España:Tu hijo podría ser disléxico y tú pensar que es tonto

Europa/España/27 Junio 2019/Fuente: El país

¿Conseguirá España ser el primer país del mundo sin las barreras de esta dificultad específica de aprendizaje?

En un curso normal de primaria en España con tres o cuatro secciones y alrededor de 100 alumnos, probablemente entre seis y ocho de ellos tienen dislexia, según las investigaciones realizadas por Luz Rello, fundadora de ChangeDyslexia, una herramienta para la detección y mejora de este trastorno del aprendizaje. En el mundo, la media sube entre 10 y 15 alumnos, según el DSM–5. De ellos, solo uno o probablemente ninguno sabe que la padece, ya que solo alrededor de 4% está diagnosticado.

Los fondos necesarios para que en el 2030 podamos cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) oscilan entre cinco y siete billones de dólares al año. Cifra exorbitante si la comparamos con los fondos destinados actualmente a la ayuda al desarrollo. Con un examen de 15 minutos y un coste ínfimo podemos conseguir impactar enormemente el ODS 4 (educación de calidad equitativa) y el 3 (salud y bienestar), ahorrando además los fondos invertidos en paliar el fracaso escolar, depresión, y otros problemas sociales asociados, en un colectivo de 700 millones de personas en el mundo (10% de la población); de ellos 12 millones de niños de habla hispana en edad escolar. Según un estudio de KPMG, solo en el Reino Unido los costes asociados a la dislexia en la escuela primaria pueden ascender a 3.000 millones de euros al año. En los países en desarrollo esto se suma además, a los problemas de falta de profesorado en general.

Todos esos niños, sus profesores y padres pensarán que son tontos, vagos o despistados. Por eso, por desgracia, muchos de ellos van a estar condenados al fracaso escolar y relegados a un segundo lugar de por vida. Van a tardar más del doble en hacer los deberes, en leer un texto, en aprenderlo, y como dice Rello, disléxica también, “nunca te vas a creer que el éxito te está pasando a ti”. Ella, licenciada en lingüística, doctora en informática e investigadora en la Carnegie Mellon University, emprendedora social de Ashoka, y con varias nominaciones más a sus espaldas, nunca pensó que iba a terminar el colegio. El primer día que sus notas fueron buenas se puso a llorar desconsoladamente pensando que se habían equivocado de persona. “¿Cómo puede ser la vida tan cruel que ya saco malas notas, ya no tengo amigos, y ahora el colegio se confunde con mis notas?”, cuenta.

La dislexia no es una enfermedad. Se trata de una dificultad específica de aprendizaje que tiene un origen neurobiológico, y que afecta a la lecto-escritura. Según algunos médicos, es una condición tan frecuente que debería tender a normalizarse y ser una característica de la persona.

La dislexia no solamente está relacionada con el bajo rendimiento escolar, sino también con el abandono temprano del colegio, y con la población en riesgo de exclusión. Según un estudio realizado en Suecia, entre la población presa de sus cárceles hay el doble de disléxicos que en la población que no está encarcelada. “Realmente, es un problema social muy serio. A pesar de que no está relacionado con la inteligencia en general, es universal y es súper frecuente”, asegura Rello. Más del 95% de personas que tienen dislexia no lo sabe, y esto les acarrea importantes consecuencias de por vida. Influye en la autoestima, en la inseguridad, así como en el acceso las mismas oportunidades. Aunque también les hace mucho más resilientes al error, tolerantes al fracaso y mucho más conscientes de las limitaciones.

Diagnosticar la dislexia no es fácil, la primera y mayor traba está en los propios disléxicos, ya que desarrollan muchas otras habilidades o mecanismos de compensación para poder vadear la dificultad y la enmascaran.

En la Comunidad de Madrid, gracias a la visión, valentía y empatía de la Consejería de Educación e Investigación, esto está cambiando y se está haciendo historia. Por primera vez en el mundo, los alumnos de primaria están siendo prediagnosticados y tratados de forma individualizada en los centros educativos, dentro del mayor proyecto masivo de estimulación y cribado del mundo hispánico, Proyecto Ayuda a la Dislexia 2019.

El proyecto está enfocado a detectar y trabajar la dificultad a través de las herramientas Dytective test y Dytective U, desarrolladas por Changedyslexia. Dytective test realiza el cribado en una prueba gratuita de 15 minutos, mientras que Dytective U ofrece recursos y juegos para la mejora de las dificultades lecto-escritoras. Lo diferencial no es solo estimar la probabilidad de un niño de tener dislexia, sino el apoyo al tratamiento empoderando a los orientadores que trabajan en los centros. Una de las fortalezas clave de DytectiveU es la personalización total de los ejercicios, 40.000, en los que ningún niño hace los mismos usando algoritmos de inteligencia artificial que utilizan los propios errores proponen los ejercicios que se adecuan a cada caso.

La participación de los colegios ha sido espectacular. El 100% de los 107 centros está usando la herramienta, algo inédito en este tipo de proyectos. En cinco meses, hay más de 25.000 alumnos registrados en DytectiveU, realizando la prueba de cribado a 13.297 niños de primaria, y cerca de 100.000 sesiones de estimulación.

En los colegios, ha supuesto toda una revolución. Como dice María Luz Cosín, coordinadora del equipo de apoyo del colegio Nuestra Señora de Montserrat, San Simón y San Judas, “es una maravilla poder aplicar en 10 minutos una prueba tan motivadora para los alumnos, que nos ahorra horas de trabajo y preparación de material y que además está avalada científicamente. Es una herramienta muy completa y personalizada; el equipo de Changedyslexia es cercano y responde a nuestras dudas. Tenemos a la asociación de madres y padres concienciados con la dislexia. Los alumnos están muy motivados, les encanta la herramienta y a nivel resultados obtenidos hay un gran avance”. También agradecen la gratuidad del programa a la Comunidad de Madrid que les posibilita seguir luchando por las dificultades específicas de aprendizaje en igualdad de oportunidades.

Para Ismael Sanz, director general de becas y ayudas al estudio de la Comunidad, lo que más les ha sorprendido es la alta participación, implicación y satisfacción de centros educativos y familias participantes. “Poder detectar la dislexia en edades tempranas mejorará no solo el aprendizaje, sino la vida de muchos niños y niñas madrileños”. Por eso, quieren ampliar el proyecto a 230 colegios más para el curso que viene y llegar lo antes posible a los 810 de la Comunidad. En unos años podríamos estar ante el primer caso de una comunidad libre de las barreras de la dislexia.

Tanto los docentes y los centros escolares como la Consejería de Educación desempeñan un papel crucial. Sin la financiación del programa, los colegios no podrían acceder al proyecto ni dedicarle el tiempo necesario y tampoco ChangeDyslexia podría sobrevivir como empresa social; manteniendo el test gratis y los ejercicios de mejora accesibles para todos los niños que lo necesiten. Actualmente más de 220.000 usuarios repartidos en más de 43 países de todo el mundo han tenido la posibilidad de tener por primera vez una detección de dificultades de lectura y escritura gratuita gracias a Dytective, habiendo concedido más de 250 becas, en países como Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, Perú, México y Venezuela.

Esperemos que el ejemplo de este programa, así como los múltiples éxitos cosechados y la enorme satisfacción de todos los implicados, sirva de acicate para que otras comunidades autónomas se propongan atajar un problema con una altísima incidencia entre nuestros alumnos y unas graves consecuencias para nuestra sociedad con una herramienta que se ha demostrado eficaz, de fácil aplicación y extremadamente asequible. Los ODS estarían más cerca. ¿Conseguiremos ser el primer país del mundo sin las barreras de la dislexia?

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/06/11/planeta_futuro/1560249428_305578.html

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EducApps para mejorar la fluidez lectora de los niños

Por: educ.ar.

El universo de las aplicaciones móviles se expande infinitamente día a día para ponerse, cada vez más, al servicio de la comunidad y ofrecer soluciones prácticas y de fácil alcance. En esta ocasión, les proponemos explorar cinco aplicaciones que, a través del juego educativo, pueden colaborar a mejorar la fluidez lectora y dificultades en el habla de chicos y grandes.

  1. Galexia: una app gratuita para teléfonos con sistema operativo iOS y Android que propone un juego educativo para mejorar la dislexia, la fluidez lectora y las dificultades en el habla. Pueden utilizarla personas de todas las edades. La aplicación ha sido avalada en numerosos colegios por profesores y expertos en la dislexia, logopedia y educación.
  2. Dyseggxia: un juego para teléfonos móviles, con iOS o Android, que ayuda a los niños con dislexia a superar problemas de lectura y escritura en español a través de divertidos ejercicios. Todos las actividades incluidas en Dyseggxia se han diseñado científicamente para tratar aquellos errores de lectura y escritura propios de los niños con dislexia.
  3. Lixta: a partir del vocabulario que uno introduce, esta app crea cuatro actividades interactivas para memorizarlo sin esfuerzo. Una herramienta más para colaborar con los problemas del habla.
  4. Ordena las Sílabas HD Lite: juego especialmente diseñado para niños de 6 a 8 años que permite practicar la construcción de palabras a partir de sus sílabas. Acerca a los niños al concepto de sílaba y, a la vez, estimula el desarrollo de su conciencia fonológica. Útil para alumnos del ciclo inicial de primaria y también para alumnos con dislexia o que presentan otros problemas con la lectoescritura.
  5. Lectura Rápida: una aplicación para desarrollar la velocidad de lectura técnica a través del desplazamiento del texto y una serie de ejercicios muy efectivos y lúdicos. Soporta diferentes configuraciones de fuente y tiene varios pasajes ya cargados para una lectura placentera, con la posibilidad de agregarle archivos de texto propios.

Fuente de la reseña: https://www.educ.ar/recursos/131093/educapps-para-mejorar-la-fluidez-lectora-de-los-ninos

 

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España: Un tribunal obliga a adaptar la enseñanza a la necesidad de un niño disléxico

Europa/España/21 Marzo 2019/Fuente: El país

“El trabajo por mi hijo iba a la basura cuando en el colegio le tachaban de gandul”, denuncia la familia del menor

El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha condenado a la Consejería de Educación de la comunidad autónoma a tomar medidas para que la enseñanza que recibe un niño con dislexia se adapte a sus necesidades de aprendizaje. La sentencia reconoce a unos padres que la consejería vulneró el derecho constitucional a la igualdad de su hijo, al no atender sus reiterados requerimientos para que el niño fuera sometido a una evaluación pedagógica y para que la enseñanza se adaptara a su problema.

Al cumplir los seis años, los padres se dieron cuenta de que el niño era muy inteligente, pero a la hora de pasar sus conocimientos al papel, se frustraba. Esto hizo que empezara a tener problemas en el colegio concertado Juan Ramón Jiménez, al que acudía en Las Palmas de Gran Canaria, y provocó que se negara a ir a las clases, llorara y se comportara mal.

Tras un primer examen externo, descubrieron que el pequeño sufría dislexia y solicitaron sin éxito al centro que se le hiciera una evaluación psicopedagógica para adecuar su metodología de estudio. Por ejemplo, mediante la modificación de la forma en que se le hacían los exámenes. La Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJC relata que la familia recibió en los años siguientes respuestas evasivas por parte del colegio: primero, que no disponían de gabinete psicopedagógico; después, que el niño no padecía dislexia, sino una falta de estimulación del lenguaje; más tarde, que avanzaba bien; y por último, que su coeficiente intelectual estaba en la media.

El centro lo incluyó en un grupo con necesidades especiales durante dos horas por semana. La respuesta “fue peor, porque lo que necesitaba era una adaptación metodológica y no eso. Me preguntaba si era tonto”, señala la madre del menor, que prefiere quedar en el anonimato.

La situación no mejoró con el tiempo y al no adoptar el centro las medidas requeridas, “se cansaba y empezaba a molestar al de al lado”. Los progenitores decidieron contratar apoyo fuera de las aulas para que el niño evolucionara. Sin embargo, según su versión, cuando llegaba a las clases le  regañaban diciendo que no tenía dislexia. “Tú lo que tienes es que eres un gandul, te portas mal», asegura la familia que le decían. «Tiraban a la basura todo el trabajo que teníamos hecho de fuera”, apostilla.  La familia presentó una demanda judicial contra la Consejería de Educación del Gobierno autonómico, que terminó con el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) dando la razón a los padres.

Admisión de informes privados

Los progenitores solicitaron al centro la evaluación en 2013, según la sentencia. Al no obtener respuesta, elevaron la petición a la Consejería de Educación en 2016 y un año después se expidió un preinforme psicopedagógico que concluyó que el estudiante tenía un coeficiente intelectual de 116, una evolución positiva, un nivel adecuado en lectura y progreso en escritura. “Sin embargo, se dice que la orientadora no se reunió con el menor en ningún momento”, apostilla el texto.

Unas conclusiones que la Sala no considera “concluyentes”, puesto que “el hecho de que el menor tenga un coeficiente intelectual de 116, no implica que no existan las dificultades de aprendizaje, las cuales han sido puestas de manifiesto a través del estudio realizado por el gabinete privado al que tuvieron que acudir los padres por la nula respuesta dada por el centro y las autoridades educativas”.

La Asociación Casa del Funcionario, que ha difundido este jueves la sentencia, recuerda que los departamentos de orientación de los colegios no realizan diagnósticos de dislexia y hasta la fecha tampoco admitían los provenientes de centros privados.

En la actualidad, el menor cursa sexto de Primaria en un centro escolar público y hasta la fecha no ha repetido curso. Los padres aseguran que han gastado 18.000 euros en apoyo privado. La madre señala que luchará para que Educación haga la correspondiente evaluación psicopedagógica a su hijo y adapte sus estudios en Secundaria.  Una evaluación que, según denuncia la asociación, todavía no se ha hecho pese a la sentencia judicial, fechada en diciembre de 2018, por lo que el colectivo solicitará la ejecución de la misma. Preguntado al respecto, el Gobierno de Canarias guarda silencio.

Fuente: https://elpais.com/sociedad/2019/03/20/actualidad/1553105437_432844.html

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“Faltan recursos en el sistema educativo para ayudar a los niños con dislexia”

By Adrián Cordellat.

A través de Change Dyslexia y de la app Dytective, Luz Rello ha conseguido visibilizar este trastorno del aprendizaje y agilizar su diagnóstico

Cuenta Luz Rello que cuando era pequeña y descubrió a Marie Curie, enseguida supo que quería ser como ella. También que lloró al pensar que, debido a su dislexia, ella jamás sería lo suficientemente inteligente para alcanzar esa meta. Hoy, sin embargo, su nombre se cuela junto al de la científica polaca nacionalizada francesa cuando se trata de ofrecer a las niñas referentes femeninos en el mundo de la ciencia. A través de Change Dyslexia y de la app Dytective Luz Rello ha conseguido visibilizar este trastorno del aprendizaje y agilizar su diagnóstico y las posibilidades de superación. Ahora presenta Superar la dislexia (Paidós), un libro que se mueve a medio camino entre el manual teórico y la biografía, porque en él la científica madrileña ofrece muchos datos científicos y muchos consejos, pero también se desnuda contando aspectos y situaciones personales que hasta ahora no habían salido de su círculo de confianza.

PREGUNTA. Superar la dislexia, como bien dice Juan Carlos Ortega en el prólogo, podría ser un manual sobre la dislexia, pero sin embargo también es un libro muy personal, en el que en cierto modo te desnudas contando muchas experiencias vitales. ¿Ha sido liberador escribirlo?

RESPUESTA. Para mí ha sido difícil escribir el libro. Y no por lo obvio, que es que tengo dislexia, sino por la parte personal, porque he contado cosas que hasta ahora había compartido con muy pocas personas. Al principio solo quería contar en el libro algunas pequeñas anécdotas, pero cuando lo empecé a escribir contacté con algunas madres que me animaron a contar cosas personales porque muchos padres se iban a ver reflejadas en ellas con sus hijos. Más que liberador ha sido un proceso duro, pero si sirve a alguien, bienvenido sea.

P. Este libro y mucho de lo que has conseguido en la vida empezó a nacer cuando eras pequeña, soñabas con ser Marie Curie y un día tras otro te topabas con las dificultades que, en forma de errores ortográficos y suspensos, la dislexia ponía en tu camino. ¿Crees que eres lo que eres hoy gracias en parte a la dislexia?

R. Creo que hay al menos tres cosas que me ha dado la dislexia y de las que me he dado cuenta al escribir el libro. La primera es la perseverancia o tolerancia al error. En investigación nada sale a la primera y veo a compañeros que se frustran, que abandonan investigaciones, mientras yo pruebo y pruebo hasta que consigo lo que quiero. No me afecta que las cosas me salgan mal y creo que esto es algo común en muchas personas con dislexia. La segunda es la capacidad para trabajar en equipo y colaborar, porque si tienes dislexia desde muy pronto te das cuenta de que tú solo no puedes hacer las cosas bien, sino que necesitas confiar y apoyarte en la gente. Y por último diría que me ha hecho en cierto modo tener empatía y mantener los pies en el suelo, porque tengo claro que no me quiero convertir en el tipo de gente que se reía de mí de pequeña.

P. “De pequeña detestaba mis fallos, pero ahora les digo a todos los niños que deben valorarlos, porque en sus fallos está la clave para superar sus dificultades”, escribes en la introducción. ¿Qué sentiste al comprobar que los errores vinculados con la dislexia no eran arbitrarios, que tenían un patrón, que la solución para la dislexia, como escribes, estaba dentro de las personas con dislexia?

R. Flipé. Primero descubrí que existían patrones lingüísticos, que los errores no eran aleatorios. Pero cuando vimos que si eso lo aplicábamos a ejercicios, los niños mejoraban, entonces ya alucinamos. Mi equipo y yo llorábamos de alegría. Toda la vida buscando la solución y resulta que esta estaba dentro de los propios niños con dislexia, que con sus propios errores podían mejorar. Es algo precioso, brutal, se me pone la piel de gallina solo de contarlo.

Sí que quiero dejar claro que los ejercicios de Dytective funcionan en combinación con la terapia que los niños reciben en las clases de apoyo de los colegios. En nuestro estudio con 112 niños hemos visto que hay mejoras significativas al combinar ambos aspectos en comparación con recibir únicamente la atención de los orientadores del colegio. Aún estamos lejos de que una aplicación informática pueda por sí sola ayudar a los pacientes con dislexia, es algo muy personal que necesita el cara a cara.

P. Uno de los problemas es que muchas veces las personas con dislexia y su entorno tardan en comprender qué provoca esos errores, qué hay detrás de ello. ¿Fuiste una afortunada o en tu caso también tardaron en diagnosticarte la dislexia?

R. Me siento afortunada en general, principalmente por la familia que he tenido, que nunca dio importancia a mis notas y nunca me metió presión. He tenido un contexto favorable para poder superar la dislexia aunque a mí me la detectaron tarde, con diez años, estando ya en quinto de primaria, así que creo que los niños de hoy en día tienen que ser más afortunados que yo para que no pasen por cosas que las personas de mi edad hemos tenido que pasar.

P. Justo te iba a comentar eso, que hoy se ha avanzado bastante en ese diagnóstico. ¿Es la precocidad del diagnóstico fundamental para el futuro de los niños con dislexia?

R. Fundamental, por eso nos hemos volcado tanto en que Dytective sea una herramienta gratuita para hacer un primer cribado de dislexia y llegar al máximo número de personas posible.

P. Porque Dytective lo que hace es un cribado, no un diagnóstico, ¿verdad?

R. Exacto. Hace un cribado y si existen posibilidades de tener dislexia te remite al servicio psicopedagógico del colegio o a un profesional externo para tener un diagnóstico. Ahora mismo tenemos en la aplicación una sensibilidad del 81%, es decir, que de cada 10 niños que salen con riesgo de dislexia en Dytective, ocho van a ser disléxicos realmente.

P. ¿Cómo se puede apoyar a un niño disléxico?

R. En la superación de la dislexia hay tres patas fundamentales en las que he querido focalizar mucho en el libro. Por un lado están los padres, que tienen que trabajar mucho en el tema de la autoestima y el apoyo emocional, no presionando a sus hijos, que ya tienen bastante presión del colegio, del terapeuta y de sus compañeros. Por otro está el colegio, que es importante que haga las adaptaciones necesarias, como poner las preguntas de los exámenes en tipografía más grande, leer las preguntas del examen en alto… Y, por último, están los terapeutas, que tienen que seguir con sus terapias y si ya utilizan nuestra aplicación como complemento, pues será la leche.

P. En tu caso cuentas la historia con tu profesora Luisa María Bellot, que en cierto modo fue una especie de ángel de la guarda para ti. Sin embargo, la dislexia está muy relacionada con el fracaso escolar.

R. El año pasado hicimos un estudio en 40 colegios de la Consejería de la Comunidad de Madrid en los que utilizamos Dytective para conocer la prevalencia de dislexia. Aún no está publicado, pero nos sale que es de entre un 6% y un 7%. Saber de este porcentaje cuántos acaban fracasando escolarmente es algo que no está estudiado, aunque seguramente el porcentaje sea alto. Nuestra idea con este estudio, en el que este año ya van a estar incorporados 100 coles de la Comunidad, es hacer un estudio longitudinal para ver dentro de cuatro años lo relacionado que está el fracaso escolar con la dislexia.

P. Dices que el porcentaje seguramente sea alto. ¿Qué falta a nivel educativo para dar la vuelta a estas estadísticas?

R. La verdad es que cuando doy una charla un sábado por la mañana y veo que se plantan allí 200 profesores, mi sensación es que los profesores son personas excelentes, súper motivadas, con ganas de mejorar la calidad de vida de sus alumnos. Creo que lo que sucede es que faltan recursos en el sistema educativo, que faltan orientadores y logopedas en los colegios. Por eso hemos hecho en parte Dytective, por liberar un poco de trabajo a estos profesionales para que puedan atender a más niños con problemas de aprendizaje, aunque lo ideal sería que hubiese más recursos.

P. Supongo que también será importante romper con los estereotipos y los estigmas con los que arrastran los niños con dislexia, como que son vagos, tontos, despistados… Al final, leyendo tu libro, me doy cuenta de que se acaban convirtiendo en autoestigmas. Que tú mismo te los crees.

R. Totalmente. Y a mí me sigue pasando hoy, que para muchos temas sigo teniendo un montón de inseguridades. A mí me dan premios y no me lo creo, escribo correos electrónicos y cuando los envió me entra el miedo de que estén llenos de erratas o en cuanto hay un error pienso que la culpa la tengo yo. Y eso es para toda la vida. En ese sentido sí que veo mejor a niños más jóvenes que han sido diagnosticados antes. Los veo más echados hacia delante, con más confianza en ellos mismos. Pero sí, el estigma al final te lo crees tú, y ya no solo porque te lo digan, sino porque lo ves tú, te das cuenta de que no vas igual que el resto.

P. En ese sentido cuentas en el libro cómo descubriste a Marie Curie, cómo soñaste ser como ella, y cómo te avergonzaste de tu propio deseo “porque en el fondo ya sabía que yo no era lo suficientemente inteligente para llegar a serlo”. Aún hoy, como dices, no te acabas de creer que te den un premio. Imagino que hay que hacer un trabajo muy fuerte con respecto a autoestima, ¿no?

R. Sí, dedico un capítulo en el libro al tema, coescrito con una psicóloga, porque este es un tema del que me preguntan mucho los padres. Y es que es muy importante. Tú imagínate que no te puedes fiar desde que eres pequeño de tu propia percepción. Eso te mina mucho y afecta mucho a tu autoestima.

P. ¿Y qué pueden hacer los padres y profesores para ayudar a los niños con dislexia a trabajar la autoestima?

R. Los profesores tienen que normalizarlo en el aula sin necesidad de decir la palabra dislexia, porque eso ya puede ser una etiqueta para el niño. Y tienen que dejar claro que todos tenemos fortalezas y debilidades y que al niño con dislexia hay que ayudarlo entre todos, de la misma forma que él ayudará a los demás en temas en los que tenga más facilidad. Creo que los colegios deberían fomentar esa ayuda, implicar a la clase estimulando las fortalezas de cada cual.

Y para los padres hay muchos consejos, pero sobre todo les diría que sean transparentes y cariñosos, que si sus hijos tienen una dificultad, se lo digan con sensibilidad, pero con normalidad. Y que apoyen al hijo para superarlo, sin trivializar el problema y sin presionarlo.

Fuente del artículo: https://elpais.com/elpais/2018/10/15/mamas_papas/1539610580_799688.html

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