Cuba / 10 de junio de 2018 / Autor: Lissy Rodríguez Guerrero / Fuente: Granma
Muchos coincidieron en que los basamentos de la decisión eran positivos, porque resulta indispensable que un profesional, de la esfera que se trate, domine el idioma inglés como requisito para competir en el mundo profesional
Muchos coincidieron en que los basamentos de la decisión eran positivos, porque resulta indispensable que un profesional, de la esfera que se trate, domine el idioma inglés como requisito para competir en el mundo profesional, favorecer el acceso a la cultura y al intercambio y la búsqueda del conocimiento; sin embargo, diversas también fueron las inquietudes de alumnos, padres y profesores, cuando hace dos años el Ministerio de Educación Superior (MES) informó que sería una exigencia para obtener un título universitario.
Las dudas partían del elevado rigor que supondría para los estudiantes, teniendo en cuenta la exigua preparación en los niveles precedentes, la precariedad tecnológica de los centros, el déficit de docentes, los métodos de enseñanza, entre otras preocupaciones.
Y la realidad terminó dando la razón a quienes vislumbraron como muy alta la expectativa del requerimiento del dominio del inglés «como usuario independiente» para graduarse, y ello se comprobó en encuestas aplicadas por el mes, las cuales arrojaron que muy pocas universidades cumplen ese requisito actualmente.
Si bien se había informado que la política de la enseñanza del inglés en la Educación Superior sería aplicada paulatinamente, en aquellas universidades que pudieran crear las condiciones para contribuir a esa formación –léase materiales de estudio actualizados, tecnologías, cobertura docente y preparación académica– la movilidad y el déficit de profesores, así como la insuficiencia de laboratorios y centros de autoacceso, son hoy las principales deficiencias para su desarrollo, al decir de Marta del Carmen Mesa Valenciano, viceministra primera del sector.
Además, otras de las deficiencias se hallan en la preparación del claustro de inglés y de las carreras, la disponibilidad de medios técnicos y materiales, así como el trabajo con el redimensionamiento de la estrategia curricular y su implementación, según información brindada por el mes, lo que devela que pudo ser más eficiente la orientación, fiscalización y seguimiento a los centros que se enfrentaron a la aplicación de la política.
La preocupación ha sido punto de debate en las asambleas ix Congreso de la Federación Estudiantil Universitaria, también en un reciente Taller Nacional de la enseñanza del inglés, por lo que el Ministerio de Educación Superior decidió replantear la política, que antes exigía un nivel b1 –según el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCERL)–, y que a partir de ahora establecerá un nivel básico superior, equivalente al nivel a2, como requisito para la graduación, según explicó Santiago Jorge Rivera Pérez, asesor de la dirección de formación del profesional del mes, en conferencia de prensa realizada este jueves.
La medida se aplicará a los estudiantes de las carreras donde comenzó a aplicarse desde los dos anteriores cursos académicos, así como a los que matricularán en los periodos lectivos 2018-2019 y 2019-2020, y en cuyas carreras esté en ejecución. Al decir de Rivera, los alumnos podrán elevar su dominio por encima del nivel básico superior establecido, a partir de las condiciones que se creen en las universidades, con la impartición de cursos superiores.
TO BE OR NOT TO BE:
INTERIORIDADES DE UNA DECISIÓN
La política de perfeccionamiento de la enseñanza del idioma inglés está orientada a que se pueda facilitar un proceso de formación integral de nuestros estudiantes, como parte del ejercicio futuro de la profesión, abundó Rivera sobre la importancia de la decisión adoptada hace dos años.
Las características más significativas de la estrategia son la creación de una estructura para la gestión de la formación de los profesionales, los llamados Centros de idiomas; la necesidad de contar con la tecnología suficiente, de ahí el surgimiento de Centros de autoacceso; así como la incorporación de las tendencias internacionales a la metodología de la enseñanza del inglés, explicó el asesor del mes.
Precisamente, ante la escasa preparación de los niveles precedentes, la estrategia plantea que la enseñanza debe partir, de ser necesario, «de un punto equivalente a cero». Además, «se han realizado exámenes iniciales de colocación, que nos permiten ubicar a los estudiantes en grupos, por niveles de dominio, y también convocatorias de exámenes de certificación, para avalar si el alumno ha cumplido el requisito de evaluación.
«En un grupo importante de las universidades se implementa la política, teniendo en cuenta la evaluación de sus condiciones. En algunas, ha habido un proceso de aplicación más efectivo y avanzan en la ejecución, como la Universidad de las Ciencias Informáticas, las de Villa Clara, Cienfuegos, Holguín y Santiago de Cuba».
A juicio de Rivera, ello permite afirmar, en la fase inicial, que la política ha tenido «un avance gradual». La adecuación que hoy se propone tiene carácter transitorio, de manera que permita la creación de condiciones para lograr su aplicación total. De hecho, al finalizar el curso académico 2019-2020 se realizará una evaluación de los resultados, con la finalidad de tomar una decisión al respecto, aseguró.
Los estudiantes, si lo desean, pueden utilizar otras vías de formación, pero «la universidad asume la responsabilidad de asegurar las condiciones para el aprendizaje, así como una oferta variada y diferenciada de cursos, por niveles».
Rivera aseveró que se cuenta con una estrategia integrada de desarrollo que deberá favorecer el dominio de las habilidades comunicativas desde la educación general.
EL FUTURO
El hecho de que en el año que debía generalizarse a todas las universidades del país haya habido que repensar la política y ajustarla a las realidades concretas de las universidades, no invalida que el mes esté valorando cómo enriquecerla constantemente.
Lo principal, al decir de la Viceministra primera del ramo, es que no se ha renunciado a que los graduados puedan tener las habilidades exigidas al iniciar su ejecución, pero ello será en la medida en que las condiciones lo permitan. De hecho, el próximo curso solo comenzarán a aplicarla, con su readecuación, aquellas que cuenten con los recursos materiales y humanos necesarios.
Los directivos aspiran, si de sueños se trata, a que en el futuro se les permita a esos centros emitir un certificado, con validez nacional e internacional, que acredite el dominio de la lengua extranjera.
Pero todo ello dependerá de la calidad de la enseñanza, la preparación de los docentes, la existencia de recursos aún hoy insuficientes, la motivación que logre potenciarse en profesores y alumnos, las labores de monitoreo a la aplicación de la política, el dominio de la lengua materna, indispensable para aprender un idioma extranjero, entre otros muchos retos. Sobre este tema los directivos del mes accedieron a continuar dialogando, en un forodebate que se realizará próximamente en el portal digital de Granma.
Estado actual de la implementación de la política
-Existen 21 universidades de Educación Superior
-En cuatro de ellas se ha implementado la política en todas sus carreras: Universidad de las Ciencias Informáticas; Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona de La Habana, la Universidad de Cienfuegos y la de Holguín
-En el resto se ha logrado implementar entre dos y siete carreras, en dependencia de las condiciones con que se cuenta
-En una todavía no se ha implementado
¿Qué es capaz de hacer el estudiante que logra un nivel A2 según el MCERL?
-Utilizar las formas habituales de saludar y de dirigirse a los demás amablemente
-Saluda a las personas, pregunta cómo están y es capaz de reaccionar ante noticias
-Se desenvuelve bien en intercambios sociales muy breves
-Sabe cómo plantear y contestar a preguntas sobre lo que hace en el trabajo y en su tiempo libre
-Sabe cómo hacer una invitación y responder a ella
-Puede discutir lo que hay que hacer, a dónde ir y preparar una cita
-Es capaz de hacer un ofrecimiento y aceptarlo
-Es capaz de realizar transacciones sencillas en situaciones de tiendas, oficinas de correos o bancos
-Sabe cómo conseguir información sencilla sobre viajes
-Sabe cómo utilizar el transporte público (autobuses, trenes y taxis)
-Posee habilidades para pedir información básica, preguntar y explicar cómo se va a un lugar y cómo pedir y proporcionar bienes y servicios cotidianos
Fuente de la Noticia:
http://www.granma.cu/cuba/2018-05-31/ingles-en-la-universidad-replantean-politica-de-ensenanza-31-05-2018-23-05-50