¿Dónde están los niños indígenas desaparecidos en los internados gubernamentales de Canadá?

Por: Julio César Rivas

 

Miles de niños indígenas desaparecieron sin dejar rastro de decenas de residencias escolares en las que fueron ingresados a la fuerza durante más de un siglo por las autoridades canadienses. Durante años, los indígenas denunciaron las desapariciones pero nadie les creyó hasta el descubrimiento de los restos de 215 niños en una fosa común en Kamloops.

El pasado viernes 2 de julio, Rosanne Casimir, kukpi (chief) de los tk’emlúps te secwépemc, un grupo indígena de la provincia de Columbia Británica, convocó una rueda de prensa para anunciar el descubrimiento de los restos de 215 niños enterrados en una fosa común en la antigua residencia escolar de Kamloops.

Kamloops fue en su momento el internado más grande de las cerca de 130 residencias escolares que el Gobierno canadiense creó por todo el territorio, y que fueron gestionados en su mayoría por organizaciones religiosas, como parte del programa de asimilación de la población indígena.

Los niños, algunos de sólo unos pocos años de edad, eran arrancados a la fuerza de sus familias, a veces por la Policía Montada, y enviados a residencias escolares situadas a centenares e incluso miles de kilómetros de sus comunidades.

Un juego infantil de rayuela en una calle de Toronto se ha convertido en uno de los homenajes espotáneos que han aparecido en todo Canadá en honor de los 215 niños indígenas cuyos restos fueron hallados enterrados en la antigua residencia escolar de Kamloops. Imagen: Julio César Rivas.

Allí, se les cambiaba sus nombres indígenas por nombres “cristianos”, se les obligaba a olvidar sus lenguas maternas y se les sometía a abusos físicos, psicológicos y sexuales.

Incluso, entre 1930 y 1970, algunos de esos niños sufrieron experimentos médicos a manos de científicos gubernamentales en algunos casos para determinar los límites de malnutrición que el cuerpo puede soportar.

Cuando se producían muertes entre los niños en las residencias escolares, en muchas ocasiones ni las familias ni los otros estudiantes eran notificadas.

Uno de los homenajes espotáneos que han aparecido en las calles de Canadá en honor de los 215 niños indígenas cuyos restos fueron hallados enterrados en la antigua residencia escolar de Kamloops. Foto: Julio César Rivas.

El jefe indígena Harvey McLeod, del grupo Upper Nicola cuyo territorio se sitúa a unos 200 kilómetros al sureste de Kamloops, fue uno de los niños que fue forzado a vivir en la residencia escolar de Kamloops.

McLeod declaró a la cadena de televisión canadiense CTV cómo algunos de sus compañeros desaparecían de un día para otro sin que nadie supiese que había pasado con ellos.

“Recuerdo que un día estaban ahí y al siguiente habían desaparecido”, dijo.

Algunos de esos niños simplemente huyeron de las residencias. Pero muchos otros se teme que murieron y sus cuerpos fueron simplemente enterrados en los terrenos de las residencias escolares en fosas comunes.

Según la Comisión para la Verdad y Reconciliación de Canadá (TRC), entre 3.000 y 4.000 niños desaparecieron de las residencias escolares aunque algunos investigadores dicen que esa cifra es conservadora y podría llegar a los 6.000.

En 2015, el informe final de la Comisión concluyó que el país norteamericano utilizó los internados como herramienta para cometer un “genocidio cultural” contra la población indígena del país.

Imagen de 1937 del internado de Kamloops en la que aparecen estudiantes indigenas, personal de la residencia escolar y autoridades locales. Los restos de 215 niños indígenas han sido localizados enterrados en la residencia escolar de Kamloops. Foto: IRSHDC

“Durante más de un siglo, los objetivos centrales de la política de Canadá hacia los aborígenes fueron eliminar los gobiernos aborígenes; ignorar los derechos aborígenes; terminar los tratados y, a través de un proceso de asimilación, causar que los pueblos aborígenes cesasen de existir en Canadá como entidades diferenciadas legal, social, religiosa y racialmente”, señaló la Comisión en su informe final.

“El establecimiento de las escuelas residenciales fue un elemento central de esta política, que puede ser descrita mejor como ‘genocidio cultural’”, añadió.

Durante generaciones, las comunidades indígenas transmitieron oralmente las historias de esos niños desaparecidos mientras lo que sucedía entre los muros de esos internados era ignorado por el resto de la sociedad canadiense.

Como me dijo Casimir la semana pasada, “tenemos mucha historia oral con respecto a los niños desaparecidos en toda la nación y tk’emlúps. Tenemos información de generaciones que fue compartida pero nunca nada que fuese concreto y nada que fuese documentado. Ahora que lo hemos confirmado con el radar de penetración del terreno  vamos a estudiar los próximos pasos a dar”.

Casimir también respondió con un “por supuesto” cuando la pregunté si no debe ser la obligación del Gobierno federal localizar e identificar los restos de miles de posibles víctimas del sistema que Ottawa creó.

Casimir no es la única persona que quiere más acción y menos palabras por parte de las autoridades federales.

Perry Bellegarde, jefe nacional de la Asamblea de Primeras Naciones (APN), que representa a los grupos indígenas de Canadá, solicitó que cada una de las decenas de escuelas residenciales que el Gobierno canadiense estableció desde 1870 hasta 1996, sea examinada para localizar restos de niños internados en esas instituciones.

De momento, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, sólo ha ofrecido buenas palabras pero no se ha comprometido a iniciar la búsqueda de restos humanos en esas 130 residencias escolares.

“Creo que todos los canadienses están conmocionados por las noticias de Kamloops. No podemos ni imaginar que 215 niños fueron arrancados de sus familias o que no se comunicase a las familias que sus hijos habían muerto. No sólo en Kamloops si no en otras parte del país”, declaró Trudeau.

Trudeau añadió que “esperaba” que se produjesen “debates de emergencia” en el Parlamento y se ofreciese a las comunidades, supervivientes y familias “medidas tangibles” aunque no ha sido capaz de señalar una sola.

Mientras Trudeau se muestra vago sobre lo que su Gobierno hará, en todo el país se multiplican las acciones en solidaridad con las víctimas de Kamloops. Frente al Parlamento de Canadá, decenas de zapatos infantiles han sido colocados por manos anónimas para honrar a los niños desaparecidos.

Y en un céntrico barrio de Toronto, alguien ha pintado un “hopscotch”, el popular juego infantil de la rayuela, con 215 rectángulos, uno por cada uno de los niños encontrados en Kamloops.

Fuente de la información e imégenes:  Lattin Magazine

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Líbano: Las necesidades humanitarias en Beirut son enormes e inmediatas, alertan las agencias de la ONU

Las necesidades humanitarias en Beirut son enormes e inmediatas, alertan las agencias de la ONU

El Líbano vive una crisis triple: una situación socioeconómica grave, la pandemia de COVID-19 y la explosión de nitrato de amonio ocurrido esta semana. Las Naciones Unidas han liberado 15 millones de dólares de sus fondos de emergencias y piden ayuda a la comunidad internacional para atender la emergencia, donde todavía se están encontrando personas bajo los escombros y cientos de miles más han quedado sin refugio. La ONU también insta a que se esclarezcan los hechos que llevaron a la catástrofe, ya que los ciudadanos merecen explicaciones y justicia.

Las necesidades humanitarias son enormes e inmediatas en todo Líbano tras la explosión del 4 de agosto que destruyó el puerto de la ciudad de Beirut, afirmaron este viernes las agencias de las Naciones Unidas.

Los últimos informes cifran en al menos 150 muertos y miles de heridos el saldo humano del estallido, pero es probable que esa cantidad aumente, ya que los equipos de rescate aún buscan sobrevivientes entre los escombros.

Este viernes el director de la Oficina de Asuntos humanitarios anunció la liberación de seis millones de dólares del Fondo Central para Emergencias de la ONU, ampliando el presupuesto de ayuda de la Organización para la catástrofe a 15 millones (9 millones ya habían sido liberados por la oficina local en el país). El dinero será destinado para la reparación de hogares dañados, operaciones logísticas y apoyo inmediato al sistema de salud.

El portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Christian Lindmeier, dijo que aún hay muchas personas desaparecidas y que los hospitales están desbordados.

Tres de esas instalaciones sanitarias son «no funcionales», dos más han sido parcialmente dañadas, y el desastre dejó un total de 500 camas de hospital fuera de acción.

La gente sigue bajo los escombros.

«El enfoque inmediato ahora está en el cuidado de los heridos y en la búsqueda y rescate, por supuesto, eso es muy importante. Todavía hay cuerpos bajo de los escombros y todavía hay personas vivas atrapadas por lo que podemos ver en los informes de los medios; y esa es la prioridad ahora y, por supuesto, entregar suministros, comida, refugio, medicinas, así como equipo médico para situaciones de trauma y para todas las otras enfermedades que no se pueden tratar ahora en los hospitales”, informó Lindmeier a la prensa en una videoconferencia desde Ginebra.

En medio de las preocupaciones sobre el polvo potencialmente dañino creado por la explosión de unas 2750 toneladas de nitrato de amonio, el portavoz de la OMS señaló que el Ministerio de Salud libanés aseguró que hubo una disminución en el nivel de toxicidad dos horas después de la explosión.

Los niños están en peligro

La prioridad más apremiante de las agencias de la ONU es contar con suministros de asistencia para los más vulnerables, incluidos aquellos que requieren ayuda médica de emergencia de hospitales ya abrumados por pacientes con COVID-19.

Esta tarea se ha vuelto aún más desafiante ya que muchos contenedores de envío con equipo de protección personal necesarios para la respuesta a la pandemia se perdieron en la explosión.

«Lo que sabemos hasta ahora es que diez contenedores de material de protección que fue adquirido por el Ministerio de sSalud Pública han sido destruidos», señaló la portavoz del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Marixie Mercado. “Estos contenían cientos de miles de máscaras, guantes, batas, todos críticos para la respuesta. Ya hemos realizado pedidos para reemplazar parte de este material y ahora hemos priorizado la entrega de pedidos preexistentes para el Líbano.”

Mercado afirmó que unos 80.000 niños fueron desplazados por la destrucción de sus casas en la ola expansiva y que muchos hogares que sobrevivieron el impacto se han quedado sin agua ni electricidad.

Existen numerosos informes de niños que han sido separados de los miembros de su familia, algunos de los cuales todavía están desaparecidos. Al menos doce centros de atención primaria de salud, centros maternos, de inmunización y de recién nacidos en Beirut han sufrido daños, lo que ha afectado los servicios de casi 120.000 personas.

Cinco de los siete cuartos refrigerados de almacenamiento de vacunas apoyados por UNICEF fueron destruidos en la explosión, lo que afectará los programas críticos de vacunación.

Además, muchas escuelas han reportado daños en Beirut y sus alrededores, con evaluaciones en curso sobre el nivel del impacto.

Para garantizar la ayuda continua inmediata, la Organización Mundial de la Salud solicitó a la comunidad internacional 15 millones de dólares, y UNICEF, 8,25 millones.

Se disparan los casos de COVID-19

“Los casos de COVID-19 se dispararon con un récord de 255 infecciones registradas el jueves”, detalló Mercado.

Hasta la fecha, Líbano ha visto 70 muertes por COVID-19 y 5672 casos en total. Las áreas alrededor del sitio de la explosión se encuentran entre los grupos de transmisión más activos.

«Es imposible para los afectados practicar el distanciamiento seguro y hay una necesidad desesperada de mascarillas, pero para la mayoría de las personas en este momento el COVID-19 no es lo más importante», indicó la funcionaria de UNICEF.

Ayuda de alimentación

El Programa Mundial de Alimentos anunció que importará harina y granos de trigo para apoyar a Líbano mientras se trabaja para reconstruir el puerto, donde se destruyeron los lugares más grandes de almacenamiento de cereales del país.

Además de llevar a cabo programas de ayuda en efectivo y comida, el PMA también puso a disposición del Gobierno su experiencia en logística y cadenas de suministro.

La explosión empeorará una situación de seguridad alimentaria ya sombría que ha coincidido con una profunda crisis financiera y la pandemia de COVID-19.

“El Líbano exporta el 85% de su comida, el daño al puerto limitará la entrada de alimentos al país, y empujará los precios más allá del alcance de la mayoría de los ciudadanos”, explicó Elisabeth Byrs, portavoz del PMA.

Una oportunidad para atender las quejas del pueblo

La horrible explosión de esta semana en Beirut puso de manifiesto la necesidad de que la comunidad internacional dé un paso adelante y ayude a Líbano y a su gente en este momento de crisis, apuntó este viernes la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos.

“Solo una respuesta internacional rápida y un compromiso sostenido evitarán que se pierdan muchas más vidas. Hace cuatro semanas, la Alta Comisionada emitió una severa advertencia de que la situación en Líbano se estaba deteriorando rápidamente. Luego, instó al Gobierno, a los partidos políticos y a los líderes a promulgar reformas urgentes y a abordar necesidades esenciales como refugio, alimentos, electricidad, salud y educación”, expresó Rupert Collvile, portavoz de Michelle Bachelet.

Con grandes extensiones de la ciudad no aptas para vivir, el puerto principal del país casi destruido y el sistema de salud de rodillas, la situación es grave, subrayó el portavoz.

“Se debe escuchar el llamado de las víctimas a la rendición de cuentas, incluso mediante la realización de una investigación imparcial, independiente, exhaustiva y transparente sobre la explosión”, agregó.

Collville dijo que a medida que la ciudad y el país se reconstruyan, la necesidad de proteger los derechos de los más pobres y vulnerables a través de la acción colectiva y la reforma será más importante que nunca.

“Este trágico evento debe ser un punto de inflexión para que los líderes del país superen los estancamientos políticos y aborden las quejas de la población emitidas por primera vez durante las protestas de octubre de 2019”, puntualizó.

Collville aseguró que, aunque se sabe que los orígenes de la explosión tienen que ver con las reservas de nitrato de amonio en un almacén del puesto, todavía hay muchas interrogantes.

“Cómo llegó allí y por qué ha estado en ese almacén durante siete años. Eso es importante y es importante que la investigación satisfaga al público. La ira en las calles de Beirut es comprensible, la situación es tensa y esto se evidenció con el presidente de Francia Emmanuel Macron caminando por las calles y con lo que la gente le decía; así como con lo que la gente dice en general sobre la situación «, concluyó.

Probables víctimas refugiadas

Varios refugiados podrían hacer parte de las víctimas de la explosión, aseguró la Agencia de la ONU que se encarga de protegerlos.

El Líbano alberga a 1,5 millones de personas desplazadas por el conflicto, muchas de ellas de la vecina Siria.

«Algunas de las áreas severamente afectadas por la poderosa explosión incluyeron vecindarios que acogen a refugiados», dijo el portavoz delACNUR, Charlie Yaxley.

“Hemos recibido informes iniciales, aunque no confirmados, de varias muertes entre la comunidad de refugiados. Trabajamos con los equipos de rescate y otros trabajadores humanitarios para ayudar con la identificación y el apoyo a las familias en duelo”, añadió.

Las evaluaciones iniciales muestran que los hogares de cientos de miles de personas se han destruido, creando una necesidad «masiva» de refugio, según la Agencia de la ONU para los Refugiados.

«ACNUR está poniendo a disposición sus existencias en el país de kits de refugio, láminas de plástico, vestíbulos y decenas de miles de otros artículos básicos de socorro, incluidas mantas y colchones para su distribución y uso inmediato», especificó Yaxley.

En un intento por impulsar la respuesta de salud de la ONU al COVID, y ahora ante el desastre del martes, la agencia con sede en Ginebra ha proporcionado suministros y equipos médicos, ventiladores y camas para pacientes.

«Una segunda fase se está acelerando a la luz de la saturación de los hospitales», enfatizó Yaxley. «Este apoyo ayudará a disminuir la presión sobre los hospitales actualmente agobiados y permitirá que más pacientes sean tratados con prontitud».

Fuente de la Información: https://news.un.org/es/story/2020/08/1478552

Fuente de imágenes: UNOCHA

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Colombia: Proyecto de ley busca que no haya más niños desaparecidos

América del Sur/Colombia/Abril 2016/Fuente y Autor: WRadio

La iniciativa legislativa es impulsada por los representante a la cámara del movimiento Mira, Guillermina Bravo y Carlos Guevara.

De acuerdo con el autor de este proyecto, entre 2011 y lo que va de 2016, la cifra de niños desparecidos asciende a 16.243 casos. En Bogotá, se presenta el mayor número de reportes de menores desaparecidos con 7.641 menores, equivalente al 47%, seguido de Antioquia, Valle del Cauca, Cundinamarca y Risaralda. Durante los dos primeros meses de este año, 505 menores han desaparecido en todo el país, 148 se han encontrado vivos, 1 muerto y 356 continúan desaparecidos.

Al presentarse un alto número de desplazamientos de los niños raptados, el proyecto de ley prevé la creación de un sistema nacional de alertas por desaparición de  niños, niñas y adolescentes, que será liderado y coordinado por la Policía Nacional y  que contempla la ejecución de campañas de alerta en los sistemas de transporte masivo de pasajeros, zonas de frontera, medios de comunicación, sitios web,  canales de televisión públicos y privados, redes sociales, aplicaciones y en la línea nacional 123, entre otros .

La alerta de desaparición se declararía de forma inmediata por las autoridades cuando se trate de un menor de 7 años, para los menores entre 7 y 12 años deberá declararse a más tardar 12 horas después de efectuada la denuncia. El proyecto también contempla la creación de una una  línea especial gratuita y permanente para recibir denuncias e información sobre los menores desaparecidos, manifestó la

La Policía Nacional, en coordinación con  Fiscalía General de Nación, Medicina legal, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y las Comisarías de familia, unificarán los registros de menores de edad reportados, creando, de esta manera, un registro único de información.

“Cuando se registre la desaparición, se creará una alerta con la foto del menor en las facturas de servicios públicos y empaques, entre otros. No podemos seguir siendo indiferentes ante esta problemática, cuando un niño se pierde, todos somos responsables, todos debemos buscarlo y brindar las herramientas para poder hacerlo”, añadió el representante Guevara.

 

Fuente de la noticia: http://www.wradio.com.co/noticias/actualidad/proyecto-de-ley-busca-que-no-haya-mas-ninos-desaparecidos/20160427/nota/3118363.aspx
Fuente de la imagen:http://www.wradio.com.co/images/3118363_n_vir3.jpg
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