Educación superior: ¿presiones para el retorno al pasado?

Educación superior: ¿presiones para el retorno al pasado?

Ecuador, lunes,  3 de Febrero, 2020

Juan J. Paz y Miño C.

En 2006 se publicó el libro Asociación de Profesores de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE). 30 Años: 1976-2006. Hay varios artículos relativos a la educación y particularmente sobre la realidad universitaria del país. Incluye un artículo mío titulado “La universidad ecuatoriana: entre el profesionalismo y el mercado” que también lo publiqué en el Boletín del THE (https://bit.ly/2ROBML9).

En mi texto contrastaba dos momentos: las décadas de 1960 y 1970 caracterizadas por la masificación y politización de las universidades, el activismo estudiantil, el ataque a las universidades públicas por su “izquierdismo”, las limitaciones en recursos; y las décadas de 1980 y 1990, cuando las preocupaciones cambiaron, por la proliferación de universidades: a fines de los 70 había 15 universidades estatales, 4 privadas y solo 1 internacional, mientras en 2005 existían 66 universidades, de las cuales 40 eran privadas. Por cierto, varias de las universidades fueron aprobadas por congresos a los que no importó la violación a la misma Ley de Educación Superior.

La masificación se agudizó en 1969, cuando fueron abolidos los exámenes de ingreso para las universidades, a consecuencia de las activas movilizaciones de los bachilleres en las calles, en las que murieron varios jóvenes, por la represión en Guayaquil. De acuerdo con distintos estudios de la época, esa supresión contribuyó al deterioro de la calidad académica de las universidades públicas. La politización y el izquierdismo, si bien convirtieron a las universidades en antenas sociales del país, igualmente afectaron la rigurosidad en los estudios.

Sin embargo, la proliferación de universidades privadas tampoco solucionó el mejoramiento académico. Las universidades de “garaje” resultaron peores para la formación de profesionales; el título pasó a ser una mercancía, al compás del modelo neoliberal-empresarial que se afirmó en Ecuador durante las mismas décadas finales del siglo XX.

Con la primera Ley de Universidades y Escuelas Politécnicas y la creación del CONUEP en 1982, (CONESUP desde 2000), se dio un paso de enorme importancia para la organización, funcionamiento y supervisión de las universidades, así como para la promoción de las investigaciones académicas. Pero ese paso fue estrangulado por la economía neoliberal-empresarial. A tal punto se readecuaron los estudios universitarios con orientación al mercado, que en pregrado, las carreras de administración y comercio llegaron a representar el 26.14% del total y en postgrado el 26.21%.

Con la nueva Constitución de 2008, otra Ley de Educación Superior y la creación de la SENESCYT, se avanzó como nunca antes. Fueron cerradas casi una veintena de universidades de “garaje”, se implementó el sistema de acreditación y seguimiento a las universidades, se potenció la investigación y la producción científica, fue reforzado el criterio de titulaciones de cuarto nivel, se trazó una línea futura de lo que debía ser la educación superior. También hubo serios límites, sobre todo en cuanto a la burocratización del trabajo docente y varios dogmatismos sobre la calidad universitaria y la supervisión. Sin embargo, la idea de potenciar universidades con altos niveles académicos e investigativos también respondió a las reorientaciones económicas y políticas del país, que dejaron atrás los conceptos neoliberales.

Desde 2017, con el retorno del modelo neoliberal-empresarial, la visión sobre la educación superior se modificó. También revivieron los intereses universitarios privados, en tanto se recortan o descuidan las inversiones estatales, se cuestionan las herencias de la educación durante la década pasada por el simple apuntalamiento de la “descorreización”, e incluso aparecen posiciones políticas que pretenden la desaparición de la Senescyt y el retorno al libre ingreso a las universidades. Sería un retroceso a la época anterior a la fundación del CONUEP.

Confabulan para ello, la ausencia de visiones estructurales sobre el futuro de la educación en primaria y secundaria, y la carencia de perspectivas sobre cómo orientarlas para que la educación superior no sea presionada en contra de las exigencias académicas, que son las que deben prevalecer. Tampoco hay sentido para ofrecer otras alternativas, con decidida intervención del Estado, para invertir en instituciones y carreras que potencien tecnicaturas y profesiones medias. El revivido neoliberalismo nuevamente solo exige el recorte del “gasto” público, que provoca, inevitablemente, el recorte de recursos para la educación.

Autor: Juan J. Paz y Miño C

 

Fuente de la Información: http://www.historiaypresente.com/educacion-superior-presiones-retorno-al-pasado/

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Venezuela: Educación pasó de ser mercancía a un derecho en Revolución

Venezuela/07 de Abril de 2018/Vicepresidencia.gob.ve

El secretario Ejecutivo del Consejo Nacional de Derechos Humanos, Larry Devoe, destacó este jueves que la Revolución Bolivariana hizo posible que la educación dejara de ser una mercancía y se convirtiera en un derecho al alcance de todos los venezolanos.

Durante su programa radial “Derechos Humanos en Revolución”, transmitido por Radio Miraflores, refirió que desde la llegada del Proceso Bolivariano se destina 7,5% del Producto Interno Bruto (PIB) a la formación del pueblo, permitiendo la masificación de este sector.

Destacó que 76% de la educación en Venezuela es pública y gratuita, y que más del 80% de los planteles educativos son igualmente públicos. “Esto, sin contar con las Misiones Ribas, Robinson y Sucre, que incorporan a los sectores tradicionalmente excluidos del acceso a la educación y que busca la inclusión de aquellos grupos en condición especial y vulnerable”, sostuvo.

Por otro lado, Devoe recordó que desde 2005, Venezuela fue declarada como territorio libre de analfabetismo y que actualmente ocupa el quinto lugar en el mundo y el segundo en América Latina con la mayor matrícula universitaria, según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

“La Revolución permitió que la educación dejara de ser vista como negocio y esté al alcance de la mayoría”, dijo, tras resaltar que aún el Gobierno Bolivariano, a través de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), busca seguir fortaleciendo el proceso formativo de los venezolanos, incluso, discutiendo la gratuidad de estudios de postgrado para favorecer la especialización de profesionales.

Cabe destacar que los derechos educativos en la actual Constitución Bolivariana de Venezuela, se encuentran ajustados a las corrientes más avanzadas y que se han establecido términos y condiciones para garantizar su ejercicio.

Cada 1 de abril se celebra el Día Mundial de la Educación, decretado por la ONU y la Unesco, para impulsar una educación de calidad para todas las personas, como Derecho Humano que protege y respeta la identidad cultural de las naciones, la autodeterminación de los pueblos, el derecho al libre pensamiento y la inclusión social.

T: Natalie Rosales

F: Ender Anaya

P: Jeferson Sánchez

Fuente: http://www.vicepresidencia.gob.ve/index.php/2018/04/05/educacion-paso-de-ser-mercancia-a-un-derecho-en-revolucion/

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México: Estamos en la educación masiva, pero aún no en la universal: Malo Álvarez

México / 08 de noviembre de 2017 / Por: Nora Rachel RAMÍREZ / Fuente: https://www.elsoldetlaxcala.com.mx

A México la masificación como la universalización llegaron casi medio siglo más tarde que en el resto del mundo, afirma el subsecretario de Educación Superior de la SEP

En la segunda mitad del siglo XX empieza lo que se llamó la masificación de las universidades, éstas atendían a más del 15 % de los jóvenes en edad de estudiar, y es hasta el último cuarto de siglo pasado cuando comienza lo que se conoce como universalización de la educación superior, significa que entran más del 50 % de los jóvenes a estas instituciones, reseñó Salvador Alejandro Malo Álvarez, subsecretario de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública (SEP).

Como parte de la conferencia “El estado de las prácticas de enseñanza-aprendizaje en México”, que dictó en el 2do. Coloquio Nacional sobre Modelos Educativos Universitarios, destacó que el país tiene el 35 o 38 % de estudiantes del grupo de edad que entran a las universidades, por lo que “estamos en la educación masiva, pero aún no en la educación universal”.

Expresó que la razón de esta situación es que a México y al resto de América Latina tanto la masificación como la universalización llegaron casi medio siglo más tarde que en el resto del mundo.

“En el caso particular de México dense cuenta que no podemos tener muchos más estudiantes en la educación superior, cuando la educación secundaria se volvió obligatoria apenas en 1993, y la media superior hasta el 2012; es claro que no podemos tener muchos más estudiantes universitarios porque de alguna manera el número de jóvenes que salen de las secundarias, sobre todo de la preparatoria, sigue siendo relativamente pequeño, con lo que se da en otros países”.

El doctor en Física por el Colegio Imperial de Londres explicó que se tienen que cambiar los modelos universitarios, “porque ahora la educación superior es para muchos o para todos, ya no es para una elite (como la que existía a principios del siglo XIX) y, sin embargo, seguimos utilizando los métodos educativos que se usaban para educar a unas pequeñas porciones de la población”.

Ratificó que la matrícula de educación superior en la República mexicana ha cambiado de ser de 50 mil personas, aproximadamente, en 1960, a ser en la actualidad casi cuatro millones, “se ha multiplicado 90 veces en ese periodo, efectivamente ahora la educación superior es para todos”.

Dijo que todo el mundo está yendo a la educación superior, y eso los hace entrar en una situación novedosa a nivel internacional, puesto que “ahora en el mundo tenemos más personas preparadas que nunca, son 270 millones de personas con educación profesional, y viene otro tanto estudiando en las universidades”.

Expresó que para afrontar este tipo de retos es preciso tener más personas preparadas y tener más tecnología, “en suma, el mundo va a tener cada vez más datos, más información, más conocimientos y energía, y eso es lo que va a ayudar, o está ayudando, a que tengamos más gente preparada que pueda aprovechar y usar todos esos datos”.

Señaló que existen factores que están incidiendo en la educación general y particular, por ejemplo, “la dinámica del conocimiento en cualquier área y disciplina es veloz; se están creando conocimientos dentro y fuera de las universidades, la cantidad de éstos hace que ya no podamos tener carreras para la vida”.

Agregó que los estudiantes que cursan una carrera en estos tiempos no podrán pensar que una vez que tengan su título universitario ya no va a estudiar, “ninguna persona va a poder dejar de estudiar si quiere mantenerse al día con lo que está pasando”.

La conferencia del subsecretario giró en torno a qué está sucediendo con las enseñanzas y los aprendizajes no solo en México, sino a nivel mundial; comparó tendencias y analizó hacia dónde se encamina el Modelo Humanista Integrador basado en Competencias (MHIC) de la Universidad Autónoma de Tlaxcala, sede del evento.

Aclaró que cada uno de los individuos aprende de manera diferente y, por lo tanto, enseñar a todos por igual, o esperar a que todos aprendan de la misma manera, es falso, “no podemos superar eso, no todos aprendemos y ni enseñamos por igual”.

Pidió a los docentes que los alumnos aprendan de manera diferencial, y que los profesores puedan por lo tanto preparar sus enseñanzas para que cada uno de los alumnos vaya a distinto paso, según sus propias habilidades y capacidades.

Fuente noticia: https://www.elsoldetlaxcala.com.mx/local/751455-estamos-en-la-educacion-masiva-pero-aun-no-en-la-universal-malo-alvarez

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