Libro(PDF): Confrontación de imaginarios. Los antiimperialismos en América Latina

Reseña: CLACSO

*Disponible sólo en versión digital

Los estudios que organizan este libro no buscan discutir con las voces críticas respecto de la relevancia o no del imperialismo en las relaciones internacionales. El objetivo del trabajo elude la discusión abstracta, así como el énfasis sobreideologizado de los nudos problemáticos no resueltos. Tampoco trata de evidenciar y denunciar los múltiples efectos de la política imperialista en la historia política de nuestra región. En cambio, busca presentar algunos referentes inscritos en un cierto esquema de regularidad histórica por cuya trayectoria podría hablarse de una tradición antiimperialista. Cambios importantes en la correlación global de fuerzas como el principio y fin del conflicto Este-Oeste y otros como las invasiones norteamericanas, no obstante sus onerosos efectos, a la larga solo han logrado imprimirles mayor raigambre a las razones de esa tradición cuya proyección y gravitación en el escenario latinoamericano actual es de enorme importancia.

Autoras(es): Kristina Pirker. Julieta Rostica. [Coordinadoras]

Kristina Pirker. Julieta Rostica. Aníbal García Fernández. Eudald Cortina Orero. Mariana Bayle. Alejandra G. Galicia. Roberto García Ferreira. Carlos Figueroa Ibarra. Marta Elena Casaús Arzú. Teresa García Giráldez. [Autoras y Autores de Capítulo]

Editorial/Edición: CLACSO. Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora.

Año de publicación: 2021

País (es): Argentina

ISBN: 978-987-722-928-8

Idioma: Español

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Entrevista al ensayista Iñaki Domínguez: “El rechazo de la realidad material repercute en favor de los poderosos”

Entrevista al ensayista Iñaki Domínguez, autor de Homo Relativus. Del iluminismo a Matrix (Akal)

Numerosos cursos empresariales y terapias psicológicas, los libros de autoayuda, el pensamiento positivo, el marketing y los coach tienen en común la siguiente idea: aquello que sucede en el mundo, los hechos y los datos objetivos tienen escasa importancia frente la interpretación subjetiva de la realidad; esta perspectiva se halla en escuelas filosóficas de la antigüedad, como el estoicismo, o en los sofistas. Asimismo, “vivimos entrampados en una tiranía de lo simbólico” y en la que unos pocos tratan de “usurpar el elemento material”.

Son algunas ideas centrales, además de la crítica al relativismo dominante, del libro de 403 páginas Homo Relativus. Del iluminismo a Matrix, de Iñaki Domínguez, publicado en abril por Akal. El ensayista y antropólogo es autor de Cómo ser feliz a martillazos: Un manual de antiayuda (2018) y Macarras interseculares. Una historia de Madrid a través de sus mitos callejeros (2020). La siguiente entrevista se realiza por correo electrónico.

-En las últimas elecciones a la Asamblea de Madrid, celebradas el 4 de mayo, políticos y periodistas hablaron a menudo de marcos cognitivos, narrativas, relatos, discursos, lenguajes y demoscopia. ¿Qué conclusiones extraes de ello?

Que el discurso académico de la filosofía postmoderna representa un marco conceptual que domina la actualidad. De ello concluyo, a su vez, que dicho marco de pensamiento postmoderno representa la superestructura ideológica de una infraestructura material neoliberal. Es decir, que el postmodernismo filosófico no combate el sistema sino que es una emanación ideológica del mismo.

-El libro incluye una crítica a la izquierda “identitaria” y la lucha “simbólica”. Sin embargo, ¿no es un dato/hecho objetivo que la población negra de Estados Unidos percibe ingresos muy inferiores o tiene probabilidades mucho mayores de morir asesinada por la policía que los ciudadanos blancos?

Esos datos son ciertos, pero también es cierto que la población negra estadounidense cobra salarios mucho mayores que un español blanco medio, por poner un ejemplo. Para atender a lo objetivo es preferible prestar atención a los casos concretos y no a grandes abstracciones y generalizaciones. Es absurdo, por ejemplo, que Oprah Winfrey fuese de víctima por ser mujer negra cuando tiene 3.700 millones de dólares en el banco. Por otro lado, culpar a grupos o categorías de personas sencillamente no tiene sentido: la culpa es algo que atiene al individuo. Por poner un ejemplo, no podemos encarcelar a una mujer blanca porque otra mujer blanca haya cometido un delito. La culpa es algo concreto e individual, no colectivo (Oprah Winfrey es una exitosa presentadora de televisión, editora y actriz estadounidense. Nota del entrevistador).

-“Todo es relativo”. ¿Dónde se halla actualmente este esquema de pensamiento y con qué argumentación lo rebatirías?

Todo es relativo es un eslogan omnipresente a día de hoy, pero muy particularmente en el ámbito de las terapias psicológicas. La psicología cognitiva y la autoayuda, que se nutre de ella, son algo así como un neo-estoicismo que quiere que nos adaptemos a realidades incómodas como la precariedad y la pobreza adoptando marcos cognitivos “positivos”. De nuevo, la cosa iría de desligar la realidad material (pobre y precaria) de la representación mental (positiva). Hablamos, básicamente, de una forma de alienación pura y dura.

-¿Qué relación existe entre el capitalismo neoliberal y la filosofía postmoderna? ¿Hay una postmodernidad de izquierdas?

Como ya he dicho, la filosofía postmoderna es una ideología que surge, precisamente, con el éxito del neoliberalismo que parte de los años setenta. En ambos casos, el referente desaparece y lo primordial es la representación mental, el lenguaje, la especulación. La filosofía postmoderna se autoproclama de izquierdas, pero, en realidad, comparte los valores y pilares conceptuales de la sociedad neoliberal: que la realidad es un constructo cultural, las identidades fluyen y carecen de esencias, el referente material es lo de menos frente al lenguaje, etc. Rechazar y desacreditar la realidad material solo repercute en favor de los poderosos: ellos se apropian lo tangible, mientras el resto niega el mundo objetivo y otorga a su subjetividad el valor de realidad última.

-¿En qué sentido asocias el mundo actual a la película de Ciencia Ficción Matrix, dirigida por las hermanas Wachowski?

Por el hecho de que Matrix es el mundo virtual que uno percibe mentalmente, pero que se halla desligado de una materialidad, una verdad distinta. Es decir, que como ocurre en el mundo actual, Matrix hace preponderar las ensoñaciones subjetivas de cada cual frente al mundo de los hechos. Se trata de una alienación. Nos invitan a creer que somos progresistas al negar la realidad material y adoptar decisiones mentales, pero lo cierto es que una vida construida a base de decisiones mentales no tiene ninguna base. Para transformar el mundo y progresar hay que llevar a cabo acciones que modifiquen el mundo tangible. Las decisiones mentales todopoderosas son para los psicóticos, o para los que sueñan y duermen.

-¿Qué interpretación haces de que entre las principales empresas del mundo por su valor en bolsa figuren las vinculadas a las nuevas tecnologías digitales: Apple, Microsoft, Amazon, Alphabet (Google) o Facebook?  

Pues es una manifestación más del poder que hoy detenta la representación, es decir, el mapa frente a lo tangible. El software y productos asociados representan lo virtual, lo representacional y superficial, frente al hardware. El leitmotiv de la actualidad es el siguiente: transforma tu idea del mundo, porque el mundo tangible ni siquiera existe ya. Pero el mundo tangible sí existe y se lo están apropiando unos pocos mientras el resto nos dedicamos a desacreditar los hechos en pos de imágenes mentales.

-¿Qué cambios implica, a tu juicio, la extensión del teletrabajo?

El teletrabajo puede ser liberador, pero también puede suponer el germen de Matrix: vivir materialmente encapsulados mientras habitamos universos virtuales y falsos. El teletrabajo podría ser el origen de una televida.

-Por último, ¿qué te sugiere la frase de Carlos Marx “todo lo sólido se desvanece en el aire”?

Sugiere lo que está hoy ocurriendo en el mundo. Hoy todo es un constructo cultural y la materialidad es desacreditada en la mente colectiva. Eso sí, lo sólido se desvanecerá en el aire solo para aquellos que no pertenezcan a las élites económicas. Tiene toda la pinta de que en el mundo del futuro los pobres vivirán en mundos virtuales (es decir, simulaciones) mientras los ricos se apropiarán de lo tangible. Como reza una pintada de la resistencia rebelde en la película de John Carpenter They Live (1988): «Ellos viven, nosotros dormimos».

Fuente: https://rebelion.org/el-rechazo-de-la-realidad-material-repercute-en-favor-de-los-poderosos/

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Libro(PDF): «Género, sexualidad e izquierdas latinoamericanas. El reclamo de derechos durante la marea rosa»

Reseña: CLACSO

Esta compilación ofrece un marco conceptual de fundamentos sólidos para analizar los derechos en materia de género y sexualidad durante la marea rosa latinoamericana, plantea interrogantes difíciles sobre las relaciones entre ideología y gobierno, y destaca el modo en que se convierte a las feministas y personas LGBT y queer en chivos expiatorios de las vastas luchas nacionalistas, antineoliberales y antiimperialistas. Del Prólogo de Amy Lind

Hoy, cuando la marea rosa está en clara retirada y un auténtico tsunami de derecha sacude gran parte de la región, sin embargo, es más fundamental que nunca evaluar los aciertos y desaciertos que ocurrieron durante los gobiernos de izquierda para imaginar las estrategias que podrían ayudar a feministas, personas queer y otras fuerzas progresistas a maniobrar el brusco cambio de dirección en curso en todas las Américas. Del epílogo de Sonia E. Álvarez

Autor (a): Elisabeth Jay Friedman. Felicitas Rossi. Constanza Tabbush. [Coordinadoras]

Niki Johnson. Ana Laura Rodriguez Gustá. Diego Sempol. Constanza Tabbush. María Constanza Díaz. Catalina Trebisacce. Victoria Keller. Gwynn Thomas. Marlise Matos. Shawnna Mullenax. Rachel Elfenbein. Edurne Larracoechea Bohigas. Sonia E. Álvarez. [Autores y Autoras de Capítulo]

Editorial/Editor: CLACSO

Año de publicación: 2020

País (es): Argentina.

Idioma: Español.

ISBN: 978-987-722-592-1

Descarga: Género, sexualidad e izquierdas latinoamericanas. El reclamo de derechos durante la marea rosa

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?orden=&id_libro=2152&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1399

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Libro (PDF): «Políticas de juventudes y participación política»

Reseña: CLACSO

Este libro reúne experiencias de diferentes latitudes, que apelan a distintas perspectivas y que abordan temáticas diversas, pero a la vez puede ser leído desde una clave común: un conjunto de trabajos preocupados por dar cuenta de las múltiples aristas que conforman la condición juvenil contemporánea. De esta forma, brinda un panorama para comprender diferentes procesos y el lugar de los jóvenes en ellos, indagando tanto la esfera estatal en la producción del sujeto joven desde las políticas públicas, como en las prácticas políticas que se entrelazan en agrupaciones y movimientos con determinadas representaciones sobre la juventud, muchas veces en disputa con los propios jóvenes. Los trabajos muestran así tanto las múltiples formas de interpelarlos como las diversas prácticas juveniles, explorando en el complejo entramado existente entre el diseño e implementación de las políticas públicas, los marcos propuestos por las instituciones escolares, los partidos políticos y los movimientos sociales, y los márgenes del activismo juvenil. Esperamos que los lectores encuentren en este conjunto de investigaciones nuevas pistas para pensar tanto aquellas problemáticas de larga data, como los desafíos y transformaciones culturales emergentes protagonizadas por las nuevas generaciones.

Autores (as): Diego Beretta. Fernando Laredo. Pedro Núñez. Pablo A. Vommaro. [Compiladores]

Pedro Núñez. Estefanía Otero. Marina Larrondo. Fernando Laredo. María Dolores Rocca Rivarola. Alejandro Cozachcow. Pablo A. Vommaro. Giovanny Daza. Diego Beretta. Magda Bergami. Verónica Crescini. Anabela Rosconi. Emilia Arpini. Sandra Poliszuk. Natalia Galano. Verónica Filardo. Miguel Scagliola. Carles Feixa. [Autores y Autoras de Capítulo]

Editorial/Editor: CLACSO. Universidad Nacional de Rosario.

Año de publicación: 2019

País (es): Argentina

Idioma: Español

ISBN: 978-987-722-446-7

Descarga: Políticas de juventudes y participación política

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?id_libro=1767&pageNum_rs_libros=1&totalRows_rs_libros=1358

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Entrevista a Nadia Fink: “A los niños se les enseña el ego y las niñas se les enseña la culpa”

Por: Meritxell Freixas Martorell

«El feminismo es replantearte cómo te educaron, cómo miras y cómo te relacionas», dice Nadia Fink. Para ello, junto a otras, comenzó la colección «Antiprincesas», una serie de libros infantiles sobre algunas mujeres relevantes de Latinoamérica que desde hace poco han llegado a España de manos de Akal. Frida Khalo, Violeta Parra, Juana Azurduy o Evita son algunas de las mujeres sobre las que ya han escrito. Otros referentes para otra educación.

Una niña se encuentra una perra por la calle y la bautiza como Frida “porque es niña y tiene bigote”; acaba de leer la historia de Frida Kahlo. Otra, hija de madre soltera, que dice: “Mamá, Violeta también se quedó sola con sus niños”, porque acaba de conocer la historia de la cantante chilena Violeta Parra. Son los efectos que produce en las niñas Antiprincesas, la colección que muestra las luchas de mujeres latinoamericanas y rompe con los estereotipos de género de las mujeres. Una de sus creadoras es Nadia Fink, periodista y escritora argentina, que se ha atrevido a hablar a las más pequeñas sobre la vida de otras mujeres, desde el feminismo, la perspectiva de género y en su propio lenguaje. La pintora mexicana Frida Kahlo, la artista chilena Violeta Parra o la coronela boliviana Juana Azurduy, son algunas de las protagonistas de estas historias que ponen de relieve las obras y logros de todas ellas, y dejan atrás su vida romántica o sentimental.

El proyecto es una apuesta de la editorial infantil Chirimbote y se complementa con la colección Antihéroes, pensada para deconstruir la idea clásica del superhéroe fuerte y valiente que todos los niños quieren imitar. La colección se dirige a niños y niñas de entre 6 y 12 años, pero también se está utilizando en párvulos e, incluso, para adolescentes que quieren aprender las biografías de estos personajes.

Desde hace dos meses, los cuentos están disponibles en España de la mano de la editorial Akal, de Madrid. Una propuesta para hacer llegar a los niños y niñas del otro lado del Atlántico los referentes latinoamericanos desde otra mirada, “más allá de la idea de la Pocahontas”, como dice Fink.

“Antiprincesas” nace en 2015, un momento en el que el feminismo en Argentina ya tenía mucha fuerza. ¿Cómo influyó en el impulso del proyecto?

Empezamos en enero de 2015 con Frida, que fue el primero y fue un poco previo al estallido en Argentina de #NiUnaMenos, que llegó poco después y sacó a mucha gente en la calle. Queríamos mostrar historias de mujeres contadas para niñas, que era una parte que no estaba considerada para las infancias. Empezábamos a hablar desde el periodismo y las editoriales para gente adolescente y adulta, pero dejábamos las infancias para las grandes industrias. Cuando sale “Violeta Parra” en junio de ese año fue justo cuando aparece #NiUnaMenos”, y ahí se termina de dar un impulso grande a la colección Antiprincesas.

¿Cuáles son los criterios para elegir a las mujeres protagonistas de la colección?

Pensamos que fueran latinoamericanas, ya que los cuentos que leen las niñas vienen de contextos europeos y es bueno contarles su contexto latinoamericano, sus paisajes, sus colores, sus cuerpos, sus herencias y orígenes. Otra es que fueran mujeres comunes que hicieron cosas importantes. A veces nos preguntan: «¿Son feministas o no son feministas?». Bueno la mayoría de nuestras mujeres no se decían feministas, pero hicieron mucho y aportaron por el feminismo popular que estamos viviendo ahora. También pensamos en que rotaran por todas las disciplinas: hay escritoras, cantantes, luchadoras, trabas [travestis], [activistas como] las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo… La idea era que se vieran todas las posibilidades que tenemos las mujeres.

  

Pensando en el eje de la política tradicional, ¿la selección responde a un perfil político determinado?

Desde el foco de política tradicional, podría verse que hay una mirada determinada de parte nuestra, pero para nosotros la política atraviesa lo cotidiano y nos cuesta pensarlo tan limitadamente. Si lo vemos así, es más de izquierdas. Pero, por ejemplo, partimos con Frida Kahlo, que hoy es un personaje de moda y que muchas veces está vacío de contenido. Ella es la pintora lisiada que vemos en todas las carteras y almohadas y decidimos partir del estereotipo que se genera de ella para desandar la vida de otras maneras.

¿Qué tipo de estereotipos derriban los relatos que escriben?

Básicamente, los estereotipos de género, cómo las mujeres fueron contadas en los cuentos clásicos para las infancias. Mujeres que siempre estuvieron a la espera de que las rescatasen, que vivieron siempre para su imagen, cuidando su cuerpo y vestimenta, que tuvieron que seguir una tradición familiar, que siguieron un legado que no tuvo que ver con la elección o el deseo; se peleaban entre ellas y eran muy competitivas. Queríamos desandar estos estereotipos y en vez de decir que eso estaba mal, optamos por mostrar otras mujeres haciendo otro tipo de cosas. Nos pareció una manera propositiva de enseñar a las niñas espejos más reales en los que reflejarse. En cualquier cumpleaños infantil a las niñas las disfrazan de princesas y a los niños de superhéroes, y eso genera un contexto y una forma de tener que ser que es siempre inalcanzable.

Habla de “ni princesas Disney ni Barbie”, precisamente dos hitos infantiles para muchas generaciones.

Por un lado hay el tema de la belleza focalizada sólo en lo físico, una belleza que, además, es inalcanzable. Una Barbie representa una modelo y unos estándares imposibles que tienen que ver con dedicarte todo el día al cuerpo, operarte, enfermarte o, incluso, mentir, porque después vemos que cuando sacan una foto a una modelo sin Photoshop y tiene celulitis se le viene el mundo abajo. Me llama la atención cómo se sexualiza a las niñas vestidas como princesas de Disney. Una niña de ocho años no tiene formas –es regordeta o es plana–, pero no puede caber en un vestido de princesa que, además, es un dibujito animado y que tiene dimensiones irreales. Esas cinturas que no pueden existir; o el pelo necesariamente liso, porque rizado es como si fuera la antibelleza. Tiene que ver con poder ser a partir de lo imperfectas que somos y quererse como una es. A los niños se les enseña el ego y las niñas se les enseña la culpa. Ojalá que esto aporte y ayude para que las niñas crezcan con más cariño para sí mismas.

Tu fuiste educadora infantil. ¿Cómo se puede trasladar toda esta pedagogía con enfoque de género a las aulas infantiles?

Según las edades, hay diferentes estrategias. En las escuelas aún hay muchos modelos que desarmar. Hay cosas muy establecidas: desde las listas y las filas separadas por niños y niñas, que ya de por sí es una separación molesta, sobre todo si hablamos de personas trans; hasta los colores, los tipos de juegos y los juguetes o los espacios que ocupan en los patios, etc. Son cosas estructurales que hay que empezar a ver. Después habrá que ir desarmando lo más chiquito, como los problemas de matemáticas, que todavía hablan de que la mamá va a comprar verduras y el papá es arquitecto. Tenemos que desarmarlo con mucha minuciosidad y poniendo la mirada hacia el interior de cada docente porque todas estamos atravesadas por los machismos y por nuestras crianzas. Se trata de mirar profundamente cuánto nos pudo haber dañado ese tipo de estructura y hacer que las infancias de hoy lo vivan con más naturalidad para ser lo que cada quien quiera ser.

Ahora que estamos en época navideña, hay varias campañas y movimientos que han levantado el mensaje de los juguetes no sexistas. ¿Se ha avanzado algo en esa idea de mirar a las infancias sin tratar de imponer un rol de género desde pequeños?

Eso es un tema que se naturalizó por mucho tiempo y desde el feminismo se empezó a cambiar la mirada y el punto de vista. El feminismo es eso: replantearte cómo te educaron, cómo miras y cómo te relacionas. Al no haber observado nunca las infancias desde posiciones más progresistas, no nos dábamos cuenta y naturalizábamos que regalar una escobita estaba bien. Sí creo que ha empeorado el tema del rosa asociado a las niñas. Hasta las cocinitas son rosas. Más allá de eso, me parece que en el momento actual vamos a por todas: se cuestionan los juguetes, las películas, los libros… Hay una corrida de este adultocentrismo que mandó durante tanto tiempo y que está sacudiéndose porque somos generaciones que criamos con más libertades, familias criadas en democracias que, necesariamente, generaron infancias más libres y más cuestionadoras.

Muchos hombres también han empezado a mirarse y a tratar de entender de qué va todo esto. Se sienten interpelados y algunos incluso ponen en cuestión determinados modelos de masculinidad.

En nuestra colección Antihéroes pensamos cómo estos estereotipos también afectan a los niños porque les piden que sean fuertes, que se preparen para ser proveedores de su hogar, cubrir las expectativas, etc. Estos circuitos perjudican a niños y niñas. Nos parecía importante plantear que en la historia de Latinoamérica hubo hombres que no eran superhéroes, que sus superpoderes pasaban por cosas más cotidianas y que, además, enfrentaron miedos, porque ser valiente no es no tener miedo, sino enfrentarlo. Hablamos de Cortázar, del Che Guevara, de Galeano…

 

¿Qué opina del fenómeno de Las Tesis, que desde Chile se ha expandido a nivel mundial?

Ha sido increíble, es algo muy creativo, y esa creatividad en el feminismo se está imponiendo y es lo novedoso. Romper con un ritmo tan sencillo y tan simple, explicar el patriarcado con cuatro palabras cantadas, relacionando el Estado y el capitalismo. Me parece maravilloso y, más allá de la repercusión mundial, también la que ha tenido en lugares más pequeños que han buscado cómo hacerlo y han querido participar. Todo lo que se haga para interpelar a la mayor parte de gente posible me parece genial. El feminismo entiende que las cosas hay que decirlas de todas las maneras posibles, y en eso tienen mucho que ver los feminismos populares, que no se quedan en los recintos académicos, sino que salen a interpelar a todas las personas. A veces el feminismo puede ser una palabra muy fuerte para alguien o, incluso, una palabra con connotaciones negativas, pero cuando profundizan se dan cuenta de que es una manera de salvarte la vida.

Muchas mujeres hablaban de un ejercicio reparador para ellas, lo que está directamente asociado a las violencias de todo tipo que enfrentan en su cotidianidad.

Es una reparación colectiva, que es lo que ocurre con las cosas masivas. Hay personas que para mejorar un mal día van al fútbol y gritan con mucha gente, o a un concierto. Son ese tipo de cosas colectivas que también tienen algo de exorcismo, de brujería. Pararse, poner el cuerpo, acusar y señalar colectivamente es algo a lo que el feminismo va dando cada vez mejor forma.

¿Cómo el feminismo y las nuevas generaciones tendrán que enfrentar el desafío de la ultraderecha?

Si tuviera la fórmula, me hubiera presentado como candidata [se ríe]. Creo que estamos haciendo un aporte desde cada lugar que podemos para que se empoderen las infancias y se sostengan. Estas ultraderechas tiene unos rasgos muy terribles. Más allá de ser conservadoras, son poco profundas y están atravesadas por el fundamentalismo. No digo que las ultraderechas anteriores hayan sido mejores, pero tenían una base que se podían sostener desde lugares ideológicos, filosóficos o teóricos. Ahora hay un rejunte de oportunistas, con pocos estudios y muchas oportunidades, sumado al Evangelismo que creció. Esto es un error de las izquierdas y de muchas militancias sociales, que no vieron venir lo que hacía el Evangelismo en los sectores más empobrecidos; y los grandes negocios que hay detrás de todo esto: desde la explotación de cuerpos y territorios hasta el narcotráfico. Es un combo muy difícil. Pero están creciendo una gran cantidad de infancias bien distintas y bien cuestionadoras. Por eso es tan importante el feminismo popular, el que atraviesa todos los sectores, no sólo a un sector universitario que lo puede pensar desde una teoría. En el feminismo popular cada quien se encuentra feminista dentro de su propio campo de acción.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/12/23/a-los-ninos-se-les-ensena-el-ego-y-las-ninas-se-les-ensena-la-culpa/

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