4 maneras de fomentar la lectura en los más pequeños de la casa

En verano tenemos (normalmente) más tiempo para dedicarle a nuestros hijos y es el momento ideal para comenzar con sus hábitos de lectura desde las edades más tempranas

Seguro que entre tus propósitos para el verano se encontraba leer más. ¿A que sí? Pero lo que quizás no te habías planteado es la manera de hacer que tus hijos también descubran la paz de ponerse tras unas páginas.

De la mano de Clara C. Scribá, filóloga hispánica y fundadora de Letropía, repasamos las 4 claves para comenzar a inculcar el hábito de la lectura a los pequeños de entre 1 y 6 años. Desde el claro dar ejemplo al paso por libros juguetes, descubrimos también una serie de títulos para comenzar el camino hacia la imaginación en buena compañía.

En muchas ocasiones, podemos escuchar críticas sobre lo poco que leen los jóvenes de hoy en día. Por suerte, los planes de estudios se están adaptando a los gustos más propios de esas edades y lejos quedan los tiempos donde la lectura del trimestre se hacía cuesta arriba desde las primeras páginas.

El verano es la época ideal para sacar ese rato que dedicarle a tus retoños para ir creándoles un hábito sano de ocio lejos de las pantallas. Convertirlo ahora en una rutina hará que sea más fácil mantenerlo cuando llegue de nuevo el horario apretado en septiembre.

Antes de llegar a la queja sobre los adolescentes y a un punto de no retorno, tenemos tiempo para inculcar el amor por la lectura a los más pequeños de la casa. Hoy, de la mano de Clara C. Scribá, directora de Letropía, repasamos cómo hacer que los niños de 1 a 6 años aprendan a amar los libros, puesto que es, en estas edades tempranas, cuando hay que empezar a inculcar el hábito de la lectura.

En un momento en el que las pantallas copan el día a día y es difícil escapar de ellas, debemos fomentar el desarrollo de la imaginación de nuestros hijos a través de la lectura.

1. Libros juguetes. Adaptar el tipo de lectura a cada franja de edad es de vital importancia. Los ejemplares que incluyen texturas, muchos colores e incluso sonidos empezarán a despertar la curiosidad de los niños. Cuando vaya pasando el tiempo, introduciremos un poco de hábito de lectura como tal. «Lo importante en este punto es que empiecen a asociar la forma del libro, el hecho de agarrar uno físicamente, con ocio y diversión», comenta Clara.

2. Cuento nocturno. Sabemos que es difícil sacar energía a última hora del día para ponerse a leer un cuento con ellos. Pero establecer esa rutina de lectura pasiva por su parte es también fundamental. Además de crear un momento especial entre vosotros, estás apostando por un rato sin pantallas donde puedan desarrollar su imaginación, acompañados de libros ilustrados.

3. Si tú lees, ellos leen. Está comprobado: los niños copian aquello que ven. No hay nada como dar ejemplo para que a tus niños les pique el gusanillo de la lectura. «No tienes que ponerte a leer grandes clásicos o nada grandilocuente . El simple hecho de coger una revista, una novela corta, un libro de relatos… Lo que ellos necesitan ver es que disfrutas con la lectura que hayas elegido», puntualiza Scribá.

4. Visitad librerías infantiles y que elija su próxima lectura. Haz de la visita a las librerías especializadas en literatura infantil una actividad recurrente y divertida. «Que esperen con ganas el momento de ir a adquirir nuevos libros. La biblioteca es igualmente válida», recuerda Clara.

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