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Maestros y maestras rurales

Por: Tahira Vargas García 

Las dificultades de salud que presenta gran parte del personal docente no se resuelven en su totalidad con los seguros de salud.

El 30 de junio se celebró el día del maestro y la maestra. La mayor parte del personal docente que se encuentra en las aulas son mujeres.

Continuamente se hacen análisis de los problemas de calidad en la educación dominicana con una mirada muchas veces acusatoria exclusiva hacia ellos/ellas. Si bien es cierto que el personal docente y directivo de los centros educativos tiene una alta responsabilidad en la calidad de la educación, hay cuotas fundamentales en los Distritos Educativos, las Regionales y del Ministerio de Educación.

Hay que reconocer que se han mejorado las condiciones socioeconómicas de maestros y maestras con la aprobación del 4% para la educación, y se ha incrementado sus salarios, aun así, se encuentra una gran parte que continúa viviendo en condiciones de vulnerabilidad y precariedad, sobre todo quienes trabajan en las comunidades rurales más lejanas y aisladas.

No cuentan muchas veces con medios de transporte y se trasladan pidiendo “bolas” para llegar a la comunidad donde muchas veces tienen que instalarse por varios días viviendo en las mismas condiciones de pobreza y desabastecimiento de servicios de estas comunidades.

El esfuerzo y la labor del docente en comunidades rurales de nuestro país deben de ser reconocidos

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Las dificultades de salud que presenta gran parte del personal docente no se resuelven en su totalidad con los seguros de salud y muchas veces se hacen recolectas en las comunidades para cubrir casos de tratamiento de cáncer, algunas cirugías o tratamientos de alto costo. Se presentan casos de maestros/as que han muerto por falta de recursos para una diálisis o para una intervención quirúrgica de emergencia.

En distintas comunidades rurales, se encuentra continuamente a maestros y maestras que reciben una precaria pensión que no suple sus necesidades básicas ni la de su familia. Logran sobrevivir muchas veces por la solidaridad y apoyo que reciben en las comunidades donde residen que reconocen su aporte social.

El currículo que deben desarrollar estos maestros y maestras en las escuelas es el mismo de una escuela urbana, urbano-marginal o en un colegio privado de estratos medios y altos. A pesar de las precarias condiciones para desarrollar su labor educativa y de su calidad de vida.

El esfuerzo y la labor del docente en comunidades rurales de nuestro país deben de ser reconocidos no solo con el día del maestro sino en todo momento. Tienen la responsabilidad de formar a nuestras nuevas generaciones en medio de dificultades, precariedades y acompañarles en los procesos de cambio social y cultural de la que son protagonistas.

Este articulo fue publicado originalmente en el periódico HOY

Fuente: https://acento.com.do/opinion/maestros-y-maestras-rurales-9078657.html

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Las heridas abiertas de la guerra sucia

Por: Luis Hernández Navarro

Apesar de la diferencia de edades y de las ciudades de origen, sus recuerdos concuerdan. Ambos son guerrerenses y luchadores sociales. El profesor Vicente Estrada Vega, estudiante de la Normal Rural de Ayotzinapa y compañero en distintos momentos de Lucio Cabañas, nació en Taxco, Guerrero, y creció en Tixtla. Su padre fue minero. Tiene 87 años. El antropólogo Abel Barrera, defensor de derechos humanos, vio la luz en Tlapa, hace 62 años. Su familia se dedicaba al comercio. Forma parte de la Comisión de la Verdad.

Vicente cuenta: “Conozco desde niño la tonada de los soldados que protegen al estado. Viví mi niñez en Tixtla y ahí jalaban a los indios de por Atliaca. Vi cómo los agarraban, los maltrataban, los amarraban con un palo atravesado y los arrastraban; cómo los colgaban y los fusilaban.

“Fui a Los Piloncillos, que es un caso histórico. Está a 60 kilómetros sobre caminos muy adentro de la Sierra. La gente se había ido al campo. Ya no estaban los hombres que trabajan. Ahí llegó el Ejército. Fue como a las 9 de la mañana. Engañó a la gente. Gritaron “¡Viva el Che Guevara!”. En realidad iban a matarlos. Agarraron a los que pudieron, como a siete gentes y los asesinaron ahí en la cancha.

El pueblo agarró y se fue a la comandancia a preguntarles a los militares: ¿por qué? El general, o lo que haya sido, pretextó: nosotros no fuimos. Nunca mandamos tropa. Los campesinos le respondieron: “¡Cómo no! Nosotros vimos que eran los guachos los que mataron a nuestros compañeros”.

“Supe cómo agarraban y les decían a los campesinos: ‘súbete a la palmera y corta cocos’. Y ya arriba, los cazaban, los mataban. Es muy triste.”

Corría la década de 1970. Abel rememora sus tiempos de seminarista. Vio cómo la policía judicial y el Ejército bajaban de la Montaña a indígenas amarrados como si fueran animales. Los traían caminando, salvajemente golpeados, con la ropa raída y los pies desnudos y ensangrentados.

Los uniformados, que se ostentaban como la ley y el orden, con pistola al cinto, los acusaban de haber matado, robado o violado. Los llevaban hasta la comandancia, en pleno zócalo, y después de torturarlos, los dejaban atados en la calle para el escarnio público. No era un hecho casual. Sucedió una y otra vez. Algunos de los detenidos ni siquiera llegaban hasta la ciudad. Simple y sencillamente los colgaban en el camino.

Desde que en 1994 se formó el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Abel ha escuchado, literalmente, cientos de abusos de policías y soldados en toda la geografía guerrerense, contra indígenas, campesinos, maestros, ecologistas y mujeres. Los informes que documentan esas gravísimas violaciones suman miles de páginas.

Zacarías Osorio Cruz es un ex militar mexicano asilado en Canadá. Fue parte del Cuerpo de Paracaidistas del Ejército. Especialista en tiro, recibió, en varias ocasiones, una instrucción tajante por parte de sus superiores: desaparecer a campesinos y luchadores sociales guerrerenses.

Recibía ciertas órdenes y me elegían porque mi especialidad era disparar. La orden era que tenía que desaparecer a esta gente, que tenían que morir porque le traían problemas al alto mando, declaró bajo juramento al solicitar refugio político en aquel país.

Zacarías realizó su primera operación en Atoyac, Guerrero. Los desaparecidos fueron, según él, quienes encabezaban a ciertos grupos que querían manifestar su descontento con el gobierno. Estos eran los que eran arrestados y puestos en nuestras manos.

Los operativos en los que Osorio Cruz participó no fueron obra de un escuadrón de la muerte que actuara al margen de las fuerzas armadas. Fueron acciones de guerra en forma, realizadas por militares en servicio, en cumplimiento de órdenes oficiales.

Una de las piezas más dramáticas del rompecabezas de esta guerra contrainsurgente fueron los vuelos de la muerte, en los que soldados y miembros de la aviación arrojaron al océano Pacífico a opositores y presuntos guerrilleros. Años después del testimonio de Osorio, la Comisión de la Verdad (Comverdad) formada por el Congreso de Guerrero, recuperó de evidencias de estas barbaridades.

Entre las evidencias que la comisión obtuvo hay tres relatos, dos de sobrevivientes y uno más de un piloto de la Fuerza Aérea Mexicana, que arrojan luz sobre las tinieblas de estos sobrevuelos. Metían a las víctimas en sacos de ixtle llenos de piedras. Algunos iban aún vivos. Los aviones descendían para tirar los cuerpos mar adentro. En las comunidades costeras empezaron a aparecer restos humanos.

La comisión encontró también un reporte “en el que se señala que, cuando empezaron aparecer cuerpos mutilados, quemados, torturados, se especulaba en la sociedad si pertenecerían al hampa y serían venganzas. Sin embargo, el mismo informe dice que discretamente se llegó a conocer que eran personas relacionadas con Lucio Cabañas. La lista de las atrocidades perpetradas por los militares es interminable.

En la ceremonia de instalación de la Comisión para el Acceso de la Verdad, el Esclarecimiento Histórico y el impulso a la Justicia de las Violaciones Graves a los Derechos Humanos cometidas de 1965 a 1990, el general secretario Luis Crescencio Sandoval anunció que se autorizó a inscribir los nombres de militares fallecidos con motivos de los hechos del pasado en el Monumento a los Caídos de las Fuerzas Armadas. La indignación entre los familiares de las víctimas explotó.

“Me quiero equivocar –dice Vicente Estrada cargando sobre sus hombros una larga lista de agravios de militares–, pero este gobierno no va a resolver el asunto de los desaparecidos. Conozco al Ejército. Para que cambien, debe empezar por hacerse una autocrítica profunda de qué es lo que han hecho mal ante el pueblo. Pero hasta ahora no se les ha visto el interés. Nosotros vamos a seguir con el mismo problema”. Más claro, ni el agua. Las heridas siguen abiertas.

Twitter: @lhan55

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2022/06/28/opinion/019a2pol

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Ser madres adolescentes

Por: Tahira Vargas García

Hay una concepción en adolescentes de estratos pobres de que la maternidad debe darse en la juventud porque luego se pierde la fertilidad.

La celebración del día de las madres en la sociedad dominicana se aborda en los medios de comunicación desde estereotipos que excluyen la diversidad de prácticas de maternidad existentes en diferentes estratos sociales, grupos etarios, generacionales y estructuras familiares.

Las madres adolescentes tienden a vivir en nuestra sociedad la condena y sanción continua a su condición porque se integran a la maternidad en edades consideradas como muy “tempranas” para el modelo social de la maternidad aun cuando nuestra historia está plagada de mujeres que se convirtieron en madres en la adolescencia y que hoy son bisabuelas, abuelas o madres de las madres adolescentes.

El significado de la maternidad para madres adolescentes es uno de los temas tratados en  distintos estudios (Ramirez y Vargas 2008) (Pérez, Miric y Vargas 2010).

Encontramos que las percepciones de las adolescentes tanto en estrato pobre como en estrato medio sobre su experiencia como madres están marcadas por una alta valoración de la maternidad y el sentido de la familia. Aún en las madres adolescentes donde se percibe cierta tristeza porque han tenido que asumir una responsabilidad muy jóvenes muestran la alegría de la maternidad porque le dan mucho peso a la familia como valor, entendiendo familia como descendencia.

“Soy feliz, es una experiencia muy grande, me siento un ser maravilloso”.” Es muy bonita la experiencia, me he dado cuenta de lo lindo que es ser madre joven”. ”A veces me siento triste, porque ya no soy la misma, no puedo pensar por mi sola tengo que pensar por dos”. “Estoy feliz porque en el mañana puedo decir tengo la familia hecha”. “Me siento bien y mal, dar una vida es lo mejor pero mal porque tuve que dejar la escuela, mis estudios”.(relatos de madres adolescentes en el estudio de Ramírez y Vargas 2008: 55).

En las adolescentes de estrato pobre se identifica una valoración significativa de la maternidad en la juventud. Ser madre joven resulta importante para las adolescentes aún cuando reconocen que no estaban preparadas para ello, les tienen mucho miedo a “no tener hijos” si se ponen lo que ellas llaman “muy viejas”. Hay una concepción en adolescentes de estratos pobres de que la maternidad debe darse en la juventud porque luego se pierde la fertilidad. Esta concepción probablemente esté asociada a un patrón de maternidad adolescente presente en sus madres que en muchos casos tuvieron su primer embarazo con menos de 20 años y también en la reproducción de un patrón cultural sexista que magnifica la maternidad como condición principal de la mujer basada en las creencias religiosas que tienen mucho peso en nuestra sociedad.

Este articulo fue publicado originalmente en el periódico HOY.

Fuente e Imagen: https://acento.com.do/opinion/ser-madres-adolescentes-9067755.html

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Organizaciones peruanas piden al Estado garantizar derechos de mujeres

América del Sur/Perú/03-06-2022/Autor(a) y Fuente: www.telesurtv.net 

De acuerdo al Registro Único de Víctimas, 201 mujeres y niñas tenían hijos de sus agresores.

Organizaciones feministas y de mujeres reclamaron al Estado peruano que cumpla con las recomendaciones que realizara el Comité de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra las Mujeres (Cedaw) de la Organización de Naciones Unidas (ONU); así como con la garantía de los derechos de las mujeres y la población LGTBIQ+.

La institución feminista Flora Tristán subrayó la necesidad de garantizar el acceso a la salud sexual y reproductiva de las mujeres como uno de los parámetros fundamentales reconocidos por la Cedaw.

De acuerdo a la ONU “los grupos desfavorecidos y marginados de mujeres y niñas, las mujeres indígenas y afroperuanas, las mujeres con discapacidad, las mujeres lesbianas, bisexuales, transgénero e intersexuales, así como las mujeres refugiadas y migrantes; se enfrentan a formas múltiples e interrelacionadas de violencia en todos los ámbitos de sus vidas”.

Por ello, el Comité instó a Perú a utilizar medidas especiales de carácter temporal para proporcionarles una reparación urgente. Entre las visiones fundamentales para la garantía de una vida digna para las mujeres y el respeto a sus derechos sexuales y reproductivos; el organismo resaltó la carencia de educación sexual integral adecuada en correspondencia con la edad en todos los niveles; incluida la educación sobre salud, derechos sexuales e igualdad de género.

“El Comité reconoce los esfuerzos realizados por el Estado parte para incorporar la igualdad de género y los derechos de la mujer en sus marcos legislativos, regulatorios y normativos. Sin embargo, al Comité le preocupan los altos niveles de violencia de género contra las mujeres, que se han visto exacerbados desde el inicio de la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19)”, detalló la institución en su informe.

Otro de los desafíos que reconocen y exigen las organizaciones por los derechos de las mujeres, están acorde con la declaratoria de la Cedaw; la cual refirió que en lo relativo a la justicia falta concientización y sensibilización en materia de igualdad de género.

La persistencia de obstáculos institucionales, estructurales y prácticos para el acceso de las mujeres a la justicia, es puntualizado además de la Cedaw por los colectivos peruanos.

Con relación a la restricción de una interrupción segura del embarazo, Cedaw recomendó que el Perú legalice esta interrupción en casos de violación, incesto, amenazas a la vida o la salud de la mujer embarazada o malformación fetal grave; y despenalice la interrupción del embarazo en otras situaciones.

“El acceso altamente restrictivo al aborto en casos terapéuticos ha provocado la denegación de este procedimiento a mujeres y niñas víctimas de embarazo forzado por violencia sexual; señalando que en 2018 el Registro Único de Víctimas informó de 5.266 casos de abuso sexual y que 201 mujeres y niñas tenían hijos de sus agresores”, denunció el documento.

Otras de las denuncias realizadas por los movimientos de mujeres y feministas y contempladas por la Cedaw, se focalizaron hacia la esterilización forzada de mujeres y niñas, en particular de mujeres y niñas con discapacidades intelectuales y psicosociales, a pesar de la prohibición de la ley.

Por otra parte, la denuncia también abordó el “acceso limitado de las mujeres que viven con el VIH/SIDA a los programas de prevención, tratamiento y atención y apoyo de calidad, así como la estigmatización y discriminación a la que se enfrentan”.

Otra de las problemáticas fundamentales que acontecen en el país es la violencia y el feminicidio como su máxima expresión, sobre la cual la Policía Nacional informó que 12.000 mujeres fueron registradas como desaparecidas en 2020.

Mientras, según las cifras publicadas por el Programa Nacional Aurora, en 2021 se registraron 293 tentativas de feminicidio, y 136 casos de feminicidio consumado, de los cuales en el 13.2 por ciento las víctimas fueron niñas y adolescentes.

Fuente e Imagen: https://www.telesurtv.net/news/feministas-peruanas-reclaman-cumplimiento-cedaw-estado-20220602-0033.html

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Mujeres y diversidades indígenas de América Latina reunidas en Salta contra el terricidio y el chineo

Nodal

En la región de los Valles Calchaquíes, rodeadas por los cerros de Chicoana (Salta), más de 250 personas indígenas inauguraron hoy el Tercer Parlamento Plurinacional de Mujeres Indígenas y Diversidades por el Buen Vivir.

A 50 kilómetros de la capital provincial, representantes de más de 20 naciones originarias -la mayoría del territorio argentino, pero también hermanas procedentes de Bolivia, Perú y México- se reúnen hasta el miércoles 25 de mayo. El objetivo del encuentro: compartir experiencias de sus territorios y construir una agenda común con el eje de la lucha contra el terricidio y la abolición del chineo, la violación a niñes indígenas por parte de criollos. 

Muchas de las personas que participan del encuentro vienen trabajando desde hace dos años con el Movimiento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir -quien convocó al Parlamento- en una campaña para difundir este abuso implantado desde la colonización, que se declare imprescriptible y crimen de odio. En la actualidad, la práctica tiene mayor arraigo e impunidad en el norte de Argentina, por eso se eligió este lugar para el encuentro. Pero también porque Salta es una de las provincias con mayor diversidad étnica: hay más de 14 de los 35 pueblos naciones indígenas de Argentina.

La primera jornada del Parlamento comenzó con una ceremonia conducida por las autoridades espirituales de cada nación indígena. Alrededor del fuego, se agradeció a la madre tierra y a lxs ancestrxs por poder estar reunidxs, se realizaron ofrendas y se elevaron cantos en distintas lenguas. Se trata del 3er. Parlamento de Mujeres Indígenas (el primero fue en 2015 en Ensenada, Buenos Aires, y el segundo en Las Grutas, Río Negro) y el primero que abraza de manera explícita a la diversidad sexual.

Tras compartir el desayuno, la weychafe (guerrera) mapuche Moira Millán, del Movimiento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir, dio la bienvenida y agradeció a todas las personas que hicieron posible el encuentro.

Y resaltó que sabía que no sería fácil hacer este Parlamento en Salta, un lugar históricamente discriminatorio con la diversidad. Sin embargo, la mayoría de las personas que asisten provienen de esta provincia y de su vecina Jujuy. También aclaró que la gran mayoría de las mujeres indígenas aquí presentes no se identifican como feministas “sino como antipatriarcales”.

Luego las hermanas formaron una gran ronda para presentarse y contar sobre sus territorios y culturas de procedencia. Al Parlamento llegaron hermanas de las naciones Quechua, Wichi, Qom, Diaguita, Charrúa, Mapuche, Moqoit, Tapiete, Ava Guaraní, Chorote, Chulupí, Chané, Weenhayek, Simba Guaraní, Guaycurú, Lule, Diaguita Calchaquí, Purépecha y Huarpe.

«Soy enfermera. Soy traductora. Soy docente. Soy artesana. Soy técnica en desarrollo indígena. Soy de la asamblea de mi comunidad. Soy guardiana de semillas. Soy guardiana de territorios. Soy guardiana del arte textil. Soy comunicadora. Soy cantora», fueron algunas de las formas cómo se presentaron.

–He nacido para cantar y transmitir las energías de mis abuelos. Vengo a los territorios a entregar parte de eso, dijo una hermana llegada desde Bolivia.

–Soy una persona trans y dos espíritus, vengo de Chile representando a nuestros ancestros.

–Soy trans y mapuche. Nosotras también somos indígenas y voy a resistir en donde sea, en el territorio que lo necesite.

–Gracias por incluir a la diversidad en este parlamento. Existimos y resistimos.

–Venimos a curar nuestras matrices como mujeres y nuestra alma, dijo una hermana kolla.

–Vengo porque hemos sufrido muchos hechos de violencia.

–Quiero recordar que las mujeres organizadas podemos mucho y ser una voz de lucha contra todo lo que pasa.

–Vengo de Salta, una provincia que nos intenta enmudecer. Pero acá las mujeres tomamos el mando y la voz, y esa es la fuerza que les queremos transmitir a ustedes.

–Estamos acá porque queremos que nuestras voces sean escuchadas en todo el mundo para que podamos salir adelante.

–Venimos para unir nuestras voces, nuestro pensamiento y nuestra energía espiritual para luchar por los mismos objetivos.

“Soy Pía, orgullosamente travesti, orgullosamente indígena. Vengo a decir basta de chineo y de violencia a nuestras compañeras trans. Gracias por estar acá y por el afecto. Con nuestras ancestras en el corazón.  Las travestis nos sumamos a la lucha contra el territorio”, dijo la activista travesti y afroindígena salteña Pía Ceballos.

Día de la lucha global contra el terricidio

Tras el almuerzo, las hermanas se juntaron para la primera reunión plenaria donde fueron tomando la palabra, en castellano, pero también en distintas lenguas originarias, para contar qué significa ser una mujer o disidencia y defender el territorio. Allí se habló sobre el avasallamiento a los derechos básicos, así como la represión por parte de los estados al defender sus comunidades de los avances extractivistas.

“Desde el Movimiento de Mujeres Indígenas decidimos usar la palabra terricidio porque es más abarcativa que ecocidio. Se trata no solo del asesinato de la naturaleza sino también de la destrucción de nuestros espíritus y nuestros cuerpos” dijo Evis Millán, hermana mapuche. Desde hace tres años se instauró el 22 de mayo como el día de lucha global #BastaDeTerricido.

“En el norte estamos luchando contra los agrotóxicos. Vivimos rodeadas de plantaciones de soja. Estamos cerca de la pista donde cargan el veneno. Nos han arrinconado. Estamos enfermando”, dijo Nancy López, cacica, comunicadora de la radio La Voz Indígena y perteneciente al pueblo Weenhayek.

El Parlamento sigue hasta el miércoles 25 de mayo con talleres -entre ellos, uno de Comunicación que coordina Agencia Presentes-. “El liderazgo es telúrico y es indígena”, dijo Millán. Y una de las hermanas resaltó: “Cuando las mujeres estamos convencidas de llevar adelante una lucha no nos importan las fronteras”.

Presentes

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Misoginia en la Normal

Por: Miguel Ángel Casillas

En solidaridad con Rosío Córdova

La resistencia de las instituciones de educación superior para enfrentar una reforma con perspectiva de género es fortísima, el pacto patriarcal se reproduce cotidianamente y las mujeres siguen siendo víctimas frecuentes de agresiones y discriminaciones. Como si estuviéramos en la Edad Media o sujetos a los rigurosos criterios de la Inquisición, en las instituciones de educación superior todavía siguen vigentes disposiciones arbitrarias en las que descansa la dominación masculina.

Es inaudito que en pleno siglo XXI, en la Benemérita y centenaria escuela normal veracruzana, una institución históricamente feminizada, con órganos de gobierno integrados mayoritariamente por mujeres, con muchas mujeres en cargos directivos, sigan vigentes criterios que castigan a una estudiante embarazada. Es el caso de Karla, una chica de octavo semestre, que sufre discriminación y le han dado de baja administrativa.

Karla se embarazó, tuvo una amenaza de aborto y los médicos le prescribieron dos semanas de reposo absoluto. Por tanto, faltó a unas clases prácticas, tramitó su incapacidad y aunque tenía justificado faltar dos semanas sólo lo hizo durante cinco días. En la BENV se la aplicaron, por acumulación de faltas fue dada de baja.

Ha ocurrido un uso absurdo de la reglamentación, que ya debería de haber sido reformada con una perspectiva de género para eliminar cualquier sanción y discriminación a las chavas por ser mujeres, por embarazarse, o por tener hijos. La falta de actualización de las reglamentaciones universitarias es prueba de la resistencia misógina, como también lo es lo absurdo y rígido de su aplicación. Los reglamentos escolares de las instituciones de educación superior fueron elaborados desde la perspectiva masculina y están plagados de referentes que sostienen su dominación; su reforma democrática es una asignatura pendiente y no habrá pleno respeto a los derechos humanos si no se transforman a profundidad. Sin embargo, la reforma legal sólo cobrará sentido cuando se cambien las conciencias y las creencias de los agentes de la educación.

Pues también ocurre un trato discriminatorio cuando secretarias, funcionarios, profesoras y profesores coinciden en sancionar, despreciar y condenar a una chica por haberse embarazado. Predomina en la institución un sentido común, una creencia compartida y una representación social dominante claramente discriminatoria hacia las mujeres que rompen o desafían los estereotipos establecidos. En la Normal, el sector dominante de la institución, integrado sea por hombres o mujeres, comparte una visión ideológica conservadora sobre la mujer que se impone durante la socialización y se reitera cuando se castiga a quien disiente.

En lugar de ser un espacio para reivindicar la independencia, la libertad, la creatividad y el derecho al conocimiento como base de la emancipación social, en la Normal predomina una visión anticuada que se opone a la liberación femenina. En la socialización escolar se impone un currículum oculto de carácter misógino que está orientando la formación de maestros. En efecto, Karla y otras estudiantes no son las únicas víctimas que están siendo afectadas por la discriminación y la dominación masculina; pues si estamos hablando de maestros en formación, tendríamos que reconocer que los efectos de la dominación son más amplios y trascenderán a las prácticas profesionales de los maestros en funciones.

La denuncia de Karla corre a cargo de la Comisión de derechos humanos, porque los órganos colegiados de la BENV no pueden resolver el caso de discriminación de que ha sido objeto. Es deseable que su demanda sea atendida, que le permitan terminar y acreditar sus cursos al tiempo que tiene a su hijo. Sin embargo, la Normal debería tomar medidas para que estos problemas no se repitieran y se garantizaran plenamente los derechos humanos de los estudiantes. A la BENV y a otras escuelas normales les vendría bien reconocer que su diseño institucional corresponde a un pasado que ya pasó y que sus reglamentaciones deben estar acordes con la Constitución y con la Ley general de educación superior; que les urge una reforma con perspectiva de género que ponga por encima la emancipación y liberación femenina, y que haga de las maestras y maestros un ejemplo de renovación de las relaciones entre hombres y mujeres.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/misoginia-en-la-normal/

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Chile: [Castro TV] «acto de reconocimiento a docentes rurales con instalación de monumento»

América del Sur/Chile/08-04-2022/Autor(a) y Fuente: www.colegiodeprofesores.cl

Castro Municipio TV registró de manera completa la ceremonia de inauguración del Monumento en Homenaje a las Profesoras y Profesores Rurales de todo Chile, erigido en la ciudad de Castro, capital de Chiloé. Aquí, la grabación íntegra del evento.

Fuente e Imagen: https://www.colegiodeprofesores.cl/2022/04/07/castro-tv-acto-de-reconocimiento-a-docentes-rurales-con-instalacion-de-monumento/
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