¿Se ha abierto la caja de Pandora de la escuela?

Francisco Imbernón

Tras la apertura de la caja de Pandora, queda la esperanza de saber que la escuela es una institución muy importante para crear identidades sociales, luchar contra las desigualdades, cuidar y cuidarse, hacer transmisión cultural y desarrollo personal y social de valores democráticos y de dignidad para todos.

En la mitología griega, cuando se abrió la caja de Pandora, lo único que quedó en ella fue la esperanza, después de salieran todos los males de la humanidad.

Parece que la venida del Covid-19 haya abierto la caja de Pandora de la educación y de la escuela para dejar una esperanza de cambio. Su situación no solo se ha tratado en los diarios específicos de educación, como este, sino que ha traspasado estas fronteras, para llegar a los periódicos de carácter general, a las televisiones y a las redes sociales. Y también a las conversaciones familiares.

Se ha hablado de la importancia de la escuela y de sus de la escuela (algunos las acaban de descubrir durante esta pandemia), de los cambios que hay que realizar en la educación, en relación al profesorado; hay muchas opiniones sobre la enseñanza virtual, mixta o híbrida. Están quienes dan recetas pedagógicas de todo tipo: de la utilización de la tecnología, del cambio curricular… Sin olvidar las empresas que buscan el provecho de todo esto o los problemas de las familias con la conciliación en relación con la apertura de las escuelas y la «nueva normalidad» educativa.

Ha habido una gran cantidad de temáticas y artículos interesantes. Pero también, otros de quienes hablan, muchas veces, con una ignorancia supina.

Y de la «nueva normalidad», de la que seguimos sin saber en qué medida afectará a la educación, más allá de lo que dicen las autoridades sanitarias. No sabemos si se aplicará más el concepto de «nueva» o el de «normalidad» (menos alumnos, pero lo mismo; más profesorado -ya veremos- pero el mismo; el mismo libro, pero en PDF: el mismo currículo, la misma estructura, los mismos excluidos, etc). O será “nueva” de verdad y se modificará el trabajo del profesorado; se invertirá más, mucho más; se modificará el currículo enciclopédico; se desarrollarán políticas de lucha contra la desigualdad; se trabajará con una nueva metodología; se ampliarán las infraestructuras y eliminarán el “barracones”. ¿Se repensará la tarea educativa, como dicen algunos, y habrá la tecnología y los recursos necesarios?

Tal vez se aplique la técnica del «gatopardismo» o del «lampesuiano», querida por no pocas administraciones, es decir, que todo cambie para que todo siga igual. Se desaprovecharía la oportunidad para la reflexión que nos ha traído la Covid-19.

Hay muchos interrogantes y, por parte de quien tiene que decidir, pocas soluciones.

En este tiempo hemos comprobado lo que se venía sufriendo: las limitaciones de sistema educativo en cuanto a la infraestructura, el equipamiento del alumnado, del profesorado y de las escuelas, el necesario apoyo de la comunidad y el desarrollo de la autonomía del alumnado en el aprendizaje.

Sabemos que para cambiar la educación debe cambiar el profesorado y el contexto en el que trabaja. Ya antes de la Covid-19 había mucho trabajo por hacer en ambos sentidos, pero se ignoraba o no se priorizaba. Ahora más que nunca se ha visto que se debe echar mano a un sistema educativo que ya hace tiempo que hace aguas en muchos aspectos importantes. Un sistema que aguanta, a pesar de las críticas, gracias a la dedicación del profesorado como se ha comprobado en estos últimos meses en los que han trabajado más horas de lo habitual, con sus herramientas, para intentar conectarse y que se conecte estudiantes; sin ver al alumnado y sufriendo «su conciliación familiar». Y, dando, la mayoría, su esfuerzo y entusiasmo al alumnado, desbordado con la docencia en línea y los trabajos en este final de curso.

Y de repente, todo el mundo se preocupa de la «gestión emocional». Igual que un minero cuando encuentra un filón. Como si el profesorado no lo estuviera haciendo antes de la pandemia. Una de las finalidades de la educación no es llenar el cerebro de contenidos como algunos piensan, sino en dar a los alumnos recursos y estrategias que les ayuden en su bienestar y en la mejora de la autoestima. Por ello se pide la presencialidad, ya que necesitamos relaciones e interacciones personales para crecer y desarrollarnos personal y colectivamente. Y el profesorado sabe que teniendo esto mejora el rendimiento académico.

El bienestar del profesorado y del alumnado impacta en un mejor aprovechamiento de lo que se aprende. La relación educativa condiciona el aprendizaje. No únicamente del alumnado sino también del profesorado, de ahí la importancia de la colaboración, de hacer proyectos conjuntos, de la tolerancia profesional con los compañeros, de la autonomía compartida. Esto supondrá una mejor educación. No se trata de terapias como reclaman algunos, sino de aplicar lo que sabe hacer el profesorado.

No quiero caer con la incoherencia de mis palabras anteriores, dando soluciones precisas de cómo ir hacia una «nueva» mirada de la educación y del trabajo de la escuela, sino que pienso que esta esperanza que queda, al final, en esta caja de Pandora que se ha destapado, es que la escuela, con todos sus problemas y las críticas que se han hecho, es una institución muy importante para crear identidades sociales, luchar contra las desigualdades, cuidar y cuidarse, hacer transmisión cultural y desarrollo personal y social de valores democráticos y de dignidad para todos. Es la esperanza de la caja después de todos los males.

No sabemos cómo será esta «nueva normalidad» pero, debido a la diversidad de la educación en todos sus componentes, sería necesaria una comunidad de práctica educativa territorial que analizara e hiciera propuestas específicas conjuntas sobre cómo empezar de nuevo en el contexto educativo y, como ya sabemos que no hay soluciones viejas a problemas nuevos, dar nuevas soluciones sin abandonar las que ya funcionan. No se puede caer en el error de la uniformidad, del café para todos tan común en la educación. El café se toma de muchas formas diferentes como debe ser el trabajo de las escuelas. Una mayor autonomía territorial y flexibilidad educativa ayudarán a tener esta «nueva» normalidad con una nueva mirada para mejorar el sistema educativo.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/07/03/se-ha-abierto-la-caja-de-pandora-de-la-escuela/

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Chile: Más educación técnica y flexible: claves para combatir la problemática “nini”

Chile/02 de Junio de 2018/DF

Los jóvenes que no trabajan ni estudian en el país suman más de medio millón. De ellos, un 64% son mujeres y otro 61% sí quiere trabajar. Autoridades y expertos comparten su visión para avanzar y dejar atrás estas cifras.

El fenómeno de los “ninis” (jóvenes entre 15 y 29 años que no trabajan ni estudian) es global y para Chile no es motivo de alegría ocupar el 9° lugar con mayor porcentaje de estos jóvenes en el mundo, según el ranking 2016 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el 6° puesto entre los países que pertenecen a esta organización.

Si bien la cifra ha ido disminuyendo con los años, en el país todavía existen 545.654 personas en esta condición y el mayor porcentaje se concentra en la zona norte (22,37%), según un reciente estudio elaborado por Actitud Lab, presentado ayer en el Seminario “Encuentro empresarial por los jóvenes y su empleabilidad: Desafíos públicos, soluciones privadas”, organizado junto a la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa).

Según la medición, en una de cada 12 viviendas chilenas hay un nini y el 41,07% de ellos pertenece al grupo socioeconómico D y un 32,70% al C. Un alto porcentaje de ellos sí quiere trabajar (61%) pero el no tener con quien dejar a los niños (24,42%) y la responsabilidad de los quehaceres del hogar (23,15%) son dos de las principales barreras, revela la investigación. A ello se suma que el porcentaje de embarazo adolescente de las ninis chilenas es alto (63,13%), siendo uno de los factores que aumenta la probabilidad de ser nini, al igual que la baja seguridad social y el vivir en zonas rurales. Por el contrario, un año más de escolaridad y vivir en la zona centro o sur reduce dicha probabilidad.

La investigación pone en relevancia el papel de la educación en la disminución de los ninis. Con más oportunidades en este ámbito habría un 2,1% menos de ninis. Incluso, si bajara su prevalencia, el PIB podría crecer en un 3,7%.

Gratuidad

En el papel que juega la gratuidad en la educación coincidieron los participantes al seminario, entre ellos, el ministro de Educación, Gerardo Varela, quien resaltó la mirada en 360° del gobierno para solucionar esta problemática.

Puntualmente sobre el impacto de la ley de gratuidad publicada esta semana en el Diario Oficial, el secretario de Estado reconoce “que por supuesto la gratuidad tiene un efecto en la menor deserción (de estos jóvenes) a nivel, particularmente, de Institutos Profesionales y de Centros de Formación Técnica, así que es una buena noticia”.

Invitada al encuentro, la exministra de Educación, hoy vicepresidenta de Icare, Vivianne Blanlot, destacó el caso de un centro de formación técnica cuya demanda de ninis ha sido extraordinaria gracias al trabajo colaborativo de la empresa privada y de otros actores que hicieron posible su funcionamiento.

“De los jóvenes que entraron a ese programa, un 25% de ellos eran ninis y el 90% pertenecen a los tres deciles más bajos. Pueden optar a la gratuidad, entonces la idea de promover una gratuidad más extensa para los centros de formación técnica es una idea muy virtuosa porque permite esta colaboración”, subraya.

Para el presidente de la Sofofa, Bernardo Larraín, “si hay que focalizar la gratuidad en algún lado hay que hacerlo precisamente en la educación técnica, pero no es “gratuidad a secas”.

“No puede ser en el fondo que el Estado se contente con que la persona con gratuidad pasó por el centro de formación técnica y luego no tuvo empleo. El destino final tiene que ser el empleo y por eso tiene que ser mucho más flexible y por eso es tan valioso que muchos más actores participen en el desafío educacional”, remarca el empresario.

Más flexibilidad

Unos 77 mil ninis están fuera del sistema escolar, según el informe. En este punto pone el acento el ministro Varela, pues dice que falta flexibilizar los currículos de modo que permitan el funcionamiento de aulas de reingreso donde se espera puedan también convivir los niños que han desertado y que por tal condición ingresan con otro nivel de conocimientos.

Más de la mitad de los ninis han terminado la educación media, según el estudio, pero la competencia con los egresados de institutos técnicos es grande. Por lo tanto, la forma de seducirlos con el mundo laboral debe ser con prácticas más cortas y talleres de apresto laboral, remata el director ejecutivo de Actitud Lab, Sebastián Errázuriz.

La meta de Actitud Lab a 2020 es reducir un 30% los ninis en Chile a partir del compromiso que sellaron autoridades de gobierno y representantes del sector privado durante el seminario.

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Fuente: https://www.df.cl/noticias/tendencias/tendencia/mas-educacion-tecnica-y-flexible-claves-para-combatir-la-problematica/2018-05-31/192454.html

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EEUU: Ejemplos de ambientes de clases flexibles aplicados en cursos de primaria y educación media

América del Norte/EEUU,  2 de septiembre de 2017.  Fuente: noticias.universia.com.ar.

En Estados Unidos se conoce como centros K-8 a escuelas que abarcan desde la educación inicial (desde los 5 años aproximadamente) hasta la educación media (jóvenes de 14 años). El pasado mes de marzo, el portal especializado en educación, Edutopia, hizo un relevamiento con algunos participantes de su comunidad en redes sociales e invitó a docentes de todo el territorio norteamericano para que compartieran consejos y las características de la distribución elegida para su salón de clases, en su intención de lograr una dinámica flexible. El portal hizo una selección de algunos de estos centros educativos con aquellas que consideró más destacadas y a continuación te invitamos a conocerlos.

Qué son clases flexibles

Antes de compartir las imágenes enviadas y recolectadas por Edutopia definiremos qué son las clases flexibles. Para entender un poco más, se trata de una distribución de los elementos que componen el ambiente del salón de clases que se ajuste a los intereses de los estudiantes, ya que se parte de la base de que esta distribución contribuye a lograr el empoderamiento del alumno, incrementa su deseo de aprender y mejora su participación. Se trata entonces de reemplazar la distribución tradicional por una distinta, con un amueblado y decorado que ofrezca un entorno diferente y donde cada alumno elige el lugar y la forma cómo quiere aprender.

Sobre el relevamiento

Según explica el sitio, a partir de lo que fue el relevamiento se pudieron detectar algunas tendencias que se repetían.  Además, se dieron debates entre docentes que manifestaban sus dudas sobre la efectividad de esta iniciativa en salones muy chicos y otros que manifestaban que lo estaban haciendo en salones de aproximadamente 40 metros cuadrados. La cantidad de alumnos por grupo fue muy diversa, yendo desde los 12 hasta los 50 por clase. Igualmente, el promedio general era de 20 alumnos por clase.

Como en muchos de estos casos se requiere de ciertos recursos económicos para conseguir algunos muebles o materiales, la mayoría de los docentes contó que la financiación llegó mayoritariamente de familiares y amigos que regalaron cosas y campañas online de recolección de dinero y materiales. Por otra parte también explican en muchos casos que visitaron ventas de garaje y adquirieron mobiliario de segunda mano y a buen precio a través de redes sociales o sitios de venta en Internet.

Sobre la dinámica de elección de los lugares

La mayoría de los docentes manifestó que establecieron una dinámica que incluía dedicar tiempo para que los alumnos se apropiaran del salón de clase. Algunos cuentan que ponían como regla que todos debían probar cada ubicación y en varias oportunidades para que puedan comprender las distintas posibilidades que ofrece el aula.

Salón de clase flexible – Ejemplo #1 

El siguiente ejemplo es un salón de clase para niños de jardín en Alabama. La superficie es de aproximadamente 70 metros cuadrados y el grupo está compuesto por 19 alumnos. El mobiliario incluye taburetes de madera, sillas de plástico, sillas con balanceo, una mesa en forma de lágrima, entre otras.

A la hora de ser consultada por una recomendación, la docente del grupo, Benita Kay Moyers, indicó que no tiene un sistema particular para la elección de las sillas; cada alumno llega y elige donde sentarse y esa será la ubicación durante ese día. A comienzo de año explica cómo puede ser utilizada cada silla. Revisan algunas reglas y las expectativas de forma frecuente a lo largo de todo el curso para asegurarse que los estudiantes comprenden.

Foto proporcionada por Benita Kay Moyers, Fuente Edutopia
Imagen proporcionada por la docente Ashley Rice Broomfield. Fuente: Edutopia.

Foto proporcionada por Benita Kay Moyers. Fuente Edutopia
Imagen proporcionada por la docente Ashley Rice Broomfield. Fuente: Edutopia.


Salón de clase flexible – Ejemplo #2 

A continuación, veremos el salón de clases de un grupo de tercer y cuarto año de primaria ubicado en Texas, conformado por aproximadamente 20 alumnos y cuya superficie es de unos 65 metros cuadrados.

Según explica la docente del curso, Jessica Dudley, su intención fue crear un ambiente flexible donde los alumnos puedan elegir en lugares que resulten cómodos, evitando sillas de plástico y escritorios.

Según la docente, para ella es clave manejar las expectativas sobre la elección de las sillas al comienzo del curso y aconseja tener un plan para ese proceso. Explica que en su caso ella escribió aleatoriamente el nombre de cada uno de sus alumnos para que cada semana puedan votar y elegir un nuevo lugar. Además, manifiesta que esta distribución flexible representó una diferencia significativa al crear un ambiente centrado en el estudiante y promover la responsabilidad.

Imagen proporcionada por Jessica Dudley. Fuente Edutopia
Imagen proporcionada por la docente Jessica Dudley. Fuente: Edutopia.

Salón de clase flexible – Ejemplo #3

En el siguiente ejemplo podemos ver un salón de clase para alumnos de tercer a quinto año de primaria, ubicado en Kentucky, pensado para un máximo de 61 estudiantes.

Según explica el equipo docente conformado por Kenita Sutherland, Jackie Curts, and Anna Maziarka a Edutopia,  su intención fue crear un ambiente de aprendizaje flexible y cómodo. Para ello consiguieron, entre otras cosas: mesas, taburetes, futones y bancos largos, similares a los que podemos encontrar en una iglesia.

Las docentes explicaron que el primer mes lo dedicaron a cómo desenvolverse en el salón de clases. Los alumnos realizaron “recorridos de aprendizaje” a través del aula para que puedan percibir cómo se sentía cada uno de los lugares disponibles. Asimismo, los estudiantes trabajaron de manera conjunta para hacer llegar sus expectativas y opiniones sobre diferentes áreas del salón y las opciones de ubicación existentes.

Imagen proporcionada por Kenita Sutherland. Fuente: Edutopia.
Imagen proporcionada por la docente Kenita Sutherland. Fuente: Edutopia.

Imagen proporcionada por Kenita Sutherland. Fuente: Edutopia.
Imagen proporcionada por la docente Kenita Sutherland. Fuente: Edutopia.

Salón de clase flexible – Ejemplo #4

En el siguiente y último ejemplo veremos las imágenes de un salón de clases ubicado en California, para alumnos de octavo grado de primaria en Estados Unidos (aproximadamente 13 o 14 años), con capacidad para 32 alumnos y una superficie de 83 metros cuadrados.

Laura Bradley, docente del curso, explicó que en su curso los alumnos tienen asignadas las ubicaciones para clases que requieren atención o cuando le son dadas instrucciones de algún tipo; sin embargo, para los períodos de trabajos tienen libertad para moverse y sentirse cómodos. Para ello también consiguió 35 alfombras cuadradas que están ubicadas al fondo del salón para que los estudiantes puedan tomarlas y decidir cómo usarlas. Además, cuenta que permite dar vuelta los escritorios y mover los muebles para crear ambientes semi-privados.

Bradley comentó que para ella no resultó significativo realizar cambios radicales en los muebles, sino que encontró más efectivo darles opciones a los estudiantes para que puedan ellos encontrar la alternativa que más se ajuste a sus necesidades. Al comienzo del curso trabaja sobre sus expectativas con los alumnos, sobre si pueden sentarse donde quieran, si los cambios de comportamiento se modifican también junto con las nuevas opciones de ubicación. También explica que para ella es importante establecer ciertas reglas al comienzo del año, ya sea por si un día el docente no puede asistir y que esto no signifique un problema o para manejar la ansiedad de los jóvenes que no saben donde se sientan sus amigos o en qué lugar se ubicará el compañero que lo está molestando.

Imagen proporcionada por Laura Bradley. Fuente: Edutopia.
Imagen proporcionada por la docente Laura Bradley. Fuente: Edutopia.

Imagen proporcionada por Laura Bradley. Fuente: Edutopia.
Imagen proporcionada por la docente Laura Bradley. Fuente: Edutopia.

Imagen proporcionada por Laura Bradley. Fuente: Edutopia.
Imagen proporcionada por la docente Laura Bradley. Fuente: Edutopia.

Fuente: http://noticias.universia.com.ar/educacion/noticia/2017/09/01/1155415/ejemplos-ambientes-clases-flexibles-aplicados-cursos-primaria-educacion-media.html

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Argentina: Rosa Violante instó a pensar en “nuevas formas de escuela infantil”

América del Sur/Argentina, 12 de agosto de 2017.  Fuente:  fenix951.com.ar.
La profesional instó a pensar en nuevas formas de  la “Escuela Infantil” y  aclaró que tanto en los Centros de Crianza como en los Jardines Maternales, en los Jardines de Infantes y en las Ludotecas, es necesario “planificar y enseñar contenidos”. También planteó como ejes de estas modalidades la flexibilización horaria.
La apertura estuvo a cargo de la directora de Nivel Inicial, Liliana Díaz, quien presentó el trayecto formativo como política pública que promueve el fortalecimiento de las prácticas de enseñanza  para mejorar los aprendizajes.
La charla se denominó “Configuraciones didácticas para una educación Integral. ¡Qué y cómo enseñar a los niños y niñas de 45 días  a 5 años”.
En primer lugar, Rosa Violante  aclaró que “si acepto que hay muchas formas de hacer escuela infantil todos van a poder entrar”  y en tal sentido puso como como eje “la inclusión”.
Al respecto puso de ejemplo “los horarios flexibles” e instó a “desarmar esa estructura homogénea que tiene que ver con otros momentos históricos para armar  lo que la comunidad y el país necesita hoy”.
“Si en una escuela infantil los chicos van de 9 a 16 y llegan a las 8,30 o 10 y le cierro la puerta porque no cumple con la normativa escolar no voy a renunciar a educar” aclaró la disertante pero agregó que  “si tengo entradas flexibles voy a lograr la primera forma de inclusión porque  todas las familias van a tener donde llevar a sus chicos”.
La segunda forma de inclusión para la especialista es la planificación de los contenidos curriculares “tanto para el centro de crianza, para el jardín maternal, para el jardín de infante  y para la ludoteca, porque esos contenidos son lo que tiene que apropiarse todos los niños y niñas menores de 6 años” explicó.
“Una ludoteca o un lugar para compartir  comunitariamente  un momento de juego donde las mamás y la familia conversan  sobre las preocupaciones de sus hijos son diferentes formas de educar o sea la educación  inicial no pasa solo por ir a la escuela infantil, hay otras y debemos trabajar para que se constituyan en escuelas” destacó.
Por eso- remarcó- que “la segunda forma de inclusión en estas modalidades alternativas es más que nada  planificar, tener objetivos claros y  enseñar contenidos. Ahí  logro la verdadera segunda forma de inclusión porque ofrezco  instituciones que presentan calidad educativa”.
Y al respecto subrayó que “queremos que todos entren  a las instituciones educativas pero después tenemos que enseñarles, si los tenemos adentro de las escuelas pasando el tiempo es una pseudo inclusión, una falta de respeto a las familias y a los niños”.
Fuente de la noticia: http://www.fenix951.com.ar/nuevo_2013/noticia.php?id=84701
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