¿Qué hay tras la jornada laboral de 4 días?

Por: Oriol Sabata

El pasado 27 de mayo se realizó en Valencia el Congreso ‘Four Day Week Summit’ (jornada laboral de 4 días), un tema que está sonando con fuerza y que a priori podría despertar el interés de la clase trabajadora.

Al acto celebrado en la capital del Turia asistieron los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, la Ministra de Trabajo Yolanda Díaz, la vicepresidenta valenciana Mónica Oltra y el dirigente de Más País Iñigo Errejón.

Errejón ha sido el principal impulsor en España de esta iniciativa. ¿Pero cómo desembarca esta idea aquí y quienes son sus promotores?

La campaña mundial por la jornada laboral de 4 días es lanzada por los empresarios Andrew Barnes y Charlotte Lockhart a través de la Fundación Global 4 Day Week. En su sitio web se ofrece un perfil profesional y personal de los integrantes del equipo.

Sobre Barnes y Lockhart, considerados como los «cerebros» del proyecto, se asegura que ambos «se encuentran en la afortunada posición de que sus negocios operan sin ellos, por lo que pueden dedicar su tiempo a crear esta comunidad a escala global». La expresión «sus negocios operan sin ellos» significa, básicamente, que son empresarios que viven del trabajo ajeno, es decir de aquel que llevan a cabo sus trabajadores.

Si se analiza el perfil del resto de personas que forman parte de la Fundación, prácticamente todas vienen del mundo empresarial. Claramente, se trata de una propuesta que nace del propio capital, no de los trabajadores. Este es un punto importante y comprobaremos a continuación los matices de la cuestión.

Lo que plantean estos círculos empresariales es que se trabaje solo 4 días a la semana. Argumentan que de esta manera se optimiza mejor el tiempo y se obtiene mejor rendimiento. Proponen a las empresas iniciar un periodo de prueba de unos meses para valorar el funcionamiento y la productividad. ¿Pero es todo tan bonito como lo pintan?

A pesar de que puede sonar como una «propuesta tentadora» para la clase trabajadora la realidad es muy distinta.

Vayamos al caso de España. Los ejemplos de las empresas Telefónica o Desigual muestran como la propia dinámica del capitalismo no va a hacer ninguna concesión gratuita a la clase trabajadora. Ambas compañías han ofrecido reducciones de jornada pero siempre a cambio de recortes salariales a la plantilla. El caso de Desigual es más grave todavía ya que se supo que la empresa amenazó con despedir a aquellos trabajadores que no se acogieran a la reducción de jornada (reducción salarial del 6,5% del salario).

Por otro lado, lo que se habla en la propuesta realizada por Íñigo Errejón es que el estado subvencione con dinero público a aquellas empresas que se acojan a este plan. Es decir, no existe en realidad una concesión de la patronal sino una reducción de horas subvencionada.

En este sentido, el Ministerio de Industria está preparando un proyecto para todo el país, basado en una propuesta de Más País. El estado destinará 10 millones de euros para subvencionar a las compañías que reduzcan al menos un 10% el tiempo de trabajo de sus empleados. Entre 150 y 200 empresas recibirían entre 2.000 y 3.000 euros por trabajador.

Por lo general, la reducción de jornada que se plantea comporta un recorte salarial para el trabajador o bien una subvención del estado al empresario para cubrir esa reducción de horas.

Por otro lado, el foco no puede ponerse exclusivamente en las horas semanales trabajadas sino en las condiciones en las que se trabaja y en los salarios percibidos por ello. De nada sirve una reducción de jornada con salarios de miseria y bajo una inflación galopante que afecta a todos los sectores de la economía.

El debate sobre la reducción de la jornada laboral de 8h es legítimo. Llevamos ya un siglo trabajando la misma jornada. Es necesario que la clase obrera reduzca las horas de trabajo para poder disponer de más tiempo para el descanso, el ocio, la cultura y también para poder organizarse sindical y políticamente. Pero esto no puede ser a costa de una reducción del poder adquisitivo ni a través de subvenciones del estado como se plantea desde sectores de la nueva socialdemocracia y del capital. La solución no son transferencias directas de dinero público al bolsillo de la patronal.

La jornada laboral de 8 horas se conquistó gracias a un ciclo de huelgas y protestas del movimiento obrero que tuvo su culminación en 1919 con la huelga de La Canadiense en Barcelona. 44 días de solidaridad obrera y determinación en los que se paralizó la ciudad entera. No se trató de ninguna concesión patronal. Y es que las conquistas históricas del movimiento obrero siempre han llegado fruto de la organización y la lucha, arrancando mejoras a la burguesía. Y aquí, pese a los cantos de sirena del oportunismo político, no existen atajos ni fórmulas mágicas en la defensa de los intereses de la clase trabajadora.

La propuesta de 4 días impulsada por sectores empresariales es una trampa que en la realidad reduce el poder adquisitivo del trabajador o bien supone transferencias directas de dinero público a los bolsillos de la patronal. Es el enésimo espejismo del inexistente capitalismo «de rostro humano». La ilusión reformista suele tener corto recorrido. Que no nos embauquen.

Fuente de la información e imagen: https://nuevarevolucion.es

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Ginebra: Conferencia Internacional del Trabajo del Centenario: ¿qué esperar?, ¿quiénes esperan?

Redacción: Eduardo Carmin/Rebelión

La Conferencia Internacional del Trabajo (CIT), en este año del centenario de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), tiene lugar en el Palacio de las Naciones en Ginebra, con la atención dirigida hacia las profundas transformaciones que experimenta el mundo del trabajo, incluida la evolución del papel de institución en la construcción del futuro del trabajo que queremos.

Unos 5.700 delegados de gobiernos, empleadores y trabajadores provenientes de los 187 Estados miembros de la OIT participan en el que con frecuencia es denominado el parlamento mundial del trabajo. Las recomendaciones de la Comisión Muindial sobre el Futuro del Trabajo (Trabajar para un futuro más prometedor) publicadas a principios de este año, orientan gran parte de las actividades de la CIT del centenario.

A lo largo de los últimos meses, los Estados miembros de la OIT han celebrado docenas de diálogos nacionales para discutir este informe y los delegados abordarán las cuestiones planteadas en las discusiones plenarias. La realidad es que la capacidad de hablar es una cualidad compartida por los seres humanos y utilizarla nos encanta: nos encanta hablar y nos encanta que nos hablen.

Vivimos inmersos en un mundo inundados de palabras, oraciones, significados y de gramática. Nuestras vidas navegan en un entorno lingüístico, que se prolonga aun en nuestros sueños. El lenguaje es un elemento esencial y omnipresente en la cultura humana e impregna cada acto social, cada pensamiento consciente y la mayor parte de nuestra actividad inconsciente.

No obstante, la formulación de todo problema requiere que enunciemos los valores implicados -la libertad, la razón, la justicia social- y la amenaza a esos valores es la sustancia moral necesaria de todos los problemas importantes de investigación social. De una forma u otra dicho debate entre métodos, valores, conciencia y ciencias sociales está presente en todas las sociedades y se puede rastrear en las diversas comunidades científicas de todos los países.

Desde hace mucho tiempo acudimos a una nueva dinámica del pensamiento. Muchos expertos de las ciencias políticas pretenden demostrarnos que la lógica actual del pensamiento pragmático es pensar para y desde el mercado, donde los nuevos referentes sociales son la competitividad, racionalidad, productividad y eficiencia.

En esta dinámica, el hombre, llevado por sus pasiones, sus instintos y sus deseos termina aceptando su naturaleza, que movido por la mano invisible del mercado se transforma en un títere cuyos hilos no controla. Por eso “ilusiona” el subjetivo título de El futuro del trabajo que queremos. Pero para un futuro de trabajo decente, se necesita un programa centrado en las personas y no en el mercado.

La garantía universal de empleo, la protección social desde el nacimiento hasta la vejez y el derecho al aprendizaje permanente forman parte de las diez recomendaciones formuladas por la Comisión sobre el Futuro del Trabajo en un informe clave. La Comisión instó a los gobiernos a comprometerse a adoptar diez recomendaciones para hacer frente a los desafíos generados por los profundos cambios sin precedentes que tienen lugar en el mundo del trabajo.

Entre las recomendaciones se encuentran:

-Una garantía universal de empleo que proteja los derechos fundamentales de los trabajadores garantice un salario que permita un nivel de vida digno, horas de trabajo limitadas y lugares de trabajo seguros y saludables.

-Una protección social garantizada desde el nacimiento hasta la vejez que atienda las necesidades de las personas a lo largo de su ciclo de vida.

-Un derecho universal al aprendizaje permanente que permita que las personas se formen, adquieran nuevas competencias y mejoren sus cualificaciones.

-Una gestión del cambio tecnológico que favorezca el trabajo decente, incluso a través de un sistema de gobernanza internacional de las plataformas digitales de trabajo.

-Mayores inversiones en las economías rurales, verdes y del cuidado.

-Una agenda transformadora y mensurable a favor de la igualdad de género.

-La reestructuración de los incentivos a las empresas a fin de estimular las inversiones a largo plazo.

El informe describe los desafíos planteados por las nuevas tecnologías, el cambio climático y el cambio demográfico, y hace un llamado a favor de una respuesta colectiva a escala mundial ante los trastornos que estos ocasionan en el mundo del trabajo.

La inteligencia artificial, la automatización y la robótica darán lugar a una pérdida de empleos, en la medida que las competencias se volverán obsoletas. Sin embargo, estos mismos avances tecnológicos, junto a la ecologización de las economías, también crearán millones de empleos, si se aprovechan las nuevas oportunidades, sostiene el informe.

Este informe es el resultado de un examen realizado a lo largo de 15 meses por los 27 miembros de la Comisión Mundial, constituida por destacadas personalidades del mundo empresarial, laboral y académico, grupos de reflexión y organizaciones gubernamentales y no gubernamentales.

Para numerosos expertos el mundo del trabajo experimenta grandes cambios que crean numerosas oportunidades para más y mejores empleos. Pero los gobiernos, los sindicatos y los empleadores necesitan trabajar juntos a fin de hacer que las economías y los mercados laborales sean más inclusivos. El informe de la Comisión Mundial es sin dudas el tema central de la CIT, que además pone de manifiesto el “papel único” que la OIT debe desempeñar en la elaboración y puesta en práctica del “programa centrado en las personas” en el sistema internacional y exhorta a la Organización a dar prioridad a la implementación de las recomendaciones del informe.

Pero las dudas nos asaltan cuando los expertos continúan a recorrer los caminos por los atajos, ya que siguen promocionando programas para reducir las injusticias al mismo tiempo que se promueven las políticas económicas que la generan. Esta dicotomía genera cierto desorden, entre la conciliación de clases y la reformulación del capitalismo.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=257127&titular=conferencia-internacional-del-trabajo-del-centenario:-%BFqu%E9-esperar?-%BFquienes-esperan?-

 

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España: Las salidas laborales de los profesionales de la Pedagogía en las empresas

Los pedagogos y las pedagogas pueden trabajar en los departamentos de recursos humanos, consultoras de selección de talento y pymes relacionadas con formación, entre otras opciones.

¿Qué salidas profesionales tiene un pedagogo o pedagoga en las organizaciones, ya sean privadas o públicas? Algunos expertos del Col·legi de Pedagogs de Catalunya que desarrollan su carrera profesional en el ámbito empresarial y que han participado recientemente en un encuentro para poner en valor esta profesión en este sector ofrecen algunas pistas.

El área de recursos humanos de una organización se perfila como una de las principales opciones para desarrollar la carrera profesional como profesional de la Pedagogía en el mundo empresarial, ya sea gestionando el talento, elaborando planes de carrera y contribuyendo a los procesos de aprendizaje en las empresas, entre otras.

«Hay que pensar que cualquier organización o sector se puede beneficiar de la capacidad que tiene un pedagogo o pedagoga para estructurar contenidos, coordinar actividades y evaluar resultados», señala Albert Adam, pedagogo y jefe de la Unidad de Desarrollo Profesional de la Gerencia de Tarragona del Institut Català de la Salut, quien ha participado en el encuentro «Pedagogía en la empresa, experiencias de transferencia».

Los y las profesionales de la Pedagogía tienen potencial para encargarse de gestionar y diseñar contenidos formativos para el talento de una empresa y también impartirlos. «Toda buena empresa debe incorporar la figura del ‘cuidador de personas’, que vele por su desarrollo profesional y personal», afirma Magda Vila, pedagoga y responsable de Comunicación y Formación de la Gerencia de Servicios Comunes de la Generalitat en Girona.

Para que el perfil del pedagogo o pedagoga sea valorado en las organizaciones, es necesario que los propios profesionales de este campo tengan claras sus competencias y su capacidad de aprendizaje y las sepan transmitir a los empresarios o empresarias.

«La empresa entiende de resultados; por lo tanto, hay que saber explicar todo aquello que el pedagogo o pedagoga sabe de resultados, como la detección de necesidades, la mejora competencial y la evaluación«, añade Adam.

¿En qué empresas trabajar como pedagogo o pedagoga?

Los expertos que han participado en la jornada comparten con Educaweb algunas ideas sobre qué tipo de empresas generan oportunidades de trabajo. Todos coinciden en que los pedagogos y las pedagogas son profesionales que hacen crecer a las personas y, en consecuencia, a las organizaciones.

1. Empresas grandes y multinacionales

Las organizaciones grandes que cuentan con departamentos de recursos humanos y de formación son las que pueden ofrecer más oportunidades laborales a personas con formación en Pedagogía, asegura Conxi Reig, vocal de Pedagogía y Empresa del Col·legi de Pedagogs de Catalunya.

Por su parte, Vila coincide en que las empresas multinacionales «suelen tener unidades de dirección de personas o recursos humanos donde hay equipos interdisciplinarios», pero que también hay otro tipo de organizaciones que buscan perfiles relacionados con la Pedagogía, como las organizaciones no gubernamentales y las administraciones públicas que cuentan con programas de inserción, formación y participación.

2. Pequeñas y medianas empresas del mundo de la formación

Las pequeñas y medianas empresas vinculadas al mundo de la formación también se interesan por perfiles especializados en Pedagogía, ya que buscan que estos profesionales coordinen o elaboren formación específica para la propia empresa u otros clientes.

«En este caso puede ayudar estar al día en herramientas más innovadoras o que nos puedan diferenciar, como la gestión de plataformas de aprendizaje online o la certificación en metodologías específicas», señala Adam.

3. Consultoras de selección de personas

Comenzar la trayectoria profesional en consultoras de recursos humanos o empresas ETT contribuye a enfocar el perfil del pedagogo o pedagoga a tareas de selección, dado que este tipo de organizaciones ofrecen programas de formación potentes para quienes deseen encaminar su futuro profesional en este ámbito, explica por su parte Rubén Gómez, pedagogo y técnico de recursos humanos en Volkswagen Group Services.

4. Pedagogos y pedagogas independientes al servicio de las empresas

También cabe destacar la función del pedagogo o pedagoga como emprendedor independiente, que ofrece consultoría «en temas de desarrollo profesional, bien para grandes empresas o para pequeñas», apunta Adam.

Formación complementaria para trabajar en las empresas

Para conseguir más oportunidades laborales en el sector empresarial como pedagogo o pedagoga es recomendable realizar formación complementaria enfocada a recursos humanosliderazgocomunicación y marketing, habilidades directivas e incluso en diseños de contenido formativo tanto presencial como online, coinciden los expertos.

«La formación continua debe tener relación con el crecimiento profesional. Desde temas transversales como cursos de herramientas ofimáticas e idiomas hasta competenciales sobre áreas de la empresa», ejemplifica Gómez.

Por su parte, Adam sugiere que los pedagogos y pedagogas se formen en el área de recursos humanos si su objetivo es trabajar en una empresa pública o privada. «Hay programas formativos con los que se pueden aprender las funciones de recursos humanos y desarrollo del capital humano. También hay otros más específicos enfocados a la gestión de competencias, entrevistas de selección e incluso en diseño de contenido formativo tanto presencial como en plataformas de aprendizaje online», explica.

El también profesor colaborador de la Universitat Ramon Llull asegura no hay que descartar estudiar cursos de temáticas o ámbitos radicalmente diferentes al de la Pedagogía, como «el marketing o la contabilidad, ya que ayuda entender la parte de la organización que no conocemos de base y a la que no nos dedicamos». También puede ser diferenciador formarse en nuevas metodologías de enseñanza- aprendizaje y/o certificaciones específicas «que frecuentemente pueden estar de moda en las organizaciones».

Consejos para conseguir empleo como pedagogo o pedagoga en una empresa

Los pedagogos y pedagogas del Col·legi de Pedagogs de Catalunya consultados comparten algunos consejos para que los profesionales puedan conseguir un trabajo en el mundo empresarial…

  • Estudiar el mercado laboral y determinar oportunidades laborales posibles en el ámbito empresarial
  • Tener claras las competencias con las que cuentas y explicarlas en un buen currículum
  • Comunicar a las empresas (ya sea en entrevistas de trabajo, en el currículum o en la carta de presentación) el concepto de Pedagogía y las oportunidades que ofrece a las organizaciones, incidiendo en el poder que tiene para darles más valor.
  • Dar a las compañías ejemplos claros de acciones pedagógicas dentro de las organizaciones y las mejoras que han representado.
  • Orientar tu currículum en el ámbito de la empresa
  • Enfocar las prácticas curriculares y extracurriculares a la empresa para orientar el perfil hacia este ámbito.
  • Fomentar que la formación inicial de los pedagogos y pedagogas tenga más conexión con el mundo empresarial y se incluyan más contenidos formativos relacionados.
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