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Usos y abusos de los juegos demócratas: entre nacionalismos y chovinismos el gran abrazo

Por: Eduardo Camín

 

Nunca como hoy la cuestión de la democracia ocupó un lugar tan destacado en las luchas políticas y sociales de América Latina. La reciente contienda electoral en Uruguay, nos deja algunas enseñanzas para reflexionar profundamente sobre los usos y abusos de la democracia, en ese profundo desuso de la ideología, que se podría resumir como una derrota (la izquierda) con sabor a triunfo y un triunfo con sabor a derrota (la derecha).

Es así que, en ese vale todo, el tiempo del hombre político actual parece destinado a reducir a fogononazos efímeros los esfuerzos tendientes a instaurar órdenes de convivencia, que se sueñan para abarcar los grandes ciclos históricos, ignorando aquellas enseñanzas de que los hechos sociales sólo cobran valor en su conjunto, según el ritmo que la medida del tiempo define y dosifica.

Una visión de la democracia con sus reglas de juego electorales se ha puesto en marcha sin contar con los que esperan. En época de globalización, no es el tiempo quien aguarda a los hombres, sino los hombres quienes han de buscar la ocasión de montar en marcha el tren electoral del tiempo democrático. La argumentación claro está, se basa en las concepciones de «democracia en general» sin precisar su caracter clasista.

Un hecho puede ilustrar nuestra argumentación. Cuando asistimos a un encuentro entre militantes de las fuerzas en contienda de centroderecha y centroizquierda que entre banderas partidarias y símbolos patrios se fusionaron en un gran abrazo, cantando a viva voz el himno nacional, este significativo hecho tuvo una lectura sesgada a través de las redes sociales.

Pero creemos que plantear así el problema, fuera de las clases sociales, pretendiendo considerar la nación en su conjunto, es sencillamente denegar su propia historia. Por eso la defensa que se hace de la democracia burguesa por medio de discursos, gritos y lágrimas hipócritas no hace más que defender al reformismo burgués.

La innovación, como ansia, exigencia, o consecuencia de toda acción política ha de contar con la novedad. Sin embargo, el tren del tiempo democrático, arrastra los vagones del desarrollo, progreso y realidad, pero pensar los posibles vínculos de unidad entre democracia y desarrollo obliga a definir claramente el proyecto social y los postulados éticos-políticos a las que obedece.

Si adjetivamos el desarrollo como democrático estamos manteniendo una concepción de la sociedad y la acción política fundada en los valores constitutivos del ser humano.

Pero hablar de democracia implica como supuesto necesario plantear el tema de su capacidad de audeterminarse, es decir, de fijarse sus metas en libertad, atendiendo las exigencias de sus pueblos. Por lo tanto es evocar el tema de la dependencia en que se encuentra là región en el plano del capitalismo internacional, y conduce por ello mismo a entender la lucha por la democracia en tanto que lucha por la liberación nacional.

El desarrollo en su conjunto de esferas que lo constituyen, es decir, lo político, lo social, lo cultural, lo económico, es un todo indivisible y sólo si entendemos la democracia como el fundamento que explica, da sentido y orienta el desarrollo humano podríamos construir un proyecto democrático. De no ser así, se produce una castración en la concepcion teórica y en la puesta en práctica de la misma como opción política.

Desarrollo y democracia son complementarios si se mantiene el contenido de ambas categorías y se piensa en ellas sin limitar o reducir su explicación. Si eliminamos los contenidos políticos, sociales económicos o culturales del desarrollo y de la democracia, nos encontraríamos con conceptos que pierden su significado.

La teoría del desarrollo capitalista contempla la democracia como un factor dependiente del crecimiento y amplitud del mercado y del acceso de los ciudadanos al llamado consumo de masas de una sociedad.

En realidad el desarrollo para el capitalismo, es democrático cuando las grandes masas de la población pueden acceder sin más restricciones que las de su valía personal a los beneficios del progreso : cuando se generaliza el derecho al crédito y se puede consumir y mantener un mínimo nivel de ahorro para tiempos de crisis; cuando el proceso de crecimiento económico es lo suficiente estable para favorecer la negociación de sueldos, salarios y mejoras en las condiciones de trabajo y creación de empleo, es decir cuando hay cierta estabilidad.

El gobierno del progresismo uruguayo, condicionó – en parte- su funcionalidad, a la doctrina de transformar el desarrollo al servicio del desarrollo económico como búsqueda de la eficiencia en el consumo y el mercado. De esta forma la democracia transfiere así su existencia a la esfera económica desde la cual queda definida como factor destinado a potenciar dicha eficiencia, perdiendo toda su vitalidad política.

La nueva política económica de Uruguay será mas de lo mismo. Tal vez en lo que atañe al liberalismo la burguesía nacionalista lo toma como arma para privatizar en su beneficio el capital social aún en manos del Estado y limitar la capacidad de regulación de que dispone el Ejecutivo, ya sea transfiriendo partes de las atribuciones al Parlamento, ya sea apropiándose ella misma de la otra parte en nombre de los derechos sagrados de la iniciativa privada.

Bajo este principio de explicación, el desarrollo es un continuo proceso de mejoras en la racionalización del mercado y el grado de consumo de la población y la democracia el procedimiento político que hace posible su existencia.

La identidad generada entre democracia y mercado capitalista favorece el establecimiento de las doctrinas que ideólogicamente contemplan el subdesarrollo como etapa previa en la construcción de una economía de mercado.

Los eufemismos  países en desarrollo o emergentes o procesos de modernización no es más que filantropía occidental que potencializara a su maxima expresión la bofetada de la miseria. La crisis del capitalismo no disminuye, se multiplica exponencialmente, amenazando con destruir ya no la clase trabajadora sino a todo el planeta, su cultura y su civilización.

Pero sabemos que no será en el marco de las actuales tendencias, que aunque sean necesariamente opuestas en el plano general de lo ideológico, se hacen compatibles con los diversos aspectos particulares del ejercicio político, de la democracia impidiendo la respuesta necesaria bajo el manto adulador del interés nacional, cómplice de la prevaricación que justifica las irresponsabilidades del aparato de Estado.

Fuente e imagen: http://estrategia.la/2019/11/28/usos-y-abusos-de-los-juegos-democratas-entre-nacionalismos-y-chovinismos-el-gran-abrazo/

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Entrevista a Byung-Chul Han: Viviremos como en un estado de guerra permanente

Redacción: La Vanguardia

Carmen Sigüenza y Esther Rebollo

Redacción Internacional, 12 may (EFE).- Supervivencia, sacrificio del placer y pérdida del sentido de la buena vida. Así es el mundo que vaticina el filósofo coreano Byung-Chul Han después de la pandemia: “Sobrevivir se convertirá en algo absoluto, como si estuviéramos en un estado de guerra permanente”.

Nacido en Seúl en 1959, Han estudió Filosofía, Literatura y Teología en Alemania, donde reside, y ahora es una de las mentes más innovadoras en la crítica de la sociedad actual. Según describe en una entrevista a EFE, nuestra vida está impregnada de hipertransparencia e hiperconsumismo, de un exceso de información y de una positividad que conduce de forma inevitable a la sociedad del cansancio.

El pensador coreano, global y viral en su fondo y forma, expresa su preocupación porque el coronavirus imponga regímenes de vigilancia y cuarentenas biopolíticas, pérdida de libertad, fin del buen vivir o una falta de humanidad generada por la histeria y el miedo colectivo.

«La muerte no es democrática», advierte este pensador. La Covid-19 ha dejado latentes las diferencias sociales, así como que “el principio de la globalización es maximizar las ganancias” y que “el capital es enemigo del ser humano”. A su juicio, “eso ha costado muchas vidas en Europa y en Estados Unidos” en plena pandemia.

Byung-Chul Han, que publicará en las próximas semanas en español su último libro, «La desaparición de los rituales» (Herder), está convencido de que la pandemia “hará que el poder mundial se desplace hacia Asia” frente a lo que se ha llamado históricamente el Occidente. Comienza una nueva era.

PREGUNTA: ¿La Covid-19 ha democratizado la vulnerabilidad humana?¿Ahora somos más frágiles?

RESPUESTA: Está mostrando que la vulnerabilidad o mortalidad humanas no son democráticas, sino que dependen del estatus social. La muerte no es democrática. La Covid-19 no ha cambiado nada al respecto. La muerte nunca ha sido democrática. La pandemia, en particular, pone de relieve los problemas sociales, los fallos y las diferencias de cada sociedad. Piense por ejemplo en Estados Unidos. Por la Covid-19 están muriendo sobre todo afroamericanos. La situación es similar en Francia. Como consecuencia del confinamiento, los trenes suburbanos que conectan París con los suburbios están abarrotados. Con la Covid-19 enferman y mueren los trabajadores pobres de origen inmigrante en las zonas periféricas de las grandes ciudades. Tienen que trabajar. El teletrabajo no se lo pueden permitir los cuidadores, los trabajadores de las fábricas, los que limpian, las vendedoras o los que recogen la basura. Los ricos, por su parte, se mudan a sus casas en el campo.

La pandemia no es solo un problema médico, sino social. Una razón por la que no han muerto tantas personas en Alemania es porque no hay problemas sociales tan graves como en otros países europeos y Estados Unidos. Además el sistema sanitario es mucho mejor en Alemania que en los Estados Unidos, Francia, Inglaterra o Italia.

Aún así, en Alemania, la Covid-19 resalta las diferencias sociales. También mueren antes aquellos socialmente débiles. En los autobuses y metros abarrotados viajan las personas con menos recursos que no se pueden permitir un vehículo propio. La Covid-19 muestra que vivimos en una sociedad de dos clases.

P: ¿Vamos a caer más fácilmente en manos de autoritarismos y populismos, somos más manipulables?

R: El segundo problema es que la Covid-19 no sustenta a la democracia. Como es bien sabido, del miedo se alimentan los autócratas. En la crisis, las personas vuelven a buscar líderes. El húngaro Viktor Orban se beneficia enormemente de ello, declara el estado de emergencia y lo convierte en una situación normal. Ese es el final de la democracia.

P: Libertad versus Seguridad. ¿Cuál va a ser el precio que vamos a pagar por el control de la pandemia?

R: Con la pandemia nos dirigimos hacia un régimen de vigilancia biopolítica. No solo nuestras comunicaciones, sino incluso nuestro cuerpo, nuestro estado de salud se convierten en objetos de vigilancia digital. Según Naomi Klein, el shock es un momento favorable para la instalación de un nuevo sistema de reglas. El choque pandémico hará que la biopolítica digital se consolide a nivel mundial, que con su control y su sistema de vigilancia se apodere de nuestro cuerpo, dará lugar a una sociedad disciplinaria biopolítica en la que también se monitorizará constantemente nuestro estado de salud. Occidente se verá obligado a abandonar sus principios liberales; y luego está la amenaza de una sociedad en cuarentena biopolítica en Occidente en la que quedaría limitada permanentemente nuestra libertad.

P:¿Qué consecuencias van a tener el miedo y la incertidumbre en la vida de las personas?

R: El virus es un espejo, muestra en qué sociedad vivimos. Y vivimos en una sociedad de supervivencia que se basa en última instancia en el miedo a la muerte. Ahora sobrevivir se convertirá en algo absoluto, como si estuviéramos en un estado de guerra permanente. Todas las fuerzas vitales se emplearán para prolongar la vida. En una sociedad de la supervivencia se pierde todo sentido de la buena vida. El placer también se sacrificará al propósito más elevado de la propia salud.

El rigor de la prohibición de fumar es un ejemplo de la histeria de la supervivencia. Cuanto la vida sea más una supervivencia, más miedo se tendrá a la muerte. La pandemia vuelve a hacer visible la muerte, que habíamos suprimido y subcontratado cuidadosamente. La presencia de la muerte en los medios de comunicación está poniendo nerviosa a la gente. La histeria de la supervivencia hace que la sociedad sea tan inhumana.

A quien tenemos al lado es un potencial portador del virus y hay que mantenerse a distancia. Los mayores mueren solos en los asilos porque nadie puede visitarles por el riesgo de infección. ¿Esa vida prolongada unos meses es mejor que morir solo? En nuestra histeria por la supervivencia olvidamos por completo lo que es la buena vida.

Por sobrevivir, sacrificamos voluntariamente todo lo que hace que valga la pena vivir, la sociabilidad, el sentimiento de comunidad y la cercanía. Con la pandemia además se acepta sin cuestionamiento la limitación de los derechos fundamentales, incluso se prohíben los servicios religiosos.

Los sacerdotes también practican el distanciamiento social y usan máscaras protectoras. Sacrifican la creencia a la supervivencia. La caridad se manifiesta mediante el distanciamiento. La virología desempodera a la teología. Todos escuchan a los virólogos, que tienen soberanía absoluta de interpretación.

La narrativa de la resurrección da paso a la ideología de la salud y de supervivencia. Ante el virus, la creencia se convierte en una farsa. ¿Y nuestro papa? San Francisco abrazó a los leprosos…

El pánico ante el virus es exagerado. La edad promedio de quienes mueren en Alemania por Covid-19 es 80 u 81 años y la esperanza media de vida es de 80,5 años. Lo que muestra nuestra reacción de pánico ante el virus es que algo anda mal en nuestra sociedad.

P:¿En la era postcoronavirus, nuestra sociedad será más respetuosa con la naturaleza, más justa; o nos hará más egoístas e individualistas?

R: Hay un cuento,“Simbad el Marino”. En un viaje, Simbad y su compañero llegan a una pequeña isla que parece un jardín paradisíaco, se dan un festín y disfrutan caminando. Encienden un fuego y celebran. Y de repente la isla se tambalea, los árboles se caen. La isla era en realidad el lomo de un pez gigante que había estado inmóvil durante tanto tiempo que se había acumulado arena encima y habían crecido árboles sobre él. El calor del fuego en su lomo es lo que saca al pez gigante de su sueño. Se zambulle en las profundidades y Simbad es arrojado al mar.

Este cuento es una parábola, enseña que el hombre tiene una ceguera fundamental, ni siquiera es capaz de reconocer sobre qué está de pie, así contribuye a su propia caída.

A la vista de su impulso destructivo, el escritor alemán Arthur Schnitzler compara la Humanidad con una enfermedad. Nos comportamos con la Tierra como bacterias o virus que se multiplican sin piedad y finalmente destruyen al propio huésped. Crecimiento y destrucción se unen.

Schnitzler cree que los humanos son solo capaces de reconocer rangos inferiores. Frente a rangos superiores es tan ciego como las bacterias.

La historia de la Humanidad es una lucha eterna contra lo divino, que resulta destruido necesariamente por lo humano. La pandemia es el resultado de la crueldad humana. Intervenimos sin piedad en el ecosistema sensible.

El paleontólogo Andrew Knoll nos enseña que el hombre es solo la guinda del pastel de la evolución. El pastel real está formado por bacterias y virus, que siempre están amenazando con romper esa superficie frágil y amenazan así con reconquistarlo.

Simbad el Marino es la metáfora de la ignorancia humana. El hombre cree que está a salvo, mientras que en cuestión de tiempo sucumbe al abismo por acción de las fuerzas elementales. La violencia que practica contra la naturaleza se la devuelve ésta con mayor fuerza. Esta es la dialéctica del Antropoceno. En esta era, el hombre está más amenazado que nunca.

P: ¿La Covid-19 es una herida a la globalización?

R: El principio de la globalización es maximizar las ganancias. Por eso la producción de dispositivos médicos como máscaras protectoras o medicamentos se ha trasladado a Asia, y eso ha costado muchas vidas en Europa y en Estados Unidos.

El capital es enemigo del ser humano, no podemos dejar todo al capital. Ya no producimos para las personas, sino para el capital. Ya dijo Marx que el capital reduce al hombre a su órgano sexual, por medio del cual pare a críos vivos.

También la libertad individual, que hoy adquiere una importancia excesiva, no es más en último término que un exceso del mismo capital.

Nos explotamos a nosotros mismos en la creencia de que así nos realizamos, pero en realidad somos unos siervos. Kafka ya apuntó la lógica de la autoexplotación: el animal arranca el látigo al Señor y se azota a sí mismo para convertirse en el amo. En esta situación tan absurda están las personas en el régimen neoliberal. El ser humano tiene que recuperar su libertad.

P: ¿El coronavirus va a cambiar el orden mundial? ¿Quién va a ganar la batalla por el control y la hegemonía del poder global?

R: La Covid-19 probablemente no sea un buen presagio para Europa y Estados Unidos. El virus es una prueba para el sistema.

Los países asiáticos, que creen poco en el liberalismo, han asumido con bastante rapidez el control de la pandemia, especialmente en el aspecto de la vigilancia digital y biopolítica, inimaginables para Occidente.

Europa y Estados Unidos están tropezando. Ante la pandemia están perdiendo su brillo. Zizek ha afirmado que el virus derribará al régimen de China. Zizek está equivocado. Eso no va a pasar. El virus no detiene el avance de China. China venderá su estado de vigilancia autocrática como modelo de éxito contra la epidemia. Exhibirá por todo el mundo aún con más orgullo la superioridad de su sistema. La Covid-19 hará que el poder mundial se desplace un poco más hacia Asia. Visto así, el virus marca un cambio de era.

Fuente: https://www.lavanguardia.com/cultura/20200512/481122883308/byung-chul-han-viviremos-como-en-un-estado-de-guerra-permanente.html

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Slavoj Zizek: «No habrá ningún regreso a la normalidad»

Reseña  Por:  Silvina Friera

Se publicó en ebook «Pandemia» .  Este texto polémico, que hasta ahora circulaba en forma fragmentada o en traducciones informales, acaba de ser editado completo en español. El filósofo esloveno propone una catarata de reflexiones urgentes sobre la política, la economía, el miedo y las libertades, con esa mezcla zizekiana típica en la que combina posmarxismo, psicoanálisis lacaniano, cine y series.

El gran provocador jamás deja a nadie indiferente. El irreverente filósofo esloveno analiza la catástrofe mundial que desató el coronavirus como una oportunidad para instalar un nuevo sistema social “comunista” ¡Comunismo o barbarie, así de simple!– que reemplace al “Nuevo Orden Mundial liberal-capitalista”. En Pandemia. La covid-19 estremece al mundo (publicado por Anagrama, en traducción de Damià Alou), Slavoj Zizek despliega en 80 páginas una reflexión urgente sobre la política, la economía, el miedo y las libertades, con esa mezcla zizekiana típica en la que combina posmarxismo, psicoanálisis lacaniano, cine y series –prefiere las islandesas como Trapped y Los asesinatos del Valhalla-, además de los infaltables chistes como espejos cóncavos de la vida. “En tiempos de epidemia se necesita un Estado fuerte (…) Las medidas a largo plazo, como las cuarentenas, tienen que llevarse a cabo con una disciplina militar”, afirma Zizek.

Nueva normalidad sobre las ruinas

Zizek (Liubliana, 1949) es de lo que se aíslan voluntariamente, incluso en los viajes, porque disfruta más de la tranquilidad del cuarto de hotel que de las imposiciones turísticas de la ciudad de turno. Al comienzo del libro arroja una pregunta crucial: ¿Se aprenderá algo de la catástrofe en curso? “Hegel escribió que lo único que podemos aprender de la historia es que no aprendemos nada de la historia, así que dudo que la epidemia nos haga más sabios –afirma el filósofo esloveno-. Lo único que está claro es que el virus destruirá los cimientos de nuestras vidas, provocando no sólo una enorme cantidad de sufrimiento, sino un desastre económico posiblemente peor que la Gran Recesión. No habrá ningún regreso a la normalidad, la nueva normalidad tendrá que construirse sobre las ruinas de nuestras antiguas vidas”.

Para el filósofo esloveno los mecanismos de mercado no serán suficientes para evitar el caos y el hambre. “Tendrán que considerarse a nivel global medidas que hoy en día a casi todos nos parecen ‘comunistas’: la coordinación de la producción y la distribución tendrá que realizarse fuera de las coordenadas del mercado”. Zizek lee la epidemia de coronavirus como una inversión de La guerra de los mundos de H.G. Wells (1897): “Los ‘invasores marcianos’ que explotan de manera implacable la vida en la Tierra y la destruyen somos nosotros, la humanidad; y ahora, después de que todos nuestros mecanismos de primates altamente evolucionados ideados para defendernos hayan fracasado, nos vemos amenazados por ‘la criatura más humilde que Dios, en su sabiduría, ha puesto sobre la Tierra, unos estúpidos virus que se reproducen ciegamente y luego mutan”. La ironía le sienta bien. “Lo realmente difícil es aceptar el hecho de que la epidemia actual es el resultado de la pura contingencia, que simplemente ha ocurrido y no hay ningún significado oculto. Si vemos las cosas desde una perspectiva más amplia, somos una especie que no posee ninguna importancia especial”, escribe Zizek.

Distancia mutua asegurada

La pandemia de coronavirus señala los límites de la globalización de mercado y del “populismo nacionalista” que insiste en una plena soberanía estatal. “El lema ‘Estados Unidos (o el país que sea) primero’ ya no tiene ningún sentido. Los Estados Unidos solo podrán salvarse a través de una coordinación y colaboración global. No estoy hablando de ninguna utopía, no apelo a la solidaridad idealizada entre la gente –aclara Zizek-. Por el contrario, la crisis actual demuestra claramente que la solidaridad y la cooperación global tienen como finalidad la supervivencia de todos y cada uno de nosotros, y que obedecen a una pura motivación racional y egoísta. El autor de Todo lo que usted siempre quiso saber sobre Lacan y nunca se atrevió a preguntarle a HitchcockA propósito de LeninEl títere y el enanoMis chistes, mi filosofíaLa nueva lucha de clases y La vigencia de El manifiesto comunista, entre otros libros, no cree que la mayor amenaza sea una brutal violencia por la supervivencia con desórdenes públicos o linchamientos por culpa del pánico; un escenario posible, si colapsa la sanidad pública. “Más que la pura barbarie, me da miedo la barbarie con rostro humano: implacables medidas de supervivencia que se imponen con pesar e incluso mostrando simpatía, aunque legitimadas por las opiniones de expertos”.

El filósofo esloveno manifiesta su desacuerdo con Giorgio Agamben, cuando ve en la crisis actual un signo de que “nuestra sociedad ya no cree en nada más que en la vida desnuda (Nuda vita). Es evidente que los italianos están dispuestos a sacrificar prácticamente todo –las condiciones normales de la vida, las relaciones sociales, el trabajo, incluso las amistades, los afectos y las convicciones religiosas y políticas- ante el peligro de ponerse enfermos. La vida desnuda –y el peligro de perderla- no es algo que una a la gente, sino que la ciega y la separa”. Según Zizek las cosas son mucho más ambiguas y la amenaza de muerte también une. “La distancia corporal es mostrar respeto hacia el otro, pues yo puedo ser portador del virus –explica-. Si durante la Guerra Fría la regla de supervivencia era MAD (las siglas en inglés de Destrucción Mutua Asegurada), ahora tenemos otra MAD: la distancia mutua asegurada (son las mismas siglas en inglés)”. En una situación en la que todos estamos atrapados en una triple crisis –médica, económica y psicológica- el filósofo insiste en que hay que “aprender a pensar fuera de las coordenadas del mercado y el beneficio” para encontrar otra manera de producir y asignar los recursos necesarios. “Si las autoridades se enteran de que una empresa está acaparando millones de mascarillas a la espera de que llegue el momento adecuado para venderlas, no tiene que haber ninguna negociación con la empresa, simplemente hay que requisarlas”, advierte Zizek.

Somos todos socialistas, incluso Trump

¿Cuánto se escribió a partir de que Zizek sugirió que una manera de salir de esta crisis era apelando a una forma de “comunismo”? Mucho. Y el filósofo esloveno fue objeto de burla. “Ahora vemos que Trump anuncia que pretende ‘tomar control del sector privado’. ¿Alguien podía imaginarse ese titular antes de la epidemia? Y esto es solo el principio: se necesitarán muchas más medidas como esta (…) No basta con aislarse y sobrevivir: para que esto sea posible, los servicios públicos básicos tendrán que seguir funcionando: la electricidad, el agua, los alimentos y los medicamentos tendrán que seguir estando al alcance de todo el mundo”. Sacudir conciencias, en estos tiempos, no es una tarea sencilla. Zizek sabe bien dónde golpear y lo hace con estilo. “Hay cosas progresistas que solo puede hacer un conservador con intachables credenciales patrióticas: solo De Gaulle fue capaz de darle la independencia a Argelia, y solo Nixon fue capaz de establecer relaciones con China. En ambos casos, si un presidente progresista hubiera intentado hacer estas cosas, al instante habría sido acusado de traicionar el interés nacional. Lo mismo se puede decir ahora de Trump cuando limita la libertad de las empresas privadas y las obliga a producir lo que resulta imprescindible para luchar contra el coronavirus: de haberlo hecho Obama, los populistas de derecha sin duda habrían enfurecido, afirmando que utilizaba una crisis sanitaria como excusa para introducir el comunismo en Estados Unidos”, compara el filósofo esloveno.

¡Comunismo o barbarie!

Como si redoblara el desafío, para golpear más lejos y horadar las convicciones ideológicas del liberalismo, se supera a sí mismo. “Tal como reza el dicho: en una crisis somos todos socialistas. Incluso Trump se está planteando ahora una forma de Renta Básica Universal: un cheque de 1.000 dólares para cada ciudadano adulto. Se gastarán billones de dólares violando todas las reglas del mercado convencionales –recuerda el filósofo-. Este socialismo forzado, ¿será un socialismo para los ricos, igual que lo fue el rescate de los bancos en 2008 mientras millones de personas perdían sus pequeños ahorros? ¿Se reducirá la epidemia a otro capítulo en la triste y larga historia de lo que Naomi Klein llamó ‘el capitalismo del desastre’, o surgirá de ella un nuevo orden mundial más equilibrado, aunque quizá más modesto?” Zizek cuestiona la “nueva verdad” que circula: “estamos todos juntos en esta crisis, deberíamos olvidarnos de la política y trabajar al unísono para salvarnos”. Esta idea antipolítica le parece falsa. “Es ahora cuando se necesita la verdadera política: las decisiones acerca de la solidaridad son eminentemente políticas”, subraya el filósofo esloveno.

En el capítulo diez de Pandemia, titulado ¡Comunismo o barbarie, así de simple!, Zizek profundiza su propuesta. Su idea de “comunismo” (escrito entrecomillas por el propio autor) no es un “sueño”, sino el nombre de lo que ya está sucediendo. “No es la visión de un futuro luminoso, sino más bien ‘un comunismo del desastre’ como antídoto al ‘capitalismo del desastre’. El Estado no solo debería asumir un papel mucho más activo, reorganizando la fabricación de los productos más necesarios, como mascarillas, kits de pruebas y respiradores, requisando hoteles y otros complejos de vacaciones, garantizando un mínimo de supervivencia a todos los desempleados, etc., sino hacer todo esto abandonando los mecanismos del mercado”, plantea el filósofo esloveno. “Si los Estados simplemente se aíslan, comenzarán las guerras. A todo esto me refiero cuando hablo de ‘comunismo’, y no veo ninguna alternativa que no sea una nueva barbarie”, agrega Zizek. “Uno de los signos de la civilización actual es que cada vez más gente comprende que la prolongación de las diversas guerras que recorren el planeta es algo totalmente demencial y absurdo. Y también que la intolerancia hacia las demás razas y culturas, y hacia las minorías sexuales resulta insignificante en comparación con la escala de la crisis a la que nos enfrentamos. Por eso, aunque hacen falta medidas de guerra, me parece problemático el uso de la palabra ‘guerra’ para nuestra lucha contra el virus: el virus no es un enemigo con planes y estrategias para destruirnos, no es más que un estúpido mecanismo que se autorreplica”.

El virus «Putogan»

El filósofo esloveno sugiere que hay tres tormentas que están combinando sus fuerzas sobre Europa: el impacto físico directo del coronavirus y sus efectos económicos (que no son específicamente europeos) y el virus Putogan: la nueva explosión de violencia en Siria entre Turquía y el régimen de Assad, directamente apoyada por Rusia. “El diabólico baile entre Erdogan y Putin, del conflicto a la alianza y de vuelta al conflicto, no debería engañarnos: ambos extremos forman parte del mismo juego geopolítico a expensas del pueblo sirio. Los dos son lo peor, y ambos deberían ser tratados como lo que son: criminales de guerra que utilizan el sufrimiento de millones de personas y destruyen un país para perseguir sus fines de manera implacable, entre los cuales figura la destrucción de una Europa unida. En un mundo con un mínimo sentido de justicia, ninguno de los dos debería estar en el palacio presidencial, sino en el Tribunal Penal Internacional de La Haya”.

En uno de los capítulos del libro, Zizek comenta críticamente “la obra maestra” de Byung-Chul Han: La sociedad del cansancio. “Hoy en día todo el mundo es un trabajador que se autoexplota en su propia empresa. Ahora todos somos amos y esclavos al mismo tiempo. Incluso la lucha de clases se ha transformado en una lucha de clases interior contra uno mismo”, argumenta el filósofo surcoreano. “La nueva forma de subjetividad descrita por Han está condicionada por la nueva fase del capitalismo global, que sigue siendo un sistema de clases con crecientes desigualdades: la lucha y los antagonismos de ninguna manera son reducibles a la ‘lucha contra uno mismo intrapersonal’. Todavía hay millones de trabajadores manuales en los países del Tercer Mundo, y hay grandes diferencias entre distintos tipos de trabajadores inmateriales. Un abismo separa al alto directivo que posee o dirige una empresa del trabajador precario que pasa todos los días solo en casa con su ordenador personal: sin duda no son amo y esclavo en el mismo sentido”, precisa Zizek.

Pandemia es un libro tan polémico como necesario. “Quizá sea esto lo más perturbador de la actual epidemia vírica –reconoce el filósofo esloveno-. Cuando la naturaleza nos ataca con un virus, lo hace para devolvernos nuestro propio mensaje. Y el mensaje es: lo que tú me has hecho a mí, yo te lo hago a ti”.

Fuente e imagen: https://www.pagina12.com.ar/268171-slavoj-zizek-no-habra-ningun-regreso-a-la-normalidad

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Hiperrealidad: Docencia extendida

Por: Eduardo Hernández de la Rosa

 

Lejos de la condición fatalista para pensar a la hiperrealidad como una construcción ajena a nuestra realidad cotidiana es importante, reconocer que existen procesos paralelos que han impactado a muchas sociedades alrededor el mundo, claramente no se da igual para todos, lo que es una expresión natural de la globalización.

La hiperrealidad es un concepto trabajado por Jean Braudillard, refiriéndose a las realidades que pretenden ser realidad, pero no son realidad, sin embargo, nuestra postura respecto de este fenómeno es que al ser vivenciadas por algunos de nosotros es una realidad.

Existen saberes que nos dotan de horizontes de comprensión socio-cultural e histórica, estos horizontes nos han dotado de elementos que nos hacen pensar la realidad de una forma determinada, sin embargo, la realidad se ha encargado de mostrarnos que no todo encaja en nuestros marcos. La realidad está siendo de forma constante y le es imposible no ser. Esto es, si comprendemos que el ciberespacio esta construido por un conjunto de realidades que se pueden asemejar a la nuestra o no, con otras estéticas formas de sentir, de amar, de pensar, se interactuar y relacionarse, esto deberá considerarse también un aparato de realidad, mientras que lo realmente estamos observando es una realidad extendida.

Este preámbulo, nos permite tomar como punto de partida el papel de la docencia en el futuro próximo, precisamente aquí es importante reflexionar el futuro de la educación, aun cuando ésta siga teniendo como grandes urgencias la cobertura, equidad y acceso a la educación, el futuro deberá ser pensado. Desde una perspectiva básica, sencilla y limitada de experienciar un futuro de la educación, tratamos de proponer lo siguiente: El futuro tiene una docencia extendida.

Cuando hablamos de docencia extendida nos referimos a la necesidad que vivimos los docentes por acercarnos a nuevas formas de relación e interacción con nuestros estudiantes desde el espacio donde nos encontramos presentes. Desde esta perspectiva, cualquier espacio es formativo, cualquier espacio se convierte en un lugar idóneo para aprender. Sin duda alguna, de los cambios más significativos que ha traído la pandemia es pensar la educación desde contextos alternativos, desde dotar a los estudiantes de materiales en casa hasta pensar en la red como el medio más idóneo para continuar con la educación. Claramente cada uno de ellos conlleva un matiz distinto. Sin embargo, todos buscarán lo mismo, promover la educación aún pese a cualquier circunstancia.

Esta necesidad de promover la educación a costa de todo, quizá tenga su origen en la necesidad de pervivir como especie, sin embargo, también hemos sido testigos de las resistencias que ha traído este proceso, sin mencionar las desigualdades y por supuesto los límites, desafíos y condiciones con los que se ha hecho posible continuar la educación, un reto tanto para padres de familia como para docentes.

En el contexto universitario, muchas instituciones impulsaron el desarrollo de tecnologías de streaming para asegurar la conectividad “vis a vis” de sus profesores y estudiantes, sin que estos resultados tuvieran un efecto significativo, otras con mayor experiencia en procesos virtuales, implementaron diseños instruccionales sofisticados para promover el aprendizaje de los estudiantes a través de recursos como los Learning management system (LMS), uso de herramientas atractivas como la realidad aumentada y la inteligencia artificial, mientras tanto, otros más buscaron combinar estos procesos con la vinculación humanista del mindfulness. Por lo que los retos sin duda fueron desiguales. Pero entones ¿En qué va la docencia extendida? La docencia extendida es un ejercicio que los docentes de todo el globo identificaron como un proceso necesario frente a una contingencia y el aseguramiento de la continuidad educativa. De acuerdo al desarrollo tecnológico de cada institución o contexto, la docencia extendida pudo promover en los estudiantes acciones para tener acceso a recursos educativos. Por primera vez en la historia el ser humano echaba uso de toda su técnica para evitar que los estudiantes perdieran tiempo, claramente esto habla de la necesidad de continuar en un sistema social dinamizado por la economía del conocimiento.

Estos procesos de integración llevaron a desdibujar los límites entre la docencia presencial y la virtual, asegurando con ello la posibilidad de impactar de forma significativa en los estudiantes, por supuesto, los retos fueron evidentes, formación y habilitación de recursos humanos en el uso de tecnología en tres momentos: diseño, operación, comunicación y evaluación de los procesos educacionales existentes. Este ejercicio inversivo llevo a los docentes a generar estrategias que contribuyeran a extender sus efectos en todos los espacios posibles y desde una cantidad distinta de dispositivos empleados –por circunstancia- para el aprendizaje, esto fue desde Smartphone, laptop, tablets, smartwatch entre otros, siendo esta extensión no solo hacia los aspectos de hardware, sino también a los software, llegando a todas las redes conocidas por los estudiantes, las cuales también se convirtieron en laboratorios de aprendizaje.

Este ejercicio que acabamos de describir es lo que se denomina docencia extendida, un proceso pedagógico o andragógico que impacta en el quehacer cotidiano de los docentes haciendo uso de exopedagogías y exoandragogías que ayudarán al acompañamiento de nuestros estudiantes.

Sin duda alguna, pensar en la hiperrealidad también es pensar en todas las posibilidades existentes para promover en la educación cambios significativos, aquellos que nos ayuden a pensar en la relación estrecha que hay entre generaciones. En el cuadro 1, se puede observar el transitar de las nuevas generaciones y su relación con la educación, sin embargo, aun cuando el 2020 sea un parteaguas en la educación, es importante mencionar que nos acerca a comprender un verdadero salto en cuanto a tecnología se trata.

Cuadro 1. Generaciones
Generación Baby boomers Generación X Generación Y o Milenials Generación Z, Centenials o iGen Generación Alpha

 

Periodos 1940-1960 1961-1979 1980-2000 2001-2010 2011 en adelante
Características Educativas enseñanza-aprendizaje de manera

tradicional

Inician la vinculación con clases mixtas mediante el correo, radio y televisión Teleeducación Educación con realidad aumentada y activa Simbiosis con la tecnología
Icono Educativo Educación Tradicional y Conservadores Educación Pública y Radical y Liberal Educación Activa y No Educación Educación activa, Aprendizajes comunes Microlearning, edu-taiment or edublokcs y streaming
Fuente: Elaboración propia

La educación en tiempos de pandemia debe permitirnos ver que nos estancamos en la incorporación de tecnología, si bien las juventudes se adaptaron a los procesos de construcción de hiperrealidades que nos da el ciberespacio, la docencia genero una brecha bastante profunda. Por lo que la migración forzada que causo en muchas instituciones el pasar de educación presencial a virtual, fue un punto importante para hacer conscientes a las instituciones educativas sobre la relevancia de la educación virtual y sus oportunidades, aunque también de sus limitantes.

Pensar en la hiperrealidad, es decir en lo simultaneo de diversos mundos, es también pensar en la docencia y su capacidad de extenderse en pro de la pervivencia educativa. Queda mucho por reflexionar ¿Cómo construir docencias extendidas más adecuadas al contexto? ¿Cómo disminuir las brechas entre docentes extendidos y estudiantes? ¿Qué herramientas deberemos tener en cuenta para una docencia extendida? Por ahora, muchas instituciones tendrán que experimentar, otros buscaremos robustecer nuestras competencias digitales y construir rutas más efectivas lo cierto es que en este éxodo virtual, nuestro papel es ayudarnos mutuamente encontrando en el dialogo el mejor ingrediente para un laboratorio que construya otras alternativas para la educación.

Fuente: El autor escribe para OVE.

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Libro (PDF) La colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales. Perspectivas latinoamericanas

Reseña: CLACSO

En los debates políticos y en diversos campos de las ciencias sociales, han sido notorias las dificultades para formular alternativas teóricas y políticas a la primacía total del mercado, cuya defensa más coherente ha sido formulada por el neoliberalismo. Estas dificultades se deben, en una importante medida, al hecho de que el neoliberalismo es debatido y confrontado como una teoría económica, cuando en realidad debe ser comprendido como el discurso hegemónico de un modelo civilizatorio, esto es, como una extraordinaria síntesis de los supuestos y valores básicos de la sociedad liberal moderna en torno al ser humano, la riqueza, la naturaleza, la historia, el progreso, el conocimiento y la buena vida. Las alternativas a las propuestas neoliberales y al modelo de vida que representan, no pueden buscarse en otros modelos o teorías en el campo de la economía ya que la economía misma como disciplina científica asume, en lo fundamental, la cosmovisión liberal. La expresión más potente de la eficacia del pensamiento científico moderno es lo que puede ser descrito literalmente como la naturalización de las relaciones sociales, la noción de acuerdo a la cual las características de la sociedad llamada moderna son la expresión de las tendencias espontáneas, naturales del desarrollo histórico de la sociedad. La sociedad liberal industrial se constituye –desde esta perspectiva– no sólo en el orden social deseable, sino en el único posible. Esta es la concepción según la cual nos encontramos hoy en un punto de llegada, sociedad sin ideologías, modelo civilizatorio único, globalizado, universal, que hace innecesaria la política, en la medida en que ya no hay alternativas posibles a ese modo de vida.

Autor/a:  Lander, Edgardo  Compilador o Editor- Dussel, Enrique D. – Mignolo, Walter D. – Coronil, Fernando – Escobar, Arturo – Castro-Gómez, Santiago – Moreno, Alejandro – López Segrera, Francisco – Quijano, Aníbal – Autor/a 

Editorial/Editor: CLACSO, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales

Año de publicación:  2000

País (es): Argentina

Idioma: Español.

ISBN :   950-9231-51-7

 

Descarga:   La colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales. Perspectivas latinoamericanas

 

Fuente  e Imagen:   http://biblioteca.clacso.edu.ar/colecciones/saladelectura/index.php?a=q&r=1&hs=1&t=1&q=otredad&j=dl&c=general&fqf=TX&Submit=buscar+en+CLACSO

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Coronavirus y la vulnerabilidad del sistema mundo que depone a la educación en compartimientos

Por: Heriberto Rivera

Independientemente que se pueda estar de acuerdo o en oposición, las Enseñanzas y el gran aporte como legado a la humanidad del sociólogo Immanuel Wallerstein que siempre planteo con sobradas razones  la unidisciplinaridad de las ciencias sociales  resuenan en los oídos y hace brillar aun mas la luz cuando se lee y estudia a este gran pensador de los últimos tiempos, aunque ya fallecido, su pensamiento fue capaz de ponernos en su lugar ante la voracidad del mundo globalizado.

Ante la realidad que es imposible ocultarla, la globalización se hizo omnipresente, pues millones de personas en el mundo imaginaron que seria la gran solución a la problemática mundial de los más de siete mil millones de habitantes aunado al resto de los organismos vivos.

No en vano, el mundo se afincaba a la esperanza de  un mundo mejor, mas habitable, mas humanizado, pues hasta mentes de pensamiento esclarecedor  como  Joseph Stiglitz nos decía “creo que la globalización -la supresión de las barreras al libre comercio y la mayor integración de las economías nacionales-puede ser una fuerza benéfica y  su potencial es el enriquecimiento de todos, particularmente los pobres”. (pág., 11).

En la realidad concreta y tangible del ver para creer, la globalización no marcho desde sus orígenes como fue planteada, no funciona y no podrá funcionar si el interés máximo es el capital y su sistema capitalista.

La realidad de la globalización ha sido  desde sus comienzos muy inclemente que hasta políticos conservadores como Jaques Chirac, según Stiglitz “han manifestado su preocupación porque la globalización no está mejorando la vida de quienes mas necesitan de sus prometidas ventajas” (pág., 28); es claro para el mundo que algo ha funcionado terriblemente mal.

Luego de la introducción de la globalización que apertura en el mundo la economía de mercado a gran escala, se ven los resultados y los críticos a la misma acusan con razón a los países occidentales  de hipócritas y con razón,  pues forzaron a los pobres a eliminar las barreras comerciales, pero ellos mantuvieron las suyas e impidieron a los países subdesarrollados exportar su producción.

 Stiglitz después de estar de acuerdo con la globalización advierte que La globalización, tal y como ha sido defendida, a menudo parece sustituir las antiguas dictaduras de las elites nacionales por las nuevas dictaduras de las finanzas internacionales”; tal situación ha venido socavando  las bases de la soberanía de los  países que fueron conminados a que los caprichosos mercados de capitales tomaran por ellos sus decisiones. (Pág.308).

El resultado ha sido que las naciones  más empobrecidas de la tierra empeoraron más su situación. (Stiglitz, 2002). Los beneficios de la globalización han resultado en demasiadas ocasiones inferiores. (pág., 33)

En fin para el economista Joseph Stiglitz, “la globalización actual no funciona. Para muchos de los pobres de la tierra no está funcionado. Para buena parte del medio ambiente no funciona (…..) la pobreza ha crecido y los ingresos se han hundido” (Stiglitz, 2002). (pág., 269).

Si bien, la globalización logró estimular y apalancar la economía de mercado de países inclusive como China y Vietnam, el problema no es la globalización sino el modo en que ha sido gestionada; y esa gestión  es apuntalada por instituciones financieras económica internacionales con nombre y apellido como el FMI, El Banco Mundial, la OMC, cuyos dirigentes y ejecutivos establecen las reglas de juego, dominan el ajedrez mundial, manejando a los gobiernos de los países cual peones de su suerte.

 Esas instituciones que no juegan en nada a la neutralidad establecen las líneas que benefician a los países industrializados mas avanzados e intereses muy particulares  de esos países desfavoreciendo a los mas pobres  a esos que conforman la periferia o lo que llaman peyorativamente sus patios traseros, enfocando la globalización de forma deliberada desde puntos de vista particularmente estrechos, modelados conforme una visión especifica de la economía y la sociedad.

Siguiendo en la onda de Stiglitz, el mundo se encuentra sumergido  además del  malestar por la globalización esta azotado por el terrorismo el cual tiene diversas manifestaciones y mutaciones sociales que inducen  e introducen modificaciones  al ADN de la sociedad.

Sobre el fenómeno de la globalización ya Wallerstein, había referido que  “los medios, así como también los científicos sociales, repiten constantemente que hay dos cosas que dominan al mundo en que vivimos desde los  últimos decenios del siglo XX: la globalización y el terrorismo”.

En ese momento dichos fenómenos eran sustancialmente nuevos, donde la globalización nos la presentaban como un fenómeno rebosante de esperanzas y el terrorismo como la encarnación de peligro temible; y como cosa rara, EEUU se presentaba como el gran adalid para imponernos uno  y luchar contra el  otro mal.

Para ese entonces, todos los poderes políticos, económicos y financieros nos impusieron la globalización bajo el razonamiento de que “no hay ninguna alternativa” a la cual todos los países deben ser sometidos.

El mundo seguía en su camino acatando el dictamen de sus líderes mundiales, pero tal vez lo más negativo era la incomprensión de tales fenómenos por la  fragmentación del conocimiento al cual se halla sometida la humanidad entera, debido al  parcelamientos  y fraccionamiento de la educación.

Según Wallerstein parte del problema es que “hemos estudiado estos fenómenos en compartimientos y estancos a los que le hemos dado nombres  especiales-política, economía, estructura social, cultura -sin advertir que dichos compartimientos eran construcciones de nuestra imaginación mas que de la realidad”.

 Esta situación nos lleva a decir que la educación en todos los niveles, mientras que este deliberadamente parcelada hará siempre más difícil la comprensión integral de los distintos fenómenos que acechan a la humanidad como la pandemia del coronavirus que la humanidad padece y lleva sobre sus vidas en los actuales momentos.

Así como los virus tienen la capacidad y la propiedad de la mutación, también ésta es social, hay en camino una mutación social para seguir controlando el  sistema-mundo, a pesar de  que muchos que no comprendieron el fenómeno  de la globalización y el terrorismo que ahora se manifiesta como bioterrorismo.

En ese sentido Wallerstein uno de los creadores iniciales  del enfoque o si se quiere una perspectiva critica de sistema-mundo  a través del cual realiza el análisis de la realidad social y viene “hablando de la globalización  desde mucho antes de que el término fuera inventado  no como algo “nuevo” sino como de algo que había sido un elemento básico para el sistema –mundo moderno desde que este comenzara en el siglo XVI”.

Ese sistema-mundo que opera como tal, ha contado con muchas instituciones- Estados y sistemas interestatales, compañías de producción, marcas, clases, grupos  de identificación de todo tipo- y que estas instituciones forman una matriz que permite al sistema operar pero al mismo tiempo estimula tanto los conflictos como las contradicciones que calan en el sistema.

En consecuencia, ese sistema- mundo  es una creación social que como toda creación del hombre tiene sus orígenes, su historia, sus intenciones los cuales deben ser enteramente comprendidos, sus mecanismos deben ser claramente delineados que lleven a comprender el por qué se generan situaciones  o complicaciones introducidas que la mayoría de las veces aparece como realidades inexplicables.

Echar mano de la perspectiva critica sistema –mundo implica asumir otra forma de pensar y ver la realidad objetiva en momentos en que el mundo se hace cada vez mas interdependiente en  donde la visualización y posible solución de su problemática debe realizarse con el soporte de distintas disciplinas del conocimiento pero rompiendo las fronteras entre ellas para poder ampliar el horizonte del conocimiento y tener la certeza de la realidad.

Esa otra manera de ver el mundo a través de la nueva unidad de análisis, “el sistema mundo  en lugar de la nación, como lugar donde transcurren los distintos, interrelacionados y complejos procesos sociales” (Crespo, 2014), lo cual permite realizar una aproximación hacia donde se encamina en la actualidad: la vulnerabilidad.

En ese orden de ideas,  ese Sistema Mundo  explicando la postura de Wallerstein  por Tolosa citado por Crespo (2014), “esta formado por las fuerzas que constantemente lo reproducen y, al mismo tiempo, por fuerzas que dificultan su preservación: Ambas fuerzas no son  eternas: lo que reproduce mañana puede ser estéril; lo que hoy se opone, mañana puede ser sustituido por algo distinto”.

En consecuencia esa necesidad de conocer nos lleva buscar espacios para un nuevo pensamiento, no por lo nuevo en el sentido del esnobismo, sino lo nuevo como sentido de superar las estructuras del pensamiento simple, del determinismo y de la causalidad lineal del pensamiento por  otro que sea mas holístico; para lograrlo  es necesario superar los estancos y compartimientos que enclaustran el conocimiento dentro de una correa  esquemática de la repetición que desfigura la realidad social.

El mundo actual nunca antes se había enfrentado a diferentes situaciones en la cual existen ciertamente posibilidades del peligro de la existencia de la especie humana, cuyo análisis se  hace en compartimientos trayendo como resultado situaciones aparentemente inexplicables.

 Fundaméntanos en las ideas de Wallerstein nos refiere “que los compartimientos estancos de análisis- lo que en las universidades se denomina disciplinas- son un obstáculo y no una ayuda para la comprensión del mundo” argumentando que la realidad social en la que vivimos y determina cuales son nuestras opciones no ha sido la de los múltiples estados nacionales de los que somos ciudadanos sino algo mayor que hemos llamado sistema-Mundo”

Al referirnos al sistema educativo generado por el sistema-mundo, Benach (2020) quien plantea razonadamente que la pandemia  debe ser la oportunidad para hacer un cambio social  radical  nos dice sobre la educación  que   a modo de retorica se  insiste en la “necesidad de realizar estudios con enfoque  multidisciplinares  o interdisciplinares, y es verdad que existen valiosas reflexiones teóricas, pero  sin embargo el mundo académico penaliza  ese enfoque, en favor de una especialización a menudo vacua”.

Ese conocimiento parcelado y fragmentado, que impide que se tengan las herramientas más que necesarias imprescindibles para comprender las realidades, es  sustentado también por los medios hegemónicos que atosigan a la población con cifras y estadísticas con sus curva matemáticas que se “muestran obsesionados con la primicia, nos saturan con los datos de la pandemia pero deliberadamente ignoran las interrelaciones de la pandemia con la crisis ecológica, crisis económica, la psicología, la cultura del miedo, el desempleo, la precarización. Trata las cosas de forma aislada y parcelada y emocional, cuando no tóxica”. (Benach, 2020).

En consecuencia, hoy somos testigos del resultado expresado en un orden dominante de sociedad que no comprende que su compulsiva manera de devorar la naturaleza en el altar de la ganancia es una manera de devorarse a sí misma , convirtiéndose  en una depredación autofagica.

La pandemia que hoy asola  a la humanidad es una herencia del sistema –mundo que se corrobora al realizar ese análisis integro que delinea todo el aparataje de los instituciones que lo conforman. No es posible y no cabe en la mente racional y sensata que ante los grandes avances en todos los campos del conocimiento en tecnología y comunicación no se detecte a tiempo el advenimiento de una catástrofe sanitaria. El huésped venía anunciándose.

En consecuencia, ante la imposición de la cultura necrófila, la protección social no fue globalizada se desmontaron los sistemas de salud de los países y la salud de los ciudadanos quedaron al garete, quien tenga su seguro privado puede acceder a los organismos dispensadores de la misma.

 De esta manera  según lo manifiesta García Linera (2020), “la globalización resulto mas bien ser una coartada de unos cuantos países, de unas cuantas personas para imponer su domino, su poder y su cultura, que una verdadera integración universal de los logros humano en beneficio  de todos”.

La situación de ahora nos rebela que la “mano invisible” de la globalización de los mercados -incluido el de  la salud- ha resultado inservible para los cuidados de la humanidad y mas peligrosa que la propia pandemia.

 Según investigaciones realizadas esas son  situaciones creadas y engendradas por las contradicciones del sistema mundo que lo hace cada vez más vulnerable debido a la irracionalidad del mundo capitalista- nacida de la  búsqueda incesante del lucro lo cual provee otras aberraciones que dejan a la humanidad a la deriva promoviendo pandemias desde los grande laboratorios. (Castilla, 2020).

Según Castilla (2020), la OMS – una de las instituciones que conforman el sistema mundo del cual nos habla Wallerstein-su relacion con los grandes laboratorios es un secreto a voces, pues “la OMS omitía informar   que tres de sus principales expertos mantenía lazos financieros con ambos laboratorios”; se refiere Castilla a la laboratorio Roche que “ se enorgullecía de haber ganado USD 937  millones solo en el primer trimestre del año 2009 con el SARS y la británica  Glaxo que proyectaba ganancias por USD 1600 millones en los siguientes seis meses.

Es decir, detrás del frio recuento de contagios y muertes están los intereses de dueños del mundo, de quienes delinean la globalización, sus operaciones y sus maniobras y como dice Castilla (200) “detrás las puestas en escena, los intentos de torcer  la vara en favor de los negocios”. Que aberrante e inmoral resulta  el sistema mundo que tenemos.

En fin, estamos ante la presencia de un Sistema – Mundo gendarme que vigila los hogares pero es el gran ausente a la hora de la prevención y los cuidados que amerita la población mundial; claro es la lógica del sistema mundo que en consecuencia ni puede ser garante de la salud de las grandes mayorías.

Las medidas de emergencia que eventualmente puede llegar a tomar tiene límites predefinidos: el umbral de la propiedad privada capitalista.

Ante estas situaciones creadas como  resultado del antropocentrismo salvaje y criminal surgen preguntas tal vez sin respuestas comprometedoras: Si la especie humana es lo fundamental para la permanencia y multiplicación de la misma  ¿por qué no se practican ejercicios de sanidad  y salubridad a tiempo en caso de una pandemia figurada tal y como se realizan a gran escala ejercicios militares para salvaguardar y prever alguna invasión de las fronteras territoriales para prevalecer el poder factico? .¿Por qué no se planifican y organizan planes sociales de emergencia en momentos de “normalidad”, como en un incendio, un evento sísmico o pandemia?.

¿Cómo es posible que la potencia mundial centro del sistema mundo pueda ser capaz de mantener ejércitos y mas de novecientas bases militares alrededor del sistema mundo?

Antes de esto, por el contrario, se destinan millones de dólares para financiar la creación de nuevos y resistentes virus; Según Bautista (2020) ,”desde el 2001 el gobierno gringo ha destinado 100 billones de dólares en una ofensiva guerra biológica; desplegando 400 laboratorios dentro y fuera de USA, empleando a más de 13.000 científicos en la creación de nuevas cepas de gérmenes ofensivos resistentes a las vacunas (por ejemplo, en la universidad de Wisconsin, el grupo de investigación del doctor Yoshihiro Kawaoka descubrió el modo de elevar la toxicidad de la gripe española en un 200%, para fines de guerra biológica que impulsa el Pentágono)”.

Las diversas investigaciones sobre una pandemia que pudo haberse evitado dan cuenta de la irracionalidad del sistema mundo, se pueden citar por referencia de Castilla (2020) solo algunas, pero se sabe de la existencia de otras.

 En el año 2016, Peter  Hotez, junto  a su equipo medico del colegios de  medicina de  Houston, estuvo a punto de lograr una vacuna contra el coronavirus, de repente le cortan el cash justo cuando debían pasar de realizar pruebas en animales a hacerlas en humanos.

Otra situación parecida le ocurrió al investigador francés Bruno  Conard, quien trabajo durante varios años en la cepa de los coronavirus tras el brote del SARS en 2002, quedo a la deriva por falta de recursos.

Estos ejemplos como otros logran demostrar que no fue obra de ningún “cisne negro” (teoría que trata de explicar eventos “imprevistos”), que el coronavirus no era imprevisible, pues desde los inicios del siglo XXI, con la experiencia del SARS se podían asentar las bases para crear vacunas de prevención salvando la vida de miles o tal vez millones de personas.

En consecuencia los habitantes del planeta tierra, estamos viviendo y sufriendo la más burda irracionalidad de quienes dispone del sistema mundo para engrosar los recursos del capital, situación esta que hace vulnerable tal sistema y cuya corriente se devuelve incluso contra sus impulsores.

Así tenemos que el cambio climático generado por la obcecación de mantener un sistema que pone en riesgo la especie humana tiene como resultado la  muerte , destrucción y  desolación; la deforestación de  grandes extensiones de boques y selvas vírgenes ha traído como consecuencia que ese coronavirus que “pululaba  dentro de animales selváticos, sin ninguna intención  de causar daños a los humanos”, por sobrevivencia tuvo que salir de su ambiente natural  y lamentablemente encontró refugio en los sistemas respiratorios como hábitat propicio para convertirse en un contagioso virus  asesino.

De manera que hoy no vengan con el cuento del “tiempo perdido” que hoy lamentan los lideres del sistema- mundo que no ha sido contingencia sino el resultado de la opción política de la cual nos habla esclarecidamente Wallerstein con su análisis del Sistema -Mundo.

El gendarme mayor del mundo en medio de la pandemia mas desastrosa vivida por la humanidad, desafiando los pedidos de cooperación que invaden el éter mundial el habitante de la casa blanca patea el tablero internacional, violando los principios fundamentales del derecho internacional  amenaza con mas sanciones a gobiernos constitucionales, como única finalidad de mantener ese modelo que socava la vida de los pueblos. La quimera del norte, la nación presentada como  históricamente como “tierra de oportunidades” no otorga siquiera el derecho a tener un cuadro de fiebre a sus trabajadores.

Hoy todos los millones de habitantes del planeta somos testigos de excepción , que aún  con todo el arsenal de guerra y de billones de dólares para acabar con gobiernos populares;  las potencias económicas, con todo el dinero, armas y poder que detectan, con su gran criminal arrogancia  y discursos burlescos, descuidando el talento y capital humano el sistema mundo se cae a pedazos; la naturaleza tantas veces ignorada  y violada esta pasando su factura mayor por la inercia destructiva del modelo impuesto sin poderlo evitar; ese es el resultado que provoca el caos y la destrucción ambiental provocado por el actual sistema económico que practican.

Para culminar este escrito incorporo la opinión del filosofo y lingüista Noam Chomsky, quien al requerirle  opinión por un periodista responde: “el asalto neoliberal ha dejado a los hospitales sin preparación. Un ejemplo entre todos: las camas de los hospitales han sido suprimidas en nombre de la “eficiencia”. Chomsky, resume en una palabra lo que necesitan saber sobre el sistema en el que vivimos: “esta crisis es el enésimo ejemplo del fracaso del mercado, al igual que lo es la amenaza de una catástrofe medioambiental. El gobierno y las multinacionales farmacéuticas saben desde hace años que existe una gran probabilidad de que se produzca una gran pandemia, pero como no es bueno para los beneficios preparase para ello, no se ha hecho nada” (Marzo, 2020).

La vulnerabilidad del sistema mundo  que lleva a la humanidad a una riesgosa “situación limite”, obedece  a su relacion de explotación desbordada de la madre naturaleza, que coloca al mundo en el abismo de la desaparición y con sobrada razón Dussel (2020) nos alerta  que “Hoy, la madre naturaleza se ha rebelado; ha jaqueado a su hija, la humanidad”, (…) “es la naturaleza la que  hoy nos interpela: “¡O ME RESPETAS O TE ANIQUILO!”; es el grito de tierra en el tiempo, un mensaje turbulento que así como lleva muerte también entraña un futuro que no espera, se asemeja al parto maternal en cual hay  vida y esperanza, pero también se corre el riesgo de sucumbir.

Esa oportunidad de cambio, de vida y esperanza se “manifiesta como signo final de la modernidad y como anuncio de una nueva edad del mundo, posterior a esta civilización soberbia moderna que se ha tornado suicida” (Dussel, 2020).

Veamos la decadencia de un Sistema Mundo que empieza a mostrarnos sus límites y que, como dijo alguna vez Enrique Dussel citado por  Bautista (2019), “dará lugar a un nuevo orden transmoderno que no tenga como referencia a la modernidad, sino que, básicamente sea superación de ella”.

El coronavirus, un huésped ignorado, pero que ya venía anunciándose, llegó para quedarse; según Ramonet (2020) “en la escena geopolítica, la espectacular irrupción de un actor desconocido ha desbaratado por completo el tablero de ajedrez del sistema-mundo”

 La vida la hacen los hombres como seres terrenales, hoy pareciera que está comenzando uno de los tantos despertares de la humanidad, ojala no la  logren apagar los sueños de los injustos.

“Lo peor de la peste no es que mata a los cuerpos, sino que desnuda las almas y ese espectáculo suele ser horroroso” Alberto Camus.

Bibliografía:

Bautista, R (2020). La pandemia como arma geopolítica. www.resumenlatinoamericano. 23-03-2020.

_________________ (2019). Entrevista con L. López en  Correo del Alba. www.correodelalba.org

Benach, J. “Hay que aprovechar esta pandemia  para hacer un cambio social radical” en www.sinpermiso.info. 28/03/2020.

Castilla, E. Coronavirus: Entre la pandemia y la Irracionalidad del sistema capitalista. Jueves 12 de marzo de 2020.

Crespo, R. La Perspectiva de “Análisis de Sistemas Mundo y el sistema mundo Moderno (la economía- mundo capitalista), en https: //rebelión.org, 24-09-2014.

Chomsky, N.  (2020) Entrevista. En otrasvoceseneducacion.org, marzo 28,2020.

García, A. (2020). Pánico Global y horizonte aleatorio, en www.nuestravoces.com.ar

Grau, V. Coronavirus, jaque al mundo globalizado

Dussel, E. “Cuando la naturaleza  jaquea la orgullosa modernidad”. La Jornada.www.jornada.con.mx; 04/04/2020.

Ramonet, I (2020). La pandemia y el sistema-mundo

Stiglitz, J (2003). El malestar en la globalización. Taurus, México.

Wallerstein, I. (2005) Análisis del Sistema Mundo. Una Introducción. Siglo Veintiuno editores.

heristo50gmail.com

 

Fuente: El autor escribe para OVE

Imagen: https://pixabay.com/illustrations/dollar-currency-capitalism-funds-2091737/

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Dimensión cultural y evolutiva de la Economía del Bien Común

La aparición del covid19 marca el punto de bifurcación en este momento evolutivo de la historia de la humanidad. Es la chispa que provoca la necesaria transformación del actual sistema del capitalismo financiarizado y globalizado, incapaz de reformarse y adaptarse funcionalmente, para evitar que las consecuencias sociales de la crisis económica y la descomposición institucional internacional puedan ser soportables para la mayoría de la población. Porque esta se ve amenazada con un lúgubre futuro. Se abren dos posibles caminos: la barbarie o la hermandad de toda la humanidad cohesionada en torno a una economía y sociedad orientada por y para la Vida, por el Bien Común. En ambos casos será un proceso de naturaleza cultural. Nuestros actuales valores hegemónicos desaparecen y serán sustituidos. Desde 2015 la élite financiera globalista trabaja en ello para dirigir y conducir los cambios en su propio y exclusivo interés. La posibilidad de triunfo de la unidad para el bien común de la humanidad dependerá de la movilización y protagonismo social de todas las culturas, razas y civilizaciones, que transformen la mayoría del 99% en constructora de la nueva institucionalidad sobre nuevos valores dominantes. La transición será un proceso evolutivo a partir del existente, eliminando lo perjudicial para la Vida, supervivencia y cohesión social, cambiando lo valido del sistema actual para que sea más eficiente, y desarrollando la metodología y herramientas de la EBC para atender las exigencias del sistema productivo y las demandas sociales del nuevo tiempo. La unidad de toda la Humanidad cohesionada como UNA dará pie a nuevas emergencias cuánticas y capacidades inimaginables hoy. Porque la Unidad es mucho más que la suma de las partes.

Yuval Noah Harari escribe “Sapiens. De animales a dioses. Una breve historia de la humanidad” [1] en 2013, de la que se han vendido más de diez millones de ejemplares y traducido a más de treinta idiomas, y su continuación “Homo Deus. Breve historia del mañana” en 2015 [2], mismo año de la ya famosa conferencia de Bill Gates sobre la amenaza de una pandemia mundial provocada por un coronavirus. En esta narrativa de Yuval N. Harari se reescribe la historia de la humanidad con una visión de darwinismo social, los fuertes sobreviven los débiles mueren. En la segunda se quiere construir la “narrativa” de una humanidad individualista, egoísta y sin ética (defiende que los Derechos Humanos es una convención intersubjetiva a la que se le ha acabado su tiempo, igual que a todas las religiones) gobernada por el Big Data (habla de dataismo como nueva religión) en una sociedad clasista donde una minoría, que dispone de los recursos necesarios, cuasi inmortal por los avances de la ciencia en la cuarta revolución industrial, viviría en un nuevo Olimpo gobernando a las masas que vivirían entre sus miserias y frustraciones con una renta básica para consumo. Desde 2015 en el Foro Económico Mundial se viene debatiendo sobre desigualdad, cambio climático, Renta Básica, etc., temas no considerados con anterioridad. Harari escribe su último libro “21 lecciones para el S. XXI” [3] en 2018 al que todos los grandes medios de comunicación escrita y audiovisual dedican grandes espacios de promoción, incluso tiene una página propia el libro en Wikipedia. Henry Kissinger de 96 años, dirigente durante años del Club Bilderberg, publica el 3 de abril un artículo de opinión en Wall Street Journal [4] donde defiende que el covid19 provocará un nuevo orden mundial liberal.

Contextualicemos. En 2007/8 se produce la gran depresión económica de la que no hemos llegado a salir, que mantiene al sistema en la UCI con continuas transfusiones financieras desde los Bancos Centrales y Reserva Federal repartiendo dinero a las entidades financieras y grandes Corporaciones a través de las Expansiones Cuantitativas (QE) provocando un mar de deudas privadas y públicas impagables. Los efectos del cambio climático cada vez son más evidentes y provoca movilizaciones masivas internacionales cuestionando el sistema. Las guerras locales no se ganan, provocan destrucción de los Estados-naciones y migraciones masivas de sus poblaciones. La institucionalidad internacional se viola, ningunea y se deja de financiar. Las movilizaciones desde 2011 (15M, Ocupa Wall Street, chalecos amarillos, feminismo, cambio climático, …) se universalizan cuestionando el sistema. Christian Felber había presentado en 2010 su libro Economía del Bien Común, mientras, también en 2010, presentaban en la ONU Leonardo Boff y Miguel D´Escoto su propuesta de Declaración del Bien Común de la Tierra y Humanidad. Comienza la cuarta revolución industrial. China empieza a implantar su Nueva Franja y Ruta de la Seda, recrudeciendo la lucha por la hegemonía entre las distintas élites internacionales. Putin en Rusia consolida y amplía su apoyo social, convirtiéndose en rival militar de EE. UU. El Parlamento británico aprueba la convocatoria del referéndum para el Brexit. Donald Trump se instala en la Casa Blanca en 2016. Las élites nacionales-continentales parecen doblarles el pulso a las élites financieras globalistas. En 2013 Harari escribe su primer libro y desde 2015 es ponente en el Foro Económico Mundial dirigido por las élites financieras globalistas. El partido Syriza gobierna en Grecia, y Podemos surge con fuerza en España.

Carlos Tuya, casualmente, publica también en 2015 su libro “Evolución, cultura y Socialismo. La dimensión ideológica de las ciencias humanas y sociales” [5] de donde se puede extraer la narrativa alternativa a la planteada por Harari, y basada en las modernas teorías de la evolución de las sociedades humanas, a la luz de las ciencias neurológicas, biológicas y sociológicas.

La historia de la aparición y evolución de la Vida es la historia de la complejidad basada en cooperación y simbiosis, en seres que desarrollan nuevas capacidades emergentes como consecuencia de las uniones cada vez más complejas, en las que intervienen las mutaciones genéticas provocadas por virus. Los especímenes que logran adaptarse a las nuevas condiciones progresan. Hasta que aparece el Homo con un cerebro capaz de crear herramientas y un lenguaje articulado y conceptual que propicia un sistema social. A la evolución biológica se le une la evolución social, que se convierte en la forma característica de evolución de nuestra especie. Sociedades cada vez más amplias y complejas. Lo que evolucionan son las sociedades, no los individuos. Y esto es posible por la dimensión cultural de nuestro cerebro. No evoluciona el cerebro sino lo que hace el cerebro en contacto con otros cerebros gracias a la sociabilidad del ser humano. Porque el ser humano piensa y actúa, actúa y piensa. Su voluntad determina los cambios. Y llega a ser la única especie que logra modificar su propio medioambiente, interfiriendo así en la evolución de las demás especies. Y hemos llegado a este momento de irresponsabilidad en que hemos provocado la extinción de muchas especies y nos ponemos en peligro nosotros mismos como especie.

La evolución de las sociedades humanas se produce cuando se dan las condiciones objetivas para la transformación a un estadio superior, pero de forma probabilística, porque somos nosotros mismos los agentes del cambio, y lo hacemos enfrentados a otros que se oponen, y enfrentados a otros que pugnan por dirigir los cambios en otra dirección. No siempre el cambio es para bien de la mayoría. La historia tiene ejemplos de retrocesos. De nosotros y de nuestra fuerza depende el propósito final que tenga la transformación social. Vendrá determinada por los valores que al final triunfen. La cultura, ciencia y técnica, se carga de ideología. Y en la resolución de esta lucha ideológica poscovid19 nos jugamos el futuro, si es que lo tiene, de la humanidad. Lo que digan los científicos y técnicos nos dicen los Jefes de Estado de todos los países es lo que se hace frente al covid19. Pero ¿quién pone al frente de la OMS a su director? ¿Y Harari es otro científico?

Creamos el futuro imaginándolo. Convirtiéndolo en la utopía-meta por la que merece la pena caminar, esforzarse y luchar. Hoy solo hay dos visiones holísticas de ese futuro que defienden intereses sociales diferentes, acompañado por una tercera de los que quieren involucionar a un pasado imposible encerrándose en sus nacionalismos. La de la élite financiera globalista representada por Harari, basada en una estrategia de miedo y parálisis social que posibilite su implantación en su propio beneficio, ya que se considera a sí misma como dueña del mundo; y la de Felber, Boff y D´Escoto aunando las parciales de ecologistas, feministas, derechos humanos, economía social y solidaria, sindicales y multitud de movimientos y organizaciones sociales de todo el mundo. Las distingue su modelo cultural, su dimensión moral. Porque cultura es la manera en que interpretamos la sociedad en la que vivimos y nuestra función en ella. Qué producimos, con qué medios técnicos y para quienes. Y la narrativa que la justifica y legítima.

En la evolución social lo que cambia y se transforma es la sociedad, no los individuos considerados de forma aislada, por lo que los virus ya no cumplen su papel de catalizadores para el salto cualitativo de la especie como defiende Harari. Y en esta transformación evolucionamos sus integrantes a través de su nueva cultura, entendida como conceptos, normas y valores dominantes. Al cambiar los valores, motivaciones y objetivos sociales estaremos realizando una profunda transformación espiritual de toda la sociedad humana y de las personas individualmente consideradas. Por eso, y dentro del 99%, se encuentran todas las creencias religiosas que existen hoy, llamadas a un profundo diálogo intercultural e interreligioso para aflorar e integrar la ética del Bien Común de la Humanidad, el “demos” de esa Humanidad UNA.

Felber al escribir en 2010 La Economía del Bien Común intenta imaginar como podría funcionar ese otro mundo mejor posible. Y con su acción, consciente o no de lo que hacía, desata y libera la guerra ideológica para su plasmación. Quién no tiene estrategia propia juega con la estrategia de sus rivales oponentes. Sus acciones son reactivas, a la defensiva, mientras se ve cada vez más encerrado y maniatado. La Economía del Bien Común se ha presentado a las instituciones y empresas. Al principio bien acogida, pero al final ninguneada. No podemos engañarnos a nosotros mismos. No se impondrá si no hay un clamor masivo para ello. ¿Y como llegamos a miles de millones de seres humanos de la multitud de razas, lenguas y nacionalidades cuando muchos no saben ni leer ni escribir, o simplemente no están habituados a razonar? A través de sus creencias mas profundas transmitidas verbalmente de generación a generación. Recuperando la sabiduría ancestral de los pueblos, de todas las culturas, razas y civilizaciones.

Notas:

[1] Yuval Noah Harari. Sapiens. De animales a dioses. Una breve historia de la humanidad. Penguin Random House Grupo editorial S.A.U. 2014 España. Comentario de Carlos Martínez Shaw en el País https://elpais.com/cultura/2014/09/10/babelia/1410363451_494455.html

[2] Yuval Noah Harari. Homo Deus. Breve historia del mañana. Penguin Random House Grupo editorial S.A.U. 2017 España. Comentario de Jorge Wagensberg en el País https://elpais.com/cultura/2016/10/19/babelia/1476869722_225744.html

[3] Yuval Noah Harari. 21 lecciones para el S. XXI. https://es.wikipedia.org/wiki/21_lecciones_para_el_siglo_XXI

[4] Henry Kissinger Opinion. Wall Street Journal 03.04.2020 https://www.wsj.com/articles/the-coronavirus-pandemic-will-forever-alter-the-world-order-11585953005

[5] Carlos Tuya. Evolución, cultura y socialismo. 2015. https://www.iberlibro.com/servlet/BookDetailsPL?bi=17480609528&cm_sp=seedet-_-plp-_-bdp

Fuente: https://rebelion.org/dimension-cultural-y-evolutiva-de-la-economia-del-bien-comun/

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