Educación para fomentar el espíritu crítico

Por: Educación 3.0

En la actualidad, es necesario enseñar a los jóvenes a leer el lenguaje audiovisual y darles las herramientas para protegerse del impacto publicitario e informativo que reciben cada día. Es lo que propone MIL, una iniciativa premiada en SIMO EDUCACIÓN 2019.

Saber de dónde viene una noticia falsa, qué intereses esconde, entender qué efectos provoca en las emociones un plano contrapicado o por qué el logotipo de una marca es rojo, son solo algunas de las preguntas a las que responde el proyecto MIL (Media and Informational Learning).

Así, busca ayudar a los docentes a despertar la curiosidad y la atención de los jóvenes frente a la realidad mediática actual. Y es que los apodados ‘nativos digitales’ socializan, aprenden, buscan, compran y se entretienen con grandes dosis de contenido digital; sin embargo, presentan notables carencias a la hora de entenderlo e interpretarlo.

Todo ello les ha llevado a ser reconocidos con el premio SIMO EDUCACIÓN IMPULSO como el mejor proyecto en términos de Innovación Tecnológica, Novedad y Aplicación en el Sector Educativo.

Ciudadanos críticos

El objetivo de esta iniciativa es por lo tanto formar ciudadanos críticos, invitándoles a hacer uso de su libertad de pensamiento y expresión, impulsándoles a que entiendan el acceso a la información y a la cultura universal como base del diálogo social. A la vez, anima a que comprendan su poder no solo como consumidores pasivos de contenidos, sino como agentes activos de su propia alfabetización.

MIL lo realiza a través de talleres presenciales de dos a cuatro horas que se imparten en los colegios relacionados con tres temáticas: periodismo, publicidad o narrativa audiovisual.

En primer lugar, el de periodismo se centra en la desinformación y la veracidad de las noticias. El taller parte de la conclusión de un informe de la Consultora Gartner de 2018 que afirma que “en 2022 la mitad de las noticias que leamos serán falsas”. A partir de ahí, los alumnos chequean sus habilidades para detectar una noticia falsa, entienden los intereses políticos y/o económicos que las generan, comentan algunos de los casos más famosos y con mayor repercusión a nivel mundial y se les ofrecen las claves para identificar fake news y, sobre todo, para no difundirlas.

En los anuncios

“¿Cuántos impactos publicitarios creéis que recibís cada día?”. Así comienza el taller de publicidad que se imparte desde 4º de Primaria a 2º de Bachillerato. “Yo no veo anuncios”, “una decena”, “no, yo veo más”… las respuestas se amontonan, pero todas son incorrectas: “recibís cerca de 6.000 impactos publicitarios al día”.

proyecto mil

Niños y adolescentes han normalizado tanto los impactos que ni siquiera son conscientes de los que reciben. En este taller se les enseña a identificar las estrategias publicitarias más comunes y novedosas, aquellas que consiguen moldear sus gustos, su desarrollo y su personalidad. Imagen de marca, branded content, marketing… son algunos de los términos que aprenderán para finalmente ponerlos en práctica con la realización de una campaña publicitaria de manera que experimenten de primera mano el poder persuasivo de la publicidad.

También para profesores

Además de los talleres presenciales para estudiantes, MIL tiene previsto ofrecer también formaciones para el profesorado y elaborar contenido multimedia para el aula.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/proyecto-mil-educacion-fomentar-espiritu-critico/120058.html
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“Intentamos que los jóvenes formen una mentalidad crítica ante las imágenes a las que se ven sometidos diariamente”. Entrevista a Fernando Franco

Entrevista/07 Noviembre 2018/Autor: Pablo Gutiérrez del Álamo/Fuente: El diario la Educación

Fernando Franco, director y montador de cine, de la mano de la ECAM, ha elaborado una guía para acercar el lenguaje audiovisual a jóvenes de ESO y bachillerato, para que comprendan cómo funcionan todas esas imágenes que reciben.

Fernando Franco es, además de un multipremiado cineasta que cuenta en su haber con un Goya, un “ferviente” creyente en la importancia que tiene la educación en todo lo relativo a la imagen. Tal vez sea por eso que la Escuela de Cine de la Comunidad de Madrid (ECAM) decidiera encargarle la redacción de una guía didáctica dirigida a docentes de ESO y bachillerato. En ella, además de encontrar una visión rápida de quién es quién en la realización de un producto audiovisual, repasa más a fondo los rudimentos esenciales que componen el lenguaje cinematográfico. Un texto cercano, comprensible y que ofrece las primeras claves para tener otro acercamiento a una película. Además de tener licencia creative commons, de forma que cualquiera puede utilizarla libremente.

El objetivo es fundamental, mejorar el conocimiento que tienen chicas y chicos sobre cómo se construye el lenguaje audiovisual para que así puedan tener un espíritu más crítico con aquellas imágenes que les llegan, por miles, cada día.

¿Por qué era necesaria una guía como la que has realizado?

Creemos que es conveniente acercar el audiovisual a la gente más joven utilizando un lenguaje que le sea cercano y teniendo en cuenta la cantidad de imágenes a las que se ven sometidos diariamente, intentando que se formen una mentalidad crítica en relación a ellas.

Todavía parece que habrá que esperar para que el cine entre en las aulas como objeto cultural de estudio. ¿Por qué crees que es así?

No se me ocurre otra respuesta que la pereza o la miopía. El cine es una herramienta capital en la formación de imaginarios a todos los niveles y, por tanto, enseñar a entender los mecanismos que rigen la imagen en movimiento me parece obligatorio si queremos tener ciudadanos cultos y formados.

¿Debería haber materias específicas sobre historia y lenguaje cinematográfico en los centros educativos?

Sin duda.

¿Falta mucha cultura cinematográfica en España?

Lamentablemente, sí. Y cada vez más. Esto lo percibimos claramente como tendencia a la baja, de año en año, con los alumnos que se matriculan a estudiar cine. Este es otro de los motivos que nos impulsan a hacer guías como esta.

La guía es para docentes de ESO y Bachillerato. ¿Por qué específicamente para público adolescente?

Creemos que es el momento en el que el juicio crítico y la curiosidad son más incipientes, así como un buen punto de partida para arrancar con la inquietud por el cine y la imagen de manera más profunda.

¿Sería interesante hacer alguna pensando en niños más pequeños, de Primaria?

Probablemente, sí. Todo lo que sea formar, bienvenido sea. En cualquier caso ya hay proyectos en marcha dirigidos a esa edad y enfocados quizás más desde lo práctico que desde lo teórico.

Dedicas algunas páginas, antes de hablar propiamente del lenguaje cinematográfico, a hablar del proceso creativo. Desde la idea hasta la postproducción ¿Por qué era importante?

Porque creo que es preciso entender la dimensión colectiva del cine como trabajo en equipo así como tener una noción de los diferentes procesos y su implicación temporal. Hay que entender que debajo del visionado de una película de 90 minutos hay todo un arco de trabajo que puede llegar a ser de años. Hay que profundizar en ello para entender que eso que se ve en la pantalla no surge por azar ni generación espontánea.

¿Por qué tú para escribir esta guía?

Habría que preguntarle a la Ecam, que fue quien me la encargó, pero supongo que tiene que ver con mi afán docente y mi ferviente creencia en la formación en el campo de la imagen.

Imagen: http://eldiariodelaeducacion.com/alfabetizacionaudiovisualenlasaulas/wp-content/uploads/sites/14/2018/10/Fernando-Franco-rodaje-ECAM.jpg

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/alfabetizacionaudiovisualenlasaulas/2018/10/29/intentamos-que-los-jovenes-formen-una-mentalidad-critica-ante-las-imagenes-a-las-que-se-ven-sometidos-diariamente/

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Trailer: El buen maestro

Francia/14 de Abril de 2018/Toyoutome

Imaginemos que somos maestros y que tenemos delante un grupo de alumnos de esos que llaman “conflictivos”, ¿qué podríamos hacer para ganárnoslos? Este es precisamente el problema que encuentra el protagonista de la película francesa El buen maestro que está a punto de estrenarse.

La película pone el foco en la experiencia de un docente, François Foucault, de 40 años, profesor de literatura en el prestigioso instituto  Henri IV al comienzo de la película. Debido a una serie de circunstancias le trasladan desde el reconocido centro en el que lleva impartiendo clase varios años a otro con una realidad social muy diferente.

Dirigida por Olivier Ayache-Vidal y protagonizada por Denis Podalydès, Abdoulaye Diallo, Léa Drucker y Pauline Huruguen, entre otros, la producción requirió una inmersión profunda tanto del director como del equipo artístico en la realidad del aula. El propio director convivió durannte casi dos años con los 500 alumnos y 40 profesores del colegio Maurice Thorez de Stains, una población de la periferia de París, para aportar experiencias lo más realistas posibles a su película.

Santillana, a través de Invery Crea, ha colaborado con Cero en conducta, la red social de profesores que buscan acercar el cine y el lenguaje audiovisual al mundo educativo, y la distribuidora de cine independiente, Caramel Films, para promocionar esta singular película entre la comunidad de profesionales de la educación.

Hoy ayudamos a compartir el tráiler de esta producción francesa (Les grands esprits), dirigida por Olivier Ayache-Vidal, que se estrena en las pantallas españolas el 13 de abril de 2018 y que sin duda recomendamos verla.

Fuente: http://toyoutome.es/blog/el-buen-maestro/42654

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Participación y producción cultural en la cultura digital: un debate desde la escuela Inés Dussel.

Por: Red iberoamericana de docentes.

Según muchos de los estudiosos del tema, la digitalización permite expandir como nunca antes las oportunidades para producir textos y ponerlos a circular. También permite acceder a productos y audiencias inéditas: la red nos contacta con temas y textos que no conoceríamos de otro modo, y nos enlaza con personas muy diferentes en intereses y procedencias. Se dice que el ciudadano común ahora puede expresarse y hacer valer su voz, ya sea estando al tanto de las noticias importantes, escribiendo en un blog o en los comentarios de un periódico, o subiendo sus videos o música a distintas plataformas. Todo esto convierte a nuestro universo cultural en un ámbito mucho más plural y dinámico que la era de los medios “broadcast”, cuando había que pasar por el filtro de editores o curadores para poder llegar más lejos.

En la educación, se ven efectos de estos movimientos en el trabajo con los blogs y las redes sociales, donde se circulan y comparten productos muy distintos. Un aspecto que nos interesa particularmente tiene que ver con las producciones audiovisuales, que van en alza en las aulas, ya sea como textos disparadores de discusiones o como producciones de los alumnos que evidencien apropiación de los aprendizajes. En muchas materias escolares, es común observar que el trabajo final de los alumnos es una presentación de diapositivas, serie fotográfica o video, en cuya realización los estudiantes suelen invertir mucho tiempo. claramente, más que el promedio que invertían en estudiar o producir textos escritos para esas mismas disciplinas-.

Creemos que la difusión de las producciones audiovisuales como trabajos escolares de los alumnos amerita más reflexión de la que hoy le estamos dando, al menos en América Latina. Mientras en los países anglosajones hay una tradición (en el caso de Inglaterra, de más de 50 años) de trabajo con los medios audiovisuales como materia curricular, y hay muchísimos trabajos e investigación sobre el tema, en nuestra región hubo experiencias de producción audiovisual en las escuelas que fueron más bien marginales. La novedad de la producción audiovisual masiva concita mucho entusiasmo, pero no siempre se acompaña de criterios didácticos y pedagógicos con mayor fundamento.

En la investigación que realizamos en Flacso-Argentina y CIDE-Chile entre el 2009 y 2010, encuestamos a una muestra intencional de profesores de enseñanza media en los dos países, y encontramos que más del 90% de nuestros encuestados utilizaba producciones audiovisuales en la enseñanza y más del 50% pedía a sus alumnos que produzcan videos o presentaciones multimodales (combinando imagen, texto y sonido). Esta proporción nos pareció muy alta, al menos frente a la expectativa inicial del equipo de investigación de poco uso de lo audiovisual; no había todavía programas de equipamiento universal de los alumnos, y estas experiencias se realizaban con las tecnologías disponibles (sala de informática, cañón o retroproyector, DVDs, a veces las propias computadoras de los profesores que se circulaban en el aula para mostrar imágenes). Los argumentos de los profesores fueron que las imágenes están más cerca de la experiencia y los lenguajes de los estudiantes; que ya no leen textos complejos y por lo tanto hay que usar presentaciones visuales resumidas y de alto impacto; y que la producción de videos o ppts genera entusiasmo y motiva a trabajar. Pese a un uso muy extendido, sólo una minoría de los profesores expresó fundamentos más complejos sobre la necesidad de aprender distintos lenguajes, y menos aún pudieron plantear ventajas y desventajas de cada uno de ellos. La atracción y la motivación fueron los dos fundamentos más citados.

En una investigación más reciente realizada en la Universidad Pedagógica de la Provincia de Buenos Aires (UNIPE) en Argentina, ya en pleno despliegue del programa Conectar Igualdad, también encontramos un uso extendido de las producciones audiovisuales de los alumnos, que -sobre todo en las ciencias sociales- se convirtieron en el trabajo pedido para evaluar los aprendizajes. Los profesores manifiestan satisfacción porque los alumnos se comprometen con las producciones, y según todos los reportes participan más de las clases. La atracción y la motivación son, nuevamente, los argumentos más esgrimidos para este tipo de propuesta.

Pero cabría preguntarse si esas producciones suponen un quiebre respecto a las producciones textuales anteriores, y si hay expresión de una voz adolescente que hasta el momento no encontraba lugar en el formato de los textos producidos para la escuela. En el análisis de las producciones de los alumnos en las escuelas que observamos, encontramos producciones más bien pobres, muy estandarizadas en su repertorio visual, poco creativas y generalmente apegadas al “guión” del libro de texto. Sólo en pocos casos vimos indicios de que ellas resultaron un desafío para los alumnos.

¿Qué dicen estas producciones sobre la ampliación de la participación y la producción cultural? Mucho podría decirse, pero quisiera al menos puntualizar dos cuestiones. Primero, el repertorio visual de los alumnos no es rico por sí solo, y sin mediar operaciones de la escuela o de los profesores; para que se enriquezca, es necesario otro tipo de trabajo y de búsqueda que la que hoy se propone, todavía muy a tientas y con criterios poco específicos. Segundo, lo que estas producciones ponen en evidencia es que la expresión de los adolescentes está mediada por las industrias culturales contemporáneas, y que sus referencias vienen provistas por ellas. Frente a eso, y a la falta de alternativas, muchos alumnos parecen elegir el camino seguro de seguir a pie juntillas el libro de texto; en este caso, no parecemos acercarnos a una apropiación más significativa de los aprendizajes sino que parece que seguimos manteniendo la dualidad del conocimiento escolar clásico por un lado, y por otro el mundo de las redes sociales y la cultura digital.

Esto no quiere decir que no deba seguirse en el camino de incorporar las producciones audiovisuales al cotidiano de la enseñanza, porque efectivamente enriquecen los lenguajes y permiten expresarse con distintos modos; pero sí creemos que es importante debatir qué resultados estamos teniendo con las estrategias actuales. Los lenguajes audiovisuales no son necesariamente más plurales ni traen por sí solos una renovación del curriculum escolar o de la participación cultural; es necesario profundizar la formación de los educadores y tener mejores recursos disponibles para producir aprendizajes más relevantes, y también para lograr expresiones más propias y libres, tanto de los viejos mandatos escolares como de la tiranía de las industrias culturales. Todavía queda mucho por hacer, y aprender, en esta línea de trabajo.

Fuente: http://redesib.formacionib.org/blog/participacion-y-produccion-cultural-en-la-cultura-digital-un-deba

Imagen: http://api.ning.com/files/LWCQK0y*HRAI5nSPIHfgiozdY-BUudzzwIhlfFPZCPAZG7H9dp0cFlzxhwal1MakmhALe8O0YOnf0fn7dlDawaawgKicOQBV/CKSYOA5UYAQ2P.jpg

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