria petrolera que ya debeira estar en operación y no lo está. O bien, con la cuidadosa planeación del Progra estratégico para la formación de recursos humanos en materia de hidrocarburos.

Otro tanto ocurre con múltiples procedimientos y trámites vinculados a los fondos competitivos. Lo mismo pueden ser convocatorias para proyectos, para respaldo de revistas o para el fortalecimiento de redes. En algunos casos, las convocatorias se retrasan y en otros se modifican las bases y se establecen criterios irracionales. O bien, se plantean gestiones imposibles de alcanzar para ingresar la solicitud; también sucede que, una vez aprobada la solicitud, se difiere el apoyo y se entrega cuando está próximo a vencer el ejercicio fiscal. Al final los resultados son sumamente frustrantes y desalentadores.

La publicación de las estadísticas oficiales también es otro asunto. Las cifras del sector, completas y desagregadas, las que se reúnen en el reporte anual (Estado general de la ciencia, tecnología e innovación), no se publican oportunamente. De hecho, el informe más reciente es de 2014. A pesar de que la página electrónica del Conacyt contiene algunos datos, no está la información completa, no es intuitiva y es sumamente complicado encontrar lo que se busca. Una caracterítica de opacidad que comparten todas las páginas electrónicas gubernamentales.

El repositorio nacional, el comité de productividad y las cátedras Conacyt.  Finalmente, están las iniciativas que sonaban muy bien, pero sus logros han sido limitados. Desde el 2014, cuando se modificó el marco normativo para establecer lo que sería el acceso abierto a la información, Conacyt quedó como encargado de operar el Repositorio Nacional. Esto es, responsable de concentrar toda la información de interés social y cultural que se produce en México con fondos públicos, así como permitir el acceso electrónico a la misma.

La propuesta para establecer un Repositorio Nacional fue bien recibida. Sin embargo, ponerla en marcha y que funcione no ha resultado nada sencillo. Otra vez, los plazos que estaban previstos en la norma se han incumplido y a la fecha los contenidos disponibles son sumamente limitados y dispersos; en su mayoría corresponden a tesis de posgrado. Los vínculos electrónicos a los repositorios institucionales de una veintena de centros públicos de investigación aparecen en la página, el problema es que nada más no funcionan.

El CNP y las cátedras
Luego está el Comité Nacional de productividad (CNP), un organismo presidido por el secretario de Hacienda y en el que participan otros secretarios, representantes de instituciones académicas, organizaciones empresariales y el titular de Conacyt. El próximo mes de mayo cumplirá cuatro años de instaurado, con la misión de proponer iniciativas en materia de productividad y empleo, así como para sugerir acciones de coordinación entre difeentes entidades.

Al CNP le ocurre lo mismo que al Consejo General de Investigación Científica, simplemente no se reúne cuando debe hacerlo; no ha cumplido con las cuatro veces al año que prescribe la regla y menos de forma extraordinaria. Tampoco ha sido excepcionalmente activo en la formulación de propuestas. Únicamente  ha formulado medidas para tres sectores productivos.

Finalmente, la puesta en marcha del programa cátedras Conacyt. Una iniciativa que generó altas expectativas laborales en los posgraduados. A partir del 2014, el organismo sectorial, expide selectivamente nombramientos de confianza a jóvenes investigadores y los comisiona a instituciones públicas de investigación. El Conacyt se reserva para sí el papel de patrón, por lo que los jóvenes no son personal académico de las instituciones.

Independientemente de las características de la nueva figura laboral en el mercado académico y de las facilidades u obstáculos que enfrentan los jóvenes comisionados, conviene notar que el número de cátedras ha disminuido sensiblemente. Si en el primer año se asignaron más de 500 plazas, en los dos años siguientes se redujeron a poco más de la mitad. En total, el número plazas asignadas a través de este programa apenas sobrepasa el millar; una desilusión para los jóvenes.

A la actual administración le resta poco más de un año de ejercicio y no logrará cumplir con lo prometido. Al menos no en lo que concierne a las iniciativas aquí anotadas. Los recursos financieros han sido y serán un factor decisivo. Sin embargo, no todas las fallas,  omisiones y promesas incumplidas se pueden atribuir a los recursos financieros. Las decisiones pudieron tomar otro derrotero y tener otros resultados. No fue así. Ahora solamente resta esperar los componentes de una nueva versión exculpatoria.

Fuente: http://campusmilenio.mx/index.php?option=com_k2&view=item&id=6456:ciencia-y-tecnologia-las-promesas-incumplidas&Itemid=140

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En España: Investigadores llevan a juicio al Gobierno por la desigualdad salarial que sufren

“Nos están robando 2.000 euros”, denuncia uno de los científicos afectados.Algunos de los investigadores han demandado al Ministerio de Educación para que equipare sus retribuciones y garantice la equidad.

Europa/España/ hipertextual.com/Angela Bernardo

Juan (nombre ficticio) es un científico de la Universidad de Oviedo, donde disfruta actualmente de su segundo año de contrato para realizar la tesis. El investigador es beneficiario de la convocatoria de ayudas de Formación de Profesorado Universitario (FPU) de 2014, del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. “Llevo cobrando 850 míseros euros durante dos años, que no dan ni para pagar un alquiler prácticamente”, lamenta. El problema de Juan no es solo el sueldo que percibe, sino que su retribución es menor que la de otros investigadores que realizan exactamente el mismo trabajo. Según explica a Hipertextual, la desigualdad salarial que sufre se debe a una “chapuza administrativa” del Gobierno.

Los afectados denuncian que el Ministerio de Educación ha hecho “oídos sordos” a sus reivindicaciones, lo que ha llevado a algunos doctorandos a demandar al Gobierno ante los tribunales. Los jóvenes cobran 148 euros al mes menos de lo que deberían, una situación que se debe a que el Gobierno se olvidó de dos generaciones de investigadores cuando publicó las convocatorias de FPU de 2013 y 2014, según recogió por aquel entonces eldiario.es. A la hora de difundir estas ayudas para llevar a cabo el doctorado, el Ministerio de Educación actualizó las bases incluyendo los contratos predoctoralesque establecía la Ley de la Ciencia. Los científicos pasaban a ser oficialmente contratados durante los cuatro años de tesis, ya que anteriormente disfrutaban de dos años de beca y dos años de contrato para hacer el doctorado.

contratos predoctorales
Fuente: Pixabay.

La convocatoria que parecía en un primer momento ventajosa desde el punto de vista de sus derechos laborales, pronto se convirtió en un problema. Según denuncia Juan, el Ministerio de Educación estableció que los beneficiarios de las ayudas FPU 2013 y 2014 disfrutaran de contratos predoctorales, pero olvidó actualizar su retribución. Durante los dos primeros años de tesis, los investigadores han percibido 1.025 euros brutos mensuales, mientras que en los dos últimos años de doctorado, su sueldo está fijado en 1.173 euros brutos mensuales. El descuido cometido por el Ministerio de Educación, sin embargo, no fue realizado por el Ministerio de Economía y Competitividad, la segunda cartera ministerial que engloba a otra gran proporción de los científicos predoctorales en España. De este modo, la Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación, dirigida por Carmen Vela, sí actualizó tanto las condiciones laborales como el salario de los doctorandos beneficiarios de la convocatoria de Formación de Personal Investigador (FPI). Estos científicos no solo disfrutan de un contrato predoctoral durante los cuatro años de tesis, sino que también recibieron desde el primer momento un salario mensual de 1.173 euros brutos, a diferencia de lo que sucede con los beneficiarios de las ayudas FPU 2013 y FPU 2014.

¿Quiénes son los afectados?

Los jóvenes afectados por el olvido del Gobierno pertenecen a las convocatorias FPU 2013 y FPU 2014, cuyos beneficiarios son en total 1.600 científicos. “La diferencia [en el salario de los FPU] nació del ‘despiste’ del Ministerio de Educación, que aplicó la Ley de la Ciencia, pasando de la fórmula de los 2+2 años a los 4 años de contrato, pero no actualizó las retribuciones de los antiguos dos primeros años de beca. Cosa que sí hizo el Ministerio de Economía y Competitividad con la convocatoria de Formación de Personal Investigador”, explica a Hipertextual Alberto Marín, miembro de la Sección Federal de Universidades de Comisiones Obreras. “En 2015, ya se dieron cuenta [en el Ministerio de Educación] y por eso las FPU de ese año salieron con el mismo sueldo para los cuatro años de contrato”, añade.

Efectivamente, cuando los doctorandos beneficiarios de las FPU 2013 y FPU 2014 comprobaron la convocatoria del año siguiente,FPU 2015, comprobaron que la siguiente generación de científicos iba a cobrar desde el inicio 1.173 euros brutos mensuales. Sin embargo, cuando los investigadores FPU 2015 se incorporaron a sus centros de trabajo, los únicos que seguían recibiendo 1.025 euros brutos mensuales eran los beneficiarios de las FPU 2014, pues los jóvenes que habían recibido la ayuda FPU 2013 ya percibían 1.173 euros brutos mensuales al encontrarse en su tercer año de contrato. “Aunque la diferencia o discriminación se produce en relación con las convocatorias de 2013 y 2014, el proceso de reclamación en vía de jurisdicción social únicamente se puede hacer para el segundo año de los FPU2014, no sirve para los dos años de 2013 ni siquiera para el primero de 2014”, sostiene Marín. Según ha confirmado aHipertextual una de las perjudicadas, los beneficiarios de la FPU 2013 que se incorporaron más tarde al recibir la ayuda después de una resolución complementaria, también se vieron afectados durante unos meses. En otras palabras, algo más de la mitad de los afectados, casi un millar de jóvenes beneficiarios (todos los de la FPU 2014 y algunos de la FPU 2013), tienen la posibilidad de demandar por la vía laboral la situación de desigualdad salarial en la que se encuentran.

contratos
Una investigadora analizando procesos de catálisis en el laboratorio. Fuente: CSIRO (Wikimedia)

El motivo es que en la vía laboral solo se puede reclamar cuando existe una discriminación efectiva entre dos trabajadores que realizan las mismas funciones de forma simultánea. Algo que ocurrió cuando se incorporaron a sus centros de investigación los beneficiados por las FPU 2015, en septiembre de 2016. En ese momento, según Alberto Marín, “los únicos que seguían cobrando menos eran los que estaban en segundo año de [la tesis y eran beneficiarios de las FPU] 2014, ya que los [FPU] 2013 estaban en su tercer año de contrato y su sueldo ya era el correcto”. “Todos los días voy a mi área de investigación, donde convivo con dos beneficiarios FPU 2015 que están cobrando más que yo, simplemente por ser de otra convocatoria”, lamenta Juan. Todo ello a pesar de que la “letra pequeña” de lasconvocatorias de FPU 2013 y FPU 2014 reconocía explícitamente que «cualquier incremento o reducción de las mencionadas ayudas que se produzca con posterioridad se aplicará a todos los contratos suscritos». Algo a lo que el Ministerio de Educación se ha negado, a pesar de reconocer explícitamente la desigualdad salarial, según afirman los afectados.

Los primeros juicios ya se han celebrado

Los jóvenes decidieron reclamar inicialmente la situación ante los organismos contratantes y el Gobierno, sin éxito. El Ministerio de Educación les negó la posibilidad de aplicar un aumento de su salario como reivindicaban los científicos. “Se excusaban en que se trataba de convocatorias diferentes, aunque reconocían que iban a estudiar fórmulas presupuestarias”, explica a Hipertextual Edgar, otro afectado que trabaja en la Universidad de Zaragoza. “Posteriormente, el Ministerio a través de Comisiones Obreras dijo que sí incrementaría la retribución, pero no hicieron nada”, comenta. “No se trata solo de que sea injusto que personas con el mismo trabajo tengan sueldos distintos, sino que la propia convocatoria FPU 2014 dice que nos deberían incrementar la retribución. Han traspasado los límites de la legalidad”, sostiene Sandra, investigadora predoctoral de la Universidad Complutense de Madrid. Según los afectados, el Gobierno llegó a reconocer la desigualdad salarial y decidió realizar la equiparación salarial que pedían en un acuerdo del Consejo de Ministros de diciembre de 2016:

Con el fin de equiparar las retribuciones de todos los beneficiarios/as, en los dos primeros años de disfrute de la ayuda, y en aras a garantizar la equidad en el sistema de ayudas, se ha introducido una disposición transitoria para regularizar la situación de todos los beneficiarios/as seleccionados por convocatorias anteriores y que a 1 de septiembre de 2016 están en esa situación.

La disposición transitoria, sin embargo, nunca llegó a publicarse en el Boletín Oficial del Estado. “Más claro no lo podían reconocer. La sorpresa fue cuando llegó la convocatoria oficial y esa disposición no figuraba. No nos quedaba ninguna alternativa, nos estaban tomando el pelo”, asegura Edgar. De ahí que muchos afectados demandasen al Ministerio de Educación para que resolviera la situación de desigualdad salarial en la que se encuentran. En los pocos juicios que se han celebrado, el Gobierno defiende que se trata de convocatorias distintas y que el incremento de sueldo no se realizó por el problema del déficit, algo que niegan los perjudicados. Los jóvenes señalan que el Ministerio de Educación no solo aumentó el salario de los beneficiarios de las FPU 2015, que comenzaron a cobrar más desde el inicio de la tesis, sino que también incrementó el número de beneficiarios de las ayudas FPU 2015, que pasaron de ser 800 a 850 investigadores. Una medida que, a su juicio, respondió a intereses electoralistas por la cercanía de los comicios del 20 de diciembre de 2015.contratos predoctoralesEs decir, a diferencia de las convocatorias FPU 2013 y 2014, que establecían sueldos diferentes entre los dos primeros y los dos últimos años de tesis para los 800 beneficiarios de las ayudas, a partir de la convocatoria FPU 2015, los 850 beneficiarios recibirían un salario mayor y uniforme durante los cuatro años de doctorado. “La respuesta del Ministerio sigue siendo la misma, dicen que la convocatoria de FPU 2015 no vincula a las anteriores. Nosotros lo planteamos como una vulneración de un derecho fundamental como la igualdad. Tenemos el mismo contrato y obligaciones, sin embargo estamos cobrando distinto solo por el año de entrada”, afirma Edgar. “No es tanto dinero y nos están dando largas y riéndose de nosotros”, lamenta Juan. Hasta la fecha solo se ha dictado una sentencia, que ha dado la razón al Gobierno. Pese al primer revés judicial, los científicos defienden que la sentencia no es firme y confían en que otros Juzgados le den la razón al resto de demandantes, ya que en los juicios ya celebrados no se pudieron presentar pruebas como las nóminas que demostrarían la diferente retribución o el acuerdo del Consejo de Ministros antes mencionado.

La diferencia salarial, ¿vulnera la igualdad?

Según explica Alberto Marín a Hipertextual, Comisiones Obreras interpondrá a finales de marzo una demanda colectiva por la situación en la que se encuentran los investigadores. El sindicato había decidido esperar a la celebración de los primeros juicios para presentar la reclamación judicial, dado que así se lo habían pedido los afectados. El motivo es que “en cuanto se pone un conflicto colectivo, el Ministerio de Educación pedirá a los jueces la suspensión de los individuales hasta que se resuelva el general”, aclara Marín. El sindicato ha reclamado en varias ocasiones laequiparación salarial de los beneficiarios FPU 2014, algo que de momento no ha ocurrido. Los afectados llegaron incluso a promover una petición en Change.org, donde denunciaban que “el inicio de la carrera investigadora en España se ha convertido en un salto de fe, donde los jóvenes investigadores deben enfrentarse a una precariedad laboral e inestabilidad cada día más acusadas”.

El abogado laboralista Pere Vidal opina que la diferencia salarial detectada «es cuestionable» por la aplicación del principio de igualdad al que las Administraciones están obligadas para con su personal. Es decir, la desigualdad salarial existente entre los distintos investigadores no debería estar ocurriendo si se demuestra que “las tareas, funciones o trabajos que realizan los predoctorales FPU 2015 son iguales que los que realizan los predoctorales FPU 2014″. Como explica el letrado a Hipertextual, el Tribunal Constitucional ha dejado claro que, mientras que las empresas gozan de un amplio margen sobre la retribución de sus empleados siempre que no se discrimine a los trabajadores, no ocurre lo mismo con la Administración pública. En este segundo caso, se debe demostrar que, efectivamente, se dan las mismas situaciones entre los trabajadores de las diferentes convocatorias FPU mencionadas y que no existe justificación para un trato desigual, tal y como defienden los afectados.“Si la normativa establece que cualquier incremento o reducción de la cuantía de las becas predoctorales se aplica a las posteriores, entonces las personas contratadas con contratos anteriores deberían ver incrementada su retribución en idéntica cuantía que los nuevos”, afirma el abogado laboralista Fabián Valero. El jurista señala aHipertextual que, respecto al argumento del déficit que esgrime el Gobierno, existe un auto del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que respondería a esta cuestión. “El Auto Popescu establece que no puede haber diferencia de trato alegando cuestiones presupuestarias, si bien ese Auto aborda la diferencia de trato entre trabajadores fijos y temporales, y no entre temporales entre sí”, apunta. Sin embargo, el letrado de Zeres Abogados insiste en que “si la norma dice que se puede incrementar y rebajar deben proceder al incremento, pues el punto importante es que precisamente la normativa prevé la posibilidad de reducción por esas mismas causas presupuestarias”.

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Fuente: Pixabay.

La opinión es compartida por el Dr. Cristóbal Molina, catedrático de Derecho del Trabajo de la Universidad de Jaén. «Para que haya igualdad de trato –en este caso salarial- es necesario que hallen un término objetivamente comparable», afirma. A su juicio, «si las convocatorias son exactamente iguales, y la única diferencia es el año, entonces no hay justificación razonable para la diferencia, porque no hay nada objetivo que lo justifique, salvo el año, pero ese dato no es objetivo, sino arbitrario, porque el año es algo aleatorio». Molina reconoce que no conoce a fondo la problemática de los FPU 2013 y 2014, pero sostiene que “para el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, un derecho fundamental –laprohibición de discriminación– no puede aceptar restricciones tan sólo por exigencias presupuestarias, pues el derecho fundamental pesa más”. «La diferencia retributiva no se puede basar sólo en la fecha de convocatoria y en exigencias presupuestarias, si realizan lo mismo y tienen las mismas condiciones de empleo y de trabajo», dice Molina.Hipertextual se ha puesto en contacto con el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte para conocer su versión sobre un problema que ha afectado a 1.600 investigadores predoctorales de toda España, aunque solo la mitad puedan reclamar por la vía laboral. En el momento de la publicación de este artículo, el Gobierno no había respondido a las preguntas al respecto formuladas por este medio. «El mundo de la investigación es ya de por sí muy precario, pero con este tipo de discriminaciones se está acentuando aún más el declive en la profesión», concluye Juan, que confía en que la situación de desigualdad salarial se solucione lo antes posible.

Fuente: https://hipertextual.com/2017/03/predoctorales-fpu-desigualdad-salarial

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