Por: Heriberto Rivera
Independientemente que se pueda estar de acuerdo o en oposición, las Enseñanzas y el gran aporte como legado a la humanidad del sociólogo Immanuel Wallerstein que siempre planteo con sobradas razones la unidisciplinaridad de las ciencias sociales resuenan en los oídos y hace brillar aun mas la luz cuando se lee y estudia a este gran pensador de los últimos tiempos, aunque ya fallecido, su pensamiento fue capaz de ponernos en su lugar ante la voracidad del mundo globalizado.
Ante la realidad que es imposible ocultarla, la globalización se hizo omnipresente, pues millones de personas en el mundo imaginaron que seria la gran solución a la problemática mundial de los más de siete mil millones de habitantes aunado al resto de los organismos vivos.
No en vano, el mundo se afincaba a la esperanza de un mundo mejor, mas habitable, mas humanizado, pues hasta mentes de pensamiento esclarecedor como Joseph Stiglitz nos decía “creo que la globalización -la supresión de las barreras al libre comercio y la mayor integración de las economías nacionales-puede ser una fuerza benéfica y su potencial es el enriquecimiento de todos, particularmente los pobres”. (pág., 11).
En la realidad concreta y tangible del ver para creer, la globalización no marcho desde sus orígenes como fue planteada, no funciona y no podrá funcionar si el interés máximo es el capital y su sistema capitalista.
La realidad de la globalización ha sido desde sus comienzos muy inclemente que hasta políticos conservadores como Jaques Chirac, según Stiglitz “han manifestado su preocupación porque la globalización no está mejorando la vida de quienes mas necesitan de sus prometidas ventajas” (pág., 28); es claro para el mundo que algo ha funcionado terriblemente mal.
Luego de la introducción de la globalización que apertura en el mundo la economía de mercado a gran escala, se ven los resultados y los críticos a la misma acusan con razón a los países occidentales de hipócritas y con razón, pues forzaron a los pobres a eliminar las barreras comerciales, pero ellos mantuvieron las suyas e impidieron a los países subdesarrollados exportar su producción.
Stiglitz después de estar de acuerdo con la globalización advierte que La globalización, tal y como ha sido defendida, a menudo parece sustituir las antiguas dictaduras de las elites nacionales por las nuevas dictaduras de las finanzas internacionales”; tal situación ha venido socavando las bases de la soberanía de los países que fueron conminados a que los caprichosos mercados de capitales tomaran por ellos sus decisiones. (Pág.308).
El resultado ha sido que las naciones más empobrecidas de la tierra empeoraron más su situación. (Stiglitz, 2002). Los beneficios de la globalización han resultado en demasiadas ocasiones inferiores. (pág., 33)
En fin para el economista Joseph Stiglitz, “la globalización actual no funciona. Para muchos de los pobres de la tierra no está funcionado. Para buena parte del medio ambiente no funciona (…..) la pobreza ha crecido y los ingresos se han hundido” (Stiglitz, 2002). (pág., 269).
Si bien, la globalización logró estimular y apalancar la economía de mercado de países inclusive como China y Vietnam, el problema no es la globalización sino el modo en que ha sido gestionada; y esa gestión es apuntalada por instituciones financieras económica internacionales con nombre y apellido como el FMI, El Banco Mundial, la OMC, cuyos dirigentes y ejecutivos establecen las reglas de juego, dominan el ajedrez mundial, manejando a los gobiernos de los países cual peones de su suerte.
Esas instituciones que no juegan en nada a la neutralidad establecen las líneas que benefician a los países industrializados mas avanzados e intereses muy particulares de esos países desfavoreciendo a los mas pobres a esos que conforman la periferia o lo que llaman peyorativamente sus patios traseros, enfocando la globalización de forma deliberada desde puntos de vista particularmente estrechos, modelados conforme una visión especifica de la economía y la sociedad.
Siguiendo en la onda de Stiglitz, el mundo se encuentra sumergido además del malestar por la globalización esta azotado por el terrorismo el cual tiene diversas manifestaciones y mutaciones sociales que inducen e introducen modificaciones al ADN de la sociedad.
Sobre el fenómeno de la globalización ya Wallerstein, había referido que “los medios, así como también los científicos sociales, repiten constantemente que hay dos cosas que dominan al mundo en que vivimos desde los últimos decenios del siglo XX: la globalización y el terrorismo”.
En ese momento dichos fenómenos eran sustancialmente nuevos, donde la globalización nos la presentaban como un fenómeno rebosante de esperanzas y el terrorismo como la encarnación de peligro temible; y como cosa rara, EEUU se presentaba como el gran adalid para imponernos uno y luchar contra el otro mal.
Para ese entonces, todos los poderes políticos, económicos y financieros nos impusieron la globalización bajo el razonamiento de que “no hay ninguna alternativa” a la cual todos los países deben ser sometidos.
El mundo seguía en su camino acatando el dictamen de sus líderes mundiales, pero tal vez lo más negativo era la incomprensión de tales fenómenos por la fragmentación del conocimiento al cual se halla sometida la humanidad entera, debido al parcelamientos y fraccionamiento de la educación.
Según Wallerstein parte del problema es que “hemos estudiado estos fenómenos en compartimientos y estancos a los que le hemos dado nombres especiales-política, economía, estructura social, cultura -sin advertir que dichos compartimientos eran construcciones de nuestra imaginación mas que de la realidad”.
Esta situación nos lleva a decir que la educación en todos los niveles, mientras que este deliberadamente parcelada hará siempre más difícil la comprensión integral de los distintos fenómenos que acechan a la humanidad como la pandemia del coronavirus que la humanidad padece y lleva sobre sus vidas en los actuales momentos.
Así como los virus tienen la capacidad y la propiedad de la mutación, también ésta es social, hay en camino una mutación social para seguir controlando el sistema-mundo, a pesar de que muchos que no comprendieron el fenómeno de la globalización y el terrorismo que ahora se manifiesta como bioterrorismo.
En ese sentido Wallerstein uno de los creadores iniciales del enfoque o si se quiere una perspectiva critica de sistema-mundo a través del cual realiza el análisis de la realidad social y viene “hablando de la globalización desde mucho antes de que el término fuera inventado no como algo “nuevo” sino como de algo que había sido un elemento básico para el sistema –mundo moderno desde que este comenzara en el siglo XVI”.
Ese sistema-mundo que opera como tal, ha contado con muchas instituciones- Estados y sistemas interestatales, compañías de producción, marcas, clases, grupos de identificación de todo tipo- y que estas instituciones forman una matriz que permite al sistema operar pero al mismo tiempo estimula tanto los conflictos como las contradicciones que calan en el sistema.
En consecuencia, ese sistema- mundo es una creación social que como toda creación del hombre tiene sus orígenes, su historia, sus intenciones los cuales deben ser enteramente comprendidos, sus mecanismos deben ser claramente delineados que lleven a comprender el por qué se generan situaciones o complicaciones introducidas que la mayoría de las veces aparece como realidades inexplicables.
Echar mano de la perspectiva critica sistema –mundo implica asumir otra forma de pensar y ver la realidad objetiva en momentos en que el mundo se hace cada vez mas interdependiente en donde la visualización y posible solución de su problemática debe realizarse con el soporte de distintas disciplinas del conocimiento pero rompiendo las fronteras entre ellas para poder ampliar el horizonte del conocimiento y tener la certeza de la realidad.
Esa otra manera de ver el mundo a través de la nueva unidad de análisis, “el sistema mundo en lugar de la nación, como lugar donde transcurren los distintos, interrelacionados y complejos procesos sociales” (Crespo, 2014), lo cual permite realizar una aproximación hacia donde se encamina en la actualidad: la vulnerabilidad.
En ese orden de ideas, ese Sistema Mundo explicando la postura de Wallerstein por Tolosa citado por Crespo (2014), “esta formado por las fuerzas que constantemente lo reproducen y, al mismo tiempo, por fuerzas que dificultan su preservación: Ambas fuerzas no son eternas: lo que reproduce mañana puede ser estéril; lo que hoy se opone, mañana puede ser sustituido por algo distinto”.
En consecuencia esa necesidad de conocer nos lleva buscar espacios para un nuevo pensamiento, no por lo nuevo en el sentido del esnobismo, sino lo nuevo como sentido de superar las estructuras del pensamiento simple, del determinismo y de la causalidad lineal del pensamiento por otro que sea mas holístico; para lograrlo es necesario superar los estancos y compartimientos que enclaustran el conocimiento dentro de una correa esquemática de la repetición que desfigura la realidad social.
El mundo actual nunca antes se había enfrentado a diferentes situaciones en la cual existen ciertamente posibilidades del peligro de la existencia de la especie humana, cuyo análisis se hace en compartimientos trayendo como resultado situaciones aparentemente inexplicables.
Fundaméntanos en las ideas de Wallerstein nos refiere “que los compartimientos estancos de análisis- lo que en las universidades se denomina disciplinas- son un obstáculo y no una ayuda para la comprensión del mundo” argumentando que la realidad social en la que vivimos y determina cuales son nuestras opciones no ha sido la de los múltiples estados nacionales de los que somos ciudadanos sino algo mayor que hemos llamado sistema-Mundo”
Al referirnos al sistema educativo generado por el sistema-mundo, Benach (2020) quien plantea razonadamente que la pandemia debe ser la oportunidad para hacer un cambio social radical nos dice sobre la educación que a modo de retorica se insiste en la “necesidad de realizar estudios con enfoque multidisciplinares o interdisciplinares, y es verdad que existen valiosas reflexiones teóricas, pero sin embargo el mundo académico penaliza ese enfoque, en favor de una especialización a menudo vacua”.
Ese conocimiento parcelado y fragmentado, que impide que se tengan las herramientas más que necesarias imprescindibles para comprender las realidades, es sustentado también por los medios hegemónicos que atosigan a la población con cifras y estadísticas con sus curva matemáticas que se “muestran obsesionados con la primicia, nos saturan con los datos de la pandemia pero deliberadamente ignoran las interrelaciones de la pandemia con la crisis ecológica, crisis económica, la psicología, la cultura del miedo, el desempleo, la precarización. Trata las cosas de forma aislada y parcelada y emocional, cuando no tóxica”. (Benach, 2020).
En consecuencia, hoy somos testigos del resultado expresado en un orden dominante de sociedad que no comprende que su compulsiva manera de devorar la naturaleza en el altar de la ganancia es una manera de devorarse a sí misma , convirtiéndose en una depredación autofagica.
La pandemia que hoy asola a la humanidad es una herencia del sistema –mundo que se corrobora al realizar ese análisis integro que delinea todo el aparataje de los instituciones que lo conforman. No es posible y no cabe en la mente racional y sensata que ante los grandes avances en todos los campos del conocimiento en tecnología y comunicación no se detecte a tiempo el advenimiento de una catástrofe sanitaria. El huésped venía anunciándose.
En consecuencia, ante la imposición de la cultura necrófila, la protección social no fue globalizada se desmontaron los sistemas de salud de los países y la salud de los ciudadanos quedaron al garete, quien tenga su seguro privado puede acceder a los organismos dispensadores de la misma.
De esta manera según lo manifiesta García Linera (2020), “la globalización resulto mas bien ser una coartada de unos cuantos países, de unas cuantas personas para imponer su domino, su poder y su cultura, que una verdadera integración universal de los logros humano en beneficio de todos”.
La situación de ahora nos rebela que la “mano invisible” de la globalización de los mercados -incluido el de la salud- ha resultado inservible para los cuidados de la humanidad y mas peligrosa que la propia pandemia.
Según investigaciones realizadas esas son situaciones creadas y engendradas por las contradicciones del sistema mundo que lo hace cada vez más vulnerable debido a la irracionalidad del mundo capitalista- nacida de la búsqueda incesante del lucro lo cual provee otras aberraciones que dejan a la humanidad a la deriva promoviendo pandemias desde los grande laboratorios. (Castilla, 2020).
Según Castilla (2020), la OMS – una de las instituciones que conforman el sistema mundo del cual nos habla Wallerstein-su relacion con los grandes laboratorios es un secreto a voces, pues “la OMS omitía informar que tres de sus principales expertos mantenía lazos financieros con ambos laboratorios”; se refiere Castilla a la laboratorio Roche que “ se enorgullecía de haber ganado USD 937 millones solo en el primer trimestre del año 2009 con el SARS y la británica Glaxo que proyectaba ganancias por USD 1600 millones en los siguientes seis meses.
Es decir, detrás del frio recuento de contagios y muertes están los intereses de dueños del mundo, de quienes delinean la globalización, sus operaciones y sus maniobras y como dice Castilla (200) “detrás las puestas en escena, los intentos de torcer la vara en favor de los negocios”. Que aberrante e inmoral resulta el sistema mundo que tenemos.
En fin, estamos ante la presencia de un Sistema – Mundo gendarme que vigila los hogares pero es el gran ausente a la hora de la prevención y los cuidados que amerita la población mundial; claro es la lógica del sistema mundo que en consecuencia ni puede ser garante de la salud de las grandes mayorías.
Las medidas de emergencia que eventualmente puede llegar a tomar tiene límites predefinidos: el umbral de la propiedad privada capitalista.
Ante estas situaciones creadas como resultado del antropocentrismo salvaje y criminal surgen preguntas tal vez sin respuestas comprometedoras: Si la especie humana es lo fundamental para la permanencia y multiplicación de la misma ¿por qué no se practican ejercicios de sanidad y salubridad a tiempo en caso de una pandemia figurada tal y como se realizan a gran escala ejercicios militares para salvaguardar y prever alguna invasión de las fronteras territoriales para prevalecer el poder factico? .¿Por qué no se planifican y organizan planes sociales de emergencia en momentos de “normalidad”, como en un incendio, un evento sísmico o pandemia?.
¿Cómo es posible que la potencia mundial centro del sistema mundo pueda ser capaz de mantener ejércitos y mas de novecientas bases militares alrededor del sistema mundo?
Antes de esto, por el contrario, se destinan millones de dólares para financiar la creación de nuevos y resistentes virus; Según Bautista (2020) ,”desde el 2001 el gobierno gringo ha destinado 100 billones de dólares en una ofensiva guerra biológica; desplegando 400 laboratorios dentro y fuera de USA, empleando a más de 13.000 científicos en la creación de nuevas cepas de gérmenes ofensivos resistentes a las vacunas (por ejemplo, en la universidad de Wisconsin, el grupo de investigación del doctor Yoshihiro Kawaoka descubrió el modo de elevar la toxicidad de la gripe española en un 200%, para fines de guerra biológica que impulsa el Pentágono)”.
Las diversas investigaciones sobre una pandemia que pudo haberse evitado dan cuenta de la irracionalidad del sistema mundo, se pueden citar por referencia de Castilla (2020) solo algunas, pero se sabe de la existencia de otras.
En el año 2016, Peter Hotez, junto a su equipo medico del colegios de medicina de Houston, estuvo a punto de lograr una vacuna contra el coronavirus, de repente le cortan el cash justo cuando debían pasar de realizar pruebas en animales a hacerlas en humanos.
Otra situación parecida le ocurrió al investigador francés Bruno Conard, quien trabajo durante varios años en la cepa de los coronavirus tras el brote del SARS en 2002, quedo a la deriva por falta de recursos.
Estos ejemplos como otros logran demostrar que no fue obra de ningún “cisne negro” (teoría que trata de explicar eventos “imprevistos”), que el coronavirus no era imprevisible, pues desde los inicios del siglo XXI, con la experiencia del SARS se podían asentar las bases para crear vacunas de prevención salvando la vida de miles o tal vez millones de personas.
En consecuencia los habitantes del planeta tierra, estamos viviendo y sufriendo la más burda irracionalidad de quienes dispone del sistema mundo para engrosar los recursos del capital, situación esta que hace vulnerable tal sistema y cuya corriente se devuelve incluso contra sus impulsores.
Así tenemos que el cambio climático generado por la obcecación de mantener un sistema que pone en riesgo la especie humana tiene como resultado la muerte , destrucción y desolación; la deforestación de grandes extensiones de boques y selvas vírgenes ha traído como consecuencia que ese coronavirus que “pululaba dentro de animales selváticos, sin ninguna intención de causar daños a los humanos”, por sobrevivencia tuvo que salir de su ambiente natural y lamentablemente encontró refugio en los sistemas respiratorios como hábitat propicio para convertirse en un contagioso virus asesino.
De manera que hoy no vengan con el cuento del “tiempo perdido” que hoy lamentan los lideres del sistema- mundo que no ha sido contingencia sino el resultado de la opción política de la cual nos habla esclarecidamente Wallerstein con su análisis del Sistema -Mundo.
El gendarme mayor del mundo en medio de la pandemia mas desastrosa vivida por la humanidad, desafiando los pedidos de cooperación que invaden el éter mundial el habitante de la casa blanca patea el tablero internacional, violando los principios fundamentales del derecho internacional amenaza con mas sanciones a gobiernos constitucionales, como única finalidad de mantener ese modelo que socava la vida de los pueblos. La quimera del norte, la nación presentada como históricamente como “tierra de oportunidades” no otorga siquiera el derecho a tener un cuadro de fiebre a sus trabajadores.
Hoy todos los millones de habitantes del planeta somos testigos de excepción , que aún con todo el arsenal de guerra y de billones de dólares para acabar con gobiernos populares; las potencias económicas, con todo el dinero, armas y poder que detectan, con su gran criminal arrogancia y discursos burlescos, descuidando el talento y capital humano el sistema mundo se cae a pedazos; la naturaleza tantas veces ignorada y violada esta pasando su factura mayor por la inercia destructiva del modelo impuesto sin poderlo evitar; ese es el resultado que provoca el caos y la destrucción ambiental provocado por el actual sistema económico que practican.
Para culminar este escrito incorporo la opinión del filosofo y lingüista Noam Chomsky, quien al requerirle opinión por un periodista responde: “el asalto neoliberal ha dejado a los hospitales sin preparación. Un ejemplo entre todos: las camas de los hospitales han sido suprimidas en nombre de la “eficiencia”. Chomsky, resume en una palabra lo que necesitan saber sobre el sistema en el que vivimos: “esta crisis es el enésimo ejemplo del fracaso del mercado, al igual que lo es la amenaza de una catástrofe medioambiental. El gobierno y las multinacionales farmacéuticas saben desde hace años que existe una gran probabilidad de que se produzca una gran pandemia, pero como no es bueno para los beneficios preparase para ello, no se ha hecho nada” (Marzo, 2020).
La vulnerabilidad del sistema mundo que lleva a la humanidad a una riesgosa “situación limite”, obedece a su relacion de explotación desbordada de la madre naturaleza, que coloca al mundo en el abismo de la desaparición y con sobrada razón Dussel (2020) nos alerta que “Hoy, la madre naturaleza se ha rebelado; ha jaqueado a su hija, la humanidad”, (…) “es la naturaleza la que hoy nos interpela: “¡O ME RESPETAS O TE ANIQUILO!”; es el grito de tierra en el tiempo, un mensaje turbulento que así como lleva muerte también entraña un futuro que no espera, se asemeja al parto maternal en cual hay vida y esperanza, pero también se corre el riesgo de sucumbir.
Esa oportunidad de cambio, de vida y esperanza se “manifiesta como signo final de la modernidad y como anuncio de una nueva edad del mundo, posterior a esta civilización soberbia moderna que se ha tornado suicida” (Dussel, 2020).
Veamos la decadencia de un Sistema Mundo que empieza a mostrarnos sus límites y que, como dijo alguna vez Enrique Dussel citado por Bautista (2019), “dará lugar a un nuevo orden transmoderno que no tenga como referencia a la modernidad, sino que, básicamente sea superación de ella”.
El coronavirus, un huésped ignorado, pero que ya venía anunciándose, llegó para quedarse; según Ramonet (2020) “en la escena geopolítica, la espectacular irrupción de un actor desconocido ha desbaratado por completo el tablero de ajedrez del sistema-mundo”
La vida la hacen los hombres como seres terrenales, hoy pareciera que está comenzando uno de los tantos despertares de la humanidad, ojala no la logren apagar los sueños de los injustos.
“Lo peor de la peste no es que mata a los cuerpos, sino que desnuda las almas y ese espectáculo suele ser horroroso” Alberto Camus.
Bibliografía:
Bautista, R (2020). La pandemia como arma geopolítica. www.resumenlatinoamericano. 23-03-2020.
_________________ (2019). Entrevista con L. López en Correo del Alba. www.correodelalba.org
Benach, J. “Hay que aprovechar esta pandemia para hacer un cambio social radical” en www.sinpermiso.info. 28/03/2020.
Castilla, E. Coronavirus: Entre la pandemia y la Irracionalidad del sistema capitalista. Jueves 12 de marzo de 2020.
Crespo, R. La Perspectiva de “Análisis de Sistemas Mundo y el sistema mundo Moderno (la economía- mundo capitalista), en https: //rebelión.org, 24-09-2014.
Chomsky, N. (2020) Entrevista. En otrasvoceseneducacion.org, marzo 28,2020.
García, A. (2020). Pánico Global y horizonte aleatorio, en www.nuestravoces.com.ar
Grau, V. Coronavirus, jaque al mundo globalizado
Dussel, E. “Cuando la naturaleza jaquea la orgullosa modernidad”. La Jornada.www.jornada.con.mx; 04/04/2020.
Ramonet, I (2020). La pandemia y el sistema-mundo
Stiglitz, J (2003). El malestar en la globalización. Taurus, México.
Wallerstein, I. (2005) Análisis del Sistema Mundo. Una Introducción. Siglo Veintiuno editores.
heristo50gmail.com
Fuente: El autor escribe para OVE
Imagen: https://pixabay.com/illustrations/dollar-currency-capitalism-funds-2091737/