A 45 años de la fundación de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE) la lucha por la defensa de los derechos a la educación y laborales esta más presente que nunca, aseguraron secretarios generales de las secciones adheridas a la coordinadora, quienes señalaron que aun hay muchos pendientes que deberán ser atendidos y resueltos por la presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo.
Reunidos en la ciudad de Oaxaca, conocida al interior del CNTE como la “Ciudad de la Resistencia”, para conmemorar los 45 años de este organismo, la secretaria General de la sección 22, Yenny Pérez Martínez puntualizó que las demandas de CNTE no han sido cumplidas y que se tienen pendientes de la anterior administración.
Pedro Hernández dirigente de la sección 9, indicó que las demandas de la coordinadora siguen vigentes, tanto el término de la reforma punitiva, la reforma al régimen de pensiones, así como el incremento salarial.
Añadió que el 18 de diciembre se tiene contemplada una reunión en la Secretaría de Gobernación, el 19 de diciembre habrá una nueva reunión en la Secretaría de Educación Pública y el 9 de enero con la dirección general del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste).
A su vez, la dirigente de la sección 22, recordó que para este organismo es importante mantener sus métodos de lucha, movilización, renegociación y movilización; por ello es que los contingentes al interior de la coordinadora analizarán las próximas acciones a realizar, ya que de no haber atención y sobre todo, interés real por resolver las demandas de la CNTE podría iniciarse con un paro de labores.
Las consecuencias del neoliberalismo educativo han sido desiguales en la región latinoamericana. En Chile dejaron cerca de un millón de jóvenes estudiantes con endeudamiento bancario y hay más escuelas privadas que públicas; en Puerto Rico propiciaron el cierre de la mitad de las escuelas de educación básica en los últimos 10 años y las otras fueron abandonadas a la administración empresarial de las denominadas chárter; pero, en otros países no han avanzado con la misma celeridad y profundidad. Tal es el caso de México, pese a que fue ejemplar en la neoliberalización de los sectores estratégicos para el desarrollo nacional y a la gravedad de los impactos que han tenido las medidas de los tratados de libre comercio en el desmantelamiento de lo público y la regulación de los sindicatos.
Para entender lo anterior, nos podríamos preguntar: ¿por qué después de la descentralización no se llevó a cabo la municipalización del sistema educativo en todo el país?, ¿a qué se debe que no tengamos escuela chárter, subvencionada o concertada a particulares para la administración del dinero público y la definición de los programas de estudio?, ¿qué pasó con la propuesta del váucher por alumno para la transferencia de dinero a las empresas escolares?, ¿qué sucedió con el acuerdo de cooperación México/OCDE para que los usuarios de los centros educativos estatales pudieran despedir o contratar maestros?, ¿dónde quedó la evaluación para el despido de los docentes? ¿Por qué no hay exámenes estandarizados de relevancia nacional para los alumnos imponiendo el currículo empresarial, ni definiendo el salario docente o el financiamiento discriminatorio de las escuelas?, ¿qué se hizo de los bonos de endeudamiento para infraestructura educativa que comprometían las escrituras de los predios?, ¿y la propuesta del SNTE para que las normales se convirtieran en escuelas técnicas?, ¿adónde se fueron las iniciativas para impostar el PIN parental y el currículo confesional?
Las resistencias magisteriales han sido un factor fundamental en la contención de estos proyectos de despojo de los derechos profesionales de los educadores y de privatizaciones; no obstante que los ejemplos mencionados representan estrategias centrales del neoliberalismo educativo, no lograron materializarse por medio de la imposición de la hegemonía política de la derecha, ni a través del uso de la violencia gubernamental o la represión administrativa.
Pero, resistir ha sido más que un acto de negación y rechazo; desde hace décadas construyeron propuestas alternativas articuladas regionalmente y de alcance nacional, logrando romper con las pedagogías competitivas, los currículos estandarizados, la formación gerencial de la docencia, las escuelas escindidas de sus comunidades, la infraestructura carcelaria de los ambientes democráticos del aprendizaje, los conocimientos eurocéntricos y las visiones educativas enciclopédicas e instrumentadoras del libro de texto como garante ideológico de las clases dominantes. ¿No son estas luchas pedagógicas territoriales la base sobre la cual se está erigiendo la posibilidad de una educación propia en México?
Sería un equívoco pensar que el neoliberalismo educativo fue derrotado, pues sigue latente en las agendas de las derechas, esperando recuperar los espacios legislativos y el poder político del Estado; además, está oculto entre los lenguajes del progresismo y las políticas impulsadas por su hegemonía partidista, intocable en partes esenciales de la Constitución que fueron introducidas en los periodos más ácidos de las reformas empresariales y muchas veces permanece arraigado en las estructuras operativas del aparato gubernamental.
Sin embargo, es justo reconocer que cada uno de esos proyectos truncados, unas veces por la lucha frontal de los docentes y otras por medio de sus propuestas alternativas, constituyen un avance en el proceso democratizador del país, en el sostenimiento de derechos esenciales, como el de recibir educación pública y gratuita que, sin estos actos de resistencia, nos hubieran sido arrebatados, como ha sucedido en otras naciones.
El protagonismo que ha tenido la CNTE como articulador del movimiento democrático magisterial y en la contención de reformas educativas antiderechos es innegable. Cuarenta y cinco años de lucha al margen del poder, fuera del aparato de control burocrático del sindicalismo institucional y de sus estructuras financieras, son ejemplo de una resistencia verdaderamente heroica.
Quizás esto explica, pero no hace comprensible que la CNTE haya optado por una política de distanciamiento con la diversidad de organizaciones magisteriales que están llevando a cabo procesos democratizadores del sindicalismo en los márgenes que permite la legalidad de la reforma laboral y del nuevo reglamento del SNTE; que haya decidido trasladar la crítica de la reforma educativa a las experiencias pedagógicas pre existentes a la NEM que, en todo caso, han encontrado en ella y en la autonomía profesional una fisura a la represión administrativa en sus estados.
Remitir la trayectoria de una organización de carácter nacional que ha fungido como polo de atracción de los descontentos magisteriales, en los momentos que más se ha necesitado, a su núcleo duro de militancia y a las regiones históricamente conquistadas, es un grave error, justamente en los tiempos en que se requiere re articular el sindicalismo de izquierda frente a la cooptación ideológica del progresismo y las nuevas formas de privatización y reconfiguraciones del trabajo docente que impone el capitalismo digital.
La dependencia también consideró necesarias la calidad de los materiales, habilidades docentes, planes de estudio, pertinencia cultural y lingüística.
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) advirtió que la cobertura educativa en México, en prácticamente todos los niveles, sufre de falta de inclusión que impide a personas indígenas y con discapacidad a mejorar sus condiciones a través del estudio.
A través del Estudio Diagnóstico del Derecho a la Educación 2024 y la Evaluación integral de la política social vinculada al derecho a la educación 2023-2024, el Coneval resaltó se buscaron «los principales retos para la garantía del derecho, así como la identificación de los grupos de población que deben ser atendidos de manera prioritaria».
«Los resultados en el aprendizaje se relacionan con los elementos que determinan el ejercicio del derecho a la educación, como la existencia de escuelas con infraestructura adecuada, la accesibilidad económica y física a la educación», señaló el Coneval en un comunicado publicado en su cuenta de X.
Asimismo, la dependencia señala que, entre otras cosas, la educación también requiere de calidad de los materiales, habilidades docentes, planes de estudio, pertinencia cultural y lingüística, así como con relevancia para responder a las necesidades de toda la población.
«Por ello, la mejora del logro educativo puede constituir un objetivo fundamental, prioritario y rector para el diseño y articulación de la
política educativa», señalan.
En ese sentido, el Coneval afirma, con todos los elementos previos, que » la primera limitante para la garantía del derecho a la educación en México es la baja cobertura de los servicios educativos en niñas y niños en edad de educación inicial, jóvenes en edad de educación superior, población hablante de lengua indígena y personas con discapacidad».
«Esta problemática se manifiesta principalmente en el bajo porcentaje de niñas y niños de cero a dos años que asistieron a la educación inicial en el ciclo 2021-2022 (4.8%); mientras que, por otro lado, en 2022, el 23.9% de los menores de a 3 a 5 años no fueron inscritos a ningún servicio educativo», detalla el comunicado.
En cuanto a la educación superior, la población indígena fue el 9.4% del total que asistió a esta educación en 2022, en comparación con el 35.9% de los jóvenes no hablantes de lengua indígena que sí lo hicieron.
La presidenta electa de México abordó varios temas en materia de educación y cultura en los 100 puntos de su proyecto de nación
Por: Miguel Flores
Claudia Sheinbaum Pardo, quien asumirá la presidencia de México el próximo 1 de octubre, ha delineado una serie de compromisos en materia de educación y cultura que forman parte de los 100 puntos de su proyecto de nación. Estos compromisos buscan transformar de manera significativa el panorama educativo y cultural del país.
Uno de los pilares de su propuesta es la ampliación y consolidación del sistema de becas. Los estudiantes de preescolar, primaria y secundaria pública recibirán una beca universal, similar a la implementada en la Ciudad de México durante su gobierno en la capital. Este derecho se logrará de manera progresiva en los primeros tres años de su administración.
Para la educación media superior pública, se incrementará el número de becas progresivamente, y se buscará duplicar la cantidad existente para estudiantes universitarios, alcanzando un millón de becas. Además, se prevé un aumento gradual en las becas para estudiantes de posgrado.
El programa “La Escuela es Nuestra” recibirá un refuerzo significativo, destinado a mejorar las escuelas públicas de diferentes niveles. Se continuará y fortalecerá el proyecto educativo de la Nueva Escuela Mexicana, junto con la distribución de libros de texto gratuitos.
El horario de las escuelas primarias se extenderá gradualmente para incluir educación física y artística. Además, las escuelas primarias públicas se convertirán en espacios de prevención de la salud, abordando salud mental, prevención de adicciones, salud bucal y exámenes de la vista con lentes gratuitos para quienes lo necesiten.
El magisterio nacional será reconocido de manera continua, y se revisarán conjuntamente temas pendientes con la USICAMM para evitar cualquier forma de corrupción y conflicto de interés.
Se fortalecerá la educación media superior con el objetivo de igualar la cantidad de preparatorias con la de secundarias. Para esto, se construirán más preparatorias y se consolidarán los programas de estudio, abarcando tanto la educación básica como la media superior de manera humanista y científica. Asimismo, se promoverán salarios justos para los docentes de este nivel educativo.
Todos los sistemas de educación superior pública serán gratuitos. Se fortalecerán las Universidades Benito Juárez y se nacionalizarán dos universidades creadas en la Ciudad de México: la Rosario Castellanos y la Universidad de la Salud. Entre todas las instituciones de educación superior, se espera atender a 300 mil estudiantes adicionales durante el sexenio.
Uno de los compromisos de Sheinbaum, es que los estudiantes de preescolar, primaria y secundaria pública recibirán una beca universal, similar a la implementada en la Ciudad de México. Crédito: Cuartoscuro
La educación no es un privilegio, sino un derecho fundamental, según Sheinbaum. Se aspira a hacer de México una potencia científica e innovadora, apoyando las ciencias básicas, naturales, sociales y humanidades, y vinculándolas con áreas prioritarias del país.
El deporte comunitario será apoyado de manera similar a como se hizo en la Ciudad de México. Se fortalecerán los semilleros deportivos y se apoyará a los deportistas de alto rendimiento.
México ha logrado avanzar en algunos aspectos educativos; como el vínculo entre la escuela y el trabajo. Pero todavía existen retos importantes para que la educación sea un derecho universal. Especialmente existen obstáculos para quienes pertenecen a grupos vulnerables: las mujeres, los migrantes, los pobres, los rurales, los indígenas.
En México, la educación es insuficiente y desigual; todavía miles de niños y jóvenes en edad escolar están excluidos del sistema educativo. Especialmente quienes pertenecen a grupos vulnerables; los más pobres, los rurales, los indígenas o quienes enfrentan contextos de inseguridad y violencia.
En el informe sobre Panorama sobre Educación 2024, la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) destacó que los indicadores sobre desempeño académico en México son significativamente más bajos en comparación de economías de tamaño similar.
También se destaca cómo las desigualdades sociales y la pobreza se interseccionan para limitar el acceso de los estudiantes a la educación en todos los niveles; y cómo pueden impactar negativamente en su desempeño académico.
Aquí te presentamos algunos gráficos sobre la situación educativa de México.
1. Piso disparejo para la población indígena
México es uno de los países de la OCDE que presenta las brechas educativas por razón étnica más amplias: la escolarización básica es apenas la mitad entre quienes se identifican como indígenas que entre la población no indígena.
Este resultado se explica principalmente por la falta de infraestructura educativa (escuelas con servicios e instalaciones básicos) y personal docente en las comunidades indígenas.
Otra de las barreras que enfrentan los estudiantes indígenas es la casi inexistente oferta de materiales y programas escolares adaptados a sus lenguas maternas, lo que limita, total o parcialmente, el aprendizaje de estas poblaciones.
La pobreza, económica y social, también es otro de los factores que contribuye a la desigualdad educativa entre las poblaciones indígenas y no indígenas.
2. Capas de vulnerabilidad que expulsan a los estudiantes de la escuela
Así como la condición de pertenencia a grupos indígenas, los jóvenes que pertenecen a otros grupos vulnerables también encuentran dificultades para acceder efectivamente a la educación. Esto produce que su desempeño académico muestre diferencias respecto de sus compañeros; es el caso de las mujeres, los pobres y los migrantes.
En el aprovechamiento académico en matemáticas, una de las áreas evaluadas con las pruebas PISA, se observa que un porcentaje ligeramente mayor de hombres (7 puntos arriba) registró las competencias mínimas requeridas para estudiantes de 15 años.
Pero en los casos de las variables de migración e ingresos las brechas fueron significativamente mayores; de 30 y 35 puntos respectivamente.
Esto se explica principalmente a que las poblaciones más pobres o quienes han sido desplazados de sus lugares de origen enfrentan complicaciones para alimentarse, transportarse. En algunos casos sus comunidades presentan inseguridad pública y son más propensos a vivir violencia doméstica. Todos estos son factores que impactan negativamente en el desempeño académico.
3. Uso de tecnologías es todavía bajo; particularmente en zonas rurales
Otras brechas importantes que se presentan son las del uso de las tecnologías como soporte en la educación. En México, aunque ya se han logrado conectar 81% de su población, la mayoría de esta población es urbana. Además, el uso de tecnologías de la información se concentra en la consulta de redes sociales y la mensajería instantánea; el uso de las TICs para procesos más complejos es muy bajo.
De acuerdo con las cifras de la OCDE, sólo el 22% de la población urbana en México ha descargado, instalado o configurado un software, por ejemplo la paquetería de Office o la paquetería de Adobe. Éstas son algunas de las habilidades fundamentales para la formación educativa.
En comunidades rurales el uso y aplicación de estas tecnologías es incluso menor; sólo el 8% ha realizado alguna de las actividades relacionadas con sofwares.
Los niveles de uso educativo o profesional de TICs en México son significativamente más bajos en comparación con los promedios de los países de la OCDE, que son hasta del doble.
4. México logró disminuir su poblción de «ninis»
Uno de los indicadores que sí han presentado mejoras en el ámbito educativo es el de los jóvenes «ninis», que no estudian pero tampoco están insertados en una actividad remunerada. Esto refleja una mayor vinculación entre el desarrollo académico y la inserción en el mercado de trabajo.
La comparación que hace la OCDE de los jóvenes que no estudian ni trabajan entre países muestra que México fue uno de los pocos latinoamericanos que lograron reducir esta población. Sólo entre 2016 y 2023 este grupo de jóvenes se redujo 10 puntos porcentuales.
Pese a este avance, todavía cerca de 16 de cada 100 jóvenes de 18 a 24 años no tiene ninguna ocupación.
Los programas sociales y las mejoras registradas en materia laboral durante los años recientes son algunos de los factores que han explicado este nivel mayor de conexión.
5. Pocos estudiantes logran llegar a la educación superior
En México, asistir a la escuela y tener un buen desempeño es un privilegio que no tienen muchos niños y jóvenes. Y conforme avanzan en el nivel educativo, se pone más complejo; las desigualdades sociales conforman uno de los principales retos para el acceso de los estudiantes a una carrera técnica, la universidad o el posgrado.
En México sólo el 22% de los adultos de 25 a 64 años cuentan con estudios superiores. De este porcentaje, la mayoría estudió una licenciatura o ingeniería y un porcentaje muy pequeño alcanzó a terminar estudios de posgrado, como maestrías o doctorado.
Destaca que, aunque los niveles todavía son bajos si se compara con otros países similares como Chile, Argentina o Costa Rica, en los años recientes se ha registrado un avance en la matricula de las escuelas de educación superior.
La OCDE destaca que uno de los retos para México es la disponibilidad y accesibilidad de estas unidades: más universidades públicas, ubicadas en regiones históricamente marginadas y mejores parámetros para medir la calidad.
Los indicadores educativos muestran que, pese a los avances, el acceso universal y efectivo a la educación sigue siendo uno de los grandes retos para la política pública de desarrollo social.
Claudia Sheinbaum Pardo, virtual presidenta electa, garantizó a los jóvenes que su gobierno hará que la educación superior pública sea “verdaderamente gratuita. Y tendrán que participar las universidades públicas en este esfuerzo, porque la educación es un derecho, no un privilegio”, aseguró en una reunión con representantes juveniles de todo el país.
Dijo que sin la participación de los jóvenes “no hubiéramos tenido” el triunfo tan contundente del 2 de junio pasado. “Jóvenes campesinos, obreros, estudiantes, indígenas, de las ciudades, del campo, que estudian, que no estudian, que decidieron que nunca más se les llame ninis, ni rechazados”.
Gritos de apoyo, coros de “la primera, la primera”, y “presidenta, presidenta”, inundaron el Polyforum Siqueiros, que esta mañana resultó insuficiente para todos los jóvenes que llegaron, por lo cual tuvo que habilitarse un salón alterno.
Sheinbaum recibió un decálogo de peticiones, con las cuales se comprometió.
En su discurso, destacó que en estos seis años en México ha dado resultados la transformación, “aunque le duela a algunos, con el mejor presidente que ha tenido nuestro país, Andrés Manuel Lopez Obrador”, cuya mención arrancó más gritos de aprobación.
Uno de los asistentes al encuentro de Claudia Sheinbaum, virtual presidenta electa, con jóvenes en el Polyforum Siqueiros, en la Ciudad de México, el 2 de julio de 2024. Foto Alma E. Muñoz
La ex jefa de Gobierno de la Ciudad de México subrayó que “hay jóvenes viejos y viejos jóvenes y con todo respeto, yo a mis 62 años, siendo siendo joven porque no se cansa uno de luchar, pero por supuesto mi compromiso es que vamos a gobernar con ustedes, por ustedes y para ustedes”.
Dijo que habrá puestos para jóvenes en su administración y también garantizó que todo joven podrá estudiar, si así lo desea,
“Por eso vamos a hacer la Universidad Rosario Castellanos y la Universidad de la Salud, además de las universidades Benito Juárez nacionales para darles opciones a los jóvenes a que tengan educación universitaria humanista, científica”.
También reiteró que en el presupuesto 2025 se incorporará una partida para la construcción de viviendas, a fin de garantizar el acceso de los jóvenes a ellas, de los que tienen Infonavit, pero también para aquellos que no cuenten con seguridad social”.
A la reunión acudió uno de los ex alumnos de Sheinbaum, quien presumió un cartel con la leyenda: “Mi maestra es la presidenta ¡Eres mi orgullo!”.
En el marco del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) puso a disposición una serie de indicadores basados en la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI) 2022, de la que se desprenden las condiciones laborales y actividades no remuneradas realizadas por niños, niñas y adolescentes (NNA’s) durante ese año.
La ENTI 2022 estimó que la población de NNA’s entre 5 y 17 años en México fue de 28.4 millones. De ésta, 3.7 millones (13.1%) se encontraban en condiciones de trabajo infantil.
Del total, el 60.2% (2.2 millones) se encontró compuesto por niños y el 39.8% (1.5 millones) por niñas. El mayor porcentaje de población en trabajo infantil se ubicó dentro del grupo de 15 a 17 años (48.9%), seguido del sector de 10 a 14 años (40.4%) y, por último, de 5 a 9 años (10.8%).
El 48.6% (1.8 millones) de NNA’s en trabajo infantil durante 2022 se desempeñó en “ocupaciones no permitidas”; 42.9% (1.6 millones) en “quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas” y 8.5% (318 mil) en ambos tiempos de actividades. El 59.7% de las niñas realizó principalmente quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas por horarios prolongados.
La ENTI 2022 reveló que 3 de cada 10 NNA’s en trabajo infantil no asistían a la escuela. El porcentaje poblacional de menores de edad en inasistencia escolar incrementa entre quienes realizan actividades en ocupaciones no permitidas (39.9%) y disminuye para aquellos que realizan quehaceres domésticos (21.1%).
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