Para Bertha Cáceres de su hermana argentina Claudia Korol: El grito negado

    

Muchas veces Bertha insistió en la complicidad existente entre el colonialismo, el capitalismo transnacionalizado, y el patriarcado. “No soportan que sea mujer”, repetía una y otra vez. Y tanto no lo soportan, que algunos de los grandes medios de comunicación intentaron presentar su asesinato como un “crimen pasional”, pretendiendo así distraer la atención de los verdaderos responsables materiales e intelectuales.

Con la fuerza de un río bajando de la montaña, la noticia corrió por toda América latina, piedra contra piedra anunciando el asesinato de la líder Bertha Cáceres, una voz fundamental en la denuncia del golpe de Estado que sufrió Honduras en 2009, una voz que potenció la de los pueblos originarios de su tierra, que se enfrentó contra las empresas transnacionales extractivistas que la tenían amenazada. Aunque ahora se intenta cubrir su crimen como un hecho “pasional”, la familia y organizaciones de todo el continente lo relacionan con su oposición al proyecto hidroeléctrico sobre el río Gualcarque que afectaría, sobre todo, a su comunidad, el pueblo Lenca. La pérdida de esta líder que se enfrentaba al mismo tiempo al patriarcado y al capitalismo cruza fronteras tanto como las cruzaba su lucha en contra de las opresiones contra nuestros territorios: el territorio cuerpo de las mujeres, el territorio tierra.

“¡Despertemos¡ ¡Despertemos Humanidad! ¡Ya no hay tiempo! Nuestras conciencias serán sacudidas por el hecho de sólo estar contemplando la autodestrucción basada en la depredación capitalista, racista y patriarcal”.

Bertha Cáceres, el 20 de abril del 2015, al recibir en California, el Premio Ambiental Goldman.

“Estamos en las manos del sicariato jurídico y armado. Nuestras vidas penden de un hilo”.

Berta Cáceres para el diario italiano Il Manifesto, publicadas en marzo del 2016

“¡Mataron a Bertha!”. En la madrugada del jueves 3 de marzo, la llamada telefónica de un amigo, confirmó lo que tantas veces temimos. La sentencia de muerte fue ejecutada, y todos los avisos que hizo Bertha en el país y en el mundo, no alcanzaron para detener la mano asesina de los sicarios, que se han multiplicado al amparo del Estado terrorista de Honduras.

Le avisé a Nora Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora. “No puede ser”, repetía Norita. Más de una vez viajó a Honduras para respaldar solidariamente la lucha de Bertha Cáceres y del COPINH, frente a la persecución y represión del Estado. Cada vez que Bertha llegaba a la Argentina, donde dos de sus hijos tuvieron que buscar refugio por las amenazas recibidas, acompañaba la ronda de las Madres de la Plaza de Mayo.

“Mataron a Bertha”. “No puede ser”. Toda la solidaridad que intentamos durante estos años fue insuficiente. Se cerró un capítulo maravilloso de nuestra historia reciente, hecho de imaginación, coraje, resistencia, y un espíritu indomable de rebeldía. Bertha Cáceres, dirigente de COPINH (Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras), luchadora del pueblo lenca, una de las líderes fundamentales en la lucha contra el golpe de Estado y en el enfrentamiento a las transnacionales extractivistas del saqueo, el despojo y la destrucción de la naturaleza y de los pueblos ha sido enterrada, entre el dolor de muchas mujeres y pueblos del mundo que la lloran y prometen con rabia continuar la lucha y hacer justicia.

Que tiemble la injusticia cuando lloran / los que no tienen nada que perder.

Silvio Rodríguez

Al día siguiente de su asesinato, cuando Bertha cumpliría 43 años, las embajadas de Honduras en diferentes países eran escenario de actos de repudio. Los pueblos de Nuestra América sabemos que hemos perdido a una de las almas rebeldes de este tiempo.

“Mataron a Bertha”. “No puede ser”. Y aunque es cierto que la lucha sigue, y que de muchos modos Bertha está viva en nuestras resistencias, su asesinato cruel a mano de los malditos sicarios, no puede quedar disuelto en la impunidad.

Bertha era mi hermana. Compartimos luchas acá, allá y más allá. Lo que siento en estos momentos, permítanme decirlo porque lo personal es político, es una furia tremenda, una rabia interminable y un dolor amargo. No quiero, no puedo, no acepto, poetizar el crimen.

En un comunicado realizado por la mamá de Bertha y sus hijas e hijo, decían: “No se puede distorsionar la verdad acerca del crimen que terminó con su vida. Sabemos con certera claridad que los motivos de su vil asesinato fueron su resistencia en contra de la explotación de los bienes comunes de la naturaleza, y en defensa del pueblo lenca. Su asesinato es un intento de acabar con la lucha del pueblo lenca, en contra de toda forma de explotación y despojo. Un intento por cortar la construcción de un nuevo mundo. Las circunstancias de su muerte se dan en medio de la lucha en contra de la instalación del proyecto hidroeléctrico Agua Zarca en el río Gualcarque, por parte del pueblo Lenca. Pedimos que se esclarezcan las responsabilidades de la empresa DESA que desarrolla el proyecto. Responsabilizamos a la empresa DESA, y a los organismos financieros internacionales que respaldan el proyecto Banco Holandés FMO, Finn Fund, BCIE, Ficohsa, y las empresas comprometidas CASTOR, grupo empresarial ATALA, de la persecución, la criminalización, la estigmatización, las constantes amenzas de muerte en contra de su persona y de la nuestra, y del COPINH. Responsabilizamos al Estado hondureño de haber obstaculizado en gran medida la protección de nuestra Bertha, y haber propiciado la persecución, criminalización, y asesinato; al haber optado por proteger los intereses de la empresa por encima de las decisiones y mandatos de las comunidades”.

Las voces del río

“¿Cómo podrán sostener un enfrentamiento tan desigual contra las transnacionales, Bertha?” Se lo pregunté varias veces. Bertha participaba de una cosmovisión en la que dialogaban las voces de la historia revolucionaria, las voces de sus ancestras lencas, y las voces del río, de la tierra, de los territorios que habitó: “Lo vamos a lograr. Me lo dijo el río”.

Todas esas voces y esos aprendizajes, eran necesarios para enfrentarse con coraje, a enemigos poderosos. El golpe de estado en Honduras abrió el camino para la entrega del país a las corporaciones transnacionales, y para su integración en el Proyecto Mesoamérica (antes Plan Puebla Panamá), que se planteaba entre otros objetivos la concesión a empresas privadas de una gran parte de los ríos de la región, para crear más de 500 represas. En julio del 2012, el Congreso golpista aprobó entre 24 proyectos hidroeléctricos, el proyecto Agua Zarca, que le fue concedido a DESA, propiedad de Fredy Nazar, uno de los hombres más ricos de Honduras. DESA a su vez contrató a la transnacional china SINOHYDRO para desarrollarlo (empresa que fue expulsada de Ecuador por violación a los derechos de los trabajadores, y que enfrentó juicios también en Venezuela por violaciones a los derechos de los trabajadores). SINOHYDRO terminó saliendo de Río Blanco, y el pueblo lenca logró frenar el proyecto. Pero en esa lucha por la defensa del río fue muerto a balazos Tomás García, líder de la comunidad de Río Blanco, y fue herido su hijo Allan. En septiembre del 2013 Bertha y dos compañeros fueron judicializados, en una clara maniobra de desprestigio de ella y del COPINH. En esa oportunidad, en un diálogo sostenido junto a Liliana Daunes en el programa Espejos Todavía nos decía: “En mi caso particular, les molesta el hecho de ser mujer, coordinadora general de COPINH, pero además defensora de una causa indígena. Esa combinación para ellos es inaceptable. Nos están acusando de sabotaje, de obstrucción a la inversión privada, de ataques armados a las instalaciones de la empresa. Están aplicando la ley antiterrorista, la ley de inteligencia, la ley de intervención de la comunicación público-privada, copiada de Colombia. Tenemos intervenidas nuestras comunicaciones. Hay un ensañamiento por el hecho que soy mujer. Pero también a esa carga, desde el poder patriarcal, militar, judicial, económico, político, se añade el racismo, porque es una campaña racista”.

La construcción de la represa fue frenada, pero el 22 de febrero de este año, Bertha alertó: “El gobierno de Honduras sigue siendo cómplice de la violación de derechos humanos del pueblo lenca de Río Blanco y del norte de Intibucá, al respaldar el segundo intento de DESA para construir el proyecto hidroeléctrico ‘Agua Zarca’, sobre el mismo Río Gualcarque, patrimonio natural, cultural, económico y hábitat funcional del pueblo lenca.” Denunciaba que “este proyecto, así como el de 2013, continúa manteniendo ahora, con mucho más apoyo, una estructura militar y paramilitar, enmasacarada con guardias de seguridad, la disposición total de la Policía Nacional, sobre todo la ubicada en la Operación Libertad comandada desde Tegucigalpa, para la cual han asignado fondos públicos, logística, comunicación, personal policial, Policía Militar, y Tigres estructurados, financiados y entrenados por los Estados Unidos”. En el mismo comunicado, Bertha denunciaba a la USAID, como uno de los factores responsables de estas iniciativas.

No vamos a descubrir ahora la doble moral del gobierno norteamericano, cuyo embajador en Honduras, James Nealon, se llegó al velatorio de Bertha en La Esperanza. Pero quisiera recordar en estas notas el debate que realizó Bertha con los gobiernos del continente, cuando en junio del 2011 decidieron el reingreso de Honduras a la OEA. El COPINH se movilizó entonces hasta El Salvador, donde se reunía la Asamblea General. Advertía al respecto, en una entrevista que le hicimos: “Nosotros recordamos a todo el mundo que lo que pasó aquí en Honduras es un golpe de estado criminal y asesino. Estamos manifestando que nadie que se considere abanderado de la democracia puede y debe reconocer a un régimen que surgió de elecciones espurias, en las que la mayoría del pueblo hondureño no participó, y que se dio bajo una represión brutal, y una militarización tremenda”. Casi nadie escuchó esta exigencia.

Una mujer libre

Muchas veces Bertha insistió en la complicidad existente entre el colonialismo, el capitalismo transnacionalizado, y el patriarcado. “No soportan que sea mujer”, repetía una y otra vez. Y tanto no lo soportan, que algunos de los grandes medios de comunicación intentaron presentar su asesinato como un “crimen pasional”, pretendiendo así distraer la atención de los verdaderos responsables materiales e intelectuales.

El ambientalista mexicano Gustavo Castro, quien se encontraba con Bertha en el momento del crimen y resultó herido también por los sicarios, está sufriendo el maltrato por parte del estado hondureño. Como testigo clave del femicidio, ha declarado lo que vio y vivió en esa nefasta jornada. A la hora de regresar a México, fue retenido por las autoridades hondureñas quienes le dijeron que por treinta días no puede salir del país. Las organizaciones de derechos humanos del continente temen por su seguridad y por su vida. A través de una carta pública, Gustavo Castro denuncia que “los sicarios que han asesinado a Bertha y que intentaron asesinarme, siguen en la impunidad, mientras el gobierno pretende socavar la memoria de Bertha, el honor y la lucha magnífica que el COPINH ha hecho por tantos años en la defensa de la vida, los territorios, y los derechos humanos. Vi morir a Bertha en mis brazos, pero también vi su corazón sembrado en cada lucha que el COPINH ha realizado, en tantísima gente que la conocimos”.

Ante las nuevas agresiones COPINH replicó con firmeza. En un comunicado del 7 de marzo señalan: “Reafirmamos la posición antipatriarcal, antimperialista, anticapitalista, antirracista, que marcó la vida de nuestra compañera, y de la organización a la que pertenece. No queremos que esta muerte sea un número más en las estadísticas. Fue un feminicidio por causas políticas, por la defensa del territorio… Exigimos la cancelación inmediata y definitiva de las concesiones y operación de los proyectos hidroeléctricos, mineros y extractivistas de despojo en territorio lenca, en especial el proyecto hidroeléctrico Agua Zarca en Río Blanco”.

Territorio libre de violencias contra las mujeres

En este 8 de marzo la imagen de Bertha se multiplica en diferentes movilizaciones feministas en el mundo. Porque Bertha era una feminista indígena, popular, que abrió nuevas posibilidades a la lucha antipatriarcal.

Cuando la conocí, pocos meses después del golpe de estado, en una actividad promovida por el COPINH, junto a diversos movimientos populares que se dieron a pensar la refundación de Honduras, Bertha hizo colocar en las paredes de la escuela donde se realizaba el encuentro carteles que decían: “Territorio libre de violencias contra las mujeres”.

Entre las muchas iniciativas que promovió para que ésa no fuera sólo una consigna, estuvo la Corte Popular de Mujeres, donde las mujeres indígenas, víctimas de distintas formas de violencia patriarcal llegaban a dar sus testimonios, que eran transmitidos en directo por las radios del COPINH a las comunidades, promoviendo una sanción social a los victimarios.

Bertha hizo suya la consigna de las Feministas en Resistencia de Honduras, que después del golpe salieron a las calles a gritar: “Ni golpe de estado, ni golpe a las mujeres”.

En un encuentro realizado en Buenos Aires con diferentes colectivas del feminismo popular, ella nos decía que le resultaba más duro en la vida cotidiana enfrentar al patriarcado y a sus modos violentos de control e intervención de los cuerpos de las mujeres, su homofobia, lesbofobia, transfobia, que pararse frente a las empresas transnacionales y a sus ejércitos, paramilitares y policías.

Ese encuentro nos marcó profundamente. Hablamos largamente de la necesidad de luchar simultáneamente contra todas las opresiones y violencias que se ejercen contra nuestros territorios: el territorio cuerpo de las mujeres, y el territorio tierra. Hablamos de la necesidad de defender nuestra libertad, nuestra autonomía, y nuestro deseo, tanto como la libertad del río, o la libertad de nuestro pueblo.

Yo tuve una hermana, que iba por los montes cuando yo dormía

Como parte de su experiencia internacionalista, Bertha fue combatiente del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional en la guerra revolucionaria de El Salvador. Cuando terminó la guerra, y se inició el proceso de paz, Bertha volvió a su tierra, en La Esperanza, limítrofe con El Salvador, y se encontró con sus raíces, con la experiencia ancestral del pueblo lenca, con su espiritualidad guerrera. Por eso era muy común verla salir a la visita de las comunidades, con Pascualita, líder espiritual del pueblo lenca.

Sin embargo ella no tenía fronteras. Cuando fue el golpe de estado en Honduras, los “copines” y “copinas”, ocuparon por más de un mes la embajada de Venezuela en Honduras, para impedir que los militares invadieran el territorio bolivariano. También en esos días se movilizaron a la embajada de Chile para reclamar por los presos mapuche. Bertha impulsó las redes contra la militarización, la lucha por la paz con justicia para Colombia, las movilizaciones continentales contra los tratados de libre comercio, por la creación de articulaciones continentales con capacidad de acciones solidaridad concretas y no puras declaraciones. Nos acompañó en el Encuentro Nacional de Mujeres en Bariloche. Fue parte del Tribunal Popular promovido por Pañuelos en Rebeldía y otras organizaciones populares, que realizó en Argentina en el año 2011 un Juicio Ético popular contra las Transnacionales. Pero cuando la buscábamos para una consulta, era común que nos dijeran que estaba sin señal de celular, porque andaba en las comunidades, compartiendo reflexiones, procesos pedagógicos, o realizando ejercicios de reordenamiento territorial.

“Mataron a Bertha”. “No puede ser”. La rabia y la desolación que nos deja su ausencia, no se consuela con palabras. Bertha sabía hacer magia con las palabras, pero más magia con los actos. Termina el comunicado de sus hijas, hijo y su mamá: “Queremos que se respete la integridad de su figura de resistencia. Ella es una eterna luchadora en contra del racismo, del patriarcado y el sistema capitalista opresor y asesino. Su lucha está atravesada por un fuerte antiimperialismo, corroborado constantemente en sus prácticas internacionales y su total rechazo al golpe de Estado financiado y apoyado por los Estados Unidos, que fue el inicio de la entrega del territorio nacional a las empresas transnacionales en detrimento de los derechos del pueblo Lenca y de la población hondureña. Exigimos de manera inmediata y definitiva que se cancele la concesión de DESA sobre el Río Gualcarque y que corra libre el río Gualcarque. Si el gobierno realmente quiere hacer justicia exigimos que se cancelen todas las concesiones mineras, de represas, de bosques y todos aquellos proyectos que atentan contra la soberanía nacional”.

“Mataron a Bertha”. “No puede ser”. Duele. Indigna. Es una sensacion devastadora. Pero intento que esta hondureña tristeza no nos invada todos los centímetros de nuestra piel. La magia de la chamana guerrera nos pide que no aflojemos. Ella no quiere ser bandera. Quiere que hagamos las revoluciones que faltan, para que no muera el río, para que no muera el bosque, para que no haya más femicidios, para que el racismo no siga cobrando su cuota de muertes. Ella sigue repitiendo, ahora desde la urgencia del grito negado: “Despertemos, humanidad”.

Fuente: http://contrahegemoniaweb.com.ar/para-bertha-caceres-de-su-hermana-argentina-claudia-korol-el-grito-negado/

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Desde Cuba José Mario González: La convocatoria es a ser mejores educadores

Caribe Insular/Cuba/Trabajadores CU

La convocatoria  por el Día del Proletariado Mundial llama a ser mejores educadores, expresó José Mario González, secretario general del buró sindical de la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas.

“Es un llamado a enaltecer el trabajo, en nuestro caso, a consolidar la educación superior cubana, a  dar clases de alto rigor pedagógico e influir positivamente en la formación de las nuevas generaciones”, argumentó el también profesor de la casa de altos estudios villaclareña.

Se refirió además que como advenimiento a la  fecha el colectivo se ha propuesto metas sindicales como por ejemplo perfeccionar  el funcionamiento de la organización en la base y otras educacionales  con el propósito de hacer más eficiente el proceso docente educativo e  investigativo.

Los profesores y estudiantes de esta institución educacional desfilarán como es tradicional  por la Plaza de la Revolución  Comandante Ernesto Che Guevara, como parte del bloque del sindicato al que pertenecen prestigiando el mismo a partir de los relevantes resultados   de la más multidisciplinaria universidad cubana, la cual  ha sido categorizada de Excelencia.

“El colectivo expondrá  frente al Guerrillero Heroico la firme convicción de ser dignos herederos del legado del líder histórico de la Revolución, Comandante en Jefe Fidel Castro y además enarbolando otras motivaciones patrióticas para continuar la obra emprendida”, puntualizó.

Fuente: http://www.trabajadores.cu/20170407/la-convocatoria-mejores-educadores/

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Asesinan a Isidro Baldenegro, luchador por el medio ambiente en la Sierra Tarahumara

Por: Desinformémonos. 20/01/2017

Chihuahua I  Isidro Baldenegro López, luchador social indígena de la Sierra Tarahumara fue asesinado el 14 o 15 de enero en la vivienda de un familiar, en la comunidad de Coloradas de la Virgen, en el municipio de Guadalupe y Calvo. Testigos del asesinato señalan que los autores están vinculados a quienes han matado a otros indígenas de la región por defender su territorio de la tala clandestina.

Isidro, fue encarcelado el 22 marzo de 2003 por defender su territorio, en ese tiempo tenía 38 años. Luego de unos meses, fue puesto en libertad. En abril de 2005, recibió el Premio Goldman en San Francisco, California, el máximo galardón otorgado a los defensores del medio ambiente.

Isidro logró la suspensión de la explotación del bosque de Coloradas de la Virgen, pero en marzo del 2003, cuando fue detenido por agentes judiciales, en su hogar, en compañía de su vecino y amigo Hermenegildo Rivas Carrillo, les fueron sembradas armas de uso exclusivo del Ejército y una bolsa de semillas de mariguana . El indígena estuvo “acusado de un delito que le fue armado, en circunstancias injustas y violatorias de los derechos humanos”.

Baldenegro defendió el bosque comunal de Coloradas de la Virgen, que hasta la fecha tiene litigios relacionados con la tala de árboles y el territorio, y que se han sumado a lo largo de toda la Sierra Tarahumara, por la presencia de grupos delictivos que se han ensañado principalmente contra los rarámuri y las otras tres etnias que comprende la región serrana chihuahuense.

La revista Proceso documenta que hace trece años después del encarcelamiento y liberación de Isidro, su gente vive secuestrada en la Sierra Tarahumara, los delincuentes han tomado los caminos y brechas por las que se reunían y encontraban para fortalecer su cultura y su comunidad. En este contexto, es que Isidro fue asesinado este fin de semana.

Hace más de un año, otro de sus hermanos fue herido cuando intentaron asesinarlo en esa misma comunidad. Ahora, él y parte de su familia viven desplazados por el crimen organizado en otro municipio de la entidad. También han perdido a otros integrantes de la familia por esta situación.

Isidro Baldenegro participó en el 2003 en un bloqueo de la carretera en la Sierra Tarahumara, porque por ahí pasaban los camiones madereros para transportar árboles talados a pesar de su prohibición por una orden de un juez, en 2002.

Baldenegro López tenía 50 años de edad. Aún no hay más datos sobre su muerte, solo se sabe que su hermano Francisco acudió a tierras de Guadalupe y Calvo a dar santa sepultura a Isidro.

Isidro Baldenegro López (in foreground), 2005 Goldman Environmental Prize Winner, North America (Mexico), at home in the village of Coloradas de la Virgen, Chihuahua, where he opposes illegal logging operations.

Fuente: https://desinformemonos.org/asesinan-isidro-baldenegro-luchador-medio-ambiente-la-sierra-tarahumara/

Fotografía: desinformemonos

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Entrevista a Bertha Zúniga (hija Berta Cáceres):“Nunca vamos a abandonar la lucha por la verdad y la justicia»

10 Julio 2016/Fuente:LINyM /Autor:Giorgio Trucchi

La noche del 2 de marzo pasado, en las afueras de la ciudad de La Esperanza, al occidente de Honduras, la dirigente indígena y coordinadora del Copinh, Berta Cáceres, caía bajo las balas asesinas de quienes querían silenciar su compromiso y lucha contra el modelo extractivista, que privatiza y saquea los bienes comunes de la naturaleza. Cuatro meses después, su hija Bertha dice que aún falta mucho para garantizar la verdad y la justicia


– A cuatro meses del asesinato de tu mamá, ¿Cómo sigue la lucha para que este crimen no quede impune?

– Han sido 4 meses bastante intensos y difíciles, no solamente por el impacto emocional de una pérdida tan grande, sino también por todas las barreras que hemos encontrado en el camino hacia una justicia profunda y verdadera. Nos hemos enfrentado a obstáculos diversos, principalmente creados por el Estado de Honduras.

A 4 meses del asesinato de mi mami siguen excluyéndonos de las investigaciones y no tenemos acceso a ninguna información. Las detenciones que se han hecho, más bien parece una reacción del Estado para quitarse de encima la fuerte presión que se ha generado a nivel nacional e internacional. No hay duda que los autores intelectuales aún están libres.

Además de exigir el acceso a la información, tanto nuestra familia como el Copinh (Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras) queremos ver algo que indique que de verdad se están dando pasos para garantizar justicia, como por ejemplo parar el proyecto hidroeléctrico Agua Zarca, analizar todos los factores y elementos que llevaron a la muerte de mi mamá, qué relación hay entre su muerte y el intento de parar la lucha del Copinh.

Pero no todo es negativo. Hay un clamor popular mundial exigiendo justicia que ha sido el factor determinante para lograr algunas victorias. Si hay detenciones que involucran a empleados de la empresa Desarrollo Energéticos S.A. (DESA) y a militares activos, en un país donde las tasas de impunidad son altísimas, es porque ha habido una gran presión popular y muchas expresiones de solidaridad con nuestra familia y el Copinh.

– La jornada de Acción Global convocada por el Copinh el 15 de junio ha sido un éxito rotundo.

– Fue una acción colectiva que trascendió las fronteras y que fue un éxito total. La respuesta fue impresionante. Por lo menos en 30 ciudades de 20 países del mundo se han desarrollado actividades frente a las embajadas de Honduras o en lugares públicos y concurridos. Hubo mucha participación y una creatividad muy marcada. Sirvió para respaldar a nivel mundial las exigencias de nuestra familia y del Copinh de crear una comisión investigadora independiente e imparcial a través de la Cidh (Comisión Interamericana de Derechos Humano) y cerrar definitivamente el proyecto Agua Zarca.

– Es una muestra del gran aprecio por la lucha de Berta y del Copinh

– Es así, y se mezcla con un profundo sentimiento de indignación y con la gana de mucha gente de hacer algo ante ese crimen. Son espacios muy importantes para nuestra familia y el Copinh, como voces que impulsan sin descanso la exigencia de justicia.

Es por eso que este 4 de julio, con el Copinh estamos lanzando un ‘tuitazo mundial’ con los hashtag #JusticiaParaBerta #4MesesSinJusticia #ComisionIndependienteYa

– ¿Cuáles han sido los momentos más difíciles?

– Nos hemos enfrentado a instituciones que en vez de impartir justicia se caracterizan por los altos niveles de impunidad. Nos han cerrado el acceso a las informaciones y siguen viendo el caso de mi mamá de forma muy limitada, sin una visión integral, reduciendo a toda costa la magnitud de su asesinato. Además, la investigación ha mostrado muchas irregularidades y eso alimenta la desconfianza.

El Estado no ha reaccionado ante la propuesta de conformar una comisión investigadora independiente. Hace dos meses la Cidh se pronunció a favor y dio su disponibilidad, pero el Estado de Honduras ni siquiera ha mencionado esta posibilidad. 

Lo que reina es siempre y sólo el silencio hacia las víctimas.

– ¿Qué idea te has hecho de este silencio?

– Nunca hemos ocultado nuestro convencimiento acerca de la carga de responsabilidad que tiene el Estado en el asesinato de mi mamá. Obviamente el Estado no va a investigarse a sí mismo, ni mucho menos va a investigar su negligencia en el caso. 

Pero también creemos que se trata de una medición de fuerza entre los movimientos sociales y populares que claman justicia y la oligarquía política y económica del país, representada en las instituciones del Estado. 

Si esto queda en la impunidad van a seguir matando a muchas más personas.

– ¿Qué ocurre con DESA y el proyecto Agua Zarca?

– La empresa ha tratado de limpiarse las manos de todo lo que tiene que ver con el asesinato de mi mamá. En todos los comunicados omitió el nombre de la empresa DESA, firmándolos como Proyecto Hidroeléctrico Agua Zarca. A pesar de estar como medio suspendido, sabemos que DESA no tiene la intención de cerrarlo.

Hace unos días, en un programa de televisión de un canal nacional, invitaron a una ingeniera de DESA. Por más de una hora habló de los beneficios de la energía hidroeléctrica, de lo fantástico que será el proyecto Agua Zarca para las comunidades lenca, al tiempo que criminalizó la lucha del Copinh. 

Dijo que solamente hay unas 20 personas que están en contra del proyecto, y que no hay que reconocer a quienes se oponen a Agua Zarca como una entidad beligerante y de denuncia.

Es evidente que se trata de una estrategia para limpiar la imagen de DESA y debilitar al Copinh. Lo más vergonzoso fue que en ningún momento se refirieron al asesinato de mi mamá.

– Una misión del banco holandés FMO, uno de los principales financiadores del proyecto Agua Zarca, llegó a la zona para recoger las opiniones de las comunidades. ¿Qué informaciones tienes acerca de esta visita?

– Hasta el momento la misión no ha sacado ningún informe público. Ha habido un pronunciamiento en el pasado de que estarían retirándose de la inversión, aunque no sabemos qué significa exactamente. 

Tenemos informaciones de que podrían triangular el dinero para seguir financiando el proyecto. Eso nos preocupa. Mientras tanto seguimos con la campaña fuerte contra cualquier tipo de financiación de Agua Zarca.

– ¿Y cómo está el Copinh?

– El Copinh ha sufrido un duro golpe y le ha costado recuperar una dinámica de trabajo que encauce toda la indignación que el asesinato ha generado en las comunidades. Se está recomponiendo después de este golpe y está replanteando el escenario de lucha, aunque la agresividad contra la organización está creciendo.

Hay un gran entusiasmo y una gran firmeza. Hoy más que nunca hay un fuerte compromiso con continuar y fortalecer la lucha a nivel comunitario.

– Meses difíciles para ti, tus hermanas y hermano, la familia, el Copinh. ¿Has logrado mantener cierto equilibrio entre el antes y el después del asesinato de tu mamá?

– Han sido meses muy complicados, y nos hemos encontrado haciendo cosas que nunca planificamos, ni pensamos que pudiesen ocurrir. Pero las enseñanzas de nuestra mamá han sido bastante importantes. Nos inculcó los principios para seguir en este camino y he tratado de mantener cierto equilibrio aunque no ha sido fácil.

La semana pasada terminé mis evaluaciones semestrales en la universidad en México, donde vivía al momento del asesinato. Estaba muy atrasada pero lo logré. Voy a regresar a México para continuar mis estudios, pero sin dejar la lucha.

Estemos donde estemos, nunca vamos a abandonar la lucha. Aunque nuestra vida ha dado un giro inesperado, seguimos con el entusiasmo y la energía del espíritu de mi mami.

Fuente de la entrevista:  http://nicaraguaymasespanol.blogspot.com/2016/07/honduras-nunca-vamos-abandonar-la-lucha.html

Fuente de la imagen: http://3.bp.blogspot.com/-qV7qvuGTgzw/V3vI6SFIX3I/AAAAAAAArP0/73okNr4qN6oS8WrnREtlJM7zsPRd_T4_gCK4B/s1600/bertita.jpg

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Justicia para Berta es revolucionar las revoluciones

Claudia Korol

Justicia para Berta es sobre todo multiplicar las revoluciones, los sueños, la confianza en nuestras luchas, la lealtad en la amistad, el diálogo de saberes, la espiritualidad rebelde de los pueblos. Es seguir sosteniendo y reinventando la esperanza, contra todos los malos pronósticos que siembran el odio y el sálvese quien pueda.»

En distintos lugares del mundo hoy estamos exigiendo justicia para Berta.

Es necesario hacerlo, aunque sea difícil exigir con este nudo en la garganta, con este agujero en el corazón, y esta herida en la piel.

Es importante nombrar a Berta, aunque al hacerlo una toma conciencia una y otra vez del desgarro gigantesco que provoca su ausencia.

Ayuda saber que otras y otros están reunidos en distintos puntos del planeta, con la presencia de Berta tan cercana, desde el día de su crimen.

Ayuda saber que estaremos abrazando a Salva, su hijo, que tanto creció en el dolor hasta parecer que nos sostiene a todxs, y abrazando a distancia a sus hijas, y a mamá Berta, de las que seguimos aprendiendo a caminar erguidas.

En esta Argentina, en este sur del mundo, en el centro de la ciudad de Buenos Aires, alrededor del Obelisco porteño, donde tantas veces caminamos con Berta, la nombraremos entre muchas organizaciones sociales que aprendimos con ella que se puede andar con dignidad las batallas que parecen perdidas, que se puede crecer desde la raíz, que se puede ser río y selva, tierra y semilla.

Justicia para Berta, es la exigencia de una comisión investigadora independiente, sí.

Justicia para Berta, es la demanda de que se suspenda definitivamente la hidroeléctrica en el Río Gualcarque, sí.

Justicia para Berta, es el reclamo de que los Bancos dejen de financiar al Estado terrorista de Honduras, sí.

Justicia para Berta es todo eso, sí. Pero es sobre todo multiplicar las revoluciones, los sueños, la confianza en nuestras luchas, la lealtad en la amistad, el diálogo de saberes, la espiritualidad rebelde de los pueblos. Es seguir sosteniendo y reinventando la esperanza, contra todos los malos pronósticos que siembran el odio y el sálvese quien pueda.

Justicia para Berta es refundar nuestras revoluciones anticapitalistas, antipatriarcales, descolonizar nuestro pensamiento, es revolucionar a nuestras izquierdas machistas y racistas, desaprender nuestros modos de no entendernos y de no escucharnos.

Justicia para Berta es no tener miedo a vivir nuestra utopía, nuestra ley, nuestra manera de estar en el mundo el tiempo que nos toque, y sembrar… no sembrarnos, sembrar la tierra de esta humanidad rota, hasta que nazcan las rebeldías necesarias, fertilizando el horizonte, sin darle posibilidades ni guiños derrotistas a la derrota.

Justicia para Berta es habitar las calles, las plazas, los amores, con la libertad ganada en más de cinco siglos de resistencia.

Fuente del articulo: http://www.biodiversidadla.org/Principal/Secciones/Noticias/Justicia_para_Berta_es_revolucionar_las_revoluciones

Fuente de la imagen:http://i2.wp.com/www.marcha.org.ar/wp-content/uploads/2016/06/Berta.Nota_.Pa%C3%B1uelos.jpg?resize=600%2C300

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Más allá de un gran deportista: Muhammad Ali, el boxeador que golpeó a las conciencias

Por: La Revista chilena London Prize

Esta historia comienza con un joven alto de 18 años, que hace muy poco había viajado a Europa, participado en las Olimpiadas de Roma 1960 y logrado una histórica medalla de oro en boxeo en la categoría de pesos pesados. Un logro notable tomando en cuenta la ventaja que los países de la órbita socialista tenían sobre las preseas en ese deporte. Así, el joven Cassius Clay se había transformado rápidamente en una celebridad debido a su corta edad y extrovertida personalidad.

Sin embargo un día en Miami quiso entrar con un amigo a un restaurant del centro de la ciudad, uno exclusivo en donde pudiera alardear frente a los blancos de clase alta su triunfo, sin embargo al entrar al local fue rechazado inmediatamente por su color de piel y expulsado ante tamaña osadía.

De este modo Clay fue consiente por primera vez en su vida que no importaba lo que hiciera ni la medalla que había logrado para su país, esto porque el sistema segregacionista en los Estados Unidos no tenía excepciones, no importaba cuan famoso fueras, siempre serías un ciudadano de segunda clase. De pronto algo germinó en ese joven, algo le dijo que la vida ya no se volvería a vivir con liviandad y sin mayores preocupaciones más que el boxeo. Pero al igual que cuando un púgil soporta la ráfaga de golpes para poder contragolpear, esperó su momento y este vendría en 1964 cuando derroto al brutal Sonny Liston, el campeón de la mafia, un ex presidiario que era el rey de los pesos pesados, violento y sin muchas nociones del momento político de su época, él solo cumplía el papel de sus amos, era un gorila para que el boxeo siguiera siendo un deporte de bajos fondos en donde los apostadores ganaran su parte en el espectáculo.

Clay, como se llamaba en ese momento, fue hábil con un buen manejo publicitario, saliendo en televisión llamando “oso feo” a su rival, acusándolo públicamente de ser un matón de cuarta categoría, incluso llegó a reunirse con The Beatles, cuando solo era .en ese momento- “el retador”, pero logrando incluso ser más llamativo en lo público que los mismísimos cuatro de Liverpool. Y es que Clay sabía boxear flotando con sus pies en el ring y picando como una abeja, pero también sabía boxear fuera del ring y comprender su época en la que los medios de comunicación comenzaban a consolidar su poder. Así llego el día de enfrentar al terrible Sonny Liston, y esta pelea tuvo de todo en los primeros asaltos. Esa noche del 25 de febrero de 1964, Clay flotaba en el aire, Liston lo perseguía para intentar darle alguno de sus lentos y telegrafiados golpes, pero nada funcionaba , así que el campeón de la mafia buscó otros métodos, se untó los guantes con un químico irritante y salió al 4to asalto a amarrar a su rival frotándole los guantes, Clay cegado, intentó sobrevivir hasta que pudo llegar su esquina y ser socorrido. Lo siguiente fue una paliza para Liston, jab de izquierda llovían en su rostro y no encontraba forma alguna de conectar limpiamente a su rival, ante el fracaso en el 6to asalto Liston, como digno matón, alegó una lesión al hombro y se retiró, ese fue el fin de Liston y el comienzo de la leyenda cuando ante 9 mil espectadores que lo aclamaban en el Miami Beach Center, Clay gritaba subido en las cuerdas “Soy el Rey del mundo“.

Al día siguiente de esa histórica pelea, el 26 de febrero de 1964 y cuando todos los medios y ojos del mundo estaban sobre él, Cassius Clay anunciaba su nuevo nombre y se declaraba públicamente como miembro de la Nación del Islam. De este modo señalaba: “Cassius Clay era mi nombre de esclavo, no lo escogí, no lo quería, y Muhammad Ali es el nombre de un hombre libre“. Así nacía la leyenda de Muhammad Ali.

Al principio el medio del boxeo creyó controlar a Ali, pero más bien fue al revés, ahora con el poder mediático que le producía ser campeón peso pesado del mundo, entró en contacto con el célebre activista Malcolm X, un pastor musulmán que proclamaba la emancipación racial de los afroamericanos en Estados Unidos. Su ingreso a la Nación Islam, una organización islamista “satanizada” por los medios de comunicación de la época, cayó como un balde agua fría en sectores cristianos blancos conservadores.

muhammad Ali y Malcolm X

En la fotografía: Muhammad Alí junto a Malcolm X.

Sin embargo su golpe maestro al establishment norteamericano se produjo en 1966, cuando se proclamó públicamente objetor de conciencia y se negó ir a la Guerra de Vietnam, agregando “que ningún vietcong lo había llamado negro en su vida“, cosa que sí le habían dicho compatriotas en su propio país. Esto provocó todo tipo de reacciones y encendió la hoguera en los Estados Unidos. Así, Ali fue despojado por secretaria de su título debido a su negación de participar en la guerra y declararse públicamente en contra de ésta, quedando sin licencia para combatir en Estados Unidos hasta 1970, después de este periodo en el que sobrevivió a duras penas gracias a la ayuda de otros púgiles como Joe Fraizer, volvió a luchar con múltiples combates entre el que destaca tal vez el más conocido de todos ocurrido el 30 de octubre de 1974, cuando en un multitudinario estadio en Kinshasa, Zaire, venció a George Foreman, probablemente el púgil con más fuerza física que haya existido, en un combate espectacular en donde Ali logró noquearlo con más inteligencia que fuerza.

Alí, mucho más que un gran deportista

Los combates de Ali son celebres y sería una tautología repetirlos y hablar de ellos una y otra vez. Además, es muy probable que los medios estén hablando de esto durante días y veamos una y otra vez repeticiones de sus cómicas declaraciones y espectaculares reflejos. Sin embargo, Muhammad Ali no solo fue el más grande por hacerlo bien, fue y será el deportista más grande, por ser capaz de indignarse cuando había que hacerlo, de retar al sistema cuando éste debía ser retado, de proclamar sus derechos en público y hacer y decir “lo incorrecto” cuando la situación lo ameritaba y ser capaz vivir con las consecuencias.

De 1966 a 1970 estuvo cuatro años sin trabajo, por creer en lo correcto, participó activamente en la defensa de los derechos civiles y raciales. El legado de Ali no se trata de golpes, fintas y KO. Sino de conciencia, de saber que cuando tienes una pantalla en frente no tienes solo la oportunidad de hablar de a cuántos bautizos has ido, de cuántos tatuajes, caballos y autos tienes. Se trata de entender el medio, el entorno en el que vives y ser capaz de ser consciente que tanto en 1960 como hoy la desigualdad, el racismo, el clasismo y la pobreza siguen siendo tan lacerantes como siempre y que tú a pesar de tus millones sigues teniendo un origen y clase de la cual ser consiente.

Es por esto y muchas más cosas, que Ali no solo será recordado como uno de los más grandes deportistas en la historia, Ali es una leyenda y un ejemplo a seguir, porque peleó también fuera del ring por sus convicciones y por aquello que creía correcto y  asumió las consecuencias aún cuando era más cómodo no hacerlo. Ali fue un boxeador que golpeó la conciencia de millones en el mundo, un artista, un deportista y un activista, activista. Muhammad Ali se ganó el derecho de llevar el nombre de un hombre libre y que a pesar de su muerte a sus 74 años, seguirá golpeando a esas figuras que con mucha técnica y millones, solo serán recordadas por que fueron buenos, pero que no serán la leyenda de alguien que encarnó el cambio social y se negó a aceptar lo injusticia como algo normal, aunque un golpe de conciencia siempre puede llegar: “Porque imposible es solo una palabra que usan los hombres débiles para vivir fácilmente en el mundo que se les dio, sin atreverse a explorar el poder que tienen para cambiarlo” (Muhammad Alí).

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