Los estudiantes secundarios franceses salieron masivamente a las calles de algunas de las principales ciudades dando un nuevo clima a la situación, caldeada por la lucha de los «chalecos amarillos». El ingreso a escena de los secundarios, que luchan por el ingreso irrestricto a las facultades, contagió a los estudiantes universitarios que desde el martes comenzaron a realizar asambleas masivas en varias de las principales universidades contra el arancel a los estudiantes extranjeros y en solidaridad con los chalecos amarillos.
El gobierno de Macron acaba de retroceder por primera vez desde que asumió la presidencia tras tres jornadas de batalla campal en París y bloqueos en todo el país de parte de los chalecos amarillos. Sin embargo el retroceso de Macron es considerado tardío y escaso. Los manifestantes piden por todas sus demandas y el gobierno prepara el aparato represivo contra las movilizaciones del próximo sábado. Por eso lo último que esperaba Macron era que a los chalecos amarillos se le sume la luchas de otros sectores. La entrada en escena de los secundarios y universitarios es un balde de agua helada.
Si bien desde el viernes pasado algunos estudiantes secundarios bloquearon escuelas en distintos puntos del país, fue este lunes que el movimiento se hizo realmente masivo. Los secundarios no solo entraron en escena sino que enfrentaron una feroz represión.
Este martes, más de 330 escuelas secundarias fueron bloqueadas en toda Francia, y al menos 100.000 jóvenes se manifestaron. Los secundarios salen contra lo que consideran un futuro sombrío si quisieran ingresar a la universidad, lo que no solo incluye un sistema de selección restrictivo, sino el aumento en las matriculas que recaerá en los que ingresen a la educación superior en los próximos años.
Por ahora, las escuelas secundarias más movilizadas son aquellas en los suburbios y fuera de los centros urbanos, especialmente en Seine-Saint-Denis, o alrededor de Toulouse. Y es la región de Toulouse la que aparece hoy como el epicentro de esta ira con más de cuarenta escuelas tomadas desde el lunes.
Una brutal represión para evitar que confluyan los movimientos
En Toulouse las movilizaciones fueron duramente reprimidas por la policía el lunes y los estudiantes se reunieron nuevamente el martes para marchar, esta vez junto a los chalecos amarillos, universitarios y trabajadores (particularmente docentes y trabajadores de la salud). Una vez más, la violencia de las fuerzas represivas fue brutal, con una lluvia de gases lacrimógenos que cayeron continuamente sobre las columnas y terminó con varios detenidos.
La misma represión se desató violentamente en Burdeos y en Grenoble, donde muchos estudiantes secundarios terminaron heridos.
Esta respuesta del gobierno tiene el objetivo de evitar que el movimiento juvenil confluya en las calles con los chalecos amarillos, dinamizando y extendiendo la lucha y las demandas a otros sectores y convirtiendo la jornada de próximo sábado en un polvorín aún mayor del visto hasta ahora.
El temor del gobierno a esta confluencia es tal que en Toulouse la prefectura le pidió a la empresa de transporte que bloquee todo el tráfico (metro, tranvía y autobús), antes del comienzo de la manifestación de los secundarios para evitar que puedan llegar en forma masiva.
Se suman los universitarios
La entrada en escena de los secundarios retumbó en los pasillos de las universidades haciendo que se convoquen asambleas en varias de las mas importantes. Siguiendo el ejemplo de los liceistas, cientos de estudiantes universitarios votaron en cada una de las asambleas generales distinto tipo de medidas que incluyen bloqueos y movilizaciones conjuntas, adicionando sus demandas que van desde el rechazo a las matriculas para estudiantes extranjeros y el apoyo a la lucha de los chalecos amarillos.
La universidad París 1 Tolbiac, amaneció bloqueada este miércoles tras la asamblea del martes que comenzó con 300 estudiantes gritando «Macron dimisión» y «Solidaridad con los extranjeros» y culminó con más de 800 reunidos en el anfiteatro donde votaron el bloqueo de la facultad y la participación en la marcha del sábado junto a los chalecos amarillos.
En este contexto político y social, donde Macron y su gobierno están claramente abrumados y debilitados por la situación, y donde la ira se propaga como un incendio forestal, los jóvenes pueden jugar un papel determinante. Además, la represión que sufren los secundarios es rechazada masivamente por la población, especialmente entre los chalecos amarillos que llaman a apoyarlos y no dejarlos solos frente a la represión policial.
Todo indica que el próximo sábado, cuando se consume la cuarta gran jornada de protesta, los estudiantes secundarios y universitarios estén en la calle de forma organizada junto a los chalecos amarillos. Resta ver si esas fuerzas confluyendo juntas en las calles pueden impactar sobre los trabajadores obligando a las direcciones sindicales, que por ahora se vienen negando a coordinar una lucha en común, a convocar una huelga general que haga realidad el grito de «Macron Dimisión» que ha venido ganando fuerza en todo Francia.
*Fuente: http://www.laizquierdadiario.com.ve/Francia-estudiantes-secundarios-y-universitarios-se-suman-a-la-lucha-para-enfrentar-a-Macron?id_rubrique=5442