Por: ecodiario.eleconomista.es/21-07-2017
Expertos reunidos hoy en Madrid en el VI Foro del Audiovisual Iberoamericano Egeda-Fipca destacaron la «absoluta necesidad» de que las más altas instancias gubernamentales activen directrices educacionales que incluyan el audiovisual en los estudios, que formen y den criterio a niños de habla hispana.
Así, este encuentro iberoamericano que reunió en Madrid a más de 250 profesionales del mundo del cine y la cultura, planteó en todas y cada una de sus sesiones cómo llevar el audiovisual a las escuelas de Iberoamérica al tiempo que se logre que la educación en imágenes, tan necesaria en una sociedad contemporánea, cale en todas las capas sociales.
Y lo han hecho, según explicó a Efe el director del encuentro, Fernando Rodríguez Lafuente, acabando con la máxima machadiana de que «lo que sabemos entre todos, no lo sabe nadie».
«Tenemos que unir esfuerzos y recursos, pero también coincidir en las conclusiones; la más importante de hoy -señaló- es instar a la Secretaría General Iberoamericana (Segib) para que incorpore el asunto en la agenda de los Ministros de Educación y Cultura de las próximas cumbres de jefes de Estado y de Gobierno y que sean incluidos en todos los planes académicos, desde el preescolar, hasta los secundarios».
El filólogo y exdirector del Instituto Cervantes consideró «absolutamente clave» la enseñanza del audiovisual en los colegios, «pero al mismo nivel que se les enseña a leer o escribir».
«Por cada hora que pasan los chicos leyendo, ocupan diez viendo audiovisuales, solo por eso -afirmó- sería clave enseñarles a separar calidad de bazofia y distinguir la ética y la estética de las imágenes».
«La nuestra es ya una vida en imágenes -resumió-, por eso es esencial que, cuanto antes, entre en los planes de estudio».
Lograr esta empresa, por enorme que parezca, pasa por «el compromiso de las máximas instancias tanto de lo público, como de lo privado. Aquí -advirtió Rodríguez Lafuente- es determinante esta colaboración».
Y, al ser una cuestión de índole iberoamericana, añadió el experto, «no cabe otra que ir a la cumbre política de máximo nivel, que se discuta y que baje en cascada a instituciones y organismos».
«Es un asunto delicado y de muchísima sensibilidad», reconoció Rodríguez Lafuente, para quien de modo simultáneo hay que empezar a formar a los formadores.
«Parece evidente que el cine y los audiovisuales deben tener una correspondencia en los estudios igual que lo tienen las artes plásticas, la literatura o la música», de modo que otro de los objetivos del Foro es crear un catálogo de títulos globalmente aceptado que, de momento, ya cuenta con trescientas obras, seleccionadas por Ibermedia.
Dirigido, de manera singular, a la Conferencia de Autoridades Cinematográficas Iberoamericanas (CACI), el Foro Egeda-Fipca plantea el desarrollo de programas de formación de público y audiencias de cara a la divulgación y el conocimiento de los derechos de propiedad intelectual, que son «esenciales para el desarrollo de las industrias audiovisuales iberoamericanas».
Pero las sociedades, apuntó Rodríguez Lafuente, «son las que tienen que ir por delante de las leyes y exigir que se acoplen al momento histórico que vivimos y a los asuntos que importan a la gente. Lo único que hay que hacer es adecuarse a la realidad».
Para el director del Foro Egeda-Fipca, el presente de los latinoamericanos es tan bueno «como nunca había sido».
«Es alentador, y con cifras reales, no con sueños. La realidad de la cultura iberoamericana en este momento es muy muy potente», dijo.
Una de las actividades más visibles del Foro es, desde 2014, la organización de los Premios Platino, que este próximo sábado se entregarán en Madrid, después de haberse celebrado, la primera edición, en Panamá, la segunda en Marbella (Málaga) y la tercera en Uruguay.
Los premios, que ya se han consolidado como los más importantes de la cultura iberoamericana, están promovidos por Egeda y Fipca y cuentan con el apoyo de las Academias e Institutos de cine iberoamericanos, Latin Artist y la Fundación Aisge, que trabajan para conseguir una visibilidad mayor para el cine iberoamericano y mejorar su punto más débil: la distribución internacional.