Un estudio de Flacso concluye que el uso de los móviles ha cambiado la relación entre los chicos y entre los chicos y los docentes, en algún punto para mejor. Cada escuela aprovecha las TICs a su modo.
América del Sur/Argentina/26.07.2016/Autor y Fuente:http://www.lagaceta.com.ar/
Y cuando creíamos que repartiendo netbooks en las aulas la escuela lograría hablar el mismo idioma que los chicos, la tecnología continuó avasallando las pautas de comportamiento y, otra vez, nos quedamos atrás. Un reciente estudio realizado en todo el país por Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) concluyó que el ingreso de los smartphones a las aulas reemplazó de alguna forma a las computadoras personales distribuidas en el programa Conectar Igualdad; los móviles, analizan los expertos, constituyen un símbolo de identidad juvenil, mediante el cual se quiebra la lógica escolar y se establecen nuevos contratos pedagógicos entre alumnos y docentes.
De todas formas, no necesariamente se trata de malas noticias. La investigación, efectuada por el Proyecto Educación Nuevas Tecnologías de Flacso, asegura que contrariamente a lo que se preveía pensando en la brecha tecnológica entre docentes y alumnos las nuevas tecnologías en las aulas mejoró los vínculos entre alumnos y sus profesores. “Para los jóvenes los celulares adquieren una relevancia significativa, hay una dependencia hacia ellos y frente a esto encontramos en el estudio que la relación entre docentes y alumnos se flexibilizó, se rompieron esos contratos pedagógicos rígidos y los docentes incorporaron en general esta herramienta, de a poco, a la cotidianidad del aula”, dijo a Télam Graciela Caldeiro, una de las investigadoras que participó del estudio.
“Cuando ingresaron las computadoras parecía que iban a cambiar muchas lógicas pero, en este momento, no son algo muy novedoso y aparecen en competencia con los celulares. Parecería que el celular en algún punto desplaza a la netbook por diferentes razones, como el tamaño y la conectividad permanente. Constituye una identidad no por el objeto en sí mismo sino porque al chico le permite estar conectado siempre e, incorporado a la lógica escolar, adquiere una relevancia importante”, indicó la investigadora.
Caldeiro destacó que el uso extendido de los celulares acabó con los horarios fijos y los espacios cerrados ya que a veces, con estos dispositivos, es difícil discernir dónde empieza el entretenimiento y dónde está lo escolar, ya que está todo cruzado y superpuesto. “En el aula el profesor negocia con los alumnos qué se puede hacer con el celular y qué no; o hay circunstancias en las que los propios alumnos se autoregulan, no hay normas fijas ya que el entorno tecnológico es muy cambiante”, explicó.
Aprovechar o resistir:
El estudio de Flacso también revela que la tecnología cambió la forma en que se relacionan los alumnos entre ellos en la escuela, con los docentes y con la institución en sí, lo que impactó en los vínculos pedagógicos y en la forma de enseñar y aprender.
“Ahora los alumnos utilizan la tecnología para acompañarse en el proceso de aprendizaje o para resolver la propuesta del docente que quizás no estaba del todo explícita. Es un proceso más colaborativo, los alumnos se comunican más y de alguna manera se rompe el espacio y el tiempo tradicional de la institución escolar”, destacó Caldeiro. En este sentido apuntó que frente a esto hay algunos docentes que entienden esta nueva lógica y la promueven pero hay otros que no, que aún se resisten y los chicos empiezan a diferenciar esto, pero no en toda la escuela existe esta resistencia y ya comenzamos a ver que la tecnología es aceptada como un proceso natural.
Mejores vínculos:
Contrariamente a lo que se preveía, el concepto de alumnos nativos digitales frente a sus profesores a quienes les iba a costar incorporar esa tecnología es una variable que no se destacó en la investigación. “La idea de la brecha generacional y tecnológica es algo que se instaló en los institutos de formación, pero los chicos no adhieren tanto. No es una situación de conflicto entre docentes y alumnos que el profesor no sepa usar la tecnología, inclusive sirve para construir mejores vínculos entre ellos”, indicó la investigadora.
Depende de la escuela:
Si bien el uso de las computadoras que comenzaron a distribuirse desde el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner llegaron a la gran mayoría de los estudiantes de las escuelas argentinas, el uso que se les da depende en gran medida de cada uno de los establecimientos, según marca la investigación de Flacso.
La investigación detalla, además, que aunque no pareciera existir un marco de referencia claro en torno al uso de tecnologías en clase, la actitud y permeabilidad del equipo directivo de cada escuela es decisiva. “El uso interesante y significativo de las TIC es posible cuando se promueve explícitamente desde la dirección de la escuela la inclusión de trabajos con tecnología en la planificación”, precisaron las conclusiones.
En el estudio, el 93% de los estudiantes aseguró que utiliza las computadoras del programa Conectar Igualdad para realizar tareas escolares entre las cuales están la búsqueda de información, presentaciones de trabajos, producción de videos, trabajos grupales y utilización de programas que traen las netbooks. En tanto los docentes estimaron que el uso que se da de las netbooks podría ser mejor en términos de cantidad y calidad.
Fuente:
http://www.lagaceta.com.ar/nota/691577/educacion/celulares-desplazan-netbooks-escuela.html
Imagen: http://img.lagaceta.com.ar/fotos/notas/2016/07/25/tmb2_691577_201607242136320000001.jpg