Argentina: Los niños con las niñas, las niñas con los niños.

Igualdad de género. El Ministerio de Educación santafesino presentó la disposición que habilita la educación física mixta en todos los niveles y modalidades del sistema. El tema parece sencillo y obvio, pero no se ejerce en todas las escuelas.

América del Sur/Argentina/05.07.2016/Autor : Claudia Balague/ Fuente:http://www.lacapital.com.ar/

Históricamente, cada conquista por la igualdad de género, el respeto a la identidad de género, la diversidad, los derechos sexuales y reproductivos, entre otros, se han generado no sin debates, no sin luchas ni sin resistencias a un cambio que en síntesis es un cambio cultural de la sociedad toda.

En Educación, la aplicación de la ley nacional de educación sexual integral, a la cual adherimos, así como a un proyecto provincial recientemente presentado por el diputado Paco Garibaldi, lleva la gradualidad que implican esos cambios culturales.

Hoy ya nadie discute que era necesaria una normativa protectora cuando hay violencia de género y están implicadas nuestras docentes, ni la posibilidad de contar con el nombre autopercibido en los trámites escolares y en los títulos obtenidos en los diferentes niveles educativos. En esta gestión surge la resolución 143/12, un procedimiento para modificar registros y documentos expedidos por el Ministerio de Educación en el marco de la ley 26.743 de identidad de género.

Tampoco se discute que en los jardines de infantes los rinconcitos de juegos deben ser compartidos entre nenas y nenes, y la casita, los muñecos y los autos son para que todos juguemos juntos.

No dudamos cuando impartimos capacitación docente, desde nivel inicial a nivel superior en educación sexual integral, e incorporamos estos contenidos en los nuevos planes de estudio de los profesorados de toda la provincia. Ni cuando junto al Instituto de la Mujer de la Municipalidad de Rosario promovimos que estudiantes de las escuelas secundarias desarrollaran proyectos de prevención de abuso, trata, noviazgos violentos, embarazo adolescente, entre otros temas. Los jóvenes, con sus voces, con su creatividad, con sus propuestas pudieron hacerlo.

Sin embargo nos siguen faltando acciones y propuestas que propicien y consoliden ese cambio.

Esta semana presentamos la disposición que habilita la educación física mixta en todos los niveles y modalidades del sistema educativo. Parece sencillo, lógico, indispensable, casi obvio: pero no se ejerce en todas las escuelas. En la mayoría de las escuelas seguimos dividiendo en grupos de nenes y grupos de nenas para hacer educación física en los colegios. ¿Acaso el cuidado del cuerpo no es el mismo, el respeto por el otro, la convivencia, el compartir el espacio y el juego no es el mismo?

Desde el año 2013 con la implementación de las nuevas orientaciones en el secundario, se implementaron los bachilleratos de educación física en los que todas las materias, incluso las que implican prácticas deportivas, se trabajan sin división de género. Lo mismo pasa en la ruralidad, en donde, muchas veces por la cantidad de alumnos, resulta imposible dividir al grupo. Estas prácticas aportaron experiencias maravillosas en la relación entre géneros a través del deporte y la educación física que corroboran la necesidad de su implemetación gradual en todo el sistema.

De la misma manera la formación de los profesores de educación física se viene haciendo de esta forma, no existen materias o espacios curriculares en la formación docente separadas por género. Hemos profundizado también la formación conjunta de profesores y profesoras de educación física ya incorporados al sistema educativo y desarrollado un congreso multitudinario el año pasado que incluyó este debate.

Entendemos que hasta los deportes que parecían muy asociados a niños o a niñas ya no son tales. Hay equipos femeninos de fútbol, de rugby, y masculinos de hockey y vóley y quizás en un futuro haya equipos mixtos de todos los deportes. Entonces si en la escuela jugamos, nos divertimos, convivimos, ¿por qué separar los grupos de educación física? Una cosa es el deporte profesional de competencia, otra la educación física y el deporte en la escuela.

Hoy autorizamos a todas las escuelas a comenzar con las clases de educación física mixta, por más igualdad, porque compartir nos hace crecer, porque creemos que la igualdad nos hace mejores.

En debate. Boleta electrónica, eliminación de las listas colectoras y la obligatoriedad de las Paso.

Fuente: http://www.lacapital.com.ar/los-ninos-las-ninas-las-ninas-los-ninos-n1134323

Imagen: 

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La ciencia no tiene género: Metas Educativas y la Declaración d’Incheon proponen reparar injusticia histórica

03 Junio 2016/Fuente: OEI /Autor: Dagoberto Ramírez Alarcón


Desde que el hombre comenzó su vida gregaria el varón fue el proveedor de alimentos y defensor del clan, mientras los roles maternos eran el cuidado de los hijos. No obstante las evoluciones sociales, se predicó y se relegó a la mujer a un lugar secundario a su gran valía, que ha durado siglos, llegando en el 2016 a existir pocas damas como protagonistas de los campos científicos, entre otros saberes, injusticia histórica que las Metas Educativas, la Declaración d’Incheon y los consensos sociales se proponen reparar.

Recientes hallazgos arqueológicos en Europa -zona del Danubio y en los Balcanes-, inducen a pensar que en los albores de la Humanidad, siglos A. de C., se desarrolló una cultura matrística(*). En esta sociedad las mujeres no dominaran a los hombres, sino, ambos eran copartícipes de su existencia en común: no eran oponentes, había complementariedad. Las relaciones entre los sexos no eran de dominación ni de subordinación. Se vivía de la agricultura, pero sin apropiación de la tierra, que pertenecía a la comunidad. Los arqueólogos han encontrado poblados que no muestran signos de guerra, no tienen fortificaciones, ni armas como adornos o decorados. Encontraron, en cambio, signos estéticos de la vida, de lo natural. En las imágenes de culto se destaca lo bello: representaciones femeninas o híbridos de mujeres y animales, no hay sugerencias de manipulación del mundo, sino de armonía de la existencia. La simbología indica que se vivía la vida como parte de una dinámica cíclica de nacimiento y de muerte, y ésta última no era una tragedia, sino una pérdida natural. Era una cultura que no estaba centrada en las jerarquías, ni en el control de la sexualidad de la mujer.

El papel del varón fue de proveedor de alimentos y defensor del clan, mientras las tareas complementarias de la mujer eran el cuidado de la prole y la enseñanza de los hijos, roles fundamentales que de una u otra forma se corrompieron con los siglos hasta legarnos la cultura machista. Un somero análisis nos permite deducir que existiendo comida y paz, el hombre dispuso de tiempo para analizar su entorno y crear instrumentos (¿homo faber?) que le suplieran sus carencias, y para descubrir (¿homo sapiens?) y dar origen a la ciencia y la tecnología, al contrario de la mujer, que sus labores domésticas comenzaban antes de despertar y concluían cuando lograba dormir. Consecuentemente desde los albores más remotos, la ciencia/tecnología no tiene género aunque en principio haya sido efectuada por varones.

Hoy vivimos una cultura patriarcal centrada en la dominación del hombre sobre la mujer, en el control de la sexualidad femenina, en las jerarquías, en la guerra. El hombre es el pater, (patriarca del cual habla la Biblia). Posiblemente la cultura patriarcal se origina fuera de Europa, en Asia Central, al surgir el pastoreo y al competir contra lobo por el alimento natural que eran los mismos animales migratorios de los cuales se alimentaban. Así aparece la primera dinámica que dio origen a la enemistad. Después, el enemigo ya no es el lobo, sino cualquier otro que intente apropiarse de algo. En la cultura matrística, la emoción fundamental era el amor. Con la defensa del ganado cambian las emociones. Se pierde la confianza en la dinámica de lo natural y se comienza a vivir el miedo y el control hasta llegar a ser homo homini lupus (el hombre es el lobo del hombre).

Al producirse el encuentro entre ambas culturas, la patriarcal somete a la matrística. Pero ésta no desaparece del todo. Permanece en la relación materno-infantil. Ésa es la razón de que hoy vivamos una cultura matrística en la infancia y una cultura patriarcal en la vida adulta, lo que significa vivir lo masculino y lo femenino en conflicto permanente.

Los problemas de nuestra cultura son de contradicción entre los valores de la infancia y aquellos de la vida adulta. Es vivir lo masculino y lo femenino como si fueran intrínsecamente opuestos, dinámica que heredamos y perpetuamos, por ello nuestra cultura surge de contradicciones y se mantiene en contradicciones.

Galopando siglos a través de Crônos y con leves variantes, en latinoamérica se predicó que a las mujeres sólo se les enseñaran labores domésticas y a concebir sin disfrutar el sexo. Leer y escribir era un privilegio muy escaso para ellas, salvo la élite de la aristocracia, puesto que masificar la lectoescritura era “poner en sus manos mayores posibilidades de pecar”. La educación formal era monopolio de la Iglesia e impartida a las clases pudientes: se excluía a los pobres y totalmente a las mujeres. Indiscutiblemente existen casos aislados de damas que han sobresalido del común, pero sólo recién a comienzos del siglo 20, quizá a consecuencia de la primera Gran Guerra y sus influencias en este continente, el rol de la dueña de casa cambió paulatina y masivamente, comenzando las damas a conquistar los derechos que les corresponden en toda sociedad, hasta ocupar puestos de trabajo eminentemente “masculinos”, desde obrero en la fábrica, a las labores de investigación docente, aunque disolviendo el ambiente familiar de “hogar”. Fue una lucha la conquista de sus derechos, porque los estereotipos creados en el hogar desde la primera infancia y reforzados en las prédicas actuaron como freno, situación que aún se mantienen en diversos países latinoamericanos. Si bien es cierto el machismo es una forma de sexismo en la que se subvalora a la mujer considerándola inferior al hombre, esta forma de “pensamiento” está fundado en ideas preconcebidas y estereotipos fuertemente influenciados por el entorno sociorreligioso. La mentalidad que la mujer debe tener una actitud de sumisión hacia el hombre se manifiesta de diferentes maneras, incluso con actitudes y comportamientos de menosprecio, como la exclusión para asumir determinados cargos, prohibición que se mantiene en la iglesia católica, cuya innegable influencia afianzó el continuismo del machismo desde las sociedades patriarcales, organizadas de tal manera que el hombre ejerce su poder sobre la mujer en distintos ámbitos (v. gr. en su representación legal), hasta las sociedades que no se consideran patriarcalespero donde existe machismo encubierto. ¿Qué este contexto aún afecta las estadísticas mujer-ciencia…? ¡Obvio!

Al producirse el encuentro entre ambas culturas, la patriarcal somete a la matrística. Pero ésta no desaparece del todo. Permanece en la relación materno-infantil. Ésa es la razón de que hoy vivamos una cultura matrística en la infancia y una cultura patriarcal en la vida adulta, que significa vivir lo masculino y lo femenino en conflicto permanente. Es vivir lo masculino y lo femenino como si fueran intrínsecamente opuestos: nuestra cultura surge de contradicciones y se mantiene en contradicciones.

Un simple ejemplo: nadie conoce el gran aporte a la ciencia de Maria Salomea Skłodowska (nombre de soltera), y sí se reconoce la gran valía de Maria Curie (nombre de casada)…? En la mayoría de las sociedades el apellido paterno es el exigido para las personas, no así el materno que actúa “de complemento”. Demás está decir que en muchos países “desarrollados” la mujer al casarse “adopta” (¿o se le impone?) de inmediato el apellido de su esposo…

Si en casos focalizados existe la diferencia damas/varón en carreras como ingenierías, complejo de rol-género demostradas por estadísticas, es porque las damas prefieren especialidades de mayor interés en temas de relevancia social, como la docencia. Indiscutiblemente la confianza puesta en la investigación para el desarrollo implica que el rol del sistema educativo escolar sea la incentivación de vocaciones, tarea vital para la contribución en la formación científica de las futuras generaciones, siendo importante estudiar las actitudes e intereses de todos(as) los(as) estudiantes, incentivando desde las aulas la actitud positiva hacia la ciencia/tecnología para desarrollar las vocaciones científicas hasta potenciar la ciencia como herramienta estratégica para mejorar la calidad de vida de las personas y la Humanidad.

El dilema de muchas mujeres es el “abandono” del hogar (cuidado de los hijos) por preocuparse de tal o cual trabajo. Muchas damas anteponen sus sentimientos maternos, los cuales les resultan muy difíciles de relegar a un segundo plano. Ver “machismo” en quienes desarrollan las ciencias es un atavismo similar a propiciar que los productos de la ciencia/tecnología y sus incidencias en los diferentes ámbitos socioeconómicos, ambientales y culturales de las sociedades (modelo CTS) sólo fueran aplicados a un colectivo humano local (ultranacionalismo). No obstante, recién desde la segunda mitad del pasado siglo y a nivel mundial las damas se incorporan en las áreas de las ciencias y de todas las construcciones sociales, variando su número según sea el nivel socioevolutivo del lugar en el cual se encuentran. Indiscutiblemente no les ha sido fácil la conquista y ejercicio de sus derechos (a voto; a la ocupación de cargos público; a la formación profesional incluida la científica;al trabajo y a la no discriminación por el mero hecho de ser mujer): en U.S.A. 129 mujeres jóvenes murieron calcinadas en la fábrica textil donde trabajaban, encerradas en condiciones inhumanas

En un símil al porqué existen menos damas científicas que varones está la abrumante presencia de científicos en los países desarrollados en relación a los más pobres, aunque en pleno siglo 21 aún existan lugares (acotados) en los cuales se vive en la Edad de la Piedra y en los cuales las mujeres son discriminadas/excluidas en sus derechos más elementales por el simple rol de género.

En Chile, las inmensurables contribuciones de las mujeres a lo largo del tiempo evolucionó desde el rol de madres, hermanas y esposas (hasta el siglo 19) a pioneras que se animaron a desafiar “enseñanzas” y dogmas religiosos, estereotipos sociales, convenciones y prohibiciones, llegando a ser profesionales y científicas que han desarrollado innovaciones, inventos y descubrimientos según los avances del conocimiento científico y la época en las que les tocó vivir hasta conquistar un lugar destacado, que en justicia les corresponde, en los sectores académicos, en las artes, la cultura y la vida comunitaria en general.

Por esto, la democracia como cultura neo-matrística debe estar centrada en la armonía de la existencia, no en la lucha. Aunque implica romper la tradición patriarcal de negación y subordinación de la mujer, liberando al hombre de ser su dominador y explotador. Pero, esta afirmación es una trampa en la que todos estamos atrapados: el consumismo global implica que una minoría económica domine a todos los hombres y luche contra ellas.

Hombres y mujeres detentamos la misma dignidad en el ser, que es lo valioso de aprender a respetar, no obstante, nuestra “cultura” –en términos genéricos-, y quizá los mismos arraigados sentimientos maternos han impedido que la mujer ocupe el lugar que le corresponde en la ciencia, situación de injusticia histórica que es imperativo solucionar para lograr una verdadera educación inclusiva y equitativa de calidad, y un aprendizaje a lo largo de la vida para todos, y para este efecto las Metas Generales Segunda, Cuarta, Quinta, Sexta, Séptima, Novena y Décimo Primera(**) son categóricas: “(…) promover oportunidades de aprendizaje de calidad a lo largo de la vida para todos, en todos los contextos y en todos los niveles educativos. Ello incluye un mayor acceso en condiciones de igualdad a la enseñanza y formación técnica y profesional de calidad, a la educación superior y a la investigación, prestando la debida atención a la garantía de la calidad. Además, es importante que se ofrezcan vías de aprendizaje flexibles, así como también el reconocimiento, la validación y la acreditación de los conocimientos, habilidades y competencias adquiridos mediante la educación informal y no formal. Nos comprometemos además a velar por que todos los jóvenes y adultos, especialmente las niñas y las mujeres, alcancen niveles de excelencia en alfabetización funcional y aritmética que sean pertinentes y reconocidos y adquieran competencias para la vida, así como a que se les proporcionen oportunidades de formación, educación y capacitación de adultos. Nos comprometemos también a fortalecer la ciencia, la tecnología y la innovación. Es preciso aprovechar las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para reforzar los sistemas educativos, la difusión de conocimientos, el acceso a la información, el aprendizaje efectivo y de calidad, y una prestación más eficaz de servicios” (Declaración d’Incheon)

Notas:

(*) de matriz, no confundir con “matriarcal”

(**) Metas Educativas 2021: La Educación que queremos para la generación de los Bicentenarios

(***)  Profesor de Estado, Licenciado en Educación, Magíster en Administración y Gestión. Molina. Chile. IBERCIENCIA. Comunidad de Educadores para la Cultura Científica.

 

Fuente de la noticia: http://oei.es/divulgacioncientifica/?La-ciencia-no-tiene-genero-Metas-Educativas-y-la-Declaracion-d-Incheon-proponen

Fuente de la imagen:http://oei.es/divulgacioncientifica/local/cache-vignettes/L400xH212/arton3823-7907f.png?1464533808

 

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Nicaragua: Niñas superan a niños en clases

Nicaragua/ Jeniffer Castillo Bermúdez/05 de mayo de 2016/ Fuente: La prensa

Las aulas están compuestas, en su mayoría, por niñas que se promueven con mejores calificaciones que los niños a los grados siguientes, según el organismo no gubernamental Plan Internacional.
Maryelling Murillo, asesora nacional en Educación de Plan Internacional Nicaragua, asegura que el noventa por ciento de las niñas permanecen dentro de las escuelas y que un porcentaje similar avanza a los grados siguientes.

No obstante, en el caso de los niños esos porcentajes son menores. Por ejemplo —comenta Murillo— entre el 80 y 85 por ciento de los niños no abandonan la escuela y promueve al año siguiente.
“Si nosotros comparamos datos del 2005 (o) 2004, permanecían más los niños en la escuela, pero desde 2009 hasta la fecha las niñas han venido ganando protagonismo”, dice Murillo sin ofrecer mayores detalles al respecto.
Esta mejora, dice la asesora de Plan Internacional, se debe a que “las familias están garantizando la igualdad, tanto la niña tiene que ir a clases como el niño también. Yo creo que es producto de un trabajo de sensibilización que han venido desarrollando tanto el Estado como las organizaciones de la sociedad civil durante años… un segundo aspecto es que a la niña, por los roles de género, le vamos exigiendo que rinda más en todo, no solo en educación, y una vez que la niña gana el espacio de ir a la escuela ella lo aprovecha”.
UNA SEMANA DEDICADA A LA EDUCACIÓN

A partir del 8 de mayo, unas 29 organizaciones de la sociedad civil que trabajan por la Educación de Nicaragua celebrarán la Semana de Acción Mundial por la Educación (SAME) 2016 y como parte de la celebración organizarán debates, foros y ferias para —entre otras cosas— pedir un mayor presupuesto para la Educación del país.
Actualmente Nicaragua destina el 4.7 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB) en todos los subsistemas escolares, es decir, educación básica y media, técnica y superior, reconoce Jorge Mendoza, director ejecutivo del Foro Educación y Desarrollo Humano (FEDH).
Solo en educación básica y media, detalla el Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (Ieepp), el país invierte el 3.37 por ciento de su PIB.
Según las metas mundiales de la Educación Para Todos (EPT), Nicaragua, al igual que otros países, deberá destinar el seis por ciento de su PIB en educación al 2030.
UN PLAN DE INVERSIÓN A LARGO PLAZO

A pesar de que Nicaragua asumió las metas de la EPT, hasta la fecha ni el Ministerio de Educación (Mined) ni el Gobierno han publicado su plan para conseguir —entre otras cosas— que el presupuesto para la educación básica y media sea del seis por ciento del PIB al 2030, apunta por su parte el director nacional de Fe y Alegría, Silvio Gutiérrez.

Fuente: http://www.laprensa.com.ni/2016/05/05/nacionales/2029894-ninas-superan-a-ninos-en-clases

Imagen: http://cdn.laprensa.com.ni/wp-content/uploads/2015/04/140415-Ambitos2-1photo01.jpg

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Afganistán: Educación de trapo

Afganistán/ 01 de Mayo de 2016/ Hoy.es

En Afganistán, ese país sin escapatoria al mar y alojado en el corazón de Asia que identificamos con opio y bombas, solo dos de cada diez niñas terminan la escuela primaria. Las otras ocho lo dejan antes por la ausencia de maestros o para ser entregadas en matrimonio. Durante la Sharia, el salvaje régimen fundamentalista que los talibanes impusieron entre 1996 y 2001, el acceso femenino a la educación quedó prohibido. Ahora, una tímida luz ha empezado a filtrarse a través de los muros de su aislamiento. Una chispa, en realidad. Es lo que significa Zari -en dari y pastún, los dos idiomas oficiales de esa oscura república-, el nombre de una televisiva niña que también se cubre con un pañuelo pese a ser de trapo.

Se trata de la primera incorporación femenina al plantel de muñecos que protagonizan la versión afgana de ‘Barrio Sésamo’. La nueva marioneta, que en la imagen maneja Seema Sultani para una grabación en un estudio de Kabul, se dirige a sus homólogas humanas para recomendarles la práctica de deporte o para contarles cómo pueden llegar a ser médicos. Paradójicamente, hoy, cuando su tasa de alfabetización no llega al 25%, el país les permite formarse como maestras, doctores o pilotos.

Fuente: http://www.hoy.es/sociedad/201605/01/educacion-trapo-20160501002801-v.html

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