Los manuales de convivencia: retos para una educación en el posconflicto

08 de febrero de 2017 / Fuente: http://compartirpalabramaestra.org/

Por: Edgardo Romero Rodríguez

Así como una sociedad llega a acuerdos de convivencia a modo de un contrato social, un colegio también necesita esos acuerdos mínimos de convivencia.

Las instituciones educativas pueden ser vistas como unas microsociedades en donde las relaciones de poder, las jerarquías, los diálogos y los conflictos, son elementos esenciales de su naturaleza social, por lo tanto, así como una sociedad llega a acuerdos de convivencia a modo de un contrato social que hoy se manifiesta en regímenes constitucionales en la mayoría de los Estados del mundo, un colegio también necesita esos acuerdos mínimos de convivencia.

Antes de la Constitución de 1991 y de la Ley General de Educación 115 de 1994, los colegios ya tenían un reglamento, pero era una especie de manual de funciones para los diferentes estamentos educativos y dejaba por fuera las relaciones entre comunidad educativa de estudiantes, padres de familia y docentes. Existían casos excepcionales como el de los colegios Benposta, que proponían ya para esa época la idea de autogobierno Escolar, donde los mismos estudiantes asumían responsabilidades de sus procesos disciplinarios.

El artículo 87, de la Ley General de Educación, plantea: “Los establecimientos educativos tendrán un reglamento o manual de convivencia, en el cual se definan los derechos y obligaciones de los estudiantes. Los padres o tutores y los educandos al firmar la matrícula correspondiente en representación de sus hijos, estarán aceptando el mismo”. Este mandato al igual que los Proyectos Educativos Institucionales (PEI), llevó a una fiebre de manuales de convivencia en los colegios de Colombia, a tal punto que algunas instituciones contrataron a “expertos” para su elaboración, sin tener en cuenta, que la idea de manual de convivencia tenía su asidero en que una sociedad es una comunidad de hablantes que pueden llegar a acuerdos intersubjetivos, (Habermas, 1987).

En este sentido, la idea es que la misma comunidad educativa llegara a acuerdos mínimos para una convivencia sana, y para eso se necesitaba el aporte de directivos, docentes, estudiantes, padres de familia e incluso de la comunidad de influencia en el entorno del colegio; esto no quitaba la necesidad de recibir algunas asesorías jurídicas y de redacción para el documento final. Sin embargo, la mayoría de los colegios en Colombia hicieron la tarea de convocar a la comunidad para su creación.

Los que pensaron que con la implementación de los manuales de convivencia en los establecimientos educativos, acabaría con los conflictos, estaban centrados en la idea de una paz negativa, en el sentido de que piensan que los acuerdos son el fin de los conflictos, a cambio de ello,  existe el concepto de paz positiva (Lederach , 2000), en que los acuerdos son vistos como una manera de transformar los conflictos en oportunidades de los cuales se aprende. Pero que ellos estarán presentes en la sociedad mientras existan personas que tienen que negociar sus intereses, motivaciones y necesidades.

Los colegios son una microsociedad, como ya lo habíamos planteado, que se garantizan precisamente por estar conformados por personas insociablemente sociables, según la tesis de Kant (Kant , 2003) en su extraordinario ensayo de la paz perpetua, el cual plantea que los seres humanos son sociables por naturaleza, necesitan del otro, del par, del amigo para poder convivir; pero en esa sociabilidad entran en conflicto con esos mismos seres que necesita, por el choque de intereses, desacuerdos, malos entendidos, y por lo tanto, se necesitan firmar tratados que eviten las reservas mentales, es decir, pactos de convivencia que prevengan conflictos futuros.

Ahora bien, esos pactos de convivencia no pueden ser vistos como un documento cerrado, y lo pactado es un especie de statu quo en donde no se admite ningún cambio, como la sociedad cambia los establecimientos educativos también, por lo tanto, los manuales tienen que ser unos dispositivos dinámicos que no pueden estar escritos en mármol, sino que tienen que tener las puertas abiertas para incluir los nuevos enfoques e ideas que surgen de una nueva lectura de la realidad.

Uno de los primeros cambios que tuvieron que enfrentar los manuales, fue la atención especial a la idea de educar en la paz y los derechos humanos, el manual de convivencia no podía ser ese documento policivo que sólo busca disciplinar los cuerpos (Foucault , 1990), sino más bien, una herramienta para convivir en paz y promover la defensa de los derechos humanos.

Con el surgimiento de la ley 1620 de 2013 que creó el sistema Nacional de convivencia escolar, las instituciones educativas se ven en la necesidad de incluir en sus manuales los organismos que  propone esta ley, lo mismo que las rutas de atención y los protocolos para precisamente estar atentos a los conflictos escolares y evitar la violación de los derechos humanos en el proceso de abordaje.

Aunque no basta con lo que propone la ley, se necesita un verdadero acuerdo de convivencia que tenga en cuenta las necesidades de los estudiantes y que contribuya a mejorar el clima escolar por medio de una nueva forma de vida en las instituciones educativas, que empiecen por un modelo educativo democrático y participativo, que expulse de las aulas de clase el regaño como pedagogía y que forme verdaderos ciudadanos respetuosos de las instituciones y las normas. Pero también, que al mismo tiempo tenga un análisis crítico de la sociedad que parta del recuerdo, porque una educación sin recuerdo es inhumana.

La mayoría de las instituciones educativas de este país les tocó vivir el conflicto armado en la puerta del colegio, eso implica un mayor reto de cara al posconflicto, por lo tanto, el modelo educativo que afronta los rezagos que dejó la violencia, tiene que dar cuenta de una memoria colectiva que sirva  como fundamento para la no repetición, una educación para la paz y los derechos humanos que tenga en cuenta el rostro del otro, desarrollar lo que Lévinas denomina la “sensibilidad del rostro” (Lévinas , 1989).

En la Institución educativa Normal Montes de María, institución donde laboro, no está exenta de este reto, mayor aun cuando fue blanco de desaparición forzada, desplazamiento y reclutamiento. El esfuerzo que hemos venido haciendo todos estos años nos ha llevado a replantear nuestro modelo educativo orientado desde la escritura y la oralidad, con elementos de educación para la paz, lo mismo que la puesta en marcha de proyectos transversales en educación ambiental, sexualidad, educación en ejercicio de los derechos humanos y uso de tiempo libre.

Eso ha implicado una revisión constante de nuestro manual de convivencia, que desde el primer momento tomó elementos del colegio Benposta con su modelo de autogobierno escolar y se incluyeron categorías en el marco de la educación en ejercicio de los derechos humanos, y el último cambio que realizamos, tuvo que ver con los ajustes propios de la ley 1620 y algunas sentencias de la corte constitucional.

Todos estos cambios no se han realizado de manera unilateral, han sido el producto constante de acuerdos y diálogos permanentes con la comunidad educativa donde la palabra del estudiante ha sido prioritaria. Una manera adecuada para enfrentar los retos del posconflicto, pasa por replantar nuestros modelos educativos y reformar los manuales de convivencia para formar ciudadanos participativos, democráticos y sensibles con el otro, que no vean en la violencia física y verbal como la manera más adecuada de resolver sus conflictos sino el diálogo, el acuerdo, el respeto por los derechos humanos y la civilidad como referentes mínimos de convivencia.

REFERENCIA

Foucault, M. (1990). Vigilar y castigar: nacimiento de la prisión. siglo xxi.

Habermas, J. (1987). Teoría de la acción comunicativa . Madrid : Taurus.

Kant, I. (2003). La paz perpetua .

Lederach, J. (2000). El abcé de la paz y los conflictos: Educar para la paz. Los libros de la catarata.

Lévinas, E. (1989). Éthics as first philosophy. The Lévinas reader.

Fuente artículo: http://compartirpalabramaestra.org/columnas/los-manuales-de-convivencia-retos-para-una-educacion-en-el-posconflicto

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¿Se olvidaron de los estudiantes en la pelea de los manuales?

Por: Martin Almada

La tarea de Mineducación de revisar los manuales de convivencia de colegios del país se convirtió en un debate político y religioso. En el fondo del asunto están los derechos fundamentales de los estudiantes.

 La revisión de los manuales de convivencia en los colegios de Colombia se convirtió en una polémica política y religiosa, que olvidó por completo la razón fundamental por la que, el año pasado, la Corte Constitucional le ordenó al Ministerio de Educación iniciar este proceso. El objetivo primordial fue que se examinaran esos manuales para corregir aquellos artículos en los que se violaban los derechos fundamentales de los estudiantes. No solamente pidió que se eliminaran fragmentos que se pudieran entender como discriminatorios en contra de la población LGBTI, sino también aquello que violara el derecho al libre desarrollo de la personalidad, o de cualquier otro derecho fundamental.

En el debate político que han protagonizado la ministra de Educación, Gina Parody, y el procurador general, Alejandro Ordóñez, desde el fin de semana pasado, que además terminó involucrada una imagen pornográfica y una posible denuncia penal, la tarea de revisión de esos manuales de convivencia quedó reducida a que se trata de una estrategia por parte del Ministerio que, en palabras de Ordóñez, busca “adoctrinar a nuestros hijos y nuestros nietos en la ideología de género”. El rifirrafe comenzó el domingo pasado cuando, por redes sociales, empezó a circular una imagen pornográfica que supuestamente era parte de una campaña de orientación sexual del Ministerio de Educación.

Gina Parody defendió a su entidad y explicó que nada tenían que ver con la divulgación de esa imagen, aclaró que se trataba de un cómic de pornografía belga y acusó a algunos funcionarios de la Procuraduría de contribuir en la promoción de esas falsas cartillas. Ordóñez hizo lo mismo. Le dijo a la ministra, sin reproches, que era una mentirosa. En ese momento los rumores de una posible denuncia penal en contra de Parody por injuria y calumnia calentaron todavía más el enfrentamiento. Ayer, el procurador delegado para la descentralización y las entidades territoriales, Carlos Augusto Mesa, le pidió que se retractara públicamente de haber señalado al Ministerio Público como el promotor de la cartilla sobre educación sexual y con contenido pornográfico.

Hasta aquí los rumores de la supuesta cartilla estaban aclarados. Pero otro cuadernillo educativo se unió ayer a la polémica. Se trata de una cartilla publicada por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa), bajo el nombre “Ambientes escolares libres de discriminación”, que busca promover reflexiones “sobre las orientaciones sexuales e identidades de género no hegemónicas en la escuela”. Concejales como Marco Fidel Suárez y la diputada de Santander Ángela Hernández lo han consideraro una herramienta para la “colonización homosexual de las aulas”.

Esta es la portada de la cartilla publicada por la Unfpa.

Ante las críticas, la ministra Parody insistió en que, a pesar de llevar el logo del Ministerio, el documento no fue autorizado por su cartera y sólo es una especie de borrador del trabajo que se quiere lograr a nivel nacional, junto a Unicef y Unfpa, en colaboración con la Mesa LGBTI de Bogotá, Colombia Diversa y otras ONG. Sin embargo, cientos de padres de familia y profesores del país convocaron a marchar este miércoles en contra de la posición del Ministerio. Esta iniciativa tiene además el respaldo de la Iglesia católica que, en cabeza del cardenal Rubén Salazar, felicitó a los papás que saldrán hoy a protestar y reiteró que la Iglesia está “en contra de la ideología de género”.

En cambio, para Francisco Cajiao, experto en educación y rector de la Fundación Universitaria Cafam, estas marchas “muestran un sentimiento en contra de la diversidad y son el reflejo de la estupidez”. Como explicó con una metáfora, decir que estas directrices promueven la homosexualidad, como lo han asegurado algunos sectores conservadores, es tan ridículo como decir que si en un manual de convivencia se incluye que los niños de baja estatura deben tener un pupitre especial, se está promoviendo la baja estatura. “Significa más bien que se reconoce la baja estatura”, concluyó Cajiao.

Para este experto, los colegios deben respetar y cumplir con lo que ordenan instancias como la Corte Constitucional porque, finalmente, son ellos los que protegen los derechos fundamentales. Esta idea la respalda el exsecretario de Educación de Bogotá Óscar Sánchez, quien dijo además que respetar los derechos de una comunidad como la LGBTI “es un tema básico de la civilización contemporánea que defiende únicamente los derechos humanos. Lo que el Ministerio les está planteando a los profesores es que hay que entender la diversidad como una condición que no resta valores y que además hay que enseñar a respetar”.

“Los padres de familia y profesores que están alegando por el contenido de las cartillas olvidaron que lo que realmente ordenó la Corte en el fallo de Sergio Urrego es que se protejan los derechos fundamentales sin importar la orientación sexual de los estudiantes, su identidad de género, su color de piel y su libertad religiosa”, le explicó a este diario Marcela Sánchez, directora de Colombia Diversa. Para organizaciones como la que dirige Sánchez, es claro que este debate se ha debido generar desde hace muchos años, pues no es la primera vez que la Corte protege los derechos de los estudiantes por encima de las condiciones de conducta que imponen los colegios.

A revisar manuales

Desde hace más de 10 años la Corte Constitucional se ha convertido en un guardián de los derechos de los estudiantes que, por ejemplo, eran retirados de instituciones educativas por el simple hecho de tener un piercing o llevar el cabello más largo que lo establecido en sus manuales de convivencia. Ha dicho además que un colegio tampoco puede excluir a un estudiante por su orientación sexual y que tampoco puede discriminarlos por ello. Sergio Urrego es el claro ejemplo de cómo una institución violó sistemáticamente sus derechos y que terminó siendo un caso de discriminación que tuvo el peor de los desenlaces: el suicidio.

Es precisamente esta la razón por la que la Corte le ordenó al Ministerio, en septiembre del año pasado, que se eliminaran todas las palabras ambiguas o artículos que violaran los derechos fundamentales, tanto de la población LGBTI, como de cualquier otro estudiante. Para esta tarea, el Ministerio construyó 30 preguntas orientadoras que socializan en talleres para que los rectores, junto a las secretarías de Educación, pudieran revisar autónomamente sus manuales y cumplir con lo que este alto tribunal ha insistido desde hace muchos años. A la fecha, dice el Ministerio, se han realizado 125 talleres en 73 de las 95 secretarías de Educación del país.

De los hallazgos más relevantes, en los 3.880 manuales que se han revisado hasta ahora, es que, por ejemplo, hay colegios que consideran que llevar el pelo largo o tener un piercing es igual de grave a discriminar a un compañero, ya sea por su color de piel o su orientación sexual. “Los manuales de convivencia revisados aún mantienen normas y sanciones en relación con aspectos estéticos de los estudiantes que vulneran el derecho al libre desarrollo de la personalidad. El efecto de esta vulneración es la expulsión, por lo tanto, se vulnera el derecho a la educación”, explica el Ministerio.

“Otra cosa que olvidaron los padres de familia es que la revisión se hace también para crear entornos sin violencia y sin discriminación. Ellos no se están preocupando por esto. Se les olvidó que sus hijos tienen el derecho de vivir sin violencia y tienen que aprender a respetar las diferencias”, le explicó Marcela Sánchez a este diario. Pero además, agregó Sánchez, recordando lo dicho por la Corte Constitucional a raíz de la sentencia que amparó los derechos de Sergio Urrego y su mamá, las medidas ordenadas al Ministerio de Educación buscan también un objetivo que debería primar por encima de todos: evitar que se repita el desenlace que tuvo la historia de Sergio Urrego.

Tomado de: http://www.elespectador.com/noticias/educacion/y-los-derechos-de-los-estudiantes-articulo-648248-0

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El enrevesado debate sobre educación y sexualidad que estalló en Colombia

América del sur/ Colombia/11 de agosto de 2016/Fuente: bbc

«Rescatando los principios de la familia». Con eslóganes como ese se desarrollaron este miércoles marchas en diferentes ciudades de Colombia; los organizadores dicen que su intención es defender la educación libre y basada en principios morales; pero, ¿defenderla de qué?

Un correo electrónico de la oficina de la senadora Thania Vega de Plazas, del derechista partido Centro Democrático, lo explica de la siguiente manera:

«Resulta altamente peligroso para la esencia de la familia como núcleo de la vida en sociedad, que a través de políticas públicas provenientes del Ministerio de Educación, bajo terminología disfrazada como ‘identidad de género’, se pretenda adoctrinar a estudiantes de colegios con la falsa premisa que la identidad sexual proviene de una construcción social».

La Iglesia católica respaldó las marchas de este miércoles.

En un comunicado la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) felicitó a aquellos que manifestaron «su preocupación por la implantación de la ideología de género en la revisión de los manuales de convivencia».

Los obsipos respaldaron las marchas de este miércoles.Image copyrightCONFERENCIA EPISCOPAL DE COLOMBIA
Image captionLos obsipos respaldaron las marchas de este miércoles.

Explicó que, de acuerdo a su definición, la ideología de género afirma que no se nace hombre o mujer, sino que la identidad sexual es fruto de una construcción cultural.

Para la Iglesia esto entra en contradicción con la noción de que se nace hombre o se nace mujer, tanto en términos de sexo como de género.

Imágenes falsas

En los últimos días se difundieron en Colombia, a través de redes sociales y apps de mensajería como Whatsapp, imágenes de supuestos materiales oficiales de educación sexual que, por ejemplo, incluían ilustraciones de parejas del mismo sexo en la cama.

«Queremos denunciar que estas imágenes fueron extraídas de Internet con la clara intención de manipular y engañar a las familias y corresponden a una novela gráfica para adultos publicada en Bélgica, también a productos desarrollados en Argentina y Chile, que jamás ha utilizado el Ministerio», dijo la ministra de Educación, Gina Parody.

Algunos creen que toda la polémica tiene por fin atacar a la ministra de Educación Gina Parody, algo que ella no descarta.Image copyrightMINISTERIO DE EDUCACIÓN DE COLOMBIA
Image captionAlgunos creen que toda la polémica tiene por fin atacar a la ministra de Educación Gina Parody, algo que ella no descarta.

Aclaró que su cartera no envió ni repartió ninguna cartilla sobre orientación sexual.

«Es todo una invención y una campaña de manipulación masiva, que lo único que ha hecho es desinformar a los padres», le dijo Parody a BBC Mundo.

El folleto de la discordia

El material que sí existe, y del que habla el correo de la senadora Vega, se llama «Ambientes escolares libres de discriminación», y lleva los logotipos de tres organismos de Naciones Unidas (Unicef, UNFPA y PNUD) y del Ministerio de Educación.

Mediante un comunicado conjunto, las tres agencias indicaron: «Es un documento técnico, que fue compartido en las páginas web oficiales de las agencias de la ONU por efectos de transparencia, sin haber sido aún publicado y difundido oficialmente por el Ministerio de Educación Nacional, puesto que es un documento en construcción».

«No es un documento que se va a repartir en los colegios», señaló Parody a BBC Mundo.

Las agencias internacionales explicaron también que no es ni un lineamiento ni manual de convivencia distribuido en colegios de manera oficial. La producción del manual forma parte de un convenio más alto de cooperación entre esas agencias y el gobierno colombiano.

En ese marco, las agencias acordaron colaborar en el cumplimiento de una sentencia de la Corte Constitucional de Colombia, que obliga al Ministerio de Educación a hacer una revisión de los manuales de convivencia escolares del país.

El suicidio de Sergio Urrego

La decisión de la Corte, de 2015, fue tomada en función del caso de Sergio Urrego, un adolescente de 16 años que en 2014 se suicidó agobiado por la discriminación que sufría en la escuela por su identidad sexual (mantenía una relación con otro muchacho).

La sentencia conmina al Ministerio de Educación a revisar los manuales de convivencia de las escuelas de todo el país, para impedir que se repitan casos semejantes.

El suicidio de Sergio Urrego llevó a que la Corte Constitucional exigiera al Ministerio de Educación la revisión de los manuales de convivencia de las escuelas.
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Image captionEl suicidio de Sergio Urrego llevó a que la Corte Constitucional exigiera al Ministerio de Educación la revisión de los manuales de convivencia de las escuelas.

Se trató de una de tantas decisiones de la Corte Constitucional de Colombia emitida pese a que ya una norma de 2013 llamaba a modificar los manuales de convivencia para prevenir actos de discriminación de cualquier tipo, incluso por motivos de género o identidad sexual.

Pero el suicidio de Urrego dio cuenta de que no se había implementado ese cambio y llevó a que terminara interviniendo la Corte.

Manuales

El desarrollo del folleto de las agencias de la ONU, así como el de un cuestionario que las secretarías de Educación regionales presentaron a los rectores de los colegios para identificar posibles problemas en sus manuales de convivencia, forman parte de la iniciativa del Ministerio para dar respuesta a la exigencia de la Corte.

La ONG Colombia Diversa, dedicada a la defensa de los derechos de personas LGTBI y que participó de la elaboración del cuestionario que se distribuyó entre los rectores de las escuelas, aclaró que ese documento no contiene lineamientos sino que sirve de orientación para que cada comunidad escolar establezca su propio manual de convivencia (como lo dispone la normativa).

Un manual, que de acuerdo a la legislación colombiana, tiene que prevenir que ocurran actos de discriminación en el ámbito escolar.

La Iglesia no lo ve así.

«Lamentamos que la Corte Constitucional, y ahora el Ministerio de Educación, estén abusando del derecho para promover la ideología de género en los más variados ámbitos de nuestra sociedad», dijo la Conferencia Episcopal.

Otros creen que en el fondo toda la polémica consiste en un ataque personal contra la ministra Parody –quien es lesbiana–, algo que ella tampoco descarta.

Fuente: http://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-37041556

Imagen: http://ichef-1.bbci.co.uk/news/624/cpsprodpb/10E2C/production/_90746196_screenshot2016-08-10at15.47.19.png

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El Manual de Convivencia como estrategia pedagógica.

Por: Reynaldo Mora Mora.

En una institución educativa ocurren diversas interacciones entre sus miembros, ya que allí se producen encuentros de culturas que están mediados por unas normas que deben reflejar la pirámide axiológica de una Nación.

Entonces, a través del Manual de Convivencia (MC) se deben favorecer las condiciones que permitan a sus miembros vivir en comunidad, y hacerlo es tener el sentido de favorecer toda una gama de valores en el quehacer escolar. Teniendo en cuenta ese conjunto de valores, el Manual debe ser concebido como la herramienta pedagógica por excelencia, como la referencia para la valoración y respeto por el derecho a la vida; pero, de ninguna manera puede ser considerado como un conjunto de normas de información que deben cumplirse per se, ni como una serie de máximas de adoctrinamiento o inculcación.

El MC es el mejor recurso con que cuenta la comunidad educativa para enfrentar la problemática y solución al matoneo, en tal sentido, debe ser interiorizado como la vocación comunicativa para la formación de constructores de convivencia, para consolidar por parte de los actores una serie de estrategias pedagógicas, sociales y familiares como propuesta de vida a fin de establecer un diálogo alrededor de los más caros valores del ser humano. Esta problemática que viven las instituciones educativas, implica pensar, que las instancias familiar y escolar contribuyan, junto con el Estado a impedir conductas y acciones arbitrarias que un grupo de estudiantes o individualmente imponen sobre otros.

En tal sentido, el matoneo debe ser considerado el problema fundamental para regular el accionar de los miembros de una comunidad educativa, en cuanto integra esa situación problemática quehacer a través de su funcionamiento cotidiano interno, atendiendo a todos los sujetos a fin de atenerse a unos principios mínimos de convivencia.

Este enfoque pedagógico y curricular plantea desarrollar y fortalecer la centralidad del ser humano, propiciando el respeto hacia su dignidad; invitando a considerar todas sus capacidades y actitudes para aprender a ser persona. Entonces, es cuando desde la estructura curricular, se deben proponer cambios sustanciales en el ambiente educativo de los aspectos integradores del currículo para la convivencia escolar y ciudadana; lo cual consolida el respeto por el otro concepto como espacio concreto para la autonomía en la dinámica institucional. Desde esta perspectiva se concibe el MC como el espacio de construcción social y familiar para promover la armonía, el consenso, el respeto por el otro, como posibilidad que los propios sujetos desde este escenario integren en sus actitudes la convivencia.

Fuente: http://www.elheraldo.co/columnas-de-opinion/el-manual-de-convivencia-como-estrategia-pedagogica-275733

Imagen: https://encrypted-tbn3.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcRfpbJWpMZ2SjowxJ2qbu-73JGWI7YFNDF6Ssa8COz9ERFkKce6iA

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Colombia: Crece polémica por diversidad sexual en la educación

Colombia/06 de agosto de 2016/

Cartillas de sexualidad en colegios. En diálogo con este medio el viceministro de Educación, Víctor Saavedra, aseguró que “los baños mixtos y los uniformes no son disposición del Ministerio”. EL PILÓN / Joaquín Ramírez.

La información de que el Ministerio de Educación Nacional entrega una cartilla promoviendo la diversidad sexual en las instituciones educativas del país se ha hecho viral en las redes sociales. Tanto ha sido el rechazo de la comunidad, que en Valledupar ya organizaron una marcha para el próximo miércoles 10 de agosto bajo el lema: “Rescatando los principios”.

El debate se centra en que el Ministerio exhortó a colegios del país a modificar sus manuales de convivencia para darle cumplimiento a la Sentencia T-478 de 2015 de la Corte Constitucional, basada en el caso de Sergio Urrego; estudiante bogotano que se quitó la vida el 4 de agosto del 2014 y dejó notas en las que explicó que esa decisión la tomó por supuestas presiones del Colegio Castillo Campestre debido a su orientación sexual.

La Corte fijó hasta septiembre próximo para que el Ministerio de Educación implemente el Sistema de Nacional de Convivencia Escolar en el que quede plenamente establecida la Ruta de Atención Integral para la Convivencia Escolar. Esto se ha entendido entre la comunidad como una imposición de la ministra Gina Parody (miembro de la comunidad Lgtbi).

En Twitter y con mensajes de WhatsApp circula información basada pronunciamiento del Ministerio de Educación para que los “niños experimenten de todo para que puedan decidir sobre su orientación sexual”, una afirmación que según el viceministro de Educación, Víctor Saavedra Mercado, es falsa.

“Hay unas cartillas con unas figuras demasiado ilustrativas que no son ciertas. Son imágenes que provienen de otros países, no se relacionan en los lineamientos del gobierno colombiano sobre la educación para la sexualidad o la modificación de los manuales de convivencia”, declaró Saavedra Mercado, en diálogo telefónico con EL PILÓN.
El auge de los mensajes ha sido tan alto, que el alcalde de Valledupar, Augusto Ramírez Uhía, se pronunció durante un encuentro con todos los mandatarios de la costa sobre el tema de la sexualidad en las instituciones educativas y dijo que le preocupaba que esas situaciones “decanten en unas acciones que conlleven a ese adoctrinamiento sexual”.
Fue así como el viceministro de Educación le respondió a Ramírez Uhía: “debe informarse sobre el proceso con el fin de hacer unas apreciaciones informadas sobre lo que está pasando”. Agregó que “los comentarios del alcalde los podemos resolver con un poco más de información sobre el proceso”, señaló Saavedra Mercado.
Además advirtió que ha enviado dos comunicaciones en las que argumenta la autonomía de rectores sobre el manual de convivencia y donde reafirma que la familia es el primer y principal núcleo de formación moral para cualquier colombiano.

Según el exsecretario de educación de Valledupar, Asdrúbal Rocha Lengua, existe una mala orientación del Ministerio de Educación para llevar el mensaje que ordena la Corte a la comunidad estudiantil y especialmente al país, que tiene como primer argumento la orientación sexual de la ministra Gina Parody, quien mantiene una relación amorosa con la exministra de Comercio, Cecilia Álvarez.

“El sector educativo espera que la Ministra de Educación sea la que tome las riendas del tema y le diga al país ¿de qué se trata?, ¿qué se quiere hacer?, ¿cuáles son los objetivos con esa política? Al Ministerio le está faltando pedagogía y por eso los malos entendidos con la famosa cartilla. Se debe mirar hasta cuándo esos fallos de la Corte están afectando los derechos de los menores y allí creo que partiríamos a otra discusión”, sostuvo Rocha Lengua.
“No es homofobia”

En el fallo proferido sobre el caso de Sergio Urrego, la Corte pide implementar la Ley 1620 de 2013 con la que se busca garantizar que los menores gocen de un ambiente escolar sano, libre de violencia y discriminación en las instituciones educativas.

“El silencio nos hace daño. Como jóvenes hemos sido movidos con esta situación porque no podemos callar que el derecho a educar sexualmente y moralmente es de los padres. Llegó la hora de despertar nuestros valores y derechos de los niños y niñas. Por eso nos hemos unido a izar la bandera de la familia y los niños”, declaró Antonio Salazar, uno de los organizadores de la marcha del próximo miércoles.
“Pienso que defender la ética, los valores y los derechos; no es homofobia, es pensar en nuestros hijos y defender los nuestros como familia”, acotó.

Rechazaron socialización

El 28 y 29 de julio llegó a Valledupar un funcionario del Ministerio de Educación para socializar el fallo que ordena la Corte Constitucional frente al manual de convivencia en cada institución educativa. EL PILÓN conoció que la comunidad educativa de la ciudad no aceptó que el funcionario que, al parecer, es integrante de la comunidad Lgtbi.

Según conoció este medio, el funcionario del MinEducación enfatizó la socialización de una ficha que exige llenar la entidad en las siguientes preguntas:

¿Restringe las demostraciones de afecto entre parejas heterosexuales o entre parejas de mismo sexo?
¿Permite que estudiantes usen el uniforme que les hace sentirse a gusto con su identidad de género?
Sobre este tema, el viceministro Víctor Saavedra Mercado acotó “el Ministerio tiene la orden de la Corte de tomar todos los manuales de convivencia del país y revisar que no hayan disposiciones discriminatorias. Tomamos la decisión de analizar esos talleres evaluando al personal que está trabajando y garantizando que quienes lo hagan tengan una relación productiva con los colegios”.

“Esto no es una política que haya tomado el Ministerio de Educación por disposición propia, es una obligación establecida por la Corte Constitucional”, aclaró el viceministro, quien también destacó que es un tema de mucha responsabilidad en el sentido de que el Ministerio y los colegios tienen a cargo que los estudiantes sean personas tolerantes e incluyentes.

“Los baños mixtos y los uniformes no son disposición del Ministerio de Educación, es algo que se ha querido desinformar, eso hace parte de la autonomía que tiene cada colegio en el país”, precisó.
“No han llegado cartillas”

El secretario de Educación Municipal, Luis Carlos Matute De la Rosa, advirtió que la frase “libre desarrollo de la personalidad” genera confusión.

“No podemos permitir en las instituciones educativas donde se imparten conocimientos y los valores que son inicialmente formados en la familia, que niños del mismo sexo se besen e incluso no podemos permitir que lo hagan niños de sexos diferentes, porque a la institución educativa no se va a llevar ese tipo de acciones”, dijo Matute De la Rosa.

El funcionario manifestó que en los manuales de convivencia tendrán parte los padres de familia, primero que la Secretaría o el Ministerio de Educación.

“Hicimos contacto con todos los directores y desde el Ministerio hasta los establecimientos educativos no ha llegado una cartilla oficialmente. La Secretaría de Educación tampoco ha recibido material relacionado con este proceso, solamente hay unos talleres que está realizando el Ministerio donde hace énfasis de la revisión de los manuales y el direccionamiento que dio la Sentencia de la Corte para que se considere la no discriminación en los establecimientos educativos”, agregó Luis Carlos Matute.

La coordinadora de Calidad en la Secretaría de Educación, Liliana Peralta, encargada de analizar los manuales de convivencia argumentó que el inconveniente en Valledupar pudo presentarse desde la socialización hecha por el funcionario del Ministerio de Educación. “Se dedicó mucho al tema de la sexualidad como tal, al tema de cómo debían ir los niños a los colegios y eso ha generado tanta incomodidad en los directivos de los establecimientos educativos”, puntualizó.

En medio de la polémica, la Procuraduría General de la Nación, en un concepto enviado a la Corte Constitucional, salió en defensa de la autonomía de los colegios para decidir sobre sus manuales de convivencia y avaló las restricciones a las manifestaciones “excesivas” de afecto en las instituciones educativas que fijen dichos reglamentos.

El procurador Alejandro Ordóñez sostiene ahora que las limitaciones fijadas en los manuales de convivencia de las instituciones educativas buscan “formar a los estudiantes en virtudes propias de un ciudadano, como la moderación y el recato”.

“No resulta válido que los colegios pretendan intervenir a través de sus manuales y posteriormente con procedimientos y sanciones en la libre escogencia a que tienen derecho los estudiantes de inclinarse por la orientación sexual o la identidad de género de su preferencia”, dice el fallo de la Corte.

“Los baños mixtos y los uniformes no son disposición del Ministerio de Educación, es algo que se ha querido desinformar, eso hace parte de la autonomía que tiene cada colegio en el país”: Víctor Saavedra, viceministro de Educación.

Tomado de: http://elpilon.com.co/crece-polemica-diversidad-sexual-la-educacion/

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