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10 grandes diferencias entre el sistema educativo finlandés y la educación convencional

Finlandia / 13 de enero de 2019 / Autor: Redacción / Fuente: Latin Money

Como ya muchos saben, el sistema educativo finlandés ha sido durante mucho tiempo el mejor clasificado en todo tipo de evaluaciones. Según los estudios internacionales realizados cada tres años por la organización PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes), los alumnos finlandeses son los que más han demostrado Alto nivel de conocimiento en el mundo. También se convirtieron en los niños que más leen, ocupan el segundo lugar en ciencias naturales y el quinto en matemáticas.

Sin embargo, no son solo estos rankings los que hacen que la comunidad educativa mundial admire. Es increíble que, con puntuaciones tan altas, los alumnos finlandeses pasen menos tiempo estudiando que sus compañeros en otros países.

Aquí les compartiremos 10 comparaciones entre la educación finlandesa y la educación convencional que emplean algunos países.

#1. EN FINLANDIA LOS HORARIOS DE CLASES SON FLEXIBLES

Las horas de clases en Finlandia empiezan desde las 09:00 de la mañana hasta las 15:00 horas, dentro de clases hay una pausa de 15 minutos entre cada curso tomado, cuentan con recreos intermedios en donde los estudiantes pueden disfrutar de sus refrigerios.

Educación convencional

Los estudiantes son obligados a acudir en un horario rígido y autoritario que empieza a las 07:00 de la mañana, privándoles son horas de sueño, lo que origina un rechazo hacia su colegio, tienen en muchos casos 3 horas continuas de cursos como las matemáticas y ciencias, lo que hace que algunos alumnos terminen durmiéndose en clases.

#2. EN FINLANDIA TODAS LAS ESCUELAS SON IGUALES

No hay escuela para las “elites”, ni para los “débiles”. En la escuela más grande del país, estudian 960 alumnos y en la más pequeña solo 11. Todos tienen absolutamente el mismo equipo, oportunidades y financiamiento proporcional. Casi todos los establecimientos son públicos. Sólo hay una docena de escuelas privadas. Todas deben contar con laboratorios pedagógicos originales, de acuerdo con la instrucción elegida.

Educación convencional

En la educación convencional, el estado no llega a todas las localidades, existen un sinnúmero de escuelas privadas, en donde la educación no es la adecuada, otras que si son consideradas optimas cobran sumas exorbitantes, creando una sensación de desigualdad para quienes no cuentan con los recursos económicos para poder darles una mejor educación a sus hijos.

#3. EN FINLANDIA EXISTE LA IGUALDAD DE LOS CURSOS Y HABILIDADES

No se aprueba el estudio a fondo de ciertos temas en detrimento de otros. En Finlandia, no se considera que las matemáticas son, por ejemplo, más importantes que el arte. La única excepción es la creación de clases para niños superdotados en pintura, música y deportes.

Educación convencional

En la educación convencional, priorizan cursos como las matemáticas y las ciencias, desplazando a los alumnos que no son buenos para estas materias, existen incluso colegios que llevan por nombre “Los matemáticos, los ingenieros, las ciencias aplicadas, etc.” Esto definitivamente origina una falsa idea de que si no eres bueno en matemáticas eres un mediocre.

#4. EN FINLANDIA EXISTE LA IGUALDAD DE LOS ESTUDIANTES

Los finlandeses no colocan a los estudiantes en el aula de acuerdo con sus habilidades o preferencias profesionales. Tampoco hay un estudiante “malo” o “bueno”. La comparación de alumnos entre sí está prohibida. Los niños dotados y los niños superdotados se consideran “especiales” y estudian juntos.

Educación convencional

Con algunas excepciones, no existe tal cosa, muchas veces los maestros no saben llegar al alumno e identificar sus cualidades.

#5. EN FINLANDIA EXISTE LA IGUALDAD DE MAESTROS

No hay maestros que sean favoritos, ni tampoco los odiados. Los maestros mismos no distinguen entre estudiantes buenos y malos. Cualquier infracción de esta regla lleva a la terminación del contrato con dicho maestro. Los educadores finlandeses solo deben hacer su trabajo como entrenadores. Todos son igualmente importantes en el trabajo, el grupo literario, científico o de educación física.

Educación convencional

En la educación convencional, seleccionan a los maestros y dan prioridad e incluso son mejor remunerados los que se dedican a las matemáticas, la literatura y las ciencias, los maestros de educación física o de arte, entre otros; son los menos remunerados y menos contratados. En algunos países, por ejemplo, la educación física fue descartada por que se consideraba no esencial en el aprendizaje.

#6. EN FINLANDIA EXISTE LA IGUALDAD DE DERECHOS ENTRE EL ADULTO (MAESTRO, PADRE) Y EL NIÑO

Los finlandeses llaman a este principio “actitud respetuosa hacia el alumno”. Desde la primera clase, se informa a los niños sobre sus derechos, incluido el derecho a “quejarse” ante los adultos acerca de un trabajador social. Esto deja claro a los padres finlandeses que su hijo es una persona independiente y que está prohibido ofenderlo por palabra o castigo corporal. La humillación de los alumnos por parte de los profesores está prohibida debido a las peculiaridades adoptadas en la legislación laboral finlandesa sobre la profesión del profesor.

Educación convencional

Este es otro grave problema de la educación convencional, muchas veces etiquetan a los alumnos como “el más inquieto”, “el más irresponsable”, “el menos inteligente”, etc., (en épocas pasadas, los casos de bullying eran perpetrados incluso por los mismos maestros hacia los alumnos), los mismos padres dan su autorización al profesor para que “corrija” (con castigo físico) a sus hijos si no obedecen.

#7. EN FINLANDIA NO EXISTEN LOS EXÁMENES ESTRESANTES

La gente finlandesa suele decir: “O nos estamos preparando para la vida, o nos estamos preparando para los exámenes y estamos eligiendo la primera opción”. Como resultado, no hay exámenes en las escuelas finlandesas. Los controles y las pruebas intermedias son a discreción del profesor. Solo hay un examen estandarizado obligatorio al final del ciclo secundario. Los maestros no se preocupan por los resultados, no los tienen en cuenta y no preparan específicamente a los niños para esta prueba.

Educación convencional

En la educación convencional, los estudiantes están estresados con la idea de rendir los exámenes (parciales, intermedios y finales), los maestros muchas veces, son quienes ejercen esa presión al decirles “no se olviden de estudiar para el examen” creando una sensación de angustia y terror a esta simple idea, ya que, de fallar, la consecuencia es muchas veces la desaprobación del curso.

#8. EN FINLANDIA PREPARAN A LOS ESTUDIANTES SOBRE FINANZAS

Sólo lo que puede ser necesario en la vida práctica se enseña en la escuela. Los registros no son útiles, no son estudiados. Pero desde una edad temprana, los niños saben qué es una cartera, un contrato, una tarjeta bancaria. Pueden calcular el porcentaje del impuesto sobre el patrimonio o los ingresos, crear una tarjeta de visita en línea en Internet, pueden calcular el precio de los bienes después de varios descuentos.

Educación convencional

Siendo algo tan importante, y que los futuros ciudadanos deben aprender, en la educación convencional esto no es ni remotamente una prioridad, prefieren mantener a los alumnos aprendiendo el nombre de los ríos, los años de las guerras y uno que otro curso sin ningún sentido y que bien podría ser estudiado con el internet.

#9. EN FINLANDIA SABEN RECONOCER LAS HABILIDADES DE LOS ESTUDIANTES

Los maestros intentan captar la atención del alumno, pero si él o ella no tiene ningún interés en absoluto o no tiene la capacidad de aprender, está orientado hacia un aprendizaje significativo para una profesión “simple”. No es bombardeado con malas notas. Todos no construyen aviones, alguien debe manejar bien los autobuses.

Educación convencional

Este es otro gran problema del que adolece la educación convencional, se cree que todos los estudiantes están hechos para que sean buenos en las matemáticas, literatura o ciencias sociales, luego de eso si el alumno no rinde en cualquiera de estas materias los consideran como no aptos, irresponsables, flojos y ciertamente los desaprueban del curso, teniendo que repetir nuevamente el año.

#10. EN FINLANDIA PREPARAN A LOS NIÑOS PARA SER INDEPENDIENTES Y EXITOSOS

Los finlandeses creen que el papel de la escuela es preparar al niño para una vida futura independiente y exitosa. Por lo tanto, la escuela enseña a pensar y adquirir conocimiento por uno mismo. Lo importante no es aprender las fórmulas, sino saber usar un directorio, un texto, Internet, una calculadora. Todos los recursos necesarios para resolver problemas comunes.

Educación convencional

Muchas veces en la educación convencional todo se trata de imposición, los maestros determinan que está bien y que no, en base a su juicio y criterio, “encasillan” a los alumnos y no les dan la oportunidad de pensar libremente o tener ideas distintas, todo se basa en la “currícula escolar” que otorga el estado, nadie puede salirse de esos parámetros.

Fuente de la Noticia:

https://latinmoney.net/10-grandes-diferencias-entre-el-sistema-educativo-finlandes-y-la-educacion-convencional/

ove/mahv

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Programación del Portal Otras Voces en Educación del Domingo 13 de enero de 2019: hora tras hora (24×24)

13 de enero de 2019 / Autor: Editores OVE

Recomendamos la lectura del portal Otras Voces en Educación en su edición del día domingo 9 de diciembre de 2018. Esta selección y programación la realizan investigador@s del GT CLACSO «Reformas y Contrarreformas Educativas», la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, organización miembro de la CLADE y el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) registrado en el IESALC UNESCO.

00:00:00 – Argentina: El cierre de las 14 escuelas ya es un hecho

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297863

01:00:00 – Clara Cordero: “Móviles en el aula, sí “

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297871

02:00:00 – México: Universidades, con deudas de 19,209 mdp

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297868

03:00:00 – Conoce a los 7 profesores latinoamericanos que podrían llegar a ganar el “Nobel de la enseñanza”

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297877

04:00:00 – Educación implementará nuevo método para enseñar Matemáticas, ¿en qué consiste?

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297985

05:00:00 – Libro: Pedagogía y Formación Docente (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298063

06:00:00 – Colombia: Líderes universitarios dicen que paro estudiantil continúa y llaman a marchar nuevamente

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297994

07:00:00 – Neurociencia, ¿una aliada para mejorar la educación?

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297976

08:00:00 – Trenzar. Revista de Educación Popular, Pedagogía Crítica e Investigación Militante N°1 (octubre 2018 -marzo 2019) – PDF

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298066

09:00:00 – Educación humanizadora y deshumanizadora

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298069

10:00:00 – Libro: Pedagogía del aburrido (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298079

11:00:00 – El ir y venir de las modas educativas

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297991

12:00:00 – Calendario docente 2019 (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298083

13:00:00 – Bajo rendimiento escolar: 10 Pautas para evitar el fracaso escolar

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297874

14:00:00 – Bolsonaro acusa al marxismo de causar bajo nivel educativo en Brasil

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298088

15:00:00 – De la piel a la pedagogía: las 10 «p» de la educación

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297982

16:00:00 – 10 grandes diferencias entre el sistema educativo finlandés y la educación convencional

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298091

17:00:00 – Neoliberalismo educativo: educando al nuevo sujeto neoliberal*

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298072

18:00:00 – Paraguay: Critican sistema de evaluación PISA-D

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298097

19:00:00 – La crisis del Reformismo Educativo

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/297988

20:00:00 – Eduy 21 propone «blindar el cambio educativo» con presupuesto adicional de 1% del PBI

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298094

21:00:00 – Henry Giroux: ¿Por qué es hoy necesaria la Educación Crítica? (Video)

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22:00:00 – ¿Por qué el modelo educativo japonés es uno de los mejores del mundo?

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298076

23:00:00 – Aulas violentas: el acoso y la agresión en la escuela (Video)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298103

En nuestro portal Otras Voces en Educación (OVE) encontrará noticias, artículos, libros, videos, entrevistas y más sobre el acontecer educativo mundial cada hora.

ove/mahv

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OCDE: Panamá ingresa a mecanismo de intercambio de datos financieros

Panamá / www.prensa-latina.cu/ 17 de Enero de 2018

Panamá oficializó hoy su ingreso al mecanismo multilateral de intercambio de información financiera de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en un acto celebrado en esta capital.

En presencia del subsecretario general de la entidad, Masamichi Kono, el director general de ingresos de Panamá, Publio Ricardo Cortés, suscribió el compromiso de la nación centroamericana, que comenzará a aplicarse en septiembre y permitirá poner fin al secreto bancario.

El mecanismo de la OCDE permite intercambiar información financiera en un marco multilateral con el objetivo de luchar contra la evasión fiscal, y actualmente cuenta con 98 firmantes.

En el acto, el subsecretario de la OCDE felicitó a Panamá por ese paso que muestra ‘el compromiso del país’ con la transparencia financiera, según afirmó.

Esa nación protagonizó una filtración masiva de documentos ocurrida en 2016 y denominada Papeles de Panamá, que reveló las actividades del despacho de abogados Mossack Fonseca para ayudar a personalidades internacionales e instituciones a ocultar sus millonarias posesiones. Se trató de uno de los mayores escándalos de evasión fiscal en los últimos tiempos, y colocó a Panamá en una situación compleja.

De hecho, en diciembre último la Unión Europea le incluyó en la lista negra de 17 países o entidades que no realizan los esfuerzos necesarios para combatir el lavado de capitales y la evasión fiscal.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=144997&SEO=ocde-panama-ingresa-a-mecanismo-de-intercambio-de-datos-financieros
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La crisis global

Por: Rodolfo Bueno

¿Por qué nadie dice nada y no se hace caso al que habla? ¿Acaso no conocen que hoy circula demasiado papel moneda? ¿Será tal vez porque no se adquiere al mismo tiempo la totalidad de bienes?, puesto que bastaría con que algunos multimillonarios intentaran adquirir las posesiones del mundo, para que cayeran en cuenta de que para tanto dinero virtual no hay suficientes bienes terrenales. Según Chomsky, nueve de cada diez dólares que circulan por el mundo son especulativos y nada ni nadie los respalda.

Por otra parte, quien luego de su jubilación desee una buena pensión coloca su capital en un fondo de pensiones y aspira conseguir la más alta rentabilidad posible, sin que le importe lo que el banco haga con su dinero ni que ese lucro esté por encima del crecimiento real de los bienes y servicios globales. Nada le importa, sólo quiere réditos. ¿Y qué hace el banco con esos fondos? Prestarlo para obtener utilidades. Todo es legal, se trata de negocios, y de nada más.

Lo más importante, complejo y oscuro de este asunto, es que en el mundo existe una enorme deuda, contraída bajo la expectativa de que la economía mundial continuará expandiéndose como en el pasado, que existe el crecimiento continuo y que quien pide un préstamo va a vivir económicamente mejor cuando lo pague que cuando lo obtuvo, porque la probabilidad de que pague el capital y los intereses es alta. Debido a este crecimiento las corporaciones van a seguir desarrollándose y, bajo este supuesto, casi todo el mundo podrá cancelar sus deudas e intereses.

Se minimiza la posibilidad de que cuando los deudores deban reembolsar los préstamos estén en peores condiciones económicas que cuando se endeudaron, que no tengan empleo y no puedan pagar sus deudas, no se toma en cuenta el riesgo de que las empresas endeudas quiebren o sean incapaces de reembolsar sus deudas por causa de que muchos de sus deudores suspendieron sus pagos, ni la imposibilidad de cobrar los créditos otorgados, sea a bancos, a compañías de seguros o a fondos de pensión, que pudieran tener dificultades financieras; en estas operaciones se subestiman los cálculos del riesgo financiero. A mayor descuido en el manejo de los créditos, mayores beneficios para las empresas crediticias, parecería rezar este letal axioma. Los malabarismos numéricos y la falta de control del riesgo financiero han desencadenado el actual caos económico y encubren la futura crisis.

Tampoco se considera la eventualidad de que las empresas de inversión pudieran hacer estafas premeditadas, vendiendo bonos con datos distorsionados para embaucar a los tenedores. Por ejemplo, así actuó Lehman Brothers, que poco antes de su colapso ocultó en sus balances 50.000 millones de dólares de activos con problemas, método que, para evitar restricciones a su endeudamiento, fue copiado por algunos gobiernos. Grecia evadió los controles de la Unión Europea, lo mismo hizo Portugal para tomar préstamos del Deutsche Bank. Esto hizo tambalear a todo el sistema financiero mundial y desató la sensación generalizada de que pronto sobrevendría el colapso global. La pesadilla se volvió de espanto cuando Dubai cesó el pago de sus obligaciones, pues los jeques despilfarradores no pudieron cancelar sus deudas.

También pudiera pasar que para ese entonces existiera tanta deuda incobrable que los bancos, las aseguradoras y el sistema monetario se derrumbaren; entonces, para que el sistema no colapse, los gobiernos se harían cargo de las deudas, lo que probablemente conduciría a una hiperinflación. De ser así, la gente y las empresas perderían sus ahorros, ya sea porque no habría dinero disponible o porque, por la inflación galopante, el dinero valdría tan poco que no serviría para nada. En ambos casos, las transacciones simples, como son la compra de alimentos o el pago de salarios, serían muy difíciles de realizar; en cualquier caso, el mundo venidero sería bastante distinto del de ahora.

La crisis actual es el efecto directo de la globalización, porque los productores buscaron fabricar sus productos a un menor costo gracias a los bajos salarios existentes en la China e India. Esta producción, sin el adecuado salario, dificulta la venta de los bienes que se han incrementado por encima de su demanda. Se oculta, por lo pronto, que la crisis económica-financiera es la parte visible del problema, es sólo el efecto y no la causa, pues la misma tiene sus verdaderas raíces en el agotamiento de los recursos petroleros, sustento de la sociedad moderna. El modelo actual de desarrollo se está agotando pero, al mismo tiempo, está devorando la parte bella del planeta.

El abaratamiento del petróleo es momentáneo, es parte de la guerra económica que se da entre las grandes potencias; sin embargo, a medida en que sus reservas disminuyan se producirá una subida vertiginosa de los precios del petróleo. Es inevitable la escalada de los precios del petróleo, de las materias primas y de los alimentos y será provocada por el pánico especulativo, que no se rige por la racionalidad del mercado, aunque la mayoría de los economistas suponga que las leyes del mercado son inmutables. Bastaría con que se produjera un conato de guerra en el golfo Pérsico o el estrecho de Malaca, para que el mercado de alimentos tuviera poca oferta para sus clientes y los más de 300 millones de vehículos que hay en EEUU se quedasen sin combustible. La crisis energética es más dañina que la económica-financiera.

El alto precio del petróleo genera el incremento del costo de cualquier tipo de energía y, por ende, el de los alimentos, porque el petróleo se usa para producirlos, trasportarlos y consumirlos. El sistema productivo actual se vería afectado porque los derivados del petróleo se utilizan en todo medio de producción. La crisis global obligaría a la gente a adquirir los bienes indispensables y no comprar los suntuosos, lo que conlleva el cierre de empresas y que la crisis se profundice. Los que pierdan sus trabajos no podrían pagar ni las hipotecas ni las deudas. Claro que se está a tiempo para planificar modos de producción que sustituyan a los actuales, pero nadie lo hace.

El uso intensivo de los recursos naturales, el petróleo, el gas natural, el agua dulce y las tierras cultivables, contribuye a la contaminación del aire, de la tierra y del agua del planeta y parece que también, al calentamiento global. Por eso, parte importante de la crisis actual es la degradación del medio ambiente, pues el desastre climático actual es superior a todo lo conocido hasta ahora. Últimamente, el deshielo de los glaciares y el crecimiento del nivel de los océanos y mares han provocado el incremento del deterioro ambiental y ojalá que no se llegue al límite en que estas deformaciones se conviertan en un fenómeno irreversible. Es ruin que la degradación de la naturaleza se la atribuya a la irresponsabilidad del hombre, sin señalar al verdadero culpable, el sistema productivo actual que de por sí mismo es autodestructivo. La crisis ambiental es consecuencia de un sistema social basado en el lucro, y sólo en el lucro, que se sustenta en el consumo de los recursos no renovables, que emiten gases de efecto invernadero (GEI) y contribuyen al calentamiento global.

Es patética la falta de acuerdos gubernamentales para solucionar el deterioro ambiental. El Presidente Trump se niega a pagar el costo de evitar el desastre y no hay razón que escuche ni fuerza que le obligue a acordar algo; en consecuencia, las emisiones dañinas no se reducen ni se establecen mecanismos para lograr este objetivo. Estados Unidos bloquea cualquier tratado, pese a que consume el 25% de los recursos petroleros y sólo posee el 5% de la población mundial. El resto del mundo no se queda atrás y se resiste a limitar su crecimiento o a considerar controles externos sobre sus emisiones.

La concentración de GEI en la atmósfera es mucho mayor a partir de la era industrial que todo lo que hubo antes en la historia. Tal como van las cosas, el problema se seguirá complicando porque no se toman medidas correctivas para evitar que los casquetes polares y los glaciares se sigan derritiendo y que se incremente la temperatura global de la Tierra en dos décimas de grado centígrado por década. Lo peor del caso es que en la medida que el planeta se caliente, menor será su capacidad de absorción de GEI y el calentamiento global y el aumento del nivel de los océanos continuarán en los siglos venideros aunque se adopten los correctivos exigidos.

El cambio climático es en parte resultado del consumo excesivo de combustibles fósiles y la solución consiste en revertir el modelo de desarrollo actual, sustentado en la explotación inmisericorde de la población más vulnerable, con consecuencias lesivas para el habitante de las zonas de alto riesgo. La salida racional es establecer un renovado modelo de desarrollo, bajo en emisiones de GEI, o sea, la adopción de un sistema social en el que la austeridad para todos sea determinante en las normas de vida. Pero los poderosos han decidido acusar a los pobres de destrozar el planeta y culpan al exceso de población en la Tierra, mayoritariamente miserable, de ser el causante del cambio climático, lo que es una verdadera falacia, pues lo cierto es que el 10% de la población rica produce el 90% de la contaminación ambiental; un multimillonario malgasta en diez minutos de su ostentosa vida más de lo que cualquier pobre consume en el transcurso de su paupérrima existencia.

Culpables de la crisis actual no faltan: los banqueros ambiciosos, los políticos venales, los prestamistas imprudentes o una combinación de los tres. Surgen preguntas: ¿Cómo es posible que esa gente se comporte como se comporta? Si a nadie le gusta perder dinero, ni siquiera el banquero sin un ápice de escrúpulos, ¿entonces por qué tomaron tales riesgos suicidas? Tal vez la repuesta se encuentre en Epimeteo, personaje de la mitología griega que no ve más allá de sus narices y sólo reflexiona tardíamente, o el poema de Goethe según el cual el hombre es un aprendiz de brujo.

El éxito de este sistema autodestructivo significará el suicidio de la humanidad, será el inicio del caos, de un nuevo orden muy difícil de entender para los que tenemos un buen trabajo y una vida cómoda. El mundo se volverá estrecho para el género humano y no habrá cabida para todos, especialmente para los que lo hemos despedazado con nuestra vida fantoche; sus pedazos caerán sobre nosotros, cubriendo nuestras sepulturas. Lo que nos espera no es la anarquía, que sería una bendición si aconteciera, es la venganza cruel de los que heredan una naturaleza en ruinas. Desastrosa. Y será peor que las pestes del medievo; se trata del colapso global luego del sálvese el que pueda.

¿Hay salida? Sí la hay, y está en nosotros. Debemos generar un cambio de consciencia, comenzando con la nuestra propia. Para que todo cambie, uno mismo debe cambiar. No es fácil, pero es indispensable. La revolución es espiritual.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=236470

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Los fondos buitre también actúan en el ámbito de las deudas familiares

Por: Eric Toussait

Gracias a la campaña internacional lanzada por el CADTM, se conoce muy bien la acción nefasta de los fondos buitre con respecto a las deudas soberanas: compran títulos de la deuda soberana a precio de saldo (de un 5 a un 20% del valor inicial) antes de recurrir a los tribunales para recuperar el máximo del valor de la deuda.

El mismo tipo de actividad está en plena expansión en el ámbito de las deudas familiares. Hay que señalar que las posibilidades son enormes ya que en Europa el volumen de créditos privados en suspensión de pagos llega a mil millardos de euros (1.000.000.000.000 €). |1| Debido al empobrecimiento de las clases populares, el volumen de estos impagos de deudas familiares y de microempresas aumentará inevitablemente.

El modo operativo de los fondos buitre en el ámbito de las deudas privadas es simple. Compran paquetes de deudas impagadas, principalmente a bancos, |2| a sociedades de telefonía móvil, a sociedades de crédito inmobiliario o empresas de suministro de energía a particulares. En general, esos fondos buitre adquieren esos impagos al 10 % de su valor y luego mediante el acoso a las personas endeudadas, y también por procedimientos legales, tratan de recuperar del 20 al 30 % del valor inicial de la deuda .

Parece que en Europa las sociedades financieras especializadas en ese tipo de actividades carroñeras se desarrollaron activamente, en primer lugar en Escandinavia, debido a la crisis bancaria de los años 1980-1990. Hablamos de la firma sueca Intrum y de Aktiv Kapital (una filial del grupo estadounidense PRA).

Según un estudio publicado por el banco Morgan Stanley, el volumen total de paquetes de deudas impagadas, en posesión de las siete principales sociedades financieras especializadas en la recuperación de la deuda familiar en Europa se duplicó entre 2014 y 2017, pasando de cerca de 4.000 millones de libras esterlinas a un poco más de 8.000 millones (Financial Times, 23 de noviembre de 2017). En 2016 Intrum obtuvo unos beneficios de 197 millones de euros. Cabot, una sociedad británica, 155 millones de euros; Arrow, británica, 118 millones de euros; Hoist, británica, 93 millones de euros; Kruk, una sociedad polaca, ganó 91 millones de euros. En la página web de Arrow podemos leer que 4 millones de familias se encuentran en suspensión de pagos en Gran Bretaña.

En octubre de 2017, Intrum compró en Grecia un paquete de deudas impagadas por un monto de 40 millones de euros. Pero, probablemente, haya pagado solamente 1,2 millones de euros por esa adquisición, o sea, el 3 % de su valor nominal. Según el director de Intrum, Mikael Ericsson, el mercado griego de deudas impagadas de familias ofrece un extraordinario potencial de expansión, ya que en 2017 cerca del 50 % de las deudas están en suspensión de pagos. |3| Es el equivalente, dice, del mercado formado por Europa central y del este.

Cartografía de las deudas impagadas en porcentaje del monto total de créditos concedidos por los bancos en la Unión Europea al 30 de septiembre de 2015.

Con una competencia en aumento entre los fondos buitre, el rendimiento desciende. Mientras que hace 5 años, una «inversión» de un millón de euros en la compra de deudas impagadas podía permitir obtener 3 millones, en 2017 los fondos buitre sacan entre 1,8 y 2 millones.

Hay otros fondos buitre activos en la compra de esas deudas, como el tristemente célebre fondo Elliot cuyo dueño es Paul Singer. Elliot compró a dos bancos españoles, Banco Popular (adquirido por el banco Santader en mayo de 2017) y Bankia, paquetes de deudas impagadas (véase Fátima Martín, «Los fondos buitre carroñean con lo más básico: Techo, pan y luz»). El grupo estadounidenses Blackstone se volvió también muy activo en España (véase en castellano: Fátima Martín, «Blackstone, el casero buitre global: De los alquileres protegidos de Madrid a los narcopisos de Barcelona»). Blackstone tiene actividades muy diversificadas: en principio, se especializa en la concesión de créditos de riesgo a microempresas y a PYMES. Para eso, Blackstone se dotó de una división especial de desarrollo de ese tipo de actividades: GSO. Esa división propone contratos de deudas simplificados, mucho más arriesgados y con mayor remuneración, lo que le permite atraer a pequeñas y medianas empresas (PYMES) que ya no tienen acceso a los créditos bancarios normales. Por otro lado, GSO atrae igualmente a los inversores en búsqueda del máximo rendimiento, en particular, a los fondos de pensiones. A éstos les propone que den un anticipo de fondos para prestarlos a las microempresas privadas y a las PYMES. En cierto modo, el Financial Times, en su edición del 17 de noviembre de 2017, hace sonar la alarma al anunciar que los fondos de pensiones hacen correr grandes riesgos al ahorro de sus miembros, debido a su inversión en los productos creados por GSO. |4| Por lo tanto, en principio, Blackstone es un prestamista —que atrae los fondos de pensiones a la búsqueda de altos rendimientos— y finaliza el ciclo comprando las carteras de deudas impagadas.

Cuando la burbuja inmobiliaria estalló en Japón (años 1990), en Estados Unidos (2006-2007), en Irlanda e Islandia (2008), en España (2009), decenas de millones de familias de clases populares fueron abocadas a la suspensión de pagos, y comenzaron a ser víctimas de desalojos masivos. En Estados Unidos, desde 2016, 14 millones de familias fueron desposeídas de sus viviendas por los bancos. En España, son más de 300.000 familias. En un contexto en el que el salario real está bajando, el desempleo es masivo y las condiciones de préstamos son abusivas, esas deudas provocan efectos catastróficos para una parte creciente de las clases populares. A menudo, esa población tiene que financiar a crédito su consumo corriente, puesto que sus ingresos normales no alcanzan para pagar los gastos de alimentación, vivienda, vestimenta, calefacción, electricidad, salud, educación… Hay firmas que se especializan en las ventas a crédito a sectores frágiles de la población. A veces, esos préstamos comienzan con un interés cero, con el fin de atraer a los clientes, pero los tipos de interés aumentan rápidamente si aparecen retrasos en el pago, y comienza el acoso. Otra vez más, nos enfrentamos en los países del Norte a un fenómeno masivo de brutal desposesión. Las deudas privadas tienen un papel clave. En Estados Unidos, la justicia contabilizó no menos de 500.000 casos de contratos inmobiliarios abusivos y fraudulentos, pero la cifra real es, indudablemente, mucho más elevada. En España, la legislación utilizada por los banqueros para desalojar a las familias de sus viviendas data de la época del dictador Franco. En Grecia, en el marco del tercer memorando aceptado por el gobierno de Tsipras en 2015, los bancos comienzan a tener las manos libres para desalojar a las familias incapaces de pagar sus deudas hipotecarias.

La nueva crisis internacional, que comenzó en 2007, reveló el comportamiento fraudulento de los bancos. Como consecuencia de las expulsiones masivas de las viviendas que se sucedieron en Estados Unidos, España y otros países, cada vez hay más personas que cuestionan esas deudas. Y esto pasa incluso en países donde la obligación de pagar un crédito era, en general, incuestionable. Ada Colau, alcaldesa de Barcelona desde 2015, reunió alrededor de su persona un importante apoyo popular por haber participado activamente en la plataforma contra los desalojos, realizados por los bancos, de familias incapaces de continuar pagando sus hipotecas. Algunos años antes, hubiera sido inimaginable que una mujer o un hombre fuera elegido para ejercer altos cargos después de haber organizado ocupaciones ilegales de bancos, para defender las familias que no podían seguir pagando sus deudas.

Por todo el mundo, los movimientos sociales y el CADTM cuestionan el pago de deudas privadas ilegítimas, ya sean hipotecarias o de estudiantes, ya sean reclamadas por grandes bancos privados, por agencias de cobro de deudas, por fondos buitre o por agencias de microcrédito.

Notas:

|1| 1 000 millardos € de deudas en suspensión de pagos (conocido también por la sigla inglesa NPL, Non performing loans). Eso representa, según la Autoridad bancaria europea, el 5 % del total de los créditos concedidos por los bancos de la Unión Europea.

|2| Los bancos son presionados por las autoridades de control y por el BCE para deshacerse de las deudas impagadas (NPLs) revendiéndolas a precios de saldo a terceros, como los fondos buitre.

|3| Sobre las causas de esa elevadísima cantidad en Grecia, véase Éric Toussaint «Grecia: los bancos en el origen de la crisis», publicado el 11 de enero de 2917

|4| Financial Times, «Blackstone offers “cove-lite” business loans», 17 de noviembre de 2017.

Traducido por Griselda Pinero

Eric Toussaint es maître de conférence en la Universidad de Lieja, es el portavoz de CADTM Internacional y es miembro del Consejo Científico de ATTAC Francia. Es autor de diversos libros, entre ellos: Procès d’un homme exemplaire , Ediciones Al Dante, Marsella, 2013; Una mirada al retrovisor: el neoliberalismo desde sus orígenes hasta la actualidad, Icaria, 2010; La Deuda o la Vida (escrito junto con Damien Millet) Icaria, Barcelona, 2011; La crisis global, El Viejo Topo, Barcelona, 2010; La bolsa o la vida: las finanzas contra los pueblos, Gakoa, 2002. Es coautor junto con Damien Millet del libro AAA, Audit, Annulation, Autre politique , Le Seuil, París, 2012. Este último libro ha recibido el premio Prix du livre politique, otorgado por la Feria del libro político de Lieja. Ultimo libro: Bancocracia Icaria Editorial, Barcelona 2015. Es coordinador de las publicaciones Comisión de la Verdad Sobre la Deuda.

Fuente: http://www.cadtm.org/Los-fondos-buitre-tambien-actuan

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Revista Economía de la Universidad Central del Ecuador: El supra-poder monetario

Reflexiones desde una economía dolarizada

Por: Jhon Cajas Guijarro

“El estudio del dinero, por sobre todos los otros campos en la teoría económica, es uno en donde la complejidad se utiliza para disfrazar la verdad o para evadir la verdad, no para revelarla. El proceso por medio del cual los bancos crean dinero es tan simple que repele la mente. Con algo tan importante, un misterio más profundo sería lo decente.”

 John Kenneth Galbraith (1908-2006)

El dinero es de los mayores enigmas de la -mal llamada- “ciencia” económica. Si uno quiere ver a un economista llenar su rostro de colores, podría preguntarle ¿qué es el dinero? Unos dirán que el dinero es la “mercancía universal” que refleja el valor de las demás mercancías (Marx, 1867, p.100). Otros, que el dinero es “aquello” que permite saldar deudas y precios, y sirve de reserva de un “poder general de compra” (Keynes, 1930, p.3), o que el dinero es como un “bono” (es decir, crédito) (Minsky, 1985, p.13). También habrá quienes vean al dinero como mero aceite que mantiene “engrasada a la máquina económica” (Friedman, 1968, p.13), e incluso quienes -ya colmando la paciencia- afirmen que “el dinero es lo que el dinero hace” (Hicks, 1967, p.1).

Más allá de las definiciones, algo es claro: quien tiene dinero, tiene un poder social estructural, es decir, puede influir en las estructuras sociales creadas por las relaciones humanas. Aunque esa influencia puede ser consciente, no siempre genera los resultados deseados por quienes la poseen (ver Dutt, 2015; Guzzini, 1993). Pero aun así, el dueño de dinero tiene a su alcance prácticamente “todas las habilidades humanas” (Marx, 1844, p.325):

[E]l dinero es el verdadero cerebro de todas las cosas […] el idiota puede comprar a los inteligentes, ¿y, acaso, quien tiene poder sobre los inteligentes no es más inteligente que ellos? (1844, p.324, traducción propia).

Tal es el poder que adquiere el dueño del dinero que hasta puede -en cierta manera- extender su propia vida apropiándose de la vida de los demás. Para su dueño, el dinero “es la otrapersona” (Marx, 1844, p.323, énfasis en el original). En términos psicológicos, el dinero parece disminuir nuestra ansiedad frente a la exclusión social, frente al dolor (Zhou et al., 2009) e incluso frente a la muerte (Zaleskiewicz et al., 2013). Semejante potencia del dinero podría ayudarnos a entender algunos de los “elementos psicológicos” que están detrás de la preferencia por la liquidez y el miedo frente a la incertidumbre (Keynes, 1936, p.168). Si la incertidumbre, en un sentido “fundamental”, implica desconocer los resultados futuros posibles (Lavoie, 2014, p.74), ¿no es acaso la muerte también uno de esos posibles? El dinero podría verse como un vínculo entre un presente en el que estamos vivos, y un futuro en el que -gracias al dinero- continuamos vivos. Como bien diría Keynes: “La importancia del dinero esencialmente fluye del hecho que este es el vínculo entre el presente y el futuro” (Keynes, 1936, p.293, traducción propia).

Si el dueño de dinero puede ejercer un gran poder, entonces quienes influyan sobre el dinero (y sus funciones), influirán sobre el poder que éste permite ejercer. Es decir, tales personas ejercerán una especie de “poder sobre el propio poder”, un “supra-poder”. Una de las mayores expresiones de ese “supra-poder” es el paso del dinero-mercancía (con valor intrínseco) a la forma simbólica del dinero-moneda (sin valor intrínseco). Ese paso, en cierta forma, se logró porque las personas adquirieron la confianza de que la moneda les permitiría ejecutar el mismo poder que el dinero-mercancía (Marx, 1867, pp.135-140; 1857-1858, p.70). Es decir, una de las principales formas del “supra-poder” de quienes influyen sobre el dinero está en la creación de confianza en las personas para que acepten el uso del símbolo que llamamos “moneda” (sea papel o digital). Tal situación es completamente viable, especialmente si las preferencias son endógenas y manipulables por medio del propio poder (ver Bowles, 1998). Además, ¿podría ser que la “confianza” en la moneda sea, en realidad, el resultado de una imposición hegemónica de una clase sobre otra? No olvidemos que la moneda -un instrumento que debería otorgar soberanía- en el fondo encierra hay violencia (Aglietta y Orléan, 1990).

Vemos, entonces, que la moneda es un símbolo de poder estructural, y los grupos que influyen sobre ésta pueden ejercer un “supra-poder-monetario”. Quizá la cuestión de la moneda sea, en definitiva, una gran disputa de poder en diferentes niveles (y quizá hasta una disputa entre clases, donde la hegemonía de una clase “impone confianza” a la otra). Por todo esto, es crucial entender qué es el dinero y la moneda, cómo funcionan, por qué la moneda da poder a su dueño y, sobre todo, quienes pueden ejercer el “supra-poder-monetario” y cómo lo hacen.

Con esta introducción me permito presentar el número 108 de la Revista Economía de la Universidad Central del Ecuador, en donde se exponen algunas reflexiones sobre el dinero, su origen y su funcionamiento, junto con algunas propuestas de cómo usar (o no usar) el “supra-poder-monetario”. Tales cuestiones son vitales, más aún en el capitalismo ecuatoriano, el cual -al momento de publicar esta revista- utiliza al dólar como moneda que simboliza un poder ajeno al nacional y, además, es un capitalismo en grave crisis exacerbada -pero no originada- por la caída de los precios del petróleo, la apreciación del dólar y el encarecimiento del endeudamiento externo. Según la concepción que tengamos sobre el dinero y la moneda, vendrán nuestras propuestas monetarias para enfrentar la crisis.

Ahora, dada la especificidad del tema, vale la pena exponer algunas ideas previas antes de entrar en la lectura misma del número 108 de la Revista Economía.

Entre los aspectos más estudiados por las teorías económicas está el entender cómo varía la cantidad de moneda y cómo ésta influye sobre la dinámica capitalista. Respecto al primer tema encontramos, al menos, dos grandes enfoques: “dinero exógeno” y “dinero endógeno”. En cambio, respecto al segundo tema también encontramos, al menos, dos grandes enfoques: “neutralidad” y “no neutralidad” del dinero.

El enfoque del “dinero exógeno” plantea que el “supra-poder-monetario” está en el Estado vía un Banco Central o cualquier otro agente que, exógenamente, cambia la cantidad de moneda ofertada y la controla por completo. En cambio, el enfoque del “dinero endógeno” menciona que el “poder monetario” no está en el Estado o en un agente exógeno, sino en manos de los agentes que endógenamente reciben, por parte de la sociedad, la confianza necesaria para influir sobre el dinero. Gracias a esa confianza, tales agentes (p.ej. bancos) pueden crear moneda ex nihilo (de la nada) vía crédito, el cual responde endógenamente a la dinámica capitalista (p.ej. los bancos otorgan créditos según las necesidades endógenas de la acumulación de capital). En tales circunstancias, el “supra-poder-monetario” del gobierno estaría, a lo sumo, en el manejo de las tasas de interés, pero no de la oferta monetaria. Así, en este punto los enfoques discuten sobre quiénes se reparten el “supra-poder-monetario”.

En cuanto al enfoque de la “neutralidad”, ésta plantea que las variaciones en la cantidad de moneda ofertada no tienen, a largo plazo, ningún efecto sobre las “variables reales” (p.ej. producción, empleo, salario real, acumulación de capital). Por tanto, el alcance del “supra-poder-monetario” sería temporal, pero aun así el uso de ese “supra-poder” podría generar inestabilidad a la dinámica capitalista (y hasta llevarla a una crisis). Por su parte, la “no neutralidad” implica que las variaciones en la cantidad de moneda ofertada y, por tanto el “supra-poder-monetario”, influyen tanto en el corto como en el largo plazo -y hasta de forma permanente– sobre las “variables reales”. Entonces, aquí la discusión se enfoca en entender cuál es el alcance del “supra-poder-monetario” sobre la “economía real”.

Dados estos múltiples enfoques sobre el dinero y la moneda, es posible pensar, asimismo, en múltiples combinaciones de dinero: exógeno-neutro, endógeno-neutro, exógeno-no neutro, endógeno-no neutro, o incluso un enfoque semi-endógeno y semi-neutro.

¿En cuál de estas u otras categorías cae el comportamiento del dólar en el capitalismo ecuatoriano? Si bien los autores del número 108 de la Revista Economía no brindan una respuesta explícita a esta pregunta, ofrecen importantes pistas para responder a la realidad económica de un país que, por lo pronto, carece de moneda propia y ha perdido espacios de soberanía nacional, ocupados de facto por el “supra-poder-monetario” externo de los Estados Unidos. Según esa respuesta, las diferentes políticas monetarias (notemos, por cierto, que incluso la “inacción” monetaria ya es una política) tendrán una u otra implicación esperada.

A fin de ampliar la reflexión actual y futura, se podrían sugerir algunos puntos a analizar respecto al enfoque exógeno-endógeno en el caso ecuatoriano:

a) Como el Banco Central no emite dólares en la forma de papel moneda ni controla la cantidad total de dólares ofertados que realmente circulan en el país (un caso drástico es el lavado de dinero), tendríamos un punto a favor del enfoque del “dinero endógeno”. Aquí el “supra-poder” no estaría bajo control del gobierno nacional.

b) A pesar de la dolarización, los bancos privados, e incluso las propias empresas, pueden crear dinero vía crédito, el cual es otro punto a favor del “dinero endógeno”. Aquí tampoco el “supra-poder-monetario” está en manos del gobierno, sino en manos privadas (y, no está por demás recordar, que la banca privada ecuatoriana posee graves problemas de concentración oligopólica, ver Acosta y Cajas Guijarro, 2017).

c) Los flujos de dólares, como papel moneda, que provienen del saldo de la balanza de pagos, parecerían tener un comportamiento mixto. Tales flujos parecen endógenos respecto a importaciones y exportaciones no petroleras, pero a su vez parecen exógenos cuando el gobierno adquiere financiamiento externo (vía decisión política que afecta la masa monetaria), al igual que parecen exógenos los flujos por exportaciones petroleras (no dependen de la dinámica capitalista interna, sino de la dinámica exógena de los precios del petróleo). Aquí, el “supra-poder monetario” correspondería, por un lado al gobierno en tanto pueda adquirir financiamiento externo (aunque, quien realmente tendría el poder son los acreedores) y, por otro lado, a las fluctuaciones del capital especulativo transnacional.

Por su parte, el alcance del “supra-poder monetario”, podría reflexionarse para el caso ecuatoriano a partir de las siguientes hipótesis:

a) En épocas de fuertes expansiones exógenas (p.ej. altos ingresos petroleros), parecería que la dolarización impone cierta neutralidad. Por ejemplo, por más que el Ecuador incrementó con fuerza sus ingresos de dólares vía exportaciones petroleras (y deuda), al no haberse dado una transformación productiva (ni tecnológica ni en las relaciones sociales) (ver Acosta y Cajas Guijarro, 2016a), la mayor cantidad de moneda ofertada no generó cambios reales duraderos. Es decir, la mayor cantidad de dólares por sí misma parecería neutral (además, cabe notar que el crecimiento de los años de dolarización ha sido, en promedio, menor al del boom de los años setenta, con un Ecuador en sucres). Es decir, la dolarización al parecer hizo que el “supra-poder monetario” pierda alcance sobre las “variables reales”, al menos en términos de políticas pro-cíclicas en etapas de expansión.

b) En las épocas de crisis, en cambio, la dolarización parece que no es neutra sino que impone severas restricciones monetarias con posibles efectos de largo plazo, como una crisis de varios años y estancamiento en la producción. Esto porque, en crisis, las personas podrían incrementar con fuerza su preferencia por liquidez en moneda física para el atesoramiento (expresión máxima de la incertidumbre, exacerbada incluso porque el dólar, en sí mismo, es una moneda relativamente fuerte). Semejante situación podría generar un “cortocircuito” en la circulación de mercancías. En otras palabras, la dolarización hizo que el “supra-poder monetario” tenga un mayor alcance y, de hecho, se vuelva un elemento pro-cíclico en medio de la crisis.

c) La dolarización se impuso en el imaginario colectivo como el punto final de una gran crisis (pues, luego de dolarizar, se vuelven imposibles las devaluaciones de moneda doméstica y se crea en el imaginario colectivo la idea de mayor confianza y estabilidad en la moneda). En cambio, la salida de la dolarización podría generar en el imaginario colectivo la idea de que tal es el punto inicial de una gran crisis (por la posibilidad de que, terminada la dolarización, vuelvan las grandes devaluaciones de la moneda doméstica y surja el miedo a perder el dólar). Es decir, la entrada y salida de la dolarización y, por tanto, el “supra-poder monetario” en dólares genera importantes “asimetrías” y hasta posibles mitos e ideologías (¿fe en el dólar?) que requieren ser superadas. Aquí podría incluso complicarse la crisis por un posible efecto de “profecías autocumplidas” (Merton, 1948; Obstelfeld, 1986).

d) Una complicación particular que podría asociarse a la neutralidad del dinero en el Ecuador es el manejo de la emisión monetaria con una política monetaria independiente, la fijación del tipo de cambio y la libre movilidad de capitales. De hecho, tal situación conduce al llamado trilema macroeconómico, que solo permite funcionar dos de las tres variables mencionadas (Mundell, 1963; Fleming, 1962). Así, para el caso ecuatoriano, un ambiente de apertura de la cuenta de capitales y un tipo de cambio rígido harían perder la capacidad de influencia de la política monetaria sobre: crecimiento, tasas de interés, mecanismo de respuesta ante shocks externos o internos. La apertura de la cuenta corriente y de capitales representa una renuncia a la política comercial y a los controles de capitales. A esto se suma la dolarización, que reduce los márgenes de operación de la política ya no solo monetaria sino fiscal inclusive. Todo esto vuelve al país más dependiente del capital y de los mercados externos, alentando aún más la explotación de recursos naturales (supuesta ventaja comparativa del Ecuador).

Todavía no hay una respuesta definitiva al problema monetario en dolarización, y los puntos antes expuestos duras penas son un esbozo de hipótesis que intentan ayudar en algo a la discusión. Lo crucial es no quedarnos indiferentes ante un tema relevante, no solo en lo teórico sino, sobre todo, en el contexto actual de la economía ecuatoriana. La inacción en medio de la crisis nos puede volver cómplices del aumento de la explotación que posiblemente vivirá nuestra población si no actuamos a tiempo: una salida desordenada de la dolarización o el sostener la dolarización a la fuerza podrían tener enormes costos sociales y ambientales.

Dicho todo esto, pasamos a presentar los diferentes artículos que componen la sección de dossier y estudios socioeconómicos del número 108 de la Revista Economía, todos brindando aportes interesantes a la discusión monetaria.

El primer artículo titulado Dolarización y desarrollo en la crisis: ¿es relevante discutir la soberanía monetaria?, presentado por Monika Meireles se enfoca en el debate monetario heterodoxo. Luego de una breve mención a Hume y al origen de la Teoría Cuantitativa del Dinero, Meireles recuerda que las reflexiones monetarias del dinero endógeno y exógeno tienen importantes raíces en Schumpeter (1942) (raíces fortalecidas luego por algunos de sus alumnos, p.ej. Minsky). Luego la autora presenta algunas diferencias entre las concepciones monetarias post-keynesiana y neo-monetarista, haciendo hincapié en los aportes post-keynesianos y las implicaciones a la política monetaria del Banco Central. Después, Meireles incorpora en su exposición el aporte latinoamericano, resaltando los trabajos de Noyola Vázquez así como sus vínculos con Kalecki y Aujac. Incluso la autora invita a recuperar el diálogo entre economistas latinoamericanos y los demás economistas del mundo (p.ej. recordar los vínculos entre Furtado y Kaldor). Cerrando su exposición, la autora recuerda la situación histórica tanto de cómo se adoptó la dolarización en el Ecuador y cómo llegó al poder el gobierno “progresista” de la Revolución Ciudadana. También nos habla de las limitaciones que, a su criterio, la dolarización impone al país especialmente en los requerimientos de dólares líquidos. Al final, concluye su exposición indicando que en los últimos años el Ecuador perdió una oportunidad histórica de transformar su estructura productiva y, en especial, recuperar su soberanía monetaria.

Como segundo artículo tenemos el trabajo de Grace Llerena, Vínculos monetarios y fiscales con las políticas de estabilización. Llerena abre su exposición hablando de los shocks que han golpeado al Ecuador desde 2014: caída de precios de petróleo y apreciación del dólar. También presenta el comportamiento de depósitos (creciendo) y créditos (cayendo), implicando un aumento de la preferencia por la liquidez de los bancos. Luego, la autora da una profunda discusión teórica sobre el vínculo entre política monetaria, oferta monetaria y el ciclo económico. En esa discusión, explica que el enfoque del dinero endógeno posee dos perspectivas: a) Según la nueva síntesis neoclásica el dinero solo sirve al intercambio, el Banco Central define una tasa de interés según la Regla de Taylor (sustentada teóricamente, en la “tasa natural de interés” de Wicksell), además que los ahorros financian los depósitos y la inversión; b) Según los post-keynesianos hay que abandonar la “tasa natural de interés” (incluso se hace una breve mención a la controversia de los Cambridge), el dinero tiene importancia no solo como medio de circulación sino también como reserva de valor, y los bancos crean dinero ex nihilo (de la nada) vía créditos según los requerimientos endógenos de las empresas para financiar inversiones que luego, al circular por la economía, regresan como depósitos: inversiones generando ahorro. Dicho esto, Llerena concluye proponiendo la necesidad de completar el enfoque post-keynesiano con la propuesta de preferencia por la liquidez de Keynes (1936), indicando que las empresas también podrían financiar su inversión vendiendo directamente bonos a los hogares. Finalmente, la autora sugiriere también la necesidad de incluir en el análisis el caso de una economía abierta pues, según ella, una de las limitaciones de la dolarización es la balanza de pagos.

El tercer artículo, Dollarization: some theoretical preliminary thoughts, tiene como autor a Marco Missaglia, para quien la neutralidad del dinero es algo propio del mero intercambio y la “armonía”. Sin embargo, el capitalismo no es armónico, sino que tiene pugnas tanto entre clases como entre facciones de clase. Así, la moneda no solo sirve a la circulación, sino esencialmente a la acumulación, análisis que Missaglia hace retomando los esquemas de circulación de Marx (1867) y los estudios de Keynes sobre esos esquemas (1933). Como evidencia de la pugna capitalista, el autor da una breve descripción histórica de los ciclos. En expansión, los trabajadores adquieren fuerza para exigir salarios más altos. Como respuesta, surge el neoliberalismo –buscando reducir salarios–, a la vez que ganan fuerza los rentistas y el Banco Central eleva las tasas de interés. Estos movimientos tienden a quitar participación a los capitalistas industriales en las ganancias y, con eso, la acumulación disminuye. Sin embargo, al disminuir la acumulación, los salarios se debilitan y las ganancias industriales futuras se pueden sostener (por un tiempo). Cuando, junto con el neoliberalismo llega la crisis, el Banco Central pasa a reducir las tasas de interés buscando la “eutanasia del rentista” (Keynes, 1936, p.376), es decir, se presiona a reducir el peso de los rentistas. Tal movimiento -y la explotación a los trabajadores lograda en el neoliberalismo- da el espacio a que los capitalistas industriales reanimen la acumulación. Así, el Banco Central adquiriría, a criterio del autor, un papel distributivo. Ahora, para una economía capitalista pequeña dolarizada donde la preferencia por billetes es endógena al ciclo, Missaglia propone que semejante ajuste del ciclo no es viable pues la dolarización genera una “asimetría fundamental”. En animación, como las cosas “van bien”, las personas tienen baja preferencia por billetes, haciendo posible congelar la economía con políticas contra-cíclicas incrementando tasas de interés -y dando fuerza al rentista. Pero, en crisis, las cosas “van mal” y las personas incrementan su preferencia por billetes. Eso quita efecto a una política contra-cíclica de reducción de tasas de interés pues, por más bajo que ésta sea, la gente se queda con papel moneda guardado para el futuro en vez de hacerlo circular. Con eso, el Banco Central no puede ejecutar la “eutanasia del rentista” (incluso los bancos mantendrían altos depósitos y liquidez), pudiendo motivar a que el Banco Central cree depósitos ex nihilo en favor del gobierno para una política expansiva. Sin embargo, en dolarización tal política sería muy riesgosa pues, además de no poder pagar con billetes para sostener el crédito al gobierno (esa necesidad es alta en crisis pues la preferencia por billetes es elevada), la política expansiva podría sacar más dólares (p.ej. vía importaciones) y hasta generar un caos financiero. Missaglia concluye que la dolarización se vuelve una suerte de “seguro” para los rentistas, y que sería deseable cambiar el régimen monetario pero en expansión, con un verdadero plan nacional. Sin embargo, es poco probable que eso suceda y claramente existe el riesgo de una salida “espontánea” de la dolarización.

Pasando de la teoría a la experiencia, el cuarto artículo La dolarización más allá de la estabilidad monetaria, de Pablo Lucio Paredes, reflexiona desde los límites de la política monetaria en la economía dolarizada ecuatoriana. El autor comienza hablando sobre los sistemas monetarios en el mundo y cómo, a su juicio, el dinero es neutral pues facilita los procesos reales pero no los crea (ver Friedman, 1968). Luego, Pablo Lucio Paredes recuerda los problemas que Ecuador vivía unos años antes de dolarizarse (guerra con el Perú, crisis internacional, caída de los precios del petróleo, fenómeno del Niño, sistema bancario frágil, créditos vinculados, y malas políticas económicas). En respuesta a esos problemas hubo una emisión monetaria masiva y una gran devaluación. Al final se impuso la dolarización, “rompiendo” con la desconfianza monetaria según el autor. Posterior a ese análisis histórico, Lucio Paredes reflexiona sobre la devaluación, indicando que, a la larga, ésta solo transfiere recursos en favor de gobierno y exportadores, afectando a todos los demás sectores de la economía cuando, en realidad, lo adecuado sería hacer ajustes de precios y salarios solo en los sectores que lo necesiten. Sin embargo, con la dolarización no son posibles los ajustes específicos a menos que exista una “zona monetaria óptima”, recogiendo el concepto de Mundell (1961). A pesar de esa limitación, la dolarización poseería varios puntos a favor: estabilidad, equidad –todos cubiertos por un mismo “paraguas monetario”–, productividad, desaparición del prestamista de última instancia y, en especial, el dinero como factor de libertad pues la clase política perdió el poder de manipularlo. También el autor propone que, por la rigidez de la dolarización, el desenvolvimiento de ésta en épocas malas depende de cómo se actúe en épocas buenas. Ahí surgen los problemas pues el gobierno de la Revolución Ciudadana habría cometido excesos, en particular, la no generación de reservas. Además, según Lucio Paredes, el uso de política monetaria “ingeniosa” generaría varios problemas, en especial si se usa liquidez del sistema financiero e incluso si se emite “cuasi-dinero” (p.ej. dinero electrónico) para aplicar políticas de estímulo, pues se contagiaría al sistema financiero de problemas monetarios en épocas de crisis. Finalmente, el autor reconoce que la estabilidad de la dolarización no fue suficiente para generar transformaciones y que, a la larga, lo que el Ecuador necesita no es abandonar la dolarización, sino fortalecer la libertad monetaria.

En contraste con el artículo de Lucio Paredes, Jürgen Schuldt y Alberto Acosta en su artículo Hacia una “moneda electrónica paralela” para afrontar la crisis plantean precisamente un esbozo de política monetaria expansiva enfocada a que el Ecuador supere los problemas económicos que vive desde mediados de 2014. Luego de mencionar que, con la dolarización, la influencia monetaria estatal dentro del país pasó a manos de la Reserva Federal de Estados Unidos, presentan la propuesta de que el país pase a adoptar un bi-monetarismo, en donde entren en competencia el dólar norteamericano con un dólar ecuatoriano paralelo. Tal idea, en cierta forma, retoma las propuestas originales de Silvio Gesell (1916), considerado por Keynes como un “olvidado profeta” y llegando a decir que “creo que el porvenir aprenderá más del espíritu Gesell que del de Marx” (Keynes, 1936, p.355) (incluso Gesell sería admirado debido a su “brillante estilo” por Albert Einstein). La propuesta consiste en que, luego de generar todas las condiciones institucionales necesarias, se pague inicialmente un 10% de las remuneraciones del sector público en Dólares Ecuatorianos emitidos en dinero electrónico (con una posible emisión futura en papel moneda). Quienes reciban esos dólares ecuatorianos obtendrían beneficios tales como un descuento de 4 puntos en el impuesto al valor agregado. En el caso que las personas no usen esos dólares ecuatorianos, podrían devolverlos al gobierno pagando impuestos, pero luego de dos años de su emisión original. En caso de no entregarse los dólares ecuatorianos luego de dos años, estos “caducarían” (siguiendo la visión de la oxidación del dinero de Gesell, a fin de que se limite la capacidad de acumular). Junto con esta propuesta, Schuldt y Acosta hablan de algunos de los potenciales beneficios que ésta traería: menores costos de transacción, inclusión financiera, menor carga tributaria indirecta, e incluso la contribución a la reactivación pues, con la emisión de dólares ecuatorianos, se liberarían dólares norteamericanos en billetes, que podrían usarse para aplicar política contra-cíclica en crisis. La propuesta, según los autores, se compondría de las siguientes etapas: preparación (resolver ex ante problemas políticos, legales y administrativos), introducción (la emisión monetaria inicial en dólares electrónicos), maduración y auge (ampliación del esquema, junto con posibles emisiones físicas), reactivación post-crisis (gracias a la política expansiva) y una fase final en donde se podría incluso pensar en recuperar plenamente una moneda propia, o mantener el bi-monetarismo (Schuldt y Acosta apuestan a recuperar la moneda). Al final, los autores concluyen que, si bien la emisión de moneda propia (paralela) ayudaría a enfrentar la crisis, sin embargo no resolvería los problemas fundamentales de la economía ecuatoriana (sobre todo, la falta de una transformación productiva).

Por último, en la sección de estudios socioeconómicos, Antonio Mora Plaza contribuye con su artículo Introducción a Sraffa. Una teoría de la inflación no monetaria a partir de Sraffa. En ese artículo Mora Plaza brinda un acercamiento al economista italiano Piero Sraffa y su principal obra Producción de Mercancías por Medio de Mercancías. Preludio a una Crítica de la Teoría Económica (1960) (piedra angular en la crítica que el Cambridge inglés hiciera al Cambridge norteamericano respecto a la teoría del capital). Como señala el autor, la obra de Sraffa es quizá de las más importantes (y las más subestimadas) en el pensamiento económico. De hecho, Sraffa propone replantear la economía, dejando cualquier idea de escasez, y demostrando que se puede tener una teoría de la distribución entre salarios y ganancias sin siquiera utilizar el término “capital”. A eso sumemos que Sraffa probó que no existiría la típica relación entre tasa de interés y capital propuesta por Wicksell y continuada por la economía ortodoxa. Pero Mora Plaza no se queda ahí, sino que además de difundir las ideas de la Producción de Mercancías…, propone las bases para una teoría de la inflación no monetaria, sino distributiva: una de las posibles explicaciones de la inflación no sería la política monetaria, sino elevados salarios y ganancias. Sin embargo, mientras que los precios crecen linealmente respecto a los salarios, crecerían exponencialmente respecto a las ganancias. Es decir, el incremento de ganancias generaría más inflación que el incremento salarial (completamente en contra a la típica idea de que el incremento salarial es altamente inflacionario). Tal teoría no monetaria es relevante para la economía ecuatoriana dolarizada para explicar, por ejemplo, por qué a pesar de tener la misma moneda, Ecuador posee una inflación más alta que Estados Unidos. Posiblemente, siguiendo el modelo que propone Mora Plaza, las proporciones de rentabilidad que imponen, en especial los sectores oligopólicos del país (ver Acosta y Cajas Guijarro, 2016b), son desproporcionadamente altos para una economía en dolarización. Finalmente, Mora Plaza concluye que la obra de Sraffa podría servir no solo para desarrollar una teoría de precios, sino muchas otras teorías (incluso una posible teoría distributiva con lucha de clases), pero eso sí, Sraffa y el marginalismo serían incompatibles.

Como se puede ver, la propuesta del número 108 de la Revista Economía está enfocada en temas cruciales, tanto monetarios, pero también distributivos, e incluso de política. Ojalá tal discusión aporte, en algo, a mejorar nuestro entendimiento sobre la moneda y la economía en general. No por un simple afán intelectual, sino como una forma de contribuir a que nuestras sociedades vivan mejores días en el futuro, sin el sometimiento de ningún tipo de poder o “supra-poder”.

Referencias

Acosta, A. y Cajas Guijarro, J. (2016a). Dialéctica de una década desperdiciada. Estridencias, orígenes y contradicciones del correísmo. En el libro de varios autores Rescatar la esperanza: Más allá del neoliberalismo y el progresismo, pp.114-160. Disponible en: http://www.entrepueblos.org/files/RE_Acosta_Cajas.pdf

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John Cajas Guijarro es profesor de la Universidad Central del Ecuador y de la Escuela Politécnica Nacional. Se agradecen los valiosos aportes y revisiones de Alberto Acosta en el presente texto.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=235449&titular=revista-econom%EDa-de-la-universidad-central-del-ecuador:-el-supra-poder-monetario-

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Transparencia en recursos, el gran reto de las universidades: Rectores

Pluma Invitada

Alberto Castañeda

En el marco del  del XIV Congreso Nacional de Investigación Educativa (COMIE) se realizó la conferencia “La Universidad frente a los desafíos en México”, donde diversos directivos de diversas universidades del país, coincidieron en que la transparencia en el manejo de los recursos es el principal desafío que las universidades enfrentan en México.

En su participación, Luis Ernesto Derbez, rector de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP), expuso que la transparencia es el mejor instrumento para la gobernabilidad y particularmente un principio esencial en la educación.

Declaró que en la UDLAP se hace participes a los alumnos en la toma de decisiones de los recursos, así como en el incremento de las cuotas. En este contexto, hizo énfasis en la transparencia de la finanzas de la institución, las cuales pueden ser consultadas por toda la comunidad universitaria.

Por su parte, Marcela Santillán, ex rectora de la Universidad Pedagógica Nacional, dijo que democráticamente la transparencia se institucionalizó. Declaró que en el consejo académico de la UPN existe representación estudiantil y del profesorado y que ahora con la redes sociales se tiene que hacer todo transparente o estas se encargaran de develar cualquier mal manejo.

Mientras tanto, Manuel Fermín Villar Rubio, rector de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí enfatizó, dijo que hablar de autonomía no es hablar de extraterritorialidad. Comentó que al rededor del 85% de los recursos que percibe la universidad son públicos, “somos concientes de larendición de cuentas y tenemos que ser un ejemplo de transparencia para los alumnos”.

Finalmente, el rector de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, Hugo Aboites abordó la situación actual de algunas universidades publicas en el país , ya que muchas de ellas se encuentran al borde de la quiebra. Declaró que esta situación tiene que ver directamente con el estado que ejerció un control político de las instituciones por medio del presupuesto, generando condiciones que dieron como consecuencia la situación en la que se encuentran.

Entre las conclusiones los participantes coincidieron que tanto las universidades públicas y privadas están obligadas a educar y contribuir con soluciones para las problemáticas del país, así como generar egresados que tengan como propósito resolver la desigualdad existente en México.

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/transparencia-en-recursos-el-gran-reto-de-las-universidades-rectores/

Fuente de la imagen: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2017/11/MG_0430-2-768×51

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