Duras críticas de UNICEF al proyecto de reforma de la Ley Penal Juvenil: “Es regresivo”

Por:  Mariana Iglesias.

UNICEF, como otras organizaciones y organismos de protección de la niñez, promueve que se reforme la Ley Penal Juvenil actual, escrita en la dictadura. En marzo el Gobierno presentó en el Congreso un proyecto que se debate en tres comisiones de Diputados. Pero UNICEF salió a criticar varios puntos de ese proyecto, al que considera regresivo. Lo más negativo: la baja de la edad de imputabilidad y el aumento de las penas.

«El Estado argentino tiene una deuda con este tema de más de 35 años. Ahora está la oportunidad de tener una ley con enfoque de derechos humanos, pero si bien con este proyecto acordamos en algunas cuestiones, sobre todo, tenemos grandes diferencias. La más grande, la baja de la imputabilidad -dice Sebastián Waisgrais, especialista en Inclusión Social de UNICEF-. Quizás el mayor problema sea el contexto. Es un año difícil, electoral, hay grandes niveles de pobreza y recortes presupuestarios. El área social está 20 puntos por debajo del presupuesto. Una ley con perspectiva de derechos necesita inversión social. La privación de la libertad no es la respuesta cuando faltaron respuestas anteriores, cuando se vulneraron todos los derechos».

Mariángeles Misuraca, oficial de Protección y Acceso a la Justicia de UNICEF, dice lo mismo: «Se debe trabajar antes, cumpliendo y garantizando los derechos de los niños. No alcanza con modificar la ley, hay que modificar el sistema. Bajar la imputabilidad no es la respuesta. Eso es regresivo. Las leyes no pueden ser regresivas porque no se puede ir hacia atrás con los derechos. Si eso ocurre, Argentina puede ser sancionada internacionalmente. También estamos en contra de que se eleven las penas cuando justamente lo que hay que hacer con los adolescentes es trabajar en otro proyecto de vida».

«La única política que debe tener el Estado es evitar que los chicos cometan delitos. Los chicos que el Estado quiere encerrar llegan en su mayoría con consumos problemáticos, algunos hasta de combustibles, indocumentados, desnutridos, sin haber ido a la escuela, en situación de calle. Este proyecto de ley penal juvenil no cambia eso, sólo que entren cada vez más chicos al sistema penal. Este proyecto que se presenta es para una ley penal clara y dura, no es restaurativa de derechos. Mientras el resto de la región analiza cómo elevar la edad de imputabilidad porque se dieron cuenta que es una herramienta que no da resultado, acá quieren bajarla. El tema es cómo queremos que sea nuestra sociedad dentro de diez años, con otra realidad o con las cárceles llenas de chicos», opina el especialista en derecho penal y derechos del niño Martiniano Terragni.

El Gobierno ya envió a Diputados el proyecto para bajar la edad de imputabilidad

El especialista cita a otro colega, Mariano Kierszenbaum, quien sostiene que el sistema penal juvenil tiene que pensarse como un traje a medida de cada chico: si fue abusado, si vivió en la calle, si fue a la escuela, si tiene familia. Y que no sirve una ley estándar.

Para UNICEF, «la gravedad de los aspectos negativos y regresivos del proyecto de ley son de relevancia» y remarca que «disminuye la edad mínima de responsabilidad penal sin ninguna fundamentación teórica o empírica que la justifique, además de contrariar con esta medida compromisos internacionales adoptados por el Estado, y pone en juego la responsabilidad ante el sistema interamericano y demás órganos de los tratados».

Para el organismo de niñez, este proyecto va contra criterios no sólo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación sino también de la Corte Interamericana de Derechos Humanos «acerca de la relación entre el sentido de la sanción penal juvenil y la duración de las medidas privativas de la libertad, al no fijar penas máximas de privación de la libertad para la franja de condenados de 16 y 17 años de edad, pudiendo aplicarse las mismas penas que a los adultos».

Además, critica la duración máxima del proceso penal, que se establece en 3 años, y sostiene que «ello no cumple el estándar de acceso a la Justicia en un plazo breve ni razonable, que se habilita la prisión preventiva por 2 años (1 año máximo, prorrogable a 2), estableciendo un plazo muy prolongado que podría equipararse al previsto para los adultos».

UNICEF también señala que este proyecto permite «la intervención judicial en niñas, niños y adolescentes no punibles que, encontrándose por debajo de la edad mínima de responsabilidad penal, deberían quedar por fuera del ámbito penal».

«Todos aquellos aspectos (o casi todos) en los que el proyecto es positivo, son aspectos programáticos, que según la experiencia de Argentina nunca son luego implementados, por falta de decisión política o falta de un presupuesto adecuado -sostienen desde UNICEF-. Por el contrario, los aspectos negativos del proyecto son operativos. Con lo cual comenzarían a regir de manera inmediata (baja de la edad de imputabilidad, supresión del límite de penas…). Esto conduciría a incorporar, por ejemplo, a una gran cantidad de niños a un derecho penal con organismos no especializados, con penas elevadísimas equiparadas con las de las personas adultas».

En 2018, el Comité de los Derechos del Niño, en sus Observaciones Finales sobre la Argentina, se refirió a la situación de Justicia Penal Juvenil en el país. Recomendó al Estado argentino que «apruebe una ley general de Justicia juvenil compatible con la Convención y las normas internacionales en materia de Justicia juvenil, en particular en lo que respecta a garantizar que la privación de libertad sólo se utilice como último recurso y por el período de tiempo más breve posible, y que no incluya disposiciones que puedan endurecer las penas o reducir la edad de responsabilidad penal», y que «promueva la adopción de medidas no judiciales, como las sanciones alternativas, la libertad condicional, la mediación, el apoyo psicológico o el trabajo comunitario, y, cuando sea posible, utilice medidas alternativas a la imposición de penas”.

El proyecto de ley para bajar la edad de imputabilidad ya se presentó en el Congreso

También el año pasado, UNICEF presentó “Las voces de las y los adolescentes privados de libertad en Argentina”, un estudio sobre los chicos y las chicas detenidos en Centros Cerrados. El último relevamiento nacional dice que son 7200 los que cumplen algún tipo de medida penal: 1300 en Centros Cerrados. La mayoría por delitos menores. El 3,8% tienen menos de 16 años: no deberían estar presos. Cifras oficiales también dicen que sólo el 1 por ciento de los delitos graves son cometidos por adolescentes.

Fuente del artículo: https://www.clarin.com/sociedad/duras-criticas-unicef-proyecto-reforma-ley-penal-juvenil-regresivo_0_fI2RbM2HU.html

 

Comparte este contenido:

Argentina avanza con su proyecto de Ley Penal Juvenil

Argentina/06 marzo 2017/Fuente: americaeconomia

El gobierno argentino ya tiene avanzada la redacción de un proyecto de nueva Ley Penal Juvenil para enviarla al Congreso en el que insistirá con su idea original de rebajar la edad de imputabilidad penal de 16 a 14 años, aunque sólo para los delitos «gravísimos» contra la vida, los secuestros extorsivos y la integridad sexual.

La iniciativa incluirá la aplicación de penalidades máximas de entre ocho y diez años de privación de la libertad para los menores hallado culpables de dichos delitos pero también una amplia gama de medidas alternativas sin restricciones a la libre circulación para delitos menores.

«Solo en los casos muy graves se prevé el encierro pero dentro de un sistema muy especializado. Esa escala de penas cumple además con la Convención de los Derechos del Niño, de que los menores no pueden tener ni condenas a prisión perpetua ni las mismas penas que los adultos», anticipó a Télam el secretario de Política Criminal, Martín Casares. Según el funcionario, «en los próximos meses vamos a enviar el proyecto al Parlamento. Estamos terminando la redaccion y ajustando detalles, porque el trabajo se inicio en enero a partir de los consensos en las mesas participativas».

Casares, quien coordina el proyecto en el ámbito del Ministerio de Justicia, anticipó que la norma tendrá unos ochenta artículos y que podría incluir un cronograma de implementación a raíz de del tiempo y recursos que demandará la articulación del nuevo régimen. Una de las posibles novedades sería la creación de un sistema de tutorías en la que esos jóvenes tengan asignados un responsable de su legajo, con equipos interdisciplinario de seguimiento.

«Vamos a bajar la edad de imputabilidad a 14 años para delitos gravísimos, contra la vida, la libertad, y los delito sexuales, pero también va haber muchas medidas alternativas», dijo Casares al confirmar la intención oficial pese a la rotunda negativa de los especialistas a la rebaja. Dicha oposición se expresó en la última de las ocho mesas convocadas en febrero por el gobierno para debatir el tema, cuando 34 de los 40 participantes votaron por no rebajar la edad de los menores para poder someterlos a penalidades a partir de los 14 años.

En esa nómina se incluyen Unicef, asociaciones de pediatras, psicólogos, colegios de abogados y organizaciones sociales, además de la Iglesia Católica que, sin participar con mociones, había anticipado su rechazo a la «criminalización» de los menores, en especial de bajos recursos.

El propio presidente Macri aludió genéricamente al proyecto al inaugurar, el miércoles pasado, el periodo de sesiones ordinarias del Congreso. El gobierno confía en que pese a ese revés, podrá sumar a la fuerza parlamentaria de Cambiemos, el respaldo del bloque que responde a Sergio Massa, quien incluyó de manera distintiva la baja en la edad de imputación penal en su plataforma presidencial del 2015.

«El proyecto está muy avanzado porque a pesar de esa negativa de ONGs a consentir la baja, se trata de uno de los pocos puntos en que no hay acuerdo frente a una multitud de consensos», dio Casares. Para el funcionario, «es probable que haya una ley altamente consensuada salvo en ese punto» de la edad de imputabilidad, donde -según admitió- hay visiones ideológicas muy diferenciadas».

Según Casares, «todo estamos de acuerdo en un régimen de protección integral, en derogar el decreto de la dictadura que fija el régimen tutelar, en que haya una justicia especifica y medida alternativas a la privación de libertad, de justicia restaurativa, conciliación y trabajos sociales que le fije condiciones a los chicos».

El funcionario sostuvo que «el principal consenso es, que el marco de la ley penal es la prevención fijada por Ley Nacional 26.061 de Protección Integral de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, que establece que el Estado debe prevenir el delito juvenil mediante políticas públicas de desarrollo social, educación y salud».

Fuente:http://www.americaeconomia.com/politica-sociedad/argentina-avanza-con-su-proyecto-de-ley-penal-juvenil

Comparte este contenido: