México: Otorgan concesión a Radio Universidad Pueblo, en Guerrero

América del Norte/México:/08-09-2023/Autoría: Sergio Ocampo Arista/Fuente: www.jornada.com.mx

Chilpancingo, Gro. El rector de la Universidad Autónoma de Guerrero, José Alfredo Romero Olea, informó que el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFETEL) otorgó la concesión de uso público y a partir de este lunes, para que Radio Universidad pase a ser legalmente Radio Universidad Pueblo.

La concesión fue otorgada luego de 40 años de lucha. La concesión fue dada a conocer por la Universidad Autónoma en un comunicado, en el que se informó que el IFETEL otorgó a Radio Universidad la concesión, con lo que la radiodifusora universitaria operará con las siglas XHCPEV-FM y en el 101.9 del cuadrante para seguir dando voz a los universitarios y a la sociedad.

También señaló que «esta estación cuenta con seguridad jurídica y certeza legal. Con este hecho, la estación de la máxima casa de estudios tiene ahora seguridad jurídica y certeza legal, por lo que la radio seguirá siendo un espacio democrático donde todos pueden ejercer la libertad de expresión».

En tanto, el director de Radio Universidad Pueblo, Víctor Wences Martínez aseguró que la concesión es el resultado de una lucha histórica de parte de universitarios, los radioescuchas, y todos los sectores que han apoyado y creído en el proyecto de comunicación popular».

Recordó que la lucha por la «legalización», de la emisora viene prácticamente desde que salió al aire el 4 de mayo de 1982, durante el periodo de rector de José Enrique González Ruiz.

Incluso mencionó que en los años 1985-1987 la radio cerró sus puertas por presiones del entonces secretario de Educación Pública, Jesús Reyes Heroles condicionó a la Universidad el pago de salarios a cambio del cierre de la emisora.

Fuente e Imagen: https://www.jornada.com.mx/notas/2023/09/04/estados/otorgan-concesion-a-radio-universidad-pueblo-en-guerrero/

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El 8-M no es una fiesta, sigue la lucha

Por: Carmen Domingo

El feminismo no es un alegre festejo del orgullo de ser mujer. Es un movimiento que lucha por el pleno acceso de las mujeres, sí, mujeres, al ejercicio de sus derechos, tantas veces pisoteados

Habrá que recordar todo esto, digo, porque parece que la posmodernidad capitalista quiere sustituir las reivindicaciones de las trabajadoras y luchas feministas por una celebración despolitizada de la identidad de las mujeres. Sus orígenes no pueden por menos que evocarnos a todo lo contrario.

Porque el feminismo no es un alegre festejo del orgullo de ser mujer, ni siquiera lo es del orgullo de pertenecer a alguna de las recién proclamadas diversidades, tan de moda hoy en día. El feminismo es un movimiento que lucha por el pleno acceso de las mujeres, sí mujeres, al ejercicio de sus derechos, tantas veces pisoteados. Por eso sorprenden varias de las reivindicaciones que en estos días, previos al 8M, se han sucedido. La primera es que hayan sido numerosas las convocatorias vinculadas a la celebración del 8M en las que en sus carteles ni siquiera se menciona la palabra mujer. Como si pasáramos a ser un ente invitado de nuestra celebración, como podían ser las gallinas o las tortugas. Nadie se imaginaría el día del Orgullo gay sin los gays. Pues parece que sí que nos imaginamos, o eso quieren, un 8M sin mujeres.

La segunda, que estos días, en aras de la posmodernidad y con intención de engrosar las filas del feminismo (parece ser el 51% de la población es suficiente), hayamos asistido a cómo, desde colectivos supuestamente feministas, se ha llevado a cabo la defensa e inclusión en el movimiento feminista de las participantes de prácticas que oprimen a la mujer: la prostitución, los vientres de alquiler, o lo que han dado en llamar binarismo de género apelando a su libertad para decidir. Argumentos amparados en la “inclusión” y el orgullo afirmativo de la capacidad de decisión que tenemos las mujeres justo en unos temas que para el feminismo han sido percibidos, desde siempre, como una vulneración de los derechos de las mujeres.

Ya me perdonarán, pero hace falta tener muy poca vergüenza para hablar de derecho de la mujer a elegir en libertad poder ejercer la prostitución, mientras millones de mujeres están siendo explotadas sexualmente. Hace falta tener muy poco respeto por las mujeres a las que compran sus hijos para defender el “deseo” de terceros — me da igual por parte hombres que por mujeres— a tener un hijo, por delante del derecho de esa mujer y de ese niño a estar y saber quién es su madre y a vivir y crecer a su lado. Hace falta muy poco conocimiento de la biología para pedir que se reconozca un género cambiante cuando justo el género es el constructo social por el que nos oprimen a las mujeres y que las feministas llevamos tiempo tratando de eliminar, porque es una invención. Las mujeres no queremos acabar desapareciendo en aras de no binarismos, géneros fluidos, agéneros y diversidades varias.

Habrá que empezar en el ayer, digo, para que no nos olvidemos del hoy y terminemos convirtiendo la lucha feminista en una lucha de todos y para todos. Es la lucha de las mujeres y para las mujeres, y en ella queremos: mostrar nuestra agenda política; reivindicar nuestra lucha contra la explotación reproductiva; reafirmarnos en nuestro firme convencimiento a negarnos a aceptar la explotación sexual de mujeres y niñas; mantenernos firmes en nuestra lucha contra la precarización, la discriminación laboral, la explotación económica y el abuso sistemático que seguimos sufriendo las mujeres en estos tiempos. Por eso el 8M es nuestro, de las mujeres, y en él reivindicaremos nuestros derechos.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/ccaa/2020/02/25/catalunya/1582634497_799074.html

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Reconocimiento a Felipe (Quino)

Por: Rosa Maria Torres

Que a nadie le quepa duda. Ha sido enorme la contribución de Felipe a la lucha histórica contra los deberes escolares.

A ese Felipe atormentado, en lucha solitaria y permanente contra los mandatos de la escuela, le debemos una hazaña monumental: sacar a los deberes de su santuario y poner en duda su propia razón de ser, cuando nadie, o muy pocos, se atrevían a hablar mal de ellos. Millones de niños y niñas atormentados, como él, han padecido y siguen padeciendo el tormento de los deberes.

Ese Felipe incomprendido, sin amigos ni padres cómplices, quedó catalogado de vago, mal alumno, procrastinador, perezoso, flojo de espíritu, bueno para nada. Tendido en la silla o en el sofá, le vimos batallar con su falta de voluntad, con su resistencia a someterse a las rutinas escolares. ¿Quién se permitía, en los 1960s, dudar de las bondades de los deberes y de la inevitabilidad de niños esclavizados en su cumplimiento?

En las últimas décadas, muchas cosas cambiaron,algunas para bien. Entre ellas, la reputación de los deberes. Hoy están en la mira como enemigos de la infancia y de la buena pedagogía, y gozan de creciente antipatía entre niños, familias, educadores y especialistas en todo el mundo.

Felipe, el antihéroe, resultó un adelantado. Un tímido niñito argentino que, desde las tripas, se anticipó a investigaciones y análisis que hoy ponen en entredicho incluso la utilidad de los deberes y que están llevando en muchos lados, cuando menos, a reducir la carga.

Lastimosamente, Felipe ya no está para verlo. En 1973 Quino decidió dejar de dibujar a Mafalda y sus amigos. Felipe no pudo reivindicarse ni disfrutar los nuevos vientos escolares. Vaya nuestro reconocimiento a su intuitiva y sufrida resistencia a los deberes.

Fuente: http://otra-educacion.blogspot.com/

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