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Vivimos tiempos convulsos, en los cuales cualquier día podríamos vernos bajo un confinamiento, de nuevo. Los centros de enseñanza se encuentran también en medio de esta vorágine.
En este sentido, el canal de YouTube de RTVE Noticias tituló literalmente, mayúsculas incluidas, un vídeo que subió el 20 de agosto de 2020 de la siguiente manera: “FERNANDO SIMÓN aboga por hacer los ESFUERZOS NECESARIOS para abrir los CENTROS EDUCATIVOS” [1] Se trataba de un extracto de la rueda de prensa de este médico, epidemiólogo, director desde hace ocho años del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, y portavoz del Ministerio de Sanidad sobre Covid-19. En él, afirmaba: “Vuelta al colegio. Queremos que sea segura. Hay margen de actuación. Hay margen de actuación en todos los ámbitos (…). No está todo implementado ahora. Aún hay unas semanas de margen. Dos, tres semanas de margen (…). No podemos tener a nuestros niños sin estudiar. No podemos hipotecar la competitividad de nuestras promociones de niños. No podemos tener el año pasado y este con una calidad de educación, que aunque se hagan todos los esfuerzos en hacer la educación no presencial y etcétera, no podemos hacer que dos promociones de nuestros niños no tengan una educación con el mismo nivel de calidad que cualquier otra. (…) Es un año, esperemos que no sean dos (…). La educación no es solo tener conocimientos. La educación implica relaciones sociales. En este caso, diferentes, porque las relaciones no pueden ser iguales que hace dos años (…). No consiste en tener un grupo bien formado, sino tener una generación completa bien formada.” Estas eran las últimas palabras del corte seleccionado por el medio estatal.
Quienes nos dedicamos a la enseñanza, a la pedagogía, al magisterio, llevamos toda la vida oyendo, leyendo y viendo a todo tipo de personas, de las más variopintas profesiones, o sin ellas, hablando, escribiendo, o debatiendo sobre educación, pese a no tener formación alguna sobre ello. Se puede llegar a lo más alto del Ministerio de Educación habiendo estudiado Derecho, como fue el caso de José Ignacio Wert, y promulgar una ley de presunta mejora de la calidad de la enseñanza. Se puede ser economista y realizar todo tipo de escritos y análisis sobre educación y las reformas que deben acometerse, y serán publicados por el Banco Mundial, o la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), constituyéndose, no por casualidad, en argumentos para las reformas de los sistemas de enseñanza, como nos dijo hace tres décadas el Catedrático Mariano Fernández Enguita, un síndrome permanente [2]. El tiempo le ha dado la razón.
Hablaba el médico y epidemiólogo sobre educación, sobre la vuelta al cole, hablando sin duda de lo que no le compete, y de espacios que más que probablemente ni pisa, mientras, por ejemplo, en Sevilla, Córdoba, Cádiz o Málaga, asociaciones de madres y padres se movilizan ante la falta de medidas de seguridad, o por las bajadas de las ratios [3]. La prensa conservadora, como no podía ser de otro modo, las llama asociaciones de extrema izquierda [4], en un proceso típico, prácticamente criminalizador, hasta descrito con ejemplos en Periodistas, el negocio de mentir, cuando veíamos, hace ya dos décadas, como se tachaba de lo que hiciera falta a estudiantes que protestaban contra la visita de Aznar a la Universitat Autónoma de Barcelona o a trabajadores en lucha de la Naval de Gijón [5].
El estado de alarma decretado desde marzo de 2020 nos hizo hasta cierto punto vivir sin pan y circo, sin fútbol, sin un alto número de cuestiones… y sin escuelas. En septiembre de 2020 vuelve la enseñanza obligatoria, pese a que ya tenemos casos de reaperturas y cierres por Covid-19 tanto en Alemania como en Georgia, Estados Unidos [6]. En todos los casos, mediáticamente, no habría discusión sobre el papel de los centros de enseñanza, una cuestión básica más para el pensamiento hegemónico.
Obviamente, los medios de comunicación de masas, traficantes de información para autores como Pascual Serrano, no van a cuestionar la desinformación llevada a cabo, por ejemplo, con respecto a la pandemia, especialmente durante los meses de febrero y marzo, algo, sin embargo, ya estudiado [7], aunque no por ello difundido.La escuela es algo prácticamente irrebatible en las radios, televisiones, medios digitales y prensa de mayor difusión.
Las contradicciones que estamos encontrando con respecto a la vuelta a las aulas, y a niños y niñas, resulta enormemente alarmante. De nuevo Fernando Simón, a modo de portavoz del Gobierno, una vez más, contribuía a la desinformación y a las medias verdades el pasado 27 de agosto: “La infección de sus hijos no se tiene que producir únicamente en el colegio, se puede producir en el parque, cuando ven a sus primos, cuando el padre vaya a trabajar se infecte en el trabajo e infecte el seno familiar. Tenemos que entender que los niños no puede ser nuestros niños burbuja (…). Ahora mismo, con los datos que tenemos, entre los niños menores de diez años, la hospitalización, dando margen, para que se tienen infección y sintomatología, esta se desarrolle, es decir, dando datos de aquellos que se han infectado hasta el 9 de agosto, la tasa de hospitalización es del 1,1%, la letalidad del 0%. No ha fallecido ningún niño de menos de 10 años. El ingreso en UCI de aquellos que se hospitalizan puede llegar a ser de un 8%, con criterios bastante más laxos que los que teníamos hace unos meses. Es verdad que tenemos muchos más casos en niños, es verdad que puede haber transmisión en el colegio, pero tenemos que valorar riesgo/beneficio de acudir al colegio. Yo creo ahora mismo que los riesgos con las medidas que se están proponiendo en los colegios para nuestros hijos son muy bajos. No quiere decir que no vaya a haber algún brote, no quiere decir que vaya a haber algún infectado, no quiere decir que alguno de esos infectados no vaya a tener que ser hospitalizado, eso puede pasar, pero lo cierto es que la probabilidad es relativamente pequeña” [8].
El argumento probabilístico de Simón es tan aterrador como tantas de sus declaraciones previas a la declaración del estado de alarma: “En general en España va a ser bajo o muy bajo. Pero sí que es cierto que en algunos puntos concretos puede ser moderado, o en alguna zona concreta de alguna ciudad concreta puede llegar a ser incluso alto. Pero lo cierto es que a nivel nacional lo hemos planteado como moderado para garantizar que mantenemos la tensión y la sensibilidad, pero en la mayoría de España va a ser bajo” [9]. “Nosotros creemos que España no va a tener, como mucho, más allá, de algún caso diagnosticado, esperemos que no haya transmisión local, si la hay, será transmisión muy limitada y muy controlada” [10]. La hemeroteca, con clase política, periodistas y hasta expertos y expertas, sería demoledora. Por no hablar de que el que nos indica las medidas de protección contrajo el propio Covid-19 a finales de marzo.
Diversos datos son, de nuevo, no muy favorables para el portavoz citado. En los Estados Unidos, ya hay 442785 casos totales de Covid-19, en niñas y niños, notificados, con un aumento del 21% en casos de niños durante dos semanas, del 6 al 20 de agosto [11]. Sí, la mortalidad, según los datos oficiales en el Estado español, podría ser del 0%, y sí, hasta el momento parece demostrado que es mínima. Pero eso no quita para que en Estados Unidos hayan muerto ya 90 niñas y niños en solo unos pocos meses [12]. Una niña de solo 11 años, sin patologías previas, fallecía con 11 años en Tarragona el pasado 11 de agosto… [13].
Hay mucho más a disposición de cualquier lectora o lector crítico. De nuevo, sin que nadie nos lo interprete, recurrimos a la fuente primaria, Fernando Simón, el cual afirmaba a finales de mayo: “Tenemos que ser muy conscientes de que un solo brote podría ser el inicio de otra epidemia o [sic] otra onda epidémica a nivel nacional, y creo que el impacto que hemos visto en la primera no nos alegraría nada que se produjera una segunda” [14]. ¿El criterio para “pequeñas fiestas inocentes”, a lo que se refería la cita anterior, no es aplicable a las escuelas?
Vayamos algo más allá, y empleemos uno de las últimas investigaciones a nuestra disposición, publicado el 19 de agosto, cuyas afirmaciones son claras: “A nivel individual, a las familias les preocupa cómo la infección por SARS-CoV-2 podría afectar a sus hijas e hijos y familiares. Es especialmente preocupante para las familias que pertenecen a clases socioeconómicas bajas, donde la prevalencia de la infección por SARS-CoV-2 es mayor y donde la convivencia multigeneracional es la norma, lo que aumenta el riesgo de transmitir la infección a abuelos y abuelas vulnerables y personas adultas mayores. Este estudio revela que los niños y las niñas pueden ser una fuente potencial de contagio en la pandemia de SARS-CoV-2 a pesar de una enfermedad más leve o la ausencia de síntomas, y la desregulación inmunológica está implicada en MIS-C posinfeccioso grave” [15].
Sí, según Fernando Simón tenemos que valorar riesgo/beneficio de acudir al colegio. Efectivamente, quien entra pobre, tiene un altísimo porcentaje de posibilidades, o probabilidades de esas que menciona Simón, de salir pobre. No se afirma a la ligera, incluso contamos con una investigación de 9020 individuos que lo corrobora: “en términos generales, la proporción de hijos que toman la clase de sus padres es alta. Los movimientos que implican un cambio de sector no son pronunciados. Son similares a los de otros países europeos” [16]. No tenemos que ser Karl Marx, ni tan siquiera simpatizar con él, los hechos los corroboran los datos. Un título universitario ya no garantiza nada, “la cifra de universitarios pobres ha crecido un 29% en España. Prácticamente uno de cada diez está bajo el umbral de la pobreza” [17]. Todo ello, hablando de forma general, sin entrar en género [18], o etnia, pues 6 de cada 10 niños y niñas de etnia gitana abandonan los pupitres antes de acabar la Educación Secundaria Obligatoria, y solo el 17 por ciento de la comunidad gitana tiene estudios de secundaria o superiores frente al 77 por ciento del conjunto de la población [19].
Pero ese riesgo/beneficio se convierte en palabras mayores cuando hablamos de salud y hasta de riesgo vital. Rafael Romero, director del Instituto Andaluz para la Prevención del Acoso Escolar (IAPAE), lo afirma con rotundidad: “la mayoría de los centros escolares no pueden garantizar, a día de hoy, las mínimas medidas sanitarias exigidas en cuanto a distancia de seguridad, higiene y desinfección, ratio de alumnos y ampliación de la plantilla de docentes para dicho cometido. De hecho nadie se hará responsable de lo que ocurra a los menores. Si el Ministerio de Sanidad recomienda que no haya reuniones de más de 10 personas (incluso entre familiares), cómo permite el Ministerio de Educación que haya 20 o 25 alumnos en un espacio cerrado durante varias horas. No tiene ningún sentido” [20].
Qué podemos hacer cuando hasta los expertos y las expertas presuntamente científicos no están precisamente al servicio de las personas [21]. La historia demuestra las consecuencias que trajo la fe ciega, y cuando el lucro, la “nueva normalidad” y el cambio para que nada cambie son la norma, nuestro futuro son las eternas cadenas que nos esclavizan, ese pasado “¡Vivan las cadenas!” de los absolutistas españoles en 1814, cuando volvieron a colocar en el poder a Fernando VII, miembro de una monarquía que aún mantenemos y sufrimos. Poco después de ello, se publicaba en 1849 Del deber de la desobediencia civil, conferencia de Henry David Thoreau, con una pregunta bien clara: “Hay leyes injustas. ¿Nos contentaremos obedeciéndolas o trataremos de corregirlas y seguiremos obedeciendo hasta que lo consigamos o, más bien, las trasgrediremos en seguida?” [22].
Notas:
[1] Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=bHPIoVFYycI
[2] Fernández, M. (1990). La escuela a examen. Edudema: Madrid.
[3] Por ejemplo, Escuelas de Calor en Sevilla (@escuelasdecalor), o AMPAS en pie en Málaga (@AmpasPie).
[4] Disponible en https://sevilla.abc.es/andalucia/sevi-asociaciones-extrema-izquierda-calientan-vuelta-colegio-andalucia-202008202250_noticia.html
[5] Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=CLS9VLYaOuM
[6] Informaciones disponibles en https://www.republica.com/2020/08/07/alemania-cierra-dos-colegios-por-casos-de-covid-solo-cinco-dias-despues-de-reabrirlos/; https://www.scientificamerican.com/article/schools-have-no-good-options-for-reopening-during-covid-19/
[7] Nadal, A. (2020). Enseñanza, diagnóstico virtual y didáctica digital. El caso Covid-19. II Congreso Internacional de Derechos Humanos y Globalización. Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=wuByAmyNXXA
[8] Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=rS882Ql0Xy8
[9] “Del «habrá algún caso como mucho» a 11.000 fallecidos en dos meses”. Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=vCcba3l62vY
[10] Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=MJfXrNiYgCQ
[11] Disponible en https://services.aap.org/en/pages/2019-novel-coronavirus-covid-19-infections/children-and-covid-19-state-level-data-report/
[12] Disponible en https://cnnespanol.cnn.com/2020/08/11/ha-habido-un-aumento-del-90-en-los-casos-de-covid-19-en-ninos-estadounidenses-en-las-ultimas-cuatro-semanas-segun-informe/
[13] Disponible en https://www.elperiodico.com/es/sociedad/20200812/fallece-nina-covid-19-joan-xxiii-tarragona-catalunya-coronavirus-8072670
[14] Simón: «Un brote en una pequeña fiesta inocente puede ser el inicio de otra onda epidémica». Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=ksQBB36DwP4
[15] Pediatric SARS-CoV-2: Clinical Presentation, Infectivity, and Immune Responses. Disponible en https://www.jpeds.com/article/S0022-3476(20)31023-4/fulltext
[16] Marqués, I. y Herrera-Usagre, M. (2010). ¿Somos más móviles? Nuevas evidencias sobre la movilidad intergeneracional de clase en España en la segunda mitad del siglo XX. Revista Española de Investigaciones Sociológicas (Reis), 131, 43-73.
[17] Titulados pobres: la crisis diluye el blindaje de la universidad. Disponible en https://www.publico.es/sociedad/universidad-titulados-pobres-crisis-diluye-blindaje-universidad.html
[18] Gálvez, L. y Torres, J. (2010). Desiguales. Mujeres y hombres en la crisis financiera. Prólogo de José Luis Sampedro. Icaria editorial: Barcelona.
[19] Disponible en https://www.madridiario.es/madrid-educacion-gitanos-abandono-escolar
[20] Carta al señor/a alcalde/sa. Disponible en https://www.facebook.com/624171921541112/photos/a.626099908014980/638735576751413/?type=3&theater
[21] Feyerabend, P. (2001). Cómo defender a la sociedad de la ciencia. Polis, 1, 1-8.
[22] Thoureau, H. D. (2008). Del deber de la desobediencia civil. Prólogo de Henry Miller. Medellín, Colombia: Editorial pi.
Antonio Nadal Masegosa es profesor del Departamento de Teoría e Historia de la Educación y Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Málaga. antonionm@uma.es