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‘En 16 años nunca nadie me pidió la Caperucita roja’

Panamá/23 de Abril de 2016/La Prensa/

Así como muchas veces hay que morirse para ser bueno, al parecer Exedra Books tuvo que anunciar su cierre para llenarse. A seis días de cerrar, su dueño, Rodrigo Terán , cuenta lo difícil que es tener un negocio cultural en Panamá.

El libro que nunca vendió.

El Quijote de una edición especial, que en cualquier otra parte del mundo hubiera sido peleado. Trajimos solo tres y tenemos dos desde hace 10 años. El nivel educativo promedio aquí es muy bajo. Cuando eso salió en España hubo filas como aquí hacen filas para ver conciertos.

¿El que más vendió?

La saga de Harry Potter, Dan Brown y Paulo Coelho. Esa es la cultura aquí.

Cuando me dice que vendió muchos libros de un título, ¿cuántos son?

No más de 500. Pedíamos de 100 en 100.

¿Qué tal es Coelho?

No he podido leerme un libro completo de él.

¿Qué género no lee el panameño?

Cultura universal no lee nada. Literatura clásica cero, salvo raras excepciones. Libros técnicos…

Lo que más lee.

Autoayuda. Tenemos muchos problemas… familiares, personales. Sexología, esoterismo y novelitas de esas baratas, de conversaciones de esas de la vagina, se vendía lo que pusieras.

¿Y religión?

No traíamos muchos, solo lo que sonaba mucho. Pero se vendía.

José Saramago, novelas de los Nobel… ¿Se vendían?

No. De la rusa Svetlana no se vendió casi nada. Y trajimos solo 25 libros. De los Nobel se vendieron, pero muy pocos. Y porque se les hacía mucha publicidad.

¿Y de autores locales?

Solo los que hacían mucha bulla, porque nosotros no teníamos plata para publicidad. Para pautar un minuto en TV teníamos que vender 500 libros.

¿Qué lee un oficinista promedio?

Los pocos que leen, novelas. Mujeres, románticas o de bochinches o lo que te vende la TV de quién te quitó el novio y complicaciones matrimoniales y eso. Y hombres, de detectives.

¿Y los jóvenes?

No quiero poner basura, pero todo lo que leen son sagas de ficción, miedo, fantasmas, cosas irreales y extraterrestres.

¿Cómo se traduce eso?

Es muy triste; no sé a qué mundo nos dirigimos. A futuro los niños van a nacer con los pulgares largos por estar con el celular y las máquinas todo el día.

¿Qué deberían leer los niños?

Lo que leíamos nosotros cuando éramos niños. Los cuentos clásicos. A mí en 16 años nunca nadie me pidió aquí la Caperucita roja.

El libro que todo niño debería leer.

El lazarillo de Tormes, El principito…

El libro más valioso que tenía en la librería.

No se vendió y me lo quedé yo. Un libro de historia que se llama El libro azul de Panamá.

¿Cuántos clientes entraron al día, en el último año?

Tal vez 10 al día… y 15 en fin de semana.

¿Y cuántos de esos compraban?

Como el 60%.

¿Y qué siente cuando ve llena la librería solo ahora que la va a cerrar?

Tristeza. Qué vaina, ¿no? Y encima hay que poner buena cara.

Si ahora estando en descuento se llena, ¿podemos concluir que la gente no iba por el precio?

No creo, porque como en cualquier baratillo, el panameño crea una psicosis de compra. Yo veo gente comprando libros sin saber siquiera de qué se tratan.¿Qué van a hacer con tantos libros después? No sé. Ni los van a leer. Los compran porque están baratos.

¿Las escuelas han ido a comprar?

No.

¿No cree que fue un problema la falta de disponibilidad de libros?

Si traíamos las novedades y los bestsellers y se quedaban, ¿cómo iba a traer todo el universo de títulos?

¿Qué va a hacer con los libros que no se vendan?

Gran pregunta. Tratar de hacer una venta a alguna otra librería que le interese comprarlos. De no, guardar los más valiosos en algún lugar para venderlos luego. Y donaciones a bibliotecas.

Por dos años subvencionaron el negocio. ¿Cuánto perdió?

Alrededor de $10 mil mensuales. Nos acabamos nuestro peculio personal.

¿Qué intentos infructuosos hizo?

Promovimos la entrega directa a la casa sin costos adicionales, compras por la web, ferias de libro, descuentos… Todo con respuestas pobrísimas. Y después, tratamos de vender la librería como tal a cadenas.

¿El libro electrónico va a acabar con el impreso?

No. El libro es como un sancocho. Lo hueles, sientes, lo gustas y te alimenta. El electrónico solo lo miras.

¿Cuánto afectó Kindle y similares a Exedra?

Muy poco.

¿Hay competencia desleal con otras librerías?

No.

¿A qué librería irá de ahora en adelante?

Tal vez El Hombre de la Mancha o Gran Morrison.

Hay mucho lamento en la calle por el cierre de Exedra. ¿Es un gesto social o cree que de verdad al panameño le importa que caiga un templo de la lectura?

Yo creo que es un gesto social. Es más por el café que por la librería.

¿Y por cuánto tiempo les importará?

Hasta que, como todo aquí, se olvide: 24 horas. O cuando se anuncie el próximo concierto o restaurante o bar o lo que sea. El panameño tristemente no tiene memoria histórica.

¿Dónde está la hipocresía del panameño?

Venían a organizar eventos y no querían pagar los $60 del alquiler… más que eso cuesta cualquier salida. O venían a usar el wifi para citar clientes y hacer negocios aquí. Y hasta se quejaban cuando el wifi no servía.

¿Cuántas horas le dedica, cree usted, un panameño a la lectura al día?

De 10, leen máximo 3. Y de esos 3, le dedican máximo 1 hora al día.

¿Y usted?

Una hora. Ahora tengo 8 o 10 abiertos a la vez.

Con el BiblioMetro la gente se va a poder llevar los libros a la casa. ¿Cree que los devolverán?

No creo. Lo positivo es que quizá ese libro lo lea alguien.

En muchas otras ciudades del mundo se están cerrando librerías. ¿Por qué aquí el fenómeno es más preocupante?

Porque somos menos y hay menos cultura.

Panamá no está entre las opciones que enlista el World Cities Culture Forum para medir la oferta cultural de las ciudades. ¿Las autoridades le dan a eso importancia?

En nada. No le dan ninguna importancia.

Si lo llaman hoy para asesorar en el INAC o en Educación, ¿acepta?

No. Eso está 100% politizado. Si quisiéramos hacer una verdadera labor de cultura, el INAC no debería ser instituto sino ministerio.

Por cierto, ¿la directora del INAC o la ministra de Educación lo han llamado?

Nadie. Tenemos un arreglo hace más de dos años, desde el gobierno pasado, de desarrollar un plan de lectura comprensiva en las escuelas para los niños. Hasta el día de hoy no nos han pagado.

¿Cuánto le deben?

Alrededor de $25 mil. Ya está el cheque, ya va a salir, ya está en Contraloría… y en eso estamos. Y mientras, hemos puesto la capacitación de docentes, los libros…

Tres políticos que vio frecuentemente en estos años que duró Exedra.

Ninguno. Nadie.

El edificio donde opera Exedra lo heredó su esposa de su padre. ¿Qué harán con él ahora?

Tengo que venderlo.

¿Qué le parece la reducción de horas de inglés y español del pénsum?

Pésimo. Si seguimos quitando materias básicas los muchachos no van a saber hablar ni escribir. Hable con los niños: contestan qué ‘xopá’. Esos son nuestros futuros dirigentes.

Después de 16 años, su mensaje a Panamá.

Que haga lo que haga el gobierno, si no leemos los problemas socioeconómicos no se nos van a acabar. Y que nos duele muchísimo que vengan ahora a buscar precios regalados cuando antes hubieran podido comprar a precios normales y nos hubieran podido ayudar a no cerrar. No sirve de nada lamentarse ahora de nuestro cierre, cuando no nos apoyaron antes.

Fuente: http://www.entornointeligente.com/articulo/8293340/En-16-anos-nunca-nadie-me-pidio-la-Caperucita-roja

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We can replicate Shakespeare’s educational utopia

Oceanía/Australia/Abril 2016/Autor: PETER HOLBROOK/ Fuente: theaustralian.com.au

Resumen: Tal vez la mayor suerte de Shakespeare fue haber nacido en un mundo que, al menos para la élite social, profundamente valora la educación y las artes del lenguaje. La alfabetización en general mejoró enormemente durante el siglo 16 y la alfabetización avanzada prosperó en las escuelas secundarias y universidades. Todo ello cuando pensamos en la muerte de Shakespeare hace 400 años ya que en el año 1616 se puso fin a la obra de su vida.

«Thou met’st with things dying,
I with things newborn»

So says a character in Shakespeare’s The Winter’s Tale. A similar awareness of the way endings also can be beginnings is borne in upon us when we think about Shakespeare’s death 400 years ago tomorrow. The year 1616 brought an end to his life’s work.

But it was also the beginning of Shakespeare’s extraordinary influence on readers, writers, thinkers, performers, and artists of all kinds ever since.

As 19th-century American philosopher Ralph Waldo Emerson said, Shakespeare “wrote the text of modern life”. It is hard to imagine our world without him.

Nevertheless, Shakespeare might not have survived — and the world would be have been less interesting, varied and living as a result. Plague struck Stratford-upon-Avon a few months after his birth, which is believed to be around April 23, 1564. (Fortuitously for those enthused by commemoration, April 23 is also the day he died.) The pestilence knocked off about a seventh of the town’s population. Shakespeare dodged that bullet (or arrow, the usual Elizabethan metaphor for plague), and actors, directors, composers of operas and lovers of poetry can be thankful he did.

In another sense, Shakespeare would not have existed for us if his devoted colleagues, actors John Heminge and Henry Condell, had not preserved 18 of his plays, hitherto unprinted, in the so-called First Folio of 1623, the first collected edition of Shakespeare’s drama published by printer William Jaggard and his son Isaac. (Folio was a printer’s term for a large-sized book — a copy of this cultural treasure is held in the Mitchell Library in Sydney.)

Heminge and Condell are not widely known, but without their labours we would not possess masterpieces such as Antony and Cleopatra, As You Like It, Julius Caesar, Macbeth and The Tempest.

Even imaginative geniuses such as Shakespeare depend on many contingent, rather humdrum, factors if they are to flourish. Things could have been different. If all Shakespeare’s plays had somehow perished, as many old books did, it would be as if he never lived.

But Shakespeare was lucky. His friends recognised his genius, and saw to it that the 18 unprinted plays were gathered up and handed down to us. The plague didn’t get him, and the syphilis that he very plausibly suffered from (as sonnets 153 and 154 strongly suggest) didn’t hold back his creative powers either.

Indeed, perhaps his experience of venereal disease fired his imagination: plays such as Hamlet, Measure for Measure and Timon of Athens are obsessively preoccupied with corruption, disease and morbidity.

And he was extraordinarily fortunate to be born into an already vibrant theatrical culture: purpose-built theatres opened their doors in London from 1576. (City authorities detested theatres as sources of disorder; they gladly would have closed them down if Queen Elizabeth and King James had permitted it.)

Perhaps Shakespeare’s greatest luck was to be born into a world that, at least for the social elite, profoundly valued education and the arts of language. Literacy in general improved tremendously during the 16th century and advanced literacy thrived in the grammar schools and universities. Without the vigorous educational culture Shakespeare was exposed to in his local grammar school, he would never have become Shakespeare — “For a good poet’s made, as well as born”, as Ben Jonson, Shakespeare’s friend and literary rival, knew.

Stratford’s Grammar School (almost certainly Shakespeare’s school, and still educating young people today), was an excellent one, with well-trained university graduates teaching there.

Shakespeare’s main teacher was probably a man called Thomas Jenkins. He was an Oxford MA and had been a fellow of St John’s, Oxford. The school’s curriculum would have been demanding: intensive, rigorous study of Latin grammar and classic Roman ­authors, Virgil, Cicero, Ovid among them.

Students would translate Latin authors into English, and, some time later, back into Latin. They were expected to develop good English style as well as sound Latinity. Classic and modern authors were studied as models of expression. Learning poetry (and prose — the English Bible) by heart was standard practice. So was acting in plays, always an excellent way to commit good writing to memory. There was much emphasis on reading good-quality poetry and prose out loud, and on participating in debates.

If we thank Heminge and Condell for saving about half of Shakespeare’s work from oblivion, we also should thank the school system of Tudor England that en­abled Shakespeare to develop his peculiar and unruly gift for language and thought. Teachers such as Jenkins and his colleagues deserve their plaudits, too.

Perhaps there is a lesson for us in all this. Advanced literacy does not just happen. It requires wise nurturing by well-run institutions. If we want a sophisticated literary culture — or even just citizens, people capable of fully and meaningfully participating in political deliberation — we need to value our schools and universities, and to ensure that they are operating at the highest standard.

One of the most exciting aspects of my professional life as an academic has been running numerous workshops aimed at bringing together high school teachers with some of the best scholars of the humanities.

Experience running these workshops tells me that schoolteachers want to be able to stay in touch with the latest and deepest scholarship in literature, history, art history, drama and the like. Teachers want, and rightly expect, expert training in the disciplines they profess.

But if such expert training of teachers is to take place, we had better ensure that our university faculties of humanities and social and natural sciences are well-stocked with high-quality academics. There is no other route to a first-class education system.

And if we want young people able to use language with precision, grace, and clarity we must ensure they are effectively and creatively taught those writers pre-eminent in eloquence and imaginative and intellectual power — of whom Shakespeare (and happy birthday to him) is one.

Fuente de la noticia: http://www.theaustralian.com.au/opinion/we-can-replicate-shakespeares-educational-utopia/news-story/484c00573b3e3c6a04b2ab60eadd6172

Fuente de la imagen: http://cdn.newsapi.com.au/image/v1/c06f14132c190210cf22ba0a51a028f9?width=650

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Bolivia: Norma de lectura obligatoria se aplica a medias en las escuelas

Muchos maestros desconocen el instructivo que establece la lectura obligatoria en aula. Según directores, la “tarea universal”de lectura en casa demorará en implementarse.

Bolivia/20 de abril de 2016/Página Siete

Maestros de ocho unidades educativas  del centro de la ciudad de La Paz desconocen o aplican a medias la norma que establece la    lectura obligatoria en el aula y de media hora en la casa. El Ministerio de Educación anuncia sanciones si no se implementa  el instructivo.
El director del Liceo Venezuela, Mario Mamani, informó que  la dirección distrital de La Paz 2 envió hace dos días el instructivo al grupo de whatsapp que tienen  los directores de las unidades educativas del centro. «Ayer ( lunes) fui  a recoger  la norma en físico y así me enteré de su propósito. Me parece muy buena la decisión, por eso  esta semana voy a reunir a mi plantel docente para hacerle conocer la normativa y que se aplique desde la siguiente semana”, dijo.
El 7  de abril, el Ministerio de Educación emitió el instructivo específico del artículo 89 de la Resolución Ministerial 01/2016, que establece como obligatoria la lectura en el aula. La norma indica que al inicio de cada una de las materias  debe haber 10 minutos de lectura, para fomentar el  hábito en los colegiales.
En un recorrido que este medio realizó ayer por ocho unidades educativas: Argentina, Eduardo Idiaquez, México, Juana Azurduy de Padilla, liceo Venezuela, Ayacucho, Vicenta Juariste Eguino y La Paz evidenció  que en la mayoría de los casos los directores sí conocen  la norma, pero los maestros no.
Algunos profesores ya impulsan la lectura en las aulas, pero no en todas las materias. Otros docentes aún no conocen la normativa  en su totalidad.
«En mi escuela, nosotros fomentábamos la lectura incluso antes de que salga el instructivo, porque  la resolución 01/2016 ya lo instruía. Pero sólo se hacía en el área de Comunicación y Lenguaje”, indicó el director de la Unidad Educativa Ayacucho turno mañana, Félix Omonte.
El director de la escuela México, Eduardo Flores, comentó que esa unidad educativa cumple con la lectura en aula y que los estudiantes realizan resúmenes cortos de los textos. «Mis alumnos deben conocer la historia de México y de Bolivia”, apuntó mientras mostraba las tareas que realizan sus estudiantes.
En general, los directores de todas las unidades educativas visitadas  se interesan por implementar la lectura en el aula. Sin embargo, cuando se les consultó sobre la «tarea universal” de la lectura en fin de semana, el 95% la desconocía: «¿Qué es eso?”.
La «tarea universal” -establecida también en el artículo 89 de Resolución 01/2016- instruye que todos los estudiantes están obligados a leer durante 30 minutos los fines de semana,  junto a sus familiares. Después deben hacer un resumen y presentarlo en clases para que sea evaluado.
«Usted está usando términos técnicos. Mis alumnos también hacen esa lectura en familia, pero no conocemos así”, dijo Flores.
La directora de la escuela Juana Azurduy de Padilla, Connye Guzmán, comentó que la implementación de esa disposición será difícil, ya que muchos papás ni ven a sus hijos por su trabajo. «Ahora quizá diciéndoles que es por nota, los padres ayuden”, dijo.
El viceministro de Educación Regular, Juan José Quiroz, anunció que desde los siguientes días se controlará  la aplicación de la disposición. Advirtió que los directores y maestros que no implementen la lectura obligatoria serán sancionados, tal como establece el Reglamento de Faltas y Sanciones. «Las sanciones van desde una llamada de atención y un descuento hasta un proceso administrativo”, advirtió.
La lectura no debe ser  castigo, sino un placer
La  lectura no debe ser un castigo, sino un hábito placentero para los estudiantes. Esa rutina la adquirirán a través del ejemplo, dijo la directora de la unidad educativa Juana Azurduy de Padilla, Connye Guzmán.
«Muchos papás les dicen a sus hijos que dejen de molestar  y que se pongan a leer, como si fuese un castigo y a los niños no les gustan los castigos. También los padres deben dar ejemplo para que la lectura sea un hábito en casa”, recalcó Guzmán.
Un estudio que se hizo en esa escuela  identificó que el 75% de los 472 alumnos de primero a sexto de primaria tiene baja comprensión de lectura.
Para mejorar ese índices e impulsar la lectura,  el Proyecto Socio Productivo Comunitario (PSP) del colegio, denominado  Nutriendo nuestro cuerpo para alimentar nuestra mente, busca conducir a los niños a nuevos conocimientos  a través de textos.
«Uno de los pilares del plan es que ahora todos los escolares coman sano, frutas y verduras, pero también que se sumen al plan lector”, explicó. Con el proyecto se forman grupos de 10 niños formen, cada uno de los cuales lee un libro diferente. Al concluirlo los textos, deben intercambiarlos  y comentarlos. Se busca que al año  lean 10 libros.
Fuente: http://www.paginasiete.bo/sociedad/2016/4/20/norma-lectura-obligatoria-aplica-medias-escuelas-93840.html
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Bogotá le apuesta a la lectura

A pesar de ser la ciudad con el mejor índice de lectura per cápita del país (2.7%), Bogotá tiene un 2% de analfabetismo, el 45% de los niños y niñas de colegios oficiales en tercer grado están en niveles insuficiente y mínimo en las pruebas SABER de lenguaje, en quinto grado el porcentaje es del 55% y en noveno 56%. Adicionalmente, solo 112 de las 385 Instituciones Educativas tienen biblioteca escolar.
Con el propósito de desarrollar e incentivar el gusto por la lectura desde la primera infancia y a lo largo de toda la vida, fortalecer las bibliotecas públicas y escolares, llevar el libro a otros espacios de la ciudad y conectar a Bogotá con la era digital, las secretarías de Cultura y Educación se unieron para diseñar e implementar el Plan Distrital de Lectura y Escritura ‘Leer es volar’, una iniciativa que tiene como meta incrementar el índice de lectura per cápita a 3.2% y lograr que todos los niños de 8 años sepan leer y escribir.
“El Plan ‘Leer es volar’ aumentará en más de 5,3 millones los libros leídos en Bogotá en los próximos 4 años. Vamos a ampliar en un 25% los libros disponibles en las bibliotecas públicas, escolares y comunitarias, y llevaremos los programas de extensión a parques, hospitales, cárceles, centros infantiles, plazas de mercado, transporte público y hasta viviendas de interés prioritario”, afirma la secretaria de Cultura, Recreación y Deporte, María Claudia López.
Para lograrlo, el Plan promoverá la formación de bibliotecarios, maestros y reactivará la Red de Lectores Ciudadanos, un programa que formará a más de 100 jóvenes de todas las localidades como promotores de lectura y escritura. “A través de ellos queremos llegar a madres comunitarias, padres de familia, personas mayores que puedan, con buenos materiales, propiciar con sus niños y personas cercanas, ambientes de lectura y narración de historias en sus comunidades”, asegura López.
El Plan se unirá a la Ruta de la Primera Infancia y llegará a 18 centros infantiles con libros y programas de lectura y narración para los niños. De igual manera, hará presencia en otros espacios de la ciudad, de manera que niños, jóvenes y adultos encuentren cerca de su casa o de su trabajo libros de interés para todas las edades.
Los libros y programas de fomento a la lectura llegarán a 95 parques de Bogotá, a través de los Paraderos Paralibros Paraparques ya existentes y 44 que se construirán durante esta administración. Se reactivarán las bibliotecas de 12 plazas de mercado, se crearán 6 bibloestaciones más en el sistema de Transmilenio, para alcanzar un total de 12, y se pondrán en funcionamiento 2 bibliobuses que permitirán llevar los libros y la lectura a los barrios más apartados y a las zonas rurales.
El programa de lectura ‘Libro al viento’ llegará a todos estos espacios con libros de literatura universal, nacional y local. El Idartes publicará 7 títulos al año, con un tiraje de 15 ejemplares cada uno.
Adicionalmente, se crearán líneas de estímulos para fortalecer y articular el trabajo con las bibliotecas comunitarias y las librerías, con el propósito de que tengan una presencia cada vez más fuerte en la ciudad y se conviertan en espacios para la difusión cultural.
“Este es un plan en el que tiene que participar toda sociedad, desde los expertos del sector editorial y la academia, hasta el sector privado, la escuela y las familias, porque el objetivo es hacer que los niños y jóvenes crezcan como lectores, y que no haya un bogotano más, desde el más chiquito hasta el más viejo, que no tenga la capacidad de leer y de escribir, pero que además tenga acceso en igualdad de condiciones al conocimiento y a los libros”, asegura el alcalde Enrique Peñalosa.
La Red de Bibliotecas Públicas de Bogotá (BibloRed), programa de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, que tuvo su origen durante el primer mandato del alcalde Enrique Peñalosa con la construcción de las tres mega bibliotecas Virgilio Barco, El Tintal y El Tunal (hoy Gabriel García Márquez), será una de las grandes protagonistas del Plan.
Esta Red, que está cumpliendo 15 años, ya cuenta con 19 centros de conocimiento en 14 localidades. “Nuestra meta es aumentar el número de usuarios, que hoy alcanzan los 5 millones al año. Para lograrlo, consolidaremos programas como la Biblioteca Digital de Bogotá, para que la ciudadanía pueda acceder a colecciones bibliográficas, investigaciones, herramientas y servicios digitales, a través de las tecnologías de la información y las comunicaciones. Y pondremos en marcha nuevos programas como Distrito Gráfico, que busca acercar a los jóvenes a estos espacios mediante el cómic y la novela gráfica. Tendremos salas adecuadas para el dibujo, con computadores, material audiovisual y conexión wi-fi, y promoveremos la producción de contenidos transmedia”, asegura Ana Roda, directora de Lectura y Bibliotecas de la Secretaría de Cultura.
Lo mismo hará la Secretaría de Educación en las bibliotecas escolares. “Llegaremos a 172 bibliotecas escolares fortalecidas y habilitaremos espacios de lectura en el resto de las instituciones educativas para que cada escuela cuente con una colección semilla de “Leer es Volar”. Y desarrollaremos una política de textos escolares que fomente el vínculo entre las competencias de lectoescritura y el gusto por la lectura”, afirmó María Victoria Angulo, secretaria de Educación.
Desde Educación trabajarán con rectores, docentes, bibliotecarios escolares y padres de familia para que adquieran herramientas que les permitan apoyar el fomento de la lectura y la escritura en niños y jóvenes. “El objetivo es lograr que todos los niños de 8 años sepan leer y escribir. Es decir que debemos trabajar para que 12.075 niños y niñas mejoren sus capacidades lectoescritoras”, agregó Angulo.
Los colegios con más bajo logro en las 10 localidades, según las pruebas saber 3 de lenguaje, tienen más de mil niños cada una en niveles insuficientes y mínimo: Ciudad Bolívar (3073), Usme (2560), San Cristóbal (1807), Rafael Uribe Uribe (1980), Usaquén (1030), Kennedy (3873), Bosa (3424), Tunjuelito (1320), Suba (2490) y Engativá (1907).
“Realizaremos un proceso de formación situada que permita que toda la institución educativa incentive la lectura y la escritura desde diferentes temas, formatos y dispositivos. Sin embargo, haremos foco en los 9.396 docentes de 3ro y los 150 bibliotecarios escolares”, agregó la secretaria de Educación.
El plan ‘Leer es volar’ llegará a la jornada extendida y la jornada única escolar. “Creemos que el poner en la agenda educativa el arte, la cultura y el deporte, de la mano del desarrollo de las competencias básica y socioemocionales, hará de la lectura y escritura un elemento transversal a los programas de jornada extendida”, concluyó María Victoria Angulo.
La primera acción de este Plan de Lectura y Escritura ‘Leer es volar’ es el apoyo dado por la Alcaldía de Bogotá a la 29ª Feria Internacional del Libro, un evento cultural de la mayor importancia, que transforma durante tres semanas la ciudad en un espacio para los libros, la lectura y los lectores, y que este año tendrá resonancias en las 19 bibliotecas de BibloRed.

Fuente de la Noticia: http://www.elnuevosiglo.com.co/articulos/4-2016-bogot%C3%A1-le-apuesta-la-lectura.html

Imagen 1: http://talloviendoinfo.com/wp-content/uploads/2015/04/lectura.jpg

Socializado por:

Dulmar Pérez. Candidata al Doctorado Pedagogía, Magister en Docencia Universitaria, Especialista en Docencia para la Educación Inicial. Ha publicado artículos internacionales y nacionales PEII-A Investigadora adscrita al CIM. Coordinadora CNIE en Barinas

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¿Cuál fue el primer libro que te hizo enamorarte de la lectura?

La mayoría de nosotros puede recordar ese libro especial que, cuando éramos pequeños, insistíamos a nuestros padres, abuelos y cuidadores nos leyeran una y otra vez. Ese libro que nos hizo enamorarnos de la lectura. Para mí fue el libro escrito por Elsa Beskow The Tale of the Little, Little Old Woman.

Para mi hija menor fue El Conejito Knuffle, un cuento aleccionador escrito por Mo Willems que ella quiere oír tantas veces todavía, que ya lo tengo memorizado palabra por palabra. Su página favorita es cuando el padre de Trixie se sumerge en la lavadora por segunda vez, decidido a encontrar su conejo de peluche. Mi hija tiene ahora nueve años de edad, devora libros de varios cientos de páginas y ya no me necesita para leerle. Sin embargo, nos acurrucamos y leemos todas las noches. Es un momento que atesoro, en el que juntas exploramos distintos lugares, tiempos, emociones y acontecimientos.

Los libros infantiles de alta calidad son piedra angular en el proceso de alfabetización. Pero identificar literatura infantil con estos atributos no siempre es fácil. Con el fin de ayudar a los educadores y padres de familia en la búsqueda de cuentos geniales y para celebrar la escritura extraordinaria dedicada a los niños pequeños en América Latina y el Caribe, los Premios ALAS-BID galardonan al mejor libro de la primera infancia. En su tercera edición, los cuatro finalistas para la categoría de mejor publicación muestran cuatro fantásticas historias de las que padres y niños se enamorarán.

Menena Cottin, autora de “El Libro Negro de los Colores”

En El Libro Negro de los colores de Menena Cottin, encontramos a Tomás, quien huele, siente y escucha colores. Al lado de cada página hay una imagen del objeto asociado con el color impresa en relieve para darle textura. De esta manera, los niños con discapacidad visual pueden percibir la “acidez del rojo” a través de una ilustración con la textura de una fresa. Este poético texto, impreso también en braille perforado, se superpone a las imágenes con una narrativa lírica que describe al rojo “amargo como las fresas y dulce como la sandía”.

Elena Dreser, autora de Federico y Federico

En su libro Federico y Federico, Elena Dreser representa juguetonamente la conexión especial entre un abuelo y su nieto. Al escribir una carta, por ejemplo, al abuelo Federico se le ocurre el contenido, pero su nieto Federico le muestra cómo enviarla por correo electrónico. Elena muestra la magia de una relación que es tan fuerte en muchos hogares de América Latina.

Amalia Low, autora de “Tito y Pepita”

En los libros de Amalia Low, los animales cobran vida de manera extraña: desde jirafas gordas y elefantes flacos, rinocerontes peludos y flamencos calvos, hasta un cocodrilo que llora lágrimas de verdad. Lo mismo para el libro finalista llamado Tito y Pepita, que cuenta la historia de dos hámsters que, aparte de ser vecinos, son también los peores enemigos. El sencillo mensaje del libro -que debemos perdonarnos y nos amarnos unos a otros- es contado en un lenguaje que ayuda a los pequeños a apreciar las diferencias y a reconocer el dolor que pueden provocar las burlas entre niños.

Mireya Tabuas, autora de “Rojo, Azul”

En el libro de Mireya Tabúas Rojo, Azul, los colores sirven como metáfora para reflexionar sobre las distintas experiencias conflictivas de los niños en su vida cotidiana. Las ilustraciones geométricas de los azules y los rojos les ayudan a visualizar estas diferencias. En este libro, el azul definitivamente no se parece al rojo, y el rojo es lejano al azul hasta que, de pronto, los dos colores se funden en uno. Su historia habla de manera profunda sobre los conflictos que los niños a menudo enfrentan, mostrando una sencilla lección de resolución. Su lógica maravillosamente accesible fue elogiada por el jurado.

Acompáñanos a la ceremonia de premiación este 10 de noviembre de 2015, en Washington DC y ¡averigua quién gana! Los Premios ALAS-BID también se entregarán en otras tres categorías: mejor centro de la primera infancia, mejor educador y mejor innovación. El evento incluirá charlas interactivas tipo TED Talks, actuaciones y conversaciones entre los destacados académicos, así como educadores y líderes de la educación en las Américas y otras partes del mundo.

Una invitada especial de Plaza Sésamo hablará con ingenieras de la NASA, quienes compartirán sus experiencias como mujeres latinoamericanas en la ciencia. Juntas pedirán a los responsables de la política educativa de América Latina y el Caribe invertir en las matemáticas y ciencias para mejorar la educación temprana de las niñas. Michael Geisen, ganador del premio anual Mejor Educador de los Estados Unidos, compartirá sus ideas sobre cómo podemos ayudar a los niños a desarrollar el pensamiento crítico y habilidades para resolver problemas. El cantante colombiano Fonseca describirá su visión de cómo mejorar la educación en los primeros años. También conoceremos más sobre Paloma Noyola, la joven mexicana a quien, a sus 12 años de edad, se le llamó la “Próxima Steve Jobs”. Y muchos invitados más…

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2 de Abril: Dia Internacional del Libro infantil y juvenil

Desde 1967, el 2 de abril, coincidiendo con la fecha del nacimiento del escritor danés Hans Christian Andersen, y desde esa fecha se promueve la celebración del Día Internacional del Libro Infantil con el fin de promocionar los buenos libros infantiles y juveniles y la lectura entre los más jóvenes.

TELESUR

El 2 de abril se ha declarado como el Día Mundial del Libro Infantil y Juvenil con el 
fin de promover y fomentar en los niños la lectura de obras literarias, para sus respectivas
 edades. 

Para la celebración de este día se escogió el 2 de abril por ser la fecha de nacimiento 
del escritor danés Hans Christian Andersen (1805), autor de varias decenas de cuentos de hadas. Andersen escribió más de 150 cuentos infantiles, siendo uno de los más grandes autores de la literatura mundial.

Entre los cuentos más conocidos y que permanecen en el recuerdo de varias generaciones están:
El patito feo, El traje nuevo del emperador, La reina de las nieves, Las zapatillas rojas, 
El soldadito de plomo y El ruiseñor.

El sastrecillo valiente, La sirenita, Caperucita Roja, Blanca Nieves y los Siete Enanitos, 
Los Tres Chanchitos, La Cenicienta, Pulgarcito, Hansel y Gretell, Pinocho, y muchos más, 
también fueron escritos por el escritor danés. 

Este día es promovido por la Organización Internacional para el Libro Juvenil (IBBY, por su 
sigla en inglés) desde el año 1967.

 Este contenido ha sido publicado originalmente por teleSUR bajo la siguiente dirección: 
 http://www.telesurtv.net/news/Dia-Internacional-del-Libro-Infantil-y-Juvenil--20140327-0037.html. Si piensa hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y coloque un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. www.teleSURtv.net
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