Hablar de educación en cualquier país hoy, es hablar de su calidad. Siendo esta un constructo social, a su proceso concurren articuladamente un conjunto de factores exógenos y endógenos a la vida escolar, entre los que sobresalen: el contenido de lo que se enseña y se aprende (el currículum), los y las docentes que administran y gestionan esos contenidos desde su programación hasta su evaluación, y los propios estudiantes, como sujetos de aprendizaje y de su propio aprendizaje, incluidos su familia y su entorno económico y social.
Respecto al factor docente, recientemente, los días 30 de septiembre y primero de octubre pasado, se realizó en nuestro país un Congreso Internacional de Formación Docente con la participación como expositores en esta área del conocimiento educativo, de expertos de Cuba, Perú, Argentina y de organismos especializados del Banco Mundial y la Unesco y con la participación como talleristas de todos los cuadros dirigenciales del Mined a nivel institucional y territorial, directores y docentes de centros educativos y de las escuelas normales, coordinadores de TEPCEs y dirigentes y docentes de las facultades de educación del país.
Sobre la cuestión docente en Nicaragua, América Latina y el mundo mucho se ha investigado, se ha escrito y se ha hablado. Es un tema de difícil abordaje y tratamiento dada la variedad de sus múltiples caras y facetas, distribuidas en un amplio abanico, que van desde el reclutamiento y selección del personal, hasta su evaluación, pasando por su remuneración salarial y atención, cuidado y desarrollo profesional, formación, capacitación y promoción.
De lo anterior se deriva que la problemática docente, como fundamental para la elevación de la calidad de la educación, no se resuelve solamente con más y mejores programas de formación y capacitación. Es más, mucho más compleja. No obstante, si del conjunto antes mencionado, solamente con propósitos de análisis, aislásemos el componente de la formación y le convertimos en objeto de estudio, éste también presenta su propia complejidad cuyos componentes fundamentales son los de todos procesos formalizados de educación, esto es: un currículo o planes de estudios; los docentes llamados también para este caso formadores de formadores, y los estudiantes futuros maestros o profesores.
Sobre el currículo normalista o de las facultades de educación. Igual, una amplia bibliografía aconseja que hacer de acuerdo a los diferentes contextos. Sobre este tema, para el caso de Nicaragua y de muchos de los países de América Latina y el Caribe, antes que los futuros docentes aprendan las artes de la didáctica y de cómo enseñar, nuestro criterio es que lo primero de lo primero debería de ser que conozcan a profundidad el contenido de lo que van a enseñar. Esto es así para los docentes de todos los niveles, incluso universitarios. En Perú y Guatemala, recientemente se les administró a maestros de sexto grado, los mismos exámenes que ellos le habían practicado a sus estudiantes y los resultados fueron igual o peor que el de estos, especialmente en matemáticas y español.
Respecto a los docentes de las escuelas normales y de las facultades de educación, Nicaragua cuenta con una fortaleza muy grande. En los últimos años, con el apoyo de la Coordinadora Educativa y Cultural de Centroamérica la CECC-SICA, la mayoría de los profesores de las escuelas normales han realizado estudios de Maestría. Igual ha pasado y está pasando con los profesores de las facultades de educación. Lo que queda pendiente en este campo es un problema que es común a todos los que ejercemos el magisterio en nuestro país, y que trasciende a la academia y al régimen de estudios en cualquier universidad, me refiero especialmente a la fragilidad de la actitud y el compromiso de muchos de nosotros con el sentido de nuestro quehacer y de la profesión magisterial en general.
Respecto a los estudiantes de magisterio, pienso que Nicaragua cuenta con una cantera extraordinaria en su juventud, que eventualmente podría ser transformada en un poderoso movimiento magisterial de cara al porvenir. Todos los movimientos juveniles de la Juventud Sandinista y la Federación de Estudiantes de Secundaria. Movimientos culturales, deportivos, ecológicos. De comunicadores, alfabetizadores y de alumnos monitores, etc., son tierra fértil para la construcción del magisterio nicaragüense del futuro. Los programas de formación docente de los años venideros deberán contar con la juventud nicaragüense. Con su actitud proactiva, entusiasta, solidaria y progresista ya tenemos ganada la mitad de la batalla.
*Fuente de la imagen: http://www.lavozdelsandinismo.com/nicaragua/2014-03-10/impartiran-programa-pedagogico-para-maestros-empiricos/
El clima oficial anteriormente existente en la celebración del 15 de mayo proclamaba a los maestros como apóstoles de la enseñanza; pero hoy se les ha convertido en sujetos de desconfianza y hasta de persecución institucional, mediante una evaluación cuyo desenlace puede ser la separación de la docencia o el despido. Eran antes considerados como una presencia tangible en miles de comunidades del compromiso de Estado con la educación para mejorar la suerte de las hijas e hijos de asalariados, jornaleros, empleados, obreros, desempleados, trabajadoras domésticas, pero ahora se les demanda que conviertan a los niños –en palabras de la conducción empresarial que hoy priva en la educación– en capital humano. De ser orgullosos estudiantes de una profesión de Estado, reconocida socialmente, los normalistas pueden ahora ser muertos por policías en una autopista a pleno sol de mediodía y 43 de ellos pueden ser desaparecidos violentamente sin que la SEP emita aún lo que debería ser una enérgica protesta y una reiterada exigencia de verdad y justicia. Hoy el Estado se encarga de convertir a maestros en criminales por la vía de acusar y encarcelar por razones claramente políticas, convertidos en rehenes para amedrentar y contener las protestas de los restantes.
También los maestros universitarios llegan a este 15 de mayo en circunstancias mucho más agresivas y difíciles que las de hace apenas unos años. Se enfrentan a una fuerte tendencia al recorte de los presupuestos universitarios, incluso a retener lo que les pertenece, y las consecuencias las pagan los estudiantes y los trabajadores universitarios, especialmente los académicos. Desaparecen los sistemas institucionales de pensiones, se generalizan las formas de trabajo precario (profesores de asignatura, interinos, temporales), se popularizan los enajenantes sistemas de estímulos, se mediatiza o se vuelve inocua cualquier forma de democracia, se fortalecen las burocracias y apenas hay ya recursos para la investigación y difusión, y para nuevas plazas académicas. Al mismo tiempo, se establecen cada vez más estrictos sistemas de control y supervisión de las instituciones y de los maestros e investigadores. De ser entusiastas constructores de instituciones, de innovadores programas de docencia e investigación (en la UPN, la UAM, UAP, UAS, Veracruzana, Unison y muchas otras) las y los profesores universitarios, como gremio nacional, está ahora desleído, disperso, callado. Sus antiguas iniciativas creativas son sustituidas hoy por programas verticales, burocráticos y enajenantes. Triunfó en medida importante la modernización tecnoburocrática, pero las consecuencias ahora están a la vista.
La posible salida de este marasmo ya no está en las nuevas formulaciones de las viejas tesis de los 90 sobre la universidad del siglo XXI, sino en los nuevos modelos que se construyen a partir de las exigencias y demandas de quienes se rebelan contra décadas de desmantelamiento de la educación pública mexicana. En estos años de anquilosamiento para muchas instituciones y maestros, las grandes propuestas están surgiendo de los movimientos de protesta y exigencia de una nueva educación y una nueva sociedad. Cada movimiento social encierra profundas lecciones para la educación, porque surgen del más elemental motivo, la falta de alternativas y de la necesidad, por tanto, de repensar al mundo de tal manera que se abran nuevas alternativas. La CNTE ha demostrado –a un muy alto costo– por qué en 2013 era indispensable para una buena educación el sostener un diálogo con los educadores. Para impedir que la reforma se hundiera en un conflicto que cada vez más no tiene salida. Las juntas del buen gobierno de las comunidades zapatistas demostraron que con la autonomía, a pesar de los recursos escasos, mucho puede lograrse en la educación. Las escuelas altamiranistas de Guerrero, las integrales de Michoacán, el Proyecto de Transformación de la Educación de Oaxaca, las de Chiapas están mostrando que aún en las peores condiciones de hostigamiento oficial, político y presupuestal los maestros pueden generar visiones, propuestas y ejercicios concretos de una nueva educación. Los movimientos universitarios (hoy emblemáticamente encabezados por el Politécnico) refrendan a su vez la importancia de la autonomía, de la lejanía de la injerencia gubernamental, y la necesidad de cambio de estructuras y relaciones.
Toda esta creatividad que se cuela entre las grietas de una estructura de modernización prematuramente envejecida, es una energía enorme de transformación que se desperdicia. Una SEP e instituciones universitarias abiertas, con estructuras capaces de reconocer y recoger esas nuevas tendencias de cambio, traducirlas a propuestas concretas de carreras, investigaciones, difusión de la cultura pero sobre todo a estructuras de una modernidad distinta. Es decir, nuevas formas de participación y comunicación; nuevas maneras de aprender y enseñar, horizontales, pertinentes, liberadoras; estructuras distintas y horizontales de gobierno; el surgimiento de nuevos roles hombre-mujer, estudiante-maestro, gobernante-gobernado, estudiante-estudiante, y también una relación distinta entre sistema educativo o institución y el trabajador de la educación. Esto, que es lo moderno desde abajo, si se le deja entrar a un sistema o una institución es capaz de provocar una revolución pacífica y profunda. Generar una educación creativa, mucho más noble y rica. Aún en medio de la protesta que hoy arranca, y que anuncia la convergencia de estudiantes y maestros y, precisamente por ella, este 15 de mayo puede ser radicalmente diferente para quienes ven todo lo que está mal y debe cambiarse.
Ecuador/18 mayo 2016/Autor: El Comercio/ Fuente: Entorno Inteligente
La recomendación del Ministerio de Educación es que en todos los centros educativos del país se mantengan activados los planes de seguridad . Los padres también deben poner en marcha sus planes familiares. Eso tras producirse la nueva réplica del terremoto del 16 de abril, que tuvo lugar hoy 18 de mayo de 2016 antes del mediodía.
#SISMO Rev. 2016/05/18-11:46:42 TL Mag:6.7 Prof 10.00 km Near Coast of Ecuador pic.twitter.com/p3KFF94zGA
Instituto Geofísico (@IGecuador) May 18, 2016 Esa indicación la brindó el ministro Augusto Espinosa , en entrevista telefónica con EL COMERCIO. Las madres y padres de familia que tienen la posibilidad de retirar a sus hijos de escuelas y colegios, es preciso que lo hagan.
Los que no deben estar en contacto con sus maestros y la disposición es que las autoridades de cada institución desarrollen los protocolos establecidos para esta clase de emergencias.
«Les convoco a mantener la tranquilidad , la calma, a recordar los planes familiares, los puntos de encuentro establecidos, a contactar a maestros y otros padres de familia», insistió el ministro Espinosa. Esta autoridad señaló que todavía no tenía un reporte de daños que pudieron haber afectado la infraestructura educativa. Están levantando información.
Educación indica que padres deben activar planes familiares e ir por sus hijos si es posible.
Americans live in a historical moment that annihilates thought. Ignorance now provides a sense of community; the brain has migrated to the dark pit of the spectacle; the only discourse that matters is about business; poverty is now viewed as a technical problem; thought chases after an emotion that can obliterate it. The presumptive Republican Party presidential nominee, Donald Trump, declares he likes “the uneducated” — implying that it is better that they stay ignorant than be critically engaged agents — and boasts that he doesn’t read books. Fox News offers no apologies for suggesting that thinking is an act of stupidity.
A culture of cruelty and a survival-of-the-fittest ethos in the United States is the new norm and one consequence is that democracy in the United States is on the verge of disappearing or has already disappeared! Where are the agents of democracy and the public spaces that offer hope in such dark times? Many are in public schools — all the more reason to praise public school teachers and to defend public and higher education as a public good.
For the most part, public school teachers and higher education faculty are a national treasure and may be one of the last defenses available to undermine a growing authoritarianism, pervasive racism, permanent war culture, widening inequality and debased notion of citizenship in US society. They can’t solve these problems but they can educate a generation of students to address them. Yet, public school teachers, in particular, are underpaid and overworked, and lack adequate resources. In the end, they are unjustly blamed by right-wing billionaires and politicians for the plight of public schools. In order to ensure their failure, schools in many cities, such as Detroit and Philadelphia, have been defunded by right-wing legislators. These schools are dilapidated — filled with vermin and broken floors — and they often lack heat and the most basic resources. They represent the mirror image of the culture of cruelty and dispossession produced by the violence of neoliberalism.
Under the counterfeit appeal to reform, national legislation imposes drill-and-test modes of pedagogy on teachers that kill the imagination of students. Young people suffer under the tyranny of methods that are forms of disciplinary repression. Teachers remain powerless as administrators model their schools after prisons and turn students over to the police. And in the midst of such egregious assaults, teachers are disparaged as public servants.
The insecure, overworked adjunct lecturers employed en masse at most institutions of higher education fare no better. They have been reduced to an army of indentured wage slaves, with little or no power, benefits or time to do their research. Some states, such as Texas, appear to regard higher education as a potential war zone and have passed legislation allowing students to carry concealed weapons on campus. That is certainly one way to convince faculty not to engage in controversial subjects with their students. With the exception of the elite schools, which have their own criminogenic environments to deal with, higher education is in free fall, undermined as a democratic public sphere and increasingly modeled after corporations and run by armies of administrators who long to be called CEOs.
All the while the federal government uses billions of dollars to fuel one of the largest defense and intelligence budgets in the world. The death machine is overflowing with money while the public sector, social provisions and public goods are disappearing. At the same time, many states allocate more funds for prisons than for higher education. Young children all over the country are drinking water poisoned with lead, while corporations rake in huge profits, receive huge tax benefits, buy off politicians and utterly corrupt the political system. Trust and compassion are considered a weakness if not a liability in an age of massive inequities in wealth and power.
In the midst of what can only be viewed as a blow against democracy, right-wing Republicans produce slash-and-burn policies that translate into poisonous austerity measures for public schools and higher education. As Jane Mayer points out in Dark Money, the Koch brothers and their billionaire allies want to abolish the minimum wage, privatize schools, eliminate the welfare state, pollute the planet at will, break unions and promote policies that result in the needless deaths of millions who lack adequate health care, jobs and other essentials. Public goods such as schools, according to these politicians and corporate lobbyists, are financial investments, viewed as business opportunities. For the billionaires who are the anti-reformers, teachers, students and unions simply get in the way and must be disciplined.
Public schools and higher education are “dangerous” because they hold the potential to serve as laboratories for democracy where students learn to think critically. Teachers are threatening because they refuse to conflate education with training or treat schools as if they were car dealerships. Many educators have made it clear that they regard teaching for the test and defining accountability only in numerical terms as acts that dull the mind and kill the spirit of students. Such repressive requirements undermine the ability of teachers to be creative, engage with the communities in which they work and teach in order to make knowledge critical and transformative. The claim that we have too many bad teachers is too often a ruse to hide bad policies and to unleash assaults on public schools by corporate-driven ideologues and hedge fund managers who view schools strictly as investment opportunities for big profits.
We need to praise teachers, hold them to high standards, pay them the salaries they deserve, give them control over their classrooms, reduce class sizes and invest as much, if not more, in education as we do in the military-industrial complex. This is all the more reason to celebrate and call attention to those teachers in Chicago, Detroit and Seattle who are collectively fighting against such attacks on public schools. We need to praise them, learn from them and organize with them because they refuse to treat education as a commodity and they recognize that the crisis of schooling is about the crises of democracy, economic equality and justice. This is not a minor struggle because no democracy can survive without informed citizens.
Neoliberal education is increasingly expressed in terms of austerity measures and market-driven ideologies that undermine any notion of the imagination, reduce faculty to an army of indentured labor and burden students with either a mind-numbing education or enormous crippling debt or both. If faculty and students do not resist this assault, they will no longer have any control over the conditions of their labor, and the institutions of public and higher education will further degenerate into a crude adjunct of the corporation and financial elite.
Clearly, it is time to revisit Mario Savio’s famous speech at Berkeley in 1964 when he called for shutting down an educational system that had become odious. In his own words:
There comes a time when the operation of the machine becomes so odious, makes you so sick at heart, that you can’t take part, you can’t even passively take part; and you’ve got to put your bodies upon the gears and upon the wheels, upon the levers, upon all the apparatus, and you’ve got to make it stop. And you’ve got to indicate to the people who run it, the people who own it, that unless you’re free the machine will be prevented from working at all.
Savio’s call to resistance is more relevant today than it was then. Public schools not only mimic the injustices of an oppressive economic system, but also funnel poor youth of color into the criminal legal system. The good news is that there is an echo of outrage and resistance now emerging in the United States, especially among young people such as those in the Black Lives Matter movement.
If the major index of any democracy is measured by how a society treats its children, the United States is failing. Fortunately, more and more people are waking up and realizing that the fight for public schooling is not just about higher salaries for teachers; it is about investing in our children and in democracy itself. At the same time, we live in what author Carl Boggs and others have called a permanent warfare state, one in which every space appears to be a battlefield, and the most vulnerable are viewed not only as an imminent threat, but also as the object of potential violence. This suggests that the battle of education must become part of a wider political struggle. This is a struggle that connects assaults on education with the broader war on youth, police violence with the militarization of society and specific instances of racist brutality with the unchecked exercise of the systemic power of finance capital. But the struggle will not be easy.
Beneath all of the current brutality, racism and economic predation, there is some hope inspired by the generation of young people who are protesting police violence and the attack on public and higher education and working hard to invent a politics that gets to the root of issues. There is also a glimmer of possibility in those youth who have supported Bernie Sanders but are really demanding a new and more radical definition of politics: Their vision far surpasses that of the left-centrists and liberals of the Democratic Party.
Elections are the ruse of capitalism, and that has never been more clear than at the present moment. On the one side we have Hillary Clinton, a warmonger, a strong supporter of the financial elite and a representative of a neoliberalism that is as brutal as it is cruel. On the other side we have Donald Trump, a circus barker inviting Americans into a den of horrors. And these are the choices that constitute democracy? I don’t think so.
Collective self-delusion will only go so far in the absence of an education system that offers a space for critical learning and dissent, and functions as a laboratory for democracy. There is a tendency to forget in an age dominated by the neoliberal celebration of self-interest and unchecked individualism that public goods matter, that critical thinking is essential to an informed public and that education at the very least should provide students with unsettling ruptures that display the fierce energy of outrage and the hope for a better world.
But a critical education has the capacity to do more. It also has the power not only to prevent justice from going dead in ourselves and the larger society, but also, in George Yancy’s poetic terms, to teach us how to “love with courage.” Hopefully, while education cannot solve such problems, it can produce the formative cultures necessary to enable a generation of young people to create a robust third party — a party fueled by social movements demanding the economic and political justice that could allow a radical democracy to come to life.
[Thank you Henry for this piece. The article first appeared onTruthout.org.]
The writer is McMaster University Professor for Scholarship in the Public Interest in the English and Cultural Studies Department and the Paulo Freire Chair in Critical Pedagogy at The McMaster Institute for Innovation & Excellence in Teaching & Learning. He is also a Distinguished Visiting Professor at Ryerson University. His web site ishttp://www.henryagiroux.com and his other site is MCSPI.
Fuente Alternativa Docente / 19 de Mayo de 2016 Conflicto bonaerense: Hay recursos para resolverlo. Una lucha creciente enfrenta a Vidal
El conflicto bonaerense transita un nuevo momento, al confluir más de 15 gremios estatales, sectores sociales, políticos y estudiantiles. La movilización del 19 mostrará a Vidal que no son ‘pocos’ los que reclaman y que hay plata para dar respuesta.
La masiva movilización del miércoles 11 y el paro de la salud, judiciales y docentes, con Astilleros, los rurales, estudiantes de la FULP y organizaciones sociales y políticas como el MST; puso en el tapete el planteo de paro y plan de lucha provincial de todos los gremios estatales.
La marcha del jueves 19, en la que confluimos sectores de ambas CTA y la CGT, da cuenta del nuevo momento. De mayor ofensiva, extensión y tendencia a coordinar para abrirle la mano a Vidal. Profesionales de la salud (Cicop) y judiciales (AJB) con sus planes de lucha, confluyen con ATE que, frente a su congreso, resolvió retomar la lucha; junto al paro de la CTA Autónoma al que adhiere la Federación Nacional Docente. Mientras marchan también el Frente Gremial Docente, Udocba y Soeme de CGT que además para.
Inusual confluencia que requiere ir por más
Importante confluencia que no se daba desde el 2001. El ajuste PRO y el ascenso en la lucha, reubica direcciones. Aunque la decisión de gremios de la CTA de Yasky y la CGT de postergar el llamado a paro conjunto, al menos hasta junio, no contribuye a dar el golpe que requieren los trabajadores de la salud o la justicia para arrancar a Vidal el aumento salarial y otros reclamos.
Al anunciar la marcha ante la prensa, SUTEBA Provincia destacó el pedido de urgente reunión de la Mesa Técnica Salarial; al reconocer que el aumento que acordaron fue superado por la inflación. Ante un gobierno que quiere aparecer “firme”, eso se logrará si concretamos ese paro, movilización y plan de lucha provincial que dé continuidad a las acciones emprendidas.
La unidad en la acción se amplia, libera fuerzas y fortalece por abajo. El método de las asambleas, plenarios y congresos es la forma de participación de las bases en los gremios en lucha, permitiendo incluso superar propuestas conciliadoras. A ese canal se debe apostar para masificar si todo se decide en asambleas y en amplia consulta a las bases.
Ley de Emergencia: Massismo y PJ, cómplices
El 19 se rechaza además el proyecto flexibilizador y privatista de Vidal. Una ley de Emergencia Administrativa que prácticamente anula los ya limitados mecanismos de control para licitaciones con corporaciones privadas, asegurando el negociado. Y avanza en la precarización, al afectar a 15.000 temporarios que aún no pasaron a planta y crear un nuevo régimen de Contrato Autónomo, el que no reconoce derechos de la ley 10.430 y plantea que ya no se puede aspirar a la continuidad laboral.
Cuando hay signos de crisis en el gobierno, el massismo (FR) y el PJ lo siguen salvando. Así lo muestra el voto con más de dos tercios en el Senado de esa ‘Emergencia’ y que el massismo apoyara en Diputados la “moción de preferencia” para intentar aprobarlo el 19 con mayoría simple. En el plano gremial, UPCN y Fegeppba, siguen negados a luchar, aunque hablen de un adicional salarial para compensar la inflación ante el 15% que apoyaron.
Se puede ganar, con plan de lucha unificado
Ante esto, la lucha se extiende, gana las calles y cobra marco nacional al sumar a la juventud. Por eso, frente al paro nacional de ATE del 24, hay asambleas de SUTEBA disidente que ya plantean a la conducción provincial que llame a parar y marchar en unidad, como parte de un plan de lucha. Y que CTERA llame también. Así lo entendemos desde la FND.
Ese planteo de plan de lucha provincial unificado debemos llevar a cada gremio. Y responder a Vidal cuando dice que no hay plata: En vez de endeudarnos y beneficiar a los ricos, hay que ponerles fuertes impuestos; no pagar la deuda externa; recuperar el 15% de coparticipación cedido a Nación y eliminar los subsidios a las privadas. Así habrá fondos para saldar la “deuda social” de la que Vidal solo habla.
Con información del Centro Sindical de Investigación e Innovación Educativa de la Sección XVIII de la CNTE / 19 de Mayo de 2016
Por cuarto día consecutivo, las y los maestros mexicanos adherentes a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) han paralizado el sistema educativo, desafiando las amenazas de Aurelio Nuño, Secretario de Educación Pública, quien no ha desaprovechado ninguna oportunidad para amedrentar a los docentes con separarlos de su función si no regresan a las aulas, puesto que la nueva ley educativa marca que faltar más de tres días en un mes es causal de despido.
A pesar de las amenazas de despido, así como del despliegue policíaco y militar que el gobierno mexicano ha realizado desde el día de ayer para contener la movilización de los profesores en los puntos donde la CNTE ha demostrado mayor presencia, los maestros de educación básica y del nivel medio superior, se preparan desde tempranas horas para realizar protestas masivas en contra de la evaluación en diversos estados de la República Mexicana.
Los maestros democráticos de México, han advertido de las implicaciones que tiene la “evaluación para la permanencia” y del por qué la están rechazando: elimina la estabilidad laboral, pretende despedir masivamente a cientos de miles de trabajadores, precariza las contrataciones y desaparece el contrato colectivo, acaba con la organización sindical y tiene como objetivo desmovilizar al sector más organizado de la sociedad que se ha opuesto a las medidas de privatización de la educación pública .
Hasta el día de hoy se estima que el paro de labores ha alcanzado los 300 mil docentes; no obstante, los partícipes de las protestas masivas en bloqueos carreteros, ocupación de puntos internacionales de tráfico de mercancías, marchas y otras actividades, podría superar los 400 mil manifestantes en 28 estados de la República Mexicana.
En el caso particular del Estado de Michoacán, donde se encuentra uno de los bastiones más importantes de la CNTE, podría ser un foco rojo para el gobierno federal, ya que tendrá lugar la reprogramación de la evaluación docente, a la que han citado a 5 mil 300 profesores que serían resguardados por 5 mil efectivos de los cuerpos de la policía federal y el ejército mexicano; sin embargo, la CNTE espera una mega movilización de sus militantes de más de 60 mil personas que impediría por medios pacíficos cualquier intento de montar una farsa mediática ante la poca respuesta que han tenido de los mentores para asistir al examen para la permanencia.
China/18 mayo 2016/Autor: Sha-Pablo/Fuente: Radio Internacional de China
El grupo QS, con sede en Inglaterra, publicó el miércoles la lista de puestos de la fuerza del sistema de enseñanza superior global 2016, que tiene como objetivo valorar el ambiente en forma integral de los organismos de enseñanza superior. El nivel de sistema de China continental se ubica en el octavo lugar del mundo, siendo el primero en Asia. La República de Corea y Japón se ubican respectivamente en el noveno y el décimo lugar.
Dicha lista de puestos ha valorado el sistema de enseñanza superior basándose en la calidad y cualidad de alto nivel así como otros índices. La lista publicada por QS es con el fin de evaluar los factores de éxtio del sistema de enseñanza superior de diferentes países y regiones, estos factores radican en las ventajas del sistema, igualdad de educación, universidades de alto nivel e inversión.
La Dra. Christina Yan Zhang, supervisora de China en el grupo QS, dijo que el éxito de reforma de educación de China atrae la atención de todo el mundo, la proporción de inversión y rendimiento se ubica en el segundo lugar a nivel mundial, la alta eficiencia ha impulsado a universidades chinas a estar en el primer nivel del mundo. El número de universidades chinas que entran en los primeros 500 puestos del mundo ha sido de 25, en comparación con el año 2014, que fue de 18, se ha incrementado un 39 por ciento anualmente, lo que ha elevado la oportunidad para que los estudiantes chinos entren a universidades de alto nivel. En cuanto a igualdad de educación, se ha aumentado un 39 por ciento.
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