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Argentina: Bill Gates dio a conocer a los diez finalistas del premio al mejor maestro del mundo

Argentina / 18 de febrero de 2018 / Autor: Luciana Vázquez / Fuente: La Nación

El mensaje, que resuena especialmente en la Argentina en medio de la disputa por la paritaria docente, dice así: «Las investigaciones han demostrado que tener un gran maestro es el factor más importante que determina que un estudiante recibirá una gran educación».

Esas fueron las palabras que pronunció Bill Gates hace apenas unas horas para anunciar el nombre de los diez finalistas al premio al mejor docente del mundo, el Global Teacher Prize (GTP), que se entregará en marzo en Dubai y que otorga un millón de dólares al maestro ganador.

Entre los diez maestros finalistas, hay un colombiano y un brasilero, los dos únicos docentes de América del Sur en llegar a esa instancia del certamen, además de maestros de Estados Unidos, Gran Bretaña, Bélgica Noruega, Turquía, Australia, Sudáfrica y Filipinas.

¿Qué hace a un docente un gran docente? De acuerdo con Gates, el premio hace foco en la efectividad de los docentes a la hora de inspirar sus alumnos, en su capacidad para ayudarlos a aprender, en su iniciativa para innovar en el aula y en el impacto positivo entre sus colegas.

Inteligencia docente

Cuando Luis Gutiérrez, docente de ciencias sociales, llegó a la escuela Gerardo Paredes, situada en uno de los barrios más pobres de Bogotá, se encontró con una realidad dura: violencia armada, violencia de género, embarazo adolescente y bullying contra alumnos «que no encajan con los modelos culturalmente aceptados de masculinidad y femineidad», según describen desde la Fundación Varkey, la organizadora del premio.

Hace cuatro años, tuvo una idea. Su plan fue adaptar los contenidos de su materia a las necesidades del alumnado y sus familias. Así fue que incorporó la enseñanza de ciudadanía sexual, con foco en la diversidad de género y los derechos reproductivos.

Los resultados fueron contundentes. En 2014, el primer año de implementación del nuevo plan de estudio, los embarazos adolescentes llegaron a 70. En 2017, la cifra fue cero.

Gutiérrez llegó a la final del GTP por su objetivo logrado: «generar procesos innovadores en el campo de la educación para la sexualidad, teniendo en cuenta los intereses y necesidades de los alumnos», sintetizan desde la Fundación Varkey. Por su aporte como docente, Gutiérrez ganó en 2017 el premio al Mejor Maestro de Colombia.

Jesus Insilada – Global Teacher Prize 2018 – Top 10

Mientras tanto, en otra barriada vulnerable pero esta vez de San Pablo, en Brasil, también condicionada por la violencia y por la droga, Diego Mahfouz Faria Lima, director de la Escuela Municipal Darcy Ribeiro, buscaba revertir el abandono escolar en su escuela, que era altísimo, el temor de los padres a mandar a sus hijos a esa escuela y la desmotivación de sus docentes.

Desarrolló entonces una estrategia para reforzar los lazos comunitarios entre la escuela, sus docentes, las familias y el vecindario. Primero, se enfocó en cómo era vista la escuela. Con la ayuda de los alumnos y sus padres y los maestros y profesores, se dedicaron a pintar el edificio y reconstruir su mobiliario a partir de donaciones de comerciantes y empresarios del barrio. Luego, abrió las puertas de la escuela a la comunidad y especialmente, la biblioteca escolar, lo que mejoró el proceso de alfabetización de sus alumnos. Además desarrolló un sistema de seguimiento de la trayectoria de los alumnos para cambiar la historia de abandono.

El caso del ingeniero Glen Lee, en Hawai, Estados Unidos, tiene a la ciencia y la tecnología en el centro de la escena. Lee es un profesor de tecnología en escuelas secundarias que desde hace casi veinte años impulsa el interés por las ciencias duras y la matemática a partir de un movimiento con foco en robótica.

En la actualidad, hay más de 750 programas de robótica implementados desde jardín de infantes hasta el nivel medio inspirados en su iniciativa. El objetivo no sólo es interesar a los alumnos en el aprendizaje de las ciencias duras y las ingenierías sino ofrecerles estrategias pedagógicas para ponerlos en contacto con aplicaciones reales de lo que están aprendiendo, desarrollar habilidades claves como el trabajo colaborativo, compromiso y responsabilidad y contribuir a mejorar su educación en general.

Desde 2007, el 87 por ciento de los alumnos de Lee logran niveles altos en lectura y matemática en las pruebas estandarizadas de Hawai y el 71 por ciento tiene un promedio académico alto.

En Noruega, la profesora de inglés Barbara Zielonka, de la escuela secundaria Nannestadt, llega a la final del GTP con un reconocimiento en su haber: el Gullepleprisen 2017, un premio muy prestigioso entregado por la Norwegian Educational Data Society.

Zielonka, muchos de cuyos alumnos no hablan inglés y están muy desmotivados, es una experta en el aprovechamiento de las tecnologías de la comunicación y la información para usos educativos. Sus alumnos manejan la edición de video, la curaduría de contenidos, el podcasting, la búsqueda en internet y el uso de la tecnología para el aprendizaje.

Además, Zielonka desarrolló el programa «Genius Hour», en el cual los alumnos deben proponer un proyecto de investigación, recoger datos online, contactar expertos vía internet y compartir los resultados con una audiencia global.

Nurten Akkus – Global Teacher Prize 2018 – Top 10

Compromiso social y pedagogía a medida

Koen Timmers, un profesor de computación de una escuela en Bélgica, también incorporó la tecnología para desarrollar un proyecto pedagógico de alto impacto, de los de mayor alcance entre los casos que alcanzaron la final del GTP.

Timmers creó una plataforma online para conectar escuelas alrededor del mundo en torno a proyectos de aprendizaje atractivos, sobre cambio climático, agua y diversidad cultural, todas áreas claves para el desarrollo sustentable de acuerdo con las Naciones Unidas. Más de 300 escuelas de casi 70 países distintos participan de la propuesta.

Además, desarrolló el Proyecto Kakuma para educar de forma gratuita a los chicos del campo de refugiados Kakuma en Kenia, Africa. Como no tenían ni computadoras ni conexión a internet, Timmers primero desplegó una estrategia de crowfunding para conseguir los dispositivos y paneles solares para producir energía y darle internet al campo de refugiados. Las clases ahora se imparten a través de Skype. Participan un centenera de docentes y unos 20 mil alumnos de todo el mundo que entran en contacto con los alumnos de Kakuma a través del proyecto de Timmers.

La maestra turca Nurten Akkus fundó un jardín en uno de los distritos más pobres de su país, para una población con bajos niveles de socialización, que nunca había accedido a la escuela. Así sus logros de aprendizaje subieron exponencialmente y también el compromiso de las familias.

Akkus viene desarrollando programas de involucramiento de los padres en la educación de sus hijos aplicados en toda Turquía. En 2015 fue elegida la Maestra del Año.

En Sudáfrica, Marjorie Brown está dedicada a desarrollar la capacidad lectora de los chicos pobres de su país. A partir de su experiencia como promotora del «Kid Lit Quiz», una competencia global de lectura con más de veinte años de historia de la que participan unas cien escuelas de ese país, Sudáfrica logró llegar tres veces a la final a pesar de ser el país más pobre entre los participantes.

Siguiendo el esquema del concurso, Brown creó Phendulani, una prueba de alfabetización para escuelas pobres con bajo rendimiento en lectura y sin bibliotecas. El concurso viene contribuyendo a mejorar la comprensión lectora de los estudiantes y al mismo tiempo, a conformar bibliotecas escolares a partir de los textos que integran el concurso. El puntaje alcanzado en la prueba Phendulani subió un 40 por ciento en los últimos cinco años.

Barbara Anna Zielonka – Global Teacher Prize 2018 – Top 10 (1)

En Filipinas, Jesús Insilada es maestro en una escuela donde la mayoría de los chicos pertenecen a pueblos originarios. Insilda mismo es un miembro de un pueblo originario, con un historia de pobreza que logró superar. El joven maestro es el primero de su familia en contar con un título profesional.

En la secundaria Alcalde Gustilo Memorial, Insilada puso en práctica una «educación basada en diversidad cultural» que tiene en cuenta las particularidades de los pueblos originarios y da contexto a los aprendizajes a través de danzas, canciones, mitos y artesanías tradicionales. Logró que aumentaran significativamente la tasa de inscripción de sus alumnos en estudios superiores.

¿Chicos enseñando matemática a otros chicos? Esa fue la idea del maestro de matemática Eddie Woo, docente de la secundaria Cherrybrook Technology en Sydney, Australia. Woo tiene dos logros por los que es ampliamente reconocido en su país.

Por un lado, creó el programa MathsPass, en el cual alumnos de cuarto año de secundaria se convierten en profesores de alumnos de séptimo grado que tengan dificultades en matemática. El programa apunta a ayudar a que los alumnos con problemas en esa materia mejoren en matemáticas y al mismo tiempo, a reconstruir su autoestima. Y entre los chicos-docentes, los inspira para seguir carreras universitarias docentes.

Por otro lado, Woo saltó las fronteras de su escuela cuando en 2006 empezó a subir sus clases de matemáticas online y creó el «Woo Channel» que tiene 60mil suscriptores en todo el mundo. También creó un canal donde otros docentes dejan filmadas sus experiencias de aula.

El barrio de Brent, en Londres, representa todo un desafío para un docente. Brent es uno de los barrios más pobres de la capital británica. Además, es uno de los de mayor diversidad cultural: en sus escuelas, se hablan más de 130 lenguas distintas. Sus alumnos cuentan con pocas herramientas para integrarse socialmente.

En ese contexto, la maestra de arte y textiles de la Alperton Community School, Andira Zafirakou, se las ingenió para torcer el destino y crear un curriculum académico y modalidades pedagógicas que conectaran con la compleja realidad de las familias de Brent.

Diego Mahfouz Faria Lima – Global Teacher Prize 2018 – Top 10

Junto a la maestra de música, creó un coro de música somalí. Propuso prácticas deportivas que respetaran las costumbres conservadoras de algunas de las comunidades. Aprendió las herramientas básicas de las 35 lenguas que se hablan en su escuela y reconstruyó los lazos con las familias de sus alumnos.

Como resultado del trabajo de Zafirakou, su escuela está entre las mejor rankeadas del país por sus logros académicos, ganó copas deportivas importantes, obtuvo premios por desempeños en matemática y desarrolló un programa de arte para integrar chicos vulnerables.

El ganador

Quién resultará el ganador del GTP se conocerá el 18 de marzo cuando se realice el Foro Global de Educación y Habilidades (GESF por sus siglas en inglés) en Dubai, organizado por la Fundación Varkey, creadora del galardón, enfocada en prestigiar la profesión docente, alentar una docencia de excelencia como garantía de educación de calidad para los alumnos más pobres.

Los diez finalistas fueron elegidos entre casi 40 mil candidatos de 173 países distintos, luego de una preselecció de 50 candidatos. Entre ellos, hubo dos docentes argentinos, Germán Soto, profesor de dibujo técnico de la Escuela Técnica Beltrán de Corrientes, y Silvana Carnicero, profesora de inglés especializada en entornos virtuales de aprendizaje de la Escuela Técnica Número 33, en el barrio de Pompeya en Ciudad de Buenos Aires.

Es la tercera vez que docentes argentinos llegan a la semifinal del GTP. El año pasado, fue la docente Silvana Coros y en 2015, las docentes Graciana Goicoechandia e Inés Bulacio.

Fuente de la Noticia:

https://www.lanacion.com.ar/2109029-bill-gates-dio-a-conocer-a-los-diez-finalistas-del-premio-al-mejor-maestro-del-mundo

Fuente de la Imagen:

Global Teacher Prize: Por los maestros del mundo

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Hay Festival 18. La Nueva Educación. César Bona en conversación con Claudia Restrepo

España / 11 de febrero de 2018 / Autor: Museo Arte Moderno Medellín / Fuente: Youtube

Transmitido en vivo el 25 ene. 2018

César Bona es uno de los cincuenta mejores maestros del mundo según el Global Teacher Prize, el llamado Premio Nobel de los profesores y autor de La nueva educación. Conversará sobre las preguntas que se ha planteado en su recorrido como reformador de la educación: ¿Por qué ya no son tan importantes los libros de texto? ¿Por qué hay que relativizar la importancia de los deberes? ¿Por qué se debe educar en empatía? ¿Por qué la educación debe estar por encima de todos los gobiernos? Con apoyo de Acción Cultural Española. Foco cultura España-Colombia.

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=EbRB3Acqrvc

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Tres profes colombianos, entre los mejores 50 del mundo

Colombia / 2 de enero de 2018 / Autor: Simón Granja Matías / Fuente: El Tiempo

Son hombres sencillos, se levantan temprano, salen a la calle bien sea del pueblo o de la ciudad y, cruzando el frío de la madrugada, llegan a sus escuelas motivados por implementar los modelos educativos que ingeniaron con la finalidad de hacer bien su trabajo como profesores. Ellos no esperaban que esa motivación sería de un nivel tan alto que llegaría a oídos de la Fundación Varkey, una organización internacional dedicada a promover la calidad de la educación en el mundo. Mucho menos que la organización los seleccionaría entre 30.000 docentes para conformar el grupo de los 50 mejores profesores del mundo y que alguno de ellos tendría la posibilidad de llevarse el Global Teacher Prize, conocido como el Nobel de la educación.

Los tres hombres colombianos que quedaron entre los 50 mejores son: Luis Miguel Bermúdez, de Bogotá; Jhon Alexander Echeverri Acosta, de Medellín, y Carlos Enrique Sánchez Santamaría, de Contratación, Santander. En esta edición del premio, Colombia es el país de América Latina que más profesores llevará al galardón.

En la edición 2017, solo fue convocado el profesor bogotano Alexánder Rubio, y en la del 2016, la profesora Katherine Franco, de Medellín.

El Global Teacher Prize es un premio que se creó para reconocer el trabajo de un profesor que haya contribuido de manera sobresaliente a la profesión y puesto de relieve la importante función que los docentes desempeñan en la sociedad. Además, el galardón da a conocer miles de historias de heroísmo educativo que han transformado y transforman la vida de los jóvenes en todo el mundo.

La lista de los 50 profesores preseleccionados tiene representantes de 33 países. Al dar a conocer sus historias y experiencias, la Fundación Varkey espera que el público general pueda debatir sobre la relevancia del trabajo de los profesores. El ganador se anunciará en el Foro Mundial de Educación y Capacitación que tendrá lugar el domingo 18 de marzo del 2018, en Dubái. El ganador recibirá un millón de dólares para impulsar su proyecto educativo. En la edición 2017, la canadiense Maggie MacDonnell se llevó el galardón por su trabajo con comunidades nativas inuit en el ártico canadiense. Para la próxima, los siguientes tres colombianos tienen más posibilidades de llevarse el reconocimiento.

Sexo seguro

Luis Miguel Bermúdez es uno de los profesores de los que más se ha hablado este año. Recibió el Premio Gran Maestro de la Fundación Compartir – el reconocimiento más importante para docentes de Colombia– y ahora quedó nominado al Global Teacher Prize. Además, el modelo pedagógico con el que logró estos reconocimientos ha sido divulgado y se ha puesto en práctica en otros países de América Latina.
Cuando el profe Bermúdez empieza a hablar sobre su colegio y sobre su proyecto es difícil que pare. Lo apasionan. Durante siete años ha dictado la clase de Ética y Valores en el Colegio Gerardo Paredes de la localidad de Suba, en Bogotá, y ha vivido momentos difíciles –como amenazas contra su vida–, así como gratificantes –logró reducir a cero el número de embarazos a temprana edad en el plantel–. 

Y es que las condiciones socioeconómicas que rodean a la institución, y que, por lo tanto, se viven dentro de ella, son difíciles. La mayoría de las familias que habitan el sector llegaron allí como desplazados, en un éxodo constante desde distintas regiones del país. El nivel educativo de los padres es bajo y sus ingresos económicos provienen, principalmente, de la informalidad.

La droga y la violencia no son ajenos al lugar. Pero el mayor problema que el profesor identificaba era la falta de educación sexual y todo lo que se deriva de esta: embarazo a temprana edad, violencia sexual y de género, abuso sexual y discriminaciones por orientación sexual. Frente a esto, durante los últimos dos años ha desarrollado una propuesta que va más allá de lo académico, pues llega a solucionar problemas de la vida de sus estudiantes, de sus familias, del colegio y de su entorno barrial.

“Me pregunté: ¿cómo construir un currículo para la educación sexual que tenga en cuenta las necesidades e intereses de los estudiantes? ¿Cómo articular los procesos educativos para disminuir el embarazo y demás problemas?”, relata el profesor, y agrega: “De ahí surgió la idea de la integración curricular de la ciudadanía sexual y el enfoque diferencial y de género”.

La propuesta empezó a implementarse en el año 2014. Se construyeron materiales propios, como unidades didácticas y evaluaciones, y se fortaleció el ejercicio de los derechos humanos, sexuales y reproductivos. “La primera estrategia fue crear espacios críticos de reflexión en la asignatura de Ética y Religión. Además, se utilizaron herramientas de investigación para reconocer las posibilidades de los estudiantes de ejercer sus derechos”, explica el profe Bermúdez.

Mediante esta estrategia se pudo evidenciar una disminución significativa en el embarazo adolescente y en los problemas de convivencia por violencia sexual o discriminación. “En un punto llegamos a tener hasta ocho niñas embarazadas en un salón de clases. Este año tenemos cero en toda la institución educativa”, asegura el docente, emocionado al recordar el logro.

El futuro en la naturaleza

El viaje a Dubái, en la península arábiga, será el primer viaje internacional del profesor Jhon Alexánder Echeverri Acosta. Está nervioso, pero también emocionado. La razón por la que la Fundación Varkey, entidad que organiza el Global Teacher Prize, eligió a este paisa de 33 años nacido en Envigado es porque ha ido más allá de incentivar a sus estudiantes a esforzarse en los estudios. El profesor ha buscado la participación de los padres y de las comunidades alrededor de los tres colegios en los que enseña la búsqueda de soluciones para los problemas medioambientales y sociales que se presentan.

“Este es un trabajo colectivo. Esa nominación no es mía. Yo lo he podido dar a conocer por la ayuda de ellos”, cuenta el maestro.

Echeverri no tiene padres maestros como muchos grandes educadores; pero su hermano gemelo y su otra hermana sí lo son. Según él, la razón de que los tres se hayan vinculado al mundo de la educación es porque siempre fueron muy aplicados, siempre quisieron aprender más, y de ahí se deriva el interés por transmitir esos conocimientos. Y desde pequeño siempre procuró encontrar soluciones, por eso promueve la investigación.

En las instituciones educativas El Salado, El Comercio e Indecap, en Envigado –donde Echeverri enseña ciencias– ha implementado varios proyectos de investigación con impacto positivo en las comunidades circundantes. Los entornos sociales y económicos de estas instituciones tampoco son fáciles. La mayoría de la población se identifica en estrato dos, y es frecuente que haya hogares disfuncionales, madres solteras, pobreza

“Afortunadamente, cuento con estudiantes que quieren ayudar a la comunidad, que son propositivos y proactivos para mejorar las problemáticas que se están viviendo en la comunidad”, dice Echeverri, y explica: “Tenemos proyectos que ayudan a disminuir la contaminación del aire, a hacer ecomaceteros y ecoladrillos. Y tenemos un noticiero institucional ambiental y uno que ayuda a divulgar competencias ciudadanas, lectu-ra… Desde hace 10 años empecé con estos proyectos”, asegura orgulloso.

Entre estos está un sistema de purificación del aire por medio de huertas hidropónicas con paneles solares. Inventaron, el profesor y sus estudiantes, un sistema de control de plagas y repelentes. “Este año construimos máquinas trituradoras de material reciclable para hacer macetas y ladrillos”, cuenta Echeverri, emocionado.

No olvidemos el pasado

Contratación, en Santander, tiene poco más de 3.800 habitantes, menos de los que tenía hace 10 años, cuando eran más de 5.200. En el pueblo, la tendencia es irse; pero Carlos Enrique Sánchez Santamaría, profesor de Computación y Comunicaciones en el Instituto Técnico Industrial San Juan Bosco, quiere revertir esa situación y generar sentido de apropiación.

Este pueblo fue uno de los tres lazaretos para recibir a los enfermos de lepra, y aunque ya hayan pasado más de 60 años desde que se demostró que dicha enfermedad no es contagiosa, el estigma aún pesa sobre el mal y, por lo tanto, sobre Contratación.

A sus 53 años, el profesor Carlos, quien fue criado y logró crecer en Contratación, ha visto pasar la historia del pueblo ante sus ojos y se ha dado cuenta de que es necesario fortalecer la memoria histórica del lugar y motivar a los contrateños para que se sientan orgullosos de su tierra.

Lo que buscaron el profesor y sus estudiantes fue acabar con el estigma de la enfermedad, decirle a la gente que la lepra no es contagiosa, que pueden hablar con los enfermos sin que pase nada.

“Empezamos a compartir la memoria de Contratación usando las tecnologías: hicimos blogs, movimos las redes sociales. Luego, creamos un canal de televisión y un periódico”, cuenta al maestro. Pero ahí no se quedó el proyecto, siguió creciendo. El profesor y los estudiantes se cuestionaron qué más podrían hacer, y decidieron imaginarse a Contratación en el futuro. “Queremos que sea el primer parque histórico cultural del mundo en homenaje al enfermo de la lepra”.

Fuente de la Noticia:

http://www.eltiempo.com/vida/educacion/tres-profesores-colombianos-nominados-al-global-teacher-prize-2018-166382

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César Bona: «a los niños hay que dejarles con hambre de seguir aprendiendo»

España / 3 de diciembre de 2017 / Autor: Redacción / Fuente: El Economista

Bona, considerado como uno de los mejores maestros de España, destaca que hay apoyar y formar a los docentes en materias fundamentales como el trabajo colaborativo, «porque es difícil enseñar algo que no hemos aprendido».

«Es importante que escuchemos a nuestros alumnos, porque es complicado formar a quien no conocemos, y la escuela debe ser el lugar en el que se dé voz a los niños para convertirlos en sujetos activos del cambio». Esta es sólo una de las reflexiones que César Bona, considerado como uno de los mejores profesores de España, ha compartido hoy en Valencia con los 350 docentes y pedagogos que han participado en la 2ª Jornada Pedagógica RUBIO.

Un encuentro en el que se han analizado, de primera mano, modelos y corrientes educativas innovadoras como las que respalda el propio César Bona, que atesora más de 16 años dedicado de lleno a la docencia, por los que fue reconocido en 2015 por el Global Teacher Prize como uno de los 50 mejores educadores del mundo.

Durante su participación en este foro, impulsado por la editorial de los cuadernos didácticos RUBIO, Bona ha explicado que cada niño tiene unas necesidades y hay que respetarlas, sin saturarles. «Tenemos que mantenerles las ganas de volver al día siguiente a la escuela, hay que dejarles con hambre de aprender», sostiene el mediático maestro. Por este motivo, aunque no demoniza los deberes, considera que «hay que evitar que los niños estén horas trabajando en casa, haciendo deberes que luego los maestros no pueden ni corregir por falta de tiempo material».

En este sentido, ha añadido el propio César Bona, «en España somos muy de blanco y negro, y es importante encontrar una zona intermedia. La escuela no puede convertirse en el centro del universo del niño, que tienen que disfrutar de su familia, y la familia de ellos».

Además, a colación de los resultados del último informe PISA, César Bona ha señalado que, aunque no se puede generalizar, la baja capacidad de desarrollar trabajos colaborativos entre los alumnos españoles tiene un claro motivo: «es difícil que los maestros podamos enseñar algo que no hemos aprendido, porque nadie nos ha enseñado» y ha destacado que «hay miles de maestros llenos de ilusión, pasión y muy preparados», y que, en su opinión, «hay que tratar de contagiar en positivo a todos aquellos compañeros que perdieron la ilusión por el camino».

La solución, según Bona, pasa por brindar más apoyo a los maestros y reforzarles, tanto los que están estudiando como los que están en activo, con nuevos conocimientos sobre temas tan importantes como el trabajo colaborativo, el aprendizaje por proyectos o la gestión de las emociones «porque sólo puedes exigir lo que puedes dar. Y para exigir ilusión o comprensión tienes que dar ejemplo, lo otro no es coherente». Eso sí, asegura que la sociedad tiene que «valorar más la labor de los docentes».

Aprender transformando

Por su parte Juan de Vicente, reconocido en 2016 como el profesor más innovador de España, ha mostrado el trabajo que están desarrollando en el IES Miguel Catalán de Coslada, donde hace tiempo apostaron por abrazar modelos pedagógicos diferentes a los establecidos, como el modelo de justicia restaurativa o el de aprendizaje servicio, que ha permitido conectar de manera real la escuela con la sociedad, con la vida.

De Vicente, que ha coincidido con Bona en la importancia de aupar y escuchar al alumnado, ha reflexionado sobre varios puntos importantes para apostar por nuevos modelos de escuela, como el liderazgo directivo, pedagógico y compartido, en el que los estudiantes son el eje central: «nos interesa muchísimo el liderazgo del alumnado. La clave de la transformación de la escuela está en el grado de participación del alumnado».

Al mismo tiempo, ha destacado que hay que lograr que los proyectos sean sostenibles y que para lograrlo es básico lograr generar redes estables de colaboración.

Escuelas del futuro, Col.legi Montserrat y Escola Sadako

Pero los asistentes a esta 2ª Jornada Pedagógica RUBIO también han podido escuchar las voces de dos colegios que han acometido una profunda renovación educativa y que se han convertido en dos ejemplos de la fuerza de la innovación pedagógica en las aulas, como son el Col.legi Montserrat y la Escola Sadako.

Desde el Col.legi Montserrat, la Madre Marta Molinas ha explicado el modelo transformador que han adoptado en su escuela, basado en la aplicación de la teoría de las Inteligencias Múltiples en todos los ámbitos de la enseñanza.

Por su parte, Jordi Mussons, director de Escola Sadako y uno de los impulsores de la Escola Nova 21, ha ahondado en el modelo en el que están trabajando y que está sirviendo de inspiración para multitud de colegios y docentes de toda España, como ha respaldado el propio César Bona durante su intervención.

Una escuela activa, laica, inclusiva, participativa, innovadora y con un proyecto global, que busca despertar en sus alumnos el pensamiento crítico, la creatividad, la colaboración y la curiosidad, así como el sentimiento de compromiso con la ciudadanía.

Y es que en Sadako encontramos ya aplicadas muchas de las tendencias educativas que han hecho de Finlandia un referente, como la generación de espacios para los alumnos pensados para relajarse, el aprendizaje basado en la experiencia (learning by doing) o la aplicación del each one-teach one entre alumnos, porque «a los niños les interesa más el aprendizaje entre iguales, entre ellos, que el que podamos darle nosotros», ha apuntado Mussons.

Para Enrique Rubio, director general de la afamada editorial de cuadernos didácticos RUBIO e impulsor de esta jornada pegagógica, «está jornada es el mejor ejemplo de nuestro trabajo. Estamos satisfechos con la acogida de este segundo encuentro, porque somos una editorial con una clara vocación innovadora que buscamos nuevas maneras de hacer, nuevas maneras de enseñar a los alumnos para lograr que aprendan más y mejor, pero siendo felices.»

RUBIO nace hace más de 60 años de la mano de Ramón Rubio, creador del Método RUBIO, y es la editora de los afamados cuadernos didácticos basados en potenciar la plasticidad del cerebro, a través del desarrollo de las competencias básicas, como la escritura y el cálculo. Desde su fundación, RUBIO ha vendido más de 300 millones de ejemplares de cuadernos, que han acompañado a seis generaciones de españoles. La firma vuelca gran parte de sus esfuerzos en la Fundación Cuadernos RUBIO, una entidad sin ánimo de lucro de carácter educativo, cultural y solidario.

Fuente de la Reseña:

http://www.eleconomista.es/ecoaula/noticias/8772134/11/17/-Cesar-Bona-a-los-ninos-hay-que-dejarles-con-hambre-de-seguir-aprendiendo.html

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Ghana: Las 7 lecciones del mejor profesor del mundo

Ghana / 26 de noviembre de 2017 / Autor: Redacción / Fuente: Semana

Dejó su trabajo en Microsoft para perseguir el sueño de crear una universidad en su país. Hoy su modelo educativo es un ejemplo.

Patrick Awuah es un ingeniero ghanés, de 52 años, elegido el pasado miércoles como el mejor profesor del mundo en la Cumbre Mundial para la Innovación en Educación celebrada en Doha, capital de Catar. El Premio WISE, por sus siglas en inglés, es considerado uno de los galardones educativos más importantes del mundo junto con el Global Teacher Prize, que entrega cada año en Dubai, Emiratos Arabes Unidos, la Fundación Varkey.

Estas son las 7 lecciones que deja Awuah con su ejemplo de vida y también con su labor al frente de la Universidad de Ashesi, ubicada en cercanías a Accra, la capital ghanesa.

1. El pensamiento crítico debe prevalecer sobre el aprendizaje de memoria: para Awuah lo más importante es que los alumnos aprendan a pensar por sí mismos, superando los procedimientos tradicionales para adquirir conocimientos de memoria. Todos los programas ofrecidos incentivan a los estudiantes a cuestionar lo establecido, para que no se limiten a reproducir lo que les cuentan los profesores sin dudar de su veracidad.

2. La evaluación continua es más importante que los exámenes finales: un elemento diferenciador del método de Awuah frente a otras universidades de Ghana es que el examen final representa solo un porcentaje menor de la nota. Allí se da mucha más importancia al proceso de aprendizaje a través de proyectos que preparan los alumnos para la práctica profesional, y su evaluación se hace de forma continua.

3. La empatía es igual de importante al conocimiento: en la Universidad de Ashesi todos los estudiantes participan durante cuatro años en un seminario de liderazgo sobre ética, colaboración y espíritu empresarial que termina con una sección de aprendizaje con base en el servicio. Esto incentiva el respeto por las opiniones contrarias y la capacidad de identificación de los estudiantes con los habitantes del territorio y sus problemáticas.

4. “Las humanidades son la clave para formar a los líderes del futuro”: con esta frase Awuah afirma que sus estudiantes deben ser capaces de plantearse grandes preguntas sobre cómo construir una sociedad mejor, antes que cómo convertirse en altos ejecutivos. Está muy ligada a su visión ética de la educación y por eso destaca que en 2008 los estudiantes establecieron el primer código de honor de una universidad africana, con el cual se responsabilizan de todos sus comportamientos, como respuesta al problema de la corrupción.

5. Hacer prevalecer la ética sobre el desarrollo económico personal también paga: el sector privado ha aportado con becas para el 50 por ciento de los estudiantes de la Universidad, 20 por ciento totales y 30 por ciento parciales, que ayudan a cubrir los 9.000 dólares que cuesta la matrícula anual. Además, uno de los principales criterios del jurado para otorgar el reconocimiento de medio millón de dólares a Awuah por ser el mejor profesor, fue premiar emprendimientos que no se basen solo en el desarrollo económico, sino que cultiven la altura moral de los ciudadanos.

6. Perseguir los sueños es más importante que la estabilidad: Awuah renunció a su cargo en Microsoft porque su sueño siempre fue montar una universidad en su país natal. Pidió ayuda al sector privado y con todos sus ahorros y los de su mujer reunieron un capital de 2,5 millones de dólares. Aunque los inicios fueron difíciles y modestos, porque empezaron dando clase a 30 estudiantes en una casa alquilada, hoy la universidad alberga 600 alumnos en un campus de cerca de 100 hectáreas.

7. Enseñar con el ejemplo es más efectivo: lo primero que hará Awuah con el medio millón de dólares recibido por el premio será incrementar las becas para estudiantes de la universidad. Lecciones como esta son producto de la filosofía humanística que inspira este modelo académico, y por eso hay casos de estudiantes con negocios exitosos, que también han donado parte de sus utilidades para el desarrollo de proyectos que benefician a comunidades en Ghana.

Fuente de la Noticia:

http://www.semana.com/educacion/articulo/las-7-lecciones-del-mejor-profesor-del-mundo/548086

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“Si la sociedad exige seres íntegros debe saber valorar a los docentes”

España/ Autor: Mauro L. Muñoz / Fuente: El Litoral

El profesor español, quien saltó a la fama hace dos años por su nominación al denominado “Nobel de los maestros”, estuvo de visita en Santa Fe para compartir sus experiencias educativas.

César Bona, quien fuera finalista en 2015 del Global Teacher Prize, remarcó la necesidad de que la escuela “mire más a la sociedad” y que actúe como un factor de cambio. Fue en el marco de su conferencia “Escuchar para Educar”, durante el VIII Congreso de Educación de la Universidad Católica de Santa Fe. Y también en diálogo con El Litoral.

—Para quienes no lo conocen y que a través del diario pueden leerlo, ¿quién es César Bona?

—Es un maestro, creo que hay pocos titulares más bonitos que la palabra maestro. Ya, con sólo leerle en el titular, la gente debiera resonarle maestro, maestro, maestro… Soy maestro de España, llevo unos 15 años trabajando. Tengo la suerte de que un amigo me presentó en un concurso mundial (teacher prize) y a raíz de ello la gente me ha ido conociendo a través de ir compartiendo cosas obvias y que todos necesitamos recordar.

—Entiendo que su abuelo era argentino. ¿Se encontraría con algún cambio si tuviera que asistir a clase hoy?

—Es cierto, tengo ascendencia argentina, mi abuelo nació en Tandil. Creo que la pregunta lleva en sí misma la respuesta. La verdad es que necesitamos más cambios. Estaría bien que hubiese más cambios en las aulas. Pero, sobre todo, cambios pensando hacia donde nos dirigimos. Que se mire más hacia la sociedad. El compromiso social es, ahora mismo, fundamental.

—Su último libro habla de las escuelas que cambian el mundo. ¿Cómo debieran ser estas escuelas?

—Que inviten a los niños y niñas a participar tanto en la escuela como en la sociedad. Que se les escuche porque tienen mucho que decir. Y que se les vea como parte de la sociedad ya, no en un futuro sino ya. Es en este mundo cuando ellos pueden hacer un mundo mejor.

—Uno de sus proyectos de mayor notoriedad comprendía el trabajo con mascotas. ¿Cuál era el objetivo y la importancia del mismo?

—Sí, es cierto, es un proyecto que se basa en el respeto a los animales. El objetivo que se perseguía era el planteo de pensar que si un niño respeta a otro ser, obviamente, va a ser mejor como persona. Fue una experiencia maravillosa que contagió a miles de niños y niñas de todo el mundo. Incluso, sé que unos cuantos alumnos aquí en Bariloche se sumaron al proyecto.

Hace ya cuatro años que yo cambié de escuela, pero cuando me fui les dije a los niños que se lleven las enseñanzas, cuando crezcan, hacia donde vayan. Que los iban a acompañar en la vida.

—¿Nota que está un poco ausente la educación emocional en el marco escolar?

—Hay algunos que dicen que educar en emociones es una moda. Me parece inadmisible que se diga eso. Lo importante es que nos demos cuenta de que en la escuela debemos enseñar una gestión de esas emociones. Pero, para enseñar, nuestra formación tiene que estar preparada. Y no sólo para los docentes en actividad, sino para los futuros maestros y maestros para todas las universidades de magisterio.

—En ello influyen las políticas educativas por parte del Estado. En Argentina tuvimos un reciente cambio de gobierno a nivel nacional y otro partido político en la provincia, con distintas ideas entre sí. ¿Cómo se debe trabajar en este sentido?

—Mira, la educación debe estar por encima de cualquier gobierno. Punto uno. Y, los que se dedican a hacer política educativa, deben entender que no puede haber una parte sin la otra. Se debe comprender en qué estado se encuentra la educación, debes recorrer las escuelas, ver qué hace falta. Y, luego sí, se puede plantear una ley. Porque no se puede hacer una ley desde un despacho sin saber qué es lo que pasa realmente en las aulas.

Entonces, es más que necesario, diría obligatorio, escuchar. Escuchar a los docentes, a las familias y también a los niños y adolescentes que son los protagonistas y a quienes muchas veces es a quienes menos se escucha. Para eso necesitamos gente valiente. Que esté decidida a dar ese paso en el que seguramente recibirá muchas críticas. Pero es necesario que miremos a una educación mejor y lo primordial es valorar a los docentes. Porque si queremos una sociedad mejor tenemos que empezar en la escuela sin ninguna duda.

—Como sociedad solemos tener de referencia experiencias que “mientras más kilómetros nos separen mejor aún” según sostuvo. Un caso paradigmático es el de la educación en Finlandia. ¿Qué tiene de distinto la educación allí? ¿Por qué motivos no es posible imitar ese modelo?

—Es que no se puede imitar tal cual, principalmente porque los contextos son diferentes, partiendo de esa idea. Pero, sobre todo, hay un motivo que valida a todos los lugares con este nivel y es que la sociedad valora a los docentes. Con lo cual volvemos a lo mismo. Si la sociedad exige que de la escuela salgan seres íntegros debe saber valorar lo que hacemos los docentes. Por ello, es que esta profesión debe ser colocada en el lugar que merece. Y la cuestión es que allí está donde lo merece. No es imposible de hacer, sino que debe suceder un giro en la mentalidad como sociedad.

—Luego de haber realizado su exposición y de su paso por la ciudad. ¿Qué reflexión dejaría a los maestros santafesinos?

—Principalmente, que estuve aquí encantado. Que fue un lujo haber podido escuchar a otras personas y sentir la pasión que tienen estos maestros y maestras. Y que deben sentirse privilegiados. Además de insistir en que todas las experiencias se deben poder conocer. Y es allí donde los medios tienen un papel muy importante. El de dar a conocer las que siguen siendo anónimas, pero que, sin dudas, son extraordinarias.

Fuente de la Entrevista:

http://www.ellitoral.com/index.php/diarios/2017/09/01/informaciongeneral/INFO-01.html

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Una maestra argentina, entre los 50 mejores docentes del mundo

América del Sur/ Argentina/15 de diciembre de 2016/Fuente: la nación

Se trata de Silvana Corso, candidata al Global Teacher Prize, considerado el Premio Nobel de educación, que entrega un millón de dólares al docente ganador

directora de una escuela secundaria pública de la Ciudad de Buenos Aires a donde van más de 500 alumnos, en su mayoría adolescentes llegados desde Fuerte Apache y chicos con problemas severos como parálisis cerebral, hidrocefalia, espina bífida y esquizofrenia, acaba de ser elegida entre los 50 finalistas al Global Teacher Prize, el galardón que es considerado el Premio Nobel para el mejor maestro del mundo y que premia con un millón de dólares al docente ganador.

Se trata de Silvana Corso, de 46 años, profesora de historia y directora la Escuela de Educación Media Nº2 «Rumania», en el barrio porteño de Villa Real, cercano a Fuerte Apache. Hace más de diez años que Corso llevó a su escuela la preocupación por la inclusión de alumnos con capacidades especiales y desde entonces se convirtió en el foco de su trabajo docente.

Corso llega a esta pre selección junto a docentes de 37 países diferentes, elegidos entre 20 mil maestros nominados en 179 países. Esta es la tercera edición del Global Teacher Prize, una iniciativa de la Fundación Varkey, una organización sin fines de lucro que incentiva la docencia de excelencia con el objetivo de garantizar educación de calidad para los chicos de sectores vulnerables. La Fundación Varkey fue fundada por el multimillonario nacido en India, Sunny Varkey, un emprendedor renombrado en el sector educativo por su cadena GEMS de escuelas privadas.

«En 2030 se necesitarán 30 millones de maestros en todo el mundo. ¿De dónde van a salir si la profesión está devaluada y nadie quiere convertirse en maestro? El premio busca desandar ese camino», le decía el CEO de la Fundación Varkey, Vikas Pota, a LA NACION el año pasado.

El legado de Catalina

«La escuela inclusiva se construye todos los días -le dice Corso a LA NACION, a pocas horas de haber recibido la noticia de su nominación-. Cada día es un desafío lograr que los chicos aprendan y promocionen. En nuestra escuela no hay barreras no importa los problemas con los que los chicos lleguen o vengan de donde vengan. No hay selección alguna. Se los incluye a todos».

«Trabajo en contexto de riesgo, de vulnerabilidad y pobreza -relata Corso-, con chicos judicializados o de familias judicializadas, alumnas adolescentes que ya son madres». Desde que fue fundada en 1990, la escuela Rumania que dirige Corso tuvo como objetivo incluir a poblaciones vulnerables en lo social.

La inclusión de alumnos con discapacidades físicas y mentales, en cambio, fue una preocupación encarada por Corso. «Me propuse ampliar el concepto de vulnerabilidad y de inclusión. Ahora podemos adaptarlo a todos», explica la docente y agrega: «Faltaban las Catalinas y Catalinos»

Corso se refiere a chicos con desafíos similares a los que tuvo que enfrentar su hija Catalina, que murió a los 9 años en 2009. «Cata se asfixió al nacer con el cordón umbilical. Quedó con parálisis cerebral severa.», relata Corso. Finalmente, en plena epidemia de Gripe A, Catalina murió de una infección pulmonar

A pesar de que Catalina respiraba por traqueotomía, comía con botón gástrico, se movilizaba en silla de rueda postural porque no podía sostener la cabeza ni el tronco, no veía ni escuchaba, pudo empezar su escolaridad en un jardín de infantes común, donde pudo integrarse.

No sólo la historia de su hija inspiró a Corso. Su propia biografía, también. Su escuela primaria estuvo signada por el dictamen de sus maestras establecieron que decretaron casi la pequeña Corso no estaba en condiciones de aprender y convenía que se dedicara a aprender corte y confección o cocina en lugar de seguir estudios secundarios.

«Durante toda la primaria fui pasando de grado más por voluntad de las maestras que por aprendizaje real. Yo no lograba entender y aprender», recuerda. «Iba a la escuela a la mañana. Entraba llorando y salía llorando. La tarde era mi único momento de felicidad. A la noche, volvía a sufrir imaginando la mañana siguiente. El problema era que no sabía estudiar», rememora.

A pesar de todo, inspirada por el hogar esforzado donde creció, acompañada por su padre Julio, un pintor de carteles cuya educación terminó con su escuela primaria, y su mamá, Vicenta Ortega, un ama de casa que no sabía leer y escribir, Corso empezó la secundaria y logró terminar, al mismo tiempo que estudiaba corte y confección. Fue la única de los tres hijos del matrimonio Corso que obtuvo el título secundario.

«En primer año me enseñaron a estudiar», remata y reflexiona: «Cuando estaba en primaria, en mi caso que no tenía en realidad ninguna discapacidad real, nadie se preguntaba por mí, porqué no aprendía y cómo podían ayudarme para que aprendiera. Con Cata aprendí todo lo que hago ahora. Yo empecé a preguntarme cómo aprendía Catalina. Entendí que había otras formas de aprender que no eran las convencionales»

La hipertonía del cuerpo de Cata o los cambios en su respiración se convirtieron en la formas poco convencionales de expresar los aprendizajes que la niña lograba. «Todo el mundo puede aprender», sintetiza Corso.

En el camino de la inclusión

Con la muerte de su hija, una pregunta se instaló en la vida de la docente: «¿Qué hago con todo esto?». Así fue que orientó su carrera docente al tema de la inclusión de las capacidades diferentes, con énfasis en los problemas severos.

Ese principio fue el que Corso llevó a la escuela que dirige. Corso misma se especializó en el área. Corso tiene una diplomatura por FLACSO, otra por la Universidad Central de Chile y el Centro de Altos Estudios Universitarios de OEI y una especialización por la Universidad de Salamanca, siempre en el área de inclusión y discapacidades.

La escuela Rumania integra adolescentes con todo tipo de dificultades. Hay alumnos con Trastornos del Espectro Autista, con Trastornos Generalizados del Desarrollo, con síndrome Asperger, síndrome de Tourette, síndrome de Down, alumnos con problemas pisquiátricos como esquizofrenia o psicosis. También con parálisis cerebral, con mielomelingocele, con espina bífida o microcefalia. «En el turno mañana, donde cursan unos 300 chicos, entre 60 y 70 alumnos tienen estos diagnósticos», dice Corso.

«El nuevo ganador se conocerá en Dubai, en marzo de 2017»


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Los mismos profesores de las áreas tradicionales se ocupan de adecuar los contenidos. «Ellos ponen el cuerpo literalmente cuando algún chico tiene un brote y se pone violento», comenta Corso. La capacitación en servicio de los docentes se orienta haca el área de la inclusión de las capacidades diferentes.

«En la escuela, además de lo académico, a los chicos les enseñamos que todos somos iguales. El chico que viene del Fuerte es tan valorado que se siente único», explica Corso.

En su proyecto pedagógico, primer año es el año clave. Lo explica Corso: «Ahí todavía se dan las burlas y la discriminación entre ellos. Una vez que maman los valores de la escuela, con tutorías muy personalizadas, los chicos aprenden a cuidarse mutuamente. Los chicos que llegan de Fuerte Apache, cuando ven a sus compañeros en sillas de rueda que la siguen peleando, aprenden a relativizanr sus propias situaciones. Todos aprendemos que todos tienen algo que aportar y eso enriquece la vida de todos. Trabajamos sobre el valor agregado de cada uno y no sobre el disvalor».

Evaluando logros

Por eso, según Corso, las evaluaciones estandarizadas no resultan útiles para sopesar el aporte de su escuela. «No nos va muy bien en relación con la media que maneja el ministerio. Nos va muy bien en relación con nosotros mismos».

Corso se refiere a las historias de sus alumnos, cuyos logros no suelen estar reflejados en las evaluaciones estandarizadas. Cuenta el caso de un ex alumno con parálisis cerebral que estudia derecho en Universidad de La Matanza y es uno de los mejores promedios. O por el contrario, el caso de un adolescente que llegó a quinto año, sólo se llevó sólo dos materias previas a febrero pero algo pasó: «A veces los atraviesa el barrio y los perdemos en un verano. Así pasó con ese alumno: terminó el verano y no volvió. Le cortaron la cara en un boliche. Lo desfiguraron. Se quedó sin proyecto. Le arruinaron la vida».

En la escuela Rumania no festejan antes de tiempo los logros de sus alumnos. «Festejamos con cada alumno que se recibe y se puede insertar -explica-. Recién ahí estamos en condiciones de medir los logros».

Si en marzo Corso gana el premio millonario, planea primero mejorar las condiciones de su escuela. «Nuestra escuela es re pobre -dice-. A los chicos con sillas de rueda tenemos que llevarlos a upa. La rampa que funciona un día y 20 no; el hueco para el ascensor que hace 5 años que espera un ascensor». Entre sus planes también está abrir una guardería en la escuela y financiar viajes para capacitar a otros maestros. Además sueña con una fundación. «Para trabajar con chicos como Catalina que no cuenten con una obra social», detalla.

El nuevo ganador se conocerá en Dubai, en marzo de 2017, cuando se lleve a cabo una nueva edición del Global Education and Skills Forum (GESF), organizado también por la Fundación Varkey.

En la última edición del Global Teacher Prize a principio de 2016, dos maestras argentinas, Inés Bulacio y Gracia Goicoechandia, llegaron a la final. El premio recayó en la maestra israelí Hanan Hroub.

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1966676-una-maestra-argentina-entre-los-50-mejores-docentes-del-mundo

Imagen: bucket3.glanacion.com/anexos/fotos/25/educacion-2326625w620.jpg

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