Día Mundial del Autismo | qué es el camuflaje social y por qué hace más difícil diagnosticar el autismo en niñas
El trastorno del espectro autista se caracteriza por una alteración en el desarrollo cerebral que provoca diferencias en la comunicación social, así como conductas repetitivas y estereotipadas.
Para aquellos que viven con la condición, los cambios sensoriales, como una incomodidad extrema con ciertos ruidos o texturas, y un repertorio específico de intereses, también llamado hiperenfoque, suelen ser comunes.
Es por esta razón que las personas con autismo actúan y aprenden de forma diferente a lo socialmente esperado.
“Yo, por ejemplo, aprendí a comportarme en un determinado ambiente porque observé y alguien, como mi mamá, me enseñó. Lo que pasa con las personas con autismo es que pueden aprender a interpretar las acciones de otras personas y entender lo que se espera de ellos, pero no sucede tan naturalmente”, dice.
Es este proceso de tratar de imitar comportamientos considerados socialmente aceptados en grupos como de amigos en la escuela, en el trabajo e incluso en las relaciones familiares, lo que se conoce como “camuflaje social” o “enmascaramiento”.
“Como no es tan natural para las personas neuroatípicas, esas actitudes acaban gastando más energía cerebral y la persona puede agotarse, tanto física como emocionalmente”, explica la experta.
El daño del camuflaje social en las personas con autismo
Diversos estudios demuestran que el esfuerzo de camuflaje social que realizan las personas con autismo se relaciona a mayores índices de depresión, ansiedad y agotamiento.
Uno de ellos, publicado en 2017 en la revista científica Autism, plantea la hipótesis de que los hombres sufren más estos efectos, ya que las mujeres, por lo general, tienen menos dificultad para realizar el camuflaje.
“Las crisis por sobrecarga sensorial también puede contribuir a estas condiciones, por eso es tan importante el diagnóstico. Una vez que sabemos que alguien tiene autismo, podemos empezar a trabajar los límites con ese paciente. En lugar de estar cuatro horas en una fiesta, por ejemplo, para esa persona puede ser más cómodo quedarse apenas dos horas”, dice Biasão.
El camuflaje social es más común en niñas y mujeres
Una de las teorías aceptadas por la ciencia es la diferencia entre el cerebro de hombres y mujeres.
Algunos estudios, como un análisis publicado en la revista Neuroscience and Biobehavioral Review, muestran que el cerebro femenino está sutilmente más desarrollado en áreas que corresponden a comportamientos sociales.