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Viernes de cuento: Ministerio de Educación adelanta ‘maratones de lectura’ en el país

Colombia/30 Julio 2016/Fuente: Noticias RCN

La ministra Gina Parody explicó que se premiará a los colegios que más lean, con el objetivo de incentivar la lectura en los colombianos.

EL ministerio de Educación lazó la iniciativa ‘maratones de lectura’ en los colegios oficiales del país, que se en su primera etapa se realizará del 1 de agosto hasta finales de mes y la segunda del 7 de septiembre al 7 de octubre, para generar hábitos de lectura en  los jóvenes.
Los colegios interesados en participar deben entrar a la página web www.leeresmicuento.com para inscribirse, para poder evaluar cuánto se lee en las instituciones.
Dependiendo de los resultados, los inscritos serán incentivados con premios. El mayor premio es un viaje a un “destino literario”, que consiste en un recorrido por España, Francia y Portugal a sitios que son descritos en libros o autores de los libros que se están leyendo.
“Además tenemos tabletas, libros y otra serie de incentivos”, explicó la ministra de Educación Gina Parody.
La idea contempla que los padres promuevan la iniciativa entre directivos y profesores para se inscriban en la maratón.
“En la primera maratón que hicimos el año pasado teníamos 100.000 niños y actualmente tenemos 750.000 más o menos. Veo rectores, profes y padres de familia entendiendo que el hábito de la lectura produce mejores resultados y las maratones son una herramienta poderosísimas para lograrlo”, agregó la ministra Parody.
En la página web oficial se encuentran los requisitos y dinámicas para el concurso. “Lo importante es que nosotros la contabilidad que llevamos es cuántos libros ha leído el colegio por niño”, indicó la ministra Parody.
Fuente: http://www.noticiasrcn.com/nacional-pais/viernes-cuento-ministerio-educacion-adelanta-maratones-lectura-el-pais
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Biblioterapia: el poder de un libro sobre tu cerebro.

Europa/España/Fuente:http://www.agenciasinc.es/

Por: Jesús Mendez.

“La vida es demasiado corta como para leer un mal libro”. “Pero teniendo en cuenta que se publica un nuevo libro cada treinta segundos, puede hacerse difícil saber por dónde empezar”.

La primera frase la dijo, al parecer, James Joyce. La segunda es la forma de completarla que tienen en The School of Life, una iniciativa creada en Inglaterra por el filósofo Alain de Botton y que, bajo la apariencia de una librería, ofrece toda una batería de servicios (cursos, talleres, charlas) para educar en lo que “no se tiene en cuenta en la escuela o en la universidad”, esto es: “Cómo deberíamos vivir bien”.

Uno de esos servicios se ha hecho particularmente famoso, y su nombre es ya de por sí explicativo. Lo llamanbiblioterapia. La idea es simple: usar los libros para ayudar a la gente.

De libros y cataplasmas:

El término biblioterapia parece estrenarse en 1916 en un artículo publicado en la revista The Atlantic Monthly. En él se habla de un tal doctor Bangster, que receta libros a quien los pudiera necesitar. Esto era lo que decía sobre ellos: “Un libro puede ser un estimulante, un tranquilizante, un irritante o un soporífero. La cuestión es que debe hacerte algo, y tú tienes que saber qué es. Un libro puede ser de la naturaleza de un jarabe calmante o puede ser una cataplasma de mostaza irritante”.

La biblioterapia se extendió tras la I Guerra Mundial, cuando se recomendaban libros a los soldados con estrés postraumático
El uso de la biblioterapia empezó a extenderse después de la I Guerra Mundial, sobre todo en los Estados Unidos. Allí, varias iniciativas empezaron a recomendar libros a los soldados que retornaban, muchos de ellos con estrés postraumático, en un intento por mejorar su convalecencia.

Hoy día, guías clínicas como las desarrolladas en el Reino Unido por el National Institute and Care Excellence (NICE) recomiendan la biblioterapia en casos de depresión o trastornos de ansiedad. Lo definen como un tipo de terapia cognitiva de baja intensidad que puede ayudar en casos leves, pero no es exactamente lo mismo a lo que se refería Bangster.

Estas recomendaciones se basan en libros de autoayuda convenientemente seleccionados a través de iniciativas para prescribir solo aquellos considerados de “alta calidad”. Lo que Bangster proponía, y lo que en The School of Life hacen, es extender y enriquecer la prescripción: sus recomendaciones se basan en libros de ficción.

Novelas que levantan el ánimo:

La sección de biblioterapia de The School of Life depende de Susan Elderkin y Ella Berthoud, dos licenciadas en Literatura inglesa por la Universidad de Cambridge. Según comenta Elderkin a Sinc, así surgió la idea: “Ella y yo empezamos a pasarnos libros con un propósito terapéutico cuando éramos estudiantes en la universidad y vivíamos en habitaciones contiguas. A veces llegábamos a casa y nos encontrábamos una novela en la puerta: una novela pensada para subirnos el ánimo cuando lo teníamos bajo o, muchas veces, para espabilarnos y echarnos un rapapolvo”.

“En 2008 empezamos la misma idea como servicio en The School of Life y más tarde publicamos el libro The Novel Cure. Surgió de ver la literatura como un recurso, algo que puede abrir puertas cuando nos sentimos atascados y ayudar a cambiar de perspectiva. Creo que mucha gente ha experimentado este poder, pero normalmente es algo que sucede por casualidad, tropezando con el libro adecuado en el momento adecuado casi por accidente. Nosotros quisimos organizar la literatura para que no dependiera del azar, para que cualquiera que necesitara un recordatorio de que no estaba solo pudiera encontrarlo cuando lo necesitara”.

Susan Elderkin y Ella Berthoud comenzaron en 2008 a prestar servicios de biblioterapia en The Schoolof Life. Más tarde publicaron el libro ‘The Novel Cure’, en el que hablan de la literatura como estímulo para afrontar los problemas.
Susan Elderkin y Ella Berthoud comenzaron en 2008 a prestar servicios de biblioterapia en The Schoolof Life. Más tarde publicaron el libro ‘The Novel Cure’, en el que hablan de la literatura como estímulo para afrontar los problemas.

El funcionamiento es sencillo. Consiste en rellenar un cuestionario con preguntas sobre hábitos y preferencias de lectura junto con otras más personales, como el tipo de vida, las principales preocupaciones e ilusiones o lo que uno espera estar haciendo dentro de diez años. Después se fija una entrevista que puede ser incluso por teléfono o Skype y al final uno recibe una lista con seis o siete libros recomendados. La biblioterapia funciona como una suerte de librero emocional, que alguno podría ver como un escalafón superior, o simplemente diferente al del librero tradicional.

La web The School of Life funciona como un librero emocial: rellenas un cuestionario, haces una entrevista y te prescribe libros de ficción
También se recomiendan libros de no ficción, pero según Elderkin “preferimos prescribir novelas”. Algunas que suelen recomendar, según la persona y la situación, son El Evangelio según Jesucristo, de José Saramago; Henderson, el Rey de la Lluvia, de Saul Bellow; Siddharta, de Herman Hesse o Un hombre afortunado, de John Berger.

Para Elderkin, “después de todo, hay pocas cosas que puedas experimentar por las que no haya pasado ya un personaje de ficción. En mi opinión, Matar a un Ruiseñor es un maravilloso estímulo para hacer lo que uno de los mejores libros de autoayuda nos habría dicho: sentir el miedo y hacerlo de todas maneras”.

Por el momento no existen buenos estudios que prueben el valor de este tipo de biblioterapia en la salud, pero cada vez hay más evidencias de lo que sí puede provocar la lectura en nuestro interior.

Qué le pasa al cerebro cuando lee:

Si al leer nos transportamos y entramos en lo que el libro nos cuenta, si nos imaginamos y de alguna manera vivimos la historia de sus personajes aun encerrados en nuestra habitación, algo debe suceder en nuestros cerebros que lo permita. La mejor manera de saber qué es lo que tiene lugar es mediante pruebas de neuroimagen, técnicas que discriminan las áreas cerebrales que se activan cuando leemos lo que leemos. Desde hace unos años se han sucedido los experimentos desde lo aparentemente más simple a procesos más complejos. Esto es algo de lo que han observado.

En el año 2006, investigadores españoles en la universidad Jaume I de Castellón dieron a leer diversas palabras a una serie de voluntarios mientras les practicaban una resonancia cerebral. Algunas de esas palabras evocaban olores intensos, eran palabras como ajo, canela o jazmín. Otras eran palabras neutras, sin ningún tipo de olor asociado. Lo que vieron fue que, al leer, todas ellas activaban las áreas cerebrales responsables del lenguaje, pero las primeras hacían trabajar además a las áreas olfativas, las responsables de oler en la realidad.

Si al leer nos transportamos a la historia que el libro nos cuenta, algo debe suceder en nuestro cerebro que lo permita
Investigaciones similares parecían certificar algo que por otra parte parece concluirse de forma intuitiva: al leer, de alguna (cerebral) manera, reproducimos lo que las palabras evocan del mundo real. Por ejemplo, cuando leemos palabras como chupar, agarrar o pegar una patada, se activan respectivamente las áreas de la corteza premotora relacionadas con la cara, los brazos y las piernas.

En cierta forma es lo que hacen los saltadores de altura, que cierran los ojos e incluso ladean la cabeza antes de cada salto visualizando cada uno de sus movimientos. Esa visualización activa algunas de las áreas que luego les permitirán elevarse y las entrena, aumenta su eficacia.

De ahí la siguiente suposición: si al leer reproducimos lo que sería la historia en la realidad, y si son tantas las variantes a las que podemos acceder, ¿podría de alguna manera la lectura entrenarnos para la vida real?

Historias y personajes que entrenan la empatía :

La empatía puede definirse como la capacidad para captar las emociones y ponerse en el lugar de otro. Es un concepto amplio que engloba lo que se conoce como teoría de la mente, y es una de las bases que permiten la vida en sociedad. Algunos experimentos ya habían mostrado que, al menos de forma temporal, leer pasajes de un libro de Chejov alteraban los rasgos de personalidad de los lectores respecto a si se leía la misma historia pero de forma neutra, en estilo documental.

David Comer Kidd y Emanuele Castano, investigadores en la New School for Social Research en Nueva York, fueron un paso más allá. En un artículo en Science mostraron que leer la considerada como alta literatura (sus ejemplos eran Don DeLillo o Alice Munro, entre otros) mejoraba de forma ligera pero evidente las puntuaciones de los participantes cuando se sometían a tests de empatía, algo que no sucedía con la considerada baja literatura, como las novelas románticas de Danielle Steel, o con los libros de no ficción.

Un estudio de investigadores de Inglaterra e Italia afirmaba que leer novelas de Harry Potter ayuda a superar prejuicios hacia grupos discriminados. Imagen: Alonis, Flickr
Un estudio de investigadores de Inglaterra e Italia afirmaba que leer novelas de Harry Potter ayuda a superar prejuicios hacia grupos discriminados. Imagen: Alonis, Flickr

Aunque el estudio recibió algunas críticas, son ya varios los trabajos que apuntan en la misma dirección. “Nosotros creemos –explica Castano– que la complejidad de los personajes, que se rebelan a ser estereotipados, obligan al lector a hacer un esfuerzo para entenderlos como individuos únicos, y eso es probablemente la causa de los resultados que encontramos”.

Recientes estudios aseguran que la buena literatura mejora la capacidad de sentir empatía porque es un simulador de la realidad
De alguna manera la literatura (la buena literatura) funcionaría como un simulador de la realidad: un campo de pruebas sin riesgo donde pueden darse y practicarse condiciones particulares y extremas a las que normalmente no accedemos con asiduidad.

Incluso un estudio de 2014 sostenía que leer las novelas de Harry Potter hacía que los estudiantes mejoraran su actitud respecto a grupos estigmatizados como inmigrantes o refugiados.

Algunas conclusiones periodísticas de estas investigaciones afirmaron, extrapolando estos efectos, que leer ficción puede hacernos mejores personas. Parece una extensión exagerada, pero Castano no la rechaza: “Yo creo que la empatía es un componente clave del comportamiento social y de la moralidad en general. Para mí sí, la empatía te hace una mejor persona”.

Los beneficios de la no ficción :

La mayoría de los estudios previos se basaban en novelas o cuentos, pero la literatura de no ficción también encierra la promesa de múltiples beneficios. El principal de ellos parece ser –aparte del propio bagaje cultural que aporten– el aumento de la reserva cognitiva, una especie de colchón neuronal que protege de desarrollar síntomas como los asociados a las demencias.

Por ejemplo, en enfermos de esclerosis múltiple cuanto mayor era el hábito de lectura a la edad de veinte años –tanto de ficción como de revistas, periódicos o ensayos–, mayor es el tamaño del hipocampo aun con el avance de la enfermedad, lo cual se relaciona también con una mejor memoria. Curiosamente, esta asociación no aparecía con otros hobbies como tocar un instrumento, ni siquiera con el nivel de educación.

La literatura de no ficción aumenta la reserva cognitiva, un colchón neuronal que protege de síntomas asociados a las demencias
En otro trabajo, el llamado estudio de las monjas, se tuvo acceso a los diarios de juventud de 678 religiosas que habían donado su cuerpo a la ciencia. Tras los estudios patológicos se observó que aquellas con un lenguaje más rico a los veinte años –muy probablemente obtenido a través de mayores y mejores lecturas de todo tipo– mostraban muchos menos signos de demencia.

Estos datos están lejos aún de ser definitivos y concluyentes, pero psicólogos como Castano se muestran convencidos: “Leer no ficción tiene montones de beneficios, tanto en términos del desarrollo cognitivo como de su mantenimiento, ¡así como por lo que aprendes al leer!”

La terapia y el placer :

Entonces, ¿tiene sentido la biblioterapia? ¿Puede desempeñar un papel en el cerebro? “Sí, creo que puede”, sostiene Castano. “Son beneficios diferentes a los que mis investigaciones estudian, pero al fin y al cabo leer ficción es una parte de lo que nos hace humanos”.

Y si no, e independientemente, siempre nos quedará la experiencia de la lectura. “¿Dónde salvo en la ficción podemos experimentar lo que es ser alguien de otro género, o vivir en otra época, o haber nacido en algún país lejano?”, se pregunta Elderkin. Luego añade lo siguiente: “Las novelas ofrecen una narrativa ampliada, con múltiples capas; requieren tiempo y atención sostenida para leer y entender y disfrutar. Entrar en una historia de esta forma es tremendamente relajante para nuestros cerebros fragmentados”. Eso ya parece bastante.

Fuente: http://www.agenciasinc.es/Reportajes/Biblioterapia-el-poder-de-un-libro-sobre-tu-cerebro

Imagen: http://www.agenciasinc.es/var/ezwebin_site/storage/images/reportajes/biblioterapia-el-poder-de-un-libro-sobre-tu-cerebro/5733700-20-esl-MX/Biblioterapia-el-poder-de-un-libro-sobre-tu-cerebro_image_380.jpg

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Bolivia: Sugieren incentivar lectura en vacaciones

Hoy comienza el descanso Pedagógico de Invierno.

 América del Sur/Bolivia/05.07.2016/Autor y Fuente:http://correodelsur.com/

Entre hoy y el 15 de julio, los estudiantes del nivel, inicial, primario y secundario gozan del descanso pedagógico. Las autoridades educativas recomendaron aprovechar la vacación sin descuidar la lectura y el repaso de las lecciones aprendidas.

“La recomendación para todos los estudiantes es que esta vacación aprovechen a lo máximo de los quehaceres en el hogar, con la familia y no olvidar de sus cuadernos, leer un libro, hacer algunos ejercicios pese a que no tenemos asignado tareas porque está prohibido, pero eso no tiene que decir que hay que olvidarnos de todo y dedicarnos sólo a recreaciones”, señaló el director Distrital de Educación, Julio Alí.

Por su parte, el ministro de Educación, Roberto Aguilar, señaló que se establecerán estrategias regionalizadas sobre los informes del Ministerio de Salud y del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (SENAMHI) para ampliar las vacaciones que benefician a los colegiales del territorio nacional.

Recordó que en los últimos años los frentes fríos ingresaron después de la primera semana de julio. Además explicó que, según datos del SENAMHI a partir de esta próxima semana habrá una baja en las temperaturas por efectos de los frentes de frío.

Fuente: http://correodelsur.com/local/20160704_sugieren-incentivar-lectura-en-vacaciones.html

Imagen: https://encrypted-tbn2.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcTtAWLm6eo7vr1OpIqxcbN_J03iztobqep5x-1BIChAw3KkNYHe

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Artículo: La necesidad de formar lectores

América del Sur/Ecuador/Autor: Lenin Vladimir Paladines Paredes

Uno de los retos más importantes para la escuela en general, en estos tiempos, es el de competir con los intereses y aficiones de los estudiantes para formar lectores. Pero no lectores de libros obligatorios o de lecturas planificadas sobre temas específicos de la enseñanza, sino lectores espontáneos, que busquen y creen sus propias listas de lecturas, que encuentren en los libros elementos para encontrarse a sí mismos, para aprender de otras culturas y otros mundos, para entender cómo expresarse y cómo funciona el lenguaje para determinada función, y también para poder producir conocimiento propio, partiendo de lo que han leído. Uno de los dilemas más antiguos en este ámbito, es determinar qué libros deben leer los estudiantes en la escuela o en el colegio. Y muchas veces, sucede que los libros seleccionados por el currículum resultan ajenos, lejanos, difíciles de entender, y no invitan al estudiante a buscar por sí mismo, sino que los ve como una obligación, como algo que se debe hacer para conseguir una nota y pasar el curso, y poco a poco, su mínimo interés por la lectura va disminuyendo hasta desaparecer.

Por eso es que los adolescentes buscan otros espacios. Por eso es que comparten a través de redes sociales, blogs, foros o videos, los libros que les interesan, los que leen y recomiendan. Y siempre sucede que estos libros no son los mismos que los profesores piden para la escuela. Y también sucede que los profesores poco o nada conocen de esta literatura, la que a los estudiantes sí les interesa.
En ese sentido, la recomendación que se hace, tomando en cuenta por ejemplo, estudios como el de Mireia Manresa (2011), es diversificar y ampliar el bagaje de lecturas que puede tener un estudiante, frente a un encasillamiento de la temática o el estilo. El profesor tiene que mostrar un abanico de lecturas apropiadas para la edad del alumno, sin  llegar a obligar o a censurar el tipo de lectura en el que el adolescente esté interesado, sino más bien ofrecerle opciones de literatura con las que se sienta cómodo, permitiéndole encontrar un sentido al mensaje y a la aplicabilidad de este en la vida real y en contextos prácticos. (O).

Fuente: http://www.cronica.com.ec/opinion/columna/columnista/item/13739-la-necesidad-de-formar-lectores

 Fuente de la Imagen: http://www.guiainfantil.com/articulos/educacion/lectura/ninos-lectores-nacen-o-se-hacen/

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