Centroamérica/Costa Rica/Noviembre 2020/prensa-latina.cu
Lo anterior es una plataforma de formación para apoyar a las familias a hacer un uso seguro y responsable de las tecnologías, con recursos multiformato, lúdicos y creativos.
Otra de los instrumentos es la App 9-1-1, una aplicación móvil para responder de inmediato a los casos de explotación y abuso sexual con solo presionar un botón, el cual da aviso al Servicio Nacional de Emergencias 9-1-1 con la ubicación por GPS.
Asimismo, el fortalecimiento de la Comisión Nacional de Seguridad en Línea; y la Encuesta país sobre el acceso, uso y apropiación de las tecnologías por parte de niñas, niños y adolescentes, y a su vez conocer y comprender los riesgos a los que están expuestos.
Finalmente, el marco normativo e institucional para medir y organizar la capacidad en prevención y respuesta de la explotación y el abuso sexual en línea a nivel nacional.
El Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt) apunta que la pandemia de la Covid-19 cambió el uso de la red, la cual pasó a ser un espacio de socialización, trabajo y estudio de las familias en toda Costa Rica, trasladando sus horas productivas a la pantalla de un dispositivo con conexión a Internet.
Para el Micitt ello trae tres grandes desafíos a enfrentar por el país: reducir la brecha digital; garantizar la seguridad en línea para niñas, niños y adolescentes; y el trabajo coordinado entre el Estado y la empresa privada en temas de derecho a la conexión, derecho a la información y derecho a la educación, todos ligados a la Internet.
La directora de Estrategia e Innovación de la Fundación Paniamor, Milena Grillo, reconoció que el ecosistema digital ha pasado de ser un espacio más a ser un nuevo sistema de socialización, donde niñas, niños y adolescentes construyen subjetividades, establecen relaciones, exploran y generan conocimiento.